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Autores
Freddy Álvarez
María Adriana Mato
Julio Santamaría
Juan Cheaz
José de Souza Silva
Portada y diagramación
Nela Meriguet Martínez -lacazadora-
ladiana8@hotmail.com
ISBN-9978-44-622-2
Prefacio ...................7
Introducción ...................11
Capítulo1
Contexto cambiante ...................21
Capítulo 2
El marco orientador de la Red Nuevo Paradigma para
cambiar las personas que cambian las cosas ...................47
Capítulo 3
Las huellas de la Red Nuevo Paradigma
en los tres estudios de caso ...................75
Preámbulo .................203
Huellas y no impactos .................206
Las huellas que dejó la Red Nuevo Paradigma .................216
Las huellas que han dejado las personas
y las organizaciones en la interacción con la Red .................223
Las huellas sobre el arte de cambiar las personas
que cambian las cosas .................228
Capítulo 5
Conclusión .................233
Los “Anormales” de
la Red Nuevo Paradigma .................233
EL ARTE DE CAMBIAR LAS PERSONAS QUE CAMBIAN LAS COSAS
AGRADECIMIENTOS
La Red Nuevo Paradigma no es constituida por un cierto grupo de
expertos que interactúa con un grupo limitado de “afiliados” que juntos
conforman un “club de amigos”. La Red en América Latina es una red de
compromiso constituida por todos los actores sociales e institucionales
que comparten ciertas ideas y valores, principios y promesas, diagnósti-
cos y propuestas, independiente de su vínculo formal con la dimensión
organizativa de la Red. Por un lado, muchos de los que integran la Red no
saben de su existencia, porque la Red no es una organización formal
cerrada, cuyo acceso exige procedimientos formales. Pertenecer a la Red
no es un acto formal, es un estado de conciencia comprometido con cier-
tas preguntas, desafíos y esperanzas de la humanidad que coinciden con
las preguntas, desafíos y esperanzas de la Red. Por otro lado, los que
impulsan la Red en la región tampoco conocen a todos los que se sienten
parte de ella, porque los espacios de interacción y los actores que se acer-
can a dichos espacios se multiplican más allá del conocimiento de la
dimensión organizativa de la Red.
Por lo anterior, es muy difícil agradecer a todos los que han colabo-
rado en el aprendizaje y las transformaciones de la Red Nuevo Paradigma
a lo largo del tiempo. Eso nos presiona a hacer un agradecimiento colec-
tivo a todos los que directa e indirectamente han interactuado con las
ideas, valores, creencias, conceptos, propuestas, publicaciones y otros
aspectos de la Red, y que se han sentido identificados con sus marcos de
referencia y sus aspiraciones. Estos actores están también dejando hue-
llas, que pasan a ser huellas de la Red, porque comparten ciertas carac-
terísticas comunes. Sin embargo, para el caso particular de este libro, hay
actores sociales e institucionales cuya contribución ha sido definitiva para
su publicación.
Entre los actores institucionales, el Instituto Internacional de
Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) coordinó la actividad a
nivel regional, y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación
(COSUDE) aportó los recursos financieros suficientes para viabilizar el
esfuerzo. En varios países -Costa Rica, Cuba y Ecuador- algunas institu-
ciones participantes liberaron sus talentos para coordinar la actividad: en
Costa Rica, la Universidad de Costa Rica (UCR), en Cuba, el Sistema
Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica Agraria (SINCITA), del
Ministerio de la Agricultura (MINAG), y en Ecuador, la Universidad Central
del Ecuador (UCE).
A todas las instituciones co-auspiciadoras del esfuerzo, nuestros
agradecimientos por su apoyo imprescindible. Estos agradecimientos son
extensivos a las mujeres y hombres que participaron del estudio, en la
condición de coordinadores del esfuerzo y en la condición de proveedores
de información y de experiencias asociadas a su participación en los
esfuerzos de la Red de manera más amplia.
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EL ARTE DE CAMBIAR LAS PERSONAS QUE CAMBIAN LAS COSAS
PREFACIO
Si una cosa es “una cosa” y otra cosa es “otra cosa”, como suele dis-
tinguir la propia Red Nuevo Paradigma para la innovación institucional en
América Latina, cualquier intérprete atento puede concluir que la Red
anda en “otra cosa”. En nuestra opinión, esta distinción interesa a los gru-
pos subalternos que contribuyen a la construcción de “otro” mundo, posi-
ble y necesario.
En el mundo de la innovación para el desarrollo abundan los proyec-
tos de innovación tecnológica mientras escasean los proyectos de innova-
ción institucional. Sin embargo, una nueva onda de innovación en la
región anuncia que las instituciones son importantes para la sostenibilidad
del planeta, significando solamente la sostenibilidad del mercado interna-
cional. Este “fortalecimiento institucional” fue creado por la institucionali-
dad global oficial que actúa a través de agencias multilaterales, como el
Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la
Organización Mundial del Comercio (OMC) al nivel global, y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) en la región. Orientando la nueva onda
de la innovación institucional está la corriente teórica neoliberal de la “eco-
nomía institucional” (institutional economics), que complementa la corrien-
te teórica de la “economía del desarrollo” (development economics). La
gran mayoría de los proyectos de fortalecimiento institucional que surgen
a partir de esta onda de innovación promovida por el BM, FMI, OMC, BID
y otros, dirigen su esfuerzo hacia el fortalecimiento de las instituciones
asociadas apenas al mercado, en un intento desesperado por salvar la
agonizante modernización neoliberal que intenta reestructurar a las socie-
dades para servir al mercado.
La Red Nuevo Paradigma enseña que, cuando “una” cosa es dife-
rente de “otra” cosa, se hacen necesarios marcos de referencia y criterios
orientadores para distinguir una cosa de la otra. No es lo mismo pensar el
futuro de la agricultura desde la ciudad de Puerto Seguro, estado de
Bahía, Nordeste de Brasil, donde tuvo su inicio la colonización portugue-
sa, que desde Lisboa, en Portugal. Tampoco es lo mismo pensar el futuro
de la humanidad desde Bagdad en Irak que desde Washington en los
Estados Unidos, desde Chechenia que desde Moscú en Rusia, desde los
Países Vascos que desde Madrid en España, o desde Belfast que desde
Londres en Gran Bretaña. Por su singularidad histórica, material y cultu-
ral, en diferentes lugares los grupos sociales cultivan distintas formas de
ser, sentir, pensar y hacer, porque sus historias, experiencias, aspiracio-
nes y saberes, son diferentes. Una injusticia abominable es el intento de
homogeneizar -para controlar y explotar- la realidad material y simbólica
de ciertos grupos humanos (como la homogeneización de las reglas de la
economía, la inversión y la innovación a través de “Tratados de Libre
Comercio”-TLCs), porque eso invisibiliza sus lugares, borra sus diferen-
cias, destruye su diversidad, vilipendia su cultura, saquea sus recursos,
silencia sus voces, subestima sus saberes, subordina su pensamiento,
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drá acceso. Para la Red, lo ético es contribuir al dominio del arte de hacer
anzuelos, porque los talentos locales, que conocen sus aguas y sus
peces, son los que deben dominar la capacidad de construir anzuelos en
los tamaños y formas que su contexto relevante requiere. Por eso la Red
concentra la mayor parte de su esfuerzo en la construcción de capacida-
des conceptuales, metodológicas y culturales, generando marcos de refe-
rencia que comparte sin imponer, para que los talentos locales los contex-
tualicen, validen, reconfiguren, transformen y reemplacen, si fuese nece-
sario por otros inspirados en ellos y acordes con sus realidades.
Esta filosofía de intervención es un hito en el mundo de la coopera-
ción. Los donantes que aún cultivan su compromiso con los grupos socia-
les más vulnerables de América Latina deberían poner más atención a la
Red Nuevo Paradigma, y darle el apoyo necesario para que continúe con
su misión de promover la innovación local para la sostenibilidad de los
diferentes modos de vida, principalmente de los modos de vida de los gru-
pos sociales más vulnerables. El sistema de verdades de la Red, que ins-
pira, orienta y sostiene dicha filosofía de intervención, incluye al contexto
como referencia, la interacción como clave y la ética como garante de la
sostenibilidad de las diferentes formas y modos de vida. Conocer las hue-
llas de la Red interesa a todas y todos los que estamos de acuerdo con
sus principios, premisas, promesas y compromisos.
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INTRODUCCIÓN
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1 Son incontables los actores sociales que han aportado a la transformación de la Red Nuevo
Paradigma para la innovación institucional en América Latina, además de los que estuvieron perso-
nalmente en sus eventos, y de los que interactuaron informalmente con los Facilitadores Regionales
y Puntos Focales nacionales de la Red. Por ejemplo, la Red cuenta con algunos Puntos Focales
Intelectuales Internacionales cuyos aportes han sido críticos para su aprendizaje epistémico, social,
político y ético. Entre ellos, en el orden cronológico del primer acercamiento con la Red, Niels Röling,
Universidad de Wageningen, Países Bajos; Richard Bawden y Lawrence Busch, Universidad del
Estado de Michigan, E.E.U.U.; Jacinto Ordoñez, Cátedra Paulo Freire, Costa Rica; Luis Macas,
Confederación Nacional Indígena del Ecuador y Universidad Intercultural Amawtay Wasi, Ecuador;
Freddy Álvarez, filósofo colombiano; Oliveira de Panelas, poeta popular del Nordeste de Brasil; Arturo
Escobar, Universidad de Carolina del Norte, E.E.U.U.; Walter Migñolo, Universidad de Duke, E.E.U.U.;
y Catherine Walsh, Universidad Andina (Sede Ecuador), Ecuador.
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forma y/o modo de vida. Por lo menos cuando la vida está amena-
zada, la práctica del poder requiere ética.
4 La tecnología de la sabiduría. Esta es la tecnología de la soste-
nibilidad, que incluye valores, saberes, criterios y reglas que nos
presionan a cultivar las condiciones y conservar las relaciones que
generan y sostienen la vida. En el camino de la vida, las huellas de
la Red apuntan hacia la interdependencia de todas las formas y
modos de vida, lo que transforma a los seres humanos en ángeles
con apenas una ala, que no pueden volar si no lo hacen abraza-
dos. Considerando a la humanidad en el planeta, “o se salvan
todos o no escapa nadie”, como dice Oliveira de Panelas2, cuando
reflexiona sobre nuestro futuro en la Tierra.
