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Por otra parte, la LOEAI dispone la creación del Registro Naval Venezolano
(RENAVE) dirigido a llevar, de manera especializada, los asientos registrales de
las diversas embarcaciones.
La LGP fue la primera ley ordinaria dictada en el marco de la nueva legislación del
sector marítimo venezolano y está específicamente dirigida a regular el sub-sector
puertos. La Ley está integrada por ciento once (111) artículos distribuidos en cinco
(5) títulos, a saber: Disposiciones Generales, Del Ejercicio de las Competencias
del Poder Público en Materia Portuaria, De la Administración Portuaria y De las
Operaciones Portuarias, Del Régimen de Responsabilidad y, finalmente, De las
Sanciones.
El objeto de la Ley en comentarios, que está contenido en el artículo 1º, es el de
establecer los principios que informan el régimen de los puertos de la República
así como su infraestructura y está orientada al logro de la debida coordinación que
debe existir, en la materia, entre el Poder Nacional y el Poder de los Estados. La
Ley bajo estudio es, según el artículo 2, aplicable a todos los puertos y
construcciones de este tipo, sean marítimas, fluviales o lacustres sin importar que
sean de propiedad pública o privada, de uso público o privado e
independientemente de la función que cumplan, sea comercial, pesquera,
deportiva o de investigación.
El único aparte del artículo 8 expresa que, salvo las referidas al régimen de
responsabilidad civil, las normas que rigen la materia portuaria son de orden
público, lo cual implica que estas disposiciones no pueden ser relajadas por los
particulares. Por último, cabe destacar que la Autoridad Acuática es el ente rector
de la materia portuaria y, por tanto, debe actuar como coordinador de las
funciones que, de manera concomitante, realizan los otros organismos públicos y
privados que interactúan en el sub-sector portuario.
La Ley tiene cuarenta y nueve (49) artículos y está dividida en seis (6) títulos:
Disposiciones Generales, Del Plan de Ordenación y Gestión Integrada de las
Zonas Costeras, De la Conservación de las Zonas Costeras, Organización
Institucional, De las Concesiones y Autorizaciones Administrativas y, por último,
Régimen Sancionatorio.
El objeto de la LZC es, a tenor del artículo 1, establecer las normas que regularán
la administración, uso y manejo de las Zonas Costeras teniendo en cuenta su
conservación y aprovechamiento sustentable. Por Zonas Costeras (artículo 2) se
entiende “la unidad geográfica de ancho variable, conformada por una franja
terrestre, el espacio acuático adyacente y sus recursos, en la cual se
interrelacionan los diversos ecosistemas, procesos y usos presentes en el espacio
continental e insular”.
Por otra parte, la Ley considera actividades conexas, entre otras, a las siguientes:
la industria naval de construcción, las portuarias y de marinas, las de pilotaje,
remolcadores y lanchaje, las de dragado y mantenimiento de canales de
navegación, ayudas a la navegación, las labores de búsqueda, rescate y
salvamento, los servicios de inspecciones navales y la educación náutica en los
diferentes niveles del sistema educativo.
Resulta contradictorio, al menos aquí, el uso del concepto “Marina Mercante” pues
la propia Exposición de Motivos de la LGMAC indica que tal concepto fue
ampliado al de Marina Nacional, el cual es incluso definido en el artículo 2 de la
Ley.
Es por ello que no entendemos la diferenciación que hace el artículo 4º entre el
término buque, que como se anotó es sumamente amplio hasta el punto que la
Exposición de Motivos indica que “se define buque de una forma clara y amplia”
(subrayado del autor), y construcción flotante, conclusión está a la que resulta
forzoso llegar cuando el legislador señala que la Ley es aplicable a los buques
(encabezamiento y primer aparte) así como a cualquier construcción flotante
(último aparte).
Del conjunto de las leyes que conforman la nueva legislación marítima venezolana
esta es la más extensa, pues tiene cuatrocientos cincuenta y siete (457) artículos
distribuidos en siete (7) títulos, a saber: Disposiciones Generales, Los Sujetos de
la Navegación, El Embargo Preventivo de Buques, Privilegios e Hipotecas, Los
Contratos de Utilización del Buque, Riesgos de la Navegación y; por último, Los
Seguros Marítimos.
