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CONOCIMIENTOS,

ACTA COLOMBIANA ACTITUDES 12,


DE PSICOLOGÍA Y PRÁCTICAS
69-85, 04 EN SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA 69

DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA:


EL CASO DE LAS FARC Y LAS AUC EN COLOMBIA*
JOSÉ MANUEL SABUCEDO**, IDALI BARRETO, HENRY BORJA,
UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, ESPAÑA

WILSON LÓPEZ LÓPEZ


PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA – UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA

AMALIO BLANCO, LUIS DE LA CORTE,


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

MAR DURÁN
UNIVERSIDAD SANTIAGO DE COMPOSTELA, ESPAÑA

Abstract
In this study the speeches are analyzed of de-humanization of the adversary used by two
armed illegal groups in Colombia: FARC-EP y AUC. The analysis of the data showed the
existence of three linguistic categories that it is to the service of peace objective: proscrip-
tion, characterization of features and of political categories to dehumanize.
Key words: legitimization, violence, Colombia, FARC, AUC, conflict, political psycho-
logy, peace psychology.

Resumen
En este estudio se analizan los discursos de deshumanización del adversario empleados
por dos grupos armados ilegales en Colombia: FARC-EP y AUC. El análisis de los datos
puso de manifiesto la existencia de tres categorías lingüísticas que están al servicio de ese
objetivo: proscripción, caracterización de rasgos y uso de rótulos políticos. También los
resultados obtenidos muestran el carácter contextual y funcional de esas categorías de
deshumanización.
Palabras clave: legitimación, violencia, Colombia, FARC, AUC, conflicto, psicología
política, psicología de la paz.

La utilización de la violencia como en la historia de la humanidad. De hecho


instrumento político ha sido una constante como plantea Apter (1997) “pocos cambios

*
Esta investigación hace parte del trabajo de los grupos de Investigación en Psicología Política de la
Universidad de Santiago de Compostela y de Lazos Sociales y Culturas de Paz de la Pontificia Universidad
Javeriana.
**
Correspondencia: J.M. SABUEDO, Facultad de Psicología, Universidad Santiago de Compostela,
Campus Universitario Sur, 15706 – Santiago de Compostela, España. pssabuce@uscmail.usc.es

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70 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

básicos en el contenido y alcance, lógica y ciones que hacen que el recurso a ella se
prácticas de la libertad y la igualdad ocurren convierta en algo prácticamente inevitable.
de modo pacífico, dentro de los marcos de Cortina (1996), habla de una ética de la con-
la política institucional”. Pero la violencia vicción responsable o de la responsabilidad
no sólo está ligada a los cambios, sino tam- convencida. A juicio de esta autora “Sólo
bién a la resistencia a los mismos, entre otras desde ella es posible introducir un orden
variables. Esto significa que la violencia ha entre los principios, en caso de conflicto;
estado y está al servicio de actores y objeti- un orden que, en el caso del Estado moder-
vos bien distintos. De hecho, esto queda no, parece haber alumbrado la justificación
bien patente observando las múltiples cate- de un mínimo de violencia, siempre que la
gorías en las que pueden clasificarse los dis- monopolice un Estado legítimo, y en el caso
tintos modos de violencia política: genoci- de las víctimas de un Estado injusto, ha dado
dios, violencia étnica, guerra civil, terroris- luz a las reflexiones de la “violencia de
mo, asesinatos en masa y así, hasta un largo respuesta liberadora” (p. 63).
etc. Los comentarios anteriores ponen de
Pero aquí se produce una especie de manifiesto que el uso de la violencia nece-
paradoja debido a que el uso de la violencia sita contar, de manera obligada, con un dis-
para solventar los conflictos políticos está curso que la legitime (Bar-Tal, 2000; Sabu-
muy extendida en todo el mundo y ni la fina- cedo et al., 2002, 2003). Y esa legitimación
lización de la segunda guerra, ni la caída sirve, básicamente, a tres objetivos. En pri-
del muro han probado un decremento de los mer lugar, elimina, o amortigua de manera
mismos; todo lo contrario, hoy tenemos un significativa, el conflicto ético al que ante-
mayor número de conflictos políticos vio- riormente nos referíamos. En segundo lugar,
lentos en todo el mundo, y aún mismo tiem- intenta mantener y/o lograr una imagen
po existe, un amplio y frecuente rechazo a positiva del grupo agresor (Pettigrew, 1979;
este tipo de acciones en declaraciones for- Sande et al.,1989), al atribuir la responsa-
males y públicas. Esto nos remite a un deba- bilidad de esas acciones al otro grupo. En
te de tipo ético al que ya se enfrentó Weber tercer lugar, intenta conseguir la complici-
urgido por los pacifistas de su tiempo. Por dad o el apoyo explícito de otros sectores
una parte, habría una ética absolutista según de la población. Sobre este último aspecto
la cual existen una serie de acciones huma- conviene tener presente que a través del uso
nas (entre ellas, la guerra) que son totalmen- de la violencia se intenta solventar un con-
te negativas bajo cualquier tipo de circuns- flicto a favor de una de las partes. Pero en
tancia. Pero, por otro lado, Weber aludió a la resolución de ese conflicto, como la histo-
una ética de la responsabilidad que consi- ria nos demuestra constantemente, también
deraría no sólo la acción sino el contexto desempeña un papel muy importante, cuan-
en la que ésta acontece. De esta manera, la do no decisivo, la opinión pública posicio-
violencia, que nunca será de entrada acep- nándose a favor o en contra de alguno de
tada, podrá ser más o menos justificable si los grupos enfrentados. El discurso de legi-
evita males mayores. Por tanto, no se trataría timación, por tanto, tiene una clara finalidad
tanto de defender el uso de la violencia, sino persuasiva ya que trata de obtener el apoyo
de mostrar que existen una serie de condi- de la mayor parte de la ciudadanía.
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 71