2 Poeta popular de profesión y filósofo social por vocación, que reside en João Pessoa, la capital del
estado de Paraíba, en la Región Nordeste de Brasil.
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3 Por limitaciones financieras, apenas Costa Rica, Cuba y Ecuador fueron seleccionados para la
investigación, sin embargo, las huellas de la Red pueden ser encontradas en otros países, como
Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela. Sus huellas han llegado, incluso a África, donde las ONGs de
Angola reunidas en Lubango, en marzo de 2003, fueron introducidas en los marcos orientadores de
la Red, y ahora, intentan establecer una propuesta de cooperación Sur-Sur, para contar con el apoyo
de la Red Nuevo Paradigma para la innovación institucional en América Latina.
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para la Sostenibilidad Institucional (apoyo del ISNAR, COSUDE y Ministerio de las
Relaciones Exteriores de los Países Bajos-DGIS). San José, Costa Rica: Proyecto
ISNAR “Nuevo Paradigma”.
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para la Sostenibilidad Institucional (apoyo del ISNAR, COSUDE y Ministerio de las
Relaciones Exteriores de los Países Bajos-DGIS). San José, Costa Rica: Proyecto
ISNAR “Nuevo Paradigma”.
Santamaría Julio, (2003). Institutional Innovation for Sustainable Agricultura and
Rural Resources Management-Changing the rules of the game, Phd Thesis
Wageningen University.
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EL ARTE DE CAMBIAR LAS PERSONAS QUE CAMBIAN LAS COSAS
Capítulo 1.
CONTEXTO CAMBIANTE
1. El Cambio de Época
No estamos en una Época de Cambios sino en un Cambio de
Época. Esto significa que el problema no está ni en la aceleración de los
cambios ni en la intensidad de los mismos sino en el Cambio de Época.
Mientras los cambios siempre aparecen en la historia con diferentes inten-
sidades, el Cambio de Época es excepcional. En efecto, en la historia son
tres los cambios de época remarcables que obedecen a tres invenciones:
la invención de la agricultura en el Neolítico, la invención de la industria en
el siglo XVIII y la tecnología de la información a mediados del siglo XX.
Cada una de estas invenciones ha afectado a los sistemas que configuran
lo humano, lo social, lo ecológico, lo económico, lo cultural, lo institucional
y lo ético, estos a su vez modifican las relaciones. No se trata de un cam-
bio en un elemento clave, ni en un conjunto de técnicas, ni en un sistema
de relaciones de poder sino en un conjunto de sistemas, relaciones e
interacciones. Así, el Cambio de Época sólo puede ser entendido dentro
de un marco epistemológico de “Complejidad y Contextualidad.” Pero ade-
más su comprensión generó un grave problema puesto que los artefactos
intelectuales de la anterior época son insuficientes para entender lo que
está pasando con el actual cambio. Por tal motivo el Cambio de Época
esta acompañado de una inmensa crisis en los modos de interpretación y
de intervención. Primeramente, veamos lo que vamos a entender por el
concepto de época histórica.
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4 Según el Sociólogo Español Manuel Castells, históricamente, información ha sido siempre un insu-
mo. Solamente recientemente se ha transformado también en un producto, y ha hecho posible la
industria de la información. Información es ahora simultáneamente insumo y producto, y se ha trans-
formado en la fuente más estratégica para la creación de riqueza y poder, La computadora ha reem-
plazado la chimenea de las fábricas del industrialismo como símbolo de la "modernidad", y represen-
ta ahora el paradigma cibernético que influencia cada vez más la morfología social de la interacción
humana, principalmente en las sociedades "modernas" del siglo XXI. Castells (1996) llama a este
paradigma "informacionalismo".
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del industrialismo sino que forjan una nueva época (Castells 1996), bajo
una racionalidad económica donde el mercado global es la única fuente
plausible de solución para todos los problemas de la humanidad y del pla-
neta, que son necesariamente causados por el Estado, el sector público y
los pobres “subdesarrollados”. En efecto, los pobres ya no son víctimas de
las fauces del Capitalismo sino culpables de su miseria.
El Capitalismo se modifica asumiendo posturas increíblemente dan-
tescas en sus formas de acumulación a través de cualquier medio: chan-
taje, bloqueo, guerras e invasiones, entre otros. Esta revolución transfor-
ma la comunicación con su enfoque mercadológico: todo es reducido a
una cuestión de competitividad. Bajo esta racionalidad económica, las
redes sociales son una inconveniencia, porque la competencia nos hace
egoístas y nos reduce a simples proveedores, clientes, productores, pro-
cesadores y consumidores, sin reconocernos como ciudadanos (Burque
2001). En efecto, la ciudadanía es una de las primeras nociones antropo-
lógicas de la Modernidad que tiende a desaparecer con el Cambio de
Época.
1.2.3 Revolución cultural.
Los movimientos sociales, que proliferaron a partir de los años 60,
desafiaron las premisas de la civilización occidental y cuestionaron los
valores de la sociedad industrial de consumo. Nuevos movimientos sur-
gieron en esta época, con otros actores y nuevas preocupaciones. La
cuestión de las diferencias es central en las luchas sociales. Los cambios
que privilegian lo humano, lo social, lo ecológico, el género, la intercultu-
ralidad y lo ético no pertenecen a la época del industrialismo sino que for-
jan “otra” época (Castells 1996; Capra 2003). Eso ocurre bajo una racio-
nalidad interactiva donde la solución de los problemas antropogénicos
requiere reflexión, debate, interacción, negociación y la radicalización pla-
netaria de la democracia. Bajo esta racionalidad interactiva -relacional-,
las redes sociales emergen como imprescindibles, porque nuestra soste-
nibilidad nos hace interdependientes, y la interdependencia nos transfor-
ma en ángeles con apenas una ala, que no logran volar si no lo hacen
abrazados.
Esta revolución asume que “otro” mundo es posible y necesario, y
tendrá profundas implicaciones sobre la comunicación, por su enfoque
contextual. La complejidad de la realidad no puede ser reducida a apenas
una de sus múltiples e interdependientes dimensiones. Ni el “desarrollo”
se somete a fórmulas o modelos universales, porque en cada comunidad
y sociedad el “desarrollo” es un experimento social permanente, cuyos
problemas cambiantes son (re)interpretados y (re)manejados de forma
innovadora por cada nueva generación. El desarrollo no es universal sino
contextual. No es una sorpresa que los gerentes y sus organizaciones de
desarrollo estén bajo los efectos de una crisis de legitimidad y otra de per-
cepción. ¿En qué consiste esta doble crisis? La crisis de legitimidad emer-
ge de la pérdida de vigencia de las “reglas del juego” del desarrollo de la
época del industrialismo, mientras la crisis de percepción es creada por la
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diferencia entre las sociedades es que algunas son lentas y otras son rápi-
das, reduciendo la complejidad de la problemática de la dominación a una
mera cuestión de velocidad.
1.4.2 Transformaciones en las relaciones de poder.
El régimen de acumulación de capital de la economía inmaterial
emergente (Held y McGrew 2000) se organiza en torno a reglas transna-
cionales (Sklair 2001), para cuya dinámica las reglas nacionales de los
Estados-naciones son una inconveniencia, y son etiquetadas de barreras
cuyo significado negativo las hacen obstáculos que deben derrumbarse.
Así, la soberanía de los Estados es disminuida para las funciones del régi-
men de acumulación de capital de la época del industrialismo, y fortaleci-
da para las funciones que legitiman las “reglas transnacionales” del nuevo
régimen de acumulación. Por eso, la democracia representativa está en
crisis. Con la formación de un Estado-red supranacional, se está creando
un gobierno mundial -sin Presidente ni elecciones- que formula las políti-
cas y toma las decisiones más críticas para el futuro de la humanidad y
del planeta.
La democracia representativa ya no logra representar a los intereses
de las sociedades nacionales, y se ha transformado en el arte de engañar
al pueblo: los que deciden no son electos, y los electos no deciden.
Nacionalmente, la democracia representativa ha sido reducida a una
especie de democracia de un día: el día del voto. La educación dominada
contribuye a la consolidación de una nueva red de poder para viabilizar
una nueva red de ideas y una nueva red de técnicas favorables al nuevo
orden económico mundial, que es capitalista, corporativo, neo-mercantilis-
ta, informacional y global.
1.4.3 Transformaciones en los modos de vida.
Nosotros vivimos la experiencia humana a través de las relaciones
con nosotros, y entre nosotros y con el resto de la naturaleza (Capra 1996,
2003). Eso está cambiando con los avances en la cuestión de género,
sostenibilidad, participación de la sociedad civil, respeto a los derechos
humanos y justicia étnica. Está en rápido deterioro el concepto de familia,
la heterosexualidad ya no es el único tipo de relación sexual aceptada. El
planeta ya emite señales de fatiga ecológica: una catástrofe anunciada. La
autoridad patriarcal es cuestionada después de tres mil años sin ser desafia-
da. La lógica de la mercancía -donde todo se vende y todo se compra-
penetra a todas las esferas de la existencia, se intensifica la mercantiliza-
ción de la naturaleza, se establece el mercado de las partes y de la infor-
mación genética del cuerpo humano. Se avecinan las guerras por recur-
sos naturales escasos, como el agua -que será la mercancía de exporta-
ción más cara de la historia- y emerge como la principal fuente de conflic-
tos internacionales.
La genética molecular promete una vida más longeva y más sana
pero no necesariamente más feliz, los biólogos moleculares nos proponen
tener hijos sin hacer el amor, y la Sociobiología promueve una discrimina-
ción genética más grave que la discriminación racial, por explicar el com-
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nales (Smircich y Stubbart 1985; Stacey 1993; Begun 1994; Levy 1994;
Chia 1995; Boje et al. 1996; Gergen y Thatchenkery 1996; Lissack 1997;
Tasaka 1999; Watson 2000; Santamaría 2004) y de desarrollo (Sachs
1992; Escobar 1998) están bajo cuestionamiento, por su asociación con
el paradigma positivista del industrialismo.
