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UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA

PROGRAMA: LICENCIATURA EN PREESCOLAR


DOCENTE: MARÍA ANGÉLICA RINCÓN DÍAZ

MATERIAL DE TRABAJO N. 1

CONCEPCIONES SOBRE LA LECTURA Y LA ESCRITURA

LA LECTURA

Los seres humanos como seres sociales y culturales, desde antes de su nacimiento
empiezan a leer por medio de sus sentidos, las palabras de sus padres, las
canciones, los distintos sonidos que los rodean; luego al nacer leen los gestos de su
madre, sus familiares y a medida que crecen, crece su capacidad lectora; leen el
mundo y el contexto que los rodea, leen las imágenes, situaciones; es decir hacen una
lectura de la realidad, posteriormente al ingresar a las instituciones escolares inician el
proceso de aprendizaje de la lectura y leen como tal la palabra.

Leer es un acto complejo que implica mucho más que la decodificación. Leer es un
proceso donde el sujeto construye significados a partir de lo que sabe, más la
información visual que encuentra en los textos. Leer es un acto de construcción activa,
donde se lleva a cabo un proceso de interacción entre el lector y el texto.

En el complejo acto de leer, hay un aspecto de vital importancia que no se puede dejar
de lado y es el contexto familiar del niño, sus costumbres, cultura, educación de los
padres inciden directamente en el proceso de la lectura.

Sobre el tema, Emilia Ferreiro (2005) manifiesta, que el ser humano debe ser lector y
crítico de textos que lee, de manera que le encuentre el significado de la palabra
escrita, es decir, la lectura es un acto donde el ser humano acepta la asignación de
encontrarle sentido y coherencia a lo que el autor refleja en su escrito, por lo tanto, el
lector debe reaccionar al momento de leer, buscando sentido de lo que se quiere
expresar. Siempre tomamos en cuenta que la lectura es una actividad que nos permite
identificar, decodificar y analizar lo que otra persona quiere decir, pero debemos tener
en cuenta que no solo es un acto donde el ser humano decodifica signos gráficos, sino
que va más allá, aceptando la responsabilidad de buscar un sentido del texto y
transformar los conocimientos previos por los conocimientos recientemente aprendidos

Por su parte, Ana Teberosky (2002) se refiere a la lectura como un medio a través del
cual el ser humano procesa de manera sistematizada la información recibida a través
de códigos gráficos, integrando otros procesos como la comprensión y el análisis de la
información; del mismo modo señala, que el hombre ha inventado máquinas para
aumentar o disminuir la distancia, como la rueda, la palanca o el propio automóvil,
pero será la lectura la que lo llevará a comprender la ciencia y el sentido propios de la
vida.

Hablar de lectura y escritura desde una perspectiva constructivista, implica tener una
mirada de niño y niña, desde el mismo sentido. Se conciben como sujetos
cognoscentes, activos que construyen conocimiento mediante:

 Sus propias acciones sobre los objetos del mundo.


 La confrontación de los resultados de sus acciones con sus propios conceptos.

 La confrontación de los resultados de sus acciones con conceptos de otros.

Desde esta mirada, Ferreiro y Teberosky (1989,), tomando como base los
planteamientos de Piaget, definen al niño y la niña, como ese sujeto activo que
compara, excluye, ordena, categoriza, reformula, comprueba, formula hipótesis,
reorganiza, etc., en acción interiorizada (pensamiento) o en acción efectiva (según su
nivel de desarrollo).

Ahora bien, en este contexto, lo que se conoce comúnmente como “errores” en


realidad son requisitos para la construcción de conocimiento y que se podría llamar
mejor, errores constructivos. Esta afirmación resulta contradictoria, cuando aún y en su
gran mayoría se encuentran escuelas donde tratan de eliminar a toda costa los
llamados “errores”, sin tener en cuenta que hacen parte esencial para la construcción
del conocimiento.

Leer es un proceso de construcción de significados a partir de la interacción entre el


texto, el contexto y el lector obteniendo como resultado la comprensión; este un
proceso interactivo en el cual el lector construye una representación organizada y
coherente del contenido del texto relacionándolo con los conocimientos previos.

