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Nombre: Tomás Salvador

Apellido: Marchetta

Legajo: 47296

DNI: 39.626.997
Radicalismo Renovador: Dinámicas partidarias
de las juventudes radicales (1968-1972)

El 28 de junio de 1966 se llevó a cabo un golpe de Estado que culminó con el gobierno
del presidente radical del pueblo Arturo Illia e instauró una régimen cívico-militar
autodenominado Revolución Argentina, que gobernó el país sudamericano a través de
tres dictadores: Juan Carlos Onganía (1966-1970), Roberto Marcelo Levingston (1970-
1971) y Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973). Fue precisamente este último
gobernante de facto quien habilitó en abril de 1971 las actividades partidarias y, luego,
dio vía libre en 1972 para una salida democrática a concretarse el año siguiente.

Con la apertura política, la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) obtuvo, en
detrimento de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) que debió refundarse como
Partido Intransigente (PI), la personería como único partido político denominado Unión
Cívica Radical (UCR). Inmediatamente se convocó a elecciones internas para i) renovar
autoridades partidarias, que seguían siendo las mismas desde 1966 debido a la disolución
de los partidos políticos decretada a principios de la dictadura, y ii) elegir el binomio
presidencial que competiría por la jefatura de Estado argentino en 1973.

Los sectores en puja por hacerse de ambos objetivos eran la Línea Nacional (LN), el
sector interno liderado por Ricardo Balbín, y el Movimiento de Renovación y Cambio
(MRyC), que comandaba Raúl Alfonsín y era apoyado por la Junta Coordinadora
Nacional, agrupación interna de la Juventud Radical, y por la universitaria Franja Morada.
Finalmente, LN se impuso en las dos instancias.

El presente trabajo se inscribe en los estudios sobre las dinámicas de los partidos políticos
y ensaya un marco para analizar cómo fue que algunas juventudes correligionarias (con
especial énfasis en la Junta Coordinadora Nacional y Franja Morada) se agruparon entre
los años 1968 y 1972 para, luego, formar parte del Movimiento de Renovación y Cambio,
y disputarle el poder a la Línea Nacional en el seno del Partido Radical.

Para tal objetivo, se aplicará la Teoría de las Generaciones de Karl Mannheim. El uso que
se realiza de dicho enfoque teórico propone poner de manifiesto la potencia de un intento
de renovación empujado por la juventud en el seno del partido fundado el 26 de junio de
1891 por Leandro Alem.

Palabras clave: UCR – Política argentina – Generaciones – Línea Nacional –


Movimiento de Renovación y Cambio

Introducción

En el marco del gobierno dictatorial autoproclamado Revolución Argentina, una de las


primeras medidas fue la prohibición de los partidos políticos, así como todo tipo de
participación ciudadana que circunscribiera en torno a ellos. Según Virginia Persello
(2007: 226), “el orden que se quería imponer requería la eliminación de la política, es
decir, de las mediaciones entre la sociedad y el Estado que canalizaban la participación
ciudadana a través de los partidos políticos, los sindicatos, la universidad, pero también
en diferentes formas de expresión cultural. El método fue intervenir y censurar”.

Juan Cruz Fernández (2010:4) señala, no obstante, que para los jóvenes que se
identificaban radicales, o que adscribían al ideario de la Unión Cívica Radical, en ese
momento histórico determinado, no era nueva la imposibilidad de constituir formalmente
acciones político partidarias.

