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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO.

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES.

SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA.

Materia:

Comunicaciones Internacionales (transportes internacionales y


telecomunicaciones).

Tema 1.

Introducción, objetivos específicos y temario

Actividad de Aprendizaje 1.

“Importancia del transporte y las comunicaciones en el mundo actual”.

Alumno: Márquez Rivera Héctor Manuel

No. De Cuenta.- 403086674

Fecha de Entrega: 05 de abril de 2020


“Importancia del transporte y las comunicaciones en el mundo
actual”.
Ensayo.

Introducción.

Una de las características principales del ser humano es su amplia capacidad de


relacionarse con sus demás congéneres a través del proceso conocido como
comunicación y si bien es cierto hay muchos más seres que logran transmitir
mensajes entre emisor-receptor, ninguno lo hace a través de tantos ni tan diversos
medios como el humano. Es importante recordar que este proceso es ante todo
una construcción social que se desenvuelve en un espacio y un tiempo definidos.

Es precisamente durante el primer trimestre del presente año 2020, que la


humanidad comprendió la amplitud de su “espacio”, gracias a la pandemia COVID-
19 producida por un coronavirus que surgió a principios de año en la provincia
China de Hubei.

Los pormenores del crecimiento exponencial de los alcances infecciosos del virus
y su desarrollo cronológico hasta nuestros días son de sobra conocidos, hemos
iniciado con una aproximación básica a algunos conceptos que serán guía para
desarrollar ciertas consideraciones sobre el tema, mismas que ilustrarán la
importancia de las comunicaciones y transportes en nuestro mundo.

Desarrollo.

Las comunicaciones, que para efectos amplios comprenden tanto el transporte


como las comunicaciones (entendidas como transmisión de información), tienen
su correlativa escala a nivel internacional, nosotros entendemos las
comunicaciones internacionales como el conjunto de procesos sociales de
comunicación que permiten y promueven los flujos de bienes, personas, capitales
e información mediante los cuales se define y construye un espacio global.

El fenómeno del espacio, que debe ser comprendido más allá de sus
implicaciones geográficas y físicas, de hecho se produce y se reproduce a través
de las interacciones sociales, tal cual lo establece Baringo Ezquerra al desarrollar
las teorías de Lefebvre: “El espacio es un producto social, fruto de las
determinadas relaciones de producción que se están dando en un momento dado,
así como el resultado de la acumulación de un proceso histórico que se
materializa en una determinada forma espacio-territorial” (Baringo, 2013, pág. 123)

Es en este espacio donde se despliegan las interacciones principales de los


actores que habitan el territorio y que ellos mismos subjetivan, asignándole una
realidad material a través de su propia vivencia, donde nace la idea de
territorialidad, y en ella se desarrolla una pléyade de relaciones , incluidas las de
producción y las de poder. Cabe señalar que el territorio, es mucho más que
espacio, pues para Lefebvre que sigue una tendencia marxista, se convierte en
una mercancía en sí mismo, susceptible de división y apropiación privada.

Entre el espacio surgen flujos que conectan los distintos puntos donde se
representa las densidades poblacionales, estos flujos poseen dos ámbitos
diferenciados, a) los de circulación que se refieren a la infraestructura y logística
del transporte, que hace uso de las vías de comunicación y b) los de
comunicación, que se refiere a la información que se vale de la infraestructura de
comunicación y el espacio radioeléctrico, además hace uso de distintos medios
tecnológicos para entregar sus mensajes.

El hecho es que desde finales del siglo XX, y mucho más precisamente durante la
década de los 70, nuestro mundo se sometió a un proceso de interconexión de los
espacios nacionales tradicionales determinados por el modo de producción
capitalista, la globalización es un proceso histórico y de naturaleza física, que
permite el establecimiento de la infraestructura necesaria para replicar los proceso
productivos de explotación, en este transcurso permite la construcción de la
mundialización que es más un proceso social, permanente, encaminado a la
integración de las naciones en una sociedad mundial.

La pandemia COVID-19, que surge en China a principios de este año 2020, en


una de las provincias más industrializadas y habitadas del mundo, nos demostró
que los procesos antes descritos han sido un éxito en el planeta pues permitieron
la dispersión del virus en cuestión de semanas, inclusive a los espacios más
apartados. Esto llevó inexorablemente al cierre de los sistemas de movilidad, que
integran tanto la circulación de bienes como de personas.

