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DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS
RESUMEN
El autor analiza el delito de tráfico de influencias tipificado en el artículo 400 del Código
Penal, precisando que este protege el prestigio y buen nombre de la Administración
Pública. Asimismo, señala que la tipificación actual del delito bajo estudio es demasiado
restrictiva respecto a los sujetos sobre los cuales se ejercería la influencia, ya que no con-
templa a funcionarios que integran el Ministerio Púbico, entre otros, por lo que es nece-
sario se realice una modificatoria al tipo penal en tal sentido.
* Vicepresidente fundador del Taller de Ciencias Penales “Florencio Mixan Mass” de la Universidad Nacional de
Trujillo.
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Ahora bien, tal como señala Hurtado Pozo
COMENTARIO RELEVANTE DEL AUTOR (2005) en el “Código Penal peruano de 1924
no existía disposición similar al artículo 400.
El antecedente inmediato de esta norma fue
Consideramos que la actual ubica- introducido, como artículo 353-A al Código
ción del delito de tráfico de influen- Penal de 1924, mediante el Decreto Legis-
cias, dentro de los delitos contra la lativo N° 121, del 12 de junio de 1981”
Administración Pública cometidos (p. 273).
por funcionarios públicos, resulta
equivocada, ya que este delito puede La fuente en el Derecho comparado de la
ser cometido por cualquier persona, cual se sirvió el legislador fue el artículo 147
no necesariamente por un funciona- del Código Penal colombiano y este a su
rio público. vez tuvo como fuente al primer párrafo del
artículo 346 del Código Penal italiano, que
prevé el delito de millantato credito.
relaciones sociales, por lo que solo impor- Ahora bien, el texto original del delito de
tará en la medida en que estas influencias o tráfico de influencias, desde la promulgación
relaciones sean utilizadas por el traficante en el Código Penal de1991, ha sufrido algu-
para obtener ventajas ilícitas, haciendo que nas modificaciones hasta llegar a la actual
la posesión de buenos contactos se vea hoy redacción:
en día como una situación que puede generar
beneficios. Artículo 400.- Tráfico de influencias
En el presente trabajo proponemos algunas El que, invocando o teniendo influencias
soluciones interpretativas al delito de tráfico reales o simuladas, recibe, hace dar o
de influencias, el cual ha generado interpre- prometer para sí o para un tercero, dona-
taciones jurisprudenciales contradictorias, lo tivo o promesa o cualquier otra ventaja o
cual constituye un despropósito en la lucha beneficio con el ofrecimiento de interce-
frontal contra la corrupción. der ante un funcionario o servidor público
que ha de conocer, esté conociendo o
II. Desarrollo legislativo haya conocido un caso judicial o admi-
nistrativo, será reprimido con pena pri-
El delito de tráfico de influencias en nues- vativa de libertad no menor de cuatro ni
tra legislación es relativamente nuevo; sin mayor de seis años; inhabilitación, según
embargo, la conducta ya era conocida desde corresponda, conforme a los incisos 2, 3,
la época romana donde el emperador Alejan- 4 y 8 del artículo 36; y con ciento ochenta
dro Severo ordenó que a un individuo que a trescientos sesenta y cinco días-multa.
“vendía” privilegios frente al emperador se
lo atase a un palo y prendiese fuego a unos Si el agente es un funcionario o servi-
leños verdes, tal sanción provocó que se aho- dor público, será reprimido con pena
gase antes que el fuego lo consumiese y con privativa de libertad no menor de cua-
voz de pregonero Alejandro Severo le decía: tro ni mayor de ocho años; inhabilita-
“fumo periit, qui fumos vendidit” (al humo ción, según corresponda, conforme a los
perezca quien humo vende). Es así como incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con
nacería la denominación “venta de humo” trescientos sesenta y cinco a setecientos
(Rearte, 2019). treinta días-multa.