Con la crisis de la visión mecánica de mundo que condicionó el
desarrollo de la ciencia moderna, otras visiones de mundo están compi-
tiendo entre sí para prevalecer en la época histórica emergente. A cada
visión de mundo corresponde un paradigma que será la fuente de para-
digmas científicos, institucionales y de desarrollo específicos. Para De
Souza Silva (2004a), de la revolución tecnológica en marcha emerge una
visión cibernética de mundo, donde la metáfora de la máquina de la época
del industrialismo es reemplazada por la metáfora de una máquina más
sofisticada, una especie de sistema de información autorregulado. De la
revolución económica emerge una visión mercadológica de mundo, donde
la metáfora de la máquina es sustituida por la del mundo como un merca-
do auto-regulado. De la revolución cultural emerge una visión contextual
de mundo, donde la metáfora de la máquina es reemplazada por la metá-
fora del mundo como trama de relaciones entre diferentes formas y modos
de vida.
A cada visión de mundo corresponde un paradigma genérico. El anti-
guo paradigma positivista de la época del industrialismo se ha transforma-
do en el paradigma neo-positivista, que se subdivide en dos. De la visión
cibernética de mundo emerge el paradigma neo-racionalista que reduce
todo a información, mientras que, de la visión mercadológica de mundo
emerge el paradigma neo-evolucionista que promueve un neo-mercantilis-
mo de naturaleza corporativa y transnacional. De la visión contextual de
mundo emerge el paradigma constructivista cuyo foco es centrado en la
sostenibilidad de la humanidad y del planeta, a través del rescate y pro-
moción de la relevancia de las dimensiones humana, social, ecológica y
ética. Por estos y otros cambios paradigmáticos, y frente a la crisis de sig-
nificados que eso representa, antiguas premisas orientadoras de la inno-
vación están en crisis de legitimidad, porque están perdiendo vigencia, y
nuevas premisas están surgiendo en correspondencia con las nuevas per-
cepciones de la realidad que están siendo construidas por nuevas posibi-
lidades epistemológicas (Kloppenburg 1991; Bawden 2001; Röling 2001).
Así, los cambios paradigmáticos transforman la institucionalidad y la
investigación agrícola.
1.6.2 La institucionalidad cambiante para la investigación
agrícola.
La institucionalidad puede ser percibida como la combinación de un
discurso hegemónico, con las reglas del juego que emergen del discurso,
con las prácticas sociales establecidas para implementar dicho discurso,
con las relaciones de poder que viabilizan el discurso y con las configura-
ciones (“mecanismos”) institucionales que institucionalizan todo lo anterior
(De Souza Silva et al. 2001a). Por lo tanto, el discurso hegemónico de la
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EL ARTE DE CAMBIAR LAS PERSONAS QUE CAMBIAN LAS COSAS
Capítulo 2.
2. 1. Génesis de la Red
A finales de los años 80 y principios de los 90, el Servicio
Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR por sus
siglas en inglés) formuló un proyecto sobre planificación, seguimiento y
evaluación (PSyE) de la investigación agrícola en América Latina, cuyas
implicaciones futuras no fueron previstas en ese momento. Curiosamente,
el primer financista rechazó la dimensión de investigación-acción y presio-
nó para que se convirtiera en un proyecto clásico donde soluciones uni-
versales conocidas son aplicadas a problemas ya conocidos. Pero esto
cambiaría luego en formas difícilmente imaginables en el paradigma clá-
sico de la cooperación internacional.
Reducido a su dimensión instrumental (a solicitud de su principal
financista) en esta primera fase (1992-1994), el Proyecto PSyE del ISNAR
se centró en el análisis y sistematización del estado del arte sobre PSyE
en organizaciones públicas de investigación de la Américas. A partir de
ese análisis se identificaron necesidades de capacitación y se desarrolla-
ron materiales de capacitación que fueron compartidos a través de talle-
res internacionales de capacitación en la región. En su segunda fase
(1995 - 1998), el Proyecto recibió una recomendación a nivel regional para
iniciar un trabajo con organizaciones casos pilotos (en Bolivia, Cuba,
Panamá y Venezuela) para validar algunos de los conceptos y marcos de
PSyE. Presionadas por cambios más amplios a nivel global, regional y
nacional, las organizaciones casos pilotos demandaron al equipo del
Proyecto ir más allá del PSyE para incluir marcos de planificación estraté-
gica con el fin de interpretar el contexto cambiante y facilitar procesos de
cambio institucional. Para atender esta demanda contexto-céntrica, el
equipo del Proyecto -equipo de gestión y profesionales asociados- entró
en un periodo de conflictos internos, de reflexión crítica, que condujeron
afortunadamente a un esfuerzo creativo de “exploración indisciplinada”
hacia la innovación institucional del Proyecto.
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lo tanto su legitimidad social. Por otra parte, otras premisas están emer-
giendo en correspondencia con las percepciones de la realidad y están
siendo construidas por los nuevos parámetros epistemológicos. Por tanto,
si queremos alcanzar una mejor comprensión de la innovación agraria
(tecnológica e institucional) necesitamos reconocer que no existe una
única y mejor manera de conseguirla. En términos prácticos, esto implica
construir una posición flexible, centrada en el contexto, reconocer su
diversidad y complejidad en lugar de asumir que la innovación agraria es
simplemente un asunto de transferir habilidades y capacidades técnicas.
Bajo estas condiciones, la innovación agraria no es más el resultado
de la investigación orientada a transferir las mejores tecnologías para el
aumento de la productividad y la competitividad. En lugar de ser simple-
mente el resultado de la investigación básica y/o aplicada realizada por
científicos, la innovación es considerada como una “propiedad emergen-
te” de la interacción entre muchos interesados en el desarrollo humano,
científico, social, económico y ambiental en los “teatros de la innovación”
(Engel, 1997; Röling and Wagemakers, 1998). Estos diversos interesados
en el desarrollo incluyen no solamente a los investigadores, extensionis-
tas, empresarios, y productores sino también y crecientemente a las
ONGs, a otros usuarios de los recursos rurales y ambientales como los
operadores turísticos, industriales, comercializadores y consumidores,
entre otros.
Para los que formulan políticas, gerentes y activistas del desarrollo
científico tecnológico esto implica el cambio del énfasis únicamente en la
innovación tecnológica hacia el énfasis en la comprensión de la totalidad
del contexto de la innovación y de las diferentes perspectivas de los múl-
tiples interesados en ella. Esto significa que la innovación institucional
adquiere ahora una importancia sin precedentes para los esfuerzos de
desarrollo, por su potencial para construir un nuevo comportamiento indi-
vidual y colectivo, cambiando las personas que cambian las cosas.
La innovación institucional de las organizaciones
de investigación y desarrollo rural.
A lo largo del tiempo, todo ser vivo se dedica a la búsqueda intermi-
nable de su coherencia -una forma de ser, sentir, pensar, decidir y actuar-
en correspondencia con el contexto (entorno) operacional relevante que es
el “dominio de su existencia”. La innovación institucional también es una
búsqueda por coherencia y correspondencia para la sostenibilidad institu-
cional.
Diferentes coherencias institucionales conducen a diversas definicio-
nes de lo que es considerado un problema, a un conjunto diferente de pre-
guntas relevantes y por lo tanto a diferentes soluciones. Un concepto adi-
cional, el requisito de correspondencia expresa la tendencia de dichos
componentes a buscar la consistencia externa con las aspiraciones y
necesidades de los actores sociales y con las “reglas del desarrollo” del
contexto operacional. La falta de coherencia por lo tanto afecta principal-
mente la eficiencia de una organización mientras que la falta de corres-
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que forman a los profesionales han sido también educados bajo la influen-
cia de ciertas teorías de acción adoptadas por sus instructores. Por lo
tanto, lo que es más importante para la innovación institucional no es
saber cómo aprender sino cómo y porqué desaprender las premisas y
supuestos previos. Empeñados en esto, el aprendizaje en “bucle simple”
no ayudará mucho. Será por lo tanto necesario el aprendizaje en “bucle
doble” y “bucle triple”, ya que es a través de ellos que se develan las
reglas, normas, principios, hipótesis, marcos conceptuales y metodológi-
cos, así como los paradigmas establecidos para su cuestionamiento a tra-
vés de un proceso deliberado de reflexión autocrítica. De acuerdo con el
enfoque contextual (ver Figura No. 2), las innovaciones relevantes emer-
gen de procesos de interacción social y el conocimiento socialmente rele-
vante es generado en el contexto de su aplicación e implicaciones dentro
de espacios democráticos Ágoras o interacciones entre talentos externos
y locales.
2
Conceptualización
6 reflexiva
Reconfiguración Conocimiento
Diseminación socialmente
relevante e
innovaciones
pertinentes
5 3
Sistematización Operacionalización
Interpretación para uso práctico
4
Contexto de aplicación Aplicación Contexto de aplicación
e implicaciones Validación e implicaciones
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4 El objetivo de la estrategia
4 El contexto interno y externo relevante para el objetivo
4 Los actores relevantes para el éxito de la estrategia
4 Los factores relevantes para el éxito de la estrategia
4 Las acciones para articular los actores y factores relevantes
4 La consistencia interna entre la naturaleza de las acciones, la
actitud de los actores y el estado actual de los factores
4 La configuración (alternativa y flexible) de pasos para realizar un
grupo compatible de acciones
4 El conjunto de macro-pasos que es técnica, política, económica,
institucional y éticamente más pertinente para alcanzar el objetivo.
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Sistema
Organización de IDR
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Teorías de acción para la innovación institucional en organizaciones
de investigación y el desarrollo rural
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Bibliografía
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Introducción
El presente informe resume el trabajo realizado a partir de la
Reunión de la Planificación del Estudio de las huellas de la Red Nuevo
Paradigma en América Latina realizado en Costa Rica en febrero del
2005. A pesar del poco tiempo, nos parece que ha sido un esfuerzo impor-
tante y significativo que logra revelar las huellas de la Red en Costa Rica.
Para este propósito, el informe se divide en los siguientes apartados;
El contexto cambiante y el caso de Costa Rica, la estrategia metodológi-
ca del estudio realizado, las huellas de la Red en Costa Rica, su interpre-
tación, las lecciones aprendidas, las conclusiones, los desafíos y la biblio-
grafía empleada.
El contexto cambiante
El Cambio de Época incide directamente en los países, en el Estado,
en sus políticas y en sus instituciones. Cuando el Estado sirve a los intere-
ses del Capitalismo, sus políticas se orientan a adaptarse a las grandes
tendencias globalizadoras. Así el cambio institucional oficial no lo podemos
ver separado de estas grandes tendencias. En consecuencia, las reformas
de los estados se orientan a las exigencias de la avanzada capitalista.