La Juventud Radical (JR) no estaba en funciones operativas desde 1957 debido a la


división del partido en la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), liderada por Ricardo
Balbín, y la Unión Cívica Intransigente (UCRI), comandada en un primer momento por
Arturo Frondizi y luego por Oscar Alende1. No obstante, los jóvenes boina blanca
exploraron alternativas para la participación tales como la creación en 1963 de la Mesa
Nacional de la Franja Morada (MNFM)2 con el objetivo de alzarse con la presidencia de
la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la conformación en 1965 del Movimiento

1
En 1964, el expresidente Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio, ex secretario de Relaciones
Socio-Económicas de la Nación, rompieron con la UCRI y fundaron el Movimiento de
Intransigencia y Desarrollo (MID).
2
Se trató de una confederación de agrupaciones estudiantiles que reunió a universitarios
que simpatizaban con el radicalismo, por anarquistas, socio-liberales y socialistas en
desacuerdo con el Movimiento Nacional Reformista (MNR), brazo universitario del
Partido Socialista, entre otros militantes de diversas corrientes políticas.
Nacional de Juventud Radical (MNJR), cuyo fin era la reorganización de la JR como
espacio de participación política dentro del Partido Radical.

Sin embargo, ambos intentos quedaron truncos. El primero porque el Frente de


Agrupaciones Universitarias de Izquierda (FAUDI) era imbatible en el ámbito
universitario, mientras que el MNJR no pudo establecerse efectivamente debido al golpe
de Estado de 1966. 3

Vale la pena destacar también la creación, durante el gobierno de Illia, del Movimiento
Juvenil de Agitación y Lucha (MJAyL) que, si bien no era un medio de participación
orgánico, respondía a Ricardo Balbín, presidente del Comité Nacional de la UCRP. Como
bien señala Persello (2007: 229), se trató de un encolumnamiento en oposición al
unionismo, una corriente interna del radicalismo.

Fenómeno de posición y conexión generacional

Los jóvenes correligionarios transitaban su juventud en la década de 1960 en la República


Argentina. Esto, que parece una obviedad, es clave para desarrollar el concepto de
fenómeno de posición. En términos desarrollados por Karl Mannheim (1928:208), “(Esto)
se fundamenta en la existencia del ritmo biológico en el ‘ser ahí’ del hombre: en los
hechos de la vida y de la muerte y en el hecho de la edad. Uno se encuentra en una posición
parecida a la de otros en la corriente histórica del acontecer social debido a que pertenece
a una generación, a un mismo ‘año de nacimiento’”. De modo tal que el vivir en ese
período de la historia en tal país fue su fenómeno de posición.

No obstante, compartir las estructuras biológicas en un momento histórico determinado


es insuficiente para explicar el ‘ser con otro’; es decir, el hecho de estar contenido entre
semejantes. En ese sentido, “lo que constituye la posición común en el ámbito social no
es el hecho de que el nacimiento tenga lugar cronológicamente al mismo tiempo –el hecho
de ser joven, adulto o viejo en el mismo período de tiempo-, sino que lo que la constituye
primariamente es la posibilidad, que en ese período se adquiere, de participar en los
mismos sucesos, en los mismos contenidos vitales, más aún, la posibilidad de hacerlo a

3
Juan Carlos Portantiero sostiene que los ideólogos de la Revolución Argentina intentaron
esquematizar sus objetivos a través de una dialéctica de tres tiempos sucesivos: el tiempo
económico, que sería de acumulación; el tiempo social, que sería de redistribución, y el
tiempo político, que sería el ensamblamiento de la sociedad con el Estado.
partir de la misma modalidad de estratificación de la conciencia (…) Sólo un ámbito de
vida histórico-social común posibilita que la posición en el tiempo cronológico por causa
de nacimiento se haga socialmente relevante.” (Mannheim, 1928:216).

Es decir que lo que los hace pares no tiene sólo que ver con una edad más o menos
parecida, sino que también requiere una experiencia social compartida y el hecho de
asumirse, o saberse, circunscripto dentro de ella. Estas juventudes también compartían la
necesidad de establecer una estructura identificada necesariamente con la UCR para
poder participar en la vida política, que precisamente era su conexión generacional: “un
contenido social real y espiritual que establece un vínculo real entre los individuos que se
encuentran en la misma posición generacional” (Mannheim, 1928:222).