Cada lector hace su propia comprensión de un texto de acuerdo con su realidad


interior, con su experiencia previa, con su nivel de desarrollo cognitivo y con su estado
emocional, etc.

Dice Smith (1975) que para la comprensión de un texto, son fundamentales dos
fuentes de información, visual y no visual:

La información visual se refiere a los signos impresos, los cuales se perciben a través
de la visión (o del tacto, en el caso del código Braille). Hace referencia a todos los
materiales impresos como revistas, periódicos, textos, etc. La información no visual, es
el conocimiento tanto del lenguaje como del contenido de los textos escritos. Es decir,
si se va a leer un texto sobre cocina, por ejemplo, el lector sabe que el lenguaje es
especializado en culinaria y no pensará que su contenido será sobre un parque de
diversiones, sino seguramente sobre recetas de cocina o estilos para servir una buena
comida.

Para leer no es suficiente reconocer las letras ni su correspondiente valor sonoro


(cuando lo hay), pues la lectura es un complejo proceso de producción de sentido. Por
lo que se puede deducir que para formar lectores no es necesario, sino más bien
contraproducente, hacer énfasis en el descifrado de las letras o en el dominio de la
información grafo-fonética.

Toda lectura es interpretación y lo que el lector es capaz de comprender y de aprender


a través de ella, depende básicamente de los conocimientos previos.

La lectura es un proceso que se da a lo largo de la vida, pero que se cualifica con el


bagaje que la persona va adquiriendo gracias a su experiencia.
OTRAS CONCEPCIONES SOBRE LECTURA

Lee D. (1969), considera que son dos las principales tendencias que surgen al definir
la lectura y la alfabetización. La primera, de carácter meramente mecánico, se
relaciona con la labor de descifrar lo escrito, mediante la transcripción de frases, la
pronunciación de las palabras escritas y la obtención de un significado de lo que está
impreso. La segunda línea de interpretación con respecto a la lectura guarda relación
con una concepción ya no sólo mecánica, sino con la interpretación personal que cada
lector le da al mensaje escrito o impreso, la reacción que genera lo leído, la evaluación
de las ideas del autor y la obtención de un mayor entendimiento de lo expresado por
otros.

Por otro lado Lerner (1995) concibe que leer es adentrarse en otros mundos posibles.
Es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir
una postura crítica frente a lo que se dice y lo que se quiere decir.

Serrano, Peña, Aguirre y Figueroa (2004) plantean que la lectura es un proceso que
supone la presencia de un lector activo que interactúa con el texto para reconstruir su
sentido, poniendo en juego sus conocimientos previos y su competencia lingüística, y
guiado por los propósitos que lo orientan en su tarea de lectura.

Desde la perspectiva de Goodman la lectura sería uno de los cuatro procesos


lingüísticos, ya que el habla y la escritura son productivos, y el escuchar y el leer son
comprensivos. Es un juego psicolingüístico de adivinanzas. El sujeto predice o anticipa
el significado de lo que lee, utiliza las claves que encuentra en los sistemas grafo-
fonológico, sintáctico y semántico y hace uso de la redundancia del lenguaje escrito”.

ESCRITURA

La escritura se constituye en un proceso individual y a la vez social en la que se


configura un mundo y entran en juego saberes, competencias, intereses y está
determinada por el contexto en el cual se produce.

Es la producción de sentido por medio de signos gráficos y de esquemas de


pensamiento para representar y comunicar significados.

La escritura es un aprendizaje muy complejo, se da al entrar el niño y la niña en


contacto con el mundo alfabetizado. Desde la mirada constructivista, se asume que
éstos construyen su propio proceso operando directamente sobre el sistema de
escritura.

Ana Teberosky (1980) cuando se refiere a la escritura, refleja claramente la


importancia que la misma tiene en el hombre y la educación; sin la escritura el hombre
no sería capaz de crear ciencia, ya que no podría escribirla y explicarla como lo han
hecho los científicos e investigadores en épocas anteriores; también recalca que la
escritura representa el medio perfecto para el desarrollo intelectual del ser humano, ya
que a través de ella, el hombre “escribe” lo que ha aprendido, reconociendo sus
aciertos y errores, siendo capaz de corregirlos. Cuando el individuo aprende a leer y a
escribir no solamente está aprendiendo a decodificar mensajes y a escribir los
mismos, sino que ya está capacitado para comprender los mensajes y crear sus
propios criterios.