Ese discurso de legitimación implica un fuerte rechazo social (caracterización de


también un proceso de construcción social rasgos); c) Compararlos con otros grupos
de la realidad, en el sentido que ésta debe sociales o políticos que son negativamente
ser definida e interpretada de tal modo que evaluados por la ciudadanía (uso de rótulos
sirva a ese discurso. Efectivamente, los gru- políticos). Todo ello tiene como finalidad
pos que recurren a la violencia deben definir construir una imagen hostil, siniestra e inhu-
la situación en la que se encuentran como mana del adversario que impida la aparición
muy adversa para sus intereses y sin posibi- de cualquier tipo de empatía cuando se
lidad de modificarla a través de vías políti- utilice la violencia hacia ellos.
cas pacíficas (Sabucedo, Rodríguez y Aunque todos esos elementos contribu-
López, 2000). Al mismo tiempo, y al igual yen a deslegitimar al adversario y justificar
que ocurre cuando los sujetos se enfrentan así la violencia empleada contra ellos, no
a situaciones no deseadas, realizarán un pro- hay que olvidar el “desde donde” se ejercen
ceso de atribución externa de responsabili- ese tipo de conductas. Esto es, no es lo mis-
dades (Hewstone, Jaspars & Lallje, 1982; mo utilizar la violencia desde el Estado o
Taylor & Jaggi, 1974). desde sectores próximos al mismo, que ha-
En el caso de la violencia esa atribución cerlo desde posiciones insurgentes que se
externa supone no solamente culpabilizar a enfrentan a aquellos. En el primer caso, el
los adversarios del conflicto generado, sino Estado representa una legitimidad social
atribuirles también una serie de rasgos y otorgada por las reglas de juego de la demo-
características que justifiquen el recurso a cracia (con todo y sus imperfecciones) y por
unas acciones que, en principio, son moral tanto, presupone una responsabilidad regu-
y socialmente condenables. Además de es- lada en forma directa por la sociedad a tra-
tos factores, existen otros como los de des- vés de las leyes. En el segundo caso, la
personalización de la víctima y valoración sociedad no tiene formas directas de regu-
asimétrica del sufrimiento que han sido lar el comportamiento de estos actores que
puestos de manifiesto en trabajos en los que han construido su actuar sobre reglas no sur-
se analizó la violencia contra inocentes gidas desde la democracia. En nuestra opi-
(Sabucedo et al., 2003). nión esas diferencias deberían mostrarse
Lo anterior muestra que los discursos de también, en mayor o menor medida, a la
legitimación de la violencia recurren a argu- hora de utilizar unas u otras creencias desle-
mentos muy distintos para adaptarse a las gitimadoras.
más variadas situaciones. Sin lugar a dudas, De acuerdo con la teoría de las minorías
uno de los más utilizados es la descalifica- activas y los resultados encontrados en los
ción del adversario (Stagner, 1967; White, estudios sobre movimientos sociales, los
1970). También Bar-Tal (2000) destaca esta grupos dominantes recurrirán a una estrate-
estrategia de deshumanización del adversa- gia de psicologización para desacreditar los
rio, y señala que habitualmente se siguen discursos amenazadores para sus posiciones
tres procedimientos: a) Calificar a los adver- (Moscovici, 1991; Papastamou, 1986). En
sarios como violadores de las normas socia- este sentido, cabe esperar que las creencias
les (proscripción); b) Atribuirles rasgos de legitimadoras de la violencia que se difun-
personalidad o características que provocan den desde el poder hagan especial énfasis
72 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

en la proscripción y en la categorización de cursos orientados a comprenderlas en es-


rasgos. Por el contrario, los grupos insur- pecial en el uso del discurso. En esta direc-
gentes tratarán de asociar al poder que com- ción Baron (2002) en su libro Internet gue-
baten con modos y formas políticas que evo- rra y paz en Colombia describe una investi-
can imágenes negativas en los sectores so- gación donde se hace un análisis de la pro-
ciales a los que se dirigen. De este modo, ducción de las narraciones y la forma como
posiblemente primen, con relación a sus diversos actores violentos se relacionan por
adversarios, el uso de rótulos políticos. medio del internet y de sus contenidos. Este
En este trabajo nos centraremos en los trabajo evaluó cómo las páginas de Internet
argumentos de deslegitimación del adversa- impactaron en 34 personas en las 4 grandes
rio. Para ello analizaremos cómo los utilizan ciudades de Colombia, aún cuando la mues-
dos grupos armados ilegales (FARC-EP y tra es muy pequeña y pueden señalarse algu-
AUC) en la construcción de sus discursos nos problemas metodológicos. Es importan-
legitimadores de la violencia política en te resaltar la intencionalidad de identificar
Colombia. las características narrativas del discurso,
La compleja dinámica de la violencia en el tipo de significaciones que se construyen
Colombia ha tenido diversas aproximacio- sobre los actores armados, los factores que
nes a su comprensión, los diversas tipos de pueden influir sobre las narraciones que
violencia y uno de ellos es la violencia polí- hacen quienes evalúan los discursos y las
tica. Es necesario anotar que aún cuando nociones, imágenes y símbolos sobre el
Colombia ha tenido una gran cantidad de Internet, la guerra y el tipo de identidad que
trabajos para diagnosticar y analizar la vio- se derivan de estas narrativas.
lencia desde perspectivas socio históricas los Es claro que los análisis del discurso aún
cuales han terminado en general por enfatizar son menores con relación a otras prácticas
las denominadas por algunos de ellos “causas que surgen dentro del conflicto como son
objetivas de la violencia” donde se explica las del discurso y las prácticas pacíficas. Sin
el surgimiento y mantenimiento de muchos embargo aquí es bueno mencionar los traba-
de estos movimientos por variables como la jos de Ballesteros de Valderrama, (2002)
pobreza, la desigualdad, problemas en la Ballesteros de Valderrama, López y Novoa
tenencia de la tierra entre otros, (Oquist, (2003) y Sacipa (2003).
1978; Sánchez y Meertens, 1983; Henderson,
1984; Alape, 1985; Sánchez y Peñaranda, Grupos armados en Colombia: FARC-EP
1986; Ortiz, 1992; American Watch, 1993; y AUC
Castaño, 1994; Deas y Gaitan 1995; Jimeno Las FARC-EP y las AUC, son las organi-
y Roldan, 1996; Bejarano, 1997; Jimeno y zaciones que generan la mayor parte de la
Roldan 1998; Rangel, 2003); estas aproxi- violencia política armada en Colombia. Sus
maciones, sin embargo, no han centrado su objetivos y su origen parecen en primera
búsqueda en el tipo de formas de legitima- instancia opuestos. Con relación a las Fuer-
ción de las acciones violentas que han zas Armadas Revolucionarias de Colombia
utilizado los actores violentos. - Ejército del Pueblo (FARC-EP) Ferro y
Sin embargo, hay intentos recientes diri- Uribe (2002) describen las características
gidos a dilucidar el tipo de prácticas y dis- de esta organización desde su nacimiento
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 73