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Por otro lado, la Ley N° 30424, modificada aquellas conductas que buscan negociar con
a través del Decreto Legislativo N° 1352, la posesión de una influencia, siendo el trafi-
que regula la responsabilidad “administra- cante un intermediario entre el particular y el
tiva” de las personas jurídicas por el delito funcionario o servidor público. En tal virtud,
de cohecho activo transnacional, establece son figuras distintas, con un objeto de protec-
que las personas jurídicas pueden ser decla- ción diferenciado.
radas responsables administrativamente por
la comisión de los delitos de cohecho trans- Consideramos que la actual ubicación del
nacional, cohecho activo genérico, cohecho delito de tráfico de influencias, dentro de
activo específico, colusión simple y agra- los delitos contra la Administración Pública
vada, tráfico de influencias, lavado de acti- cometidos por funcionarios públicos, resulta
vos y financiamiento del terrorismo1. En ese equivocada, ya que este delito puede ser
sentido, en la actualidad se podría declarar la cometido por cualquier persona, no necesa-
responsabilidad administrativa –que en rea- riamente por un funcionario público; en ese
lidad es una responsabilidad penal– de una sentido, consideramos que lo más adecuado
persona jurídica por la comisión del delito de sería que se ubique en el capítulo I del Título
tráfico de influencias. XVIII del Código Penal, el cual recoge los
delitos contra la Administración Publica
III. Ubicación sistemática del delito cometidos por particulares.
El primer punto que ha de llamar nuestra aten- IV. Bien jurídico protegido
ción está referido a la ubicación del delito,
pues hay quienes sostienen que debería estar Dentro de los tópicos que más discusión ha
incluido dentro del catálogo de los delitos generado el delito de tráfico de influencias
contra el patrimonio, tomando en cuenta su tenemos la discusión acerca del bien jurí-
similitud con el delito de estafa; sin embargo, dico protegido en este delito, para lo cual
esta interpretación es incorrecta, ya que el
debemos tener en cuenta, en primer lugar,
hombre medio conoce que no está permitido
que dentro de los delitos contra la Adminis-
acceder al sistema de justicia mediante actos
tración Pública se identifica un bien jurídico
de sobornos, mediante medios corruptores o
general o genérico que abarca a todos estos
mediante intermediarios. En este sentido, la
delitos, el cual es la misma Administración
jurisprudencia ha sido clara al señalar que los
Pública, entendido también como el correcto
fines ilícitos no son tutelados por el Derecho
ejercicio de las funciones y servicios públi-
Penal a través del delito de estafa2.
cos (Rojas Vargas, 2016, p. 86). Asimismo,
Otro sector sostiene que se trata de actos pre- en este tipo de delitos se identifica un bien
vios de cohecho pasivo, por lo que su regu- jurídico específico en cada uno de ellos, así
lación iría en contra del principio de lesivi- pasaremos a exponer las diversas posturas
dad; no obstante, mientras el cohecho pasivo que se han pretendido determinar el bien
busca criminalizar la conducta del mismo jurídico específico en el delito de tráfico de
funcionario, el tráfico de influencias abarca influencias.
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Abanto Vásquez (2003) menciona que en el por lo cual tampoco concordamos con esta
caso del tráfico de influencias reales existe postura.
un atentado, aunque lejano, contra la impar-
cialidad del funcionario y el carácter público Para Reátegui Sánchez (2017) el objeto de
de la función, y para el caso de las influen- protección penal en el delito de tráfico de
cias simuladas la afectación sería contra el influencias será el principio de igualdad
patrimonio individual (p. 524). Sin embargo, como criterio rector dentro de un proceso
discrepamos con esta posición, en la medida judicial o administrativo (p. 987). Respecto a
en que para la configuración de este delito no esta posición debemos decir que en la medida
es necesario que se concrete la intercesión en que no en todos los casos se llega a con-
ante el funcionario público, con lo cual no cretar la influencia, resultaría muy complejo
se afecta su imparcialidad; además de ello, probar una puesta en peligro al principio de
considerar al patrimonio como objeto de igualdad en los casos de tráfico de influen-
cias simuladas.
protección resulta incorrecto, pues el sujeto
pasivo en este delito viene a ser el Estado y Para Rojas Vargas (2016) el bien jurídico
no el tercero; el tercero en realidad coopera protegido vendría a ser la preservación del
con la comisión del delito a través de la con- prestigio y regular funcionamiento la admi-
traprestación o hace nacer la idea criminal en nistración pública y específicamente de jus-
el traficante. ticia jurisdiccional-administrativa (p. 370).
