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Trabajo de plan lector cien años de

soledad

Presentado por: María Fernanda


lindo rodríguez

Grado: 8b

Docente: Bertha Macías

ANÁLISIS

LITERARIO

I. DATOS RELEVANTES

a) Síntesis de la biografía del autor

R/: nombre: Gabriel José de la concordia García Márquez.

Apodo: gabo o Gabito.

Nacimiento: 6 de marzo de 1927 Aracataca- Colombia.


Fallecimiento: 17 de abril del 2014 ciudad de México.

Conyugue: mercedes barcha prado.

Padres: Gabriel eligió García y luisa santiaga Márquez iguaran

Hijos: Rodrigo y Gonzalo.

Educado: universidad nacional de Colombia.

Movimientos: boom latinoamericano, realismo mágico.

Género: novela, cuento, crónicas y romance.

b) Argumento o acción

R/: este libro narra la historia de la familia Buendía a lo largo del 7 de


generaciones en el pueblo ficticio de macondo, el pueblo es conducido por José
Arcadio Buendía y Úrsula iguaran que tuvieron 3 hijos: José Arcadio, Aureliano y
amaranta.

c) Temas tratados

R/: soledad: la mayor parte de la historia tiene lugar en macondo, un pueblo


aislado y rodeado de ciénagas.

Guerra y violencia: al principio de la historia José arcadio decide abandonar


Riohacha por haber matado a prudencia Aguilar después de una pelea de gallo.

Progreso: la novela no solo trata de los Buendía sino también de macondo,


desde sus inicios como pueblo remoto como habitantes aislados y fascinados por
los inventos que le traen los gitanos a una ciudad moderna con tren, cine y
compañías grandes como la bananera.

