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Quiero comenzar agradeciéndoles por acompañarnos esta última mañana de Feria

a Conarte por la organización. Pero, sobre todo, quiero agradecer a Miguel

Barquiarena, que me haya invitado presentar este magnífico libro. Si de por sí es un

honor acompañar, Miguel, en esta ocasión el gusto es mayor porque se trata de un

libro doblemente magnifico. Lo digo por haber obtenido el Premio Nacional de

Poesía Carmen Alardín organizado por el El Consejo para la Cultura y las

Artes de Nuevo León y por el contenido y la forma este fantástico artefacto

poético que es Matrioshkas. Que a vote pronto se puede decir, que se trata de una

cajita de Pandora donde podemos encontrar la voz poética de Miguel Barquiarena,

inconfundible y rotunda, como ya la conocemos; manifestándose, esta vez, en una

diversidad de formas poéticas que sorprenden

Pero empecemos hablando por el final del libro en el que Miguel nos explica qué

es una Matrioshka, se trata de “un conjunto de muñecas tradicionales rusas

creadas en 1890. Su originalidad consiste en que se encuentran huecas y en su

interior albergan una nueva muñeca, y ésta a su vez a otra y así en un número

variable que puede ir desde cinco hasta el número que se desee, siempre y cuando

sea impar”. Miguel toma este extraordinario objeto de la cultura rusa como metáfora

para explicar esa vieja tesis conocida de que el primer amor es tan fuerte que lo que

hacemos es pasarnos media vida encontrando en las siguientes parejas ( en este

caso mujeres) aquella primera que nos cautivó.


Así el libro está dividido en siete apartados, en siete muñecas que corresponden a

Marianela, Laura, Ámbar, Susana, Daniela, Elena y Larissa, mujeres que en

conjunto pertenecen al mismo universo que el autor ha creado, pero que

avanzando en la lectura nos damos cuenta que cada mujer se desmonta de esta

Gran Matrioshka para presentarse ante el lector como única y diferente, para

hacernos saber que no se les puede amar de la misma manera a una y a otra

Es pues Matrioshkas un tratado del amor y del desamor en el que Miguel

Barquiarena nos pone en el espejo en el que el lector se mira y en el que encuentra el

reflejo de sus sentimientos. Si nos detenemos en Marianela por ejemplo nos

encontramos con que el amor está relacionado con el miedo; miedo a la soledad, al

posible desvanecimiento del recuerdo de la persona amada, el miedo que causa el

trastorno de su ausencia pero que encuentra un refugio solo en el espacio de los

versos.

Para Miguel Barquiarena el amor es siempre un milagro que conquista, maravilla,

hechiza y seduce. Por eso, sus protagonistas nunca descansan si no que gozan y

padecen, se entusiasman y muchas veces al final se decepcionan. El amor se

manifiesta en Matrioshkas bajo varias formas, puede ser silencioso, vibrante,

idolátrico o tierno, pero también imprudente, espontáneo, y cruel, y es, en

cualquier caso, siempre en sí mismo emocionante. Las protagonistas de sus

poemas miran al mundo con ojos bien abiertos dejándose fascinar por la vida que

se despliega ante ellas.


En las Matrioshkas caben mujeres tiernas, vulnerables y sedientas de

conocimiento, y por otro lado tambien mujeres fuertes, dispuestas a superar todos

los obstáculos y a resistir en el mundo, defendiendo su derecho al amor y la

felicidad. Ambas imágenes, sin embargo, representan las dos caras de la misma

moneda, un conjunto que se desvela al lector bajo diversas formas mientras van

saliendo una a una a mostrarnos el rostro del amor, como la encarnación de la

creatividad y el principio del ser.

