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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1075/2019-S4

Sucre, 18 de diciembre de 2019

SALA CUARTA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano
Acción de amparo constitucional

Expediente: 30231-2019-61-AAC
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución 0054/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 83 a 85 vta.,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por
Juan David Triveño Ferrufino, Lucía Corrales Rocha, Hilarión Álvarez
Fuentes, Juan Meneses Mérida, Angélica Vidal Vda. de Gutiérrez y
Zenobia Corrales Rocha contra Mario Ledezma Zambrana, Edgar Terceros
Vásquez, Nancy Maldonado de Rojas, Andrés Rojas, Rolando Coca y
otros, miembros de la Asociación de Agua Potable Piñami Sud (ADAPIS) de
Colcapirhua del departamento de Cochabamba.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 8 de julio de 2019, cursante de fs. 44 a 49, los


accionantes, manifestaron los siguientes argumentos de hecho y derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

En virtud a la asamblea general de socios de 24 de abril de 2014, se suscribió


el Acta de Separación de la Organización Territorial de Base (OTB) Piñami Sud
de la ADAPIS, momento desde el cual, la referida OTB se encargó de la
administración del servicio de agua potable de la zona, encontrándose los
peticionantes de tutela, al día con sus obligaciones; sin embargo, el 16 de julio
de 2019, de manera intempestiva y arbitraria, incurriendo en medidas de
hechos, los demandados procedieron al corte del suministro exigiendo el pago
por el servicio en favor de ADAPIS, pegándose avisos de corte el 13 de igual
mes y año, en los domicilios de los accionantes, no obstante que, conforme
refirieron previamente, ya no se encuentran facultados a efectuar dichos
cobros.

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I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Los accionantes alegaron la lesión de sus derechos de acceso al servicio de agua


potable, a la salud, a la vida, a los servicios básicos y a una vida digna, citando al
efecto los arts. 13, 16, 20 298, 373 y 374 de la Constitución Política del Estado
(CPE); y, 25, 28 y 30 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).

I.1.3. Petitorio

Solicitaron se conceda la tutela, disponiéndose la inmediata restitución de su


derecho de acceso al agua y el cese de las acciones de hechos ejecutadas por los
demandados.

Como medidas cautelares, formularon las mismas pretensiones.

I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

Celebrada la audiencia pública el 26 de julio de 2019, conforme consta en el acta


cursante de fs. 80 a 82, presente una de las accionantes, los demandados y los
terceros interesados, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1.Ratificación de la accion

Los accionantes, a través de su abogado, se ratificaron en el contenido de la


demanda.

Ante la consulta efectuada por la Sala Constitucional, Lucía Corrales Rocha,


impetrante de tutela, señaló que no se le había cortado el servicio de agua
potable y que contaba con el mismo en su domicilio, siendo que la amenazaron
con hacerlo sin o efectuaba el correspondiente pago, habiendo reiterado que
nunca se le privó a ella ni a sus vecinos del suministro de agua.

I.2.2. Informe de las personas demandadas

Mario Ledezma Zambrana, Edgar Terceros Vásquez, Nancy Maldonado de Rojas,


Andrés Rojas, Rolando Coca y otros, miembros de la ADAPIS de Colcapirhua del
departamento de Cochabamba, mediante informe escrito cursante de fs. 72 a 75 y
en audiencia, a través de su abogado, manifestaron que: a) Los accionantes no
acreditaron ser vecinos del lugar y beneficiarios del servicio; b) No aportaron
documental alguna que demuestre que se encuentren al día en sus pagos del
servicio de agua potable y menos aún que se hubiera cortado el suministro del
líquido elemento; c) Ante el Ministerio Público se instauró una denuncia contra la
OTB Piñami Sud por el delito de usurpación de aguas que se encuentra con
imputación formal, motivo por el cual acuden ante la justicia constitucional
arguyendo falsamente la existencia de cortes de agua, pretendiendo con su
accionar inducir al error y conflictuar dos jurisdicciones; d) La intencionalidad de los
impetrantes de tutela es que se den por bien hechos los pagos realizados a la

