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Unidad 3:
Convivencia en el Planeta
y
Necesidades Humanas
Profesor: Integrantes:
Para poder describir la población actual y predecir la del futuro con exactitud
razonable se requieren datos fiables. Las principales fuentes de datos
demográficos son los censos nacionales, el registro civil y, a partir de la década de
1960, los muestreos a nivel nacional. Estas fuentes proporcionan el material de
base para investigar las causas y las consecuencias de los cambios de población.
La fuente más habitual es el censo de población, que contabiliza en un cierto
momento todas las personas de un área dada, con sus datos personales y
características sociales y económicas específicas. Un registro civil es la
contabilización continua, por parte de las administraciones locales, de los
nacimientos, fallecimientos, migraciones, matrimonios y divorcios.
Los datos sobre la población mundial son publicados de forma sistemática por la
Oficina de Estadística de las Naciones Unidas en su Libro anual de Demografía,
por la División Demográfica de las Naciones Unidas en sus estudios y
estimaciones bianuales sobre la población mundial, y por el Banco Internacional
para la Reconstrucción y el Desarrollo.
Índices de población
A partir del siglo XVII, los grandes avances del conocimiento científico, la
agricultura, la industria, la medicina y la organización social hicieron posible que la
población creciera de forma considerable. Las maquinarias fueron sustituyendo
poco a poco la mano de obra humana y animal, aumentando lentamente el
conocimiento y los medios para controlar las enfermedades. La población mundial
se quintuplicó en 300 años (pasando de 500 millones en 1650 a 2.500 millones en
1950) y el crecimiento fue más espectacular en las regiones donde se inventaron y
aplicaron nuevas tecnologías.
Los diferentes índices de crecimiento regional alteran sin cesar estos porcentajes.
La población de África se duplicará para el 2025, mientras que la población del
Sureste asiático permanece casi constante y la de Latinoamérica crece a un ritmo
fuerte, aunque desigual; y las demás regiones, incluida Asia oriental, disminuyen
de forma considerable. Para el 2025 se estima que el porcentaje relativo a los
países desarrollados (23% en 1990) descendió al 17%. El 90% de los nacimientos
actuales tiene lugar en los países menos desarrollados.
Concentración urbana
A medida que un país pasa de una economía agrícola a una economía industrial,
se produce una migración en gran escala de los residentes rurales hacia las
ciudades. En este proceso, el índice de crecimiento de las áreas urbanas duplica
el índice de crecimiento global de la población. En 1950, el 29% de la población
mundial vivía en áreas urbanas, en 1990 esta cifra era del 43% y para el año 2000
a más del 50 por ciento.
Esa migración a las ciudades conlleva una importante disminución del número de
personas que vive en el campo, y en consecuencia índices de crecimiento
negativos en las áreas rurales. En los países menos desarrollados, el rápido
crecimiento de la población mundial ha diferido este fenómeno aplazándolo hasta
las primeras décadas del siglo XXI. Para América Latina en en el año 2020 más de
300 millones de niños se trasladan a las ciudades.
Estimaciones de población
La mayor parte de los padres potenciales de las próximas dos décadas ya han
nacido. Esto permite realizar estimaciones de población para este periodo con
fiabilidad razonable. Por otro lado, a lo largo de dos décadas, el grado de
incertidumbre, tanto de los índices demográficos como de otras características de
la sociedad, crece a un ritmo vertiginoso, haciendo que cualquier estimación
resulte especulativa
Las Naciones Unidas estiman que los países menos desarrollados tendrán unos
índices de crecimiento de población en continuo descenso. Para el conjunto de
países menos desarrollados, el índice de crecimiento, que en el 1990 era del 2%
anual, en el 2025 se reducirá a la mitad. África seguirá siendo la zona con el índice
de crecimiento más alto (en 1990 este índice era del 3,1% y para el 2025 se
estima que se reducirá al 2,2%). La población africana se triplicará pasando de
682 millones de personas en 1990 a 1.580 millones de personas en el 2025 y se
estima que seguirá creciendo hasta duplicar su volumen de población en otros 35
años.
Políticas de población
La reducción del índice de crecimiento en Asia puede atribuirse sobre todo a las
estrictas políticas de control de la población en China. A pesar de su inmensa
población, China ha reducido con éxito los índices de natalidad y mortalidad., el
gobierno apoya una política de familias con un solo hijo con el fin de reducir el
índice actual de crecimiento anual del país del 14‰ al 0‰ desde el año 2000
hasta la actualidad.
Desarrollo
Por otra parte, el desarrollo establecería una condición de acceso a los servicios
sociales y a la participación social activa. En el primero de los casos se hace
referencia a los sistemas de educación, y a la satisfacción de las necesidades de
sobrevivencia en términos de alimento, vivienda, vestido, salud y
seguridad.
