Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
¿Qué es el aprendizaje?
El aprendizaje es, por encima de todo, una fuente de esperanza para el futuro. Lo que
podamos aprender ahora quizás lo necesitaremos más tarde (como padres, amigos,
educadores…). Lo que en este momento nos condiciona quizás pueda modificarse con
otro aprendizaje que permita adquirir nuevas estrategias, curarnos de nuestras
ansiedades o rehabilitarnos.
Vamos, el hecho de que ahora seamos poco afortunados en algo, timidillos, con
dificultades para ser cariñosos no tiene porque durar siempre. Así que el aprendizaje
es la garantía de un devenir más equilibrado porque los seres humanos somos los que
tenemos más capacidad de modificar nuestro comportamiento a través de ésta original
herramienta, los únicos que podemos confiar en que hoy es el primer día del resto de
nuestra vida y que estamos dispuestos a seguir aprendiendo para mejorar.
Sabiendo esto ya de antemano, podemos entrar a darle un repaso a las teorías más
relevantes sobre este tema y entendiéndolo desde un punto de vista más cercano, sin
tantos tecnicismos, con ejemplos que nos pasen a todos. Aquí vamos.
El Condicionamiento Clásico
Supón que estas esperando tu turno en una larga fila ante una de las cajas del
supermercado (ese mismo que estas pensando). Es pleno invierno, la temperatura afuera
es muy baja. Cada vez que se abre la puerta automática de entrada, penetra una ráfaga
de aire frio en el interior y te da en la cara. Cuando esto sucede, claro, tú te estremeces y
te encoges. Ahora bien, supón que inmediatamente antes de que se abra la puerta,
escuchas el sonido amortiguado del mecanismo que la hace funcionar. Al principio
quizás lo ignores, pero después de que te pegue el airazo en la cara un par de veces
comenzarás a estremecerte y a encogerte al escuchar el mecanismo, antes de que la
puerta se abra y entre el viento.
La anticipación al miedo
Ahora supón que viajas en el metro. De golpe se apagan las luces y queda el vehículo
atrapado en un túnel entre dos estaciones. Nadie puede salir, claro. La situación dura lo
suficiente como para que se desencadene en ti una respuesta de angustia (temblores,
palpitaciones, escalofríos, sensación de ahogo y miedo intenso). El metro se pone en
marcha, y bajas despavorido en la próxima estación que no es la tuya. Desde entonces,
cada vez que bajas las escaleras del metro ya tienes una sensación desagradable de
ansiedad; si evitaras subir al metro, podrías desarrollar una fobia a éste.
Discriminación
Cada vez que un estímulo previamente condicionado (la famosa campanilla) se presenta
si el estímulo no condicionado con el que se asoció antes (el alimento), su capacidad
de suscitar respuestas condicionadas se debilita hasta desaparecer por completo. Solo
podemos evitar este final inexorable si, de vez en cuando, “recordamos” la situación
inicial (proporcionando el alimento).
Recuperación espontanea
El Condicionamiento Operante
Durante los años que has ido a la escuela, a la universidad o incluso a algún curso,
debes de haber tenido contacto con decenas de maestros y profesores. Algunos de ellos
probablemente habrán sido muy estrictos, mientras otros habrán preferido premiar las
conductas intelectuales apropiadas antes que castigar las incorrectas, es decir, con la
intención de incitar los pequeños logros, paso a paso, prestando más atención a las
actitudes positivas.
Castigos y recompensas
Este ejemplo de la vida cotidiana nos muestra cómo nos movemos en un constante
vaivén de recompensas (esas las buscamos diariamente) y castigos (que pretendemos
evitar), los cuales guían nuestras conductas más complejas. Ya hemos visto cómo el
condicionamiento clásico vincula los estímulos neutros con las respuestas simples e
involuntarias. Pero ¿cómo aprendemos otras formas más variadas y voluntarias de
comportamiento? Una cosa es enseñar a salivar al gatito cuando escucha el bolso de las
croquetas o a un niño a temer los vehículos en la calle, y otra muy distinta es que un oso
aprenda a bailar (aunque sea patosamente, como muchos humanos) una rumba o que un
niño aprenda inglés.
Muchas de estas funciones están reservadas a otro tipo de aprendizaje que se encarga de
inculcarnos esas formas de conducta. Se trata del condicionamiento instrumental u
operante, mediante el cual un sujeto tiene más probabilidades de repetir los
comportamientos premiados y menos de continuar con las formas de conducta
castigadas.
Las acciones siempre traen consecuencias de uno u otro tipo. Por ejemplo, decirle “te
quiero” a alguien dará un resultado muy diferente al esperado si la frase se pronuncia
tartamudeando.
En conclusión, hay una conexión directa e importante entre las acciones que
ejecutamos y las consecuencias que se derivan de ellas. Y éste es el proceso que
conforma el condicionamiento operante, porque el acto opera sobre el ambiente para
obtener estímulos compensatorios o positivos.
Seguro que hay otro debate que está presente en tu cabeza….. ¿Seguro que reforzar una
respuesta hace que cambies de conducta y no castigar?