en 1964 como una organización campesina- proceso de paz en la zona desmilitarizada


guerrillera, que surge después de una larga 1997 -2002 o de distensión, en el cual el
confrontación entre liberales y conserva- crecimiento de las FARC en términos mili-
dores y, quienes asumen posteriormente una tares es significativo, así como la implemen-
ideología marxista, con la influencia de los tación de la guerra de movimientos (posicio-
lineamientos del partido comunista colom- nes), se reconoce el carácter político de las
biano. Se configura como una organización FARC y gracias a acuerdos con el nuevo
político militar que subordina lo político a presidente de la república, se despejan 5
lo militar, la cual no sólo posee unos prin- municipios (de presencia militar y de poli-
cipios fundacionales sino una estructura cía). Este período culmina después de tres
organizativa compleja que originalmente años de conversaciones, tras presiones di-
construye sus principios fundacionales en versas y sistemáticas denuncias sobre le uso
temas como la reforma agraria, la defensa de la zona despejada (denominada de dis-
de los derechos fundamentales de los traba- tensión) para fines como el mantenimiento
jadores campesinos y la búsqueda de alter- de secuestrados, operaciones de narcotrá-
nativas políticas a la hegemonía de los fico, compra de armas, entrenamiento mili-
partidos tradicionales. tar, entre otros ilícitos y pese a la mediación
Desde su nacimiento hasta la fecha, de las Naciones Unidas, el gobierno declara
Ferro y Uribe (2002) señalan diversos hitos roto el proceso de paz y el 7 de febrero de
que marcan los procesos y cambios de la 2002 se pone fin a las negociaciones y, se
organización guerrillera: entre 1958 a 1964 inicia el actual período de ofensiva del
denominada experiencia Marquetalia: mo- ejercito y de repliegue de la guerrilla, el cual
mento fundacional. La segunda conferencia es propuesto e implementado por el presi-
25 de abril al 5 de mayo de 1966 constitu- dente Álvaro Uribe dentro de su denomina-
ción como organización, define su nombre, da política de seguridad democrática.
objetivos, lineamientos políticos y estructu- Por otro lado, para González, Bolívar y
ra básica. La organización como ejército del Vásquez (2002) y Sarmiento (1996) el pro-
pueblo en la séptima conferencia en marzo yecto paramilitar también denominado de
de 1982 en la que se definen planes estraté- autodefensas tiene un objetivo fundacional,
gicos de largo plazo y se formaliza el uso la lucha armada contrainsurgente el cual
de todas las formas de lucha. Los acuerdos puede caracterizar su trayectoria en varios
de la Uribe en 1984 y el nacimiento de la hitos. El primero de ellos, que va desde 1980
Unión Patriótica 1985-1990 y el ataque a a 1984 con la aparición de grupos armados
casa verde por parte del ejército, para las urbanos como el MAS (muerte a secuestra-
FARC este momento significa el fin de la dores) que aparece como reacción del nar-
estrategia democrática. La octava conferen- cotráfico a los secuestros de familiares y
cia en abril de 1993 en la Uribe la cual extorsiones por parte de la guerrilla. Poste-
supone fijar una plataforma de gobierno, se riormente, un segundo período que va desde
amplían los frentes, dan un especial énfasis 1984 a 1989 que se caracteriza por el
a la política internacional y la creación de avance de y expansión de las autodefensas
relaciones más eficaces con la población en el Magdalena Medio y ligadas al cartel
civil. Posteriormente, se da el denominado de Medellín; en esta época se registran las
74 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

primeras acciones (masacres y cubrimiento ción de futuro (paradoja). Sin embargo, no


