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17 DE MAYO DE 2020 / VALENCIA, VENEZUELA

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A Ñ O S
DE HUMOR Y AMOR
2 NUNCA TRISTE EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020 w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e

AQUILES CRECIENDO EN SU CARACAS

POR ALECIA CASTILLO
ILUSTRACIÓN CORTESÍA

Entre las ciudades que han tenido la

suerte de contar con un escritor que le
cante a sus lugares y a su gente con
fervor y lirismo, se encuentran Buenos
Aires con Jorge Luis Borges y Caracas
con Aquiles Nazoa.
Nazoa presenta en sus libros Caracas
Física y Espiritual, Raúl Santana con un
pueblo en el Bolsillo y Venezuela Suya, la
historia de Caracas, como una colec-
ción de acontecimientos que va desde
el nacimiento y pasa por diversas
etapas de su desarrollo.
Más que un escritor sobre Caracas,
Nazoa se muestra como un lector de la
ciudad. Presenta una memoria imagina-
ria y una memoria imaginante que en
muchos casos coloca al propio autor en
posición de reflexionar si algunos de los
hechos que relata, provienen de su
buena memoria infantil o de su
imaginación de poeta. El autor va más
allá de la trascripción de la realidad
para crear historias basadas en hechos
comprobables.
Aquiles Nazoa, que nació y creció en
Caracas (también allí está sepultado), se
considera a sí mismo genuino represen-
tante de la ciudad, con el derecho de
hablar de ella con toda propiedad,
porque allí nacieron y crecieron sus siendo repartidor de la Panadería Solís año en que yo nací hasta cuando época: entre ellos, la pavimentación de
padres, vivió y se formó su familia y y se acercó al Palacio de Miraflores muere Gómez”. la calle de Monte Piedad, donde vio por
nacieron y crecieron sus hijos. De esta donde “El Benemérito” repartía Comparte las travesuras escolares de primera vez hombres encadenados con
íntima relación con la ciudad, deriva monedas a los niños. En su relato dice su infancia con dos grandes figuras sus trajes a rayas, en trabajo forzado a
que sus imágenes tengan un valor docu- que ese día supo de boca de su tío lo que del arte venezolano del siglo XX: el la vista de todos. También a los diez
mental que va más allá de una simple significaba una dictadura, cosa que pintor Héctor Poleo y el músico años fue testigo de la represión brutal a
colección de recuerdos, debido a que en poco tiempo después comprueba Evencio Castellanos. Muy niño fuego de la manifestación de quienes
sus estampas se refleja claramente una cuando el chofer de Gómez atropella y presenció los sucesos políticos del año se atrevieron a reclamar la libertad de
especie de compromiso ético contraído destruye impunemente la bicicleta de 28 y recuerda cómo su hermana los presos de La Rotunda, al cumplirse
con la realidad (...) su padre, Rafael Nazoa. En este vehículo Justina lanza dulces y flores a los el centenario de la muerte de Bolívar.
Nació el 17 de mayo de 1920 en el el poeta aprendió a “deletrear el estudiantes que eran llevados presos Caracas era entonces un lugar del que poco
barrio popular “El Guarataro” en el paisaje”, en recorridos dominicales por en los vagones del tren, hacia el se sabía en el mundo, sumido en deplorable
seno de una familia humilde. Según su todos los rincones de su ciudad natal. castillo de Puerto Cabello. De esta atraso, y esa es la Caracas en que yo nací, la
propio relato tuvo una “infancia pobre Caracas, que había sido refulgente en el revuelta estudiantil de 1928 dice Caracas a la que perteneció mi familia, la
pero nunca triste “, que lo obligó a siglo XIX como la ciudad de Simón Nazoa, fue “una gesta llena de poesía Caracas de la que yo vengo, y por eso puedo
ejercer diversos oficios tales como Bolívar, Andrés Bello, Cecilio Acosta, se lírica y épica a la vez, en la que se hablar de ella con tanta propiedad (Nazoa,
aprendiz de carpintería, repartidor de encontraba en estado deplorable, el estrenó una generación que después, 1967).
bodega, telefonista y botones del hotel caudillaje que siguió al guzmancismo, al envejecer, le ha dado la espalda a El escritor Ildemaro Torres cuenta
Majestic mientras completaba su con advenimiento de Castro y Gómez al este momento luminoso de su estos detalles de la infancia de Nazoa,
educación primaria en la escuela El poder, la habían convertido en una pasado”. Cursando el segundo grado con el inicio de su escolaridad en la
Buen Consejo. ciudad de hombres primitivos y aprendió de su profesor Luis Villalba escuela El Buen Consejo, de la cual dice
Para ese entonces, Venezuela estaba brutales con feroces cuerpos represivos Villalba acerca del derecho del Nazoa que parecía desprendida de un
conducida por la férrea mano del a los cuales Nazoa señala como “el hombre a ser libre. Esa infancia pobre bonito libro de lectura porque al frente
dictador Juan Vicente Gómez, a quien signo más constante de todo lo que pero feliz algunas veces se vio le pasaba una quebrada y se llegaba a
Nazoa llegó a conocer en la infancia, representa esa época que viene desde el entristecida por los sucesos de la ella por un puentecito; tenía una

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3
alameda que lindaba con el ferrocarril José Ratto Ciarlo, César Rengifo, Oscar Método práctico para aprender a leer en VII este momento se inicia la moderniza-
de La Guaira a cuyo paso vibraba todo Guaramato, Juan Beroes, Antonio lecciones musicales con acompañamiento de ción de Caracas con la construcción de
el plantel: Márquez Salas, Rafael Angel Insausti, Gotas de Agua (...) Al año siguiente Nazoa la urbanización El Silencio, según
Y entre la poesía de esa escuela, la de los Gabriel Bracho, Morita Carillo y Héctor publica en ediciones del grupo “Suma” proyecto de Carlos Raúl Villanueva. En
trenes que rodearon mi infancia y esas Mujica. Beroes lleva a Nazoa a trabajar otro libro de poesía Aniversario del Color 1945 también ocurren hechos impor-
imágenes, han dado una dirección a mi vida con él y Kotepa Delgado al recién (...) En 1944 viajó a Colombia por tantes en la política nacional e
y señalado un destino a mi poesía y a mi fundado diario últimas Noticias, en invitación de la revista Sábado en la internacional: culmina la II Guerra
condición humana. (Nazoa, 1967). calidad de corrector de pruebas. Así cual trabajó durante un año. En Mundial, se produce la inmigración
La educación primaria la completa retoma el periodismo, es la época noviembre de ese año publica en el masiva europea (...) y la caída de los
Nazoa, en la Escuela Federal Zamora, cuando inicia su columna en verso “A diario El Nacional una entrevista regímenes democráticos de América
ubicada frente a la Plaza de Capuchi- punta de Lanza”, firmada como exclusiva del candidato presidencial Latina, entre ellos el de Venezuela.
nos. En 1932 entró de aprendiz en una Lancero, y también Jorge Eliécer Gaitán, En 1948 recibe el Premio Nacional de
carpintería, al año siguiente fue publica sus versos en el trabajo que da cuenta Periodismo “Juan Vicente González”
botones y telefonista del Hotel Majestic diario El Nacional, y de sus conocimientos correspondientes a escritos costum-
y luego repartidor de una bodega en la bajo el pseudónimo de periodismo y bristas y humorísticos. En 1949, a
Esquina de San Juan, poco después fue Jacinto Ven a Veinte,
Pronto me hice amigo de política latinoamerica- pocos años de esa prematura viudez,
mandadero y barrendero del diario El publica su “Teatro para una popular dulcera negra na. En 1945 obtuvo contrajo segundo matrimonio con la
Universal. Para este momento domina- leer” en el semanario con una crónica el joven apureña María Laprea (...) se une
ba el idioma inglés, según relata en su humorístico El de origen trinitario (...) primer premio en un a una mujer de gran inteligencia y
libro “Vida Privada de las Muñecas de Morrocoy Azul. En este concurso organizado amplio sentido de humanidad que está
y con ella, sin que en mi por el diario El totalmente dedicada al hogar y a la
Trapo”: entonces, Mariano
Pronto me hice amigo de una popular Picón Salas le dedica casa lo supieran, aprendí Universal, con motivo crianza de otros tres hijos varones
dulcera negra de origen trinitario, que ponía estos versos: del Día del Periodista. Claudio, Mario y Sergio. Esta unión le
su canasto de dulces todos los días en la Aquiles no es talón; Nazoa mis primeras lecciones de Vivió otro año en Cuba permite a Aquiles realizarse como
esquina de sociedad, y con ella, sin que en mi naciente entre burbujas de inglés (...) A su regreso al país escritor, su mujer lo atiende con
casa lo supieran, aprendí mis primeras su humor logrado grano de asumió la dirección absoluta devoción, comparte sus
lecciones de inglés, socorrido también por un anís, jengibre confitado, del semanario ideales, comprende su forma de ser y
vendedor de tostadas que tenía su carro apólogo venido del Oriente. Fantoches, continuan- además de servirle de secretaria a
junto a las escalinatas de El Calvario. Papá El milagro en la plaza del mercado: Aladino do la obra de su maestro Leoncio tiempo completo es su más cercana
quedó pasmado de la sorpresa al encontrar- Nazoa. ¡Tan ocurrente! sombrero de Martínez. En este tiempo contrae crítica que se encarga de guardar,
me una tarde en el Correo hablando con unos metáforas bullente matrimonio con Estrella Fernández-Vi- archivar y recoger todo lo que el poeta
turistas norteamericanos que me habían en el que vive un mago capturado. transfor- ña Martí, sobrina nieta de José Martí, va escribiendo constantemente y
tomado como cicerone. Tendría yo entonces mación de las humildes cosas un vellocino de quien muere a poco tiempo de esa dejando sin ningún cuidado por todos
doce años. (Nazoa, 1974). poesía dorada Aquiles, inventor de unión a consecuencia de una tubercu- los sitios. Gracias a esa tarea de
Se autodenominaba más cómplice, que mariposas; losis. Al referirse a esa etapa de su vida, constante rescate se ha conservado
hijo de Micaela González, de quien De estrellas nuevas en la madrugada Nazoa la calificaba como un ciclo de gran parte de su obra.
