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Alumna: Isabel Morin López. Gado y grupo: 6º “D.


Catedrático: Mtro. Daniel Espejel Robles.
U. de Aprendizaje: “Alteridad.”
10-04-18 (8)

CARLOS PÉREZ SOTO (Santiago Chile 1964)


Se centran en una crítica profunda de las prácticas psiquiátricas, en la necesidad de la desmedicalización y desprivatización de los síntomas
para devolver los problemas al ámbito real de su generación, origen y mantenimiento: la esfera de lo social. El impacto de la revolución
farmacológica, la hegemonía de una psiquiatría de orientación biológica y el lucro desatado de las empresas farmacéuticas en el campo de la
Salud mental, son los procesos sociales que determinan la realidad actual de la dominación de la subjetividad. En ese marco histórico, desde
la acción política de movimientos de usuarios y sobrevivientes de la psiquiatría, desde la crítica en el plano científico y técnico, desde la
denuncia de la mercantilización del sufrimiento y sus efectos sociales, una nueva y radical antipsiquiatría está emergiendo.

El término “antipsiquiatría” fue El sociólogo Erving Goffman (1922-1982), estudió las


La antipsiquiatría como movimiento condiciones de vida en manicomios en Estados
propuesto por David Cooper, en
no surge propiamente de estas Unidos. Su “teoría del etiquetamiento”, que describe la
1967, en una época radical y
fuentes teóricas sino de la práctica estigmatización psiquiátrica y la falta de validez del
optimista, en que nadie dudaba en
radical de psiquiatras diagnóstico psiquiátrico habitual.
llamar “anti” a una postura que
comprometidos, en Inglaterra, Italia
criticara desde sus fundamentos la
y Estados Unidos. Franco Basaglia (19241980).
realidad establecida. En Trieste (1971-
Promovió la psiquiatría democrática,
fue la desinstitucionalización del 1979), Los
Laing es uno de los fundadores de la casa manicomios pasaron
“antipsiquiatría” fue resignificado por los Kingsley Hall, que funcionó en su primera tratamiento de las alteraciones
mentales, combatiendo el encierro y de ser considerados
que se oponían a ella, desde la época entre 1965 y 1970, y que es la
la medicamentación forzosa, dependencias
revolución farmacológica promovida por primera de la Philadelphia Association,
promoviendo el desmantelamiento hospitalarias a operar
los partidarios de la medicalización de la que desde 1965 hasta hoy, ha mantenido
de la infraestructura médica de los como centros de
psiquiatría, y pasó a significar una hasta veinte casas de encuentro,
manicomios para convertirlos en actividad social.
oposición irreflexiva, algún modo principalmente para “esquizofrénicos”,
irresponsable, a cualquier tipo de siguiendo los lineamientos trazados por él, centro de acogida, de encuentro y
intervención psiquiátrica. en sus múltiples obras. creación cultural.

Como movimiento cultural hubo diversos


cambios. El marxismo, el estructuralismo, La Ley Basaglia consagra con fuerza jurídica los
Estados Unidos: “Enfoques alternativos” Italia: “psiquiatría principios de la psiquiatría democrática, y establece,
el psicoanálisis, fueron declarados
democrática” Inglaterra: “Psiquiatría crítica” por primera vez en el mundo, un ámbito de
“grandes relatos” (por supuesto para
diagnosticar su fin), e incluso el feminismo derechos, y de deberes correspondientes del
radical y la teología de la liberación se Estado, para las personas que viven alteraciones
Loren R. Mosher (1933-2004), y la casa Soteria (1971-1983),
convirtieron en “feminismo pragmático” y del comportamiento que, lentamente, muchos
en Estados Unidos, está dedicada al tratamiento no
teología de la reconciliación. países fueron adoptando.
farmacológico de “esquizofrénicos”, o los múltiples centros de
psiquiatría alternativa que surgieron en América Latina. Equipos interdisciplinarios debilitados (psicólogo, trabajador social,
terapeuta ocupacional, enfermeras), en que se ha reimpuesto la
Una es el profundo impacto de la hegemonía del psiquiatra, bajo el viejo modelo médico, y la
2 cuestiones contrapuestas: revolución farmacológica en el propio administración de fármacos, se convierten en encubridores de un
antipsiquiatría clásica hacia lo movimiento antipsiquiátrico. Otra es vasto manicomio distribuido, en que los usuarios son devueltos
que hoy podría ser considerado la aparición, estrechamente convenientemente y a la fuerza a su condición de “enfermos”,
como una nueva antipsiquiatría. relacionada, de movimientos de permanecen inhabilitados en sus camisas de fuerza químicas, sin
usuarios contra la medicamentación. dar problemas, sin la menor esperanza de rehabilitación.

A lo largo de los años 80 los mismos La idea de este movimiento, que


“pacientes” llegaron a organizarse. El desde 1988 tiene su sede en INTERVOICE: Puede mostrar miles de casos de
movimiento Hearing Voices (Escuchando Londres, es que los usuarios intervención exitosa en términos de auto aceptación,
Voces), fundado en Holanda, en 1987, por acepten y aprendan a sustantiva reducción de los niveles de angustia y
el psiquiatra social Marius Romme y la relacionarse con las voces que ansiedad, importante mejoramiento de la posibilidad
periodista Sandra Escher, reúne a escuchan en un contexto de mantener relaciones interpersonales estables.
personas que experimentan lo que la general de validación y Cuestiones todas que la corriente principal de la
estigmatización psiquiátrica ha legitimidad, completamente psiquiatría actual niega de plano a quienes
considerado históricamente como el opuesto a la desautorización diagnostica y califica como “esquizofrénicos”
síntoma más representativo de la psiquiátrica y a la
“esquizofrenia”. medicalización de sus
experiencias (pp.32)

NOTAS:
* La antipsiquiatría clásica operaba desde una crítica radical al modelo médico en psiquiatría, sólo incidentalmente consideró críticas a la medicalización
general de la vida, que entonces se encontraba en las primeras fases de su ampliación mercantil.
*Los trastornos en el comportamiento se han convertido en el principal caso de no enfermedades.
“Estado Terapéutico”: uso de la psiquiatría como discurso ideológico en el contexto del auge del totalitarismo en los países que se precian de más
“democráticos”.
*Un negocio para el Estado y para las farmacéuticas tan conveniente que progresivamente se van integrando a él los casos de drogadicción, reemplazando
drogas ilegales por drogas legales bajo la teoría no demostrada de que la adicción tendría una base orgánica, o incluso diversas formas de delincuencia.
* Los movimientos actuales, en cambio, tienden a desconfiar de la psiquiatría misma, y de su ligazón con el modelo médico, profundamente arraigada a
través de siglos, y plenamente presente en la formación de los nuevos psiquiatras hasta hoy.

Carlos Pérez Soto (2015). “II.- Antipsiquiatras nuevos y de nuevo tipo” en Antipsiquiatras clásicos y actuales. 1a, edición. Febrero, 2015 Creative
Commons. Pp. 24-43

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