Las reformas y la modernización del Estado son los referentes más
recientes del cambio institucional en la sociedad costarricense. La noción
de modernización va a servir de dispositivo para ajustar, disponer y prepa-
rar las condiciones institucionales a la voracidad del Neoliberalismo. Por
lo tanto, los cambios hacia dentro de las instituciones no pueden ser vis-
tos ni analizados sino a partir de estos grandes movimientos externos del
capitalismo acumulativo. Sería un error, como se pretende en algunos
lugares, creer que son los factores institucionales internos los causantes
de la vulnerabilidad. No obstante, si hay una parte de responsabilidad
cuando las instituciones no reaccionan o siguen las grandes tendencias
del contexto mutante capitalista. En este contexto y con las posturas
expresadas a través de lo dicho, nuestro estudio tocará tres sectores para
nosotros importantes porque allí aparecen las huellas de la Red: el agro-
pecuario, la educación y la salud, sectores que tienen en común la condi-
ción de vulnerabilidad la cual aparecerá mucho más clara en la medida
que vayamos avanzando en el estudio del contexto.
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ción. Esta decisión ha dado a la CCSS una visión alternativa para la sosteni-
bilidad institucional.
3.2.3. La estrategia metodológica
La estrategia metodológica adoptada combina los temas centrales
de la Red Nuevo Paradigma -el Cambio de Época y la sostenibilidad ins-
titucional, su marco conceptual y teoría de acción- con la estrategia traba-
jada en la reunión de planificación para el estudio de las huellas de la Red
en América Latina, reunión que tuvo lugar en San José, Costa Rica, los
días 21 al 25 de febrero del 2005 donde se acordó buscar las huellas de
la Red a partir de las relaciones, recursividades y emergencias.
La estrategia metodológica se enmarca en la siguiente hipótesis: “existen
diferentes tipos de huellas de la Red Nuevo Paradigma que han sucedido
en personas, organizaciones e instituciones sociales de Costa Rica”. El
objetivo general fue caracterizar los diferentes tipos de huellas de la Red
Nuevo Paradigma considerando las relaciones, las recursividades y lo
emergente, en sus principales focos de acción-investigación y construc-
ción de capacidades.
En cuanto a la objetividad, reconocemos que la misma es relativa
al interés de los y las investigadores(as) que son los(las) tributarios(as) y
por tanto no hay objetividad absoluta (Habermas, 1989). Es más, cuando
quienes investigan están conscientes de las objetividades y las subjetivi-
dades envueltas en el sistema del paradigma investigativo en el cual tra-
bajan, serán mucho más objetivos(as) que quienes las ignoran, por ejem-
plo, las subjetividades de su propio sistema, sean ellas investigaciones
cuantitativas como cualitativas.
La investigación asume el enfoque cualitativo, criterio que guía la
selección de las muestras, las técnicas y la valoración de los datos. Dentro
de esta orientación, se seleccionaron individuos, grupos y contextos, bus-
cando significados, comprensión y profundización de la huella que la Red
ha tenido en ellos.
La investigación cualitativa fue realizada desde la óptica del pen-
samiento crítico y del enfoque “constructivista”. Ella sigue los criterios de
prestigiosos investigadores en este campo como son Lucca Irrizarry y
Berríos Rivera: “La investigación cualitativa es un campo establecido del
inquirir en las ciencias sociales y humanas. Se trata del cuerpo de cono-
cimientos que conforman los distintos diseños y estrategias de investiga-
ción que producen datos e información de naturaleza textual, visual o
narrativa, los cuales son analizados, a su vez, mediante medios no mate-
máticos. La información que se recopila en estos estudios procede de per-
sonas en situaciones y ambientes naturales, cuya interpretación recaerá
en última instancia en los significados que tienen los elementos bajo estu-
dio para los propios actores o participantes” (Lucca Irizarry y Berríos
Rivera, 2003. pp. 3-4).
En resumen, la investigación cualitativa con la cual trabajamos
tiene los siguientes supuestos:
4 Primero, que la realidad observada es dinámica y, por eso, com-
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sante es que no llegó a decirnos qué hacer, sino que llegó a cuestionar, a
hacernos pensar en un cambio radical” (PT - 10). Las relaciones de la Red
potencian el hacer y el pensar de las organizaciones. Pero para entender
que eso es lo tenemos que hacer hace falta compromiso. De ahí la impor-
tancia de la siguiente expresión, en relación con el Dr. De Souza, que afir-
ma: “el tenía una habilidad impresionante y un compromiso a toda prue-
ba” (PF - 2). Este hacer nuevo que se relaciona con un nuevo pensar
construye una nueva identidad: “Me siento parte de un grupo y parte de
una tendencia mundial. Me siento privilegiada de contribuir para que la
visión holística de mundo prevalezca en la época que inicia” (PF - 1). La
Red logra entonces articular una especie de “identidad colectiva”, en tanto
las personas que se identifican con sus propuestas, comparten concepcio-
nes y visiones de mundo: “Es importante darse cuenta de que hay gente
que está en sintonía, que hay gente que está en el proceso desde diferen-
tes situaciones, esto me llenó de esperanza y nuevos bríos y nuevas ener-
gías”.
Segunda categoría de análisis -las recursividades
¿Qué son las recursividades? Son procesos de autonomía interre-
lacionados que cambian los modos de pensar y de actuar en el contexto
y de sí mismo. La recursividad genera procesos de cambio. En la recursi-
vidad las personas son protagonistas claves: “fue valioso y rico pero a la
vez fuerte y duro, pues me transformó totalmente” (PT - 3). De las recur-
sividades emergen nuevas iniciativas, orientaciones metodológicas, com-
prensiones e interpretaciones. La recursividad parte de lo que la gente es,
de sus visiones, de sus inquietudes y de sus prácticas. Es a partir de ahí
que es posible hablar de cambios y transformaciones. No se cambia por
que hay algo nuevo sino porque eso nuevo se trabaja desde recursivida-
des de subjetivación donde son los sujetos y estos dentro de las organi-
zaciones los que construyen estas nuevas visiones, interpretaciones y
modos de intervención. La Red brinda los elementos para hacer estas
recursividades. Las siguientes expresiones revelan estos bucles de apren-
dizaje recursivos: “dio en el clavo” (PF - 7) “llegó cuando se daban palos
de ciego” (PT - 10), “la propuesta de la Red cayó como un vaso de agua
en un sediento” (PE - 1).
A continuación vamos a presentar los fenómenos que visibiliza la
categoría de la recursividad en tanto que método dentro de las huellas
encontradas.
4 Los procesos fiables de cambio son los que tienden a generar
autonomía (PE - 5).
4 Los cambios sostenibles no son relevantes sin metodologías
participativas .
4 No hay cambio significativo de las cosas sin cambiar las perso-
nas. Aunque también las cosas transforman las personas, por esta
razón, en el Cambio de Época, la transformación es orientada
hacia la justicia y la solidaridad que requieren del cambio de las
personas y de las cosas.
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Huellas de credibilidad
Por último señalaremos algunos ejemplos de reconocimientos que el
entorno concede a las instituciones y personas donde hay huellas de la
Red.
4 Autoridades institucionales de la Universidad de Costa Rica
reconocen el potencial de la Red para estimular el cambio y la
innovación.
4 Hay un reconocimiento institucional al esfuerzo colectivo y a la
innovación de aquellos espacios que han iniciado procesos de
cambio como en el caso de la Caja Costarricense de la Seguridad
Social.
4 Las instituciones se apoyan en los planteamientos de la Red
para construir nuevos marcos conceptuales y operativos como es
el caso del INTA.
4 Aparecen reconocimientos y distinciones de honor a trabajos de
maestría que se sustentan en los planteamientos de la Red: “Los
estudiantes de maestría los he tenido y la gente queda satisfecha
por la perspectiva que se aborda con los materiales de la Red,
sobre cómo se aborda la modalidad de gerencia social en la
Maestría de Trabajo Social. Ver trabajos finales de graduación
como el de Rita Meoño, Carmen Marín, Marisol Chinchilla, con un
soporte en la Red es importante. Hay reconocimiento y una gran
influencia, creo que se provoca un efecto multiplicador en la
Maestría y una nueva dirección en la CCSS” (PE - 7).
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una forma didáctica) hace que la persona que lo escucha se motive y quie-
ra indagar más, saber más de lo que él está planteando. La Red tiene mucho
que aportar y más bien nosotros nos alegramos de que nos hayamos podi-
do conectar y disfrutar de las orientaciones de la Red, porque ha hecho que
nuestra práctica académica sea cada vez más pertinente” (PE -9).
3.2.4. Interpretación de las huellas
En Costa Rica, la investigación ofrece evidencia de que la Teoría
del Cambio de Época es rápidamente aceptada y asumida por las perso-
nas y las instituciones que llegan a tener contacto con la Red. Los plante-
amientos de la Red impactan tanto a nivel práctico como teórico, a nivel
lógico como comprensivo y a nivel volitivo como emotivo, ofreciendo orien-
tación para conducirse en un contexto de cambio que desafía, tanto en el
nivel personal como profesional e institucional. Además, ofrece elementos
para explicar e interpretar la realidad del presente y del pasado, a la vez
que señala puertas y salidas, posibilidades y esperanza para el futuro.
Las consecuencias que a nivel nacional está generando este
Cambio de Época coinciden con los síntomas detectados sobre iniciativas
de cambio impulsadas en las instituciones estudiadas. Así por ejemplo, las
instituciones más impactadas por la Red pertenecen a los sectores agro-
pecuarios, educativos y de salud que tienen por característica una alta vul-
nerabilidad en el proceso del cambio mencionado. Estas tres instituciones
de las áreas mencionadas fueron las que dan evidencia de las huellas de
la Red en el país.
En primer lugar, dentro del Ministerio de Agricultura y Ganadería
(MAG) está el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en
Tecnología Agropecuaria (INTA). Anteriormente, el INTA era la Dirección
de Investigaciones Agropecuarias (DIA) cuyo talento humano empezó a
visualizar la posibilidad del cambio institucional que significó la transfor-
mación de esa Dirección en un instituto. La transformación y creación del
INTA tuvo como una de sus fuentes de inspiración los conceptos, princi-
pios y experiencia de la Red.
