Вы находитесь на странице: 1из 2

PRINCIPIOS Y VALORES ÉTICOS

CONCEPTO

La palabra valor tiene tres acepciones, a saber:

 Una que deviene del concepto utilitarista que nos pone en el plano del costo,
del precio, de la ganancia (de lo material).
 Otra que tiene que ver con la valentía y la fortaleza.
 Y una última que deriva de lo humano, es lo que cualifica y lo que nos hace
ser mejor persona.

Es sobre ésta última acepción que se hará referencia en el presente documento.


En el campo de la Ética el estudio de los valores se llama axiología y se refiere a
aquello que es bueno, digno de aprecio y que nos permite cualificarnos como
personas.

Los valores son aquellas cualidades que poseen los seres humanos, por las
cuales vale la pena luchar, que ayudan a la realización personal y al logro de
metas; pero también podemos definirlos como los ideales que permiten que la
persona, sus acciones o los objetos materiales sean calificados y, por lo tanto, se
conviertan en deseables para el mismo ser humano. Los valores no son
conocimientos o conceptos, se transmiten a través del ejemplo, deben ser el
resultado de opciones diarias y libres.

Todos somos libres, además, de escoger o construir nuestros valores y darles el


orden y la importancia que consideremos correctos de acuerdo con nuestra
manera de ser y de pensar. Sin embargo hay valores que no cambian, que se
conservan de generación en generación, siempre y en todas partes, como la
condición de dignidad humana, la cual es un don inherente a todo ser humano.
Es el reconocimiento fundamental en el cual se basan los derechos humanos; sin
embargo como afirma Gustavo Wilches Chau: “ el que le niega la condición de
dignidad a los demás sí se quita a sí mismo la condición de dignidad”.

La selección de los valores como guías de conducta para la existencia debe ser
resultado de la libre elección del individuo, para que los considere realmente
importantes y vitales para él. Si hay presión para su selección el resultado no será
el mismo, pues no influirán por mucho tiempo en el comportamiento; así mismo,
deben surgir de varias alternativas de las cuales pueda escoger, y sólo así es
posible la preferencia. Para que algo guíe la vida de los sujetos en forma racional
y con significado, debe surgir de balancear las circunstancias.

Expertos Temáticos Ética. SENA, Regional Antioquia. Derechos reservados. 2003. 1


Sólo cuando se comprende perfectamente las consecuencias de cada alternativa
pueden hacerse decisiones inteligentes; las decisiones impulsivas, hechas sin
meditar o a la ligera, no producen acciones con sentido. Actuamos así cuando
procedemos movidos por otros, sin ser autónomos y responsables. Es necesario
que el individuo goce de autonomía para lo que considera que debe y no debe
hacer, pues es la única manera de responder a cabalidad por sus actuaciones y
aprender de las experiencias que la vida le propicia. Igualmente, ser responsable
implica tener claridad de que la libertad no es sin límites y que en cada una de
mis actuaciones debo tener en cuenta mi propio bien, el de los demás y el bien
común, pues ser responsable implica responder ante nuestra conciencia y ante la
sociedad.

La responsabilidad es la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo


lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás.
En el campo del estudio o del trabajo, por ejemplo, el que es responsable lleva a
cabo sus tareas con diligencia, seriedad y prudencia porque sabe que las cosas
deben hacerse bien desde el principio hasta el final y que, sólo así, se saca
verdadera enseñanza y provecho de ellas. Un trabajo bien hecho y entregado a
tiempo es sinónimo de responsabilidad. La responsabilidad garantiza el
cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad
entre las personas.

La libertad plena, si se puede hablar en términos absolutos, solo funciona


cuando hay un equilibrio entre los derechos, los deberes, las implicaciones
de los actos y las responsabilidades, orientados por el ejercicio de la
conciencia..

La libertad es equilibrio y es poder de decisión. Es la posibilidad que tenemos de


decidir por nosotros mismos, cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos
presentan en la vida. El que es libre elige, autónomamente, entre determinadas
opciones, las que le parecen mejor o más convenientes, tanto para su propio
bienestar como para el de los demás y responsablemente asume las
consecuencias de su decisión. Las personas libres piensan muy bien lo que van a
hacer antes de decidirse actuar de una u otra manera, pues saben que la libertad
no es sinónima de hacer “lo que se nos dé la gana”, y que la mayoría de nuestros
actos tienen consecuencias buenas o malas dependiendo del grado de
responsabilidad con el que actuemos.

BIBLIOGRAFÍA

WILCHES Chaux, Gustavo, Nuestro Compromiso Etico desde la SENA; SENA,


Bogotá; 2001.

Expertos Temáticos Ética. SENA, Regional Antioquia. Derechos reservados. 2003. 2

Вам также может понравиться