Postura con la que concordamos, en la
Por otro lado, Salinas Siccha (2016), señala
medida que el delito de tráfico de influen-
que para San Martín Castro, Caro Coria y
cias es un delito independiente y por tanto
Reaño Pescheira (2003), el objeto de protec-
requiere la determinación de un bien jurídico
ción ha de concertarse en la imparcialidad u
especifico; por ende, y en aras de contar con
objetividad en el ejercicio de funciones públi-
un sistema de justicia que transmita a sus
cas, y no ven adecuado proteger el prestigio
ciudadanos confianza de su buen manejo,
y buen nombre de la administración debido a
es que se busca proteger el prestigio y buen
que eso supondría tener un aparato de justi-
nombre de la Administración Pública, a tra-
cia prestigioso, lo cual entienden no existe en
vés de la tipificación de esta conducta.
la realidad peruana (p. 685). Sin embargo, la
protección de algún bien jurídico no se puede Por último, la Corte Suprema en el Acuerdo
rechazar porque este haya sido menoscabado Plenario N° 03-2015/CIJ-116 entiende que
a través de diversas acciones; por otro lado, en el artículo 400 del Código Penal se esta-
considerar una afectación a la imparcialidad rían protegiendo dos bienes jurídicos, por un
u objetividad en el ejercicio de funciones lado, señalan que en las influencias reales el
públicas sería dar por cierto que para la con- bien jurídico protegido es el correcto fun-
sumación de este delito es necesario que el cionamiento de la Administración Pública,
traficante llegue a influir ante el funcionario el cual entendemos que viene a ser el bien
o servidor público, lo cual corresponde a la jurídico genérico para todos los delitos
fase de agotamiento del mismo; sin embargo, contra la Administración Pública3, mas no
en esta clase de delitos el agotamiento no el bien jurídico específico para este delito,
constituye una etapa penalmente relevante, como la Corte Suprema entiende. Por otro
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lado, señalan que en el caso de las influencias Según la relación con el bien jurídico pro-
simuladas, el bien jurídico protegido es el tegido, parte de la doctrina ha sostenido
prestigio y buen nombre de la Administra- que estamos ante un delito de peligro, otros
ción Pública. sostienen que es un delito de peligro abs-
tracto y otros establecen que vendría a ser
Desde nuestra perspectiva, consideramos un delito de mera actividad. Nuestra posi-
que tanto para el caso de las influencias rea- ción, en concordancia con lo sostenido por la
les como para el de las influencias simuladas Alcale Sánchez (2009, p. 4), es que el delito
el bien jurídico protegido es el prestigio y de tráfico de influencias es un delito de mera
buen nombre de la Administración Publica, actividad y de lesión, pues no es necesario
pues de acuerdo a como pasan los años, los un resultado natural distinto al de la acción;
destapes de casos de megacorrupción dentro
así tenemos que para la configuración del
del manejo de la Administración Pública han
delito, no es necesario que se haya comen-
ido creando en el colectivo social una ima-
zado a ejercer la influencia, ni mucho menos
gen completamente negativa de la misma,
que se haya otorgado el beneficio buscado;
siendo que en la actualidad la corrupción sea
sin embargo, con la acción de comercializar
el principal problema que aqueja a los perua-
con las influencias –reales o simuladas–, el
nos según estadísticas brindadas por Ipsos
traficante habrá lesionado el bien jurídico
(La Rosa Vásquez, 2018); la gran mayoría
“prestigio y buen nombre de la Administra-
considera que el Estado en todos sus poderes
ción Pública”.
se mueve con base en influencias o mediante
medios corruptores, es por ello que resulta Asimismo, es un delito de enriquecimiento,
legitimo proteger el prestigio y buen nom- debido a que para su configuración se exige
bre de la Administración Pública, mediante que exista un favorecimiento para sí o para
la sanción penal de aquellas conductas que un tercero a través de los medios corruptores
tengan como finalidad la comercialización como el donativo, promesa o cualquier otra
de influencias. ventaja o beneficio (León Tomasto, 2017,
p. 155).