La Red otorgó claridad para que los posibles cambios siempre toma-
ran como criterio las condiciones existentes de su propio contexto. La ori-
ginalidad de su personal fue que, analizando ese contexto, descubrió en
él las condiciones legales que jugaban un papel importante para la mar-
cha del proceso de cambio deseado que, en un Estado de Derecho, era
fundamental para salvar muchas de las dificultades que entonces se plan-
teaban. Fue así como nace el INTA como consecuencia de la aprobación
de la Ley Nº 8149 aprobada el 5 de noviembre de 2001, espacio donde la
interpretación del entorno siguió siendo un factor fundamental en la formu-
lación y el desarrollo de su marco conceptual, estructural y operativo y en
la incorporación de acciones que respondieran a las necesidades de sus
poblaciones meta y al fortalecimiento de alianzas estratégicas con actores
de su contexto relevante.
En segundo lugar, en el sector educativo destaca como espacio
donde se encuentran huellas, la Universidad de Costa Rica, entre otras
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Niveles de impacto
Niveles de Impacto
Componentes de la Evaluación
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3.3.1. Introducción
Desde finales de 1995 el Área de Desarrollo y Servicios Técnicos a
través de la Dirección de Ciencia y Técnica y con la participación de los
Institutos de Investigación Agraria del Ministerio de la Agricultura (MINAG)
y de otros organismos ha venido desarrollando un proceso de colabora-
ción con la Red “Nuevo Paradigma” con el objetivo de construir capacida-
des para lograr la consolidación del Sistema Nacional de Ciencia e
Innovación Tecnológica Agraria (SINCITA) y así poder cumplir su compro-
miso ético con la sociedad cubana.
Ante los cambios profundos ocurridos a partir de la década de los 80
no existían elementos orientadores pertinentes y como consecuencia la
vulnerabilidad de las organizaciones. Esta vulnerabilidad institucional frag-
menta la coherencia de los modos de interpretación y la correspondencia
de los modos de intervención de las organizaciones y los contextos donde
estas actúan generando una crisis de percepción. Es precisamente en
estas circunstancias que se tienen los primeros contactos con la Red
Nuevo Paradigma.
Cuba fue seleccionada como un estudio de caso de las “huellas” de la
Red Nuevo Paradigma en la región por la continuidad y consistencia de su
proceso, razón por la que también fue considerada como de mejor desem-
peño entre todos los “casos pilotos” en la región por la propia Red. Es nece-
sario resaltar que en todo este proceso se ha desarrollado una solidaridad
institucional tanto dentro del país así como con la región.
Aunque al inicio la colaboración era con el SINCITA, por los resulta-
dos exitosos alcanzados y a la vez muy necesarios, esta se fue extendien-
do al propio Ministerio de la Agricultura (MINAG), así como a sus diferen-
tes instancias en las provincias del país.
Es importante destacar que el patrocinio político brindado por el
MINAG se debió fundamentalmente a la filosofía de la Red Nuevo
Paradigma que privilegia la autonomía conceptual y metodológica y cons-
truye capacidades en los actores locales para que estos sean los protago-
nistas de su propio proceso.
La Red comparte enfoques, un marco conceptual y un marco meto-
dológico que permiten transformar los modos de interpretación e interven-
ción, cambiando las premisas que moldean la concepción de realidades,
y esta, su promesa es lo que la hace que logre una gran aceptación desde
los primeros eventos de sensibilización en Cuba. Al hacer un análisis de
lo logrado en estos casi 10 años de colaboración con la Red, su promesa
se ha cumplido y no solamente en el marco del SINCITA que fue el inicio
de todo, sino que este efecto se ha extendido a otros actores relevantes
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En las organizaciones:
La organización en la cual se sistematizan las huellas tangibles e
intangibles de la Red Nuevo Paradigma es el Sistema Nacional de Ciencia
e Innovación Tecnológica Agraria (SINCITA) del Ministerio de la Agricultura
(MINAG), que es la instancia donde se integran 16 organizaciones estata-
les cubanas de investigación agraria.
La Misión del SINCITA es: “Contribuir a la seguridad alimentaria del País, al des-
arrollo de la agricultura sostenible y a la competitividad interna-
cional del sector agrario en beneficio de la sociedad cubana”
(DCT, 1998a).
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En el contexto:
El contexto del SINCITA está integrado por representantes del CITMA,
Universidad Agraria de La Habana, Centro Nacional de Sanidad
Agropecuaria (CENSA), Centro de Mecanización Agropecuaria (CEMA),
Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) e Instituto de Ciencia
Animal(ICA) del MES, así como representantes del MINAL y MINAZ que
integraron el grupo focal de los externos y cuyo consenso se muestra a con-
tinuación. También se reflejan las huellas identificadas en entrevistas perso-
nales a representantes de GECyT, Estación Experimental de Pastos y
Forrajes “Indio Hatuey”, Dirección de Post - grado de la Universidad de La
Habana, de la Maestría de Estudios Sociales de la Ciencia y Tecnología y
del Centro de Técnicas de Dirección, estos últimos del MES, y representan-
tes del Ministerio de Economía y Planificación (MEP).
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Huellas en la capacidad
4 Capacidad en prospección de demandas tecnológicas en cade-
nas productivas del sector agropecuario y forestal
4 Capacidad en construcción de escenarios
4 Constitución del equipo de cambio institucional en la Estación
Experimental “Indio Hatuey” del MES
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“Souza jugó, y juega un papel muy determinante para que, de verdad, los geren-
tes de la Agricultura nos sintiéramos más en casa, más dados a adentrarnos en
este tema, nos apropiáramos de este conocimiento y nos atrajera el tema, de una
forma que, ya han pasado diez años de trabajo, y es una per-
sonalidad totalmente reconocida. Tiene tanta vinculación con
la realidad, él no se abstrae de la realidad, él siempre está
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“Para mi tesis de Doctor tuve que escribir dos libros que están imbuidos de todos
estos conceptos, de todas estas metodologías. Después de que me he apropia-
do de todos estos conceptos y metodologías compartidos con la Red, yo abrí otra
línea de trabajo. Y muy interesante la experiencia, en la defen-
sa de la tesis, las preguntas son diferentes, son más genera-
les, de aplicación, de interpretación, del contexto agrario, no de
la sanidad vegetal solamente, y cómo se vincula una cosa con
la otra. Y fue muy bueno porque pude desarrollar las respues-
tas a partir de la apropiación de estos nuevos conceptos y
algunos compañeros inclusive me dijeron que habían aprendi-
do ya que no sabían que esta especialidad social se podía apli-
car en el análisis de los problemas agronómicos, como análi-
sis de los problemas fitosanitarios, que son biológicos y ecoló-
gicos Sin la metodología participativa o el enfoque estratégico,
va a ser muy difícil que se puedan entender Luis Vázquez,”
Gerente del INISAV
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Central del Estado, con un enfoque más sistémico. Por todo lo expuesto,
era necesario un equipo mucho más amplio que el que el MINAG había
pensado y sobrepasaba los marcos de la Dirección de Organización del
Ministerio. Por lo anterior la Dirección del MINAG convoca al equipo coor-
dinador del SINCITA que es el equipo que había preparado esta Red. En
aquellos primeros momentos la coordinadora del equipo juega un papel
muy importante pues tenía una formación y una buena apropiación de los
marcos conceptuales y metodológicos de la Red y esto por supuesto faci-
litó llegar a una comprensión (ya que como es lógico el MINAG es una
organización productiva y tiene que dar respuesta de lo necesario para el
día a día) y se requería tiempo para la elaboración de este plan.
“Y por supuesto, esos primeros momentos del plan estratégico del MINAG fueron
un poco complejos. Yo recuerdo que teníamos un aparato de trabajo, como éste
que te digo, la Dirección de Organización, al frente de la cual estaba el compañe-
ro Reyes Niebla, un técnico importante que supo comprender
que para poder hacer un trabajo de envergadura y adelantar-
nos en el tiempo que ya habíamos perdido, había que hacer
algo más. No puedo dejar de reconocer que todo lo que se hizo
estuvo relacionado con el equipo de trabajo creado por la Red
y por los conceptos de la Red Nuevo Paradigma, todo, absolu-
tamente todo. Nosotros lo que tratamos de aprender y en lo
que la Red nos educó, fue en el bagaje de conceptos que
debemos tener para abordar los problemas” –Jorge Heredia,
Viceministro primero MINAG 2002-2004
“Hay algo importante que quería compartir y es que a veces estamos realizando
un trabajo y no nos damos cuenta de la implicación que este pueda tener y me
refiero al Plan Estratégico del MINAG que por más que la coordinadora del equi-
po repetía la relevancia de este momento, yo no tenía la clari-
dad necesaria y realmente al concluir este estudio la vida del
equipo cambió y pasó a ser el equipo del MINAG lo que signi-
fica un gran reconocimiento y credibilidad” –Adriana Ballester,
Miembro del equipo coordinador de Gestión Estratégica del
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“A Villa Clara la han puesto mucho de ejemplo de cómo ha logrado una red de
mercados de estos de nuevo tipo. Mercados donde se hacen cosas, incluso, que
no se hacen en el resto del país. Por ejemplo, Villa Clara tiene en cada uno de
sus mercados, que son 33, un sistema de extensión agropecuaria, den-
tro de los mismos. Nosotros estábamos trabajando el tema de
ayudar un poquito siempre, en cada acción que hiciera la
Agricultura, a transformar la actitud de la gente, no sólo de
consumidores, sino de productores también. Y en el propio
mercado donde las personas van a buscar lo que van a consu-
mir, les trasmitíamos un mensaje de producir y le dábamos
capacitación, de cómo podían producir en el patio de su casa.
Y para eso teníamos especialistas allí. Y les brindamos ade-
más medios biológicos y fertilizante orgánico. Esas cosas no
se han podido, según Lage, hacer en las demás provincias. Se
introdujeron muchas cosas nuevas, muchas cosas novedosas.
