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A Qué es la pena.
activo, hechor o agente), que puede consistir en una pérdida o menoscabo de derechos
personales o de otros bienes jurídicos para quien incurre en la conducta prohibida. La pena
que el Estado (o la sociedad) se atribuye a sí mismo para imponer castigos a sus miembros:
sean muy generales. Así, el PIDCP, en su art. 7°, que repite un principio ya recogido en el
art. 5° inciso 2° estipula “el ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a
los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”. Límites a este derecho a
reinserción.
Entonces, la justificación filosófica de su imposición va unida a la noción subjetiva
de ius puniendi (potestad penal del Estado), el derecho a castigar cuyo titular es el Estado y
no los particulares, quienes pierden el derecho a cobrar venganza por su propia mano. Esta
idea se diferencia del denominado ius poenale, que es el Derecho penal objetivo o conjunto
de normas. ¿Quién tiene hoy la titularidad de este derecho a castigar? Como señalamos, el
ius puniendi le pertenece al Estado, el que juzga es el Poder judicial y el Estado es el titular.
¿Es limitado, tiene restricciones? Claro que sí, pues existen fronteras que deben respetarse.
Además de las mencionadas, nuestra Constitución también establece límites en sus arts. 1,
6, 7, 19 n°3 incisos 7° y 8°, art. 76. En el Código penal tenemos los arts. 18 y 80.
Conforme lo dicho, podemos afirmar que la pena cabe entenderla como una
privación o restricción de derechos personales u otros bienes jurídicos que debe ser
pena es una reacción jurídica del Estado frente al delito que se traduce en una pena (sentido
efectivas las medidas de seguridad en nuestro país? En recintos hospitalarios, jamás en una
cárcel (art. 457 CPP). Y se aplican siempre después de haber realizado un “hecho típico”
aquí no hay sentencia condenatoria, pues se trata de un modo diferente de solución del
condicional del procedimiento, art. 237 CPP) o entre imputado y víctima (acuerdo
reparatorio, art. 241 CPP). Cada una de estas posibilidades debe observar los requisitos que
sus respectivos artículos enuncian. Una vez aprobado el acuerdo reparatorio, el tribunal
dicta sobreseimiento definitivo y dispone el archivo del caso. Finalmente, señalemos que
habrán casos en que a pesar del concurso de voluntades entre víctima e imputado no será
persecución penal (p.e repetición constante del hecho por parte del imputado).
máximo tres años que hay que esperar para dictarse sobreseimiento definitivo, es decir, no
penal es el mecanismo idóneo para reprocharle al sujeto su actuar, pues no debe olvidarse
que el principio de ultima ratio y de intervención mínima informan todo el Derecho penal.
Habrá que estudiar los elementos del delito y ver si se puede emitir un juicio de valor en
contra de su comportamiento.
B Esta pena apunta a un objetivo o finalidad.
Al referirnos a este punto, cabe explicar los términos retribución y prevención: son
las grandes ideas tras los fines de la pena, “sancionar a una persona porque ha pecado”
retributivo apunta a la vinculación de la pena con el delito ya cometido, mientras que las
que hacen resaltar el carácter preventivo de la pena pretenden evitar posibles hechos
delictivos futuros. Dentro del enfoque preventivo podemos identificar líneas de prevención
general, o sea, buscan evitar la comisión de delitos de parte de los miembros de la sociedad,
y de prevención especial, esto es, orientadas por la necesidad de evitar que se cometan
(ius naturalismo extremo). La pena lo que hace es cumplir la misión de expiación temporal
Moral: llevada a su máximo desarrollo por Kant. La retribución del mal con el mal
bien con el bien. La pena se aplica por la simple razón de que se ha delinquido y ello es una
exigencia del imperativo categórico del deber. La absoluta retribución talional como
principio de justicia.