V. Tipicidad
Este delito ha sido entendido como un delito
Con relación al círculo de autores que pue- plurisubjetivo –pues el tipo penal requiere
den cometer este delito, tenemos que es un necesariamente la intervención de una plura-
delito común, en la medida en que podrá ser lidad de personas– y de encuentro –en el cual
autor cualquier persona que reúna las condi- existen actos provenientes de distintas direc-
ciones generales de la imputabilidad siendo ciones que se complementan entre sí para su
junto al cohecho activo, los únicos delitos configuración–. En los delitos de encuen-
comunes incluidos dentro del capítulo II del tro se ha creído que el partícipe necesario es
Título XVIII del Código Penal peruano, que impune, ya que el tipo penal buscaría prote-
a su vez reúne a los delitos cometidos por gerlo4, como sucede en el caso del delito de
funcionarios públicos. estafa; sin embargo, las nuevas formas de
4 En este sentido, el Acuerdo Plenario Nº 03-2015/CIJ-116 sostiene: “el tercero interesado en el delito de trá-
fico de influencias, mejor dicho, quien promete o entrega el donativo, la ventaja o el beneficio al autor, no puede
ser considerado cómplice de tal ilícito (así lo entiende también la Ejecutoria Suprema de 24 de febrero de 2014
(RN N° 1692-2013)). En sentido estricto, el “comprador o solicitante de influencias” no presta ningún tipo de
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criminalidad traen abajo algunos construc- la punibilidad del partícipe necesario. Así,
tos dogmáticos como el de la impunidad del Espinoza Ramos (2018, pp. 121-137) explica
partícipe necesario en un delito de encuen- que existen delitos de participación necesaria
tro, pues esta afirmación tomó como base al propios y delitos de participación necesa-
delito de estafa donde el partícipe necesario ria impropios; en el caso de los delitos de
es precisamente la víctima; empero, ser par- participación necesaria propios, el partícipe
ticipe necesario en un delito de encuentro, necesario es víctima del delito, por lo que
solo significa que sin el aporte de otra per- no corresponde su punibilidad; mientras en
sona no es posible configurar el tipo, en cam- los delitos de participación necesaria impro-
bio para determinar la punibilidad o impuni- pios, el partícipe necesario no es víctima del
dad de este último, se debe interpretar el tipo delito, por lo que su conducta si es punible.
específico (Reaño Pescheira, 2004, p. 112). Con esta interesante y novedosa propuesta,
Además, en el delito de tráfico de influencias el citado autor recoge sus postulados de la
el sujeto pasivo viene a ser el Estado y no el doctrina italiana y alemana, y da solución a
interesado, por lo que no es correcto conside- la discusión sobre si el partícipe necesario
rarlo como impune. debería ser considerado como cómplice del
delito de tráfico de influencias, concluyendo
Asimismo, resulta importante traer a cola- que este es un delito de participación nece-
ción el estudio de Espinoza Ramos (2018, saria impropio, monosubjetivo y de encuen-
pp. 121-137) acerca de la clasificación a los tro, por lo que la participación del cómplice
participes necesarios. El autor sostiene que necesario es posible.
