A la época que estamos viendo algunos la llaman modernidad tardía o reciente,
segunda la modernidad o tiempo social tardo moderno; modernidad reflexiva, sociedad global del riesgo; contra modernidad y posmodernidad. También se le ha calificado como sociedad post tradicional; sociedad post industrial; hipermodernidad; sociedad de la información, la sociedad del conocimiento o la era de la información y de las revoluciones tecnológicas. Lo cierto es que estamos ante una nueva experiencia de reorganización del tiempo y del espacio, de grandes cambios sociales debido al avance de las nuevas tecnologías y la revolución en las comunicaciones. Un periodo moderno cuyos cambios conllevan propiedades universalizantes que están superando todo tipo de barreras materiales y fronteras, y expande la vida social más allá de los que hubiésemos podido imaginar jamás. Estos grandes cambios han desatado un nuevo desorden mundial, un proceso de desarrollo de nexos en escala mundial que está transformando nuestra vida de manera rápida y profunda, conducido por una fuerza (aparentemente) anónima que operan por todo el planeta de manera borrosa e indomable, las cuales están más allá del alcance de la capacidad de planificación y acción de cualquier individuo en particular. lo que está claro es que alcanzamos un periodo marcado por grandes transformaciones en las instituciones modernas tradicionales (trabajo, familia, pareja, genero, iglesias, democracia, Estado, sociedad civil, partidos políticos, etc.), que están repercutiendo en las condiciones de vida de la gente, en su manera de vivir y pensar su futuro, cambios y transformaciones que han tenido un fuerte impacto en la vida cotidiana.