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mencionada OTB, a efectos de que, vía jurisprudencial se facultes a las OTB’s a
cobrar y administrar el recurso agua, más allá de las atribuciones que les confiere la
ley, contraviniendo lo previsto en el art. 122 de la CPE; e) Al no haberse ejecutado
corte de agua alguno a ninguna vivienda, no existen derechos afectados; f) Si bien la
parte solicitantes de tutela aducen que el 13 de junio de 2019, se procedió a pegar
preavisos en sus puertas, éstos no fueron objetados y tampoco representados, no
habiéndose regularizado sus cuentas pendientes, limitándose a adjuntar presuntos
recibos con un logotipo de CAPIS y otros de la OTB Piñami Sud; g) No se
especifican los hechos considerados como medidas de hecho; h) No se cumplió
con la legitimación pasiva, habida cuenta que no se identificó a todos los
miembros del ente colegiado; i) Alegan que en 2018, se efectuaron cortes del
servicio, por lo que ha transcurrido superabundantemente el plazo para la
interposición de la presente acción tutela; j) Señalan que el 16 de julio de 2019 se
les privó del líquido elemento; afirmación que resulta falsa, pues solamente se les
dio un preaviso; k) El único corte se produjo en un lote que no cuenta con
vivienda y dentro del cual se produjo una fuga y no existía dueño que solucione el
problema; no obstante, habiéndose identificado al propietario, que no es socio de
ADAPIS, no puede alegarse lesión alguna. En mérito a tales argumentos
solicitaron se deniegue la tutela peticionada, con costas.

I.2.3. Intervención de los terceros interesados

Gabriela Rosario Bernal de Zambrana, Presidenta; Roberto Guzmán Álvarez,


Vicepresidente; y, Paulina Miranda Carrillo, Secretaria, todos de la OTB Piñami
Sud, mediante informe escrito cursante de fs. 77 a 79 vta., manifestaron lo
siguiente: 1) Desde el 24 de abril de 2014, la señalada OTB, por decisión de en
Asamblea Magna de socios, realiza los cobros por el servicio de agua potable,
habiéndose recibido desde entonces una serie de quejas y denuncias contra los
demandados que continúan amenazando a los vecinos con proceder al corte de
agua si no se efectúan lo pagos exigidos; 2) En virtud al acuerdo de separación
se realizó el Anteproyecto de Descentralización Administrativa de la Asociación de
Agua Potable Piñami Sud de 26 de septiembre de 2014, mismo que fue truncado
por los ahora demandados que se rehúsan a reconocer el referido acuerdo; 3) No
obstante de que los usuarios se encuentran al día con sus obligaciones, los
demandados persisten en realizar cortes del servicio de agua potable; 4) El
líquido elemento que suministra la OTB, proviene de un tanque de agua ubicado
en la jurisdicción de Colcapirhua; sin embargo, los demandados, pertenecen a la
jurisdicción de Quillacollo; 5) La OTB señalada nunca cortó el servicio a los
vecinos de Quillacollo, a pesar de la separación respecto a la administración del
servicio, pues se comprende la imprescindibilidad del líquido elemento,
habiéndose suspendido su provisión por única vez y por dos días, cuando se
realizó el cambio de tuberías que no fueron sometidas jamás a mantenimiento por
ADAPIS, lo que ocasionaba que el agua fuera de mala calidad; y, 6) Los
demandados, con el afán de intimidar a los miembros del Directorio de la OTB,
iniciaron un proceso penal. Por las circunstancias anotadas, impetran el cese de
las medidas de hecho ejecutadas por los demandados y que éstos se limiten a
realizar futuros cortes.

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I.2.4. Resolución

La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de


Cochabamba, mediante Resolución 0054/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 83
a 85 vta., denegó la tutela solicitada en mérito a los siguientes fundamentos:
i) Existe imprecisión entre los argumentos de la demanda y las aseveraciones
vertidas por una de las accionantes que, de manera voluntaria y sin presión
alguna manifestó que nunca se le cortó el servicio de agua potable y tampoco a
sus vecinos, existiendo solamente amenazas de hacerlo si no se regularizaban
los pagos debidos; y, ii) De acuerdo a lo aseverado por la impetrante de tutela,
que constituye verdad material, no se advierte vulneración alguna al derecho de
acceso al agua ni de forma pacífica y menos mediante vías de hecho.

I.3. Trámite Procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Por acuerdo Jurisdiccional TCP-SP-050/2019 de 22 de octubre, a consecuencia de


los conflictos sociales acaecidos en el territorio nacional, la Sala Plena de este
Tribunal dispuso la suspensión de plazos procesales de las causas que se
encuentran en trámite y pendiente de resolución desde la fecha indicada,
habiéndose reanudado los mismos por su similar TCP-SP-052/2019 de 13 de
noviembre, a partir del 14 de igual mes y año; por lo que, la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, es pronunciada dentro del término legal establecidos
por el Código Procesal Constitucional.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece


lo siguiente:

II.1. En Asamblea General de 24 de abril de 2014, los socios de la OTB Piñami


Sud, acordaron unánimemente proceder a su separación y administración
autónoma del servicio de agua potable de la zona (fs. 9 a 10).

