PELÍCULAS RECURRENTES.

Ars poetica

Por Gonzalo Valderrama E.

Publico un poemario después de un cuarto de siglo de escribir diversos textos, tras una
búsqueda de aquellos en los que la poesía se muestre y se revele. Son varias las
razones y motivos tras la publicación de Películas recurrentes, están primero aquellas
relacionadas al hecho de escribir poemas. Hace veinticuatro años, en 1996,
organizamos con un grupo de amigos y conocidos reuniones para leer y compartir
lecturas de poesía, cada quien llevaba así a los autores que seguía, y también textos
propios, que en mi caso personal no eran otra cosa sino intentos de comprender de
mejor manera aquellos textos que leía, de aquellas veces recuerdo bastante las
lecturas de Luis Hernández, y su famosa frase “creo en la copia y con la copia creo”.
Leer poesía es cautivante pero es también un reto, es necesario hallar el clima y los
textos apropiados, de lo contrario se vuelve un ejercicio inútil, si es que no se llega a
establecer una real conexión con los textos, para así poder apreciarlos.
Esta misma razón hizo que sólo haya publicado, durante estas dos décadas y más,
pequeñas plaquetas de confección artesanal y tiraje reducido. Porque creo en el oficio
de trabajar la palabra, y que no todo escrito merece el sacrificio de los árboles para ser
impreso en celulosa. Así, en estos años fui acumulando textos, pertenecientes a
distintas colecciones de poemas que me propuse escribir, como conjuntos siempre
abiertos. Pero, puesto que también suelen haber ciclos que se cierran, vi que llegaron
a su punto de fusión, y deben cumplir su objetivo primigenio, empezar una propia vida
como objetos que fueron hechos para ser leídos y pertenecer así a sus lectores.
Hay una escena en la película Queen que recrea la vida del cantante Freddy Mercury
en la que el personaje habla de cómo resulta inútil explicar un poema, es cosa muy
sabida, por lo que sólo comentaré las cosas en común que tienen estos textos y que
justifican el que hayan sido reunidos en un solo encuadernado. En todos los casos se
trata de imágenes, que remiten al Cuzco y sus paisajes, luego están un conjunto de
referentes, las películas y las historias conocidas de la tierra, la mezcla de ambos
elementos es el marco para describir estos paisajes.
Por otro lado, los sueños recurrentes son aquellos que se repiten con frecuencia, se
trata las más de las veces de una misma historia, de un mismo paisaje o trama, a veces
en medio de estos sueños es posible recordar los episodios anteriores, y reconocer por
ejemplo rutas por calles que no existen realmente, pero que pertenecen a rincones
muy familiares de la ciudad, en una propia geografía onírica. De manera similar cada
quien tiene, durante la vigilia, historias o relatos favoritos, canciones por ejemplo que
se escuchan una y otra vez, y para algunos están las películas favoritas, a las que llamo
películas recurrentes, aquellas que siempre gustan, que se pueden ver cada vez que
están en la pantalla, que no importa haberlas visto docenas de veces, y que siempre
harán que se deje la tv en el canal donde estén. Películas recurrentes, título de este
poemario, alude así a una colección personal de filmes, que he visto, y que veo cada
que puedo, y que siendo historias muy conocidas permiten establecer lugares
comunes que posibilitan el diálogo, pienso, en estos tiempos, vale la pena todo intento
de verdadero diálogo con el otro. La edición estuvo a cargo de Inkary Editores y fue
presentado en el último Enero en la Palabra, es posible conseguir una copia en la
Librería Grandifer, Limacpampa grande Nro 565.