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Retrospectiva Histórica-Cronología de los Derechos Intelectuales.

A pesar de que el hombre, producto de su capacidad inventiva innata


siempre ha creado, en la antigüedad no existía un interés jurídico ni
económico como se tiene hoy de los derechos intelectuales en sentido
general. De hecho, el hombre creó un procedimiento para obtener
fuego; también creó la rueda, pero para esas épocas no existía interés
en adjudicarse la paternidad de esas ideas e invenciones.

En tal sentido, a los grandes conocedores de los "secretos¨ de la


ciencia, solamente se les reconocía su sabiduría y sapiencia, y por tal
razón pertenecían a otras clases sociales privilegiadas y gozaban del
reconocimiento de los gobernantes de la época, pero no se les
reconoció el interés jurídico y económico que hoy le concedemos a los
derechos intelectuales.

Con la invención de la imprenta en el Siglo XV (1440) por el alemán


Gutenberg, la posibilidad de editar varios ejemplares de una obra
escrita, origina el desarrollo de un nuevo campo y con el, la relevancia
económica de la obra escrita. Ese momento, los derechos a favor de los
legítimos titulares de las obras escritas no le eran reconocidos, sino a
favor de los impresores o editores que controlaron el negocio
monopólicamente hasta el Siglo XVIII.

Es precisamente en el año 1710 que nace la primera ley sobre Derecho


de Autor conocida como "El Estatuto de la Reina ana¨, consagrando el
derecho a reproducción (copyright), aboliéndose el monopolio de los
impresores o editores en Inglaterra, tras el reclamo que durante años
exigieron los titulares legítimos de derechos de autor.

Al Estatuto de la Reina Ana, le siguieron otras disposiciones jurídicas.


En Francia, a partir del 1790 tras la Revolución Francesa, en cuya
época anterior también existía un monopolio a favor de los editores e
impresores. En Estados Unidos, en el 1790 Thomas Jefferson crea la
primera oficina de Patentes en esa nación, tras el reconocimiento
jurídico que se estableciera en su Constitución (1787) . Ya en América
Latina, es a partir del 1830 cuando empiezan a nacer las primeras
legislaciones en materia de Propiedad Intelectual, a saber: Chile (1834);
Perú (1849); Argentina (1869) y México (1871).

En lo que respecta n Tratados Internacionales, a finales del Sigla XIX


nacen dos importantes acuerdos internacionales, hoy vigentes, con las
actualizaciones correspondientes de los cuales República Dominicana
es signataria. Nos referimos al Convenio de París para la Protección
de la Propiedad Industrial (1883) y el Convenio de Berna para la
Protección del Derecho de Autor (1886).. Tanto el Convenio de París
como el Convenio de Berna, crearon oficinas administrativas
internacionales que más tarde se fusionaron para formar en el 1893 la
denominada Oficinas Internacionales Reunidas para la Protección
de la Propiedad Intelectual, mejor conocida como BIRPI por sus
siglas en francés. Varias décadas más tardes surge la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual, OMPI mediante convenio firmado
para tal efecto en el 1967, puesta en funcionamiento en el 1970.
Actualmente, la OMPI es el organismo internacional que administra la
mayoría de los tratados en materia de Propiedad Intelectual con
categoría de organismo especializado de la Organización de las
Naciones Unidas, (ONU), adquirida en ol 1974.

En nuestro país, como dijimos, el sistema jurídico de la propiedad


intelectual se basa en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos que en su Artículo 27 párrafo 2 establece que toda persona
tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que
le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o
artísticas de que sea autora, y en base al Art 8 de la Constitución
Dominicana que establece el reconocimiento de la protección efectiva
del Estado de los derechos de la persona humana y el mantenimiento
de los medios que le permitan perfeccionarse progresivamente dentro
de un orden de libertad individual y de justicia social, compatible con el
orden público, el bienestar general y los derechos de todos, en especial
la propiedad exclusiva por el tiempo y en la forma que determine la ley
adjetiva, de los inventos y de descubrimientos, así como de las
producciones científicas, artísticas y literarias.
La primera disposición jurídica adjetiva dominicana en la materia se
remonta a 1911 con la Ley 4994 sobre Patentes. Más tarde en el 1937,
nace la Ley 1450 sobre Marcas y Nombres Comerciales y para el 1986
la Ley 32 sobre Derecho de Autor. Todas estas leyes han sido
derogadas por las nuevas leyes sobre Propiedad Intelectual: Ley 65-00
sobre Derecho de Autor y la Ley 20-00 sobre Propiedad Industrial,
ambas armonizadas a los estándares mínimos del Acuerdo sobre los
Aspectos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio
(ADPIC), acuerdo 1C del Acuerdo General sobre Aranceles y
Comercio (GATT), dentro del marco de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), del cual la República Dominicana forma parte.

Dentro de las indicadas leyes 20-00 y 65-00, se regulan importantes


instituciones relativas a los derechos intelectuales, sobre las cuales nos
estaremos refiriendo en los próximos capítulos de esta obra.

