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4.2.0- LA TINTURA DEL ALGODÓN


El algodón y otras fibras celulósicas se pueden teñir con varios tipos de colorantes: directos, a la
tina, al sulfuro, bases azoicas y reactivos. De todos ellos, las bases azoicas han ido perdiendo
importancia relativa frente a los otros.
4.2.1- Colorantes Directos
A la lana y a la seda se les pudo teñir, con relativa facilidad, con los colorantes sintéticos
desarrollados a partir de 1865. El algodón, en cambio, debía seguir siendo teñido en forma
indirecta, mordentándolo previamente con ácido tánico y luego, tiñéndolo con colorantes
básicos que precipitaban dentro de la fibra fijándose en ella en forma insoluble. Recién en 1884
se desarrolla un colorante sintético soluble en agua, un disazo derivado de la bencidina, el Rojo
Congo (CI Rojo Directo 28), que presentaba afinidad por el algodón y con el que se podía teñirlo
en forma “directa”. Rápidamente se desarrollaron otros colorantes “directos”, derivados de la
bencidina, y muchos de ellos están aún en uso, si bien en forma muy restringida debido a sus
muy bajas solideces a la luz y a los riesgos para la salud asociados con su fabricación. También
algunos colorantes derivados del estilbeno demostraron afinidad directa por la celulosa y
suministran un rango de colores de amarillos y naranjas con buenas solideces. Los colorantes
directos son en general de peso molecular elevado, lo que los asemeja a los colorantes ácidos
del grupo 3 ó “colorantes batán”. Son, en general, menos solubles que los colorantes ácidos y
tienen mucho más tendencia que estos a la formación de micelas de gran tamaño y mayor
complejidad.

ROJO CONGO (*)

Prácticamente todos los colorantes directos son compuestos azo (en general mono, di y triazo)
con uno o más grupos sulfónicos que favorecen la solubilidad en agua. Algunos poseen también
grupos carboxilo en posición orto con grupos hidroxilo, configuración esta que permite
postratamientos para mejorar las solideces húmedas de la tintura. Con los colorantes trisazo se
obtienen colores intensos y la presencia de grupos amido y de anillos de tiazol en la molécula del
colorante mejora su afinidad. La gama de colores de los colorantes directos se ha extendido por
la introducción de grupos cromóforos en moléculas separadas electrónicamente en dos bloques
por un grupo triazinil, de forma que cada bloque conserva sus propiedades de absorción de luz,
p.ej.: un colorante verde sería el resultado de un bloque absorbiendo la fracción complementaria
del azul y el otro la del amarillo.

VERDE SÓLIDO BLL (*)