de territorio) de los hermanos Castaño en es solo el discurso en si mismo sino de la
Urabá y Córdoba. El tercer período com- legitimación de la violencia no en un con-
prendido entre 1990 y 1994 de estancamien- texto creado artificialmente donde las viven-
to y muerte de los capos, las purgas internas cias puedan ser vivenciadas como auténti-
entre grupos que buscaban desligarse de los cas, sino en un ámbito completamente real
capos y los nexos con el narcotráfico. Este y para esto el estudio se valdrá de los textos
período no significó, sin embargo, el fin del elaborados por ambos grupos.
proyecto, por cuanto lo que sucedió desde El objetivo de esta investigación es expo-
1994 hasta la fecha es la reorientación a ner los dicursos legitimadores de la guerra
través de las Autodefensas Unidas de Co- y la violencia. Sin embargo, el estudio no
lombia, la cual se caracterizo por la apunta a un análisis del discurso mismo y
expansión territorial y las diversificación de por esta razón, tiene un importante valor
relaciones con el narcotráfico. Esta se agregado: se trata de analizar los procesos
amplió en el período en el que se dio la zona de legitimación de la violencia no en un con-
de distensión consolidándose en diversas texto creado artificialmente donde las refe-
zonas del país; y por último, con el gobierno rencias a la violencia puedan ser vivencia-
del presidente Álvaro Uribe, se inicio un das más o menos como auténticas, sino en
proceso de diálogo que busca la desmovi- un ámbito totalmente real. Para ello, se utili-
lización del movimiento paramilitar. Sin zó el análisis de los propios textos elabora-
embargo, el complejo panorama, la diver- dos por estos grupos violentos. Pero antes
sidad de los grupos y de sus condiciones de de analizar los elementos deslegitimadores
surgimiento y mantenimiento ligados a la que emplean esos actores armados, es nece-
combinación de problemas agrarios con el sario hacer una breve referencia a ellos y al
rentable negocio del narcotráfico no han contexto en el que han surgido.
permitido el esperado y rápido proceso de
desmovilización.
La compleja dinámica de estas fuerzas MÉTODO
en la realidad colombiana tiene una diversi-
dad de perspectivas e implicaciones y es evi- Tipo de Investigación
dente que ambos movimientos han compro- Esta investigación es de tipo empírico
metido esfuerzos en legitimar sus acciones, de análisis de texto por cuanto sus datos son
como por deslegitimar al adversario, tanto discursos reales utilizados por dos grupos
al interior de sus organizaciones como al armados.
exterior y estos procesos de legitimación se
expresan claramente en los discursos que Material utilizado
elaboran. Para este estudio se tomaron 49 discur-
Este estudio se encuentra en dirección sos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de dilucidar la forma como las dos organiza- de Colombia – ejército del pueblo (FARC-
ciones han construido su legitimación a par- EP) y 46 de las Autodefensas Unidas de
tir de del discurso guerrero y como funda- Colombia (AUC). Estos artículos y comu-
mentan este discurso como eje de construc- nicados fueron la totalidad de los publicados
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 75

en el año 2001 por los grupos armados en 1999). Esta metodología parte de la segmen-
sus páginas Web. tación y reordenación de las unidades pre-
sentes en los textos (Etxeberría, 1995) y
Procedimiento arroja dos tipos de resultados.
Se visitaron y analizaron las páginas Por una parte, encontramos los docu-
Web de las FARC-EP y AUC, lo que permi- mentos lexicométricos (listados de frecuen-
tió la recolección de los textos directamente cia del vocabulario de palabras y segmen-
en formato electrónico para analizar los dis- tos) que proporcionan datos importantes
cursos estadísticamente. Por medio del pa- para el análisis del discurso, como son el
quete estadístico SPAD, versión 5.0. Módu- vocabulario y el contexto (concordancias).
lo de “analyse textuelle”. Se realiza un pri- De otra parte, encontramos métodos estadís-
mer análisis de los discursos seleccionando ticos como el análisis de correspondencias,
las palabras que pueden tener un sentido que nos proporciona una descripción de las
deslegitímante utilizando para ello el proce- proximidades entre palabras y discursos que
dimiento de concordancias, que permite ver pueden ser representadas en las gráficas
el contexto inmediato de las palabras, posi- factoriales que según Bécue (1999) arrojan
bilitando acercarnos al sentido empleado. la siguiente información: a) Dos palabras
Posteriormente, se extrae del corpus una empleadas frecuentemente en los mismos
muestra homogénea de 70 palabras diferen- textos, tendrán una posición próxima sobre
tes, denominada componente. Homogénea, la gráfica; b) De manera análoga, dos textos
porque las frecuencias de las palabras hacen con vocabulario similar estarán cerca sobre
alusión al mismo contexto, es decir, que la gráfica. Para realizar éstos y otros análisis
tiene como objetivo deslegitimar al adver- se utilizó el software SPAD, versión 5.0.
sario. Una vez realizada esta tarea, se proce- Módulo de “analyse textuelle” para el
dió a asignar cada una de las palabras a las análisis de datos textuales.
distintas categorías de acuerdo con la defini-
ción teórica proporcionada al comienzo de
este artículo, (proscripción, caracterización RESULTADOS
de rasgos y uso de rótulos políticos) median-
do un acuerdo entre dos jueces en la asigna- En este apartado se exponen tres tipos
ción de las mismas. de resultados. En primer lugar, se analiza
la riqueza del vocabulario y las expre-
Análisis de los datos siones más frecuentes utilizadas en el
Los avances en áreas como la informá- discurso de ambos grupos (véase tabla 2).
tica y la estadística léxica han contribuido En segundo lugar, y recurriendo al análisis
al desarrollo de una metodología de investi- descriptivo bivariado y de componentes
gación que permite analizar grandes canti- principales, se comprobará la posición de
dades de datos textuales (discursos políti- los discursos de las FARC y de las AUC
cos, artículos de prensa, respuestas a pre- con relación a las categorías de legitima-
guntas abiertas, entre muchos otros), com- ción. Finalmente, se analiza el modo en
puestos por datos reales y, por lo tanto con que cada grupo construye las categorías
resultados empíricos (Torruela y Llisterri, de legitimación.
76 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