hereda su humor y comparte inquietu- trasciende de la burla de sus glosas una intensa formación cultural.
des sociales. Aquiles Nazoa fue ejemplo sirena azul, algo escamada... En 1945 sale a la luz otro libro de
y sostén de sus hermanos menores, (...) Nazoa publica en 1943 su poemario humor: El Transeúnte Sonreído (...) En
Elba, Aída, Haydee y Aníbal, para
quienes funge de padre ante la
temprana muerte de Rafael Nazoa. A
los dieciocho años, convertido en jefe
de familia, se traslada a Puerto Cabello
donde trabaja como Guía Oficial en la
Oficina Nacional de Turismo.
Se inicia en el periodismo como
director del diario El Verbo Democráti-
co, allí publica sus primeros versos. Un
artículo escrito en 1940, en el cual
critica la indolencia de las autoridades
locales en la campaña antimalárica, le
acarrea una demanda por el Concejo
Municipal de la localidad y es encarce-
lado y luego expulsado del Estado Cara
-bobo por el régimen de López Contre-
ras.
Con emoción y lágrimas contó en
muchas oportunidades a sus amigos,
que antes de ser preso, recibió lo que
entonces se llamaba un “escarmiento
ejemplarizante “, que consistía en un
paseo en un camión, con las manos
amarradas, mientras un guardia le
golpeaba la cabeza con un ejemplar del
periódico donde aparecía dicho
artículo y luego fue obligado a barrer
las calles.
De regreso a Caracas, se desempeñó en
Radio Tropical como ascensorista. A
este sitio lo busca Pedro Beroes, quien
lo pone en contacto con los jóvenes
intelectuales del grupo Presente. Este
grupo reunió jóvenes de diferentes
tendencias entre los que se encontra-
ron: José Fabián Ruiz, Héctor Poleo,
4 BIOGRAFÍA
UNA BIOGRAFÍA PORTATIL
DE AQUILES NAZOA,
EL RUISEÑOR DE CATUCHE
POR JOSÉ CARLOS DE NÓBREGA
Aquiles Nazoa (Caracas, 1920-Maracay, 1976) fue
uno de los visitantes más notables de Valencia,
la de Venezuela, junto a Andrés Mariño Palacio,
José Manuel Briceño Guerrero, William Faulk-
ner y Ernesto Cardenal.
Iba y venía en su vehículo hasta que se estrelló
en la autopista regional del centro el año 1976.
Merecía más bien un embotellamiento desco-
cado como el que Julio Cortázar nos describe en
el cuento “La autopista del sur”, o una cola inter-
minable para avituallarse de gasolina hoy.
Seguramente exorcizaría el calor y el tedio de
conductores y pasajeros, a través de un poema o
una obra teatral de un acto presididos por un
humor sin igual y restaurador.
AQUILES NAZOA
Aquiles, más que polígrafo sobrenatural y prolí-
fico, es todavía un poeta popular auténtico que
picaría caucho con su colega Andrés Eloy Blanco
en la carretera poética del Decir, inmediata, so-
cial e insobornable.
Nos contaba Laura Antillano que la Casa de los
Nazoa era el imperio mismo de la imaginación
desbordada a la altura del Barón Münchhausen.
Performer de lo más natural, la había acompa-
ñado varias veces en el oficio titiritero como
coautor y fabuloso actor.
El humorismo de Aquiles Nazoa, de raigam-
bre popular y universal a la vez, además de crí-
tico, se transformaba en lanza de lo más agu-
da y desmitificadora para poner al mundo pa-
tas arriba.
Prevalece en su quehacer humorístico el
triunfo de la presencia de conciencia y de ánimo
afín al cambio social.
EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
Claro está, la sazón es picante y dulce al pun-
to, como corresponde a nuestra gastronomía
mestiza.
Lamentablemente, se perdieron los video-ta-
pes de su programa televisivo “Las cosas más
sencillas”, discurso heterodoxo audiovisual que
convocaba la crónica caraqueña chispeante y sin
miramientos, la inventiva popular, y especial-
mente la poesía para niños, chamos y adultos-ni-
ños.
Las muñecas de trapo de Aquiles conversan
con las de Armando Reverón en una tarde de ca-
fé bien cargado.
ENTRE SUS LIBROS,
TENEMOS LOS POEMARIOS
› El ruiseñor de Catuche (1950)
› Caperucita criolla (1955)
› El burro flautista (1958)
› Poesías costumbristas, humorísticas
y festivas (1962)
› El de crónicas Caracas física y espiritual (1970)
› Su fabulosa Vida privada de las muñecas
de trapo (1975)
Y el clásico popular venezolano por naturaleza
Humor y Amor de Aquiles Nazoa (1962), volu-
men que integraba las bibliotecas de muchos
hogares venezolanos al igual que Billo rasguña-
do con cariño por las agujas de los pick up.
Es menester revisitarlo, más allá de su Centena-
rio: Nos despejaría las piedras inoportunas del
camino con la agudeza del humor y el amor por
el país de verdad.
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AQUILES NAZOA
EN 10 DATOS
POR CULTURIZANDO.COM
Aquiles Nazoa fue un fue un escritor, periodista, poeta y humorista vene-
zolano que nació el 17 de mayo en 1920 y falleció el 25 de abril 1976. Su
obra es un claro reflejo de la cultura popular venezolana.
1. Luego de ejercer varios oficios comenzó a trabajar en el diario El Universal
como empaquetador.
2. Después fue corrector de pruebas y paralelamente empezó a estudiar
francés e inglés, lo que le permitió ser guía de turistas en el Museo de Bellas
Artes.
3. Fue corresponsal del diario El Universal en Puerto Cabello.
4. Estuvo bajo arresto en 1940 por «difamación e injuria» al criticar a las
autoridades del Municipio.
5. Trabajó en Radio Tropical, tuvo una columna en El Universal titulada “Punta
de lanza”, y fue reportero del diario Últimas Noticias. Colaboró en el semanario
El Morrocoy Azul y en el diario El Nacional, fue director del Verbo Democrático
publicación de Puerto Cabello. Fundó órganos jocosos como «La Pava
Macha», «El Tocador de Señoras» y otros más.
6. Escribió para la revista Sábado de Colombia y vivió un año en Cuba donde
fue director de «Zig-Zag». En 1945, asumió la dirección de la revista Fantoches.
7. En 1956 fue expulsado del país por el régimen de Marcos Pérez Jiménez,
pero regresó en 1958.
8. Un poema suyo, «Polo Doliente» fue musicalizado por José Seves del grupo
chileno «Inti Illimani». Otra obra suya, titulada «Importancia y Protección de la
ñema de Colón» fue convertido en ópera bajo el título «Los Martirios de
Colón» por el Maestro Federico Ruiz.
9. Nazoa obtuvo el Premio Nacional de Periodismo en la especialidad de
escritores humorísticos y costumbristas en 1948. También recibió en 1967
el Premio Municipal de Literatura del Distrito federal, Premio al mejor libro
publicado.
10. Muere en un accidente automovilístico, entre Caracas y Valencia, el 25
de abril de 1976.
w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020 VERSÓSFERAS 5
AQUILES NAZOA: LAS LOMBRICITAS
Mientras se oye

SU POESÍA AL PENTAGRAMA
desde una rosa
la deliciosa marcha nupcial
que con sus notas creaba
un ambiente
POR LUS SALVADOR FEO LA CRUZ completamente matrimonial,
Dos lombricitas
de edad temprana
Aquiles Nazoa logró calidad artístico-literaria cierta mañana
y popularidad, así no lo quisieran aceptar las del mes de Abril
academias de su tiempo y de un poco después: solicitaron en la pradera
recuerdo, en los ochenta, a algunos poetas en- al grillo, que era jefe civil.
cumbrados, docentes universitarios todos, hablar
Al punto el grillo
sobre él con cariño, pero menospreciando su obra.
con dos plumazos
Lo cierto es que pasó el tiempo y Aquiles llegó a
ató los lazos de aquel amor.
su centenario con el pueblo metido en un bolsillo:
Las lombricitas
en todas las escuelas y comunidades hay alguien
se apechugaron
que canta, recita, declama, baila, dibuja, pinta
y se mudaron para una flor.
y/o esculpe sus poemas o cuentos… Nuestro
primer Día Nacional de la Poesía se celebrará, en Tras una vida dulce
su honor, justamente el día en que cumple sus y risueña, con la cigüeña
primeros cien años de nacido. Las plataformas las premió Dios.
del libro, de las artes escénicas y musicales, de Y cuando abrieron
las artes plásticas, del cine y el audiovisual, todas las margaritas,
giran en torno a alguna de sus célebres creaciones las lombricitas ya no eran dos.
poéticas y visuales. Es Aquiles un eje fundamental
de nuestra cultura, transversal a todas las expre- canción escolar: “Buenos días, señorita / buenos tirios de Colón”. Inti Illimani armonizó varios. En La primorosa
siones artísticas. Sin embargo, es la música el días tenga usted / con una estrella en la mano y tiempos de la Revolución Bolivariana, excelentes recién nacida
principal vehículo que ha llevado y sigue llevando un jazmín junto a la sien”. En 1976, Xulio Formoso músicos, como Omar Acosta y Edgar Ojeda, entre pasó la vida sin novedad
sus versos a cualquier lugar. produjo el disco “Levántate, Rosalía” conformado muchos, han llevado su poesía al pentagrama, y lo y al cuarto día de primavera
Cuando produjeron la película “La balandra por poemas de Aquiles para cantar. Con “Letra seguirán haciendo porque son los libros de nues- ya casi era mayor de edad.