Jurídica: desarrollada por Hegel. El que comete un delito quiere también la pena,
señalada por la ley como consecuencia del delito (o al menos la acepta). El delito es una
alteración del orden jurídico que exige la pena como restablecimiento del orden. Respecto
mira más allá de la retribución de este mal, no hay preocupación por saber cuáles fueron
ocurrir en la sociedad ese hecho; y especial, preocupada del individuo completo, del
delitos por parte de todos los ciudadanos, en general. Sus principales pensadores fueron
psíquica que su amenaza produce en los hombres. El derecho penal se dice que su objetivo
POSITIVA: motiva a los individuos para que actúen con apego a la ley, invitarlos a que no
con la intimidación.
delitos por quien ya ha delinquido. Se habla de una re educación o una re socialización del
delincuente. El extremo de esta teoría es el llamado correccionalismo, desarrollado en
exclusiva creación legislativa, y la pena sólo enseña al delincuente a gobernar sus actos de
conformidad con la voluntad legislativa. Critica duramente al sistema penitenciario por los
La pena es una consecuencia del delito y los autores tratan de responder al por qué
castigar a un ser humano. Cuando estudiamos la evolución histórica del sentido y función
de la pena según el modelo de Estado, debemos tener presente el paso desde un período
primitivo de venganza o justicia privada por el ofendido (víctima) o por todo el clan o grupo
otros límites que el grado de vehemencia de los afectados, de ahí que terminó por
imponerse alguna forma de composición, pues era muy sangriento el enfrentamiento para
hacer justicia por mano propia. Así, comenzó a aparecer el razonamiento, primando la
mal causado.
venganza privada como solución de conflictos, para instalarse así únicamente un sistema
tratamiento penal, pues hay una arbitrariedad judicial favorecida por el secreto de la
instrucción y la tortura como método legalmente regulado para obtener la “madre de todas
las pruebas”, la confesión. Así, desde la venganza privada pasamos a la composición,
Este movimiento considera intolerables los excesos anteriores, motivos que llevaron
es Beccaria, ya que en su obra “De delitos y de las penas” (1764) expone las ideas del
iluminismo acerca de cómo debería organizarse el régimen punitivo. Esas ideas sirvieron de
consideraba delito en esa época y la indignidad en que vivían los reclusos de centros
penitenciarios. Este libro inspira lo que se conoce como la Escuela clásica del Derecho
penal, la idea central que resume el pensamiento de Beccaria es la legalidad de los delitos
y de las penas: “solamente las leyes pueden fijar las penas por los delitos, y esa autoridad
no puede recaer sino en el legislador “. Esta idea fue tomada por todos los tratadistas más
importantes del Derecho penal, entre ellos el alemán Feuerbach, quien reduce la frase a
“nullum crimen, nulla poena sine lege”, es decir, “no hay delitos ni pena sin ley”. Esta frase
hoy es proclamada como principio en materia penal, un principio medular, básico, al menos
en el Derecho occidental. Para Beccaria la pena únicamente debía imponerse con fines
del culpable, cifrando en el mayor significado del daño social resultante del delito en
elemento determinante de la pena aplicable. Como conclusión toda pena “debe ser
esencialmente pública, pronta, necesaria, la menor de las posibles dadas las circunstancias,
proporcional a los delitos y dictada por leyes”. Estos postulados sirvieron de base a las leyes
de la revolución francesa y para el código de Napoleón (1804), texto que rigió hasta la
dictación del nuevo código penal francés en 1992.
La evolución posterior del Derecho penal hasta hoy
siglo XIX se dictaran los primeros códigos liberales en toda Europa y en los países recién
independizados de la América española. El código chileno (1874), cuyas vigas maestras aún
códigos liberales:
castigo.
produjo una de las más importantes modificaciones al sistema punitivo antes vigente: una
reacción del iluminismo en contra del Derecho penal del “antiguo régimen francés”, donde
la jurisprudencia había caído en una arbitrariedad sin límites. El sistema propuesto por los
ilustrados se caracterizaba por “el silogismo perfecto”, es decir, donde la premisa menor
del juez, limitar al máximo su poder discrecional: que fuera el juez la boca inerte que
dijimos que en Italia, como consecuencia del pensamiento de Beccaria, surgió la escuela
clásica, cuyo más notable representante fue Francesco Carrara (1805-1888), cuya obra
Derecho natural y con base en el retribucionismo, afirma que el derecho a castigar, el ius
puniendi, procede de las reglas de la razón y no es un simple resultado de las leyes humanas,
delito un elemento material o fuerza externa y un elemento moral o fuerza interna, que
responsabilidad criminal se funda en el libre albedrío, esto es, en la facultad del hombre de
auto determinarse y, por ende, de elegir entre el bien y el mal. Sin embargo, ya a fines del
doctrina del positivismo científico de la mano de Augusto Comte, cuya concepción filosófica
sitúa el saber hasta el límite de aquello que puede ser percibido por los sentidos, de suerte
que el énfasis está en la experiencia empírica. De allí surgió la escuela positiva en lo penal,
cuyo iniciador fue el italiano Cesar Lombroso, sosteniéndose que el delincuente es un ser
anormal y reconocible exteriormente. Estas ideas luego fueron profundizadas por Rafael
Garófalo y por el sociólogo Enrique Ferri, llegándose a sostener por esos autores el
prevención especial, que sería el fundamento del Derecho penal, y la peligrosidad el criterio
del delito, sino a la peligrosidad del sujeto, sacándolo de circulación aplicándole una sanción
retórica académica. Sólo la ley 11.625 sobre estados antisociales y medidas de seguridad
(04.10.1954) -hoy derogada- estuvo basada parcialmente en los principios del positivismo
italiano.