1° Unidad generacional: Junta Coordinadora Nacional

El hecho de participar en un destino común y de compartir los mismos objetivos afines


requería sin embargo un nivel de especificación. Necesitaba una adhesión mucho más
concreta que la mera conexión generacional.

Esto había sido de alguna manera ensayado en la conformación del MJNR y del MJAyL,
que, si bien no consiguió reorganizar la JR como brazo juvenil del Partido Radical, dejó
el germen que posibilitaría a principios de noviembre de 1968 la fundación de la Junta
Coordinadora Nacional de la Juventud Radical (JCN-JR) en la provincia de Santa Fe, en
el paraje Setúbal, estación ferroviaria cercana a la capital provincial.

El nacimiento de esta organización permitió el agrupamiento de los grupos radicales


juveniles dispersos en Argentina, estableciéndose como una unidad generacional. Es
decir, el máximo nivel de cohesión dado que transitan objetivos afines de la misma
manera, comparten las intenciones fundamentales y los principios de formación, que a su
vez retroalimenta y socializa hacia el interior del grupo autoconsciente (Mannheim, 1928:
223, 224, 225, 226, 227 y 228).

“El proceso de Setúbal fue una necesidad de reagrupar jóvenes en un partido que, en ese
entonces, casi no los tenía”. Luis “Changui” Cáceres. (Página 12. 1999).

La Coordinadora se constituyó bajó dos pilares fundamentales: i) la oposición a la


autoproclamada Revolución Argentina y ii) la recuperación democrática. Ambos estaban
orientados en el repudio absoluto a las salidas electorales condicionadas, los golpes de
Estado y toda forma de perpetuación de la Revolución Argentina (Persello, 2007:230).
Por ello se proponían trabajar para superar la estructura burocrática y electoralista de la
UCR y así reorientar al partido a través de una “perspectiva nacionalista, popular y
revolucionaria en defensa de la democracia social y de la democracia formal” (Fernández,
2007: 8). Ya no sólo querían participar de la vida política, sino también incidir en la
4
dinámica partidaria con la intención de transformar el radicalismo.

Según Carlos Altamirano (1987: 300), la verdadera cohesión hacia dentro de la


Coordinadora comenzó a construirse en la medida en que, más allá de la genérica
adscripción al radicalismo, se incorporaron prácticas habituales de la militancia de
izquierda de la época: los seminarios de discusión ideológico-política, los documentos
elaborados para la circulación interna con el objeto de proporcionar una línea común a
los adherentes y la lectura promovida de determinados textos. Todo esto, por supuesto,
reinterpretado para tornarlos compatibles con la tradición radical.

2° Unidad generacional: Franja Morada

Del mismo modo que el MNJR sirvió como un primer eslabón hacia la constitución de
La Coordinadora, el MNFM lo fue para el establecimiento de Franja Morada (FM). No
sólo como organización estudiantil, sino como brazo universitario de aquella renovación
radical.

Este proceso no se gestó por generación espontánea, sino que establecerla efectivamente
como lo que terminó siendo fue una de las resoluciones adoptadas en el momento
fundante de JCN-JR en Setúbal. Para tal motivo, desplegaron una estrategia en pos de
quedarse con el control del MNFM desplazando de los puestos directivos a sus otrora
aliados socialistas y anarquistas, entre otros, y reemplazándolos con militantes de
tendencia propia.