Isabel llegó esta tarde”, su tema principal fue para la primera lección de piano”, Iván Pérez Rossi tro Transeúnte Sonreído una fuente inagotable de
compuesto por el maestro Eduardo Serrano con hizo “A la una” y Serenata Guayanesa logró uno versos para cantar al amor con humor. Quiso ir entonces
letra de Aquiles. Simón Díaz le musicalizó “El loco de sus mayores éxitos. Con base en sus textos, Aquí les traigo algunos de sus poemas más a una visita, y su mamita
Juan Carabina”. Nazoa escribió la letra de aquella Federico Ruiz compuso la genial ópera “Los mar- musicalizados: le dijo ¡No!
Mas de porfiada
salió a la esquina
AMOR CUANDO YO MUERA... LEVÁNTATE, ROSALÍA y una gallina se la comió.

Amor, cuando yo muera no te vistas de viuda, Levántate, Rosalía,

ni llores sacudiéndote como quien estornuda, a ver la luna de plata
ni sufras «pataletas» que al vecindario alarmen, que el arroyuelo retrata
ni para prevenirlas compres gotas del Carmen. y el lago fotografía.
Levántate, vida mía;
No te sientes al lado de mi cajón mortuorio ¡anda, pues, no sea ingrata!
usando a tus cuñadas como reclinatorio; Levántate con la bata,
y cuando alguien, amada, se acerque a darte el pésame, o sin ella Rosalía.
no te le abras de brazos en actitud de ¡bésame!
Ay, levántate mi nena:
sé complaciente, se buena
Hazte, amada, la sorda cuando algún güelefrito y ¡levántate, por Dios!
dictamine, observándome, que he quedado igualito.
Y hazte la que no oye ni comprende ni mira Levántate, pues, trigueña,
cuando alguno comente que parece mentira. que esta cama es muy pequeña
y no cabemos los dos!
Amor, cuando yo muera no te vistas de viuda:
Yo quiero ser un muerto como los de Neruda; FATALISMO
y por lo tanto, amada, no te enlutes ni llores:
¡Eso es para los muertos estilo Julio Florez!
TRINA Ruperta, la muchacha que en el Llano
fue durante algún tiempo novia mía,
Todo está en paz, la noche se ilumina y que a la capital se vino un día
No se te ocurra, amada, formar la gran «llorona» con una luna de marfìl y oro presa de un paludismo soberano,
cada vez que te anuncien que llegó una corona; las ranas y los grillos forman coro
pero tampoco vayas a salir de indiscreta el aire huele a tierra de pimpina. ya es una girl de tipo americano
a curiosear el nombre que tiene la tarjeta. que sabe inglés y mecanografía
Al pie de la ventana, en una esquina
hay un muchacho, cuyo nombre ignoro y que marcharse a Nueva York ansía
No grites, amada, que te lleve conmigo hablando con su novia más que un loro porque detesta lo venezolano.
y que sin mí te quedas como en «Tomo y obligo», la muchacha en cuestión se llama Trina.
ni vayas a ponerte, con la voz desgarrada, Como esos que en el cine gritan: —Juupi!,
a divulgar detalles de mi vida privada. ¿Te acuerdas Trina —le pregunta el mozo— tiene un novio Ruperta, y éste en «Rupy»
que me ofreciste un beso bien sabroso le transformó su nombre de llanera…
si conseguía un trabajo con buen sueldo?
Amor, cuando yo muera no hagas lo que hacen todas;
no copies sus estilos, no repitas sus modas: ...y la joven, esquiva como un gato, Y es que en mi patria —raro fatalismo—
Que aunque en nieblas de olvido quede mi nombre extinto, se le queda mirando largo rato lo que destruir no pudo el paludismo
¡sepa al menos el mundo que fui un muerto distinto! y al final le responde: “No me acueldo” lo corrompió la plaga petrolera.
6 COMPAÑERO
Llegando a Valencia de la mano de Aquiles
POR LAURA ANTILLANO
Me vine a vivir a Valencia, después de
haber ganado el concurso para
ingresar como profesora a la Escuela
de Educación de la Universidad de
Carabobo; venía de Maracaibo,
conocía poco o nada la ciudad y tenía
veinticinco años.
Mi familia, mis padres, Sergio Antilla-
no y Lourdes Armas, eran amigos muy
cercanos de Aquiles Nazoa, bueno, lo
éramos todos en la familia entonces.
Ellos se habían conocido en los
tiempos del Taller Libre de Arte, en
Caracas, y mamá era artista plástico y
mi padre periodista, intelectual de
esas diatribas insurgentes de los ‘40 y
‘50. Sus vínculos eran de ese contexto,
la generación evaluadora de los años
cuarenta del siglo XX con el reporte de
sus gestos en el arte y las ideas de
entonces.
Aquiles nos visitaba en Maracaibo con
frecuencia, y de cuando vivíamos aun
en Caracas recuerdo algunas navida-
des que juntaban a las dos familias.
EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
Por ello, al venirme a Valencia, mi
mamá (sobre todo ella) debió haberle
encomendado a Aquiles que me
acompañara un poco en esta adapta-
ción a una ciudad diferente y una vida
distinta y distante de ellos allá.
Aquiles lo cumplió a carta cabal. Si yo
lo visitaba en Caracas, escapándome
algún fin de semana, él tenía la osadía
de venirme a traer en su carrito, y así
la conversa se prolongaba y la compa-
ñía, siempre grata.
Y mis primeros días de instalación en
Valencia no puedo dejar de recordar-
los sin su presencia. Llegué a vivir en
la calle Comercio de San Blas y no
conocía nada. Aquiles se empeñaba en
que camináramos para que aprendiera
a orientarme y disfrutara de mi nuevo
entorno urbano, tan diferente a
Maracaibo.
Entonces recuerdo que en esos paseos
él no podía ver una casa con jardín,
que estuviera solitaria en su espacio
externo, porque me hacía entrar, en
su compañía, con mucha mesura y
vigilancia, sencillamente para tomar
florecitas del lugar, que con frecuen-
cia eran trinitarias en enredaderas, o
flores de berbería de diferentes
colores, lo hacíamos y salíamos
apuradísimos, evitando cualquier
encuentro innecesario. Se divertía
con las cosas más sencillas y me ense-
ñaba a mirar los detalles de las calles
y la gente en su empeño por mi
adaptación a la nueva ciudad.
Muy pronto estuvo vinculado a los
eventos de la todavía Escuela de
Educación en Bárbula, donde yo pasé
a compartir mis responsabilidades de
las cátedras de Lenguaje y Comunica-
ción, con la coordinación de la
Extensión Cultural.
Tengo muy gratos recuerdo de aquel
entonces, donde la inventiva
superaba con creces a la posibilidad
de mayores recursos económicos, y
mamá era una cómplice de aquello,
encantada con participar ella
w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e
Aquiles Nazoa,
Laura Atillano
y Hermán Ramos.
también desde Maracaibo en lo que
inventábamos.
Una de las programaciones más gratas
fue la organización de una exposi-
ción, en la Biblioteca de la Escuela, de
juguetes tradicionales, desde la
perinola y las metras, a las muñecas
de trapo, los carritos de tabla, todo eso
pequeño, modesto y sencillo, que
formaba parte de la vida normal de
niños y niñas de Venezuela y del
mundo, en el grado de lo humilde,
producido en la casa y casi de la nada.
Mamá me hizo llegar una gigantesca
muñeca de trapo enviada desde
Cumaná, y ella misma claveteó
carritos, escaleritas, muñequitos
saltarines que dependían de un
sencillo mecanismo: pendiendo de
dos tablitas laterales que, al apretarse
en un toque, les llevaban a saltar la
cuerda.
Aquiles vino con una cierta frecuencia
a nuestra Escuela de Educación de la
Universidad de Carabobo, y disfrutaba
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mucho de esas locuras ocurrentes, hizo
amigos entre el mismo personal de aseo
y vigilancia de la edificación, todos lo
conocían y querían su autógrafo, y él
conversaba con la mayor sencillez con
cada uno. Y a las charlas sobre juguetes
tradicionales siguieron otras, pero
sobre personajes de alto calibre cultural
como José Martí o Simón Rodríguez.