Escribir es representar las palabras o las ideas con letras u otros signos gráficos
trazados en papel o en otra superficie. Es comunicar algo por escrito. Implica la
motricidad el lenguaje (Ajuriaguerra, 1980) y la memoria. Escribir supone trazar una
serie de grafías complejas en su forma que deben ir encadenadas. La coordinación
entre movimientos rotacionales en continuo desplazamiento para realizar unos trazos
que puedan ser leídos e interpretados por otros es, probablemente, la actividad de
motricidad fina más compleja que podemos aprender. Se precisan varios años de
evolución y desarrollo para lograr soltura suficiente y un estilo personal. El aprendizaje
de la lectura es, sin duda, más sencillo.

Escribir, además de su carácter gráfico, es fundamentalmente un medio de expresión.


Presupone un lenguaje interior que quiere comunicarse. Existe la intención de
transmitir un mensaje por escrito y para ello es preciso un conocimiento de la lengua.

El lenguaje oral es previo y más sencillo que el lenguaje escrito. En el lenguaje escrito
se piensa en un sonido o combinación de sonidos que deben plasmarse en símbolos
gráficos que hay que recordar y trazar en orden, para representar un concepto.
Nuestro sistema de escritura representa los sonidos. Si hay una correspondencia entre
el fonema (sonido) y el grafema (letra), como sucede casi siempre en español, el
aprendizaje es más sencillo. En este sentido nuestra lengua tiene ventajas frente a
otras como el francés o el inglés. Las excepciones a esa correspondencia en el
español son pocas y se aprenden con facilidad. Así sucede por ejemplo con la letra c
que seguida de a, o, u, se pronuncia de un modo diferente que cuando le suceden las
letras e, i, o la letra g seguida de e, i, o seguida de a, o, u.

Según Emilia Ferreiro, la escritura puede ser conceptualizada de dos maneras:

- Como un sistema de representación: La construcción de cualquier sistema de


representación involucra un proceso de diferenciación de los elementos y relaciones
reconocidas en el objeto a ser representado; y una selección de aquellos elementos y
relaciones que serán retenidos en la representación.

- Como un código de transcripción: Si la escritura se concibe como un código de


transcripción su aprendizaje se considera cómo una técnica, en el cual se centra la
atención en la calidad del trazado, la orientación, la distribución en la hoja,
reconocimientos de letras, etc.

Aprender a escribir supone a la vez, apropiarse de un sistema notacional (formas


gráficas que se utilizan para registrar y transmitir información) y del lenguaje escrito
(comprende tanto la escritura como la lectura).

Las situaciones de escritura que contribuyen a esto, son aquellas que permiten a los
niños poner en acción sus propias conceptualizaciones y saberes previos acerca de la
escritura, y confrontarla con otros. Son aquellas situaciones que plantean problemas
frente a los cuales los niños se ven obligados a producir nuevos conocimientos.

La escritura es un instrumento que permite reflexionar sobre el propio pensamiento,


organizar y reorganizar el conocimiento. Constituye un proceso complejo en el que
aparecen implicadas competencias de diferente índole, que permiten al sujeto elaborar
un plan de acción en relación con un solo propósito comunicativo, y regular su
realización mediante reglas y estrategias comunicativas.

FINALIDAD DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA

¿PARA QUÉ SIRVE LA LECTURA?