(*) En todas las fórmulas se ha optado por la representación antigua o clásica del núcleo bencénico
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La aplicación de los colorantes directos sobre el algodón es sencilla, si bien las condiciones
óptimas pueden variar de un colorante a otro. En general la tintura se realiza a pH neutro o
ligeramente alcalino, a 100OC o menos, con relaciones de baño de 20/1 a 30/1 y con
agregados de cloruro de sodio, sulfato de sodio anhidro o sufato de sodio decahidratado (sal de
Glauber). Los cationes sodio provistos por estas sales facilitan la aproximación del anión
colorante a la interfase fibra/solución (ver energía de activación en Sección. “Química Física de
la Tintura”).
Se ha tratado de explicar, de varias maneras, la afinidad y la sustantividad de los colorantes
directos por el algodón y por otras fibras celulósicas (los términos afinidad y sustantividad no son
necesariamente sinónimos). Como la celulosa no tiene grupos polares capaces de formar
uniones salinas, seguramente la sustantividad es debida a una combinación de las siguientes
causas: 1) La forma alargada de la molécula del colorante se acomoda a la forma también
alargada de las unidades de celobiosa de la molécula de celulosa y es atraída por fuerzas de
Van der Waals. Esta hipótesis no sería aceptable para el caso de las leucoformas de los
colorantes tinas y las ftalocianinas cúpricas sulfonadas que no poseen moléculas alargadas pero
igual presentan “sustantividad” por el algodón. 2) La formación de enlaces hidrógeno entre
grupos azo, amino e hidroxilo del colorante y los grupos hidroxilo de las unidades de celobiosa.
La coincidencia estérica entre la molécula de colorante y la unidad de celobiosa facilitaría la
formación de estos enlaces. 3) Como en general los colorantes sustantivos producen agregados
en solución acuosa (a diferencia de los no sustantivos), se considera que estos agregados se
separan en la solución - a las temperaturas de tintura, 90/100°C, p.ej. - y se vuelven a formar
dentro de la fibra quedando retenidos dentro de ella debido a su gran tamaño. Se podría definir
entonces a un colorante directo “como todo colorante aniónico, sustantivo para el algodón,
cuando se aplica desde una solución acuosa en presencia de electrolitos”.
Hay unos 250 colorantes directos, de diferentes estructuras químicas, que se ofrecen en el
mercado, por diversos proveedores, bajo una gran cantidad de nombres distintos. De todos ellos
aproximadamente el 25% corresponden a azules, 20% a rojos, 20% a amarillos, 10% a negros,
5% a verdes y el 20 % restante a todos los otros tonos. Los colorantes de mayor solidez a la luz
forman un grupo llamado “directos luz”. En cuanto al brillo y a las solideces húmedas, los
colorantes directos considerados como grupo y con algunas excepciones, son de características
medias. Muchos de ellos deben ser postratados para mejorar sus solideces húmedas (ver más
abajo). Sin embargo para muchas aplicaciones, como p.ej. tapicería y prendas económicas, los
colorantes directos son, en general, muy apropiados por ser relativamente baratos y de fácil
aplicación. La solidez a la luz es menor en los tonos pastel que en los oscuros, mientras que con
las solideces húmedas ocurre lo contrario.
Los colorantes directos pueden clasificarse en tres grupos A, B y C. En general, los fabricantes
de colorantes, en sus catálogos, especifican a que grupo pertenece el colorante ofrecido. Los
colorantes del grupo A son de baja afinidad y de subida lenta, con excelentes propiedades de
igualación, especialmente para los colores claros, y requieren grandes cantidades de sal para su
agotamiento. Los colorantes del grupo B poseen velocidades de tintura medianas, con
propiedades de igualación de suficientes a buenas. La tintura se controla con el agregado de
cantidades moderadas de sal siendo sensibles a su exceso y a las variaciones de temperatura.
Los colorantes del grupo C son de muy alta afinidad y velocidad de tintura requiriendo poco o
ningún agregado de sal para su agotamiento. La igualación del color es más difícil: se debe
lograr controlando y subiendo gradualmente la temperatura de tintura. Cuando no hay otra
posibilidad que mezclar colorantes para obtener un determinado color, se pueden mezclar
colorantes del grupo A con los del B, o los del B con los del C, pero nunca los del A con los del
C ya que sus comportamientos en el baño de tintura son muy diferentes.
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Se debe tener siempre muy en cuenta que, aspectos tan importantes como la velocidad de
subida del colorante, su igualación y sus solideces húmedas no solo dependen de la estructura
molecular del colorante, sino también de factores externos al colorante como la preparación
previa del textil y si este presenta mezclas de fibras, la calidad del agua (presencia de Ca, Mg,
Fe, Cl, etc.), la curva de temperatura empleada, la cantidad de electrolito usado y cuándo y cómo
es agregado al baño, el pH, la presencia de otros colorantes o productos químicos, la relación de
baño a textil, la velocidad de circulación del baño, el tipo de equipo o máquina de tintura usado y,
finalmente, si el método de tintura es por agotamiento o por impregnación, etc.
Como se mencionó más arriba las solideces húmedas de las tinturas se puede mejorar con
diversos postratamientos sobre el textil teñido. En general todos estos postratamientos buscan
aumentar el tamaño de la molécula del colorante para que quede así retenida mecánicamente
dentro de la fibra, con la consiguiente mejora de las solideces húmedas. El postratamiento con
formaldehido, es uno de los más usados pues produce poco cambio del color y en la solidez a
la luz de la tintura. Otro es la diazotación de aquellos colorantes cuyas moléculas contienen
grupos amino libres, para luego hacer un tratamiento con agentes de copulación o“reveladores”
como el fenol, el resorcinol, la m-fenilendiamina, el β-naftol o el ácido 2:3-hidroxinaftoico
(“developers” C.I. 5,8,9,10,11 respectivamente). El postratamiento con un compuesto de
diazonio (como p.ej. la p-nitroanilina diazotada o “developer” C.I. 17) también se emplea para
aquellos pocos colorantes que se pueden copular directamente. El postratamiento con resinas
catiónicas también es muy efectivo. Finalmente el postratamiento con sales de cromo (floururo
de cromo y dicromato de sodio) ya prácticamente no se usa más, por razones ecológicas. Estos
post tratamientos mejoran mucho las solideces húmedas pero pueden producir, en general,
intensificaciones o cambios del color. La solidez a la luz de las tinturas hechas con algunos
tipos de colorantes directos, como los colorantes cuprofijables, pueden mejorar mucho con
postratamiento con sales de cobre, pero que también cada vez se usan menos por razones
ecológicas.
Los colorantes directos además de algodón tiñen también, en general, otras fibras vegetales
como el lino, yute, cáñamo, ramio, etc. Algunos tiñen también cuero, papel, lana, seda y
poliamidas. No tiñen el acetato de celulosa si bien a veces lo ensucian considerablemente.
Algunos precipitan con metales pesados para dar “lacas” que se utilizan como pigmentos para
tintas y pinturas.

