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La modernidad en Julio Ramón Ribeyro:

- Ribeyro no tiene el reconocimiento que se merece. En efecto, es una de las


cabezas del cuento hispánico moderno al mismo nivel que Borges o
Cortázar. Su obra cuentista – que no fue su única producción literaria –
debe ser leída por su innovación literaria, su palabra tan aguda y su
temática universal.
- Sus cuentos son más bien de un realismo bastante tradicional, lo que lo aleja de los
demás autores del boom hispanoamericano.
- Sin embargo, renueva la literatura desde la perspectiva temática ya que es uno de
los primeros autores en centrar la mayoría de sus textos en la ciudad, en particular
en Lima, para denunciar los efectos de la modernización.
- Este movimiento se inscribe en un movimiento generalizado en Hispanoamérica
que algunos críticos trataron de explicar según varios factores: el desarrollo
importante de las ciudades y los cambios socioeconómicos que viven todos los
países del continente, la ambigua relación que tienen esos países con las guerras
mundiales, la influencia del existencialismo de Sartre y Camus, el desarrollo de la
literatura de protesta encabezada por Roberto Arlt y con César Vallejo como mayor
representante peruano, la influencia del surrealismo, y muchos más factores.
- Julio Ramón Ribeyro se inscribe en la llamada “Generación del 50” en Perú.
Después del golpe de Estado del general Odría en 1950, el Perú sufre un cambio
socioeconómico fuerte que se hace de manera rápida y desorganizada. Se abre el
mercado y se incrementan las inversiones privadas e internacionales.
- El país, que era mayormente rural con el 75% de su población en el campo, sufre
su mayor éxodo rural hacia Lima. Así la ciudad crece de forma espectacular,
desarrollándose en los cerros que la bordean, donde se crean los suburbios más
pobres en los arenales. 
- Y la Generación del 50 se crea como el primer grupo que pretende fijar
literariamente el espacio de la Lima moderna en la literatura nacional. Los
principales representantes de este movimiento literario son Enrique
Congrains, Oswaldo Reynoso, Eleodoro Vargas Vicuña, Sebastián Salazar
Bondy, Carlos Eduardo Zavaleta y Julio Ramón Ribeyro.
- Además de ofrecer una visión nueva de la temática literaria describiendo las
consecuencias del modernismo como el éxodo rural y el desarrollo de la
clase media – parte de la población que recién se convierte en protagonista
literaria – esta generación pretende también profesionalizar la actividad literaria y
renovar la expresión literaria. No son innovadores internacionales – por lo cual no
son tan conocidos como otros autores del boom – pero crean una tradición
narrativa en Perú abandonando la perspectiva nacionalista y ruralista anterior.
- Julio Ramón Ribeyro, junto con otros autores de la Generación del 50, representa
así la transición de una narrativa indígena a una narrativa urbana.
- Julio Ramón Ribeyro, junto con otros autores de la Generación del 50, representa
así la transición de una narrativa indígena a una narrativa urbana. Cabe
precisar que no todos los autores de esta generación siguieron este cambio, sino
que este movimiento literario se separa en dos grupos: los autores del realismo
urbano – a los cuales pertenece Julio Ramón Ribeyro – y los autores del
neoindigenismo que es un movimiento que sigue las huellas de José María
Arguedas y Ciro Alegría – con autores como Manuel Scorza –.Ambos presentan
una realidad nacional y es interesante leerlo todo porque estas realidades son muy
distintas pero conviven en el mismo país.
- En este trabajo nos centramos únicamente en el realismo urbano que es el que
desarrolló el cuentista, Julio Ramón Ribeyro, en un clima de escepticismo, fatalismo
y pesimismo que desarrollaremos a continuación.
- Es interesante precisar que una de las razones por la cual Ribeyro fue poco
conocido también es porque su obra de mayor importancia son los cuentos y
que se le dio al inicio poca importancia a este género literario dentro
del boom.
- Tema principal de la obra de Ribeyro es la modernización que se presenta en la
ciudad. A través de sus cuentos busca dar a conocer las consecuencias de tal
proceso, consecuencias mayormente negativas según él.
- Ese realismo se encuentra desprovisto de sentimentalidad, aunque los hechos
sean inhumanos y los actores puedan ser niños inocentes. (REALISMO
CRÍTICO). Tal es el caso con el cuento más famoso de Ribeyro: “Los gallinazos sin
plumas” que relata la historia de Efraín y Enrique, dos niños que viven con su
abuelo, anciano cruel que los explota mandándoles buscar basura para dar de
comer a su cerdo. La visión de la ciudad de Lima es terrible, se presenta como un
espacio inhospitalario, gris, caótico y deshumanizado que parece tener una
influencia directa en sus habitantes pues ellos se vuelven crueles, hasta el más
inocente de todos – el niño – que termina actuando con crueldad también. En este
cuento se relatan hechos muy inhumanos de la forma más directa y sencilla
posible, sin sentimentalidad como lo precisamos primero.
- A veces, Ribeyro hace uso también de la ironía para resaltar lo tan poco