Para Marianela, Laura, Ámbar, Susana, Daniela, Elena y Larissa, lo mismo vale

en el amor la prudencia y la astucia, los sentimientos profundos y sinceros: dar

todo y sacrificarlo todo es la única ley del amor que ellas aceptan. La separación,

la despedida, el amor fracasado y los sueños incumplidos son motivos recurrentes

en su lírica amorosa. Entre los versos que habitan estas mujeres podemos ver las

razones para que un amor sea imposible de concretarse: ya sean las

circunstancias, las personas y el tiempo, hasta la imposibilidad de comprender al

otro, la falta de sensibilidad o las diferentes aspiraciones de los amantes.

En cuanto al amor erótico, sus poemas contienen el motivo de la entrega a la que

casi siempre se representa mediante un lenguaje metafórico que incorpora

elementos de la naturaleza pero también otros ambientes que sirven a la voz lírica

para describir al otro y el placer experimentado, pero también para recrear el

espacio imaginario del encuentro. El autor se apropia de ciertas imágenes que

funcionan como arquetipos del ser femenino: las mujeres fuertes y/o fatales o las
doncellas frágiles, que expresan en cierta medida su deseo para mostrarse firmes

e inflexibles frente a las poderosas fuerzas del amor y de esconder su propia

fragilidad y debilidad detrás del encuentro apasionado.

En muchas de sus líneas sensuales, Barquiarena creó un mundo concreto para

las experiencias de las Matrioshkas, un mundo que va más allá de la lógica. En

líneas generales, se puede constatar que en los versos eróticos de Matrioshkas

predominan los motivos de la entrega, de la conciencia de la muerte y de la

belleza desgarradora. Esta última está traspasada por el conocimiento de la mujer

sobre su propio cuerpo y de las circunstancias en que se desarrolla el amor en la

contemporaneidad. Se trata de un amor que va más allá de amar a cambio de ser

amado, un amor que da sentido y plenitud, y cuya carencia se convierte en motivo

no solo de dolor, sino también de vacío. Ante la falta del amor correspondido, el

sujeto lírico busca la comunión con los elementos de la naturaleza con los cuales

entabla una relación de intercambio de afectos.

Hasta aquí les he hablado del tema del poemario de Miguel Barquiarena pero

detengámonos en la forma en que nos presenta a todas estas mujeres, primero

debo contarles que para mí ha sido una sorpresa que los últimos trabajos literarios

de Miguel Barquirena se hayan inclinado totalmente al universo de la poesía,

siendo que yo lo conocí hace un año ganando un concurso de narrativa, me refiero

al Premio Nacional de cuento Agustin Yañez y aunque sabía que Miguel también

escribía poesía, al leer un libro tan maravilloso como aquel no dude que se

decantaría por ese género. Así que como verán mi sorpresa ha sido grande
¿Me equivoque en mis predicciones? Yo diría que no totalmente, porque aunque

Matrioskas sea un poemario y el premio que obtuvo con él es de poesía, debo

decirles que mucho de su veta narrativa también puede encontrarse en este libro.

La obra va alternando entre el verso fácilmente identificable en la lírica y la prosa

poética que también nos habla a su manera de ese yo poético y sus encuentros y

desencuentros con estas siete mujeres. Podemos decir que la imaginación de

Miguel, no conoce fronteras ni límites, no admite pureza de géneros sino que se

vale de ellos para expresar lo que quiere decir

El espíritu lúdico y su capacidad expresiva e imaginativa, son los aspectos que

marcan la creatividad del libro y tal vez valdría la pena añadir aquí su espíritu

subversivo; una indocilidad, que lo afrenta a muchas “convenciones” literarias, y lo

lleva entre otras cosas a señalar lo especial, lo original y lo diferente de la forma en

la que se nos presentan los poemas.

Como no quiero arruinar la experiencia lectora desvelando aquí más información

acerca de Matrioshkas, termino mi participación afirmando que este libro se escribió

con una apasionada hondura sobre los sentimientos amorosos fugaces e

intensamente reales, una pasión que quedó plasmada en imágenes condensadas

e intensamente vivas y que estoy segura será plenamente reconocible para

cualquier lector.

MUCHAS GRACIAS

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