BIBLIOGRAFÍA
1- “Direct Dyes and Their Application” J.R.Aspland, Textile Chemist and Colorist, Vol. 23, No 11, Nov.
1991. 2do. capítulo de “A Series on Dyeing”.

4.2.2- Colorantes Tina


Los “colorantes tina” son insolubles en agua pero, al ser reducidos se solubilizan. En general hay
una gran diferencia entre el color del colorante insoluble y su forma reducida o “leucoforma”. El
algodón y el rayón viscosa se pueden teñir con esta solución reducida y si luego se expone la
tela al aire, el colorante se oxida insolubilizándose nuevamente y quedando retenido
mecánicamente dentro de la fibra. Esa retención mecánica da como resultado tinturas de muy
buenas solideces húmedas. Naturalmente, la oxidación por exposición al aire de grandes
cantidades de tela o hilado, no es práctica para una tintorería industrial y, actualmente, se utilizan
otros agentes oxidantes.
La reducción alcalina se hace generalmente con hidrosulfito de sodio (Na2S2O4) en presencia
de soda cáustica para obtener una “leucoforma sódica”, soluble, generalmente incolora o casi
incolora. P.ej. el índigo, que es de color azul intenso, en la Antigüedad se reducía por
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fermentación de las hojas y tallos de la planta, obteniéndose una “leucoforma alcalina” de un


débil color amarillo verdoso. Existen actualmente procedimientos en que esta reducción se hace
electrolíticamente.
El anión colorante de la “leucoforma”, o forma reducida, es sustantivo para la celulosa y una vez
que difunde dentro de la fibra puede someterse a una oxidación ácida con peróxido de hidrógeno
o perborato de sodio y ácido acético lo que regenera la forma pigmentaria insoluble. La
acidificación debe ser simultánea con la oxidación, y no anterior, pues de lo contrario se corre el
riesgo de que se forme una “leucoforma ácida”, poco soluble y que luego se oxida lentamente.
Finalmente se hace un lavado o “jabonado” con el que se logra que las moléculas del colorante
en forma insoluble se asocien, se agrupen o cristalicen con lo que mejoran aún más las
solideces húmedas y a la luz, si bien, con esta operación, se producen ligeros cambios de color.

