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PETROLIFEROS
Un yacimiento, depósito o reservorio petrolífero, es una acumulación natural de
hidrocarburos en el subsuelo, contenidos en rocas porosas o fracturadas (roca almacén). Los
hidrocarburos naturales, como el petróleo crudo y el gas natural, son retenidos por
formaciones de rocas supra yacentes con baja permeabilidad.
FORMACIÓN
Migración de los hidrocarburos a través de los poros.
El petróleo se forma en la litosfera a partir de los restos de organismos del pasado (fósiles)
depositados en grandes cantidades en fondos anóxicos de mares o zonas lacustres del
pasado geológico y cubiertos, posteriormente, por espesas capas de sedimentos. Millones
de años de transformaciones químicas (craqueo natural), debidas al calor y la presión
durante la diagénesis, cambiaron los restos de microorganismos (animales y vegetales) en
petróleo y gas natural. Roy Murmi, un consejero de Schlumberger, describió el proceso de
la siguiente manera: «Plancton y algas, proteínas y la vida que flota en el mar, cuando
mueren caen al fondo, y estos organismos son el origen de nuestro petróleo y gas. Cuando
se entierran con el sedimento acumulado y llegan a una temperatura adecuada, algo por
encima de 50 a 70 °C comienzan a cocinarse. Esta transformación, este cambio, los
convierte en hidrocarburos líquidos que se mueven o migran, llegando a formar nuestros
depósitos de gas y petróleo».1
YACIMIENTOS PRIMARIOS
Desde el punto de vista económico, los yacimientos primarios son de modesta rentabilidad,
pues la cantidad acumulada de reserva petrolífera es pequeña y además el petróleo no está
muy concentrado, por lo que su extracción es lenta.
YACIMIENTOS SECUNDARIOS
Rocas almacén
Las rocas en las que se acumula el petróleo, rocas almacén, son porosas y permeables. La
porosidad puede ser debida a la propia naturaleza de la roca, siendo las más comunes las
areniscas —que representan el 59% de las rocas almacén—, algunas calizas —el 40%— o a
la fracturación de otras rocas —el 1% restante—.2
Los yesos, margas y lutitas son en principio impermeables, si bien las lutitas pueden ser
rocas madre y contener altas concentraciones de hidrocarburos (lutitas bituminosas).
Trampas
Las trampas, última etapa de los procesos de formación de yacimientos, han sido
clasificadas por los geólogos del petróleo en dos tipos: estructurales y estratigráficas. Una
acumulación de petróleo puede estar causada por un solo tipo de trampa o la combinación
de ambas.
Trampas estructurales
Las trampas estructurales son formadas por estructuras geológicas que deforman el terreno
y condicionan la captura y retención de los hidrocarburos. Los pliegues son las estructuras
más comunes. Algunas características relacionadas con fallas también pueden ser
consideradas como trampas estructurales si se presenta un sellado de capas permeables. Las
trampas estructurales son relativamente abundantes y fáciles de localizar estudiando la
geología en superficie y, por métodos geofísicos, en el subsuelo y han recibido mucha más
atención en la búsqueda de petróleo que otros tipos de trampas. Un ejemplo de este tipo de
trampas son los diapiros salinos, que proceden de la deformación y movilización vertical de
importantes acumulaciones salinas, que ascienden en forma de domos o cilindros,
atravesando y deformando las capas superiores en las que, si hay porosidad, puede
acumularse el petróleo.
Trampas estratigráficas
Se forman cuando capas impermeables al petróleo sellan una capa porosa o cuando la
permeabilidad cambia dentro de una misma capa (cambio lateral de facies).