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CONCEPTO DE PROCESO-PROCEDIMIENTO.

Procedimiento: significa solo la composición externa, formal, del desarrollo del


proceso o de una etapa de este, pero no comprende las relaciones jurídicas que
se establecen entre los sujetos del proceso, ni la finalidad compositiva de este.

Clariá Olmedo, afirma, "cuando se habla de procedimiento, cabe entender que nos
estamos refiriendo al rito del proceso. Es el curso o movimiento que
la ley establece en la composición de su marcha dirigida a obtener su resultado,
adecuándola a la naturaleza e importancia de la causa que tiene por contenido".

Alcalá Zamora dice: "el procedimiento se compone de la serie de actuaciones o


diligencias sustanciadas o tramitadas según el orden y la forma prescritos en cada
caso por el legislador y relacionadas y ligadas entre sí por la unidad del efecto
jurídico final, que puede ser el de un proceso o el de una fase o fragmento suyo".

Proceso: es la suma de actos por medio de los cuales se constituye, desarrolla y


termina la relación jurídica.

Según Carnelutti el proceso denota "la suma de los actos que se realizan para la
composición del litigio".

PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO CIVIL.

Por otro lado, el segundo tipo de principios, los llamados generales del proceso
civil (orgánicos o directivos), son aquellos que son inherentes a la naturaleza del
procedimiento civil. Recodemos que si bien debe haber una teoría general del
proceso, aplicable a todo ámbito jurídico, es innegable empero que cada materia
siempre tendrá sus particularidades. Así, en el ámbito penal siempre primará el
interés público (social) en los asuntos ventilados, en tanto que en materia civil
esencialmente las controversias serán de orden privado, por citar un ejemplo.

Es importante insistir, previo a mencionar el elenco de los principios orgánicos o


directivos existentes, que por ser la materia constitucional un área del derecho
alimentada en gran medida por el derecho natural y, por consiguiente, importante
parte de él no está escrito, este campo ha llegado a ser calificado como “el
derecho de la hipótesis”. Así, resulta que no necesariamente todos los autores
autorizados en la materia coinciden con la nominación de cada principio, ni son
congruentes con el número de éstos: puede ocurrir que unos citen más principios
que otros. Sin embargo, en este capítulo se enunciarán y estudiarán aquellos que
han sido más aceptados universalmente.

No resulta ociosa la aclaración precedente, ya que el estudio de los principios


rectores de todo proceso, constituye un elemento consustancial al derecho
constitucional, habida cuenta de que este último es el que funda el fenómeno
imparable, llamado “la constitucionalización de los procesos”, que inició en nuestro
derecho nacional en el área procesal penal, y hoy día ha ido impactando otros
subsistemas jurídicos, como es el civil y el comercial.

Los principios orgánicos o directivos mayormente tratados en materia civil son: 1.-
El principio Dispositivo; 2.- El Principio Inquisitivo; 3.- El principio de Autoridad; 4.-
El Principio de Contradicción; 5.- El Principio de Moralidad; 6.- El Principio de
Economía Procesal; 7.- El Principio de Inmediación Procesal; 8.- Principios de
Escritura y Oralidad; 9.- Principio de Publicidad; 10.- Principio de Adquisición
Procesal; 11.- Principio de Preclusión; 12.- Principio de Congruencia; 14.- Principio
de Concentración.

Principio Dispositivo: Es aquel conforme al cual, en suma, las partes son las que
promueven las pretensiones que delimitan el poder dirimente de los jueces. Son
ellas las que, en principio, están llamadas a someter a la consideración del tribunal
todo cuanto estimen pertinente para una eficaz tramitación de la causa.

Principio Inquisitivo: Es aquel que, en esencia, deriva de las facultades oficiosas


de los administradores de justicia; es la antítesis del principio dispositivo: Mientras
el primero versa sobre la facultad de los jueces de disponer medidas sin haber
sido peticionadas, el segundo sugiere que cada petitorio sea sometido por las
partes, concibiéndose a estas últimas como las dueñas del proceso. Una
manifestación del principio inquisitivo sería cuando el juez, a su criterio, ordena
medidas de instrucción, sin someter al contradictorio las mismas. Por ejemplo, el
caso de la comparecencia personal de las partes, conforme lo instituye el artículo
60 de la Ley No. 834: “El juez puede, en toda materia, hacer comparecer
personalmente a las partes o a una de ellas”. O bien un informativo inmediato, al
tenor del artículo 100 de la citada Ley No. 834: “el juez podrá, en la audiencia, o
en su despacho, así como en cualquier lugar, en ocasión de la ejecución de una
medida de instrucción, oír inmediatamente a las personas cuya audición le
parezca útil al esclarecimiento de la verdad”.

Principio de Autoridad: Este principio alude al imperio de los jueces, quienes


dicen el derecho por mandato legal y en nombre de la República. Así, los árbitros,
por ejemplo, en materia de arbitraje no tienen imperio.

Principio de Contradicción: Este principio supone que todos los petitorios que
someta una parte del proceso a la consideración del tribunal, debe ser contradicho
por la contraparte. Así, en caso de que el demandante solicite, por ejemplo, que se
ordene un informativo testimonial, necesariamente el juez que presida deberá
conferir la palabra al demandado para que opine al respecto. De no hacerlo, la
decisión preparatoria al efecto dictada estaría viciada de nulidad, justamente por
desconocimiento del principio de la contradicción.

Principio de moralidad: Se trata de un principio que entraña la probidad de las


partes durante los debates; se le vincula con la lealtad procesal. Por ejemplo,
sanciona que se empleen chicanas tendentes a generar distorsión de los hechos,
o que se introduzca alguna prueba sin la debida notificación a la contraparte, etc.