d) Descripción de personajes principales y secundarios

R/: Primera generación


 José Arcadio Buendía: Padre de la familia y líder fundador de Macondo, la
ciudad. Era un hombre fuerte de voluntad y poseía una gran imaginación y
curiosidad mediante las cuales realizaba muchos inventos. Melquíades será el
encargado de iniciarle en procesos relacionados con la Alquimia. En determinado
punto de la historia está tan centrado en sus inventos y pensamientos
que terminan tachándole de loco.
 Úrsula Iguaran: Esposa de José Arcadio Buendía y fundadora también de
la ciudad de Macondo. Pequeña, enérgica, gran capacidad de organización que
la convierte en el gran motor de la familia y en el sostén de la ciudad de Macondo.
Llega a vivir 115 años en los que ayuda con mucha voluntad a todos los
miembros que van pasando por su familia y a los integrantes del pueblo.
Termina muriendo de vejez y ciega, con algunos recuerdos un poco confundidos
pero lúcidos.
Segunda generación
 Amaranta Buendía: Hermana de José Arcadio hijo y Aureliano, se la
describe como frívola. Crece como una niña tímida y establece una buena
relación con su hermana adoptiva Rebeca hasta el momento en que conocen
a Pietro Crespi, un italiano que Amaranta manipula para que deje a su hermana
Rebeca y después ella le rechaza. Pietro termina suicidándose y esto acarrea
muchos problemas familiares. Sostendrá a lo largo de la historia una relación de
incesto con su sobrino Aureliano José aunque termina muriendo sin tener
relaciones sexuales. Es una mujer con mucho miedo al amor.
 José Arcadio (hijo): Parecido a su padre en cuanto a fortaleza física y
carácter impulsivo. Se casa con Pilar Ternera con quien tendrá un hijo al que no
reconocerá. Acabará trabajando y marchándose con el circo y volverá años
después y casarse con Rebeca. Termina con un trágico desenlace siendo
asesinado.
 Rebeca Montiel: Hija adoptiva de la familia Buendía. Llegó identificándose
como hija de otro familiar que nadie lograba recordar y pidiendo por favor ser
acogida. Tardó en hablar, al principio no quería comunicarse y se escapaba al
patio a comer tierra. Terminará contrayendo matrimonio con José Arcadio hijo y
después de que este muera se encerrará en su casa sin volver a salir a la calle.
Su sobrino, Aureliano, será el encargado de descubrirla decrépita y con un fusil
en la mano sentada en su sillón.
 Aureliano Buendía: Segundo hijo de la familia Buendía y primera persona
en nacer en Macondo. Intelectual y filosófico, cuando es pequeño se le llegan a
atribuir habilidades de adivinación. Es tímido y solitario, se interesa por la
Alquimia y termina casándose con Pilar Ternera quien también se hace esposa
de José Arcadio. Tendrán un hijo: Aureliano José, y se casará más tarde
con Remedio Móscate, una niña que muere joven. Aureliano terminará siendo
coronel uniéndose al ejército liberal liderando al menos 32 guerras civiles y
teniendo al menos 17 hijos con mujeres distintas. Conforme envejece asume que
es incapaz de amar con el corazón, en él se ve puramente encarnado el
sentimiento de soledad.
Tercera generación
 Arcadio: Hijo de José Arcadio y Pilar Ternera. Criado por los Buendía llega
a ser el líder de Macondo aunque acaba volviéndose un dictador y le fusilan.
 Aureliano José: Hijo del coronel Aureliano y de Pilar Ternera. Sigue los
pasos de su padre al principio, acompañándole a algunas guerras, pero termina
abandonando el combate por volver al lado de su tía Amaranta de la que se
enamora. Muere por un disparo.
 Los Aurelianos: 17 hijos del coronel Aureliano Buendía. Llegaron un día a
Macondo junto a todas sus madres buscando a Úrsula para ser bautizados.
Mueren la misma noche asesinada todos con un tiro en medio de la frente.
Cuarta generación
Conformado por los tres hijos que tendrá Arcadio Buendía y su esposa Sofía de la
Piedad.
 Remedios, La Bella: La mujer más bella del mundo que
terminará ascendiendo a los cielos.
 José Arcadio Segundo: Hermano gemelo de Aureliano
Segundo. Conforme crece se interesa más en estudiar el manuscrito de
Melquíades. Morirá juntamente y a la vez con su hermano.
 Aureliano Segundo: Carácter impulsivo y ruidoso. Se casará
con Fernanda del Carpio pero jamás dejará a su amante Petra Cotes. Será rico y
derrochador y morirá de una congestión junto a su esposa.
Quinta generación
 Reneta Remedios: Más conocida como Meme, es criada con autoridad
pero acabará entregándose por rebeldía a Mauricio Babilonia. Es fiestera y dará a
luz a Aureliano Babilonia. Será enviada a Europa por su madre.
 José Arcadio: Criado para ser Papa, terminará derrochando su dinero y
aprovechándose de los niños. Acabará siendo asesinado por tres niños que
fueron sus víctimas.
 Amaranta Úrsula: Pequeña y activa, la más parecida a Úrsula Iguaran.
Crecerá con Aureliano sin sospechar que es su sobrino, se casará con Gastón
pero se enamora de Aureliano Babilonia con quien mantendrá un romance
incestuoso y dará a luz a un niño con cola de cerdo. Morirá desangrada en el
parto.
Sexta generación
Conformada únicamente por Mauricio Babilonia, hijo de Mauricio y Meme. Será
criado en casa de los Buendía sin conocer su origen. Será el encargado de
descubrir y descifrar los pergaminos que indican el destino de Macondo.
Séptima generación
De nombre Aureliano, se trata del hijo de Amaranta Úrsula y Aureliano
Babilonia. Fruto del incesto, nacerá con cola de cerdo y morirá devorado por todas
las hormigas del mundo tal como aparece indicado en el texto de Melquíades.
Personajes secundarios
 Melquíades: Este personaje no pertenece a la familia Buendía pero es
clave para el desarrollo de la historia. Se trata de un gitano mayor que trae
muchos inventos al pueblo y le enseña a conocer la Alquimia a José Arcadio
padre. Es el encargado de escribir el destino de la ciudad de Macondo en
unos pergaminos que más tarde termina por hacerse realidad.
 Pilar Ternera: Esposa de dos de los hermanos de la familia que tendrá
hijos con ellos y hará que la generación crezca. Descrita como una mujer alegre y
sabia, lee la baraja de cartas del tarot y termina siendo confidente de los
hermanos y jefa de un prostíbulo. Fallece casi a los 140 años.
 Remedios Móscate: Belleza admirable y carácter noble. Se casa con
el coronel Aureliano Buendía y muere en el parto.
 Fernanda del Carpio: Amargada y caprichosa, vive de la apariencia y se
vuelve fanática de la religión.
 El sabio catalán: Hombre mayor y comerciante de libros. Gracias a él,
Aureliano Babilonia adquiere los libros necesarios para descifrar el manuscrito del
destino de Macondo. Infinita nostalgia hacia su pueblo.
 Gastón: Europeo casado con Amaranta Úrsula.
 Mr. Herbert y Mr. Brown: Gringos y dueños de la primera plantación
bananera de Macondo.
 Gerineldo Márquez: Mejor amigo del coronel Aureliano Buendía y uno
de los hombres más leales durante la guerra. Enamorado eternamente de
Amaranta.
 Álvaro, Alfonso, Gabriel y Germán: Jóvenes de Macondo amigos de
Aureliano Babilonia. Terminan yéndose de Macondo poco antes de que el
manuscrito sea descifrado.