Riqueza de vocabulario y análisis sentaban dichas palabras, y así conocer el


lexicométrico contexto en el que son usadas por los grupos
El objetivo fue comprobar la variedad y y que se clasifican en las categorías de legiti-
riqueza de los discursos de ambos movi- mación mencionadas en la primera parte de
mientos armados para observar si en ese este artículo: proscripción, caracterización
aspecto existía algún tipo de diferencia. Los de rasgos y uso de rótulos políticos. Esto
resultados de ese análisis aparecen en la da como resultado un componente de 82
tabla 1. palabras de las cuales 70 son diferentes.
El corpus tiene una longitud de 77.682 En ambos casos se muestra que el tér-
ocurrencias distribuidas de la siguiente ma- mino más utilizado para referirse al contra-
nera: 42.119 para las FARC-EP con 7.366 rio hace referencia a la naturaleza del grupo:
palabras distintas y 35.563 para las AUC guerrilla en un caso, y paramilitares, en el
con 6.160 palabras distintas. El porcentaje otro. En el discurso de las AUC las siete
representado por las palabras distintas in- expresiones que tienen una mayor frecuen-
dica que los dos grupos armados tienen una cia son todas de carácter proscriptivo. Ade-
riqueza de vocabulario semejante en la más de la de guerrillero, aparecen terroris-
elaboración de sus discursos. tas, subversivos, secuestran, criminales, co-
Pero además del número de palabras que rruptos y asesinos. Por su parte, las formas
utiliza cada grupo, resulta de interés conocer léxicas más frecuentes utilizadas por las
las que resultan más frecuentes ya que de FARC son la de paramilitares, anteriormen-
este modo se ponen de evidencia los princi- te mencionada, asesinos, criminales, terro-
pales elementos argumentativos utilizados ristas, neoliberal, imperialista y oligarca.
por cada uno de ellos. Para realizar este nue- Como puede observarse, las cuatro primeras
vo análisis se descartaron palabras cuya fun- pertenecen a la categoría proscriptiva y las
ción semántica es de segundo orden como: tres últimas a la de rótulos políticos. En este
preposiciones, conjunciones, etc. Como se sentido, el discurso deslegitimador emplea-
observa en la Tabla 2, se seleccionaron pala- do por las FARC resulta, al menos en lo
bras con frecuencia ≥3 que por su contenido que se refiere al uso de las expresiones más
semántico tuvieran la función de deslegiti- frecuentes, de una mayor riqueza que el de
mar su adversario. Para ello fue necesario las AUC, en cuanto que incorpora expresio-
evaluar las concordancias en las que se pre- nes de dos categorías y no de una sola.

Tabla 1
Resumen vocabulario inicial

Vocabulario de palabras Farc-Ep Auc


Número total de discursos 49 46
Número total de palabras 42119 35563
Número de palabras distintas 7366 6160
Porcentaje de palabras distintas 17.5 17.3
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 77

Tabla 2
Formas léxicas por orden de frecuencia

Farc-Ep Auc
Palabras empleadas Frecuencia Palabras empleadas Frecuencia
PARAMILITARES 120 GUERRILLA 130
ASESINOS 78 TERRORISTAS 91
CRIMINALES 36 SUBVERSIVOS 41
TERRORISTAS 33 SECUESTRAN 24
NEOLIBERAL 28 CRIMINALES 22
IMPERIALISTAS 25 CORRUPTOS 17
OLIGARCAS 22 ASESINOS 12
MILITARISTAS 17 CÍNICOS 12
RÉGIMEN 16 BANDIDOS 12
DESAPARICIONES 14 DELINCUENCIALES 10
MASACRAN 12 NARCOTRAFICANTES 9
CORRUPTOS 12 MASACRAN 9
CAPITALISTAS 11 MENTIROSOS 8
AGRESORES 11 NARCOFARC 8
DOCTRINA 10 MANIPULACIÓN 7
TORTURAN 10 EXTORSIONAN 7
TERRATENIENTES 9 AGRESORES 7
FASCISTA 8 ENGANAN 6
PREPOTENCIA 7 EGOÍSTA 5
LATIFUNDISTAS 6 BUROCRÁTICOS 5
BIPARTIDISTA 6 CALUMNIA 5
MERCENARIOS 6 DEMENTES 5
SICARIOS 6 RÉGIMEN 4
GENOCIDA 5 IZQUIERDA 4
DESPOJAR 5 CAPITALISTAS 4
MENTIRAS 5 PERVERSOS 4
APROPIACIÓN 5 TOTALITARIAS 4
ELIMINAR 5 AMBICIÓN 4
ARRASAR 5 OBSESIVAMENTE 3
VASALLOS 4 COBARDES 3
CÍNICOS 4 NARCOTERRORISTAS 3
OBEDIENTE 4 VIOLAN 3
CALUMNIA 4 TERQUEDAD 3
CONTINUISMO 4 CLIENTELISMO 3
MEZQUINOS 4 MESIÁNICAS 3
ARRODILLADO 4 HIPÓCRITAS 3
INDIFERENTE 3 CUADRILLA 3
CODICIA 3 DELITOS 3
NEOCOLONIAL 3 ARROGANTE 3
SERVIL 3 SEVICIA 3
EXTERMINO 3
MANIPULACIÓN 3
78 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