Otra tendencia muy cercana a la escuela positiva italiana fue la escuela de la defensa
social, representada por Felipe Gramática, por la que se sostenía que la idea de culpabilidad
abolición del Derecho penal tal como lo conocemos. Luego, esta postura es morigerada por
Marc Ancel, quien postulaba una transformación y no la abolición del Derecho penal. Según
debían tomarse en beneficio indiscutible de quien es sujeto de ellas, liberándolo del riesgo
Solo así se protegería a la sociedad. Esta doctrina defiende la ampliación de los poderes del
juez, no solo para la fijación de las penas, también para su ejecución y formas de
La escuela de la política criminal, gracias a diversos autores alemanes, entre ellos Von
Liszt, representó una positiva evolución en el estudio del sentido y función de la pena
todos los delitos. Sobre esta metodología se construyó el sistema clásico del Derecho penal
alemán, basado en una sistemática reconstrucción de los caracteres comunes a todos los
delitos, sobre la idea de que estos constituirán siempre lesiones de bienes jurídicos y
también sobre la idea de la culpabilidad como un proceso puramente psicológico. Esta
reconstrucción vino en llamarse la Parte general del Derecho penal. Esta sistematización,
que concibe al delito como acción u omisión típica, antijurídica y culpable, es la que mayor
Cabe desviarse, brevemente, para abordar el tema del Derecho penal en los sistemas
totalitarios del siglo XX: los totalitarismos del siglo pasado introdujeron en los códigos
penales y en las leyes especiales respectivas el castigo con severas penas (incluso la
aparecer como potenciales “enemigos del pueblo”. Con el propósito de dar algún viso o
atisbo de legalidad a sus actos, alguno de estos regímenes acudieron a los viejos códigos
liberales para eliminar en ellos las trabas u obstáculos a sus propósitos, particularmente, el
de Nuremberg” sobre pureza racial (1935), combinadas con el decreto sobre “elementos
dañinos para el pueblo”, se llegó a castigar con pena de muerte y por ofensa a la raza
un punto de vista objetivo (p.e. matar a otro), esto es, como un comportamiento contrario
La Rusia soviética también acudió a su Código penal del año 1926 para introducir la
analogía en perjuicio del imputado (in malam partem), disponiendo que “cuando un acto
delitos más análogos”, situación que fue corregida en ese país recién al reintroducir en 1958
los derechos del hombre (Declaración universal de 1948) como triunfo sobre los horrores
movimiento espiritual que durante las últimas décadas del siglo XX hablaba de una crisis del
Derecho penal, permitiendo que se abrieran camino tendencias hacia estas 3 ideas.
penales) y desde todo otro catalogo jurídico ciertos comportamientos que eran sancionados
y que decían relación más bien con un Derecho penal de autor y no un Derecho penal de
acto. El DP de autor lo que hace es perseguir a las personas por un modo de ser y no por la
externas. En Chile, manifestación de esta tendencia fue la derogación de las normas que
sancionaban la vagancia y la mendicidad (artículos 305 a 312 CP, vigentes hasta el 1 de julio
movimiento no implicaba eliminar de una sola vez todas las cárceles y toda la legislación
penal, sino que lo que intentó fue dar énfasis nuevamente a la decisión del conflicto capaz
de ser adoptada directamente por los involucrados, considerando el mismo mucho más
apto y útil para contribuir a la paz social que quedarse simplemente en la aplicación por el
juez de penas privativas de libertad. ¿A la víctima de un delito de daños qué le sale más útil?