El objetivo recién se cumplió en 1971 cuando alcanzaron la mayoría en la conducción de


la organización y asumieron la consigna “Elecciones libres sin condicionamientos ni
proscripciones”, rompiendo definitivamente la alianza entre radicales, socialistas y

4
Enrique “Coti” Nosiglia, Federico “Fredi” Storani, Sergio “Ruso” Karacachoff y el
mismo Cáceres fueron algunos de los militantes juveniles que se constituyeron como
dirigentes de La Coordinadora.
anarquistas. Al año siguiente, en 1972, ganarían las elecciones estudiantiles e impondrían
a Marcelo Stubrin como presiente de la Federación Universitaria Argentina (FUA)

“Nuestro proyecto eran elecciones libres sin proscripciones ni condicionamientos. (…)


los que venían del marxismo, (nos acusaban) de "democracia burguesa". Y nosotros
decíamos que era inexorable llegar al poder por la vía democrática para poder hacer los
planteos posteriores”. Federico “Fredi” Storani. (Infobae. 2018)

La victoria morada en el ámbito universitario se debió, según Altamirano (1987: 302), a


que “sin ortodoxia doctrinaria que defender, prestos para liberar al radicalismo de la
imagen de fuerza “gorila” y en consonancia con la orientación nacional-popular con que
se habían identificado, las agrupaciones inspiradas por la Coordinadora ofrecían un canal
de militancia y expresión más flexible (…) Asumiendo los símbolos de la Reforma
Universitaria y en virtud de esa flexibilidad, que los hacía aparecer más moderados que
unos y menos catequísticos que otros, los militantes universitarios del radicalismo
organizaron así un espacio de representación para un numeroso sector del movimiento
estudiantil”.

Cabe destacar que, si bien La Coordinadora estuvo detrás del establecimiento de FM


como agrupación radical universitaria afín a sus ideas de renovación, sus ámbitos de
actuación eran distintos. Mientras que JCN-JR mantenía un perfil de actividades ligado a
la partidocracia y la vida política entre las fisuras de la Revolución Argentina, FM se
desenvolvía en las universidades argentinas.

Mannheim (1928: 225) sostiene que “en el ámbito de la misma conexión generacional
pueden formarse varias unidades generacionales”. Si bien JCN-JR y FM compartían
posición y conexión generacional, el vehículo que motorizaba la renovación partidaria y
la salida democrática era distinto, empero convergente. Por tanto, puede decirse que eran
dos unidades generacionales distintas.

Los establecidos de la Línea Nacional y el punto de quiebre

En los términos desarrollados por Pierre Bourdieu (1990), podría afirmarse en tanto a lo
consignado que el campo de disputa por el poder era el Partido Radical y que los
contendientes eran la JCN y FM (los recién llegados, la novedad) y quienes conducían
los destinos de la UCR. Estos correligionarios establecidos estaban agrupados en la Línea
Nacional, cuyo líder y referente era Ricardo Balbín, quien detentaba la conducción del
Comité Nacional desde 19595. El radicalismo de comienzos de los setenta estaba
atravesado sin dudas por estas divisiones internas.

“La JCN se manejaba en forma independiente de la estructura partidaria. Nuestra


relación con el Comité Nacional, dirigido por Balbín, era litigiosa, compleja, difícil”.
Federico “Fredi” Storani. (Infobae. 2018).

En ese sentido, la conducción, encabezada por Ricardo Balbín, tenía dificultades para
integrar a estos sectores juveniles a los que algunos dirigentes tachaban, alternativamente,
de marxistas o de peronistas6 (Persello, 2007: 236). Fruto de esto, FM y JCN no
terminaban de insertarse con totalidad en la estructura partidaria y adolecían de una línea
interna que las contuviese.

Supra-unidad generacional: Movimiento de Renovación y Cambio

Pese a la antinomia entre JCN - FM y la Línea Nacional, la renovación juvenil no


terminaba de cuajar debido a la falta de encuadramiento partidario. Necesitaban una línea
interna que pudiera pujar por sus intereses en el seno de la UCR. Es decir, un paraguas
no sólo ideológico, sino también de estructura que los habilitase en la discusión de cargos