existen delitos de participación necesaria
plurisubjetivos y monosubjetivos, los prime- El Acuerdo Plenario N° 03-2015/CIJ-116,
ros requieren, para su realización, la partici- en busca de una mejor interpretación de este
pación de dos o más personas; sin embargo, delito, establece que solo podrá ser instiga-
esta participación ha de estar regulada taxa- dor el interesado cuando no encontrándose
tivamente en el Código Penal, como el caso el instigado propenso o proclive a actos
del cohecho; continúa explicando que para de corrupción, le haya convencido a este a
los segundos también se requiere de la parti- cometer el delito, o cuando el autor ya esté
cipación de dos o más personas; no obstante, decidido a vender las influencias, será ins-
esta participación no debe estar regulada tigador el tercero, ya que habrá reforzado la
taxativamente en el tipo penal. resolución criminal del autor. Asimismo, la
Corte Suprema sostiene que el “comprador
Como hemos explicado, en esta clase de o solicitante de influencias” nunca podrá ser
delitos se entiende como regla general que considerado cómplice según los alcances del
los partícipes necesarios son impunes, ya artículo 25 del Código Penal –como la per-
que son considerados como objeto de pro- sona que auxilia o colabora dolosamente con
tección del delito o incluso como víctimas la realización del tipo penal–, pues para ello
del delito; sin embargo, esto no sucede en tendría que ayudar al “vendedor de influen-
el delito de tráfico de influencias, por lo que cias” en la realización del verbo rector, esto
existe una segunda clasificación en virtud a es, en la invocación de influencias, cosa que
colaboración en la comisión del delito −o, más concretamente, en la acción típica prevista por el tipo penal−, en la
medida en que él es partícipe necesario de un delito de encuentro, su colaboración “necesaria”, o enmarcada
dentro del rol típico, resultaría impune desde la perspectiva de la complicidad (…)” (el resaltado es nuestro).
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1.2. Recibir, hacer dar o prometer para sí o Con relación al valor económico de las ven-
para un tercero tajas debemos tener en cuenta dos conceptos:
Mediante el uso del verbo “recibir”, el legis- en primer lugar, de acuerdo a la teoría de
lador pone de manifiesto lo que en la prac- la adecuación social (Vásquez-Portomañe
tica generalmente ocurre, que el tercero por Seijas, 2015, pp. 1-18) y según el principio
lo general da la iniciativa, quedando usual- de proporcionalidad que deba contraponer la
mente impune por una mala interpretación relación existente entre la prestación que se
del tipo como ya analizaremos más adelante. pretenda obtener y la contraprestación con
la que se retribuye, se deberían excluir los
El “hacer dar” significa que el agente hace regalos mínimos, de muy poco valor o los
nacer en el interesado la voluntad de entregar socialmente aceptables; asimismo, las venta-
el medio corruptor a cambio de la influencia. jas en sentido de cortesía y según los lugares
geográficos. En segundo lugar, será relevante
El “prometer”, significa que el tercero se la capacidad que tenga el objeto corruptor de
compromete a entregar el medio corruptor motivar al intermediario a interceder ante un
en el futuro. funcionario o servidor.
Los objetos corruptores bien pueden ser para La promesa la realizará el tercero, la cual
el traficante de influencias o para otro, la ven- consistirá en algún donativo o ventaja que
taja también podría ir a una persona jurídica, deberá ser entregado en el fututo. No se
partido político, entidad u organización que
deberá verificar el cumplimiento de la pro-
disponga el traficante; así, cuando la persona
mesa para la configuración del delito; sin
jurídica se vea beneficiada por la comisión
embargo, no cualquier promesa será rele-
del delito podrá tener alguna responsabilidad
vante, sino aquella que sea posible de reali-
según la novísima Ley de responsabilidad
zar por el tercero interesado.
administrativa de la persona jurídica.
Cualquier otra “ventaja” o “beneficio” se
El desvalor aquí reside en mercantilizar la
entenderá como un mecanismo subsidiario
medicación realizada sobre un funcionario o
que acoplará aquellos objetos corruptores
servidor público, por ende no se castiga un
que no encajen dentro del donativo o la pro-
tráfico de influencias gratuito, solo se san-
mesa, pueden ser patrimoniales o no patri-
cionará cuando se reciba un bien, una con-
moniales; por lo general, se trata de favo-
traprestación o una promesa; es decir solo
res sexuales que solicitan los traficantes al
se penaliza el tráfico de influencias oneroso
tercero.
(Moreno Nieves, 2008).