Leer sirve para comprender mejor el lenguaje y las costumbres de un pueblo, y para
identificarse con su tradición oral y escrita.
En el nivel individual, leer tiene las siguientes finalidades o utilidades:
1. Finalidad cognoscitivo:
-Satisfacer la curiosidad y necesidad de tipo emocional.
-Desarrollar su lenguaje y operaciones mentales
2. Finalidad afectiva:
-Resolver conflictos y satisfacer necesidades de tipo emocional
-Encontrar alivio en sus temores, en la identificación con los personajes de la literatura
infantil de ficción.
-Mejorar sus sentimientos y enriquecer su mundo interior
3. Finalidad instrumental:
-Como herramienta de aprendizaje
-Para solucionar problemas
-Para encontrar información general o datos específicos
-Para seguir instrucciones con el fin de realiza una labor
-Para encontrar actividades que ocupen su tiempo libre.
4. Finalidad socialización:
-Para recibir información que permita al lector estar integrado a la vida de su
comunidad, ganado seguridad con esta identificación.
5. Finalidad de evasión:
-Para encontrar en sus lecturas le posibilidad de fantasear, descasar, soñar, imaginar.
-Para enriquecer sus posibilidades creativas
- Para potenciar su capacidad de asociar ideas nuevas, integrándolas a su experiencia
personal.

¿PARA QUÉ SIRVE LA ESCRITURA?

Desde la psicología, Wells (1987) explora el concepto de lo escrito e identifica cuatro


niveles de uso, que no se deben considerar exactamente finalidades en el sentido
lingüístico: ejecutivo, funcional, instrumental y epistémico.

El más básico es el ejecutivo, que se refiere al control del código escrito, a la


capacidad de codificar y descodificar signos gráficos.

El funcional incluye la comunicación interpersonal y exige el conocimiento de los


diferentes contextos, géneros y registros en que se usa la escritura.

El instrumental corresponde al uso de la lectoescritura como vehículo para acceder al


conocimiento científico y disciplinario.
Y el epistémico se refiere al uso más desarrollado cognitivamente, en el que el autor,
al escribir, transforma el conocimiento desde su experiencia personal y crea ideas.

Desde las posturas de Halliday (1973) y Coulmas (1989) se puede distinguir y


clasificar los siguientes tipos de fines o metas de la escritura: la primera distinción será
entre usos individuales (intrapersonales) o sociales (interpersonales):

- Intrapersonales

El autor del escrito y su destinatario son la misma persona. Las principales tareas son:

Registrativa: la escritura permite guardar información sin límite de cantidad o duración.


Se trata de la función mnemotécnica más básica que utilizamos corrientemente
cuando anotamos direcciones y teléfonos, compromisos en agendas o ideas que se
nos ocurren en un momento imprevisto. Requiere dominio del código escrito y su
correspondencia con los sonidos.

Manipulativa: al ser bidireccional y planificada, la escritura facilita la re-formulación de


los enunciados, según las necesidades y las circunstancias. No siempre reproducimos
literalmente lo escuchado, leído, visto o pensado. Escribir permite elaborar la
información. Así preparamos el guión de una charla, etc.

- Interpersonales

El autor escribe para otros: un lector conocido o no, un grupo, una asociación, una
comunidad lingüística, etc. La escritura se convierte en un instrumento de actuación
social para informar, influir, ordenar, etc. Aquí también distinguimos varias funciones:

Comunicativa: la escritura permite interactuar con el prójimo en circunstancias nuevas:


en diferentes lugares y tiempos, cuando lo escrito resulta más preciso o cortés. Esta
función exige dominar los rasgos discursivos y gramaticales propios de cada género y
tipo de texto.

Organizativa: desarrolla funciones ordenadoras, certificadoras o administradoras. Lo


escrito garantiza derechos y deberes de la ciudadanía, informa al público lector,
garantiza derechos al trabajador, etc.

Epistémica: subiendo otro peldaño del desarrollo cognitivo, la manipulación de datos


permite al autor generar opiniones e ideas que no existían antes de iniciar la actividad
escritora. Escribir se convierte en una potente herramienta de creación y aprendizaje
de conocimientos nuevos. Todos hemos experimentado el poder epistémico de la
escritura en situaciones cotidianas. Al tener que crear un texto formal que dé cuenta
de una investigación, de argumentos o propuestas en cualquier campo del
conocimiento.

Finalmente, la última función que participa de los usos intrapersonales tanto como de
los interpersonales es la estética o lúdica. En cualquier situación, la escritura posee
una dimensión placentera o de diversión.

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