II.2. Mediante nota de 29 de junio de 2018, vecinos de la OTB Piñami Sud,


solicitaron al Presidente de la Asociación de Agua Potable ADAPIS, se
proceda a la restitución del servicio de agua potable que había sido cortado
desde el 27 del mencionado mes y año (fs. 17 y vta.).

II.3. El 13 de julio de 2019, ADAPIS notificó a Freddy Gonzales, con el corte del
servicio de distribución de agua potable por falta de pago (fs. 31).

II.4. Conforme a recibos por consumo de agua potable, Freddy Gonzales,


Sinforiano Triveño, Margaria Meneses, Bladimir Peredo, Lucía Corrales e
Hilarión Álvarez, efectuaron el pago del servicio de provisión de agua, por
diferentes meses, a la Cooperativa de Agua Piñami Sud “CAPPIS” (fs. 25 a
30).

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III. FUNDAMENTOS JURIDÍCOS DEL FALLO

Los accionantes alegan la vulneración de sus derechos de acceso al servicio de


agua potable, a la salud, a la vida, a los servicios básicos y a una vida digna; toda
vez que, los demandados, de manera arbitraria y mediante vías de hecho,
procedieron al corte del servicio de agua potable en sus domicilios, no obstante que,
desde el 24 de abril de 2014, es otra institución la que se encarga de su provisión y
en la cual todas sus cuentas se encuentran al día.

III.1. Medidas de hecho y presupuestos de activación

La SC 0832/2005-R de 25 de julio, refiriéndose a las medidas de hecho,


señaló que son: “…los actos ilegales arbitrarios que desconocen y
prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento
jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder que
detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener
respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la gravedad de los
mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar
derechos fundamentales…”; estableciendo además que ante su
concurrencia, es viable prescindir de la subsidiariedad, toda vez que: “ La
idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso del poder
y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por
mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas
como a los particulares que lo ejercen de manera arbitraria por diferentes
razones y en determinadas circunstancias…”.

En este sentido, se entiende por vías o medidas de hecho a los actos o


acciones en que pudieran incurrir funcionarios públicos o particulares
que, en omisión y desobediencia absoluta de los postulados constitucionales
y legales, ocasionen lesión a derechos fundamentales reconocidos por la
Norma Suprema y respaldados en los instrumentos internacionales que
conforman el bloque de constitucionalidad previsto en el art. 410
superior.

Estas actuaciones ilegales, se contraponen a los axiomas del Estado


Constitucional de Derecho descritos en el art. 8.II de la CPE y atentan
contra el principio ético moral de vivir bien, que se constituye en el
principal objetivo del nuevo Estado Plurinacional investido con una
pluralidad jurídica y étnica que, a partir del criterio de inclusión y
complementariedad, tiene como objetivo alcanzar la vida armoniosa de
todos sus miembros.

Dicho de otra manera, las medidas o vías de hecho, implican la transgresión


o amenaza de un derecho fundamental a través de actos contrarios a las
disposiciones legales y el contenido constitucional de la carta superior de

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derechos; por lo que, la acción de amparo constitucional se instituye como
un mecanismo extraordinario, que puede ser invocado por quien se
considere agredido en su derechos, a efectos de que la jurisdicción
constitucional, intervenga, detenga, repare o prevenga un daño mayor,
pues, ante la inminencia de la lesión o la posibilidad de su empeoramiento,
de acuerdo al ordenamiento constitucional, esta jurisdicción se encuentra
plenamente facultada e imbuida de la suficiente competencia, para dar
respuesta oportuna y eficiente al afectado que se encuentre en una
situación de desventaja e indefensión respecto de su agresor.

En este contexto y teniendo claro que este mecanismo extraordinario


procede ante cualquier acto ejecutado por autoridad pública o particular
que, atribuyéndose el ejercicio legítimo de sus derechos subjetivos, adopte
medidas de hecho y, ejerciendo justicia por mano propia, incurra en hechos
ilegales que a su parecer resuelvan controversias o conflictos con sus
semejantes, en total apartamiento de los mecanismos legales previstos en
el ordenamiento jurídico; la SC 0374/2007-R de 10 de mayo, estableció:
“…cuando se denuncian, (…) acciones que implican una reivindicación de las
prerrogativas de las personas por sí mismas, vale decir, al margen de las
acciones y mecanismos establecidos por la Constitución Política del Estado y
las leyes, de forma parecida a una justicia por mano propia; este Tribunal
Constitucional ha determinado que tales actos son acciones o vías de hecho,
porque no encuentran respaldo legal en norma alguna, vale decir no tienen
apoyo legal; pues el sólo hecho de pertenecer a un colectivo humano
organizado en un Estado, supone la proscripción de toda forma de
venganza o justicia por mano propia, ya que la institucionalidad estatal se
basa en la pacífica convivencia de las personas, quienes, para lograr ese
objetivo, desisten de materializar sus derechos por sí mismos, para encargar
la dilucidación de sus controversias a las autoridades instituidas por el
Estado”.