Aquiles disfrutaba enormemente la
realización de sus exposiciones
explicativas, poéticas, llenas de
anécdotas que enriquecían los concep-
tos, y manejaba su fina ironía al
momento de hacer críticas, expresando
sus ideas.
Su labor constante en la investigación
de la historia, las costumbres del país,
el lenguaje y sus usos diversos, la
formulación de modismos populares, le
llevaban a incorporar a su hacer
Aquiles Nazoa en la vieja Escuela de Educación de la Universidad de Carabobo (UC).
Dibujo de Lourdes Armas a la muerte de Aquiles Nazoa, del 2 de mayo de 1976.
EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
creativo un sinnúmero de expresiones y
construcciones, a veces humorísticas,
que pronto se convertían en parte de
los asuntos más buscados por los
venezolanos que incursionábamos en
su obra.
Posteriormente tuvo, y tendría por
mucho tiempo, muchas otras razones
para vincularse a Valencia; su amistad
con Alecia Castillo, compositora,
directora y creadora de la Coral Infantil
de Valencia, y toda la gente agrupada a
su alrededor, fueron para Aquiles una
bella razón para visitar la ciudad,
manteniéndose en vínculo creciente
con los gestos y programaciones que se
inventaban, de hecho, el montaje de “El
Espantapájaros”, con la Coral, fue una
de las actividades fundamentales de es-
te grupo en conexión con la obra del
poeta, con el intelectual amoroso y
COMPAÑERO 7
sencillo que fue siempre Aquiles Nazoa.
Tuvimos el privilegio y la alegría de
viajar con Alecia en una gira del grupo a
los Estados Unidos con aquel montaje
de “El Espantapájaros”, y recuerdo
circunstancias muy gratas de esos
eventos en uno y otro lugar. Donde ya
el hecho de representar una obra de
Aquiles Nazoa nos parecía motivo de
aplauso.
Y lo que hacía Aquiles con Carabobo lo
hacía con muchos otros lugares de
Venezuela, porque si alguien amó a este
Muñecas de trapo
país fue precisamente él.
hechas por
Por eso nos resulta de gran importancia
que Venezuela celebre sus 100 años con Lourdes Armas
eventos en todas partes y recordando su para el libro
obra, retomando sus palabras y haceres, “Vida privada
porque si algún intelectual del siglo XX de las muñecas
lo merece es precisamente Aquiles de trapo”.
Nazoa.
Aquiles con Amanda y Diana (hermanas de Laura) y la sobrina de ellas, Claudia.
“DECLARACIÓN SUMARIAL” (1975)
En los tiempos de mi niñez yo deletreaba flores;
a los diez años ya dominaba perfectamente el arte de ver a algunas
gentes llorando en los jardines;
yo conocía a esa edad palmo a palmo los desolados territorios del
crepúsculo, lo mismo que los dolorosos nombres de aquellas ciudades
tan enormes y moribundas de balcones,
o sea las ruinas últimas de la tarde.
Yo era a los doce años como quien dice un técnico especialista en
ponerse uno muy sentimental cuando ve un caballo.
Solía en esa época sentarme a la orilla de un pozo que vivía en el
corral de mi casa,
allí mirando largamente el agua, sin moverme,
veía poco a poco que de mí no iba quedando sino la imagen de un
niño pensativo reflejada en el agua,
y en esa situación llegaba por ahí algún caballo sediento y se
bebía mi niñez con agua y todo.
Lo demás de este cuento es un asunto archisabido.
A los quince años fui empleado de una famosa tienda de modas,
con regocijo de todas las muchachas enamoradas que constituían la clientela.
Yo las amaba a todas, y a escondidas
les vendí al fiado y baratísimo el arco-iris por metros
motivo por el cual fui encarcelado por apropiación indebida;
me condenaron pues a pagar en un plazo de mil años el bien ajeno
de que dispuse,
más las costas del Mar Mediterráneo.
8 ARS POETICA EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
EL CREDO
DE AQUILES NAZOA
ILUSTRACIONES: CARLA RICCIARDELLI
C
reo en Pablo Picasso, todopoderoso, creador del cielo y de
la tierra; creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de
los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el
tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los
hombres; creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de
la vida perdurable; creo en los grillos que pueblan la noche de
mágicos cristales; creo en el amolador, que vive de fabricar estrellas
de oro con su rueda maravillosa; creo en la cualidad aérea del ser
humano, configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatién-
dose como una purísima paloma herida bajo el cielo del Mediterrá-
neo; creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente
debajo de la almohada de mi niñez; creo en la fábula de Orfeo, creo
en el sortilegio de la música, yo que en las horas de mi angustia vi al
conjuro de la Pavana de Fauré, salir liberada y radiante a la dulce
Eurídice del infierno de mi alma; creo en Rainer María Rilke, héroe
de la lucha del hombre por la belleza, que sacrificó su vida al acto
de cortar una rosa para una mujer; creo en las flores que brotaron
del cadáver adolescente de Ofelia; creo en el llanto silencioso de
Aquiles frente al mar; creo en un barco esbelto y distantísimo que
salió hace un siglo al encuentro de la aurora, su capitán Lord
Byron, al cinto la espada de los arcángeles, y junto a sus sienes un
resplandor de estrellas; creo en el perro de Ulises, en el gato risueño
ueño
de Alicia en el País de las Maravillas, en el loro de Robinson Crusoe,
soe,
en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta, en Beralfiro
lfiro
el caballo de Rolando, y en las abejas que labraron su colmena
dentro del corazón de Martín Tinajero; creo en la amistad comoo el
invento más bello del hombre; creo en los poderes creadores del
pueblo; creo en la poesía y en fin, creo en mí mismo,, ppuesto que sé
que hay alguien que me ama.
w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e
EL CREDO
SEGÚN EARLE
HERRERA
POR EARLE HERRERA
E
l Credo de Aquiles Nazoa ha sido escenificado, decla-
mado, copiado, imitado y recitado hasta lo increíble. Es
el rezo de la conocida oración católica desde la visión
y creencias del autor, quien fue religiosamente incrédulo y
artísticamente creyente, con su cofradía personal de dioses,
santos y ángeles. Su Credo es un testimonio artístico y, a la vez,
una ars poetica. Testimonio porque es la revelación de lo que
fueron cada uno de esos personajes en su vida y obra, cómo
lo marcaron y la influencia que ejercieron sobre su visión del
mundo y su espíritu creador. Ars poetica o “arte poético” porque
en su Credo, a través de los personajes, reales o ficticios, nos
ofrece su ética y estética del arte y la dimensión espiritual de
los seres humanos. Del Aquiles de carne y hueso y del creador
de una dimensión artística. Del mundo mágico y maravilloso de
Aquiles.
La oración religiosa, cualquiera que ella sea, desde el Padre
Nuestro hasta el Credo, no es un género literario, sin embar-
go, casi todas son de una gran riqueza formal y expresiva, en
algunos casos, poemas perfectos. De allí que su estructura,
versificación y retórica sean imitadas, parodiadas o parafrasea-
da
das por escritores y poetas de todos los tiempos. En cualquier
mo
momento, la preceptiva o la academia –qué más da– le buscan
un espacio en la convención literaria, la bautizan y la libran del
pe
pecado de alma en pena que vaga entre los géneros, desde las
be
bellas letras hasta el bolero o el tango. En el principio fue el verbo.
Lo
Los textos de la Biblia son denominados “sagradas escrituras” y
so
son, nada más pero tampoco nada menos, “la palabra de Dios”.
Im
Imitarlos pues, es una permanente tentación, no precisamente
de la carne, aunque en esta haya devenido el verbo. La escultura,
la pintura, la música, la literatura y el cine, se han inspirado en la
ora
oración y el rezo. Para resumir y no irnos muy lejos, un premio
No
Nobel latinoamericano, Pablo Neruda, recurrió a la forma y
estructura del Padre Nuestro en su “Canto a Bolívar”.
es
Ot
Otro Nobel, el novelista Miguel Ángel Asturias, en poema al
m
mismo héroe, imitó al Credo de los católicos. Imantados por el
pr
prócer americano, sólo con la dimensión ecuménica de esas
ora
oraciones podían plasmar su grandeza y su gloria. Más humilde,
nu
nuestro Aquiles Nazoa, con su Credo, solo quiso dejar testimo-
nio de quién es y en quién y en qué cree. Es una oración que
se puede leer o rezar, definido por la crítica literaria como un
po
poema en prosa. Es un acto de fe artística y un acto de amor. Al
fin y al cabo, creer es amar y amar es crear, “a riesgo de parecer
rid
ridículo”. O cursis. O romántico. Ya el gran nicaragüense, Rubén
Da
Darío, en su poema “La canción de los pinos”, nos pregunta y
se interpela: “¿Quién que Es, no es romántico?”. ¿En qué y en
qu
quién o quiénes cree Aquiles Nazoa?, el poeta de las cosas más
se
sencillas, El transeúnte sonreído (1945), El ruiseñor de Catuche
(19
(1950). Autor de un grueso libro de Humor y Amor (1962); de
po
poemas populares, de letras que armonizaron con la música del
fol
folklore venezolano; de piezas teatrales donde se dan la mano
el drama y el humor; de una abundante obra periodística y de
en
enjundiosos ensayos donde plasmó el testimonio de su amor
po
por su Caracas física y espiritual (1967); rezar con él su Credo es
un
una comunión de la que todos sus lectores queremos participar.