forma oxidada insoluble leucoforma alcalina leucoforma ácida

El “púrpura de Tiro” y el índigo son los colorantes tinas naturales conocidos desde la
Antigüedad. El “púrpura” se extraía de un tipo de moluscos, el “Murex Brandaris”, y el índigo se
extrae, aún hoy, de una planta, la “Indigofera tinctórea” que crece en la India (también, en
Europa, se extraía bajo el nombre de “glasto” o “woad” de otra planta, la “Isatis tinctorea”). El
índigo fue y es utilizado para teñir el algodón de color azul o añil. A partir de fines del siglo XIX
se logra la síntesis del índigo sintético y la de una numerosa gama de otros colorantes tina. Los
colorantes tina pueden agruparse en dos tipos: los indigoides y los antraquinónicos. Estos
últimos son los más usados pues presentan excelente solidez a la luz y muy buenas solideces
húmedas al lavado que incluye, en algunos, buena solidez al blanqueo con cloro. Algunos pocos
colorantes del grupo de indigoides producen tinturas de muy buen brillo, salvo el índigo que es,
comparativamente a los otros miembros del grupo, el de propiedades más pobres. De todas
maneras el índigo, tanto en su forma natural como sintética, se utiliza actualmente en grandes
cantidades para la tintura de “denims” o “jeans”.
En general los colorantes tinas son ideales para teñir artículos de algodón y viscosa, con diseños
de colores vivos, especialmente en la gama de azules y verdes y colores térreos ya que otros
colores, como los rojos y turquesas, son de bajo brillo. En general es recomendable blanquear y
mercerizar previamente los hilados y telas de algodón para obtener tinturas de colores más
brillantes. La alcalinidad residual de estos tratamientos húmedos previos permite teñir
inmediatamente después con colorantes tinas, sin enjuagar, con ahorro de agua.
A diferencia de los colorantes directos, los tina resisten bastante bien los cambios de tono que
ocurren cuando se hacen postratamientos con resinas de acabado, ignífugas,
impermeabilizantes, etc. Si bien los colorantes tinas son especialmente indicados para teñir
artículos que requieren buena solidez a la luz y frecuentes lavados (p.ej. toallas, lonas de playa,
etc.) se debe tener en cuenta que algunas mezclas (especialmente la mezcla de amarillo y azul
para obtener verdes) pueden sufrir fotodegradación (“phototendering” y “catalitic fading”) con
los consiguientes cambios de color.
Los colorantes tinas, a veces, se usan también para teñir poliamida y colorear poliéster en sus
mezclas con algodón y viscosa. Con un cuidadoso control de la alcalinidad y la temperatura
también se puede teñir lana con colorantes tina.
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BIBLIOGRAFÍA
2- “Vat Dyes and Their Application” J.R.Aspland, Textile Chemist and Colorist, Vol. 24, No.1 January
1992, 3er. capítulo de “A Series on Dyeing”
3- “Dyeing with Vat Dyes”, C.S. Hughey, Dyeing Primer Part 5, Textile Chemist and Colorist, Vol. 12,
May 1980.

4.2.3- Colorantes Sulfurosos o “al Sulfuro”