Tras unas cuantas semanas y a pesar del esfuerzo del gobierno chino en el
encierro de más de 10 millones de personas en su capital Wuhan, este pequeño
enemigo silencioso comenzó su proceso virulento, la conectividad en los
transportes fue esencial para este propósito, aviones, barcos, trenes de alta
velocidad, permitieron la llegada de personas infectadas a los cinco continentes.

Los grandes núcleos de población centralizados, las capitales, fueron las más
afectadas, lo que se pudo ver en las regiones de Lombardía o las ciudades de
Madrid y Nueva York, Precisamente es, el aspecto de centralidad, el que hace
dependiente y vulnerable a las capitales, como señala Raffestin: “Los lugares
centrales, como se les ha definido geométricamente, esconden una realidad más
profunda; a saber, que son producto de la probabilidad diferencial de nudosidades
humanas que hacen emerger una relación de poder con un lugar” (Raffestin, 2011,
pág. 130)

Los Estados nación respondieron dentro de su territorio mediante cercos sanitarios


y cierres de fronteras, restringiendo como ya lo apuntamos, la circulación, es en
este punto podemos apreciar un poder despótico en pleno, precisamente en los
países donde el gobierno posee un liderazgo marcado se elimina la multiplicidad
de mandos en el poder (mayor centralidad) donde a pesar del nivel de nudosidad,
las afectaciones del virus fueron más lentas.

Prosiguió el cierre de espacios aéreos y fronteras con la consecución de otros


problemas de índole económica, se limitó la movilidad de personas y con ello se
produjo el paro de las fuerzas productivas, esto trajo una serie de choques a la
demanda de insumos y una interrupción de la cadena de suministros en todo el
planeta. Las decisiones políticas para contener la pandemia afectaron de forma
directa la base de la infraestructura económica. En orden con las teorías de
Raffestin, la política ordena la jerarquización de lo económico, que se manifiesta
en la base de la ciudad: unidad social y territorial (aunque podríamos hablar de
cualquier estado nación), así el modo de producción determina el espacio
(Raffestin, 2011, pp. 124)

El COVID – 19 parece que logró lo que durante años buscó el capitalismo y que
Raffestin describe tan precisamente al hablar de marginalidad, rechazar hasta
desaparecer al proletario, dentro de su propio espacio singular; “La víctima
emisaria es el proletariado, que pertenece y no a la colectividad. En efecto, éste es
indispensable para establecer el potencial económico y, en esa medida, contribuir
a la unidad económica fundadora de la centralidad moderna, pero al mismo tiempo
debe ser rechazado y eventualmente debe desaparecer” (Raffestin, 2011, pág.
131).

Lo siguiente fue decretar encierros obligatorios para todas las personas que no
llevaran a cabo actividades productivas esenciales, así en contraposición al evento
anterior, aumentó la comunicación, escalando el tráfico en los sistemas
informáticos, al trasladar la fuerza productiva, servicios, escuelas, gobierno, a las
redes. Así la circulación se restringe pero la comunicación aumenta. El problema
de trasladar nuestra vida entera a las redes de comunicación lo señala el mismo
Raffestin: “Controlar las redes es controlar a los hombres y es imponerles un
orden nuevo que sustituirá al viejo” (Raffestin, 2011, pág. 150).

Podemos apreciar una manifestación amplia del poder del Estado en la


obediencia, pues mantenerse recluido por “recomendación” no es inclusive
deseable, máxime dado que pocas veces en la historia y quizá ninguna a nivel
mundial, se presentó esta situación. Esta obediencia observa al poder
infraestructural que señala Mann, pues el Estado decide y trata de: “[…] poner en
ejecución logísticamente las decisiones políticas por todo el país” (Mann, 2006,
pág. 6)

Otra consecuencia que evidencia la importancia de las comunicaciones y los


transportes es el miedo como modo de vida, pues gracias a la acción de los
medios de comunicación masiva y las redes sociales, las noticias de la pandemia
inundaron de información nuestra mente, pero lejos filtrarla, nos entregamos a la
paranoia total, en un proceso de localismo globalizado. Este proceso lo vivieron
los norteamericanos con la “guerra contra el terrorismo” de Ronald Reagan, la
“guerra contra el terrorismo” 2.0 de George W. Bush y la pandemia de influenza en
2009. Por lo que se aprecia en este lugar, las sociedades de consumo que se
entregan a estos procesos suelen vaciar estanterías y construir bunkers debajo de
la tierra, “por si las dudas”

Otro evento importante lo ilustra la respuesta de la compañía 3M al presidente


estadounidense Trump sobre el enfoque de limitar su venta de mascarillas al
mercado interno, el espacio nacional, el territorio donde ejerce autonomía el
Estado; pero esta empresa ejerce un poder infraestructural más allá de la razón de
Estado, obedece a la razón de mercado y argumenta la imposibilidad por motivos
de reciprocidad internacional. La sociedad civil se manifiesta en un mundo
globalizado y mundializado a través de una empresa, esgrime un poder más allá
de la lógica del territorio y se convierte en un actor en toda regla del sistema
mundo.