heroico que son los actos que describe. Esta ironía le permite también
proponer una crítica social y política de la sociedad peruana, por ejemplo, en el
cuento “El banquete”. Este cuento corto denuncia, a fuerza de ironía, el dinero
que se gasta en las fiestas de la clase alta que reúne la gente del poder
(“ministros, parlamentarios, diplomáticos, hombres de negocio, hombres
inteligentes” como lo describe en el cuento, e incluso el Presidente). La situación es
absurda. Por otro lado, en este cuento se hace una sátira política-militar
presentando la ridícula inestabilidad política del país que de un día a otro puede
sufrir un cambio brutal de gobierno.
- Por lo tanto, sus descripciones de la capital peruana y de su sociedad están de
acuerdo con las imágenes que le quedaron en memoria al momento de volver a su
tierra natal. Se trata entonces de una literatura del recuerdo, por lo cual, la realidad
presentada no es siempre exacta y suele ser a veces nostálgica de la antigua
Lima, la que él conoció mejor. Ribeyro denuncia la modernización en el
sentido, también, de ser una destrucción de lo existente y del patrimonio del
país – así como la destrucción de edificios antiguos –. 
- Estando en Europa, denuncia una vez más los efectos de la modernización como
en “La estación del diablo amarillo” donde relata la experiencia de los jóvenes
artistas que van a París pensando realizar sus sueños y terminan matándose con
trabajos físicos para ganarse la vida.
- En fin, lo que podemos resaltar de todos sus cuentos como conclusión de su
reflexión sobre la modernización es que todos esos cambios socio-
económicos llevan a la mayoría de la gente a sufrir una crisis de identidad. En
efecto, ya no se reconocen en la sociedad y no encuentran su lugar. Además,
la gente se ve botada de lo que consideraba su lugar porque no está de
acuerdo con las leyes de la modernización, como en el cuento “Al pie del
alcantilado” donde el personaje principal y narrador construye su casa y alcanza
cierto nivel de vida que le permite estar tranquilo hasta que llega una persona que
representa el gobierno ordenándole que se vaya porque esta tierra no es su
propiedad, y llegan las máquinas a destruir la casa de sus vecinos y luego la suya.
Este cuento muestra cómo la población no se reconoce con los avances modernos,
con la idea de propiedad que no va con su cultura, con la idea de sociedad de la
cual ellos se ven excluidos.
- Así, la mayoría de los cuentos de Julio Ramón Ribeyro están protagonizados
por las personas al margen de la sociedad, los olvidados de la sociedad,
olvidados de la literatura también, las personas expulsadas del festín de la
vida. La vida moderna que pretende llevar a tener una vida mejor, con ocios y
gozo, no es para todos, algunos sufren para obtener el mínimo de los
recursos vitales.
- La meta de la Generación del 50 es, justamente, dar la palabra a los personajes
que no se suelen ver en la literatura: se conocieron muchos relatos acerca de la
burguesía y de la clase alta, luego se escribió acerca de la clase baja de la parte
pobre del país – con la literatura indigenista – pero los autores del realismo urbano
quieren presentar a la clase media, que no tiene nada extraordinario y
también a los marginalizados. Son los nuevos protagonistas literarios, los
que no tienen nada que decir, los antihéroes.
- En los cuentos de Ribeyro, estos personajes pueden ser idiotas, locos, niños,
moribundos, frustrados, antiguos aristócratas que llegaron a la ruina; los que
sufren vejez, deterioros, frustraciones, perecimiento. Y se cuentan
experiencias subjetivas negativas, como gran consecuencia de la
modernización de la sociedad, personajes con o sin esperanza, pero cuya
vida es un fracaso.
- Uno de los cuentos más representativos de los marginales es “Silvio en el rosedal”
en el cual Silvio, el personaje principal, es un exiliado física y existencialmente. Es
un cuento del fracaso de una vida entera, la presentación de una vida vacía, que se
aleja del nihilismo y del pesimismo gracias a la ironía que permite salir del
fatalismo.
- La locura no es la única forma de marginalización, Ribeyro nos presenta otras
como la pobreza, la juventud, la vejez – en “Los gallinazos sin plumas”, se
presentan esos tres criterios ya que son dos niños y un anciano que viven en la
pobreza extrema – pero el punto común entre todos esos personajes es que no
tienen otra voz para hablar de ellos que la de Julio Ramón Ribeyro. Es por
esta razón que el conjunto de sus cuentos se titula La palabra del mudo:
porque da voz a los mudos del mundo moderno.
- Julio Ramón Ribeyro, el mayor cuentista peruano, no es un fatalista como se ha
dicho. Si bien es cierto que sus personajes se encuentran en escenas de fracaso y
que sus escenarios son muy grises e inhóspitos, él suele tratar el tema con ironía;
con situaciones mayormente absurdas. Por esta razón, sus cuentos son
entretenidos y precisos: relatan una realidad de la forma más justa posible,
pero denuncian los males de la sociedad moderna de forma irónica. Lo que es
seguro es que el lector está impactado con cada texto que lee – por más corto que
sea – porque Julio Ramón Ribeyro domina el género del cuento a la perfección.