Todo el mundo se transformó. El cambio se aceptó con una
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“La adopción de un nuevo modelo de gestión de los talentos humanos, creo que
fue el cambio más grande que tuvimos en la organización y que logró un compro-
miso mayor en los investigadores y se vio el salto cualitativo. Los objetivos de la
organización fueron derivados de su misión por los propios talentos en un proce-
so participativo. Pienso que en el orden personal, esta ha sido la herra-
mienta fundamental mía en el trabajo, utilizar la inteligencia
colectiva y el compromiso colectivo con la institución. Estos
fueron los principales elementos que yo tomé de la Red Nuevo
Paradigma, que creo que ha sido el éxito en estos años. Fue
un trabajo duro por incomprensiones en el primer año, pero los
resultados satisficieron al entorno y a la Universidad que es
donde se ubica el centro y resultó en un apoyo institucional
total a este tipo de gestión” -Mario Herrera, Director Centro de
Mecanización Agrícola de la Universidad de La Habana
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Bibliografía
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Anexo 1.
Historias de vida y de organizaciones
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Anexo 3.
Documentos relevantes que contienen evidencias de
las huellas de la Red
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“La Red tiene un corazón muy amplio y profundo y nos hace sentir un
ejemplo para cada una de las dignidades de las que hacemos parte y por
ende solicito que este plan estratégico de Nuevo Paradigma se siga
sembrando y cultivando dentro de cada uno y en todas las comunidades”
–Indígena Schuar del Oriente Ecuatoriano
3.4.1. Preámbulo
“Cambiarlo todo para que no cambie nada” suele decir una frase que
ya se ha convertido en un cliché que aparece en muchas publicaciones.
Supuestamente los cambios radicales no tienen sentido. Las revoluciones
pasaron de moda, se piensa. Nos parece que la única vía de un cambio
revolucionario es a la Robespierre por lo tanto lo mejor es cambiar nues-
tro yo interior, o nuestro pequeño entorno, o, en el mejor de los casos,
algunas cosas externas como la imagen que los otros tienen de nosotros.
No obstante, el cambio, no hay duda, se ha convertido en un lema que
llama la atención por su extensión y aceptación: cambiar para vender más,
para ser performantes, para no desaparecer, para alcanzar niveles com-
petitivos insospechados. Lo cierto es que estos cambios dejan las cosas
tal como están pues el cambio sucede sin cambiar las teorías de acción
que señala la Red. Irónicamente se quiere una mayor flexibilidad dentro
de una teoría mecanicista o ética sin cambiar la teoría economicista, o
contextual sin desprenderse de las teorías evolucionistas. A la Red no le
interesa este cambio al mismo tiempo que nos colocamos en contra de
quienes piensan hacer del cambio un producto de consumo, el cual se
puede adquirir por medio del dinero y del poder.
El cambio también es una palabra que ha estado presente en los dis-
cursos de algunas religiones. Cambiar de vida; cambiar los comportamien-
tos pecaminosos; comenzar a tener otras relaciones para huir del infierno y
ganarse el cielo. La conversión para el cambio es una acción que implica un
giro con respecto a una determinada dirección; es ir por otro lado. Quien se
convierte está comenzando a caminar en otra dirección, va por otro cami-
no. Cambiar, por lo tanto, supone la asimetría entre dos tiempos, un antes
y un después, y entre dos modos de vida, la anterior que es maligna y la
nueva vida. Aquello que comienza a estar después no puede ser igual a
lo que estaba antes. En este sentido, el cambio nos hace renegados del
pasado y sospechosos de nosotros mismos. En efecto, esta concepción
del tiempo judaico está presente en la visión de la ciencia, el progreso y
el desarrollo occidental. El cambio del que hablaremos aquí tiene una rela-
ción diferente con el pasado pues no es lo que tenemos que aborrecer
sino es algo que tenemos que recuperar ya que la vida no se puede enten-
der sin el pasado.
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que cada vez haya más personas sin motivación e instituciones y organi-
zaciones con finalidades humanitarias, organizativas, liberadoras que
confían de manera ciega en los controles y en las medidas coercitivas y
verticales.
Los métodos banalizados inciden de manera directa en los procesos
emancipatorios. Los medios son importantes no porque bordeemos un
maquiavelismo desgastado sino simplemente porque el asunto de las téc-
nicas, al no ser pensados, influyen de manera directa en la orientación de
los proyectos, en sus fines, es decir, en sus teorías de interpretación y de
acción. Los métodos son diferentes a las construcciones teóricas. Sin
embargo, las personas al estar más cerca de los métodos, entran en con-
tacto con sus visiones, sus dimensiones antropológicas, sus orientaciones
relacionales. Esta cercanía hace que aunque pensemos en un determina-
do comunitarismo o solidaridad, al final el método tiene mayor impacto en
los sujetos. Por ejemplo, aunque la educación se inscriba a un determina-
do proyecto humanitario, sus métodos inscritos en la competencia y la efi-
cacia destruyen ese modelo humanitario. También aunque hagamos la
opción por los pobres los métodos nos sitúan en una relación paternalista
y desprecio de los pobres en la medida que luchamos contra la pobreza.
La reflexión sobre la estrategia metodológica la vamos a dividir en
tres partes, una es la crítica al método, la segunda es la propuesta de un
nuevo método y la tercera son las estrategias metodológicas.
La crítica al método. En una ocasión un equipo queriendo medir el
impacto de una ONG, hacía preguntas como estas: ¿Cuántas cursos se
establecieron? ¿Cuántas personas siguen en contacto con la organiza-
ción? ¿Cuántas personas lograron cambiar? ¿Cuántos recursos se invir-
tieron? En estas preguntas impera el indicador cuantitativo. Este indicador
puede ser contestado sin ningún problema. Podemos hablar de 20 cursos,
200 personas impactadas, 50 cambiaron sus comprensiones y 10,000
dólares se invirtieron. Supongamos que todo esto es cierto. Frente a ello
podemos quedar conformes o no, de acuerdo a las metas definidas con
anterioridad. Sin embargo, en todo este fenómeno se esconde lo que lla-
mamos un fenómeno de ceguera. Expliquemos brevemente lo que es un
fenómeno de ceguera. Se trata de puntos ciegos que están en nuestras
interpretaciones. Señalaremos tres formas de evidencia de la ceguera;
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La estrategia metodológica.
La siguiente es la estrategia metodológica utilizada para el estudio de las
huellas de la Red en el Ecuador, la misma que busca dar viabilidad al
enfoque propuesto por el método.
Supuestos metodológicos:
4 Vamos a observar una relación meta sistémica provocada por la
Red, entre tres niveles: el subsistema individuo, el sistema organi-
zación y el supra-sistema entorno.
4 Se asume que existen determinadas evidencias del triángulo de
la sosteniblidad -reglas del juego, capacidad y credibilidad- y sus
marcos orientadores.
4 La presencia de categorías básicas: Cambio de Época, sosteni-
bilidad-vulnerabilidad institucional, coherencia-correspondencia,
proyecto institucional, enfoque estratégico.
4 El estudio es transversal en tanto que se busca observar en pro-
fundidad las huellas a fin de dar cuenta de las relaciones, recursi-
vidades y emergencias.
4 Es posible observar y registrar las huellas, utilizando estímulos
que tengan sentido desde el contexto.
4 Flexibilidad en la aplicación de los instrumentos por las dinámi-
cas de la vida misma.
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Fases
1. Selección de informantes
4 Elección de informantes calificados.
4 Descripción básica de la historia de la Red por parte de los infor-
mantes calificados.
4 Selección de individuos y organizaciones para el estudio. Esta
selección se clasificará en tres categorías de estudio: Personas;
instituciones educativas y organizaciones sociales.
3. Recolección de información
4 Consulta y negociación del cronograma de aplicación.
4 Elaboración del cronograma de trabajo.
4 Recolección de información.
4. Plan de análisis
4 Identificación de las huellas en las personas.
4 Identificación de las huellas en las instituciones educativas.
4 Identificación de las huellas en las organizaciones sociales.
4 Discusión de resultados.
5. Interpretación de resultados
4 En el nivel de relaciones.
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4 En el nivel de recursividades.
4 En el nivel de emergencias.
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Instituciones educativas
De manera mayoritaria las instituciones educativas en las que se
encuentran las huellas de la Red fueron varias universidades y el colegio
Eugenio Espejo de la ciudad de Loja, en la frontera con el Perú. Los luga-
res dentro de las instituciones educativas fueron: escuelas dentro de uni-
versidades dedicadas a la gestión de recursos naturales, al trabajo social,
a la planificación, centros de investigación y la universidad indígena que
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Organizaciones sociales
¿Qué tipo de organizaciones sociales entran en relación con la Red?
Estas son organizaciones que cubren un amplio espectro de la denomina-
da sociedad civil y expresan las demandas crecientes de sectores socia-
les vulnerados y vulnerables, usualmente ignorados o postergados como
es el caso de las mujeres y de los indígenas. Estas organizaciones se
caracterizan por atender las demandas que la institucionalidad del Estado
no es capaz de asumir. Un elemento revelador de su naturaleza es la bús-
queda de una nueva ciudadanía en la que lo local está jugando un papel
determinante. En sociedades en las que el trabajo social pierde valor,
estas sociedades aumentan su vulnerabilidad.
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“Un hecho que fue muy interesante y que yo le pedí a José de Souza que lo rela-
tara es el caso de las mujeres de un sector campesino de su
país de Brasil, en donde las mujeres le demostraron que ellas
sabían como limpiar las porosidades de las vasijas de barro
para que filtre el agua y entonces la gente sintió que el cono-
cimiento que tenían debía ser valorado. Entonces yo vi que
eso influyó mucho dentro del grupo.” (Red de Mujeres de Loja.)
“El taller que se realizó con José de Souza, dio elementos para el plan de des-
arrollo que ya se está validando con temas de nuevos desafí-
os, nuevos paradigmas, en el plan de desarrollo provincial.
Entonces han sido referentes y ahora necesitamos unirnos con
otras organizaciones, con el mismo Foro Social, con otras
organizaciones locales que permitan impulsar dentro de la
misma lógica un proceso para Chimborazo.”(Grupo de
Solidaridad de Riobamba).
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Reconocimientos en el contexto
La búsqueda de la innovación es la clave del cambio institucional y
en este sentido es importante reconocer si las huellas que genera la Red
en las instituciones y en las organizaciones les confieren correspondencia
con su contexto y a su vez genera reconocimiento por parte del mismo
contexto. En consecuencia, el análisis a continuación permite destacar la
emergencia de procesos, competencias, valores, visiones y acciones
inesperadas que sorprenden al contexto. Un buen indicador del contexto
con respecto al cambio en las instituciones lo encontramos en los recono-
cimientos, aunque no es el único.