Posición del discurso de las FARC y las bles, se llevó a cabo un análisis de compo-
AUC en las categorías de legitimación nentes principales en el que se cruza una
En lo que respecta a las categorías de tabla de palabras x variables cuantitativas.
legitimación, un primer dato a destacar es Adicionalmente para ampliar el contexto de
que el componente de palabras selecciona- los resultados se proyecta sobre el plano fac-
das, 70, un 40% de ellas pertenece a la cate- torial una variable suplementaria, llamada
goría de proscripción, un 34.29% a la de categorías de legitimación compuesta por
rasgos y un 25.71% a la de rótulos políticos. tres modalidades: proscripción, caracteriza-
Los resultados anteriores nos muestran ción de rasgos y uso de rótulos políticos.
el porcentaje de cada una de las categorías. El análisis de componentes principales
No obstante, como el objetivo de éste análi- (ACP) nos permite responder a preguntas
sis es conocer la relación entre el grupo como: ¿Existen variables relacionadas posi-
autor del discurso y las categorías, se realiza tivamente entre sí? ¿Cuáles son las que se
un análisis bivariado que nos arroja un pro- oponen (relacionadas negativamente? En la
medio global (puntuación media de los dos tabla 4, se observa que el primer factor
grupos en cada categoría) y uno específico explica el 52.35% de la varianza y presenta
(puntuación media para cada uno de los una correlación positiva (0.72) para las va-
grupos en cada categoría), los resultados se riables FARC-EP y AUC, esto significa que
presentan en la tabla 3. los dos grupos comparten alguna relación,
En cuanto al promedio global se observa mientras que en el segundo factor que
que la categoría más empleada por ambos explica un 47.65% de la varianza, se observa
grupos es proscripción, mientras que a nivel lo contrario, las FARC-EP y AUC se en-
específico se nota que las ACU recurre en cuentran en lados opuestos (0.69; -0.69).
mayor porcentaje a las categorías de pros- Para estudiar las diferencias y semejan-
cripción y caracterización de rasgos, mien- zas entre los grupos armados y dar sentido
tras que las FARC emplean mayoritaria- a las relaciones encontradas, recurriremos
mente las categorías de proscripción y uso al gráfico 1 en el que se representan las cate-
de rótulos políticos. gorías suplementarias sobre las variables
Con el objetivo de resumir la estructura FARC-EP y AUC, que aportan un segundo
de los datos y poder explicar la mayor parte contexto hacia la interpretación de los
de la información que contienen las varia- factores.

Tabla 3
Análisis bivariado - Media aritmética

Medias
Categoría Global Específico
Auc Farc-Ep
Proscripción 13.55 14.43 12.68
Caracterización de Rasgos 2.92 3.38 2.46
Uso de Rótulos Políticos 5.33 1.50 9.17
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 79

Tabla 4
Valores propios y coeficientes de correlación

Variables Correlaciones Anciens axes


Activas Coordenadas variable - factor unitaires
Grupo 1 2 1 2 1 2
Auc 0.72 0.69 0.72 0.69 0.71 0.71
Farc-Ep 0.72 -0.69 0.72 -0.69 0.71 -0.71

Figura 1. Análisis de componentes principales.

En la Figura 1, se observan las semejan- to, son esos elementos discursivos relaciona-
zas y diferencias entre ambos grupos con dos con la rotulación negativa del adversario
relación a las dimensiones de deslegitima- los que introducen las mayores diferencias
ción que se plantearon en este estudio. En entre esos dos grupos armados.
primer lugar, se observa que ambos grupos
puntúan igualmente alto en la categoría pros- Semejanzas y diferencias en la construcción
cripción. En segundo lugar, es la categoría del discurso de legitimación de la violencia
caracterización de rasgos, considerada con- Pero además de conocer la posición de
juntamente para ambos grupos, la que resulta los grupos en esas categorías, es importante
menos empleada. Finalmente, se muestra una conocer el sentido que les dan a las mismas.
diferencia clara entre las FARC y las AUC Esto es, dada las diferencias ideológicas y
en lo que respecto al uso de rótulos políticos. la razón de ser de esos grupos en conflicto,
Si atendemos al factor 2 (eje vertical) resulta cabe esperar que el contenido concreto de
evidente que esa categoría se encuentra más cada una de esas dimensiones deslegitima-
próxima a las FARC que a las AUC. Por tan- doras sea distinto.
80 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

En la tabla 5 se muestra el contenido de cos es donde aparecen las principales dife-


cada categoría para caga grupo armado. rencias entre ambos grupos relacionadas
Los resultados de la tabla 5 son intere- con su diferente adscripción ideológica. Las
santes en cuanto ponen de manifiesto los FARC recurren a expresiones como fascista,
términos a los que recurren los grupos para imperialista, latifundistas, oligarcas y terra-
descalificar a los adversarios. Se puede tenientes, estableciendo de esta manera un
señalar que existen una serie de expresiones vínculo entre la existencia de las AUC con
que son utilizadas por ambos grupos, lo que la protección de determinados intereses eco-
indica la carga negativa relevante que aque- nómicos. Por su parte, las AUC tildan a las
llas poseen en ese ámbito socio-cultural. FARC de izquierdistas, mesiánicos y
Así, en la categoría de proscripción se obser- totalitarios.
va coincidencia entre las FARC y las AUC
en el uso de calificativos como: asesinos,
corruptos, criminales, masacran, terroristas. DISCUSIÓN
En la caracterización de rasgos los elemen-
tos comunes en ambos discursos son: agre- El discurso de legitimación de la violen-
sores, calumnia, cínicos, manipulación, cia política persigue presentarla como ine-
mentirosos. En la categoría de uso de rótulos vitable y atribuir la responsabilidad de la
políticos las semejanzas son mucho meno- misma al exogrupo. Para la consecución de
res, pero también existen y respecto a un esos objetivos se recurre a la elaboración
término como capitalista. Esto es, las AUC, de argumentos que se adaptan siempre al
próximas a los grupos de grandes intereses contexto concreto en el que se produce el
en el País, no tienen ningún tipo de proble- enfrentamiento. Esto es, no es lo mismo ata-
ma en recurrir a esa expresión en su ataque car a víctimas inocentes que a otras que es-
a las FARC en un intento claro de romper tán directamente implicadas en el conflicto.
la imagen más próxima a los intereses de la En el primer caso se tratará de despersona-
población que trata de dar ese grupo. lizar a las víctimas; mientras que en el se-
Pero además de esas semejanzas, la tabla gundo, se intenta deshumanizar a los poten-
también muestra importantes diferencias ciales objetivos.
entre ambos grupos. En la categoría de pros- En este trabajo nos centramos en anali-
cripción las discrepancias se presentan a la zar el discurso de deshumanización del
hora de intentar definir la naturaleza del adversario elaborado por dos grupos arma-
grupo antagónico. Las FARC describen a dos ilegales colombianos. A pesar del largo
las AUC como mercenarios, paramilitares tiempo de enfrentamiento y del conocimien-
y sicarios. Las AUC a las FARC como ban- to que la población tiene sobre esos sectores
didos, guerrilla y subversivos. En el factor armados, el análisis de sus escritos nos ha
de categorización de rasgos aparece una mostrado que esos elementos descalifica-
tendencia semejante. Así mientras que las dores están claramente presentes en sus dis-
FARC utilizan las expresiones de obedien- cursos. De esta manera, nuestros resultados
tes y vasallos para calificar al adversario, confirman que los que emplean la violencia
las AUC se refieren a ellos como cobardes política como medio para obtener sus obje-
y dementes. En el uso de los rótulos políti- tivos tienen la necesidad de contrarrestar el
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 81