En el marco de lo señalado, la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, estableció


ciertos requisitos que se hacen imprescindibles para la justicia
constitucional al momento de valorar y considerar una situación en la que
se alega la existencia de vías de hecho, a efectos de hacer abstracción de
las exigencias procesales; así, estableció que quien impetra tutela
constitucional, denunciando la existencia de actos que se configuran como
medidas o vías de hechos, se halla en la obligación de cumplir con los
siguientes presupuestos: “1) Debe existir una debida fundamentación y
acreditación objetiva de que efectivamente se está frente a una medida de
hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al
demandado, o agresor, sea autoridad, funcionario o particular o grupo de
personas, por la desproporcionalidad de los medios o acción; la
presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo
contrario no justificaría la premura ni gravedad y deberá agotar las

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instancias jurisdiccionales o administrativas pertinentes según sea el caso,
y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.

2) Necesariamente se debe estar ante un inminente daño irreversible o


irreparable, ya sea agravando la lesión ya consumada, o que ello provoque
la amenaza de restricción o supresión a otros derechos fundamentales.
Situaciones que deben ser fundamentadas y acreditadas.

3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su


titularidad; es decir, no se puede invocar derechos controvertidos o que
estén en disputa, atendiendo claro está, a la naturaleza de los mismos.

4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia


que existió consentimiento de los actos denunciados y acusados como
medidas de hecho, no corresponde ingresar al análisis de la problemática,
por cuanto esta acción de defensa no puede estar a merced del cambio o
volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación,
pero que son producto de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta
situación debe ser fundamentada y acreditada de manera objetiva, en ese
caso, será considerada una prueba de la presión o medida de hecho,
inclusive”.

Posteriormente, la SCP 0998/2012 de 5 de septiembre, estableció que la


tutela de derechos fundamentales, a través de la acción de amparo
constitucional, frente a vías de hecho, tiene como finalidades el evitar
abusos contrarios al orden constitucional vigente y el ejercicio de la justicia
por mano, frente a actos cometidos por particulares o funcionarios
públicos, contrarios a los postulados del Estado Constitucional de Derecho,
al margen y en prescindencia absoluta de los mecanismos institucionales
vigentes para una administración de justicia, que derivan en la afectación
de derechos fundamentales y que por ende se constituyen en ilegales y
atentan contra los pilares propios del Estado Constitucional de Derecho.

En el marco de la anterior definición, la indicada SCP 0998/2012, delimitó


los presupuestos de activación de la acción de amparo constitucional
frente a vías de hecho, precisando tres aspectos esenciales: 1) La
flexibilización del principio de subsidiaridad; 2) La carga probatoria a ser
cumplida por la parte impetrante de tutela; y, 3) Los presupuestos de la
legitimación pasiva, su flexibilización excepcional y la flexibilización del
principio de preclusión para personas que no fueron expresamente
demandadas.

En cuanto a la carga probatoria a ser cumplida por la parte solicitante de


tutela, la aludida SCP 0998/2012, determinó que: “…para asegurar una
certeza jurídica y consolidar así la justicia material (…) la carga
probatoria a ser realizada por el peticionante de tutela, debe

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acreditar de manera objetiva la existencia de actos o medidas,
asumidas sin causa jurídica, es decir, en prescindencia absoluta
de los mecanismos institucionales establecidos para la definición
de hechos o derechos.

En este contexto, debe establecerse además que la finalidad de la


justicia constitucional en su ámbito tutelar, es el resguardo a
derechos fundamentales, por cuanto, a través de esta instancia,
no pueden analizarse hechos controvertidos cuya definición está
encomendada al Órgano Judicial, por tal razón, la carga probatoria
atribuible a la parte peticionante de tutela para vías de hecho,
debe estar circunscrita a aspectos que no impliquen la existencia
de hechos controvertidos a ser sustanciados por la jurisdicción
ordinaria” (las negrillas y el resaltado es nuestros).