“En la cosa práctica una gran empresa que hay acá me ha invi-
tado a formar ya un centro holístico, entonces con una docto-
ra homeópata, con un cardiólogo, un ginecólogo y un pediatra
que comprenden la teoría, con un psicólogo cognitivo, estamos
en este momento ya instalando el centro para empezar ya a
trabajar” (Ney Dolberg) .
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Tipos de relaciones
No todas las relaciones que descubrimos en las huellas fueron igua-
les. Múltiples son los tipos de relaciones que aparecen en la investigación
del Estudio de las Huellas en Ecuador.
4 Primero, nos encontramos con relaciones formales e informales.
Las relaciones formales son las que están precedidas por una invi-
tación o intervención directa, las cuales se ejecutan por medio de
actividades planificadas y evaluadas. Este tipo de relaciones suele
estar presente en las universidades y en algunas ONGs. Otras son
las relaciones informales. Estas relaciones ocurren por la circula-
ción de documentos, o por puro azar. Nunca se pensó conocer la
Red y de pronto hubo un contacto indirecto que comenzó a marcar
la vida, la profesión de alguien o la estructura y la dinámica de una
organización o institución. Aún, relaciones informales comenzaron
a tener un impacto inesperado. Las relaciones informales no per-
manecen del mismo modo. En efecto, muchas de ellas se convir-
tieron en relaciones formales. También algunas de las relaciones
formales e informales desaparecieron en el proceso.
4 Segundo, existen relaciones personales e institucionales. Las
relaciones personales tienen una serie de implicaciones sociales y
profesionales. Las relaciones institucionales no influyen con la
misma intensidad en sus miembros. Encontramos niveles diferen-
ciados de intensidad. No hay duda de que las relaciones persona-
les se encuentran también en el ámbito institucional. Las intensida-
des suelen ser más sentidas en el plano personal.
4 Tercero, existen relaciones organizadas en torno a intereses
académicos o a intereses organizacionales. Las que aparecen con
mayor insistencia son las relaciones por intereses académicos.
Ellas se inscriben en un campo muy amplio: desarrollo, cuestión
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Recursividad contextual
El contexto es constitutivo de la recursividad de la Red. ¿Qué se
entiende por contexto? No sólo el medio donde nos hacemos, la dimen-
sión ecológica. El contexto es el lugar donde la vida se construye, donde
adquieren significado nuestras acciones. La universalidad es ridícula
cuando el énfasis esta en el contexto.
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En breve, el estudio de los tres casos nos permite encontrar las hue-
llas de la Red, las huellas en las organizaciones y en las personas que
se colocaron “las sandalias de la Red” y los caminos que se van cons-
truyendo en América Latina. Las huellas, los caminos y los caminan-
tes son el fiel testimonio de cómo cambian las personas que cambian
las cosas. Más que ver la Red lo que nos interesa es descubrir que
algo está pasando en nuestras tierras y que eso que ocurre tiene que
ver con la vida asediada y amenazada.
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Bibliografía
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Capítulo 4.
4.1. Preámbulo
¿Qué es una huella? Definir el ser de la huella no tiene sentido por-
que ella es una cosa, en la medida que es otra cosa. Su ser no está en lo
que vemos, ella es algo porque hay algo que no está en ella, en tal senti-
do su ser es volátil. Tocar la huella es entrar en contacto con un recuerdo.
Así, lo que importa de la huella no está en ella misma sino en aquello que
podemos buscar a través de ella. Eso que podemos buscar pertenece a
lo que fue y porque fue nos interesa conocer su trayectoria. En cierto sen-
tido la huella no tiene presente porque su relación es entre lo que fue y lo
que será. La huella es sólo un puente frágil. Pero es a partir de la fragili-
dad de la huella que podemos irnos al pasado y suponer el futuro. La hue-
lla es el presente de intersección.
La impronta de la huella puede ser borrada. Ella no es indeleble. La
propiedad de fragilidad de la huella hace que no llame la atención al inte-
rés de la mentalidad de museo que busca conservar o de la mentalidad
positivista que está atada a la simple observación y que afirma: “hay hue-
llas”. Si el objetivo fuera conservar, entonces las huellas no serían su obje-
tivo pues estas son simples indicadores de tesoros perdidos y señales
débiles de civilizaciones antiguas. La mentalidad de museo busca objetos
y las huellas son caminos indispensables para llevarnos a ellos, pero las
huellas no son para conservar. Las huellas sólo se guardan cuando no
podemos tener los tesoros. Si el objetivo fuera describir, contar, decir “esto
pasó”, las huellas no tienen relevancia. La descripción puede justificar los
estudios, pues los centros de investigación científica suelen estar prisio-
neros en esta tendencia, pero esta forma queda atrapada en la estrechez
del objetivismo por no querer comprometerse con lo que dice ni aceptar
que no hay hechos sino sólo interpretaciones. Ante la afirmación de “hubo
huellas” la única respuesta que podemos esperar es una suma de demos-
traciones que hacen parte de una gimnasia intelectual, a veces mediocre,
sin preocupaciones éticas y bajo una política en contra de los pobres, los
excluidos y las víctimas.
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categorías “normales” que envuelven a los otros, a las otras y a lo otro son
categorías que dictaminan “la anormalidad”. En breve, el acercamiento a
las huellas de los otros, las otras y lo otro no se hace por conveniencia,
analogía, emulación o simpatía sino en la creación de nuevas vías que
nos permitan acercarnos a los “anormales”.
Para que el otro aparezca con sus huellas, requerimos hacer lo que
Foucault proponía en los años sesenta: “desalinear las ciencias”. Quizás
la tarea más importante de las ciencias es desalinearse, deconstruirse y
descolonizarse. Para que las ciencias adquieran los estatutos de huma-
nas tienen que empezar por pensar en sus paradigmas, en sus visiones,
en sus intereses, en los lugares desde donde hablan y en los discursos
que las forman. Llama la atención que los conocimientos de las ciencias
que se transmiten en la mayoría de las universidades de América Latina
sirven al poder y no dejan huellas sino grandes manchas de erosión y
muerte en las culturas y en los pueblos autóctonos. Pero la labor no se
queda sólo en desalinear las ciencias sino en generar nuevos conocimien-
tos, rescatar los que fueron lanzados a las categorías de inútiles, conocer
los que fueron apartados como supersticiones debido al universal blanco
y prepotente.
Las huellas de las otras y de los otros no pueden ser vistas sin las
otras y sin los otros, sin sus saberes, sin sus no-disciplinas y sin sus emo-
ciones y pasiones. Sería irrespetuoso hablar de los otros en nombre de
ellos, como si bastara con seguir creyéndonos la voz de los que no tienen
voz. Por consiguiente, lo primero que tenemos que levantar es su nega-
ción, porque ellos existen negados. El ser ahí del Dasein es un no estar
por la negación milenaria de ellos. Ni siquiera podemos decir que están
ahí pues las teorías del presencialismo dicen lo contrario. No están ahí
porque su estar es un no-estar. Por consiguiente las huellas de los otros
y las otras implican cambios profundos en nuestra mirada sino lo que
hacemos es buscarnos en ellas.
En efecto, la negación antecede a todo discurso sobre las huellas de
ellas y de ellos: los otros no son, ellos no saben, ellos no tienen, ellos no
pueden, ellos no sienten. Por tal motivo a los otros y a las otras se les
quiere educar con los conocimientos blancos y machistas de los desarro-
llados para que cuando no haya alteridad se les de la oportunidad de
“reconocer” al amo de Hegel o al Pigmalion de Ovidio. En consecuencia,
su voz inicia por un ruido que ni Aristóteles podía validar en la Política -la
voz era propia de los animales y la palabra de los hombres-. Por eso lo
que se escucha es su indignación que molesta y perturba a los dominado-
res. Pero no sólo son voces, también son canciones, poemas, lamentos,
frases que no se pueden presentar como discursos “racionales”. Cada vez
son más frecuentes los gemidos que se escuchan en el horror que van
creando los más poderosos. En consecuencia no podemos hablar de las
huellas de los otros y de las otras sin invocar la transgresión cargada de
un diferente poder, porque el poder que reivindica la vida no puede ser
igual al poder que la aplasta.
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que antes. Por tal motivo, nuestro trabajo no puede ser sino político por-
que bajo la moral del deber ser, y más en tiempos de corrupción, los nue-
vos sacerdotes nos venden soluciones diversas para lograr mejor su des-
carado robo, hasta de nuestras identidades. En consecuencia el límite que
tenemos que superar es el del inmenso moralismo que invade el lengua-
je político puesto que la política habla en nombre de la moral.
El gran descubrimiento de Foucault es la relación entre poder y ver-
dad: “El poder sólo se puede ejercer por medio de la producción de la ver-
dad”. Cuando los poderosos hablan de cambios, solo están hablando de
reacomodaciones del poder. ¿Qué se legitima y qué se excluye con la
nueva apertura de sus verdades? ¿Con sus prácticas? Cuando se intro-
ducen sus “reglas del juego” ¿qué abre y qué cierra? Las huellas de los
otros y de las otras son huellas de “anormales” que hacen “anormalida-
des” según el juicio de los poderosos. Las verdades del desarrollo nos van
señalando modos de vida “anormales” donde quedan fuera los “anorma-
les”. Así el ejercicio de la verdad es la práctica que separa la normalidad
de la anormalidad. A nosotros nos interesa buscar las huellas en esos
“anormales” que el poder aparta, encierra y elimina. Por lo tanto, partir
desde ellos es visibilizar sus verdades no como supersticiones, su arte no
como artesanías, y su ética no como inmoralidad.
En consecuencia las huellas a las que nos vamos a referir no se pue-
den entender sin la diferencia y la singularidad. Esto significa que el pen-
samiento sobre estas huellas implica un doble ejercicio: el rechazo a los
universales y la emergencia de las singularidades. No hay singulares sin
la crítica radical a los universales. Por tal motivo nuestro pensamiento es
crítico. Las huellas señalan la crítica de los caminos que se pretenden úni-
cos, de los discursos simples y de las soluciones mágicas que vienen
desde arriba. Pero también la crítica nos exige un ejercicio de autocrítica
porque son muchos siglos en los que ellos han estado imponiéndonos
modelos dominantes mediante la repetición de que somos incapaces de
resolver nuestros propios problemas. Por tal motivo, las huellas no son
esencias y la singularidad lleva la ligereza de lo que no puede ser univer-
sal y por consiguiente de una transgresión de la ley y los sistemas jurídi-
cos que están allí para consolidar el poder de los más poderosos.
