¿Qué esperar de
La Sociedad de Acciones Simplificadas?
La Sociedad de Acciones Simplifi-
cadas o SAS en el contexto de Amé-
rica Latina aparecen por primera
vez en Colombia en el año 2008 con
la Ley 1258, su impacto fue tan po-
sitivo en la economía colombiana
que dicho tipo de sociedad empe-
zaría a replicarse en otros ordena-
mientos jurídicos. En México (2016,
Ley de Sociedades Generales Mer-
cantiles), Argentina (Ley 27.349 o
Ley de Apoyo al Capital Emprende-
dor (LACE), esta figura societaria
entra en vigencia el 12 de abril del
2017.
En Ecuador (independiente del
suceso extraordinario que atravie-
sa el mundo por el COVID- 19) la
Sociedad de Acciones Simplifica-
das son la innovación jurídica más
reciente dentro del Derecho Socie-
tario en el ordenamiento jurídico
ecuatoriano, cuyo conocimiento
por el legislativo data a finales del
2018, siendo aprobado la inclusión
de la SAS en el contenido de la Ley
Orgánica de Emprendimiento e
Innovación, publicada en el Regis-
tro Oficial el 28 de febrero del
2020.
Conforme dispone la transitoria
primera de la LOEI, la función eje-
cutiva tiene a su cargo la elabora-
ción del reglamento de la ley en el
plazo de 90 días contados desde la
publicación en el Registro Oficial,
mientras paralelamente la Super-
intendencia de Compañías Valores
y Seguros ha anunciado que están
adecuando su plataforma virtual
para habilitar el registro de este
nuevo tipo de sociedad.
Ahora que la Sociedad de Acciones
Simplificadas “SAS” es un hecho,
¿Qué podemos esperar en la praxis
de este tipo de sociedades?
Previo a desglosar la respuesta a
esta interrogante, recordamos bre-
vemente la definición de SAS:
Sociedad de Acciones Simplificadas
cuyo objetivo principal es facilitar e
impulsar el ecosistema del empren-
dimiento mediante la reducción de
requisitos, costos, tiempos, y simpli-
ficación de los procesos de constitu-
ción y funcionamiento de la compa-
ñía.
Las características de las SAS que destacan son las siguientes:

Pueden constituirse mediante instrumento privado.

Se da la posibilidad de establecer restricciones en la transferencia de accio-

nes.

La asamblea de socios puede reunirse en el domicilio de la Cía. o en un lugar

distinto.

Puede constituirse con un solo socio.

No existe requisito de capital mínimo para constitución.

Socios pueden acordar organismo de fiscalización.

Pueden convenirse las condiciones del aporte de los socios en el documento

de constitución, salvo el aporte numerario que deberá hacerse en un plazo
máximo de 24 meses.

Posibilidad de acordar distintas series y clases de acciones en el documento

de constitución

De la lectura de la LOEI, podemos mencionar muchos aspectos positivos que

revisten las SAS, sin embargo, es importante anticipar los riesgos que po-
drían presentarse al elegir la SAS a la hora de emprender.

En los últimos 2 meses vía zoom, profesionales de derecho como de otras

áreas, han analizado el impacto esta figura jurídica pudiendo prever los
siguientes posibles riesgos:
• La posibilidad de optar por un documento privado de constitución,
prescindiendo del Notario Público investido de fe pública por mandato legal
podría llevarnos al riesgo de una firma falsa, de una posible suplantación de
identidad, pudiendo existir compañías formadas por personas que no han
tenido la voluntad de constituirlas.

• No se establece un capital mínimo de constitución por lo que esto

puede conducir a personas a invadir los registros de forma masiva creando
tantas SAS como se les pueda ocurrir. Sin mencionar el saneamiento poste-
rior que deba hacerse en los registros para determinar cuáles SAS siguen
funcionando.

• Al no tener el deber legal de inscribir y registrar el documento de

constitución de la SAS en el Registro Mercantil y solo debiendo inscribirse en
el Registro de Sociedades de la Superintendencia de Compañías, Valores y
Seguros, se ven mermado los filtros registrales que clásicamente hemos
conocido. Además, aunque mucha información en poder de este órgano de
control en la práctica se encuentre al alcance fácilmente, la información regis-
trada por una SAS en este Registro de Sociedades que es constitutiva de de-
rechos no estaría contemplada en la esfera del marco regulatorio de la Ley
Del Registro Nacional de Datos Públicos.

Para finalizar, quiero sugerir a quien esté decidiendo emprender un negocio

mediante esta nueva figura jurídica llamada SAS, avoque conocimiento pre-
viamente de las características que la revisten para optimizar sus beneficios,
haciendo una proyección de los escenarios que puedan presentarse según la
actividad mercantil a realizar, adaptando las normas que regulan las SAS a
las condiciones propias del negocio en cuestión, con la intención tomar una
decisión que favorezca de la manera más efectiva los intereses del empren-
dedor.

Ab. Roberto Vásconez Moscoso

Mayo 14 de 2020