5
El balbinismo condujo la Unión Cívica Radical del Pueblo entre 1959 y 1966. Luego,
cuando Lanusse levanta la prohibición de los partidos políticos en 1971, la UCRP obtiene
la denominación UCR. Balbín, repuesto como presidente del Comité Nacional de la
UCRP, fue nombrado presidente del Comité Nacional de la UCR en forma automática.
6
Tanto Franja Morada como la Junta Coordinadora Nacional esgrimían la necesidad de
encarar un programa de liberación nacional. Una consigna también compartida por las
juventudes marxistas y peronistas. Sin embargo, una de las diferencias entre estos grupos
era el rechazo de la lucha armada por parte de los radicales.
partidarios: delegados y miembros de los distintos comités y convenciones municipales y
provinciales y, sobre todo, del Comité 7 y de la Convención Nacional. 8

Tal y como sostuvo Bourdieu (1990: 164): “En la división lógica entre jóvenes y viejos
está la cuestión del poder, de la división. Las clasificaciones por edad vienen a ser siempre
una forma de imponer límites de producir un orden en el cual cada quien debe mantenerse,
donde cada quien debe ocupar su lugar (…) Cada campo tiene sus leyes específicas de
envejecimiento: para saber cómo se definen las generaciones hay que conocer las leyes
específicas de funcionamiento del campo, las apuestas de la lucha y cuáles son las
divisiones que crea esta lucha”.

En ese sentido fue que se erigió un grupo de dirigentes radicales encabezados por 9Raúl
Alfonsín, que pertenecía a la generación intermedia (Mannheim, 1928: 220) entre los
balbinistas y los coordinadores; los que “buscaban el modo de transformar al partido en
una corriente popular y mayoritaria” (Persello, 2007: 232).

Tanto Alfonsín como JCN y FM compartían la necesidad de disputarle el poder al


balbinismo y de encarar una renovación partidaria que pudiese ofrecer una alternativa
electoral “lejos del capitalismo sin alma y del comunismo que atenta contra la libertad
individual” (Persello, 2007: 238).

7
El Comité Nacional es la máxima autoridad del partido durante el receso de la
Convención Nacional y su función es llevar a cabo lo que la misma determine. Teniendo
en cuenta que la Convención suele sesionar una vez por año, en la práctica el Comité
Nacional termina siendo el principal órgano partidario. Está conformado por una mesa
directiva que consta de un presidente, tres vicepresidentes, nueve secretarios, un tesorero
y un protesorero.
8
La Convención Nacional es la autoridad superior radical. Se encarga de proclamar la
fórmula presidencial del partido, dictar y modificar la carta orgánica, elaborar el programa
de gobierno, dictar las normas internas y de elección de autoridades, entre otras
cuestiones. Está constituida por delegados de las distintas provincias argentinas y de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
9
Raúl Alfonsín había sido diputado nacional y vicepresidente del bloque de la UCRP
entre 1963 y 1966 durante el gobierno de Arturo Illia.
“Con Raúl hubo un buen feeling desde el principio. Fue algo más racional”. Luis
“Changui” Cáceres. (Página 12. 1999).

De este proceso de entendimiento y articulación fue que se estableció en 1972 en una


asamblea en el ex Cine Real de Rosario, provincia de Santa Fe, el Movimiento de
Renovación y Cambio (MRyC) como una línea interna de tendencia socialdemócrata,
nacionalista, popular y liberadora (Manifiesto del Movimiento Renovador Nacional.
1972) en la UCR y opositora a la Línea Nacional de Balbín.

En los términos desarrollados por Mannheim (1928: 206) podría pensarse, debido a la
imposibilidad de que las unidades generacionales FM y JCN pudieran disputar de tú a tú
el poder con la Línea Nacional y del escaso poder de convocatoria de la generación
intermedia encabezada por Alfonsín, al MRyC como una supra-unidad generacional: una
organización a la cual determinadas unidades generacionales ceden parte de lo que las
identifica como estructuras individuales en pos de conseguir los objetivos determinados
por sus principios de formación y socialización.

