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PRESENTADO POR
MARIA CAMILA CELY (1611302)
ANGELICA DAYANA MEJIA (1611314)
DOCENTE
ANTONIO NAVARRO DURAN
AGROECOLOGIA
La calidad del abono está relacionada con los materiales que la originan y con el proceso de
elaboración, esta variación será tanto en contenido de nutrientes como de microorganismos
en la composta madura, y en base a estas variaciones se modificará el uso potencial de
dicha composta. La microflora nativa de las compostas puede o no tener efecto antagónico
sobre patógenos del suelo, y además esta microflora continuará la degradación de la materia
orgánica y volverá disponibles los nutrientes para la planta. Mientras mayor diversidad
tenga la materia orgánica de la que se forma la pila o cama, mayor cantidad de nutrientes
tendrá la composta (Goyes et al., 2018).
Materiales y metodología
HERRAMIENTAS MATERIALES
7. Mezclar todo. Nos cercioramos que quede toda la mezcla homogénea y con la
humedad necesaria. Observamos que toda la mezcla cambia de color.
9. Tapar el bidón con el cierre hermético. Asegurar que quede bien cerrado para que
no entre nada de oxígeno.
10. Dejar reposar el bidón a la sombra en algún lugar fresco por 30 días. Y etiquetar el
producto con la fecha de elaboración.
HERRAMIENTAS MATERIALES
2. Se procede a tender los materiales sobre el suelo, y se mezclan sin ningún orden,
hasta lograr una textura homogénea. La altura de la abonera no debe ser superior
a los 50 cm. El proceso de preparación y mezcla de los materiales, se realiza en
forma ágil.
3. Se utiliza abono ya fermentado, u hojarasca de una zona boscosa, con esto se
pretende incorporar las bacterias que se encargarán de realizar el proceso de
fermentación de la abonera.
Se añade la melaza.
Se añade la ceniza.
Se añade la gallinaza.
Figura 13. Adición de gallinaza en la preparación del bocashi.
10. La temperatura del abono se debe controlar todos los días con un termómetro, a
partir del segundo día de su fabricación.
1. Para la preparación del abono tipo bocashi se llevan a cabo todos los materiales
y mezclas adicionados en el abono bocashi con la diferencia de que en este tipo
de abono se le adiciona por último desechos orgánicos.
Figura 17. Adición de desechos orgánicos.
4. La temperatura del abono se debe controlar todos los días con un termómetro, a
partir del segundo día de su fabricación.
Resultados y Discusiones
La fertilidad de los suelos está determinada por las cantidades de materia orgánica y por la
actividad microbiológica que contienen. Por lo tanto, ningún suelo será productivo y
sostenible en cuanto no se maneje o procure que toda esa actividad microbiológica se
desarrolle, en un suelo degradado debido al abuso de agroquímicos, la actividad de los
microorganismos es casi nula, mientras que, en un suelo fértil, la fauna y la
flora microbiana presentes, son las encargadas de regular los procesos de intercambio entre
el suelo y las plantas (Monjarás, 2016).
Actualmente se conocen muchas alternativas viables para mejorar las propiedades físicas y
químicas del suelo de una manera económica, poco extractiva y amigable con el medio
ambiente. Entre estas alternativas encontramos a los Microorganismos de Montaña, que son
una mezcla diversa de microbiología proveniente de ecosistemas poco o nada perturbados,
que inoculados nos ayudan a mejorar nuestros suelos que han sido afectados por un manejo
inapropiado de las técnicas agronómicas.
Por otra parte, la muestra que se utilizó proveniente de Chinácota se observó muy poco
crecimiento en las dos semanas, pero si había desarrollo de microorganismos. Esto ocurrió
debido a que la muestra recolectada fue muy poca para su preparación y con muy poca
proliferación de microorganismos desarrollados.
Una vez terminada la etapa de la mezcla de todos los ingredientes del abono y controlada la
uniformidad de la humedad, la mezcla se extiende en el piso, de tal forma que la altura del
montón no sobrepasa los 50 cm. Algunos recomiendan cubrir el abono con sacos de fibra o
un plástico durante los tres primeros días con el objetivo de acelerar la fermentación. La
temperatura del abono se debe controlar todos los días con un termómetro, a partir del
segundo día de su fabricación. No es recomendable que la temperatura sobrepase los 50° C,
como se logra observar en la figura 20 la temperatura del abono orgánico se controló todos
los días.