Los verbos rectores antes señalados determi- 1.4. Ofrecimiento de interceder ante fun-
cionario o servidor público
nan la consumación del delito de tráfico de
influencias. El sujeto que será influenciado –quien no es
sujeto pasivo del delito– siempre ha de ser
1.3. Objetos corruptores: donativos una autoridad o funcionario (Muñoz Lorente,
promesa, cualquier otra ventaja o 2014, p. 253). En caso de que la influencia
beneficio
se llegase a concretar ante el funcionario o
Para determinarse la existencia del tráfico de servidor público, podría estar orientada a
influencias es necesario comprobar que con- que se emita alguna resolución favorable
curran los medios corruptores del donativo al tercero, aun cuando su pretensión sea la
(Salinas Siccha, 2016, pp.. 677-679). correcta o simplemente porque el busque
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el Ministerio Público o la Policía Nacional VII. Autoría y participación
de Perú no encajaría dentro de los alcances
del tipo penal de tráfico de influencias. El sujeto activo puede ser cualquier persona,
constituyendo un delito común, como ya
El legislador peruano, al tipificar este delito,
se explicó líneas arriba, y junto al cohecho
ha delimitado mucho el alcance del tipo. Paí-
activo son los dos únicos delitos dentro del
ses como Argentina o Ecuador que regulan
capítulo de los delitos contra la Adminis-
el tráfico de influencias, abarcan un grupo
tración Pública que no son cometidos por
más grande de sujetos sobre los cuales se
funcionarios públicos.
busca ejercer influencia. En los instrumentos
internacionales también se amplía el sujeto De la redacción del tipo se concluye que
objeto de la influencia, así tenemos que en la el tercero interesado no puede ser consi-
Convención de Derecho Penal del Consejo derado como autor o coautor del delito de
de Europa sobre la corrupción también están tráfico de influencias (Salinas Siccha, 2016,
comprendidos los funcionarios extranjeros, pp. 688-694); sin embargo, la participación
miembros del parlamento tanto nacionales del tercero interesado ha sido blanco de
como extranjeros, funcionarios de organiza- mucha discusión en la doctrina, como ya se
ciones internacionales, miembros de asam- explicó, algunos autores consideran que de
bleas parlamentarias nacionales o jueces y ningún modo se lo podría considerar como
funcionarios de tribunales internacionales; partícipe, debido a que es cómplice necesario
mientras que en la Convención de las Nacio- de un delito de encuentro y, por tanto, debe-
nes Unidas contra la Corrupción se consagra ría ser impune.
a cualquier autoridad pública de un estado
parte (Vásquez-Portomañe Seijas, 2015, No obstante, como bien ha sostenido Reaño
p. 7). En nuestra legislación se debería pre- Pescheira (2004) para aclarar esta posición,
ver que la influencia ejercida sobre cualquier ser concurrente necesario solo significa que
autoridad pública debería ser relevante para sin el aporte de esta persona no es posible
el delito de tráfico de influencias. configurar el tipo, pero no dice nada acerca
de su punibilidad o impunidad (p. 112).
VI. Agravante
Asimismo, el Acuerdo Plenario N° 03-2015/
La agravante de este delito se encuentra en CIJ-116, establece que el tercero deberá ser
su segundo párrafo, que sanciona a aquel considerado instigador en la medida en que
sujeto que al momento de la comisión del mediante su influjo psíquico determine a otro
delito tenga la condición de funcionario o a cometer un delito; por lo tanto, será insti-
servidor público. Es preciso señalar que gador cuando no encontrándose el instigado
aunque el traficante tenga la condición de propenso o proclive a actos de corrupción, le
funcionario público, siempre actuará en el haya convencido a cometer el delito.