Pues bien, estas dos preguntas que nos hacemos, forman parte de algo que en la
psicología llamamos Condicionamiento Clásico (primera pregunta)
y Condicionamiento Instrumental/Operante (la segunda).
Condicionamiento Operante y Condicionamiento Instrumental no son lo mismo, pero
debido a que son casi iguales, se toman como sinónimos.
Condicionamiento Clásico:
Ocurrió finalmente, que con solo el sonido del metrónomo, el perro ya se preparaba para
comer (salibaba); siendo esta la Respuesta Condicionada (la respuesta incondicionada
es la que se le da al estímulo incondicionado)
A pesar de que hay otras maneras de hacerlo, como por ejemplo, dejar un tiempo entre
el EC y el EI (condicionamiento de huella) invertir el orden (condicionamiento hacia
atrás), o hacerlo a la vez (simultáneo), el de demora es el más efectivo.
Si se diese el caso de que se presenta varias veces el EC sin presentarse el EI, daría
lugar al fenómeno de la extinción.
La extinción, no es sinónimo de olvido (aunque puede ser lo que estés pensando). Este
fenómeno en verdad implica aprendizaje. Es decir, asocia el EC con la no aparición del
EI.
Las explicaciones de que extinción no es igual a olvido podrían ser la desinhibición, la
recuperación espontánea o la renovación de la RC. (Es algo bastante más complejo, a lo
que se debería de dedicar un artículo únicamente para ello)
Condicionamiento Operante
Para ponernos en el tema, el término operante hace referencia a que la persona opera
sobre el ambiente. Es decir, aquí relacionamos respuesta/ambiente (ley del refuerzo)
Estímulo discriminativo
Respuesta
Serán los efectos que provoca en el ambiente. Es decir, si dos respuestas son distintas,
pero provocan el mismo efecto, estaríamos hablando de la misma operante.
Reforzador
Un padre que felicita a su hija pequeña cada vez que utiliza el retrete correctamente
fortalece un aprendizaje por reforzamiento positivo; lo mismo sucede cuando una
empresa otorga primas económicas a sus trabajadores más productivos, e incluso
cuando obtenemos una bolsa de patatas fritas tras meter una moneda en una máquina
expendedora.
Desde un punto de vista técnico podemos decir que en el reforzamiento positivo existe
una contingencia positiva entre una respuesta concreta y un estímulo apetitivo. La
conciencia de esta contingencia motiva al sujeto a ejecutar la conducta por tal de
obtener la recompensa (o refuerzo).
Educar a los niños no es fácil, es un trabajo de 24 horas donde los padres son los
responsables máximos de lo que aprenden los pequeños. Los niños ven a sus padres
cómo las personas que deben enseñarles todo, y así es. Por eso, y por esta gran
responsabilidad los padres deben saber cuál es la mejor forma de educar a sus hijos. El
refuerzo positivo puede ser una gran herramienta, siempre y cuando se realice
correctamente. Pero para poder usar bien el refuerzo positivo, será necesario también
diferenciar el refuerzo negativo.
En un análisis aplicado del comportamiento, hay dos tipos de refuerzo: el positivo y el
negativo. Puede ser difícil distinguir entre uno y otro. Por lo tanto, es necesario
aprender las diferencias con el fin de ayudar a los padres y profesionales a
desarrollar intervenciones apropiadas para mejorar el comportamiento de los niños,
desde el respeto de los pequeños y de sus necesidades emocionales de cada momento.
El refuerzo
Cuando se habla de refuerzo positivo, puede ser muy amplio, ya que dependerá sobre
todo de las circunstancias y de la personalidad de los niños a los que vaya dirigido. Un
refuerzo positivo para un niño en concreto no tiene por qué funcionar con otro niño
diferente. Dependerá de la circunstancia y del momento.
El refuerzo positivo es la presentación de un estímulo motivador o refuerzo a la persona
después de que el comportamiento deseado haya aparecido, por lo que el
comportamiento es más probable que suceda en el futuro gracias al reforzador que incita
a mejorar.
CONDUCTA OPERANTE
En el marco del conductismo, recibe esta calificación toda conducta que emite un
sujeto gracias a la cual opera sobre el medio ambiente y lo modifica. Se aprende en el
marco del llamado condicionamiento operante. El sujeto aprende dicha conducta como
consecuencia de los acontecimientos que la siguen (la presencia o ausencia de
un refuerzo). La conducta operante muestra la capacidad del organismo para organizar
los estímulos y la conducta en términos de medios-fines.
Se trata de una forma de conducta más compleja que
la respuesta condicionada (o "conducta
respondiente")que se adquiere por condicionamiento
clásico pues involucra estructuras fisiológicas más
desarrolladas (el sistema nervioso central, por ejemplo,
frente al sistema nervioso autónomo, responsable de las
respuestas condicionadas); la conducta operante es
también más compleja que la condicionada pues en
aquella intervienen los músculos de fibra estriada,
frente a las respuestas de tipo glandular o relativas a los
músculos de fibra lisa propios de la conducta
condicionada o "respondiente". La conducta operante
fue muy estudiada por el psicólogo conductista
Skinner.
EL MOLDEAMIENTO DE LA CONDUCTA