Y después
d echamos el cuento. Es lo que pretendo en las líneas
qu
que siguen, dar mi visión particular de los personajes exaltados
por Aquiles Nazoa en su Credo, mirarlos desde su oración y su
rezo. No pretendo biografiarlos, algo de lo que ya se encargaron
autores especializados en ese género y muchas enciclopedias,
incluida la “wiki” de internet, ese digital caldo morado. Oremos.
w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e
Mi encuentro con Aquiles
POR LUIS ALBERTO ANGULO
Un día le conté a un grupo de amigos
que había tenido la experiencia de ver
en persona al poeta Aquiles Nazoa en
una conferencia. Les narré mi vivencia
de ese día y ahora uno de ellos me pide
que escriba sobre eso a manera de
testimonio personal. La verdad es que
hace tiempo escribí algo, pero ahora
no encuentro el archivo. En la época
anterior a la PC, cuando escribíamos a
máquina, sólo una tragedia nos hacía
perder uno de esos trabajos, y cuando
sucedía era otra hecatombe.
Aquiles Nazoa escribía a máquina, por
cierto, y su bibliografía es enorme. No
era un hombre de estar perdiendo
textos originales por ahí, pese a que
tenía fama de distraído y regalaba a
sus amigos poemas tipiados por él
mismo, corregidos y firmados. Lo sé
porque la Coca Castillo nos facilitó
fotocopias de poemas que él le había
obsequiado y que publicamos en dos
ediciones del Suplemento Talión de
Valencia. Eso fue en 1977 en el
marco del Encuentro Cultural que se
hizo con su nombre en Barquisimeto
y que nosotros, en el grupo que
editaba ese suplemento, asumimos
amorosamente antes que nada,
aunque sabíamos quién lo aupaba
políticamente. El día de la instala-
ción fuimos a llevar nuestros
suplementos y nos salvamos de
chiripa de recibir una golpiza
porque comenzamos a distribuir el
suplemento entre los asistentes,
sin haber participado
partic p a nadie
de manera oficial. Lo que
pasaba era que nosotros
percibíamos a
Aquiles totalmen-
EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
te nuestro y no nos pasaba por la
cabeza que ese sentimiento pudiera
ser retenido por nadie.
Siempre nos gustó el humor serio que
practicaba, especialmente con la
poesía. Sin embargo, su poesía, no
específicamente humorística y mucho
menos circunstancial, es mi preferida.
Esto sin subestimar el aporte que él
realizó en la estupenda tradición
humorística venezolana, documenta-
da críticamente por el profesor Efraín
Subero. Me gusta más el humor de su
poesía no humorística, esa que él
llamaba, medio en broma, “seria”.
Balada de Hans y Jenny, Soneto a María,
Credo, Buen día tortuguita, o Mozart
comestible, son, a manera de ejemplo,
estupendos poemas que algunos
críticos pacatos no terminan de
entender porque resienten el toque
humorístico o social. Quizás por este
motivo otras propuestas críticas mejor
logradas establecen cierto paralelismo
de su obra con la del Tuerto López, el
estupendo poeta colombiano. Ignoro si
alguien ha hablado de igual manera de
su posible cercanía con la poesía del
francés Jacques Prevert.
En todo caso, en la poesía de Aquiles
Nazoa hay una gran desacralización
del concebido discurso poético de su
momento. El gran interés que muestra
siempre por la cotidianidad del
hombre, así como la forma directa,
sencilla y al mismo tiempo de gran
calidad expresiva con la que aborda lo
popular e histórico del país, le da una
indiscutible apertura en la conciencia
popular descolonizada. En efecto, la
poesía de Aquiles Nazoa, mucho más
allá de su ubicación como
humorista –que ya es un
mérito formidable–,
corresponde a una
categoría
ENCUENTROS 9
Autobiografía
Nací en la barriada El Guarataro,
de Caracas, el 17 mayo de 1920.
He estudiado muchas cosas, entre
ellas un atropellado bachillerato, sin
llegar a graduarme en ninguna.
conceptual más amplia y permanente,
como es la que impone su lenguaje He ejercido diversos oficios, algu-
denotativo, identificado a plenitud con nos muy desagradables, otros muy
el Decir. Esa corriente de la poesía de pintorescos y curiosos, pero ninguno
todos los tiempos en contradicción muy productivo, para ganarme la
permanente con las retóricas, los vida. A los doce años fui aprendiz en
formalismos y las manías literarias en una carpintería; a los trece, telefo-
boga. nista y botones del Hotel Majestic; y
Debe de haber sido a finales de la déca- luego domiciliero en una bodega de
da del sesenta cuando vino Aquiles la esquina de San Juan, cuando esta
Nazoa al Ateneo de Valencia, un esquina, que ya no existe, era el foco
caserón grande que tenía una gran de la prostitución más importante de
sala. No recuerdo de qué habló ese día, la ciudad.
pero sí de la manera cómo se expresa-
ba, sencilla, amena, brillante, aguda, Más tarde fui mandadero y barren-
con gracia y al mismo tiempo sobria. dero del diario El Universal, cicerone
Con un conocimiento profundo y no de turistas, profesor de inglés, oficial
sabihondo del tema. en una pequeña repostería, y director
Sin arrogancia, con paciencia e interés, de El Verbo Democrático, diario de
oyó a todos. Recuerdo la amplísima Puerto Cabello. Durante los últimos
intervención del poeta Pepe Barroeta diez años me he compartido entre
en la sesión de preguntas. Hasta yo me las redacciones de Ultimas Noticias,
atreví a preguntarle algo sólo por el El Morrocoy Azul, El Nacional, Elite y
deseo de participar de aquel momento. Fantoches, del que fui director.
Leía yo entonces un ensayo sobre la
alienación que había publicado la Alguna vez fui encarcelado por
Revista Zona Tórrida y le pregunté escribir cosas inconvenientes, pero
sobre ello. Dijo: “Es un viejo tema del esto no tiene ninguna importancia. A
hombre”, y no recuerdo más, pero sí cambio de ese pequeño disgusto, el
un cuento sobre alienados que nunca oficio me ha deparado grandes satis-
olvidé: “Un joven psiquiatra se encarga facciones materiales y espirituales.
del manicomio y, observando a los
pacientes recluidos, se fija en uno que Mi mujer y yo somos los dueños
se pasa con una oreja puesta en la del único tándem o bicicleta de dos
pared. Se le acerca y se pone como él pasajeros que existe en Caracas.
con una oreja en el mismo muro y le Muchos de los comentarios que este
dice al paciente: ‘Chico, ahí no se oye extraño vehículo suscita al pasar
nada’. A lo que éste le responde: ‘Sí, junto a los grupos de echadores,
doctor. Y eso es día y noche, noche y me sirven a las mil maravillas para
día’”. sazonar lo que escribo.
Entre las cosas que contó ya finalizan-
do su conferencia, algunas fueron de
orden personal, que le servían para
hablar del carácter del venezolano.
Contó que venía en su carrito por una
avenida de Caracas cuando desde un
enorme camión, al momento de un
pare obligatorio, el chofer de la
gandola le gritó: “¡Epa, vale, te la
compro!”, Aquiles le responde, “¿Qué
cosa me compras, chico?”. Y el
gandolero le dice: “Gua, la calle, la
calle, porque te la cogiste pa’ ti
solito”.
Reeditemos, como
homenaje centena-
rio, Poesía
cotidiana,
Los
poemas, Los
últimos
poemas de
Aquiles Nazoa,
Amigos jardines y
recuerdos, obras aún
poco conocidas.
10 LO SENCILLO EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020 w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e

Aquiles,
EXALTACIÓN DEL
PERRO CALLEJERO

aunque tú mueras…
Ruin perro callejero,
perro municipal, perro sin amo,
que al sol o al aguacero
transitas como un gamo
trocado por sarna la sarna en cachicamo.
Admiro tu entereza
de perro que no cambia su destino
de orgullosa pobreza
por el del perro fino,
casero, impersonal y femenino.
Cuya vida sin gloria
ni desgracia, transcurre entre la holgura,
ignorando la euforia
que encierra la aventura
de hallar de pronto un hueso en la basura.
Que si bien se mantiene
que aunque en nieblas de olvido igual que un viejo lord de noble cuna,
quede mi nombre extinto siempre gordo, no tiene
como tú la fortuna
sepa al menos el mundo de dialogar de noche con la luna.
Mientras a él las mujeres
que fui un muerto distinto le ponen cintas, límpieles los mocos,
tú, vagabundo, eres
–privilegio de pocos–
POR WILLEY PEÑUELA
amigo de los niños y los locos.
Y en tanto que él divierte
–estúpido bufón– a las visitas,
¿Extinto? ¿Cómo pudo este hombre imaginar, incluso en chanza, recitar en las tertulias. Hace falta dominio de la técnica, presencia
a ti da gusto verte
que sería apenas recordado por su muerte? estética.
Hemos venido a honrar su poderío creador, la llana pretensión de Como todos los poetas fundamentales, Aquiles no estuvo ajeno a la con qué gracia ejercitas
su lenguaje, lo hermoso de sus formas discursivas, su crítica, su crítica social, con la cual siempre, a lo largo de su extensa obra, su tus dotes de Don Juan con las perritas...