No obstante, si bien por previsión jurisprudencial, tratándose de casos en


los que se presenten medidas o vías de hecho, se ha llegado a establecer
la flexibilización respecto a la legitimación pasiva, no menos evidente es
que los hechos denunciados deben estar debidamente acreditados,
correspondiendo al accionante, proporcionar la suficiente carga probatoria
que evidencie sus alegaciones; esto, con la única intención de que el juez
o tribunal de garantías, bajo los postulados del principio de verdad
material, asuma convicción y certeza sobre los hechos llevados a su
conocimiento; pues sólo así será posible garantizar un fallo imparcial en
función al valor de la justicia, en el entendido de que la administración de
justicia no puede operar en base a simples presunciones.

III.2. Análisis del caso concreto

Los accionantes denuncian que los ahora demandados, de manera


arbitraria y mediante vías de hecho, procedieron al corte del servicio de agua
potable en sus domicilios, no obstante que, desde el 24 de abril de 2014, es
otra institución la que se encarga de su provisión y en la cual todas sus
cuentas se encuentran al día, vulnerando en consecuencia, sus derechos de
acceso al servicio de agua potable, a la salud, a la vida, a los servicios básicos
y a una vida digna.

Ahora bien, ingresando al análisis de la problemática elevada en revisión,


cumple referir que de acuerdo a lo establecido en el Fundamento Jurídico
III.1 de este fallo constitucional, las medidas o vías de hecho, han sido
definidas por la jurisprudencia constitucional, como los actos ilegales y
arbitrarios, cometidos por autoridades públicas o personas particulares, al
margen de las instancias y de los procedimiento legales, que derivan en
lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales, sea por el
abuso de poder que detentan frente al agraviado o mediante el ejercicio
de una justicia directa o justicia por mano propia.

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Por ello, ante la denuncia de vías de hecho, la justicia constitucional tiene
expedita la vía de la acción de amparo constitucional, sin necesidad de
agotar los mecanismos intra procesales previos; es decir, prescindiendo de
su carácter subsidiario, siendo preciso a este efecto, que quien impetra
tutela cumpla con determinados presupuestos: a) Establecer de manera
fundamentada y objetiva la existencia de la medida de hecho,
demostrando además, la situación de desprotección o desventaja en la que
se encuentra respecto de su agresor; b) Debe probarse que existe un
daño inminente, irreversible o irreparable; y, c) Acreditar la titularidad de
los derechos cuya tutela se invoca; pues, cuando sea evidenciable que los
actos denunciados de vulneratorios, fueron consentidos, no habrá
posibilidad alguna para esta jurisdicción de ingresar al análisis de la
controversia.

Teniendo presente que las medidas o vías de hecho se configuran como


actos contrapuestos al orden constitucional, al ser ejecutados en
inobservancia de los mecanismos institucionales de la administración de
justicia, el Tribunal Constitucional Plurinacional, como máximo garante de
los derechos constitucionales, estableció también que para que proceda la
acción de amparo constitucional cuando se denuncia vías de hecho, es
preciso que quien solicita tutela constitucional, alegando la existencia de
medidas de hecho que atentan contra sus derechos, cumpla con la carga
probatoria necesaria para generar la convicción suficiente en esta jurisdicción
de que tales actos ilegales efectivamente se produjeron o están por
ejecutarse en apartamiento de los mecanismos legalmente previstos en el
ordenamiento jurídico; consiguientemente, todo impetrante de tutela, cuando
denuncie la existencia de vías de hecho, se halla constreñido a probar de
manera objetiva, la existencia de estos actos.

En el caso objeto de análisis, de la atenta lectura de la demanda tutelar, se


advierte que los accionantes denuncian que los demandados procedieron al
corte arbitrario del servicio de agua potable, siendo que ADAPIS ya no
administra el mismo, motivo por el cual se hubieran lesionado otros derechos
conexos.

Sin embargo, en audiencia de resolución de la presente acción de amparo


constitucional, Lucía Corrales Rocha, en su condición de solicitante de tutela,
manifestó ante la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de
Justicia, que el suministro de agua potable nunca les había sido restringido,
contando en la actualidad con la provisión regular del líquido elemento, de
donde se infiere que los argumentos expuestos en la demanda no son
evidentes y que por ende, no existe lesión alguna a los derechos reclamados
que se hubiera producido mediante vías de hecho, es decir, que no existe
materia justiciable sobre la que esta jurisdicción pueda emitir
pronunciamiento, al no ser cierto el alegado corte del servicio.

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En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, ha evaluado
en forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de su Sala Cuarta Especializada,


en virtud de la jurisdicción y competencia que le confiere la Constitución Política
del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 0054/2019 de 26 de julio
cursante de fs.83 a 85 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y en consecuencia,
DENEGAR la tutela solicitada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano René Yván Espada Navia


MAGISTRADO MAGISTRADO

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