La fabricación de los abonos se inicia por la acción de una amplia y heterogénea población
microbiana quimioheterotrófica de hábitos mesófilos y a medida que esta respira, la
temperatura del montículo aumenta y los mesófilos van siendo sustituidos por otros
microorganismos, también heterotróficos pero termófilos. Cuanto mayor es la
disponibilidad de los residuos, más rápidamente se eleva la temperatura. Finalmente en la
medida que los sustratos carbonados son metabolizados, la temperatura comienza a
descender y se establece de nuevo una etapa mesofílica y se inicia la conocida maduración
del abono que puede ser más o menos prolongada (Meléndez et al., 2004).
Una medida de la calidad de los abonos son los indicadores de madurez o estabilidad del
producto, la respiración es una respuesta de la actividad microbiana en el producto final.
Como se aprecia en la Figura 20, la misma T° aumenta con los días de fermentación del
abono, oscilando entre 36-50°C, estos valores manifiestan la estabilidad del abono, ya que
se plantea que un Bocashi es estable cuando la tasa de respiración es menor de 2 mg CO2/g
SV t, lo que quiere decir que es un abono bien terminado, no continúa la descomposición,
no produce mal olor y no tiene potencial para fitotoxicidad (Hachicha et al., 2009).
Una de las operación para conocer que el material va encaminado a ser un abono es su
temperatura, porque la labor que realiza las bacterias produce calor, se puede verificar este
proceso introduciendo un machete en el material. Cuando el material se convierte en abono,
la temperatura se reduce bastante porque al no contener matera orgánica las bacterias no
pueden ejercer su trabajo. Para conocer que el abono está listo para ser utilizado se puede
observar la textura de este, si el abono no presenta grumos y esta granulado es porque se
encuentra preparado para su uso.
Conclusiones
La importante función que tienen los micro y macro organismos en el suelo para
mejorar las características físicas y químicas del suelo y proveer los nutrientes
necesarios para el desarrollo de las plantas, y debido a que estos únicamente se
desarrollan en la materia orgánica presente en los abonos, nos invita a utilizar de
mejor manera y de forma constante cualquier tipo de abono orgánico y así producir
de una manera más saludable
La fabricación de estos abonos orgánicos posee grandes beneficios para el suelo
indicando mayor fertilidad y estabilidad así retiene la humedad en los diferentes
cultivos en los que son utilizados.
Aporta más o mejores nutrientes que un abono químico. Además su producción es
muy económica.
Conocer más a fondo cuales son las diferencias entre los distintos abonos y en qué
momento utilizarlos cada uno de ellos nos permitirá tener mejores resultados en el
campo y así potenciaremos sus ventajas.
Luego de la utilización indiscriminada de agrotóxicos y fertilizantes sintéticos que
lo único que han hecho es empobrecer nuestros suelos, la responsabilidad de los
nuevos maestros del campo es capacitarse sobre nuevas tecnologías amigables con
el medio ambiente.
Bibliografía
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organicos. Sociedad, Cultura y Desarrollo Sustentable, 4(1), 57-67.
http://www.uaim.edu.mx/webraximhai/Ej-10articulosPDF/Art[1]%204%20Abonos.pdf
Goyes, M., Monserrate, P. (2018). El impacto de los abonos orgánicos en la
agricultura. Importancia para el estudiante de agronomía. Opuntia Brava, 9(2), 104-111.
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Hachicha, S.,et al (2009). Biological activity during-composting of slude issued from the
OMW evaporation ponds with poultry manure-physico-chemical characterization of the
processed organic. Journal of Hazardous Material, vol. 162, no. 1, p. 402-409.
Meléndez, G. y Soto, G (2004). Como medir la calidad de los abonos orgánicos. Manejo
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Ramos, D., Terry, E. (2014). Generalidades de los abonos orgánicos: Importancia del
Bocashi como alternativa nutricional para suelos y plantas. Scielo, 35(4), Recuperado de
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