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ELECTRÓNICA EN EL
ORDENAMIENTO JURÍDICO
ESPAÑOL
La contratación electrónica es todo acto realizado por medio de redes telemáticas mediante el que
Así pues, es contratación electrónica todo acto de compra-venta realizado a través de Internet, pero
aceptación de una política de privacidad o las condiciones de uso de una red social.
Con el fin de permitir y facilitar el tráfico mercantil en Internet, la Ley asegura la validez y eficacia de los
contratos que se celebren por vía electrónica, aunque no consten en soporte papel. Se equipara la forma
electrónica a la forma escrita y se refuerza la eficacia de los documentos electrónicos como prueba ante
los Tribunales, resultando también éstos admisibles en juicio como prueba documental.
Los principios que rigen la contratación electrónica y que serán tratados en los sucesivos posts que
directa aplicación todos y cada uno de los artículos del Código Civil (CC) y de Comercio, destacando
por su relevancia en el primero los que se encuentran en el Título II del Libro cuarto, y en el segundo los
artículos 51 y siguientes. Sin embargo, es de destacar en este punto el magnífico trabajo llevado a cabo
régimen de contratación electrónica, precedido por los artículos revisados de contratos celebrados fuera
El momento en que comienza a existir el contrato es fijado por el artículo 1254 del CC en aquel
desde el cual «una o varias personas consienten en obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna
cosa o prestar algún servicio». El consentimiento, por tanto, es el que marca el momento de perfección
del contrato obligando desde entonces «no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también
a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley»,
Por tanto, basta el acuerdo de voluntades también en Internet para que los pactos, cláusulas y condiciones
que tengan por conveniente establecer las partes tengan los mismos efectos que los contratos tradicionales
y sean, según el artículo 1089 del CC fuente de obligaciones, siempre que éstas no sean contrarias «a las
Por lo que respecta a la forma que han de adoptar los contratos, el artículo 1278 del CC prevé incluso para
Internet que mientras que concurran en ellos las condiciones esenciales para su validez, los contratos
serán obligatorios «cualquiera que sea la forma en que se hayan celebrado», salvo los relativos al
Derecho de familia y sucesiones. Y si los contratos deben ir seguidos del cumplimiento de ciertos
requisitos formales, como su elevación a escritura pública o su inscripción en algún Registro, dichos
requisitos seguirán siendo exigibles para que el contrato sea plenamente válido o eficaz.
Cuáles son los requisitos esenciales nos lo aclara fundamentalmente el artículo 1261 al establecer que «no
hay contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes: consentimiento de los contratantes; objeto
cierto que sea materia del contrato; y causa de la obligación que se establezca».
El problema no lo encontramos tanto en la forma que ha de adoptar el contrato sino en la prueba de que
éste se haya perfeccionado. La firma autógrafa u hológrafa permite mantener ab initio una seguridad
contractual que la mera contratación telemática sin otro formalismo que el click o la palabra dada no
consigue alcanzar. Este motivo es el que ha llevado a los sectores público y privado a desarrollar
mecanismos de prueba avanzados tales como el depósito digital de contratos, la certificación electrónica,
Ahora bien, ni el papel ni la firma manuscrita son requisitos para la formalización de un contrato
tradicional, ni medios homólogos lo son para el nacimiento de derechos y obligaciones por medios
electrónicos. Bastará con la concurrencia de voluntades que reúnan los requisitos legalmente
Acerca del problema de la prueba y el requisito de forma en el derecho mercantil, tan sólo haré mención,
por ahora, a los artículos 51 y 52 del Código de Comercio que establecen parámetros y requisitos
especiales tanto para la una como para la otra en función de valores monetarios y lugar de celebración,
entre otros.
Artículo 51: Serán válidos y producirán obligación y acción en Juicio los contratos mercantiles,
cualesquiera que sean la forma y el idioma en que se celebren, la clase a que correspondan y la
cantidad que tengan por objeto, con tal que conste su existencia por alguno de los medios que el
Derecho civil tenga establecidos. Sin embargo, la declaración de testigos no será por sí sola
bastante para probar la existencia de un contrato cuya cuantía exceda de 1.500 pesetas, a no
La correspondencia telegráfica sólo producirá obligación entre los contratantes que hayan
admitido este medio previamente y en contrato escrito, y siempre que los telegramas reúnan las
condiciones o signos convencionales que previamente hayan establecido los contratantes, si así lo
hubiesen pactado.
Los contratos que, con arreglo a este Código o a las Leyes especiales, deban reducirse a escritura
Los contratos celebrados en país extranjero en que la Ley exija escrituras, formas o solemnidades
En uno y otro caso, los contratos que no llenen las circunstancias respectivamente requeridas no
Éste es el primero de una serie de post que iré publicando en este blog acerca de la contratación
electrónica. Por tratar de seguir un orden, el índice tentativo que me he propuesto es el siguiente:
1. La contratación electrónica en el ordenamiento jurídico español
2. Tipos y clasificación de contratos
3. Formación del contrato
1. Presupuestos de la formación
2. Requisitos de forma
3. Deberes de información
4. Reconocimiento de la validez de los contratos celebrados a través de Internet
5. Momento de celebración del contrato
6. Lugar de celebración del contrato
4. Ejecución del contrato
1. Modalidades
2. Plazo de ejecución
3. Derecho de desistimiento o renuncia
1. Regulación
2. Contenido
3. Plazo
4. Obligación de información
5. Exclusiones, Forma y Consecuencias
6. Gastos y reembolsos