ética. Su síntesis potente, su amor a la estética, sus letras desde el perspectiva se parcializó con lo popular. Como un dedicado Can corriente y moliente,
pueblo y para el pueblo. jardinero, Aquiles también cultivó lo florido y multicolor de las nombre nadie te dio, ni eres de casta;
Aquiles vivió su época de escritor viendo surgir y resurgir vanguar- tradiciones venezolanas.
mas tu seguramente
dias literarias europeas que, por lo general, se proponían rupturas Al relatar un hecho ocurrido en cualquier esquina de nuestro
de los cánones establecidos mediante manifiestos teórico-literarios territorio, Aquiles reivindicaba siempre alguna tradición local, dirás iconoclasta:
y posturas filosóficas. alguna característica popular; o bien hacía alguna crítica, casi siem- –Soy simplemente perro, y eso basta.
Mientras por allá se entrompaban los poetas malditos, desde alguna pre desde el humor inteligente, ese que no se basa en la ofensa y la La ciudadana escena
sala de Redacción de Caracas, o en su casa, Aquiles prefirió escribirle opresión, sino en el hábil recurso de contrariarnos con nosotros cruzas tras tu dietético recurso,
un pequeño canto al burro; o dedicarle, con preciosa musicalidad, mismos. libre de la cadena
unos versos a un perrito que osó morderle dos días antes. El otro elemento que en este breve y modesto homenaje pretendo
del perro de concurso
La trascendencia entonces de aquel escritor, jamás extinto, radica rescatar es su poder de síntesis. Es impresionante cómo el poeta
precisamente en que no fue un militante de las poses literarias. Su “de las cosas más sencillas” tenía el poder de sintetizar tanto, en que ladra como haciendo algún discurso.
discurso estuvo signado por la cotidianidad, usó palabras que usaba tan breves palabras. Hablando de dos animalitos, o de uno, Aquiles Y aunque venga un tranvía,
el pueblo, no escribió para las élites que encuentran placer en lo tenía la fuerza de expresar con una impresionante habilidad, su qué diablos, tú atraviesas la calzada
indescifrable. De tal modo, Aquiles no se escondía, su literatura era postura ideológica y filosófica sobre asuntos que a los académicos con la filosofía
antónima de lo hermético. A lo largo de su trayectoria literaria, les podría llevar varios tomos de argumentación, y a los políticos,
riente y desenfrenada
jamás se distanció de lo popular, de lo que lo constituyó y de lo que encarnizados debates y divisiones históricas. He aquí un ejemplo:
él mismo siempre fue: parte del pueblo venezolano. del que al todo perder, no pierde nada.
Entonces, lo llano de su lenguaje y lo accesible de su poesía
también se combinaban con una absoluta profundidad, con una
tagiosa
postura filosófica, dejando escurrir entre sus letras una contagiosa
FÁBULA CON LORO
animosidad. Aquiles fue un cultor que rendía cultos al ser
venezolano, sus letras son un constante homenaje a nuestro o A lal fuerza bruta del toro
pueblo y sus peculiaridades exhiben una manera hermosa de
quiso oponer el loro
qu
contemplar la vida que tenía el autor.
A la combinación de características anteriormente descritas, s, ““laa desarmada fuerza de la idea”,
“l
se le suma un genial dominio de la técnica literaria para y aapenas comenzada la pelea,
escribir décimas, sonetos y cualquier otra estrofa, versos a aunque vertió sapiencia por totumas,
au
montón y con mucho sentido, creaciones originales ahora
imprescindibles y jamás extintas.
del loro no quedaron ni las plumas.
de
Un buen amigo y escritor contemporáneo siempre destaca en Así muy noble, justa y grande sea
As
a,
sus talleres literarios este aserto cortazariano: “En literatura, si no tiene a la mano algo macizo,
las buenas intenciones no bastan…”. Es decir, para la por si sola, lector, ninguna idea
po
literatura no basta la teoría o una postura ideológica muy
bien definida, tampoco basta tener la pretensión de ser sir
sirve para un carrizo.
escritor ni comprarse bufandas y gorros italianos para salir a
w w w.c i u d a d v a l e n c i a .c o m .v e EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
“Así habla la gente,
como dice Aquiles”
POR RAMÓN NÚÑEZ
Allá por 1978, al fin, pude yo comprarme la edición
de “Humor y Amor” de Aquiles Nazoa, la de
caratula blanca, porque la primera que yo había
conocido y leído era una de tapa dura roja, en casa
de un compañero de estudios; una de las tantas
cosas que quedaban allá de un tío, junto con una
guitarra, innumerables novelitas vaqueras de
Marcial Lafuente Estefanía y también el Repertorio
Poético de Luis Edgardo Ramírez.
Alguna vez, la verdad, pasó por mi mente la idea de
robarme aquel libro, pero que va, eso en aquella
casa hubiera sido un sacrilegio demasiado evidente,
era un libro que andaba de mano en mano, es decir,
en las de la abuela, la mamá, dos tías y también en
las de la prima y la hermana de mi amigo, contem-
poráneas nuestras, bromistas y desenvueltas (y
hermosas), y quienes en cualquier momento se
ponían a declamar cualquier cosa de Aquiles, por
ejemplo, siempre recuerdo aquello de: A propósito,
Señor,/ empeñado en sostener/ hoy con vos una entrevista,/
por aquí estuvo el nudista/ que fabricasteis ayer…, tras lo
cual aquellas dos muchachas se partían de la risa
contagiando a todos en aquella casa.
Es más, hasta se ponían a ensayar algunos de los
“teatros para leer”, como aquel de “Niñita tocando
piano o quien fuera sordo”, repartiéndose varios
roles entre ellas o inmiscuyendo a alguna tía, que
estuviera de paso por ahí rumbo al jardín o yendo a
colgar la ropa lavada en la cuerda del patio, o hasta
a la abuela allá en su mecedora, en fin, aquello era
un momento de comedia desenvuelta, que yo,
penoso habitual para estas cosas de cantar o actuar,
eludía observándolas con disimulo desde el cuarto de
mi amigo, un cuarto luminoso y amplio, adonde nos
íbamos a estudiar.
Al final de todo aquello, de todas aquellas risas que
contagiaban hasta al perro, saltando alegre tras las
muchachas, siempre quedaba rebotando por ahí, en
boca de cualquiera, la expresión: “Así habla la
gente…”, con lo cual querían enfatizar, que eso que
leían de Aquiles en aquel libro se parecía a nosotros,
a nuestras casas, al bodeguero de la esquina, a las
chismosas de siempre, a las costumbres de todos
desde los tiempos en que, como decía a veces mi
papá: “…Se amarraban los perros con longaniza”, que
uno no entendía muy bien, pero que también eran
“los tiempos de María Castaña”, o sea, tiempos de
carretas tiradas por burros y donde no había ladro-
nes, así que “se podía dormir con la puerta abierta”…
De todo eso daba para hablar lo que uno leía en aquel
libro de Aquiles Nazoa, en el “Humor y Amor”, como
le decíamos a secas: “Mira, ¿quién tiene el ‘Humor y
Amor’…?”, que después fue pasando de mano en
mano también en mi casa y llenándola de risa, y
llenándome a mí la fantasía de que tal como pasaba
en casa de mi amigo, yo podría atreverme en mi
colegio, durante la semana aniversario, a montar una
de aquellas piezas de Aquiles, digamos: “El arrocito
de las López” o “Los seres superiores o a quien no le
haya sucedido alguna vez, que levante la mano”…
En mi fantasía yo me atrevía, reclutaba a los actores,
dirigía los ensayos y también asumía uno de los roles
principales, por ejemplo, yo tenía que ser, sin duda,
“El Ser Superior”, ese era mi papel, yo tenía bien
claros los énfasis de voz, las expresiones apropiadas,
los gestos, en fin, todo lo necesario para que el colegio
todo “se cagara de la risa” conmigo. Del “Arrocito de
las López”, mi papel tenía que ser el del “Hombre de la
Casa”, ese me cuadraba al pelo, como se dice…
Lo que sí observaba yo en aquellos parlamentos, a
pesar de la vigencia indiscutible de la penetración
sociológica de Aquiles Nazoa, es que había que
“modernizar” algunas cosas; por ejemplo, ya nadie
decía por entonces “arrocito” para referirse a una
fiesta de barrio, aunque sí se le seguía diciendo
todavía “arrocero” a cualquier “coleado” en las
fiestas, esos que llegan sin invitación y comen y
beben más que el dueño de la casa.
Tampoco se decía ya “guasón” para referirse a los
bromistas y ya la palabra “cuerdita” estaba cada vez
más en desuso a la hora de referirse a “los panas de la
esquina”. Así que en mis imaginaciones de director
teatral yo me atrevía a “corregirle la plana” a Aquiles,
pero sin sentir que por ello cometía un sacrilegio, yo
sentía dentro de esa fantasía mía que Aquiles me
entendía, que aprobaba mis sugerencias, como
cuando la esposa del “Ser Superior” le dice, empezan-
do la primera escena: ¡Fo, mi madre! ¡Qué hedentina a
tabaco!... Déjame botar este cenicero, que ya está hasta el
tope. (Va a hacerlo sin parar la conversación). Y luego vas a
acostarte a mi lado, y me paso toda la noche respirando ese
terrible olor a cobre de cornetín que te deja el tabaco...