Los “colorantes sulfurosos” se aplican por un método similar al de los colorantes tina salvo que
el colorante insoluble se disuelve por reducción con sulfuro de sodio, con o sin la adición de
carbonato de sodio. Se agrega también cloruro de sodio para facilitar el agotamiento de la leuco
forma. Con estos colorantes se produce también un cambio de color cuando la forma leuco es
re-oxidada dentro de la fibra. Como puente entre estas dos clases de colorantes tan similares en
su aplicación, existe una clase intermedia que son los “colorantes tinas sulfurados” que el
Color Index los clasifica como un grupo aparte. Algunos colorantes al sulfuro se comercializan
en forma líquida ya pre reducida.
La gama de colores incluye amarillos, verdes, azules y negros. No hay, sin embargo, un buen
rojo y los colores son en general apagados en comparación con los colorantes azo. El algodón
teñido con colorantes sulfurosos adquiere cierta afinidad por los colorantes básicos y por tanto,
en algunos casos, es posible hacer un sobreteñido con esos colorantes para mejorar el brillo final
de la tintura. También puede mejorarse el brillo tratando el artículo teñido con peróxido de
hidrógeno o perborato de sodio, a expensas de alguna pérdida en la solidez al lavado. En
algunos casos el postratamiento con bicromato de sodio y sulfato de cobre mejora las solideces
húmedas y a la luz. En general las tinturas con colorantes al sulfuro tienen bajas solideces al
hipoclorito de sodio. Los tratamientos con resinas de acabado pueden proteger la tintura y
disminuir su sensibilidad al hipoclorito de sodio.
Los colorantes sulfurosos son colorantes relativamente baratos lo que, sumado a sus buenas
solideces húmedas lo que, a pesar de su sensibilidad al hipoclorito de sodio, les ha ganado un
gran mercado, sobre todo para los negros y azules. El Negro al Sulfuro C.I. 1 es quizás la mejor
opción para teñir de negro el algodón, por su precio y lo atractivo del tono que se logra y, por
estas razones, es uno de los colorantes de mayor venta para este fin.
Las soluciones de colorantes al sulfuro pueden a veces tener sustancias insolubles en
suspensión lo que puede generar problemas en la tintura en “empaquetado” (ver Secc.820 “Los
Colorantes”). Sus efluentes deben ser tratados pues son altamente contaminantes para el medio
ambiente.
BIBLIOGRAFÍA
4- “Sulfur Dyes and Their Application” J.R.Aspland, Textile Chemist and Colorist, Vol. 24, No.3, March-
April 1992, 4to. capítulo de “A Series on Dyeing”
5- “Dyeing with Sulfur Dyes”, L.Tigler, Dyeing Primer Part 6, Textile Chemist and Colorist, Vol. 12, June
1980.

4.2.4- Colorantes Azoicos


Muchos de los colorantes de los grupos ya mencionados son “azo” o “azoicos”. Los llamados
propiamente “azoicos” son aquellos colorantes azo insolubles producidos directamente dentro de
la fibra, por diversos procedimientos. El método más sencillo consiste en aplicar, desde una
solución alcalina, un compuesto de copulación, generalmente una amina aromática primaria,
con afinidad por la fibra. Luego se retira el exceso de solución por centrifugado y se impregna en
otro baño que contiene un compuesto diazo (que pueden ser bases libres o sales de diazonio).
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Las partículas de pigmento que se forman dentro de la fibra son inducidas a formar agregados
tratando el textil con una solución de jabón en caliente. Estos agregados de partículas de
pigmento quedan así fuertemente fijadas, por retención mecánica, obteniéndose muy buenas
solideces húmedas, incluida, en algunos casos, la solidez al blanqueo químico. Algunos de estos
colorantes tienen también excelentes solideces a la luz. En el Color Index los dos componentes
que entran en la reacción se clasifican como “Azoic Diazo Compunds” y “Azoic Coupling
Compounds”.
El procedimiento data de aproximadamente 1880 en que se impregnó algodón con una solución
alcalina de β-naftol y se le trató luego con una solución de p-nitroanilina diazotada para obtener
una tintura de color rojo (conocida como “Para Red”). Posteriormente se usaron sustitutos del β-
naftol así como también otras arilaminas y diaminas para producir una extensa gama de colores
posibles. Debido a la inestabilidad de los compuestos diazoicos y la dificultad para prepararlos
adecuadamente en las condiciones de una tintorería industrial, se desarrollaron también sales
diazo estabilizadas. Los colorantes azoicos se usaron mucho durante la primera mitad del siglo
20, especialmente para la estampación de telas de algodón, pero luego su uso fue decayendo,
debido un poco a la complejidad de los métodos de aplicación y otro poco a la aparición de los
colorantes reactivos. Actualmente se utilizan preferentemente para obtener algunos colores
especiales, rojos p.ej., que no se pueden lograr con otros tipos de colorantes.
BIBLIOGRAFÍA
6- “Azoic Combinations: Chemical Principles” J.R.Aspland, Textile Chemist and Colorist, Vol. 24,
No.8,August 1992, 6to. capítulo de “A Series on Dyeing”.
7- “Dyeing with Azoic Dyes”, H.B. Moore, Dyeing Primer Part 7, Textile Chemist and Colorist, Vol. 12,
July 1980.