¿Indemnización o cárcel para el responsable? Hay que dar énfasis a los intervinientes, o sea,
al acuerdo reparatorio.
sanción de otro sistema legal, es decir, aquí la conducta no se suprime de todos los
catálogos o de todas las leyes, sino que solamente se excluye del sistema penal.
severas. Como sucede con un comportamiento que sancionado con privación de libertad
pasa a ser castigado con multa. O también, la calificación como falta de un hecho que hasta
En Chile, esta crisis del Derecho penal posterior a las guerras mundiales tuvo algunas
repercusiones. Así por ejemplo, la ley N° 18.216 (recientemente modificada por ley N°
20.603) sobre medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas de libertad, permite
en los últimos 20 años en buena parte de los países de nuestra órbita cultural asistimos a lo
que se conoce como “la huida al Derecho penal”, fundado en los temores de la comunidad
que han hecho de la “lucha contra el delito”, su bandera y justificación. Pareciera ser que
se ha producido una sobre valoración de los riesgos provenientes de ciertos hechos, como
los delitos de carácter sexual vinculados a menores (p.e. artículo 374 bis inciso segundo CP
corrupción financiera, entre otras, que ha llevado a un progresivo aumento de los hechos
instalación cada vez más difundida de cámaras de seguridad (el llamado Estado panóptico),
Estas medidas de seguridad inocuizadoras, como las que se imponen en EE.UU. a los
delincuentes sexuales, son criticadas por ser ilegítimas e insostenibles desde el punto de
principio non bis in idem (no se puede ni procesar ni condenar dos veces a una persona por
el mismo hecho) desde el punto de vista del fondo como de la forma. El principio de
a. Como se dijo, suponen una afrenta frontal contra el principio non bis in idem. Parece
evidente que si una acción delictiva es castigada con una determinada pena, la cual es
cumplida por el culpable, no puede imponerse sanción penal alguna, después y además de
esa pena ya cumplida, sin que se esté infringiendo el principio comentado. Un sujeto no
Derecho penal de autor, cuyas reminiscencias hacen recordar épocas totalitarias, por
(puesto que tal acción ya ha sido sancionada con una pena), sino porque el autor muestra
decir, no se castiga al hombre por lo que hace, sino que se le castiga por sus pensamientos
sospechoso de peligro.
d. No son medidas post delictuales, esto es, impuestas porque el agente haya realizado
entre ésta y el peligro que se trata de evitar. La medida de seguridad no puede ser de más
duración ni más gravosa que la pena señalada para el delito en cuestión, de modo que no
cabe una prórroga sucesiva y sine die (sin plazo, sin fecha) de la medida de seguridad.
f. El pretendido argumento de la justificación de las medidas inocuizadoras personales
por la “no reinserción social del delincuente”, luego del cumplimiento de la pena es una
falacia. El Derecho penal ha de aspirar a que las penas y las medidas de seguridad se dirijan
a la reinserción social del sujeto. Y, para ello, el legislador penal ha de sancionar los delitos
con las penas más apropiadas para tal fin (la resocialización) y a facilitar el cumplimiento de
por las razones que fuere (insuficiencia o ineficacia estatal en el cumplimiento de este
cometido, y en todo caso no por razón exclusiva o prioritaria del sujeto), se habrá fracasado
en uno de los cometidos a que el Derecho penal debe tender. Pero tal fracaso del sistema
delincuente obligado a soportar una nueva sanción penal adicional (de índole inocuizadora
socialmente?
Conclusiones
Ante este panorama la pregunta que se impone es lógica: ¿debe la sociedad
moderna reaccionar ante los incesantes focos de peligros con más Derecho penal? O lo que
es lo mismo: ¿la contrapartida de las nuevas tecnologías y de los nuevos riesgos acaso es la
restricción de la libertad? Podemos afirmar que no debe responderse siempre con más DP
(esto es, con nuevas incriminaciones penales o con endurecimiento de las penas ya
consciente de sus límites, pues no todos los conflictos de la sociedad moderna pueden ni
PENALES.
social subordinada al ejercicio del ius puniendi del Estado a lo estrictamente necesario para
mantener la coexistencia pacífica entre sus subordinados y proteger los intereses que estos
penales: intereses, valores y bienes que son respetados por el conjunto social en un lugar y
indemnidad sexual.
paz social, y solamente en cuanto su empleo aparezca como imprescindible para alcanzar
debe hacerlo en forma que se lesionen lo menos posible los derechos inherentes al ser
humano. El fin del Estado es estar al servicio del hombre y no le está permitido
sine lege”. En otros términos, no hay crimen ni pena sin que previamente una ley así lo haya
artículo 8° de la Declaración de derechos del hombre del año 1789). El principio de reserva
castigar: solo puede hacerlo cuando una ley anterior a la ejecución del hecho describe a ese
suceso como delito y precisa cuál es la pena que debe aplicarse a quien lo realiza.