LOS CUENTOS DE RIBEYRO COMO HERRAMIENTA DE DENUCIA SOCIAL A


LA MODERNIDAD
Ribeyro: Luchar contra el silencio:
Por supuesto, la posición de Ribeyro es distinta. El silencio no es una atracción a la
que ceda en ningún momento, aunque pueda sentir permanentemente su tentación.
Su vocación por la escritura no ofrece dudas, aunque los desánimos sean constantes,
según se refleja en sus textos más o menos autobiográficos: cuentos, diario, cartas o
prosa fragmentaria. Tal vez no es casual, por cierto, que la poesía fuera un territorio
vedado para él. Podemos ciertamente pensar que su condición de narrador lo alejó
sin excusa de los problemas que se le suscitan al poeta en su combate con el
lenguaje. Como recuerda Eduardo Chirinos, crítico y poeta: la poesía ha sido siempre un
espacio privilegiado para poner en escena las discusiones sobre el tema del silencio. La
secular fascinación de los poetas por el silencio en sus múltiples manifestaciones (poder y
censura, revelación y conocimiento, suspensión y espera, esterilidad y creación) se
radicaliza en la modernidad y se traduce en la capacidad del poema de ser leído como
representante dramático del acto mismo de la escritura.

 En Ribeyro la tensión entre estos opuestos acaba resolviéndose. No es que


la solución se plantee de una forma ingenua, mediante el recurso a una especie
de concepción fideísta en los poderes del lenguaje, sino que el deseo de escribir,
por sí mismo, anula la posibilidad del silencio.
Dos títulos esenciales que vienen a sintetizar nada menos que toda la obra
cuentística y memorialística de Ribeyro, la parte más apreciada de su producción,
aluden a la posibilidad del silencio como una dimensión superable por el escritor,
vencible a pesar del desaliento que puedan infligir unas amenazas que siempre
proceden de fuera.
La literatura como cambio social:
 Sin embargo, la obra literaria siempre «dice más», «da que pensar». Algunos
autores piensan que es el valor connotativo de la literatura lo que hace que vaya
más allá de la mera intención comunicativa, pues «conlleva el tono y la actitud
del que habla o del que escribe; y no declara simplemente lo que dice, sino
que quiere influir en la actitud del lector, persuadirle y, en última instancia,
hacerle cambiar».
 Es, en cambio, una visión de la realidad que por ser distinta a cualquier otra, se
expresa con un lenguaje diferente. Si no se trata no de un apartarse del mundo
real, es al menos, un intento de explicar este mundo por caminos que no son
de la lógica o la pura racionalidad, y es que, con palabras de Julio Ramón
Ribeyro, «El mundo es muy complicado; la tarea del autor es explicar el
mundo, hacerlo más comprensible».
 Es cierto que la literatura no puede darnos los conocimientos que las ciencias
nos brindan, pero contribuye, con su testimonio, a completar la visión que
ellas dan. Una nota en un diario de Ribeyro, dice:
«Con qué especie de envidia o de nostalgia leo en les "comptes rendus"
de algunas novelas célebres que son un "fresco" de determinada sociedad
en una época dada. Yo nunca podré concebir un "fresco" ni menos
escribirlo, no cabe en mi espíritu abarcarlo, en la medida que el "fresco"
implica una reflexión sobre la Historia combinada con una peripecia personal
o individual. Yo he pasado siempre al lado de la Historia y he penetrado
en la vida por puertas más pequeñas y disimuladas como pueden ser la
aventura privada o la anécdota>>.

 En una entrevista, Julio Ramón Ribeyro manifestaba que «la aspiración máxima
de un escritor sería que sus libros fueran acontecimientos espirituales, en la
medida en que el lector, después de leerlos, no sea el mismo. Hablo de
acontecimientos espirituales... como algo que transforme y enriquezca». Y
es que, para Ribeyro, el arte del relato consiste precisamente en la
sensibilidad para percibir las significaciones de las cosas.
 En realidad, otros muchos autores coinciden en que al escritor compete una
responsabilidad moral, y por ello es evidente, entre otras cosas, que tiene la
misión de crearle al lector una conciencia más viva y humana de los
problemas. En lo que a nuestro autor respecta, Ribeyro se consideraba a sí
mismo «un novelista razonador a la antigua manera».

 Al respecto, Julio Ramón Ribeyro, indica en sus Prosas apátridas que «la
literatura es, además de otras cosas, un modelo de conducta. Sus principios
parecen extrapolarse a todas las actividades de la vida».

 Pero, además, la literatura, tiene la capacidad de permanecer. Los hombres


pasan, pero la literatura, lo que está escrito, tiene capacidad de quedarse.
Obras escritas hace muchos siglos, que podemos leer en nuestros días así
lo atestiguan. (DAVID RAYMUNDO CHONG LAM
EL HOMBRE SEGÚN JULIO RAMÓN RIBEYRO
Una propuesta de Antropología literaria
Extracto de la Tesis Doctoral presentada en la
Facultad Eclesiástica de Filosofía de la Universidad de Navarra)

 Cuando la literatura pretende profundizar en su propia significación cultural, se


encuentra ante una serie de problemas de carácter más bien filosófico y que, por
otra parte, la filosofía no se comprende a sí misma si no aclara su relación con el
saber narrativo.

 La filosofía busca la verdad, y es en esta búsqueda en la que hace uso de la


literatura. Justamente, la filosofía se enfrenta ante una tarea de gran
envergadura —la realidad— que la lleva a contentarse con llegar a ella dando
sucesivos pasos aún —diríase— pequeños. Se vale en este caminar de la
literatura, que le permite abrirse paso en la ruta, puesto que ella —dada su
menor conceptualización y su mayor inconcreción— es en cierto sentido
más «inmaterial».

 Así, entre las razones que mueven a Ribeyro para escribir, se encuentra la de
«descubrir, conocer algo que la escritura revela y no el pensamiento»