4.2.5- Negro de Anilina


El procedimiento de producción de “negro de anilina” fue desarrollado en 1860 oxidando
clorhidrato de anilina previamente impregnada sobre el algodón. El pigmento que se produce, de
intenso color negro, queda firmemente fijado a la fibra y se obtienen solideces a la luz y al lavado
excepcionalmente buenas. La constitución del “negro de anilina” es la de una poliazina derivada
de once moléculas de anilina.
El procedimiento, que es muy económico puede realizarse de muchas formas distintas. Puede
también, sin embargo, por el bajo pH necesario, producir la degradación de la molécula de
celulosa y por tanto un deterioro en las resistencias mecánicas de los hilados y las telas de
algodón que se tiñan de esta manera. Actualmente se utiliza muy poco.
BIBLIOGRAFÍA
8- “Aniline Black” R. Wizinger, “CIBA-GEIGY REVIEW”. 1973/2
4.2.6- Colorantes Reactivos
El relativamente reciente desarrollo de los colorantes reactivos (1956), llamados así por unirse
químicamente con enlaces de alta energía a la molécula de celulosa (enlaces covalentes),
constituyó uno de los avances más importantes de la tintura del algodón y otras fibras
celulósicas. Una prueba de la unión química de estos colorantes con la fibra es que no son
extraídos por solventes como la piridina mientras que los colorantes directos sí son extraídos
fácilmente. Por otra parte, la celulosa teñida con colorantes reactivos tiende a perder su
solubilidad en soluciones cuproamoniacales, especialmente cuando la estructura del colorante
reactivo permite la formación de “cross linking” entre cadenas poliméricas.
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Los colorantes reactivos, antes de reaccionar con la celulosa, pueden considerarse como
colorantes directos de bajo tamaño y peso molecular, como los colorantes del grupo A, que
agotan con mucha sal y tienen bajas solideces húmedas. Esto permite al colorante difundir
rápidamente hacia el interior de la fibra. Una vez dentro de la fibra, la reacción con los grupos
hidroxilo de la celulosa se produce por el agregado de álcali, a una temperatura adecuada. Las
moléculas de colorante que no reaccionan deben ser retiradas por medio de un enjuague. El
reducido tamaño de estas moléculas facilita también su fácil y rápida salida desde el interior de la
fibra.
Los colorantes reactivos también reaccionan con los grupos hidroxilos del agua por lo que, en
los proceso de tintura y de estampación, se produce cierta pérdida de colorante por hidrólisis, lo
que puede generar problemas de contaminación ambiental si no se tratan adecuadamente los
efluentes de la tintorería. Puede resultar sorprendente que la gran cantidad de grupos hidroxilos
del agua, compitiendo con los más escasos de la celulosa, no de lugar a una mayor hidrólisis del
colorante. Sin embargo la rápida adsorción del colorante por la fibra y la menor constante de
disociación de la celulosa en comparación con la del agua, sumado a ciertos factores estéricos,
favorece la reacción de tintura en relación a la de hidrólisis. De todas formas, como es de
esperar, el colorante hidrolizado genera una menor solidez húmeda y debe ser completamente
removido con suficientes enjuagues, inmediatamente después del teñido.
Existen diferentes tipos de colorantes reactivos (ver Sección “Clasificación de Colorantes”) pero
todos ellos poseen, en general, buenas solideces a la luz y buenas solideces húmedas, salvo al
hipoclorito. Con ellos se obtienen tinturas de colores más brillantes que con otros tipos de
colorantes de solideces equivalentes. Los procedimientos de tintura también pueden ser varios,
dependiendo del tipo de colorante, pero mencionaremos solo los dos más generales: los
procedimientos en “frío” y en “caliente”. Los colorantes más reactivos pueden ser aplicados a
bajas temperaturas (30-40 oC) en baños con cloruro de sodio y, luego de 30 a 45 minutos
(durante los que el colorante es adsorbido como si fuera un colorante directo), se alcaliniza el
baño agregando carbonato de sodio y se completa la fijación durante una hora sin variar la
temperatura. Los colorantes de menor reactividad se aplican en forma similar pero a mayor
temperatura (60 a 100oC). En ambos casos el exceso de colorante, que no reaccionó o se
hidrolizó, es retirado con un jabonado final.
La tintura con colorantes reactivos puede realizarse en forma continua impregnando p.ej. una
tela de algodón en un baño neutro de colorante, para luego de pasarla a través de cilindros
exprimidores, volver a impregnarla en una solución de soda cáustica y luego, sucesivamente,
pasarla por una cámara vaporizadora, un baño de jabonado, un baño de enjuague y un secado
en túnel o “rama” de aire caliente. Existen variantes de estos procedimientos básicos y p.ej. los
álcalis utilizados pueden ser, según el caso, además de la soda cáustica, “ceniza de soda”
(carbonato de sodio), metasilicato de sodio o bicarbonato de sodio. Las “pastas” para la
estampación de telas de algodón, se deben formular adecuadamente según el caso, eligiendo y
mezclando adecuadamente los colorantes, los espesantes, etc.