Este principio consagra el imperio de la ley frente a la autoridad que detenta el poder
y frente al ciudadano; a la primera le señala cuándo y en qué condiciones puede hacer uso
del ius puniendi; al segundo le informa cuáles son los comportamientos prohibidos. La ley
positiva para ese objetivo debe cumplir una triple exigencia que se sintetiza en las
expresiones latinas praevia, stricta y scripta.
descrito por una ley promulgada con anterioridad a la fecha de comisión del hecho. En
operar hacia atrás, salvo de manera excepcional. En efecto, si la ley promulgada con
exima el hecho de toda pena o le aplique una menos rigurosa” (artículo 18 CP), esa ley debe
aplicarse no solamente a los hechos posteriores, sino también a aquellos actos realizados
b) Lex scripta: la norma positiva que describe una conducta como delito y determina
su sanción, debe consistir en una ley formalmente dictada por los cuerpos colegisladores
señalado para su formación por la Constitución. Quedan excluidos, por ende, los demás
textos legales, los reglamentos, las ordenanzas, instrucciones, los decretos y otros
de la ley scripta en el 19 Nº3 inciso penúltimo y último de la CPR, en cuanto establece que
solo por ley es posible crear un delito y determinar su pena señalándose por quién y cómo
debe dictarse una ley en el capitulo respectivo de la CPR. Estas disposiciones se vinculan
con el artículo 1° CP, en cuanto expresa que son delitos las acciones u omisiones voluntarias
penadas por la ley, lo que refuerza la idea que la ley es la única fuente creadora de delitos.
c) Lex stricta: resulta insuficiente para que se cumpla con el principio de legalidad que
un acto sea calificado por una ley como delito. Es menester además que se describa la
requisito de que la lex sea stricta. Para legislar en materia penal se exige cierta precisión la
sustancial o de fondo, de modo que puedan individualizarse unas de otras sin dudas ni
dificultades.
2. En la misma forma ha de precisarse la pena que corresponderá aplicar. Por cierto, lo
recién dicho debe entenderse dentro de ciertos límites, toda vez que resulta imposible que
la ley indique la pena que concretamente el tribunal debe imponer en cada caso particular.
determinación o de taxatividad”, que se vincula con el tipo penal, toda vez que al legislador
describir los elementos objetivos y subjetivos que conforman la conducta amenazada con
legislador no podría decir, por ejemplo, “que se castigarán los atentados en contra de la
Nación”, sin especificar en qué han de consistir esos atentados y cuál sería el castigo a
aplicar (otro ejemplo, “se sancionará todo lo que atente en contra del sano sentimiento del
pueblo alemán”).
naturaleza, duración y modalidades de ejecución, tal como ocurriría si una ley castigara al
que lesione gravemente a otro con la pena de presidio sin indicar si se trata de un presidio
nuestra legislación con rango constitucional, toda vez que el art 19 nº 3 inciso final CPR
dispone que “ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté
para los órganos jurisdiccionales; el primero, para castigar una conducta debe describirla
con precisión, los segundos solo pueden imponer una sanción (dentro de los márgenes
autorizados) a aquellas conductas expresamente descritas por la ley y no a otras aunque se
les parezcan.
con anticipación las conductas prohibidas; y también significa garantía política: el Estado no
puede amenazar a las personas con otras penas que las que han sido previamente
determinadas.
latina “nullum crimen…” consagrada a nivel de la Carta fundamental (19 Nº3) y Código penal
(art. 1°), en cuanto solamente una ley formalmente dictada con anterioridad al hecho puede
determinar que esa conducta es delito y cuál es la sanción que le corresponderá a quien lo
comete (lex scripta y praevia); y que la conducta ha de estar descrita expresamente junto a
Garantía de jurisdicción, que se reconoce en el 19 Nº3 incisos 2do, 3ero, 4to y 5to
CPR. Esta garantía significa que la aplicación de una pena y la declaración de la existencia
legalmente tramitado, con derecho a defensa, ante un tribunal competente y regido por
una ley promulgada con anterioridad al hecho que se juzgará. Esta garantía descarta la