Equidad
En este punto quisiera señalar que los términos, educación y cultura tienen una
estrecha relación, dicha relación a su vez, tienen estrecha relación con el aspecto
alimenticio, de salud, vivienda, y el aspecto ecológico, ya que la cultura y la
educación encabezan el primer eslabón de la cadena de desarrollo.
Si entendemos por educación al “ proceso bidireccional mediante el cual se
transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación
no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras
acciones, sentimientos y actitudes.
• El proceso de vinculación y concientización cultural, moral y conductual. Así, a
través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de
generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
• Proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad.
• La Educación se comparte entre las personas por medio de nuestras ideas,
cultura, conocimientos, etc.”
Como podemos darnos cuenta este concepto presenta una estrecha relación con
el noción de cultura en país; las comunidades que logren fortalecer estos dos
aspectos de vinculación social, lograran establecer políticas económicas, de salud,
ecológicas, alimentarías y de vivienda que produzcan un verdadero desarrollo
equitativo en los diferentes estratos de la población, ya que como todos sabemos
todo comunidad tiene necesidades básicas que satisfacer, estas necesidades se
cubrirán más fácilmente si el desarrollo y la equidad se sostienen bajo los términos
de educación, respeto y cultura.
TEMA 3.3: LA FAMILIA COMO EJE DE EQUILIBRIO SOCIAL:
Una visión innovadora hacia el siglo XXI.
Sociedad responsable y crítica de su propio crecimiento.
Planificación familiar (sexualidad responsable).
Familia
• Familia nuclear, padres e hijos (si los hay); también se conoce como “círculo
familiar”.
• Familia extensa, además de la familia nuclear, incluye a los abuelos, tíos, primos
y otros parientes, sean consanguíneos o afines.
Unos sostienen que proviene de la voz latina fames ("hambre"); otros afirman que
proviene de la raíz latina famulus ("sirviente" o "esclavo doméstico") que se
utilizaba para designar el conjunto de esclavos de un romano. En un principio, la
familia agrupaba al conjunto de esclavos y criados propiedad de un solo hombre.
Desde una perspectiva biológica, niñez y adultez son distintas. Sin embargo,
estas diferencias estarán socialmente dadas por las concepciones que existan
respecto de ellos, por los desafíos que se les planteen, por las tareas que se
espera que cumplan o por los comportamientos que se supone deben tener, entre
otros aspectos. Además, estas concepciones tendrán diferencias, muchas veces
sustantivas, de sociedad en sociedad, en determinados momentos históricos y
según sea el grupo cultural. Desde una perspectiva sociológica y antropológica la
niñez cambia sustantivamente de una sociedad a otra y de una cultura a otra y,
más aún, dentro de la misma sociedad o cultura, dependiendo de variables
históricas. La distinción entre infancia y adultez existe en todas las sociedades,
generándose incluso momentos especiales, “ritos de pasaje” que hacen explícito,
a través de un acto social, el paso de una etapa a otra, sin embargo, su
caracterización y exigencias tampoco son homogéneas. En la cultura occidental, la
niñez como construcción cultural sólo surge alrededor del siglo XVIII,
consolidándose posteriormente.
La doctrina católica sostiene que la familia es un don natural, querido por Dios y
fundado en el matrimonio de un hombre y una mujer. Por tanto, resulta ajeno a la
voluntad cambiante de los humanos y es preciso apartarse de los consensos
sucesivos. De manera similar, sostiene que en las culturas no cristianas el niño
tiene una posición marginal por ser un estadio que precede al adulto, sin que esto
implique una verdad, la que reposa en el nacimiento de Cristo como forma de que
el hombre pueda ver la importancia antropológica, teológica y eterna del nacer.
La familia occidental moderna
Familia nuclear
Otras funciones que antes desempeñaba la familia rural, tales como el trabajo, la
educación, la formación religiosa, las actividades de recreo y la socialización de
los hijos, en la familia occidental moderna son realizadas, en gran parte, por
instituciones especializadas. El trabajo se realiza normalmente fuera del grupo
familiar y sus miembros suelen trabajar en ocupaciones diferentes lejos del hogar.
La educación, por lo general, la proporcionan el Estado o grupos privados.
Finalmente, la familia todavía es la responsable de la socialización de los hijos,
aunque en esta actividad los amigos y los medios de comunicación han asumido
un papel muy importante.
Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual del rol de
la mujer. En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar (o
reingresar después de haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier
etapa de la vida familiar, por lo que se enfrenta a unas expectativas mayores de
satisfacción personal respecto de hacerlo sólo a través del matrimonio y de la
familia. En los últimos tiempos se ha desarrollado un considerable aumento de la
tasa de divorcios que, en parte, se ha producido por las facilidades legales y la
creciente incorporación de la mujer al trabajo, que le ha dotado de mayor
autonomía y de recursos económicos. También han contribuido al incremento la
aceptación cotidiana del divorcio y, más aún, los problemas complejos no
resueltos dentro del matrimonio.