 Para Ribeyro, el ideal en literatura consiste en librarse por completo de las


resonancias autobiográficas, pues la vida se gasta conforme se cuenta y se corre
el riesgo de no tener al fin nada que decir. En las novelas y cuentos del autor hay
una fuerte carga autobiográfica, pero —según Luchting— a medida que se avanza
en su lectura, uno va sintiendo que Ribeyro se libera de recuerdos, nostalgias
y vivencias y va haciendo su obra más que con lo vivido, con la manera de
observar la vida.
La literatura y los modos de representar la realidad:
 El arte o la literatura hacen patente, desvelan e iluminan la realidad. En la
obra de arte, en la literatura, acontece la verdad, pues ella se desentraña y se
ilumina la existencia humana, en la que a su vez puede descubrirse el último
sentido de la realidad.
 Ribeyro: <<La literatura no es ni debe ser, a mi juicio, entonces, un reflejo de
la realidad (...) porque, para empezar, no tendría ningún interés el reproducir
una cosa que ya existe exactamente como es. Ya no habría ahí
verdaderamente creación, sino copia. La literatura debe ser una
recomposición de la realidad>>.
 Ribeyro: «Mi temperamento es profundamente realista, me es difícil inventar
completamente una historia. Me es necesario partir de una situación real. Es
ella la que me da el impulso que desencadenará mis posibilidades de
invención».
 «Al escribir trato de narrar algo de lo cual he sido testigo real o imaginario,
algo que ocurrió en mi contorno o que inventé pero que me impresionó y que
me parece que da una versión subjetiva, tal vez parcial, pero nunca falsa, de
mi realidad, realidad generalmente sombría o inaceptable, que yo trato de imponer
a mis lectores apasionadamente, para comunicarme con ellos y hacerles compartir
mis predilecciones y mis odios».
 Junto al conocimiento, hay también un aspecto de conocimiento de sí mismo, es
decir, de reconocimiento. La literatura es capaz de hacer que uno ejerza el
reconocimiento, es decir, «caer en la cuenta de algo que ya se sabía, pero se
había olvidado, descubrir algo que ya vivía pero que estaba dormido».
 «El artista de genio no cambia la realidad, lo que cambia es nuestra mirada. La
realidad sigue siendo la misma, pero la vemos a través de su obra, es decir,
de un lente distinto. Este lente nos permite acceder a grados de complejidad,
de sentido, de sutileza, o de esplendor que estaban allí, en la realidad, pero
que nosotros no habíamos visto».
 Como un espejo refleja la realidad tal cual es, a nuestro autor le parece más
adecuada la calificación de la literatura como un prisma: «la verdadera obra debe
partir del olvido o la destrucción (transformación) de la propia persona del escritor.
El gran escritor no es el que reseña verídica, detallada y penetrantemente su
existir, sino el que se convierte en el filtro, en la trama, a través del cual pasa la
realidad y se transfigura».
 Ribeyro en su Diario señaló que, una de las cuestiones que más le importaban de
su primer volumen de cuentos, Los gallinazos sin plumas, era la exactitud
psicológica: «(...) los hechos me interesan poco en sí. Me interesa más la
presión de los hechos sobre las personas. Podrían definirse mis cuentos —con
algunas excepciones— como "la historia psicológica de una decisión humana"
(...) ¿Cuáles son los móviles, para mí de una decisión humana? La respuesta está
en los cuentos mismos y para cada caso es diferente. La ambición, los celos, la
soledad, el temor, la dignidad amenazada, etc., se combinan o actúan
aisladamente sobre cada personaje.
 En Los gallinazos sin plumas la avaricia que da lugar a la degradación humana es
producto de un sistema económico social que da preferencia al lucro y que
provoca una situación de enajenación tanto más chocante por las relaciones
de parentesco que la protagonizan1. Por otra parte, Ribeyro, con este relato —
partiendo de la realidad peruana—, desea extrapolar universalmente la
experiencia de este tipo de degradación producto del conflicto entre el hombre y
una ética basada en el tener.
 El cuento fue escrito en París, en 1954, mientras el Perú asistía a la
modernización industrial que, si bien hizo incursionar al país en el
capitalismo moderno, también dio lugar a la formación de barriadas
endémicas que brotaron alrededor de la ciudad de Lima como consecuencia
de la afluencia de inmigrantes que venían llegando en masa desde las
provincias. Con este cuento, Ribeyro consigue trasladar al lector a la pobreza de
las barriadas del Perú de los años cincuenta, solidarizándolo con los sentimientos
de los personajes del relato.
 Está claro que la bestialización de don Santos se ha producido por su egoísmo,
por asumir los valores infrahumanos del sistema económico imperante. Ello lo
lleva a ser destruido, al final del cuento, por el mismo objeto de su avaricia, el
cerdo. La bestialización de los nietos también es producto de ese sistema.
Problemas de la modernización en el Perú en relación con la
literatura:
 Entre 1,919 y 1930, durante el llamado oncenio de Leguía, Lima experimentó
un nuevo empuje modernizador y continuó el avasallador avance hacia el
sur: "Amplias avenidas de asfalto unen Lima con el CalIao, La punta, Miraflores,
Chorrillos, la Magdalena, Chosica y los demás suburbios limeños. Más tarde,
durante los años 40 y 50, el gobierno del general Odría renovó las
infraestructuras de la ciudad y la consecuente oferta de empleo supuso un
reclamo para ingentes masas de provincianos, que se desplazaron del
campo a la ciudad en busca de un futuro mejor. Sin embargo, sus
expectativas resultaron poco halagüeñas cuando, convertidos en un
oprimido proletariado urbano, tuvieron que afrontar serias dificultades en un
espacio urbano opresor y alienante. La masiva migración obligó a un
crecimiento vertiginoso de la urbe cada vez más desbordada, tanto en zonas
residenciales como en la formación de las barriadas o "pueblos jóvenes" en
las faldas de los cerros.
 La nacionalización de la capital fructifica, durante los años 30, en un nuevo
criollismo literario, formulado en una geografía social de Lima por José Díez-
Canseco, y cuya manifestación más popular se encuentra en las melodías y las
letras de los valses de Felipe Pinglo Alva.
 Estas formas renovadas de un criollismo popular como los precedentes de la
narrativa urbana de los 50, década en que ya han aparecido las barriadas, y la
pobreza se generaliza en amplios sectores de la sociedad.
 En esta evolución (literatura desde Palma) se establecen múltiples puntos de
contacto y estrechas relaciones entre los autores, asegurando la secuencia
viva de la literatura peruana.
 Dichas relaciones nos interesan como discurso que vivifica una ciudad, cuya
fisonomía cambiante registra también las diferentes miradas literarias que,
en ocasiones, la enaltecen y mitifican y, en otras, la dejan manifestarse en la
tragedia de su cotidianidad.
 Díez-Canseco en Ia generación que comienza a publicar en los años 50, sobre
todo, basándose en el examen de los personajes pobres de la ciudad que
aparecen en las obras del "neorrealismo urbano.
 En ello se encuentra también un nuevo vínculo con Ribeyro, quien no sólo
incursiona en los problemas de las clases bajas urbanas, sino que también dedica
una buena parte de su producción a la pintura de las clases medias y altas y a Ia
nueva burguesía emergente, sobre la que descarga su crítica mediante una sutil
ironía que en ocasiones deviene mordaz y sarcástica.
 Con todo, la relación o influencia de Díez-Canseco en la generación posterior
se establece preferentemente con Julio Ramón Ribeyro y Enrique Congrains
Martín, sobre todo al, comparar personajes de Canseco como el "Gaviota" y
"Tumbitos", con los de Ribeyro en Los gallinazos sin plumas y “Al pie del
acantilado", así como con personajes de Lima Hora Cero (1954) o “El niño de junto
al cielo", de Congrains. En estos cuentos realistas -todos ellos publicados a
mediados de los 50-, ambos narradores enfrentan al lector ante una imagen
desgarradora de las clases populares y marginales; visión de los
desposeídos que viven una realidad distinta a la de los años 30, el mundo de
la barriada, pero no por ello ajena o aleiada de ciertas experiencias que se
vivían en esa época y gue, en más de una ocasión, son similares pues se
derivan de la pobreza: "Díez-Canseco trabaja y descubre la fibra íntima del pobre
autóctono de Lima, apenas un poco antes de la masiva presencia en la capital de
los pobres de todo el Perú".
 Se trata de establecer similitudes que permiten recuperar a Díez-Canseco
como antecedente fundamental, tal y como lo plantea Escajadillo, al subrayar en
su narrativa:
el carácter popular, el carácter marginal que tienen sus héroes, que
provienen de los estratos más humildes que brindaba la Lima de
1930. Estos no son personajes de barriada, pero Ribeyro,
Congrains y demás compañeros de esa generación, vieron en
Díez-Canseco un ejemplo de diseño de un personaje de
carácter auténticamente popular, de personajes
verdaderamente provenientes de las capas más pobres de la
sociedad.
 Mario Castro Arenas otorga a Díez-Canseco el título de descubridor narrativo
de la ciudad y fundador del realismo urbano, que los narradores a partir del
50 desarrollan con amplitud y lucidez.
 Por otra parte, en cuanto a la relevancia de Díez-Canseco en la emergencia de "la
ciudad real" en la literatura peruana contemporánea, el mismo escritor reconocía
su afán de realismo, que en la generación de Ribeyro adquiere la
denominación de "neorrealismo", con la que los propios escritores muestran su
acuerdo.
 Esta confluencia entre el crudo realismo y las evocaciones poéticas del
paisaje limeño también resulta ser un nuevo vínculo entre Díez-Canseco y,
en concreto, la narrativa de Ribeyro, en la que una Lima físicamente
imprecisa se configura a través de descripciones indefinidas y vaporosas del
paisaje.
 En conclusión, la literatura del siglo XX ha producido obras que se forjan
sobre la realidad peruana y citadina que hasta el momento había sido
silenciada y sustituida por la recreación de un pasado que siempre parecía
mejor: Valdelomar nos asomó, en sus últimos años, a la realidad de la provincia;
López Albújar inauguró el indigenismo o nativismo; César Vallejo nos sorprendió
con un paseo por los fumaderos de opio de los barrios asiáticos de Lima; y Martín
Adán enfocó la parte fea y sucia del suburbio urbano. En este proceso, Díez-
Canseco y Felipe Pinglo son fundamentales en lo que atañe a la literatura de tema
urbano: penetran en el callejón limeño, no para describir su superficie sino para
inmiscuirse en la intimidad de los seres que lo habitan, personajes realmente
inéditos en la literatura anterior. En suma, preparan el camino hacia la narrativa
urbana del 50, es decir, hacia la incorporación literaria de Lima como Babel
en la que figurará la totalidad peruana.
 En el transcurrir de esta historia de la ciudad desvanecida, Ia realidad
nacional y urbana cambia radicalmente y, con él se transforman los intereses
de los escritores, cuyas evocaciones de la "Lima que se va" se convierten en
la imagen ideal para la crítica y la denuncia de un presente conflictivo y
problemáticamente modernizado.

GENERACIÓN DEL 50: GENERALIDADES Y RIBEYRO


 EI advenimiento de la industria y la afluencia incontrolada de habitantes de
las provincias a Ia capital durante los años 40 y 50 transforman Ia ciudad y,
de manera simultánea, nació una literatura cuyas disidencias con la tradición
edulcorada y mitificadora de la Arcadia Colonial -la expresión más rotunda se
encuentra en Lima la horrible de Salazar Bondy- dieron lugar a la segunda
fundación literaria de Lima.
 La ciudad, por fin descrita en su integridad, y como imagen de la realidad
nacional, muestra, a partir de este momento, las contradicciones que se
derivan de un proceso modernizador aplicado sobre las bases de una sociedad
tradicional y adormecida.
 Este cambio de signo en la literatura del Perú, que planteamos como segunda
fundación literaria de Lima, constituye una novedosa incursión en un ámbito
urbano casi siempre eludido y desterrado de los espacios de la escritura.
 La profunda transformación de la fisonomía de la ciudad genera ese cambio
de perspectiva, que implica el fin de una narrativa criolla y el nacimiento de
otra simplemente urbana. Es en la década del 50 cuando la ciudad de Lima
asiste al surgimiento de un grupo de escritores cuyo aporte fundamental en el
desarrollo de la narrativa peruana contemporánea consistió en ofrecer, por primera
vez, una imagen real de la ciudad, que se había convertido en imagen nacional.
Esta ya no era una mirada nostálgica de la ciudad arcádica del pasado, sino que el
objetivo estaba puesto en la lima que vivía un presente contradictorio y conflictivo.
 La originalidad de este nuevo ámbito literario estaba asegurada por el propio
contexto histórico. De este modo, el aporte fundamental de la denominada
"generación del 50", consistió en desarrollar una nueva visión, adecuada
para registrar el impacto de la modernización urbana que por esos años se
efectuaba.
 La Lima moderna asistía al nacimiento de su propia narrativa: la prosa
neorrealista y urbana, que en estos orígenes encontraría su meior medio de
expresión en el cuento.
 El sueño de Ia “edad dorada” se desvanece en esta segunda fundación
literaria de Lima, al establecer una perspectiva crítica y analítica de las
aceleradas transformaciones urbanas acaecidas durante estas décadas.
Toda Ia instrumentalización mitificadora de Ia Arcadia Colonial y sus privilegios, en
aquella literatura pasatista que no hacía sino remarcar Ia abisal fisura social del
Perú, al eludir y silenciar a Ia población desfavorecida y mayoritaria, servía para
afianzar el privilegio de las clases dominantes. Sin embargo, en esta segunda
fundación se pone al descubierto el desarraigo que sufren esos habitantes
silenciados o mudos.
 Pero no se pensaba en la verdadera Lima de los años 40 o 50 que era ya otra
cosa. Y creo que son los habitantes los que hacen una ciudad y la vida de
una ciudad, pero son los escritores los que hacen que esta vida de la ciudad
perdure, sea representada y se transmita.
 Julio Ramón Ribeyro, en su extensa obra cuentística y en sus novelas, nos
enfrenta ante la imagen desoladora de los inmigrantes que viven en los
suburbios y de los indígenas que son explotados por los hacendados
serranos, profundiza en la deprimente condición del empleado público,
representa Ia monotonía y la postración de la clase media urbana, denuncia
la superficialidad y el envanecimiento de la burguesía emergente y registra,
con un tono entre patético y burlón, la frustración de la antigua aristocracia
arruinada.
 Ribeyro merece el título de segundo fundador de la ciudad (el fundador de Ia
Lima problemática y transformada), pues ha creado un corpus literario de
entidad en el que se encuentran representadas todas las capas sociales de Lima.
 Surge, en la obra de Ribeyro, el mosaico completo de una Literatura social
que, como veremos, se encuentra representada mediante la identificación
con los estados de ánimo de los seres que la habitan.
 Adquiere especial importancia Ia representación de otro sector urbano que
emerge en Ia nueva configuración social de la ciudad: la clase media. Los
escritores de esta generación no sólo penetran en los problemas de los
estratos más bajos de la sociedad, sino también en otros sectores sociales
de la configuración urbana. La representación de la clase media tiene una
importancia fundamental, para la historia de la literatura peruana, pues hasta el
momento había sido la gran silenciada en los espacios de la escritura.
 Ribeyro comparte la representación de la ciudad abúlica y monótona, que en
su apatía produce personajes grises pertenecientes a la clase media.
Comparte, también, una visión de la ciudad de la que emana Ia denuncia a Ia
postración y claudicación de las clases sociales llamadas a la protesta y la
renovación: una Lima átona y gris, donde los desajustes sociales perviven y
se acrecientan ante los rostros apáticos de una sociedad adormecida.
 La Generación del 50 adopta el título de “Neorrealista”
 Efrain Kristal “La oposición entre el indigenismo como literatura local y la nueva
narrativa urbana como literatura universal es una falsa oposición [...]. La nueva
narrativa urbana puede ser tan local o universal como la narrativa
indigenista. [...] Los cambios en la configuración del sector dominante y la
presencia del indio en las ciudades hicieron que se rearticularan en la
narrativa los problemas sociales más importantes del país en términos de la
emigración indígena y que se fomentara en la literatura un gran interés por los
temas urbanos”.
 Este planteamiento nos sirve para afirmar que en la narrativa de la generación
del 50 se produce una literatura en la que por fin convergen el campo y la
ciudad, la narrativa urbana que había incursionado en las imágenes de la
ciudad real y el indigenismo que introduce la realidad de la provincia. Lima como
reducto elitista, física y espiritualmente, se convierte en representación íntegra del
país, y los escritores de esta generación no sólo ahondan en la tragedia de
los provincianos pauperizados que habitan en las barriadas, en los
acantilados y en los basurales, sino que también expresan el miedo y el
rechazo con que los antiguos limeños de la ciudad aristocrática reciben a los
inmigrantes, así como exploran, asedian y descubren a la clase media peruana.
 Julio Ramón Ribeyro, quien, habiendo sido considerado el fundador de la ciudad
moderna en la literatura peruana contemporánea, no sólo profundiza en todas las
clases sociales que configuran el paisaje humano de la ciudad, sino que también
dedica parte de su obra literaria a Ia realidad peruana, en sus tres regiones:
costa, sierra y selva. Los cuentos más representativos son los relatos de
Tres historias, donde el escritor muestra su afán de captar la realidad íntegra
del país y denuncia la injusticia secular de la opresión sobre los que viven al
margen de la felicidad.
 Por otra parte, su novela Crónica de San Gabriel aporta una visión limeña del
mundo serrano y la degeneración de la hacienda andina y, en este sentido,
complementa y enriquece la versión de esta misma realidad por parte de los
indigenistas.
 En definitiva, se trata de una narrativa urbana peruana en el más amplio
sentido del término. Una literatura que, al igual que ocurriera en la vanguardia de
Mariátegui, diluye la contraposición entre nacionalismo y cosmopolitismo,
pues se trata de una propuesta literaria nacional que se enriquece con la
incorporación de
una fuerte oleada de cosmopolitismo.
 A esta fusión entre nacionalismo y cosmopolitismo hay que añadir este
nuevo planteamiento en apariencia paradójico: es literatura urbana pero
también es literatura indígena, porque profundiza en los problemas que esta
clase social ha de afrontar tanto en la ciudad -los inmigrantes- como en el
campo -en las haciendas y en las minas-.
 Pero, en cualquier caso, independientemente de la perspectiva aplicada, Io que
intentamos subrayar es ese proyecto común, que implica no sólo un
fenómeno literario sino un cambio social de base, y que se concreta en la
intención de globalización social que nace a mediados de siglo para
constatar la nueva realidad nacional, cuya expresión más radical se
comprueba en la capital.
 La opulenta Ciudad de los Reyes, enriquecida gracias al centralismo que la
mantuvo aislada de la realidad andina de la que se nutría, asiste por fin a la
nacionalización de su espacio y su cultura.
 A mediados de siglo, la transformación urbana impone una fisonomía
totalmente renovada a la ciudad, clausura Ia ya tambaleante exclusividad
limeña e incorpora a su espacio Ia imagen bullente del país real.
 Esta apremiante realidad, demanda una nueva literatura en la que figure un
presente histórico problemático y complejo. Paralelamente, la recuperación del
pasado idílico continúa en algunos autores configurando una tradición, si bien su
utilización no es sino otro camino para la denuncia de un presente histórico y
nacional que se inserta, definitivamente, en el rostro milenario de una Lima
peruana y mestiza.
 Carlos Villares Catto, en Ia "Introducción" a su edición de las Tradiciones peruanas
sitúa a Ribeyro como punto culminante de esta tradición literaria limeña: "Ribeyro,
el cronista de Lima del siglo XX, no ha llegado a escribir más de 90 relatos y su
obra sin duda es perdurable. Entre Palma y Ribeyro hay distancias, puntos
comunes y diferencias, pero a los dos les une un único y apasionado amor:
Lima”.
 Un punto de vista novedoso en la obra global de Ribeyro es la recuperación
del universo colonial, la cual le sirve como acicate para agudizar la crítica de
un mundo contemporáneo que arrastra el pesado lastre de la historia de la
colonia.

 Ribeyro da vida al sistema clasista mediante la representación de una


sociedad jerarquizada y conservadora en la que priman Ia apariencia y el
valor del dinero. Dentro de esa sociedad figuran los artistas, excéntricos y
marginados del orden social.

 A través de esta resumida nómina de escritores, Ribeyro especialmente,


percibimos la existencia de una tradición sustentada básicamente en las
recuperaciones del pasado; tradición que se enriquece y adquiere caracteres
propios en la formulación de distintas propuestas literarias, desde el
criollismo al indigenismo y, finalmente a la nueva narrativa urbana como
proyecto literario que aglutina en su temática problemas que afectan a
ambas propuestas.

 La intencionalidad de esa recuperación (recuperar la ciudad) cambia en el


devenir de esta historia y la remembranza del espacio ideal se convierte en
instrumento idóneo para la crítica de un orden social problemático y
complejo, cuando se produce la desbordante nacionalización de la capita| y. el
objetivo literario ya no está en la Lima de ayer sino en la denuncia del orden social
establecido y consensuado en la ciudad contemporánea.

 Ribeyro, en su escritura, esta evocación (la percepción nostálgica del pasado


limeño) responde a una utilización mediatizada, es decir, el escritor la utiliza
como recurso o mecanismo de crítica; se sirve de ella con el afán de trazar,
en su realidad íntegra, Ia geografía social de una nueva ciudad que se
moderniza de espaldas a su verdadera democratización. Ribeyro alude en sus
cuentos a un viejo orden con el fin de contraponerlo con el presente y fundar en su
narrativa Ia Lima que por estos años experimenta una acelerada transformación.}
RIBEYRO Y LA CIUDAD COSTEÑA. LAS IDEAS QUE TENÍA PARA SU LITERATURA:
EL COMIENZO DEL USO DE LAS DESIGUALDADEAS EN SU NARRATIVA

 Ribeyro presenció, aI igual que sus compañeros de generación, el


crecimiento de Lima durante los años 40 y 50, proceso sentido como
dramática transformación producida por la industrialización de la costa y la
afluencia incontrolada de inmigrantes de las provincias.
 El caudal de los problemas sociales que emana de esta inquietante situación
histórica se convierte desde sus primeros escritos en la temática
fundamental de su literatura. Sin embargo, para Ribeyro, la historia de su propia
familia, que durante las primeras décadas del siglo XX seguía perteneciendo a la
clase media alta, le aportaría una visión muy amplia del cambio social.
 La decadencia de esa familia eminente es presentada en algunos de sus cuentos
como consecuencia de Ia incapacidad de la vieja elite tradicional para
adaptarse a la nueva realidad.
 En este espacio urbano cambiante, la clase comercial y competidora opulenta
y ostentosa, protagoniza la transición de una sociedad tradicional al
"infierno de una sociedad pre-capitalista que se moderniza sin
democratizarse”. Por tanto, y como rasgo diferencial del resto de escritores de la
generación del 50, en su narrativa Ribeyro plantea la modernización de
mediados de siglo como la culminación de un proceso histórico mucho más
largo.
 Ribeyro vive este crepúsculo como honda contradicción interna que genera
los temas repetidos en su narrativa tales como la marginalidad, el
desclasamiento, Ia frustración existencial, etc. Ahora bien, Ribeyro se opuso a ser
considerado un epígono degradado de cierta casta social: él mismo definía su
actitud vital "como una resistencia y casi hostilidad a ‘seguir ese camino’”.
 Para conseguir fijar en su literatura este largo proceso, el escritor centra su
mirada en esa nueva ciudad semimoderna y gris en la que convive la
humanidad que procede de un mundo anterior, el mundo de la sierra y el
campo.
 En el paisaje humano representado en sus cuentos y novelas, el lector
puede descubrir seres tan reales como los desamparados habitantes de las
primeras barriadas limeñas, los humildes profesionales y empleados de una
clase media que se esconde tras una fachada de cotidianidad desgastada y
alienante, los antiguos burgueses aristocráticos que asisten a su propia
decadencia y a Ia desintegración de su mundo ya caduco.
 Dicha temática traduce en esta obra la necesidad implacable de mostrar una
realidad en sus contradicciones y miserias, partiendo de una abarcadora
visión de vencidos. Para conseguirlo, Ribeyro apunta hacia la verdadera
causa, que nació con la ciudad y, en conjunción indisoluble con su
desarrollo continuado, alcanzó, durante siglos, sus mismas vastas
dimensiones.
 Ribeyro: <<Lo que he escrito hasta ahora no es sino una preparación. Es mi
ambición escribir un día una gran novela peruana... cuyo tema, a mi ver, no
consistiría en la pintura de las masas infinitas de indios y cholos que
literalmente viven en la esclavitud... sino en la de aquella gente que tiene Ia
culpa de esta esclavitud, es decir la que vive en los centros urbanos de los
regímenes feudales. En una palabra, en las capitales de Suramérica, Lima está
predestinada para servir como símbolo para todas ellas. El Perú y hasta toda
América Latina pueden explicarse a través de Lima. Tal vez uno de estos días
lograré describir Lima y los limeños. Con esto, el fenómeno de América del Sur se
volverá más comprensible>>.

 Como ha señalado C. Lévano, "Ribeyro expresa un Perú urbano y actual.


Traduce en lenguaje de arte el Perú profundo de nuestro tiempo, ese que en
Costa Sierra y Selva experimentó un traslado gigantesco y veloz de la
feudalidad al capitalismo subdesarrollado y deformado, de país
dependiente". En suma, en su narrativa urbana, Ribeyro indaga en la
problemática esencial de una sociedad cambiante y contradictoria que se
desenvuelve en el seno de la ciudad transformada. Dicha problemática se
concreta en los conflictos de la migración y Ia formación de los suburbios, la
dimensión ideológica de la movilidad social y de las diferencias sociales y
étnicas, la precariedad de las relaciones humanas, etc.

 Este lugar, en la narrativa de Ribeyro, es la ciudad, punto de mira esencial


desde el que plantea las diferentes búsquedas de sus personajes, ya sea en
el espacio urbano, en la sierra o en la selva.

 Sueños, deseos y temores -tamiz que refracta la imagen difusa de una Lima
imaginaria- son algunas de las claves que, en la constancia de sus movimientos
imprevisibles, mueven al personaje ribeyriano por el espacio desdibujado de
la ciudad.

 En una primera aproximación a la cuentística de Julio Ramón Ribeyro, el escritor


de la ciudad nos sorprende con una inmensa oquedad: el escamoteo
sistemático de descripciones físicas del entorno urbano. A pesar de que la
mayoría de los relatos se desarrollan en calles y plazas, hoteles, casas de
pensión, desvencijadas oficinas de edificios público, etc., son muy escasos
los momentos descriptivos. Todo el centro de atención gira en torno a los
personajes, cuyo tratamiento psicológico se nos revela inmediatamente como Ia
nota más significativa. Una concepción anímica que nos descubre la ciudad como
la suma de seres humanos que la habitan, la viven y la transforman.

 En el Perú moderno, el sector de la economía agrícola y ganadera controlada


hasta entonces por la oligarquía latifundista, es desplazada para privilegiar a
intereses industriales y modernizantes. Este proceso, cuyo germen se
distingue a comienzos del siglo veinte […] se intensifica en la época de
maduración de Ribeyro, en que definitivamente los sectores latifundistas
pierden su hegemonía económica del país y consiguientemente su
hegemonía política. Contribuye este cambio en la coyuntura económica a
producir el creciente inorgánico de la ciudad de Lima, debido a la masiva
migración de Ia población indígena desplazada por la quiebra del sector
económico agropecuario no industrializado.

 En definitiva, Ribeyro incursiona a partir de este cuento en "esa sangrante, y a


veces tétrica, zona de lo real".

 Mario Castro Arenas, al comentar “Los gallinazos sin plumas", repara en el


trasfondo simbólico del arte ribeyriano, que determina no sólo la imprecisión
espacial y ambiental sino también Ia resonancia de tácitas protestas y
mensajes ocultos, talvez por ello más incisivos en el alcance de su denuncia:

..."Los gallinazos sin plumas", espeluznante, amargo y, en cierta


manera, cruel retrato de la miseria humana y material que impera en
los núcleos marginales de la capital peruana. Ribeyro no fija el lugar
en que se desarrolla su relato; pero por el ambiente promiscuo, por
ciertos elementos característicos del escenario (crianza de cerdos,
usufructo de los túmulos de basura erigidos por el servicio municipal
de higiene, etc.) da la impresión de haberse inspirado
preferentemente en la sórdida y órfica barriada de El Montón que, en
las afueras de Lima, se yergue como una herida purulenta y
afrentosa entre el indiferente organismo arquitectónico de la ciudad.
Ribeyro no busca el contraste notorio entre la miseria y la opulencia;
pero éste fluye tácito, inevitable, desolador, zahiriente en su médula.
La protesta repercute así, íntima, sutilmente deslizada.
 En definitiva, escribe la miseria de los marginados que fundan la sociedad de las
barriadas, denominada por José María Arguedas, en su novela Todas las
sangres", ‘el pueblo de la capital’; sociedad que no es sino Ia otra cara de la
modernización, o la otra cara de esa ciudad insospechada que reparte "las
secreciones del alba"
 En la obra de Ribeyro, la visión evanescente de la sólida ciudad del pasado,
"amurallada física y espiritualmente" y desvanecida en la ciudad de los gallinazos,
se constituye en eje de coherencia de toda su narrativa, que, como veremos,
construye el sentido de un mundo que avanza a pasos agigantados en un proceso
de cambio perpetuo e imparable- En este sentido, su narrativa se inscribe, como
planteamos más adelante, dentro de la experiencia literaria de la modernidad, y en
concreto, en "los gallinazos sin plumas" Ribeyro establece la línea principal de su
producción: la representación de la ciudad que ingresa a trompicones en el
proceso de la modernidad.

LA GENERACIÓN DEL 50:


“La generación del 50 preparó, inició y, en el caso del cuento, culminó la renovación de los géneros
narrativos en el Perú. Dos fueron sus objetivos fundamentales. El primero, la asunción de una
temática urbana en el relato; el segundo, la renovación y creación de técnicas apropiadas para el
desarrollo de los nuevos contenidos narrativos”.

En estos marginados y sus problemas encuentran los nuevos narradores una fuente de
experiencias y crean una nueva prosa de ficción, una nueva corriente literaria, llamada realismo
urbano o neorrealismo.

Se dedica al relato urbano y a la descripción de diversos tipos psicológicos y clases sociales de


Lima, especialmente de la clase media peruana (la gran ausente, hasta entonces, en la novelística
nacional). Presta atención a los pequeños empleados y estudiantes, o a los personajes marginados
de las barriadas. La temática urbana aparece también en sus dos novelas Los geniecillos
dominicales (1965) y Cambio de guardia (1976), ambas se desarrollan en diversos ambientes: casas
modestas, casas ricas, iglesias y burdeles, la vieja universidad, calles, plazas, bares y cafés del
centro de Lima o de Miraflores. Julio Ramón Ribeyro así demuestra la perfecta descripción urbana
y al mismo tiempo el relato no pierde la rapidez, luz ni armonía.

Pag 241pdf
BIBLIOGRAFÍA:

Ribeyro, J. (1978). Prosas apátridas. Seix Barral: Barcelona.

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