e) Descripción de lugares que se mencionan en el transcurso de la obra

R/: Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las
conocidas hasta entonces por sus 300 habitantes. Era en verdad una aldea feliz,
donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto.
Macondo llegó a hacer una pequeña aldea de 20 casas, fundado y poblado por los
Buendía y otros vecinos. Todo estaba lleno de amistad y felicidad y nadie había
muerto hasta entonces, pero esto cambio totalmente con la llegada
de medios externos los cuales van transformando lentamente sus vidas, como la
aparición de un gitano llamado Melquíades el cual indica el comienzo de la
perdición en Macondo.
Luego de la muerte de Melquíades, Macondo tuvo un progreso más que todo
doméstico, con mobiliarios e utensilios nuevos, llegaron a crear sus propias leyes.
El lugar tranquilo y silencioso fue tomando un carácter misterioso, trayendo cada
día a los ciudadanos una dosis de magia, milagros, dolor, tristeza y oportunidades
casi mágicas de transformarse.
Luego tuvo origen la explotación y la desesperación de la guerra, trayendo el caos
a la población de Macondo.
La etapa última de la novela sufre un cambio brusco y notable. Es la leyenda de la
Humanidad, su culminación es ineludible, fatal ya que al final el pueblo
desaparece de la misma forma como apareció; de la más absoluta Nada.
f) Descripción del Tiempo empleado en el transcurso de la obra
R/: He encontrado un espacio de reflexión que bien pudiera ser ese cuarto de
alquimista donde los miembros varones de la familia Buendía encuentran refugio y
energía espiritual cuando necesitan aislarse de la sociedad. Es posible que en esa
habitación donde se custodian las herramientas de alquimista que el gitano
Melquíades introdujese en la aldea poco después de su fundación.
g) Extrae los Vocablos desconocidos y escribe su significado
R/:
h) Elabora una línea de tiempo desde la fundación de macondo hasta su
exterminio.

R/:

i) Elabora un árbol genealógico de la familia Buendía.

R/:
j) Describe los hechos ficticios presentes en la trama.

R/: La trama de este libro de desarrolla en un ambiente lleno de situaciones


insólitas y fantásticas como situaciones parecidas a los cuentos de hadas,
levitaciones, premoniciones. Se rodea su trama en una atmósfera mágica que
atenúa la miseria social y humana.

II: CREA

k) Collage de la obra (que reúna todos los aspectos de la obra)


l) Escribe un desenlace distinto para la obra.

R/: después de que José arcadio muriera iba a regresar todas las noches a las
2:50 de la madrugada diciendo la misma frase todos los días, “no habrá soledad
más nunca sino hasta que mi espíritu desaparezca y muera eternamente” diciendo
lo mismo cada noche, todo el pueblo de macondo saldrá con velas encendidas a
honrar a José arcadio por el ser gran líder de su pueblo. Todo el pueblo lo honrara
con velas encendidas y adornando su casa cada noche para que José arcadio
este feliz.

III: INVESTIGA

a) ¿Cuál es el principal aporte de Gabriel García Márquez a la literatura nacional?

R/: Gabriel García Márquez logró con la publicación de “Cien años de soledad” la


consolidación de la novela latinoamericana más allá de la región y dio a conocer la
realidad que se vivía en América Latina, reivindicando cada uno de sus pueblos,
tradiciones y costumbres.

b) De donde extrajo Gabo el nombre de Macondo?