TEATRAL 11
Definitivamente, ya para principios de los años ‘80
del siglo XX (pensaba yo) nadie que no fuera la
abuela de uno iba a decir: “¡Fo!” para expresar
disgusto por un mal olor, eso había que moderni-
zarlo; así también aquello de “hedentina” y lo de
“cobre de cornetín”, no, definitivamente había que
buscar expresiones de moda (aunque no por ello
me refiero a las de mal gusto) para darle actualidad
a Aquiles, simples detalles, en el entendido de que
no otra cosa hacía él, día tras día, en sus recorridos
por Caracas montado en su tándem junto a su
esposa María.
Atento siempre Aquiles a cómo hablaba la gente en
confianza, a cómo hablábamos popularmente en
medio de nuestras más cotidianas costumbres, las
más sencillas… así me imaginaba yo pues aquella
puesta en escena que nunca llevé a cabo, pero
ensayando sin parar mis parlamentos (en tantas
relecturas del “Humor y Amor”), especificándole a
fulana y a fulano, mis actores de allá del colegio,
cómo debían comportarse en una determinada
escena; aunque ya la verdad Aquiles no dejaba
lugar a dudas en cuanto a eso, pero sí que aprobaba
mis observaciones, me daba palmadas afectuosas
en la espalda y me decía: “Sí, vale, de acuerdo, así
son las cosas ahora, así habla la gente, chico”.
LA VIDA COTIDIANA
Levantarse temprano, cepillarse los dientes
y tomar, si lo han hecho, dos sorbos de café;
Discutir de dinero con todos los parientes;
Irse para el trabajo, probablemente a pie.
Volver al mediodía, comerse unos calientes
macarrones en sopa y un grasiento bistec,
mientras la esposa informa que el tres de los corrientes.
Cumple un año –y no tiene zapatos– el bebé.
Saber que de repente se ha muerto algún amigo,
ir al cine a ver cosas que no valen un higo;
ponerse los domingos un flux de casimir.
Y seguir dando vueltas, como el burro a la noria,
en torno de la misma, ¡siempre la misma historia!
Qué ciencia tan sencilla la ciencia de vivir.
12 MILITANTE
AQUILES NAZOA
Y LOS PODERES CREADORES
DEL PUEBLO
POR CHRISTIAN FARÍAS
A
cien años de su nacimiento (17 de mayo de
1920) y cuarenta y cuatro de su partida física
(25 de abril de 1976), el poeta Aquiles Nazoa
sigue vivo en quienes no cesamos de leerlo.
Su obra literaria se mantiene erguida, igual que su
personalidad, en el mejor sitial como lo es el corazón,
el sentimiento y la sensibilidad de quienes formamos
parte del pueblo lector. Si bien las comparaciones
generalmente resultan odiosas, asumo desde mi
subjetividad que la popularidad de la poesía de Aquiles
Nazoa ocupa el primer lugar, por encima de todos
nuestros más insignes poetas que merecen igual
respeto y consideración.
Esto es importante decirlo porque nos coloca en el
tema recurrente acerca de la función histórica
socio-cultural y política de la literatura y del arte en la
sociedad y en la vida cotidiana de la gente; particular-
mente, el arte de la poesía que es, de hecho, el más
antiguo de la cultura planetaria.
La poesía es, en estricto sentido etimológico, un acto
o un proceso de creación estética verbal. Es la palabra
jugando o reinventándose a sí misma para generar o
crear nuevos sentidos en esa relacion díalógica
primordial entre el creador del poema y el lector que lo
decodifica, según su particular sensibilidad y entendi-
miento. De manera que, como lo afirma Gadamer
(1990), la poesía es diálogo permanente, pues, sin el
lector el poema sencillamente no existe. Desde esta
perspectiva, uno podría decir que la poesía de Aquiles
ha tenido y seguirá teniendo una existencia muy
propia y profundamente arraigada en la dialógica de
todos los estratos sociales de nuestro país y más allá de
sus fronteras. Ante ese fenómeno de la popularización
EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
del diálogo poético que pone en
evidencia la popularidad de la obra y su
autor, independientemente de los
cambios en el transcurso del tiempo,
cabe preguntarse lo siguiente: ¿Por qué
y cómo una obra poética logra esa
permanencia prolongada en el gusto
del público lector?
La respuesta la encontramos en dos
autores fundamentales de nuestra
literatura: Ludovico Silva (1987) y
César Rengifo (1978). En su prólogo a
la “Antología de poemas populares de e
Aquiles Nazoa”, Ludovico Silva nos
dice que Aquiles: “Ha sido el único
poeta venezolano que habló directa--
mente a los desheredados, a los
marginales, a los miserables y
también a esas clases medias que
tienen un pie en el barro y el otro en
el primer peldaño de la escala social”.
(p. 5). Efectivamente, esta antología reúne más de 150
textos de múltiples temas, imágenes o estampas que
funcionan como gritos, huellas, marcas o testimonios
de la pobreza y la miseria social, la rivalidad, la
competencia, la alienación y, por supuesto, el humor y
el amor como los dos sustratos inequívocos del
conocimiento, la imaginación y la grandeza del poeta,
plasmadas en ese universo poético que hoy es referen-
cia obligada de nuestro patrimonio cultural.
Es importante también destacar que Aquiles no
pertenece a lo que se conoce como poetas sociales,
principistas, doctrinarios o políticos, en esos sentidos
tan limitados y estereotipados. Ludovico describe su
perfil de la siguiente manera:
“El cuenta las cosas que ve, entretejiéndolas de ironías,
pero eso sí: se trata en sus versos de dignificar a los
miserables y ridiculizar a los poderosos. En lo político,
por lo demás, su actitud fue siempre claramente
progresista. Uno de sus mejores libros, Los poemas
(1961), está dedicado al Primer Ministro cubano Fidel
Castro” (p. 6).
Pero, más allá de la poesía en versos rimados o en
prosa, Aquiles asumió tambien el teatro; pero no en su
forma tradicional y compleja en su contenido, la
extensión, la trama, el conflicto, las personificaciones, el
desenlace y fin; sino en un formato corto, versificado y
centrado en el humor, obteniendo un resultado altamen-
te satisfactorio. Hoy es frecuente ver en nuestras
escuelas, liceos e institutos universitarios, las puestas en
escenas de esta minidramaturgia versificada, cuyo valor
estético lo define y describe muy bien nuestro dramatur-
go César Rengifo cuando nos dice: “Su literatura
dramática compromete al lector a fijar posiciones, a
meditar y asumir también una actitud crítica; aun en
aquellas piezas cuyo contenido es puramente anecdóti-
co, el escritor deja acentuada la eterna contradicción
entre el bien y el mal, lo feo y lo bello, lo sublime y lo
chato” (p. 10).
Indudablemente, toda la minidramaturgia versificada de
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Aquiles se concentra y está á sustentada en la contradic-
ción dialéctica que rige el comportamiento t de la vida
social y biológica en general del ser humano. Igual-
mente, Rengifo nos advierte que “esa literatura
dramática para ser leída esencialmente, adquiere con
Nazoa tal peculiaridad que parece, a veces, que él la
hubiese inventado. Pero si no la inventó, le proporcio-
nó mediante su maravillosa taumaturgia, un acento
tan propio, un jugo tan vernáculo y al mismo tiempo
universal, que la impregnan de novedad y eso le
proporciona su singularidad” (p. 14).
Siempre he conservado en mi memoria la imagen
viva de cuerpo entero de nuestro poeta eterno Aquiles
Nazoa cuando tuve la fortuna de verlo y escucharlo en
el antiguo Ateneo de Valencia, no recuerdo exactamen-
te si en el año 72 o 73 del siglo pasado. Ya lo conocía-
mos a distancia, en la pantalla del televisor con su
programa “Las cosas más sencillas”.
Yo era muy joven y me estaba iniciando en la lucha
revolucionaria de la que Aquiles ya era una gran figura
emblemática como intelectual, humorista y poeta de la
revolución. Participó en la resistencia contra la
dictadura de Pérez Jiménez y por eso formó parte de
los exiliados. Igualmente, estuvo en la disidencia
política de la democracia formal representativa del
pacto de Punto Fijo, siempre identificado con la lucha
revolucionaria desde su oficio de periodista, poeta,
humorista e intelectual orgánico de su comunidad, el
barrio El Guarataro de Caracas.
Su imagen de trovador con voz melódica muy
particular junto a la gestualidad de sus manos, su
rostro y su cuerpo de hombre revestido de la humildad
y dignidad de su pueblo, es imborrable y forma parte
esencial de lo que él mismo instituyó con el título de su
ibro más célebre e inmortal: “Humor y Amor de
Aquiles Nazoa”.
Igualmente, recuerdo cuando yo estaba en un
Congreso de estudiantes del Movimiento Político
RUPTURA, en la ciudad de Mérida, y nos llegó la noticia
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del trágico accidente automovilístico donde nuesto Aquiles,
el del humor ligero, perdió la vida. Vivió 56 años de esfuerzo
familiar, de trabajo y estudios productivos, de creación y
constuccion intelectual literaria y política, de reafirmación
de la identidad popular y las cosas más sencillas, desde el
compromiso militante con la revolución liberadora y
socialista.