Tabla 5
Categorías de deslegitimación

Grupo Armado Proscripción Caracterización de rasgos Uso de rótulos políticos


Farc-Ep APROPIACIÓN (5) AGRESORES (11) BIPARTIDISTA (6)
ARRASAR (5) ARRODILLADO (4) CAPITALISTAS (11)
ASESINOS (78) CALUMNIA (4) CONTINUISMO (4)
CORRUPTOS (12) CINICOS (4) DOCTRINA (10)
CRIMINALES (36) CODICIA (3) FASCISTA (8)
DESPARICION (14) INDIFERENTE (3) IMPERIALISTAS (25)
DESPOJAR (5) MANIPULACIÓN (3) LATIFUNDISTAS (6)
ELIMINAR (5) MENTIROSOS (5) MILITARISTAS (17)
EXTERMINÓ (3) MEZQUINOS (4) NEOCOLONIAL (3)
GENOCIDA (5) OBEDIENTE (4) NEOLIBERAL (28)
MASACRAN (12) PREPOTENCIA (7) OLIGARCAS (22)
MERCENARIOS (6) SERVIL (3) RÉGIMEN (16)
PARAMILITARES (120) VASALLOS (4) TERRATENIENTES (9)
SICARIOS (6)
TERRORISTAS (33)
TORTURAN (10)

Auc ASESINOS (12) AGRESORES (7) BUROCRÁTICOS (5)


BANDIDOS (12) AMBICIÓN (4) CAPITALISTAS (4)
CORRUPTOS (17) ARROGANTE (3) CLIENTELISMO (3)
CRIMINALES (22) CALUMNIA (5) IZQUIERDA (4)
CUADRILLA (3) CINICOS (12) MESIÁNICAS (3)
DELINCUENCIALES (10) COBARDES (3) RÉGIMEN (4)
DELITOS (3) DEMENTES (5) TOTALITARIAS (4)
EXTORSIONAN (7) EGOÍSTA (5)
GUERRILLA (130) ENGAÑAN (6)
MASACRAN (9) HIPÓCRITAS (3)
NARCOTRAFICANTES (9) MANIPULACIÓN (7)
NARCOFARC (8) MENTIROSOS (8)
NARCOTERRORISTAS (3) OBSESIVAMENTE (3)
SECUESTRAN (24) PERVERSOS (4)
SUBVERSIVOS (41) SEVICIA (3)
TERRORISTAS (91) TERQUEDAD (3)
VIOLAN (3)
82 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