“Nuestra inserción partidaria y territorial fue a partir de la fundación del Movimiento


de Renovación y Cambio presidido por Raúl Alfonsín”. Federico “Fredi” Storani.
(Infobae. 2018).

No obstante, el punto de quiebre real entre los recién llegados y los establecidos ocurrió
mucho antes. Para ser precisos, el 26 de marzo de 1971 cuando el dictador Alejandro
Lanusse designó al dirigente radical Arturo Mor Roir 10 al frente del Ministerio del
Interior. El nombramiento iba en línea con la idea de Lanusse dar una salida democrática
a la autoproclamada Revolución Argentina.11 Por un lado, la Línea Nacional aprobó la
medida con algunos reparos, pero, por el otro, JCN reprochó el apoyo de la conducción

10
Diputado nacional en dos períodos (1958 – 1962 y 1963 - 1966) y presidente de la
Cámara de Diputados de la Nación Argentina durante el gobierno de Arturo Illia (1963 –
1966)
11
La presidencia de facto de Lanusse estuvo marcada por el llamado “tiempo político”.
Una de las principales acciones tomadas fue el Gran Acuerdo Nacional, cuyo objetivo era
proclamar a Lanusse en el candidato acordado por las principales fuerzas políticas, que
fue luego desestimado por la falta de apoyo de los partidos, pero del peronismo en
especial.
partidaria y Alfonsín, presidente del comité de la provincia de Buenos Aires, canceló la
afiliación del flamante ministro de la dictadura cívico-militar. Según Persello (2007: 237),
“este hecho aceleró la organización de un nuevo movimiento en el que confluirían FM,
JCN y los dirigentes de la ‘generación intermedia’”.

Además, La Coordinadora realizó una reunión en la provincia de Tucumán en la que fijó


una postura crítica frente a esto:

“Es así que cuando Mor Roig asume el Ministerio del Interior, lo señalamos como un
traidor […] pues la Soberanía del pueblo no se garantiza desde los despachos
ministeriales, sino permaneciendo en el campo del pueblo y en su movilización constante
por imponerla”. (Fernández, 2010: 8).

1972: el año de la definición

En abril de 1971 y al calor de la designación de Mor Roig, el régimen levantó las


restricciones a la actividad de los partidos políticos y comenzaron los procesos de
reorganización, y el uso de los nombres y las siglas fue el primer gran tema a resolver. Se
le otorgó a la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), en detrimento de la Unión Cívica
Radical Intransigente (UCRI) que debió refundarse como Partido Intransigente (PI) y de
la UCR Bloquista de San Juan que pasó a denominarse Partido Bloquista (PB), la
personería como único partido político denominado Unión Cívica Radical (UCR).

Al año siguiente, en mayo de 1972 los radicales bonaerenses celebraron comicios internos
en los que se enfrentaron dos listas para elegir delegados al Comité Nacional. Una
proponía una nómina encabezada por Balbín y la otra, a Alfonsín. Durante la campaña,
Alfonsín manifestó que lo que distinguía de Balbín era el gran apoyo que el pueblo y la
juventud le brindaban a su lista. Finalmente, la lista balbinista obtuvo 44.113 votos,
quedandosé con la victoria ante el alfonsinismo que cosechó casi 30 mil 12. No obstante,
este caudal de votos le permitió a Alfonsín ser electo delegado en representación de la
minoría.

12
En las elecciones, votó el 60% de los afiliados al partido. La alfonsinista sacó 29.939
votos. Los candidatos eran, además de Alfonsín, Germán López, Alejandro Armendáriz
y Raúl Borrás.
Al mes siguiente, en la reunión del Comité Nacional un grupo de delegados encabezado
por Alfonsín se opuso a una nueva reelección del Chino Balbín al frente del Partido
Radical. Se trató de una maniobra testimonial puesto que no contaron con los votos
requeridos para impedirlo en la Convención Nacional celebrada seguidamente para
renovar autoridades partidarias, que seguían siendo las mismas desde 1966 debido a la
disolución de los partidos políticos decretada a principios de la dictadura.