Desde esa condición de intelectual orgánico muestra su
sensibilidad profunda e indestructible, su militancia en la
ética del Bien y la moral de la dignidad, que lo consagran
como el gran poeta de la lealtad al pueblo, a sus mejores
costumbres y tradiciones. Todo eso está condensado en su
poema más profundo y universal, El credo, con el cual
trasciende todos límites y fronteras que oprimen al ser
humano.
Finalmente, como testimonio de su trascendencia política,
es importante recordar que, en el mes de julio de 1977, se
realiza en Barquisimeto, estado Lara, el Encuentro Nacional
por la Defensa de la Cultura “Aquiles Nazoa”, iniciativa
impulsada y organizada por la gente del PRV-RUPTURA, pero
con gran amplitud unitaria que logró un buen éxito en
asistencia, participación y compromiso. En ese encuentro se
acordó la creación del Movimiento de los Poderes Creadores
del Pueblo “Aquiles Nazoa”, que se proyectó con sus siglas
MPCPAN
Luego, en el año 1978, se realizan dos Encuentros
Nacionales muy significativos: el de los estudiantes y jóvenes
en Mérida y el de los trabajadores aquí en Valencia. Quiero
destacar que el MPCPAN pone en marcha esta iniciativa en
Valencia por ser la ciudad industrial de Venezuela y con base
en la Unidad y la Independencia del Poder Creador de los
Trabajadores, del 13 al 15 de octubre de 1978.
Aún conservo en mis archivos documentos y ponencias de
este evento que nos tocó organizar con entusiasmo, pues,
sentíamos con mucha fe y profunda convicción lo acertado
de la identificación de toda nuestra labor revolucionaria con
ese extraordinario legado de nuestro gran poeta Aquiles
Nazoa.
Su poema El credo se había convertido en nuestra herramien-
ta eficaz, en nuestro estandarte, para abrirle nuevos cauces a
la lucha de las fuerzas revolucionarias que venían de la
derrota de la lucha armada. Valencia se convirtió en esos días
en un nuevo faro, en un nuevo punto de luz bajo la inspira-
ción del poema más emblemático y consagratorio de
nuestro gran Aquiles Nazoa.
EDICIÓN EPECIAL / VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020
DOCTOR Y COMIENDO HERVIDO (TEATRO PARA LEER)
Comedia dramática de sano contenido venezolanista,
inspirada en las que escriben los señores Leopoldo Ayala
Michelena, Pepe Pito y otros conspicuos representantes del
Nacionalismo Sano.
ACTO ÚNICO
Lujoso salón en casa de una familia acomodada de Caracas.
Al fondo hay una ventana con moldaduras de yeso dorado,
a través de la cual se ve la ropa tendida en el corral, una
mata de lechoza y una escalera vieja, que las gallinas han
cogido para dormir. Encima de la ventana, presidiendo toda
la estancia, se ve un gran cuadro del Corazón de Jesús con el
marco recargado de bombillitos de colores que en conjunto
forman la bandera venezolana. A derecha e izquierda,
respectivamente, hay una pianola recubierta con un mantón
de Manila y una máquina de tejer capelladas pintadas al
óleo. En el centro, un juego de recibo formado por seis sillas
negras con pañitos de pabilo en los espaldares. Tanto las
dos escupideras de porcelana que se ven junto a la pianola,
como la de cobre que aparece entre las patas de la silla, son
elegantes, pero sin ostentación. Al levantarse el telón aparece
Rufo tusando un gallo junto a la pianola. Entra Teobalda, su
esposa, con el cabello suelto y chorreando agua. Colgado del
hombro carga un paño de mano emparamado que parece
un pedazo de panza. Tiene la boca llena de horquillas y viene
peinándose con una peineta a la que le faltan todas las
piedritas y como cinco dientes.
RUFO: ¡Cónfiro, negra, que rebuenamoza estás! ¡Tas como
sancocho ‘e gallina robá!
TEOBALDA: Guá naturarmente, ¿no ve que me bañé? Pero
no como se baña la gente ahora, con tanto periquito que ha
traído el modelnismo y las ideas disorvente, sino un baño a
la criolla: con totuma cosechá en la casa, su buena batea de
agua quebrantá, su buen estropajo y en vez de jabón de olol
concha e parapara fresca. Lo mismo que esas tales flicciones
de agua ‘e Colombia qiusan ahora, yo no masco de eso. Una
mujel honrada y de su casa con lo único que debe fliccionarse
es con aguardiente de arraclán.
RUFO (olfateándola): Aaaaahhhs, que bueno güeles, mujé…:
Mejor será que no te sigas dando esos baños antes que yo
haiga salío. ¿No ves que no voy a podé dil a mi gufete de
bogao por quedalme güeliéndote? Aaaaaaahs… Con ese
olor que tienes parece que el maraquito va perdé su puesto
pronto.
TEOBALDA: Tú lo dirás jugando… Pero… (Agachando la
cabeza). Ya como que lo perdió…
RUFO: ¡Cómo! ¡No me digas! Ahora caigo: Esas eran las ganas
de comer arenque con arepa piche que tenías anoche. ¡Dame
acá un beso manque sea para que ese sel que llevas en las
entrañas vaya sabiendo desde chiquito lo que es el veldadero
amol.
TEOBALDA: Ay, chico. Déjame, que se me va a abrí la
batebaño…
RUFO: ¿A que no sabes de qué me toy acordando ahora?
TEOBALDA: ¿De qué, chingo jediondo?
RUFO: Del día que nos conocimos. Ese día también te habías
bañado! Pero esto hay que celebrarlo. (Llamando) ¡Casimira!
CASIMIRA (entrando): Señol.
RUFO: Vaya a la esquina y traiga un garrafón de guarapita.
CASIMIRA: ¡No jile, dotol! ¿Va a empezá a echase palos tan
temprano?
RUFO: Eso no es cuenta suya. ¡Haga lo que le ordeno y le dice
a Domingo que me mande el recibo a mi gufete!
SUBE EL TELÓN 13
CASIMIRA (saliendo): Ta bien, dotol. Si me va a pegá no me
regañe… ¡Cónfiro, estos ricos de Caracas sí que rajan caña, y
eso qui qui que son de arculnia!
RUFO: ¡Qué mujer tan entrépita! Eso también lo ha traído el
modelnismo. Con esa fulana ley del trabajo, los empliados se
cren que ellos son los jefes y no respetan a naiden. ¡Cuándo
en mis tiempos! En mis tiempos los sirvientes se criaban
en la casa desde chiquitos como los cochinos, y le pedían la
bendición a uno.
(Entra Nicasia)
NICASIA: Dotol, que manda a decí la cocinera que con qué se
quiere desayuná.
RUFO: Dígale que con hervido y carato de acupe porque para
eso soy venezolano.
NICASIA (para irse): ¡Así es que es, mi pico ‘e plata! Asina es
que a mí me gusta trabajá. No con gentes que porque tienen
modo no comen sino cosas musiúas.
RUFO: Tiene razón, Nicasia. El peor defecto de los
venezolanos es que nos gustan mucho las cosas esóticas. (A
Teobalda). Bueno, ¿y por dónde anda doña Eufrosina?
TEOBALDA: En el corral la dejé curando la papuja, que como
que tiene pepita.
RUFO: ¿Y ya se dio su fricción de unto?
TEOBALDA: ¿Quién, la gallina?
RUFO: No, niña. Tu mamá.
TEOBALDA: ¿Y no te digo que está como una zoqueta con
los animales? Figúrate que como la gallineta puso hoy por
primera vez, se le salieron las lágrimas.
RUFO: ¿A quién, a la gallina?
TEOBALDA: No, niño; a mamá.
(Entra doña Eufrosina)
RUFO: ¡Por fin llegó la viejita, cará! Y se ve rebuenamoza hoy.
DOÑA EUFROSINA: Es que acabo de tomar un baño de
asiento.
RUFO: ¿Y por fin pudo agujerearle las orejas al gato para
ponerle los lacitos?
DOÑA EUFROSINA: Que va, mijito. Ese bicho es más mañoso
que un yesquero.
TEOBALDA: Bueno, mamá, siéntate un ratico aunque sea.
DOÑA EUFROSINA: ¿Yo sentarme aquí? No, niña. Para el
corral a curar mis gallinas es que voy otra vez. A mí estas
salas modernas me asfixian. En su construcción vanguardista
y audaz son frías y tristes. Se diría que carecen de alma: por
ninguna parte encuentra usted un arraclán, ni una escupida
de chimó, ni una arepa clavada detrás de la puerta, ni nada
que hable a los sentimientos de uno el venezolano. ¡Cuándo
en las casas de antes! Recuerdo que la primera vez que
encontré una rata dentro del vernegal se me salieron las
lágrimas.
RUFO: ¡Esta viejita sí es venezolana! ¡Por eso es que a mí me
gusta esta viejita, cará! (Saca una bandera venezolana toda
desteñida, y los tres personajes se envuelven en ella). ¡Vamos
a tirarnos un mondongo pa’ celebrá esto!
TODOS: ¡Viva Venezuela! ¡Abajo lo esóptico y er modelnismo!
TELÓN DE COLETA
VALENCIA 17 DE MAYO DE 2020 Ciudad VLC Redacción: 0241-8588722

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