Principio de Economía Procesal: Es un principio que busca acortar el tiempo


para que sea conocido el fondo del caso. No se trata de “salcochar” el proceso, el
punto es evitar dilaciones innecesarias. Así, en nombre de la economía procesal
no es válido tomar medidas irreflexivamente con el mero propósito de culminar la
instrucción de la causa.

Un ejemplo donde no aplica el principio de economía procesal, es el caso en que


sea propuesta la nulidad del acto de avenir y, “para ganar tiempo”, se pretenda
acumular ese petitorio para decidirse con el fondo: la lógica procesal indica que
por la naturaleza de la nulidad propuesta necesariamente debe conocerse el
asunto antes de la instrucción de la causa.

El Principio de Inmediación Procesal: Este principio consiste en el contacto


directo que debe tener el juez con la prueba. Por ejemplo, la audición de un
testigo, no es lo mismo leer en el “papel frío” unas declaraciones, que apreciar
personalmente la manera de hablar de dicho deponente: cómo gesticula, las
expresiones faciales; si se muestra seguro de sí, si mira constantemente a su
abogado, etc.

Principios de Escritura y Oralidad: El principio de escritura indica que los


procesos se instrumentan de manera escrita. Y modernamente se ha admitido que
dicha escrituración no necesariamente debe llevarse a cabo en soporte de papel,
ya que con los avances.

Principio de Publicidad: Este principio supone que los procesos deben ser a
puertas abiertas, a fin de que el público en general tenga acceso a ellos. Se dice
que es la manera de que el pueblo perciba cómo actúan sus jueces: el juez de los
jueces –se ha dicho- es el pueblo.

La norma general, conforme a la Ley No. 821 sobre Organización Judicial, es que
los juicios sean orales, públicos y contradictorios. Pero excepcionalmente hay
casos que, por su naturaleza, deben ser tramitados a puertas cerradas, como el
divorcio por incompatibilidad de caracteres, por ejemplo.

Principio de Adquisición Procesal o de comunidad de pruebas: Este principio


establece que las pruebas son del proceso, por lo que cualquiera de las partes
puede valerse de ellas, esto es, que tan pronto sea debidamente acreditada una
prueba, ya ésta pasa a ser del proceso, no de la parte que la ha ofrecido
inicialmente.

Principio de Preclusión: Este principio consiste en que cada petitorio tiene su


momento procesal idóneo para ser sometido; y cuando no se hace así, se cierra la
posibilidad de promoverlo. En ese caso, se dice que ha precluido el momento
procesal para someter a la consideración del tribunal tal o cual planteamiento.
Principio de Congruencia: Este principio implica la correspondencia entre lo que
solicitan las partes al tribunal y lo que finalmente se decide. Así, en caso de que
las partes peticionen tres cosas, el tribunal debe referirse a esas tres cosas. Si
solamente se pronuncia sobre una, su decisión estaría afectada por ser Infra
Petita; si resuelve más allá de lo que se le ha pedido, sería Ultra Petita, y si
estatuye sobre algo que no se ha solicitado, sería Extra Petita.

Principio de Concentración: Trata de lograr el mayor número de diligencias


mediante la menor cantidad de providencias. Se le ha considerado como “primo
hermano” del principio de economía procesal.

Desde la óptica del tribunal, trata de lograr el mayor número de medidas en la


menor cantidad de decisiones y, desde la perspectiva de las partes, versa sobre
conseguir el mayor número de trámites procesales, en la menor cantidad de actos
instrumentados.

LO NORMA JURÍDICA PROCESAL.

El estudio de la norma procesal significa el planteamiento de sus problemas, cuyo


enunciado que efectuamos a continuación- revela su complejidad.

La norma procesal es una norma jurídica destinada a regular la realización de la


función jurisdiccional del estado.

A) El problema del concepto de la norma procesal, que involucra asimismo el D su


extensión.

B) El problema de la naturaleza jurídica de la norma procesal que tiende a


establecer sus elementos diferenciales frente a las otras normas jurídicas.

C) El problema de la clasificación de la norma procesal.

D) El problema de la eficacia de la norma procesal, que determina el ámbito de


validez (efectos) espacio-temporal de la norma procesal.

Considerada como forma de manifestación, el concepto de norma procesal se


extiende: a) al precepto constitucional, si emana del órgano legislativo con poder
constituyente; b) a la ley, si emana del órgano legislativo; ") al decreto resolución,
si emana del poder administrador; D) al reglamento judicial o acordad, si emana
del tribunal judicial, porque todas estas manifestaciones presentan los caracteres
de generalidad, imperatividad, abstracción y creatividad de los que las otras
formas de manifestación carecen.

ORGANIZACIÓN DE LOS TRIBUNALES.

Los hay de Derecho Común o Jurisdicción Ordinaria como lo son el juzgado de


Primera Instancia y la Corte de Apelación los cuales tienen que ver con todos
aquellos asuntos no atribuidos por la ley a ningún otro tribunal.

Por otra parte, los Tribunales de Excepción o Extraordinarios, como son , el


Juzgado de Paz, Tribunal de Tierra, Tribunales Laborales, Tribunales de
Confiscación y ahora los Tribunales de Niños, Niñas y Adolescentes. Estos
tribunales conocen de asuntos que les son atribuidos expresamente por la ley.

Usual y Generalmente los Tribunales conocen dos grados de jurisdicción excepto


cuando la ley misma les atribuye poderes y facultades para conocer de un asunto
en única instancia, lo cual ocurre tomando en cuenta la baja cuantía involucrada
en el asunto, así, como su escasa importancia.

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