ámbito privado, pues la intercesión prome-
tida está referida a una función que él no Por otro lado, el acuerdo plenario refiere
ejerce, de otro modo, en caso de que sea que el tercero interesado no puede ser con-
el propio funcionario encargado de resol- siderado cómplice de tal ilícito, ya que en
ver el caso judicial o administrativo quien su análisis consideran que el verbo rector
llegue a un acuerdo con el interesado, se en el delito de tráfico de influencias sería
trataría de un delito de cohecho y no de un “invocar”, lo cual consideró incorrecto,
tráfico de influencias (Reaño Pescheira, pues el mismo tipo también prevé el poseer
2004, p. 110). la influencia, sin la necesidad de invocarla;
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el Estado peruano, el sujeto pasivo no es el ejerce en el funcionario público tiende a tor-
tercero o comprador de influencia como erra- cer la ley penal, pero si es que efectivamente
damente señalan algunos autores para argu- se llegase a intentar ejercer influencias en el
mentar la impunidad del mismo. funcionario público, no solamente sería un
acto de tráfico de influencias, sino una insti-
IX. Tipicidad subjetiva gación al prevaricato, conducta que además
pasaría por un cohecho activo al funcionario
Es un delito doloso, ya que el traficante o público. En este caso solo sería posible plan-
interesado deben conocer ex ante que se trata tear un concurso real, al ser que se trata de
de la comisión de un hecho delictivo, siendo conductas distintas (p. 538).
únicamente relevante para la comisión del
Finalmente, si el traficante fuese funcio-
tipo penal el dolo directo.
nario público, aparentemente puede existir
un concurso ideal con el patrocinio ilegal;
X. Diferencia con otros tipos penales
sin embargo, en este último tipo penal no
se exige un beneficio económico y la con-
La diferencia con el cohecho es que mien- ducta se realiza en un momento posterior
tras que en este último siempre hay dos par- al supuesto de tráfico de influencias, por
tes que se ponen de acuerdo directamente eso solo sería posible un caso de concurso
–el funcionario vende y el administrado que real cuando el funcionario público que haya
compra la función pública–, en el tráfico de vendido influencias las quisiera llevar a la
influencias el sujeto activo es quien simula o práctica defendiendo intereses privados ante
es un intermediario entre el funcionario y el el funcionario público encargado (Abanto
interesado, sin que exista participación del Vásquez, 2003, pp. 538-539).
funcionario público. En caso de que se llegue
a ofrecer el beneficio a este último, habrá XI. El delito de tráfico de influencias
concurso con el cohecho activo, y en caso en el ámbito internacional
el funcionario utilice intermediarios para
vender la función pública, habría un caso de
El problema de la corrupción es, sin lugar
cohecho pasivo, donde el intermediario sería
a dudas, un fenómeno mundial que no solo
cómplice del delito.
afecta al Perú o a los países subdesarrolla-
Para Abanto Vásquez (2003) en el caso dos, una de sus manifestaciones es el tráfico
de influencia simulada habría un concurso de influencias recogido en los códigos pena-
con el delito de estafa y por el principio de les de la gran mayoría de países y ha sido
especialidad debería aplicarse solo el trá- materia de discusión en múltiples conven-
fico de influencias simuladas, proponiendo ciones internacionales anticorrupción, dentro
la eliminación de esta modalidad, pues ya de las cuales tenemos a la Convención de
estaría dentro del tipo de estafa (p. 537); sin Derecho Penal del Consejo de Europa sobre
embargo, como ya se explicó, discrepamos la corrupción, la Convención de las Nacio-
con la postura que confunde al tráfico de nes Unidas contra la corrupción, el Proto-
influencias con el delito de estafa. colo contra la corrupción de la Comunidad
de Desarrollo Sudafricano, la Convención
También se ha planteado el concurso del de la Unión Africana sobre la prevención
tráfico de influencias en su modalidad de y la lucha contra la corrupción (Vásquez-
influencia real con el prevaricato. No inte- Portomañe Seijas, 2015, p. 5). Algunos paí-
resa si el influjo que se va a ejercer o se ses como Alemania, Dinamarca, Holanda y
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controversia sobre la punibilidad del “com- tes-legislativos-vision-proyecto-codigo-
plice” interesado en el delito de tráfico de penal-2004/>.
influencias. Vox Juris, 2(36), pp. 121-137.
Muñoz Lorente, J. (2014). Delito de tráfico de
García Cavero, P. (2012). Derecho Penal. Parte influencias. Eunomía. Revista en Cultura
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172 pp. 159-172 • ISSN: 2075-6305 • NOVIEMBRE 2019 • Nº 125 | GACETA PENAL & PROCESAL PENAL