impacto emocional y el rechazo que pueden combinadas dan lugar a una estrategia muy
recibir de la población debido a sus acciones clara. Por una parte, se trata de reducir el
armadas y para ello construyen discursos posible impacto de los discursos de los ad-
con un lenguaje estructurado y diseñado es- versarios. Como demuestran reiteradamente
tratégicamente para deslegitimar al adver- los estudios sobre cambio de actitudes e in-
sario y, por ende, legitimar al endogrupo. fluencia, una de las variables más importan-
En el discurso utilizado por las FARC y tes a la hora de la aceptación de los mensajes
las AUC se encuentran de modo claro los es la credibilidad de la fuente (Briñol, et.
tres elementos de deslegitimación del adver- al. 2001). Si logramos desacreditar al emi-
sario que Bar – Tal (2000) había identifi- sor, es dudoso que la ciudadanía sienta inte-
cado: proscripción, caracterización de ras- rés por el contenido del mensaje. Por otra
gos y uso de rótulos políticos. En las dos parte, la atribución de esos rasgos persona-
primeras categorías se observó que existían les tan negativos provoca un distanciamien-
una serie de expresiones que eran comunes to emocional y psicológico de la población
en ambos grupos. En este sentido, nos en- respecto a esos grupos. De este modo se les
contramos, al menos en parte, ante la “ima- percibirá como distantes, alejados del sentir
gen especular del enemigo” a la que se refe- de la mayoría de la ciudadanía. Todo lo cual
ría Brofenbrenner (1961), consistente en se traduce en que la empatía hacia ellos y
que las partes enfrentadas en un conflicto la preocupación por la suerte que puedan
utilizan el mismo tipo de juicios y valora- correr será mínima.
ciones para referirse a los adversarios. Por lo que respecta a la categoría de rótu-
Pero al margen de utilizar algunos térmi- los políticos, y tal como habíamos previsto,
nos similares, el empleo de esas dos cate- su uso viene determinado por la distinta
gorías contiene otros aspectos de interés. posición que en el conflicto ocupa cada uno
En lo que se refiere a la caracterización de de los sectores enfrentados. Esos términos
rasgos, en su momento habíamos comenta- se emplearán en mayor medida cuando el
do que esta categoría podía ser utilizada en grupo al que se pretende deslegitimar se per-
mayor medida contra las FARC en cuanto ciba próximo al Estado, comparándolo con
que representaba al grupo insurgente. Pero formas y prácticas de gobierno que son am-
los resultados nos muestran que esto no es pliamente valoradas como negativas, tal co-
así, y que además ésta categoría fue muy mo es el caso del nazismo o el fascismo.
poco utilizada por ambos grupos. Esto posi- Por tanto, el hecho de que los opositores
blemente sea debido a que en este caso no utilicen en mayor medida los rótulos políti-
estamos ante un enfrentamiento entre un cos parece deberse al intento de establecer
grupo mayoritario y con legitimidad social una asociación entre aquellos modos autori-
y política y un sector insurgente. Antes al tarios y excluyentes de ejercer el poder y el
contrario, ambos grupos intentan legitimar- gobierno o los grupos próximos a él a los
se a través de un discurso que ataca la natu- que se enfrentan.
raleza y las prácticas del adversario. Por esa Otro aspecto a destacar de los datos
razón, el bajo uso de esta categoría hay que obtenidos es que más allá del diferente uso
interpretarla a la luz del alto empleo de tér- de las categorías de deslegitimación, cada
minos proscriptivos. Ambas categorías uno de los grupos intenta construir una
DESLEGITIMACIÓN DEL ADVERSARIO Y VIOLENCIA POLÍTICA 83

imagen del adversario en el que se desta- pales, es importante conocer los discursos
quen más unos aspectos que otros. Esto es, de deshumanización que están siendo utili-
los discursos tienen un carácter contextual zados y que su descubrimiento permita evi-
y funcional. De esta manera cada categoría denciar las consecuencias de los mismos
está al servicio del modo en que cada grupo como armas de violencia y la necesidad de
quiera representar al adversario. Y esto se construir nuevas prácticas auténticamente
hará teniendo en cuenta el tipo de audiencia pacíficas que se correspondan con discursos
que les interesa. Así, mientras que en un orientados a la causa de la convivencia,
caso se apunta a la falta de motivación ideo- tolerancia y la paz.
lógica y a la dependencia del movimiento
armado respecto a importantes grupos de
intereses económicos, en el otro se enfatiza REFERENCIAS
su carácter violento y el peligro que supone
para el orden y la convivencia social. American Watch. (1993) La violencia Continúa:
Todos esos argumentos e imágenes que Asesinatos Políticos y Reforma Institucional
se van creando sobre los adversarios, y que en Colombia.
hemos puesto de manifiesto en este trabajo, Alape, A. ( 1985) La Paz la violencia: testigos
de excepción. Planeta. Bogotá.
contribuyen a mantener el enfrentamiento.
Apter, D. (1997). The legitimization of violence.
En su momento Kriesberg (1995), se había New York: New York University Press.
referido a la existencia de los llamados con- Ballesteros de Valderrama, B.P. (2002) La rea-
flictos intratrables que se caracterizan por lidad colombiana desde el análisis del com-
ser prolongados en el tiempo y por existir portamiento: la paz, resultado de prácticas
una enorme animosidad y ciclos de violen- culturales: Universitas Psychológica. 1. (1)
cia entre los adversarios, tal como es el caso pp 81-91.
del conflicto armado colombiano. Esos lar- Ballesteros de Valderrama, B.P, López-López,
gos períodos de desencuentros refuerzan to- W. y Novoa-Gómez, M. (2003). El análisis
del comportamiento en los temas sociales:
davía más las imágenes estereotipadas, ne-
una propuesta para una cultura de paz.
gativas y de desconfianza mutua. Por eso Revista Latinoamericana de Psicología,
resulta tremendamente duro para los grupos 35,(3), 299-316.
pasar a reconocer, después de tantos años Bar-Tal D., (1995). Paper presented at the An-
de dolor y sacrificio individual y colectivo, nual Meeting of the Internacional Society
que la imagen demonizada del adversario of Political psychology, Washington DC,
no se corresponde con la realidad. Ello pro- July, 1995.
voca que los necesarios procesos de recons- Bar – Tal, D. (2000). Shared belief in a society.
trucción social que tienen que existir des- Social Psychological Analisis. Sage publi-
cations, Inc.
pués de finalizados esos conflictos sean tan-
Baron, L. (2002) Internet, Guerra y Paz en
tos más difíciles cuanto más virulentos ha- Colombia. Cinep. Bogotá.
yan sido los procesos de deshumanización Bécue, M. (1999). Análisis estadístico de textos.
(Martín y Páez, 2000). Por esta razón, y En: Blecua, J. M., Claveria, G., Sánchez, C.,
teniendo en mente esos escenarios post-con- Torruela, J. (Eds). Filología e informática:
flicto en los que resulta necesario construir nuevas tecnologías en los estudios filoló-
nuevas dinámicas e identidades intergru- gicos. Ediciones Milenio. Madrid.
84 SABUCEDO, BARRETO, BORJA, LÓPEZ, BLANCO, DE LA CORTE Y DURÁN

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Recibido, marzo 17/2004


Revisión recibida, abril 22/2004
Aceptado, julio 25/2004

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