El objeto de la LCM es, según lo expresa su artículo 1º, “regular las relaciones
jurídicas que se originan en el comercio marítimo y en la navegación por agua”. En
cuanto a su ámbito de aplicación, la Ley (artículo 2º) se aplica a “buques y a los
hidroaviones nacionales o extranjeros que se encuentren en aguas jurisdiccionales
de la República; a los buques nacionales que se encuentren en alta mar o aguas
jurisdiccionales de otro país; a cualquier construcción flotante apta para navegar,
carente de propulsión propia, que opere en el medio acuático o auxiliar de la
navegación destinada o no a ella, a las islas artificiales, instalaciones y estructuras
situadas en el espacio acuático nacional, salvo disposición expresa en contrario
establecida en la ley”.
Conviene dejar sentado que esta Ley utiliza el término “aguas jurisdiccionales” en
lugar de “espacios acuáticos” que es el empleado en las restantes leyes que
conforman la nueva legislación marítima venezolana, lo cual parece poco
coherente y entraña un defecto de técnica legislativa. Prueba de lo anterior es que
luego en el mismo artículo usa la voz “espacios acuáticos”, lo que hace más grave
aún la incoherencia aludida.
Esta nueva mención al término “construcción flotante” acrecienta las dudas, que
expresáramos anteriormente, en el sentido de que el propio legislador genera
confusiones entre la pretendida amplitud de la definición de “buque” y esta
categoría.
A los anteriores que, como se dijo, son los mencionados por la Exposición de
Motivos, debe agregarse la puesta al día de esta normativa con los elementos y
características propias de la navegación contemporánea e incluso la regulación
por primera vez en el ordenamiento jurídico venezolano, de una serie de figuras e
institutos marítimos como: los diversos contratos de utilización del buque, el
contrato de transporte marítimo de mercancías en régimen de conocimiento de
embarque, el contrato de remolque, etc.
Esta Ley es la más breve de todas las que fueron dictadas, pues solo contiene
veintidós artículos. Asimismo, contiene un solo título: Del Procedimiento Marítimo,
el cual está conformado a su vez por tres capítulos.
El artículo 1º establece que el objeto de la LPM es el de “establecer las normas
que rigen el procedimiento ordinario en la Jurisdicción Acuática”. Sobre este punto
es pertinente aclarar que se hace referencia al procedimiento ordinario a fin de
diferenciarlo de aquellos procedimientos especiales contenidos en las otras leyes
marítimas, así por ejemplo: el Procedimiento de Limitación de Responsabilidad del
Armador, previsto en la Ley de Comercio Marítimo.
Por su parte, los tribunales superiores marítimos tienen las competencias típicas
de un tribunal de alzada, cuales son el conocer de los recursos e impugnaciones
ejercidas contra las decisiones y providencias de los tribunales de instancia. En
cuanto al procedimiento marítimo las disposiciones correspondientes indican que
dicho procedimiento será oral y que será regido por los principios de brevedad,
concentración, inmediación, gratuidad y publicidad.
Por último, debe destacarse como una de las innovaciones del procedimiento
marítimo contenido en esta Ley, la posibilidad de que el demandado pueda
reformar la contestación de la demanda, lo cual en el procedimiento civil ordinario
solo le es permitido al actor con respecto a su libelo. Lo mismo puede decirse la
consagración de una forma especial de citación, además de las tradicionales, en
caso de acciones relativas a créditos marítimos.
Esta Ley recoge las normas que regulan los diversos aspectos implicados en el
desarrollo de las actividades que permiten la explotación de los recursos
pesqueros y acuícolas.
La Ley fue publicada en Gaceta Oficial No. 37323 de 13 de Noviembre de 2001;
sin embargo, el legislador estableció una vacatio legis de quince (15) días
contados a partir de su publicación, por lo que efectivamente entró en vigencia el
28 de ese mismo mes y año.
La Ley bajo estudio contiene 103 artículos distribuidos en diez títulos, a saber:
Disposiciones Generales, Definiciones y Clasificaciones, De la Pesca, La
Acuicultura y las Actividades Conexas, Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura,
de las Autorizaciones para Ejercer las Actividades de Pesca, Acuicultura o
Conexas, Del Fomento de las Actividades de Pesca y Acuicultura, de las Tasas,
Del Ordenamiento de los Recursos Hidrobiológicos, De la Información y;
finalmente, Inspección, Control y Procedimiento.
Según el propio texto de la Ley, esta se aplica cuando la pesca, acuicultura y
actividades conexas se realicen en los espacios acuáticos de la República e
incluso cuando se desarrollen actividades pesqueras fuera de los espacios
acuáticos señalados, por buques pesqueros15 nacionales con base en convenios
bilaterales sobre la materia o cuando lo hagan de conformidad con las normas
respectivas del Estado en el que las efectúan.