Inmediatamente, la UCR convocó a elecciones internas para elegir el binomio


presidencial que competiría por la jefatura de Estado argentino en 1973. Se celebrarían el
26 de noviembre de 1972. La Línea Nacional presentó como candidato a presidente a
Ricardo Balbín en compañía de Eduardo Gamond 13, mientras que la propuesta política
del MRyC 14 estuvo motorizado por la fórmula Raúl Alfonsín – Conrado Storani15. Pese
al clima de incertidumbre que vaticinaban revistas políticas como Confirmado 16, la
fórmula Balbín-Gamond derrotó al binomio Alfonsín-Storani por un margen
relativamente estrecho17, siendo proclamado Balbín por tercera vez como candidato
presidencial del radicalismo.

13
Fue senador nacional y presidente provisional del Senado durante el gobierno de Arturo
Illia (1963 – 1966)
14
Entre las propuestas que motorizaba la fórmula figuraban la reforma agraria, la
nacionalización de la banca y el comercio exterior, el control estatal de los sectores claves
de la economía, la afirmación de la Reforma Universitaria y el sostén de la
autodeterminación de los pueblos. Es decir, un conjunto de enunciados programáticos que
ya habían formado parte del bagaje, así sea retórico, del partido y que ahora integraban lo
que se definía como un “proyecto de liberación nacional”.
15
Padre del joven dirigente de JCN y FM Federico “Fredi” Storani y secretario de Energía
de la Nación durante el gobierno de Arturo Illia (1963 – 1966).
16
Radicalismo: La guerra de usura. Revista Confirmado. 10 de octubre de 1972.
Disponible en: http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/locales/interna-radical.htm
17
La fórmula Balbín-Gamond obtuvo 160.767 votos y el binomio Alfonsín-Storani
121.548. (Persello, 2007: 240)
“Antes de la elección nosotros creíamos que podíamos ganar. De todos modos, 1815 mil
votos de ventaja para nuestros adversarios sobre 300 mil votantes indican que realizamos
una buena elección en casi todos los distritos, considerando que nuestros dirigentes
debieron luchar contra la experiencia de hombres más avezados”. Raúl Alfonsín
(Revista Siete Días. Diciembre. 1972).

Conclusiones

“Alfonsín hace una muy buena elección interna (en 1972) por la candidatura
presidencial, fue una puja muy pareja con Balbín, que pierde, pero que nos animó a
continuar el rol crítico al sistema de conducción partidaria”. Federico “Fredi” Storani.
(Infobae. 2018).

En la misma línea, Altamirano (1987: 305) sostiene que la derrota en las elecciones
partidarias de 1972 en vez de desarticular al MCyR, terminó por acentuar el proceso
convergente entre las organizaciones que la componían. JCN y FM obtuvieron
representación partidaria a través de una línea interna para manifestar sus disidencias con
la conducción partidaria y, además, lograron reorganizar a las juventudes radicales que
desde la división entre UCRP y UCRI se mantenían dispersas y, en muchos casos, vacías
de militancia.

MCyR luego lograría capitalizarse como la estructura partidaria que en 1983 brindó no
19
sólo el triunfo de Alfonsín como candidato presidencial en detrimento de la Línea
Nacional, sino también su consagración como presidente del Comité Nacional de la
Unión Cívica Radical y como presidente de la Nación de la República Argentina.