Las huellas son las que nos revelan los caminos y no son los cami-
nos los que nos revelan las huellas. No porque haya caminos es que hay
huellas. Los caminos tenemos que hacerlos y las huellas son las que
nos muestran esos nuevos caminos. Las huellas nos hablan de cami-
nantes. Porque no hay novedad sino cuando nos atrevemos a buscar
esas huellas, en consecuencia los caminos serán múltiples porque la
vida lo es.
Por último, las huellas son trazas de subjetividad. Esas trazas de
subjetividad no son las leyes. Una huella no es lo que debe ser ni lo que
los otros tienen que seguir; todos tenemos que hacer nuestros propios
caminos, con otros y con otras y en torno a la vida amenazada, con ale-
gría, hospitalidad y fiesta.
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Algunos verbos son críticos para identificar las huellas dejadas por
la Red. Estos verbos son constitutivos del lenguaje que la Red usa para
traducir muchos de los significados que construye y comparte con los que
la apoyan en dicha construcción. Los verbos que aparecen en los tres
casos son:
4 Compartir: este es el verbo que surge con mayor fuerza. La
necesidad de construir redes de solidaridad en América Latina
pero bajo la perspectiva de las diferencias es la gran novedad.
4 Interpretar: La pregunta no es sólo qué interpretar, sino desde
dónde, con quiénes, para qué, por qué interpretar, con el fin de
dilucidar ¿cómo se construyen las interpretaciones?
4 Innovar: No más a los mimetismos y a las repeticiones. Seguir
adoptando medidas, tecnologías, discursos que nos vienen de
otros lados es condenarnos. El único camino que tenemos es el de
la innovación. Los desafíos emergentes requieren de creatividad.
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manera mecánica. El pasado no era ni lo que tenía que ser superado den-
tro de una visión evolutiva del desarrollo ni tampoco lo que permanecía
dormido en un ayer que no se repite más. El presente no era el instante
fugaz que para poder ser experimentado tenía que separarse del pasado
y del futuro. Pasado, presente y futuro se encuentran comprimidos en la
vida misma. Necesitamos anticipar el futuro y construir estrategias en el
presente, estrategias que van a depender de nuestro pasado y de lo que
hagamos para que este no sea olvidado. En consecuencia, el futuro actúa
sobre el presente y el pasado en la medida que el pasado interactúa con
el presente y el futuro, y el presente es el punto de encuentro del pasado
y del futuro. Así, el tiempo comprimido hizo parte de la nueva perspecti-
va emancipadora. Trabajar con las organizaciones implica destacar la
manera como el presente contextual nos estaba afectando, descubrir las
tendencias, construir escenarios y hacerlo sin perder de vista nuestro
pasado. Diferente es la manera como actúa la visión mercadológica y la
cibernética pues puede anticipar el futuro sin dejarse cuestionar por el pre-
sente de los vulnerados y pasa por encima del pasado.
El tiempo comprimido y emancipador requirió de una actitud crítica
constante. No es que la crítica sea necesariamente una condición para lle-
gar a la visión contextual pero si es una condición para permanecer en
ella. Además, no es que la visión contextual llega por un documento que
leamos. El contexto incide en nosotros y en las organizaciones indepen-
dientemente de que nosotros seamos conscientes o no. Para el trabajo de
la organización es vital que la incidencia del contexto comience a ser
consciente. Pero esa conciencia requiere de una segunda acción y es la
crítica. Muchos son los testimonios de mujeres y hombres que hablan de
la criticidad que adquirieron con la Red, ¿criticidad frente a qué y frente a
quiénes? Frente a quiénes defienden una visión “triunfante” que no quie-
re ver su relación victimaria con los pobres, los excluidos y las víctimas,
contra quiénes siguen defendiendo desde la competitividad y la eficacia
las relaciones asimétricas de poder y contra quiénes siguen pensando que
el problema de las víctimas sigue estando en las mismas víctimas.
Pero las huellas no son sólo críticas o reactivas. En la mayoría de los
procesos organizativos fueron apareciendo nuevas necesidades. Si las
preguntas habían cambiado, las respuestas no podían ser las mismas.
Había que innovar nuevas respuestas de acuerdo con los contextos de los
países pero con una condición insoslayable: la participación. En conse-
cuencia, los retos fueron diferentes de acuerdo al contexto, a la organiza-
ción, a los datos a la mano y a la urgencia de los cambios. Por consiguien-
te, encontramos otra manera de hacer ciencia, de investigar, de pensar y
de hacer la educación, de situar a la organización en el entorno, de hacer
medicina y de empoderarse de los cambios.
No todos cambiaron en los mismos aspectos. Los escenarios cuba-
nos son diferentes a los escenarios costarricenses. Los modelos de ges-
tión emergentes fueron diversos. La heterogeneidad se regó por todos
lados. La disonancia ya no comenzó a verse como una patología sino
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de innovaciones.
Se puede partir del contexto para construir las estrategias a partir
de escenarios, pero también podemos partir del contexto para compren-
der los cambios que sucedieron. Algunas cosas que resaltan a partir de
la segunda perspectiva son la amplitud en la reflexión del contexto exter-
no e interno en el caso Costa Rica. Su contexto tiene que ver más con
políticas internas. El contexto cubano se relaciona mucho más con las
condiciones a las que está sometido este pequeño país por la política de
Estados Unidos, y el contexto de Ecuador señala más los impactos de la
dolarización como parte del programa más amplio de ajuste económico
del país, en la agudización de la miseria y del fenómeno de la migración
masiva.
El cambio de las personas hace referencia al cambio de mentalidad,
de modelos de pensar y de confrontación de sus sistemas de creencias y
verdades. El estudio de caso Cuba menciona la reflexión del cambio de
las personas mientras que Costa Rica y Ecuador son prolíficos en ello.
Aunque hubo líneas comunes de cambio en los tres casos, cada uno
de ellos construyó estrategias metodológicas diferentes. Cuba en interac-
ción con la Red configura una nueva metodología interactiva para el
campo de la investigación científica; Costa Rica se apoya en la investiga-
ción cualitativa venida de las ciencias sociales; Ecuador propone un nuevo
método que tiene como fuente la complejidad y que se concretiza en tres
aspectos: las relaciones, las recursividades y las emergencias.
Las huellas en cada uno de los países tuvieron énfasis muy distintos
en el punto de partida. El caso de Costa Rica enfatiza en una relación per-
sonal que después se convierte en institucional. El caso de Cuba es una
relación claramente institucional y el caso de Ecuador combina entradas
institucionales y personales. Comenzar por cualquier parte implica el invo-
lucramiento de la otra parte. Los cambios desde la Red no son institucio-
nales sin comprometer a las personas y no son personales sin afectar a
las instituciones y a las organizaciones.
Las relaciones, recursividades y emergencias están mencionadas
en el caso Cuba; en Costa Rica son categorías de clasificación; en
Ecuador es una propuesta metodológica e interpretativa. La introducción
de este método puede ser visto como una de las emergencias que apare-
ce en la reunión que se tiene en Febrero del 2005 en San José, Costa
Rica, para definir la estrategia metodológica a utilizarse en el estudio de
los tres casos.
Constatar el cambio es una cosa y otra mirar cómo se produjo el
cambio. Costa Rica es el caso que más se detiene en explicar las causas
que impiden o retardan el cambio, Cuba recalca sobre los diferentes
modos del cambio institucional y Ecuador describe las condiciones para el
cambio. En este sentido los estudios de caso son complementarios den-
tro de sus diferencias por su enorme riqueza para el contexto latinoameri-
cano y caribeño.
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puede ser decidido sin las personas sobre las que recaen las acciones.
Las personas no cambian porque otras les dicen que cambien. No
se cambia por leer un documento. Tampoco se cambia por un aconteci-
miento sobrenatural. Cambiar las personas no es algo que se puede redu-
cir a unas técnicas. Cambiar las personas es un arte y las artes necesitan
algo más que técnicas. Ese algo más irreductible, indefinible es el que
hace parte del cambio de las personas y nace, es eso que Lévinas deno-
minaba: el otro es irreductiblemente otro.
Si bien la crítica hace parte del cambio, la autocrítica es fundamen-
tal. En cierta medida todos podemos ser críticos, pero autocríticos muy
pocos. Esos pocos son los que liderean el cambio, auténticos nómadas
conceptuales con la capacidad de atravesar los desiertos más áridos y las
tempestades más inhóspitas.
Por último, el cambio de las personas implica la construcción de nue-
vas relaciones con el medio. Estas nuevas relaciones no son caritativas
pues estas ofenden a los y a las pobres. Ellas son descolonizadoras y en
tanto que descolonizadoras políticas. Los cambios en las personas rom-
pen con las dicotomías de amo/esclavo, civilizado/bárbaro, desarrollado/
subdesarrollado y superior/inferior. Las personas que cambien con las
organizaciones comienzan a cambiar en su entorno, estas dicotomías son
las que sostienen los poderosos para acrecentar el expolio, la explotación
y el asesinato de los más débiles.
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auto-crítica y participativa.
4 Tercer camino: La construcción de un mundo justo y equitativo.
Las personas y las organizaciones han descubierto que si bien
esta es una propuesta con la que las organizaciones alcanzan rele-
vancia con el contexto y que esta propuesta es imposible sin el
cambio de las personas, lo importante se encuentra en la construc-
ción de un mundo donde sean posibles muchos mundos diferen-
tes. La propuesta de la Red no tiene equívocos, ella no interesa a
las personas que están cómodas con el mundo en el que vivimos
y en el que sólo piensan en enriquecerse.
4 Cuarto camino: La esperanza. La Red se convirtió en una espe-
ranza para personas, grupos, movimientos y personas en tiempos
de impotencia por el horror que genera el Neoliberalismo en nues-
tro continente. Ella recrea la esperanza y nos ayuda a soñar nue-
vamente cuando los señores del mercado solo nos venden los sue-
ños de cosas que nos empobrecen junto con nuestro planeta. Esta
esperanza es activa puesto que genera una gran red latinoameri-
cana que comienza a adquirir la forma de un gran movimiento con
incidencias planetarias.
Bibliografía
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de Chile.
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Capítulo 5.
CONCLUSION
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