BIBLIOGRAFÍA
9- “Reactive Dyes and their Applications”, J.R.Aspland, Textile Chemist and Colorist, Vol. 24, No.5
and No 6,May-June 1992, 5to. capítulo de “A Series on Dyeing”.
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BIBLIOGRAFÍA GENERAL
10- “Fundamentos Científicos y Aplicados de la Tintura de Materiales Textiles”, J.Cegarra, P.Puente
y J. Valldeperas. Universidad Politécnica de Barcelona, 1981.
11- “The Dyeing of Cellulosic Fibres”, Ed. Clifford Preston, Society of Dyers and Colourists, 1986
12- “Encyclopedia of Chemical Technology”, Kirk-Othmer, Interscience Publishers, N.Y., 1963
(Dyes,Application and Evaluation, G.M.Ganz and J.R.Ellis)
13- “Dyeing Primers”, AATCC, 1980
14- “Textile Coloration and Finishing”, W.S.Perkins, Woodhead Publishing Ltd., <sales@woodhead-
publishing.com>
15- “Manual de Tintes y Tejidos”, Joyce Sorey, Ed. Heman Blume, Madrid

TABLA 8.18
COLORANTES PARA FIBRAS CELULÓSICAS
Colorantes aniónicos sobre fibra no iónica

TIPO DE
MECANISMO DE TINTURA TIPO DE UNIÓN
COLORANTE

Fuerzas de V. der Waals y


DIRECTOS Difusión y adsorción del anión colorante
enlaces hidrógeno
1) Reducción alcalina solubilizante
A LA TINA 2) Difusión y adsorción del leuco anión colorante Retención mecánica
3) Oxidación insolubilizante
1) Reducción alcalina solubilizante
AL SULFURO 2) Difusión y adsorción del anión colorante Retención mecánica
3) Oxidación insolubilizante

1) Difusión y adsorción
REACTIVOS Enlaces covalentes
2) Reacción química

1) Difusión y adsorción del precursor pigmentario


BASES AZOICAS 2) Difusión y adsorción de la base azoica Retención mecánica
3) Reacción química entre el precursor y la base

NEGRO DE
1) Impregnación en medio ácido Retención mecánica
ANILINA 2) Oxidación insolubilizante

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