En los años 1970 el prototipo familiar evolucionó en parte hacia unas estructuras
modificadas que englobaban a las familias monoparentales, familias del padre o
madre casado en segundas nupcias y familias sin hijos. En el pasado, las familias
monoparentales eran a menudo consecuencia del fallecimiento de uno de los
padres; actualmente, la mayor parte de las familias monoparentales son
consecuencia de un divorcio, aunque muchas están formadas por mujeres solteras
con hijos. En 1991 uno de cada cuatro hijos vivía sólo con uno de los padres, por
lo general, la madre. Sin embargo, muchas de las familias monoparentales se
convierten en familias con padre y madre a través de un nuevo matrimonio o de la
constitución de una pareja de hecho.
A partir de los años 1960 se han producido diversos cambios en la unidad familiar.
Un mayor número de parejas viven juntas antes de, o sin, contraer matrimonio. De
forma similar, algunas parejas de personas mayores, a menudo viudos o viudas,
encuentran que es más práctico desde el punto de vista económico cohabitar sin
contraer matrimonio.
Las parejas de homosexuales también viven juntas formando familias sin hijos,
con los hijos de una de las partes o con niños adoptados. Estas unidades
familiares aparecieron en Occidente en las décadas de 1960 y 1970. En los años
1990 se comenzó a promulgar leyes en diferentes países, la mayoría europeos,
que ofrecen protección a estas familias.
Desarrollo y panorama de la familia nuclear
La familia, según Lauro Estrada (2003), como todo organismo vivo tiene una
historia, un nacimiento y un desarrollo. Se reproduce, declina y llega a morir. En
cada uno de estos pasos se enfrenta con diferentes tareas: la unión de dos seres
distintos con una misma meta, la posible llegada de los hijos, la ecuación en todas
sus funciones para, a su tiempo, soltarlos para que estos formen nuevas familias.
A partir de esto, la familia puede ser estudiada como un ciclo de seis etapas. En
cada una de ellas hay dos objetivos principales, resolver las tareas o crisis propias
de cada etapa de desarrollo y aportar todo lo necesario a sus miembros para que
estos puedan tener una satisfacción. Las etapas que Lauro Estrada propone son:
1. Desprendimiento
2. Encuentro
5. Reencuentro
6. Vejez
No es necesario que toda familia pase por cada una de las etapas. Estas,
únicamente, sirven como mapa para su estudio y análisis.
Desprendimiento
La elección de una pareja para formar un matrimonio y una familia debe estar
movida por un auténtico y profundo amor y no sólo por “enamoramiento”. Es
natural que se dé el enamoramiento al principio de una relación de pareja, es decir
que las pasiones y emociones sean fuertes, pero la pasión y el sentimiento tienen
una corta duración. El amor en cambio puede durar tanto como cada persona esté
dispuesta a cultivarlo. Sin embargo, así como el enamoramiento llega y se va
fácilmente, el amor requiere tiempo y dedicación tanto para nacer como para
perdurar, por lo cual es necesario también haber alcanzado cierto grado de
madurez personal.
Relación entre amor y procreación
En el área de la intimidad, el padre puede sentir rivalidad al ver que su hijo crece
más fuerte que él, o el hijo puede sentirse menos validado, al darse cuenta que no
cumple con las expectativas de sus padres.
Pareja madura.
Conocida como la etapa del “nido vacío”, es una de las etapas más demandantes
para el sistema familiar, en la cual la pareja enfrenta los problemas de una biología
que decrece pues se pasa de la edad madura a la vejez, la aceptación de los
nietos y del papel de abuelos, la muerte de algunos familiares de generaciones
anteriores, la jubilación, las diferencias con las nuevas generaciones (brecha
generacional), etc. Esto se debe a que para estas fechas casi siempre los hijos ya
se han ido a formar sus propias familias, lo cual propone algunos cambios. Los
padres se encuentran cercanos a los 50 años de edad o más. Si las cosas han
marchado bien en las etapas precedentes, les será más fácil aceptar los cambios
de una biología que tiende a declinar; igualmente como pareja podrán enfrentar
los cambios familiares y sociales que se presentan.
Los padres deben independizarse de los hijos y de los nietos para volver a formar
una pareja. Se reencuentran con ellos mismos y con el compañero. En estos
momentos se vuelve muy necesario el apoyo mutuo entre los esposos. Este apoyo
mutuo servirá para continuar en la búsqueda de nuevos estímulos y nuevas metas
para el matrimonio.
Es una de las etapas menos conocidas. En ésta, las personas ancianas deben
adaptarse a la pérdida y retos que la edad presenta: la búsqueda de una nueva
identidad, de una compañía que produzca placer, así como de una experiencia
significativa y genuina. Esta etapa, como todas, presenta obstáculos como los
siguientes: