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Manual de Fisioterapia en Traumatología

encima del foco de fractura y, a ser posible, evitando


las movilizaciones bruscas o forzadas en exceso. Tam­
bién es posible favorecer la consolidación con medios
físicos, en el caso de retraso de la consolidación. Si
se llega a una seudoartrosis, habrá un fracaso en el
proceso de consolidación y el tratamiento será médi­
co, refracturándose el hueso y tratándose mediante
osteosíntesis.
Alteración del crecimiento en longitud de los huesos
por lesión físaria: comprobar la longitud de los miem­
bros afectos con respecto al contralateral será útil, en
busca de disimetrías.
Rigidez articular: será conveniente utilizar las pautas
generales para la rigidez, indicadas en el capítulo 1.
Osificación periarticular postraumática (MO): si
la lesión es importante el periostio se desprende del
hueso, lo que origina hemorragia y la formación de
un hematoma. Los osteoblastos invaden este coágulo
de sangre y se forma hueso nuevo (ectópico). Esto
también puede suceder como resultado de una exten­
sión forzada del codo. Los primeros indicios de su
aparición son el dolor y la pérdida de movimiento. El
reposo será fundamental para permitir que el hemato­
ma se reabsorba. Si no sucede así y se forma hueso,
quizá sea necesario extirpar quirúrgicamente el tejido
óseo.
Cicatriz propia de la fractura: en el caso de fracturas
abiertas o en el tratamiento quirúrgico.
N ecrosis avascular: el hueso es irrigado por las
FIGURA 2.35 Luxación de prótesis. (Tomado de Damault et al., 2005.)
estructuras de los tejidos blandos que se insertan en
él o por vasos intraóseos. En determinados casos, parte
del hueso depende en gran medida de los vasos intra­ P E R IO ST IT IS: IN T R O D U C C IÓ N
óseos para su fijación, y, si esta irrigación se interrumpe Y G E N E R A L ID A D E S
debido a una fractura, se produce necrosis avascular
(parte del hueso fracturado muere). Ocurre en frac­ La periostitis es una inflamación del periostio, el tejido
turas del cuello del fémur, con necrosis avascular de conjuntivo que recubre el hueso. Es una lesión por sobre-
la cabeza, y en el escafoides, en las que se afecta el uso en la mayoría de los casos, aunque también puede ser
polo proximal. de tipo traumático. El tipo de periostitis más frecuente es
Problemas en fracturas intraarticulares: las fractu­ la periostitis tibial, que, sin ser un problema muy urgente,
ras que afectan al cartílago articular predisponen a la puede ser bastante discapacitante y progresivamente ofrecer
articulación a presentar artrosis en el futuro. Se debe complicaciones si no se trata correctamente.
a la zona rugosa que se produce inevitablemente des­ La periostitis tibial es frecuente en corredores, en la
pués de una fractura y también a que la inmovilización práctica de deportes balísticos como fútbol o baloncesto
de la fractura causa la muerte del cartílago. Por este y en la danza, presentando mayor prevalencia en mujeres,
último motivo, la tendencia actual en fisioterapia es debido a la menor densidad ósea de estas.
tratar algunas fracturas de forma intensiva desde fase En cuanto a su etiología, normalmente es multifacto-
precoz. rial, incluyendo errores de entrenamiento que provocan
Complicaciones de las artroplastias: sobrecarga de tensión en la musculatura que se inserta en la
• Infección. zona dañada, desequilibrios musculares, así como anomalías
• Aflojamiento de la prótesis. biomecánicas, de desalineamiento de los tendones que ahí se
• Fractura periprotésica. insertan y tensiones anómalas producidas por cargas grandes
• Osificación heterotópica. y repetitivas, varos o valgos, rotaciones de huesos, etc.
• Rigidez articular.
• Enfermedad tromboembólica. E X P L O R A C IÓ N FIS IO T E R Á P IC A E S P E C ÍFIC A
• Luxación (fig. 2.35). D E LA P E R IO S T IT IS
• Dismetría de miembros.
Anam nesis
• Rotura y desgaste de los componentes.
• Compücaciones cutáneas. La sintomatología más frecuente es un dolor impreciso y
• Mal alineamiento de los componentes. difuso, que se exacerba al comienzo de la actividad y va

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Capítulo | 2 Fisioterapia en las lesiones óseas: fracturas y periostitis

cesando progresivamente. A medida que progresa la lesión, Pruebas com plem entarias
el dolor aparece con actividades más livianas e incluso en
reposo. Las radiografías son negativas en caso de periostitis, aunque
también lo son en las primeras semanas de una fractura por
estrés, lo que nos debe hacer pensar en el uso de una gamma-
Inspección grafía ósea para diferenciar ambas patologías.
Siguiendo con el ejemplo de la periostitis tibial, una
La exploración física revelará gran parte del diagnóstico de captación longitudinal en la parte distal de la tibia hace
esta patología, debiendo prestar gran atención a los aspectos pensar en una periostitis tibial, mientras que una captación
biomecánicos, que evidenciarán desequilibrios en el control lineal o focal evidencia una fractura por estrés.
motor del gesto.
En el caso específico de la periostitis tibial, debemos
hacer hincapié en la evaluación de anomalías en la rodi­ T R A TA M IEN T O F IS IO T E R Á P IC O
lla, especialmente genu valgo o varo, anteversión femoral, DE LA P ER IO ST IT IS
torsión tibial, anomalías del arco plantar (pronación del
antepié), dismetrías de longitud de los miembros inferiores O bjetivos fisioterápicos
entre otros aspectos.
• En la fase aguda:
• Analizar el posible agente causal de la disfunción.
Exploración de la función m uscular • Disminución del dolor e inflamación.
• Normalizar el tejido miofascial.
Se deben valorar los desequilibrios musculares y rigidez • En la fase subaguda:
muscular; por ejemplo, en el caso de la periostitis tibial, • Modificación de los hábitos de entrenamiento, si
desequilibrios entre cuádriceps e isquiotibiales y debilidad procede.
del tríceps sural. • M odificación de las anomalías biom ecánicas, si
existen.
• Mejorar el control motor de la rodilla.
Exploración específica
• Readaptación funcional.
Prueba de torsión tibial
El paciente se coloca en sedestación en el borde de la cami­
Pautas fisioterápicas
lla, con flexión de 90° de rodilla. El fisioterapeuta traza el
eje transversal de la rodilla y sitúa sus dedos índice y pulgar En la tabla 2.5 se exponen las pautas fisioterápicas en la
sobre ambos maléolos, mientras mide con un goniómetro periostitis durante la fase aguda. Una vez llegada la fase
el ángulo que forman ambas líneas imaginarias. Un ángulo subaguda, optaremos por alguna de las pautas fisioterápicas
normal oscila entre 12 y 18°, por lo que medidas superiores presentadas en la tabla 2.6. Finalmente, la evidencia con res­
indican excesiva torsión tibial. pecto a ellas puede consultarse en el cuadro 2.2.

Línea de Feiss
RESU M EN
Para determinar el aplanamiento de la bóveda plantar. En
posición de carga, se marca el vértice del maléolo tibial y Las lesiones óseas constituirán una de las disfunciones trau-
la primera articulación metatarsofalángica (cara medial). Se matológicas más clásicas que abordará un fisioterapeuta.
unen ambos puntos con una línea. A continuación se marca El continuo avance en el campo de la ingeniería biomédica
la tuberosidad del escafoides; si esta queda por debajo de la obliga a una constante actualización respecto a dichos pro­
línea, estaremos ante un pie plano. cedimientos y a las implicaciones funcionales que de ellos
se derivan.
0 Dismetrías de miembros inferiores En cualquier caso y por muchos avances que estén por lle­
gar, el hueso seguirá manteniendo su idiosincrasia tisular, por
•8 Con el paciente en supino, se mide la distancia entre la espi- lo que la actuación desde la fisioterapia deberá ir encaminada
® na ilíaca anterosuperior y el maléolo tibial, comparando a ayudar, a través del empleo de los diferentes medios físicos
,§ con el lado contralateral. También se puede determinar con de los que se disponga ahora o en un futuro, a la restitución
1 la prueba de Weber-Barstow: con el paciente en supino, de dicho tejido (callo óseo o fijación ósea), evitando con sus
0 los miembros inferiores en flexión y los pies apoyados en actuaciones (si son precoces o excesivamente intensas) aque­
| la camilla, el examinador palpa ambos maléolos tibiales. llas situaciones que puedan comprometer la correcta evolu­
M Hay que pedir al paciente que levante la pelvis y la baje
r. Fotocopiar:

ción de la lesión, buscando la máxima funcionalidad adaptada


lentamente, extender las rodillas pasivamente y ver si la al paciente y a las limitaciones que la disfunción marque.
posición de los pulgares está a distinto nivel, signo indicativo En ocasiones, el éxito en el abordaje fisioterápico de
u, de dismetría. estas lesiones óseas se basa en el respeto de los mecanismos
1 fisiológicos que el propio organismo desencadena para su
| Prueba de Craig resolución, sumándonos con los recursos de los que dispon­
Descrita en el apartado «Fracturas de la pelvis». gamos a la línea resolutiva natural o provocada del proceso.

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Manual de Fisioterapia en Traumatología

TABLA 2.5 Pautas fisioterápicas en la fase aguda de la periostitis


Objetivos Pautas
D ism inuir el d o lo r y la inflam ación • C rioterapia y bañ o s d e contraste
• R eposo relativo d e la actividad d e 2 a 6 días
• E lectroterapia analgésica (TENS, radiofrecuencia)
• O n d a s d e ch o q u e
• lontoforesis

N orm alizar el te jid o m iofascial • Estiram ientos


• Ejercicios isom étricos
• Liberación m iofascial

TENS, neuroestimulación eléctrica transcutánea.


(N o ta: En esta tabla solo se m encionan técnicas recom endadas. Para ampliar metodología, véase capítulo 10.)

TABLA 2.6 Pautas fisioterápicas en la fase subaguda de la periostitis


Objetivos Pautas

Modificar los hábitos de entrenamiento • Descender los parámetros de intensidad, duración y volumen un 50%
• Ejercicios de bajo impacto, como bicicleta estática, natación, etc.
Intensificar el trabajo miofascial • Estiramientos de la musculatura hipertónica
• Masaje descontracturante
• Masaje transversal profundo sobre la musculatura hipertónica
• Trabajo resistido progresivo
• Ejercicios de control motor
• Órtesis y calzado adecuado, en casos de mal alineamiento no reductible
• Vendaje funcional
• Terreno de entrenamiento adecuado: sin desniveles, firme

Readaptación funcional • Propiocepción: ejercicios propioceptivos y de equilibrio

(Nota: En esta tabla solo se mencionan técnicas recomendadas. Para ampliar metodología, véase capítulo 10.)

Cuadro 2.2 Evidencia en el tratamiento de la periostitis


Ondas de choque Baños de remolino
Muestra la efectividad de las ondas de choque como com- No se ha demostrado que tengan mayor eficacia que otros
plemento al programa de tratamiento en la periostitis tibial métodos de tratamiento para aumentar la movilidad de los
(nivel de evidencia 3). tejidos.
lontoforesis Vendaje funcional
Parece tener un efecto sobre el control del dolor en la periostitis El vendaje antipronación se ha mostrado eficaz en la reducción
tibial (nivel de evidencia 3). de la sintomatología de la periostitis tibial.

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