R/: La primera vez que Gabriel García Márquez vio la palabra Macondo, fue en la
puerta de entrada de una finca de la zona bananera que se llamaba así, mientras
viajaba en el tren que llegaba y salía de Aracataca.

c) Que opinaba Gabo de su novela?

R/: que era una de sus mejores obras que había creado, se sentía feliz con lo que
había escrito.

d) En la obra se mencionan hechos de la historia de Colombia como “la masacre


de las bananeras” indaga al respecto y explica que aprendiste.

R/: lo que entendí de este hecho fue que el gobierno mato a unos trabajadores
que organizaron una huelga porque estaban trabajando con frutas en mal estado y
por eso ocurrió la masacre de las bananeras que fue causado por miguel abadía
Méndez porque ya le quería dar un alto a las huelgas.
e) En 1982 se le concedió el premio nobel de literatura a Gabriel García Márquez
por esta novela maravillosa. Transcribe el discurso pronunciado por el autor al
recibir el premio y redacta un comentario personal al respecto.

R/: Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el


primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América
meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la
imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos
pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros
como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había
visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas
de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la
Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió
el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.
 

Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de


nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonio más asombroso de
nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros
incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas
numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía
de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar
Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una
expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron
cinco de los 600 que la emprendieron.

Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil
mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco
para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde,
durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en
tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este
delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo.
Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un
ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era
viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal
escaso en la región, sino que se hicieran de oro.

La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El


general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo
enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la
llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador
durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su
uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial.
El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador
que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había
inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo
cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de
escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza
mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en
París en un depósito de esculturas usadas. 

Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo
Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de
Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más
ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria
inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se
confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente
prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo
un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la
vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había
restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17
golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a
cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20
millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son
más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos
por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera
dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala.

Numerosas mujeres arrestadas encinta dieron a luz en cárceles argentinas, pero


aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en
adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por
no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y
hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y
voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil
muertes violentas en cuatro años.

De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10


por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio
millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del
continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra
civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El
país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de
América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.

Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión


literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la
Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y
determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que
sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del
cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada
por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines,
todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy
poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la
insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este
es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia,


no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo,
extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un
método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con
la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la
vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan
ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de
nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más
desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa
venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si
recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros
300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre
durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que
aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos
mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de
fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los
ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho
mil de sus habitantes.
 

No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre
un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este
lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también
aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si
revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no
nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo
legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto
del mundo.

América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de
quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una
aspiración occidental.

No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias


entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra
distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la
literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan
difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos
de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo
latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia
y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias
seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de
nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el
infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud,
como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes
dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.
 

Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es


la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera
las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la
ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera:
cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad
de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva
York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos,
por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han
logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces
no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de
los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.

Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: «Me niego
a admitir el fin del hombre». No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo
si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la
humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora
nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora
que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los
inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer
que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía
contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir
por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible
la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por
fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.
R/: mi opinión con este discurso es que gabo se debió sentir muy feliz con ese
premio que acaba de ganar por una obra muy interesante, de lo que acabo de leer
es muy hermoso.

IV. COMENTARIOS PERSONALES

a) ¿Qué aspectos de la obra te impactaron? Explica con tus palabras

R/: la peste del insomnio, el homicidio de prudencia Aguilar, el fusilamiento de


José arcadio, el frio que acompaño al coronel Aureliano hasta el día de su muerte,
la llovizna de flores amarillas, la tarde en que Aureliano conoció el hielo, los 17
hijos del coronel Aureliano con su marca de ceniza en su frente, el cuarto con 72
basenillas, la huelga de los trabajadores de la bananera.

b) ¿Por qué crees que la obra se titula de esa manera?

R/: En mi opinión este libro se llama Cien Años de Soledad porque todos


comparten el destino de soledad. A través de la novela, la muerte se acerca a
la soledad. Todos los hombres de la familia Buendía, llevan a cabo una vida
de soledad, todo a lo largo de 100 años.

c) ¿Consideras que algunos de sus personajes tenían comportamientos extraños?


Descríbelos.
R/:

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