Propiedad Intelectual y Tratados de Libre Comercio (TLC)


En los últimos años el tema de la Propiedad Intelectual ha estado
vinculado al de los tratados internacionales, sobre todo los de libre
comercio (TLC). Fueron los países del Norte o industrializados, los que
llevaron el tema de la Propiedad Intelectual a la mesa de las
negociaciones multilaterales de comercio dentro del marco de la Ronda
de Uruguay, llevada a cabo en Punta del Este desde el 1986 y que
culminó con la firma en Marrakech para el 1994, del tratado que
actualizaba el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, mejor
conocido por sus siglas en inglés como GATT, y con éste la creación de
un anexo denominado Acuerdo sobre Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) o conocido por sus
siglas en inglés como TRIPS, que afianzó la relación internacional del
comercio de bienes y servicios con las reglas relativas a la Propiedad
Intelectual.
Al crearse el ADPIC dentro del marco de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), todos los países miembros de esta tuvieron que
asumir los compromisos que obligaba el mismo. En efecto, muchos
Países que no contaban con legislación en materia de Propiedad
Intelectual tuvieron que estrenar esta nueva legislación y los que ya
contaban con sistemas de Propiedad Intelectual, tuvieron que
adecuarlas los "estándares mínimos" que establecía el ADPIC. Hoy,
muy pocos países Intelectual, a excepción de los denominados Países
Menos Adelantados (PMA) miembros de la OMC, quienes tienen un
plazo mayor para poder adecuar sus leyes en materia de Propiedad
Intelectual.

En la época de aprobación del ADPIC y solo hasta unos años


posteriores, los países industrializados se sintieron hasta cierto punto
satisfechos con la labor, ya que de esta forma aseguraban que los
derechos intelectuales, ventaja competitivas de sus grandes empresas
multinacionales, iban a estar resguardados en cualquier país miembro
de la OMC. Por su parte, los países menos desarrollados o en vías de
desarrollo también se sintieron satisfechos ya que el ADPIC ofrecía
ciertas garantías que les aseguraba, entre otras cosas: Comercio sin
discriminación; Libre acceso a mercados; Promoción y transferencia de
tecnología; Competencia leal; Ausencia de distorsiones comerciales;
Procesos transparentes, etc.

La satisfacción duró poco tiempo y terminó mucho antes de que todos


los países miembros de la OMC culminaren de adecuar sus leyes en
materia de Propiedad Intelectual. Muchos principios consagrados en el
ADPIC para compensar a los países en desarrollo sobre los efectos del
proceso de globalización, no se cumplieron ( de hecho muchos no se
han cumplido a la fecha) o simplemente se distorsionaron, a saber:

Aplicación invertida del principio de la Nación más Favorecida (NMF) en


beneficio de los países industrializados.

Desnaturalización de la figura jurídica de la Información No Divulgada al


establecérsele plazos de protección.

Distorsión del principio del Agotamiento Internacional de los Derechos


de en Patente en violación del principio de la Territorialidad de las
Leyes.
No concesión de Licencias Obligatorias en los casos mandatarios del
ADPIC.

Por otro lado los países industrializados exigen una protección mayor.
Lo cierto es que el ADPIC estableció no solamente disposiciones que
protegían la Propiedad Intelectual como forma de incentivar a su
creador, sino además disposiciones que facilitaban la transferencia de
esa tecnología a favor de los países en desarrollo que no tienen
capacidad humana y económica para crearla. Hoy, los países en
desarrollo se quejan de que aún, no terminando la implementación y
aplicación total del ADPIC, y acusan a los países industrializados de
boicotear la aplicación del mismo y a la vez promover legislaciones que
generan una protección mayor que la consagrada en el ADPIC. A este
tipo de disposiciones se les ha denominado como "ADPIC Plus", en
referencia a cualquier disposición en materia de Propiedad Intelectual
que establezca estándares más estrictos que los exigidos en el ADPIC y
que en consecuencia promuevan restricciones a la transferencia de
tecnología.

Para los países en desarrollo, legislaciones más fuertes en materia de


Propiedad Intelectual, restringen la competencia en buena lid y en lugar
de generar un mercado pro competitivo, lo que hace es contraer la
entrada al mercado de las empresas nacionales.

Hoy cada escenario de negociación en materia de libre comercio ya sea


bilateral, regional o multilateral, es aprovechado por las naciones que
intervienen para reflejar su antagonismo en el tema de la Propiedad
Intelectual. Ya lo hemos visto en la negociación del Tratado de Libre
Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos y más tarde con la
República Dominicana, mejor conocido como DR-CAFTA.

Otro escenario en donde también se ha generado el antagonismo lo


constituye el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas de cara al
2005, mejor conocido como ALCA o por sus siglas en inglés como
FTAA, del cual, luego de agotadas innumerables rondas de
negociaciones se ha decidido la suscripción de un acuerdo más limitado
(denominado en inglés como ALCA Ligth) y todo debido precisamente,
al no acuerdo entre los países que intervienen en el mismo.

Evidentemente quo los sectores más susceptibles al tema de la


Propiedad Intelectual son aquellos que dependen más directamente de
ella. Así podemos citar sectores como el farmacéutico y el agroquímico,
los cuales dependen su comercialización y desarrollo de ventajas
competitivas a la regulación en materia de patentes y registros
sanitarios y fitosanitarios. La influencia de estas fuerzas ha sido tan
relevante que en el 2001, dentro del seno de la OMC, se tuvo que firmar
en Doha, Qatar, la "Declaración sobre el Acuerdo ADPIC y la Salud
Pública", que reconoció y reiteró la primacía de la salud pública sobre
los intereses comerciales, y el derecho de las naciones en vías de
desarrollo de aplicar las disposiciones del ADPIC de manera que
favoreciera el bienestar social y económico de los pueblos. Mientras,
dentro del ALCA, poco consenso se ha tenido en tema.

Los tratados de libre comercio constituyen una nueva herramienta para


provocar nuevas legislaciones en materia de Propiedad Intelectual y
muchas veces no responden a cuestiones de indoles técnicas, sino más
bien políticas, que en modo afectan los intereses de uno u otro país
envuelto en la negociación.

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