Además, los coordinadores y los morados accedieron a puestos de poder a medida que
transcurrió el gobierno alfonsinista20. Integraron listas y fueron electos, y también fueron

18
En realidad, fueron casi 40 mil votos de diferencia. No obstante la cifra, esto no
cambia que el MRyC mostraba tener ya no sólo apoyo, sino también una estructura
nacional (Persello, 2007: 240).
19
Los candidatos de la Línea Nacional fueron Fernando De la Rúa (senador nacional entre
1973 y 1976) y Carlos Perette (vicepresidente entre 1963 y 1966). Balbín había fallecido
en 1981.
20
Raúl Alfonsín gobernó la República Argentina entre el 10 de diciembre de 1983 y el 8
de julio de 1989.
incorporados a la administración nacional, formando parte de la estructura burocrática del
gobierno en sus diferentes órganos y niveles (nacional, provincial y comunal) 21. El
vendaval de la juventud incluso hizo valer su peso específico en la estructura partidaria.
Tal y como lo desarrolla Altamirano (1987: 320, 321), “el progreso de la Coordinadora
se operó en todas las instancias del partido: en diciembre de 1985, el ingreso de seis
coordinadores22 a la mesa ejecutiva de la UCR permitió al grupo compartir el control del
aparato partidario. Hoy23, la JCN (con nombres propios o con aliados) domina siete de
los veinticuatro comités de distrito que existen en el país: Capital Federal, Corrientes,
Chubut, Misiones, Neuquén, Río Negro y Santa Fe. A estos datos hay que añadir los que
revelan los comicios llevados a cabo en 1986 para elegir los candidatos radicales para los
cargos de gobernador y vice en las provincias. De las trece fórmulas consagradas, ocho
de los candidatos a gobernador están identificados con la JCN o con algunos de sus
líderes”.

Es por ello que, en los términos desarrollados en este trabajo, cabe destacar la potencia
de este intento de renovación empujado por Junta Coordinadora Nacional y Franja
Morada, a través de una alianza estratégica con el dirigente Raúl Alfonsín mediante el
Movimiento de Renovación y Cambio, en el seno del partido fundado el 26 de junio de
1891 por Leandro Alem.

Bibliografía

1. Altamirano, Carlos (1987: 295-332). “La Coordinadora: Elementos para una


interpretación”. En Ensayos sobre la transición democrática en Argentina.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Editorial Puntosur.
2. Bourdieu, Pierre. (1990). “La juventud no es más que una palabra”. En Sociología
y cultura (pp. 163-173). Ciudad de México, México: Editorial Grijalbo.

21
Por ejemplo, Enrique Coti Nosiglia fue ministro del Interior de la Nación entre el 15 de
septiembre de 1987 y el 26 de mayo de 1989. Jesús Rodríguez fue ministro de Economía
de la Nación entre el 14 de mayo de 1989 y el 8 de julio de 1989.
22
Los diputados nacionales Jesús Rodríguez, Federico Storani y Marcelo Stubrin; el
presidente del Banco Hipotecario Nacional, Aníbal Reinaldo; el intendente de Tucumán,
Rubén Chebata, y el candidato a gobernador de Neuquén, Rodolfo Quesada.
23
El adverbio temporal hace referencia al año 1987.
3. Carta Orgánica de la Unión Cívica Radical. (2015). Disponible en:
http://www.ucr.org.ar/lo-que-somos/carta-organica-ucr
4. Confirmado (1972). “Radicalismo: La guerra de usura”. En Revista Confirmado.
10 de octubre de 1972. Disponible en:
http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/locales/interna-radical.htm
5. Fernández, J. C. (2009). “La Juventud Radical (1966/1976). El discurso
democrático en la Argentina autoritaria”. En: III Jornadas de investigación en
Humanidades. Octubre, 2009. Bahía Blanca, Argentina. Disponible en:
http://www.jornadasinvhum.uns.edu.ar/pdf/actasjornadas2009.pdf
6. Entrevista Luis Alberto “Changui” Cáceres (1999). En Página 12. Septiembre,
1999. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Disponible en:
https://www.pagina12.com.ar/1999/99-09/99-09-20/pag12o.htm
7. Entrevista Federico “Fredi” Storani (2018). En Infobae. Abril, 2018. Ciudad
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