Esta situación arroja muchas dudas, sobre la incapacidad de los Estados de


ejercer una verdadera autonomía y cumplir sus fines de protección, en este caso,
detener una pandemia, y además se niega la posibilidad de participar, por nuestra
propia seguridad, entonces ¿cuánto tiempo el uso del poder despótico se
mantendrá vigente hasta que dé muestras de agotamiento?, Mann lo apunta al
preguntarse por el grado de territorialización y centralización de las sociedades:

“Los Estados son centrales para nuestra comprensión de lo que es la sociedad.


Donde los Estados son fuertes, las sociedades están relativamente
territorializadas y centralizadas. Ésta es la afirmación más general que podemos
hacer acerca del poder autónomo del Estado” (Mann, 2006, pág. 38)

Cabe entonces la duda, ¿es éste el principio del fin de los Estados nacionales, o
es simplemente una nueva etapa en la construcción del capitalismo?

Pero no todo el panorama es sombrío para el planeta, el encierro mundial y la


cuasi-eliminación de la movilidad, trajo un evento por lo menos curioso, pues los
espacios abstractos descritos por Lefebvre, parece que dan marcha atrás con el
abandono humano que dentro de su jaula alcanza a apreciar la vuelta a los
espacios absolutos que comienzan a ser reclamados por la naturaleza.

Conclusiones.

Hablar de los transportes y comunicaciones en el mundo actual permite darnos


cuenta de la fragilidad de los sistemas que hemos construido, y esta fragilidad no
solo tiene que ver con el espacio, como proceso de construcción, tiene que ver
sobre todo con el poder y el control, porque la construcción del espacio deriva de
la potencialidad de los actores para modificarlo a su entera disposición.

Los humanos, como seres gregarios nos comportamos de formas similares al


construir nuestros sistemas sociales, la comunicación que ejercemos al exterior
cuando nos vinculamos socialmente, no dista mucho de los procesos que realiza
una célula neuronal dentro de nuestro cerebro, que rellena su propio espacio con
interacciones entre las sinapsis, interactuando con otras células. Estamos
predispuestos a la comunicación ya sea a través del movimiento físico mediante el
transporte o por medio de la transmisión de la información.

Si como Raffestin lo señala, las aldeas eran la base del modelo de producción
asiático, el feudo lo era en el feudalismo, la ciudad estado y posteriormente los
estados nacionales en el capitalismo, ¿recuperaremos la normalidad o por el
contrario, estamos ante la modificación de nuestro modo de producción?, o quizá
es nuestro espacio (ahora global) el que se verá nuevamente modificado por el
capitalismo, para ajustar las fuerzas productivas y la vida humana a sus
requerimientos.

El espacio urbano, abstracto, se convierte no solo en el lugar donde se produce


sino en producto en sí mismo, además convierte a sus habitantes en seres
dependientes. Parece que las ciudades entregan comodidades genéricas a
cambio de limitaciones, COVID-19 nos demuestra que el humano puede
desligarse de los espacios y habilidades que le permitieron sobrevivir en los siglos
anteriores, lamentablemente esta sujeción asemeja más una cárcel construida con
nuestra propia singularidad, tal parece ser que no hay lugar más peligroso que las
ciudades capitalistas, totalmente dependientes de los suministros y la
comunicación exterior.

Bibliografía.
Baringo Ezquerra, David (2013) “La tesis de la producción del espacio en Henri
Lefebvre y sus críticos: un enfoque a tomar en consideración” Quid 16. Revista del
Área de Estudios Urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani. Núm. 3,
Facultad de Ciencias Sociales, UBA, Buenos Aires, pp. 110-126

Koening, David (03 de abril de 2020) 3M responde a crítica de Trump sobre envío
de mascarillas, en San Diego Union Tribune. Associated Press. Consultado de
https://www.sandiegouniontribune.com/en-espanol/noticias/story/2020-04-03/3m-
responde-a-critica-de-trump-sobre-envio-de-mascarillas

Lefebvre, Henri (1974) “La producción del espacio” en Papers. Revista de


Sociología. No. 3, pp. 219-229

Mann, Michael (Noviembre de 2006) “La autonomía del Estado: sus orígenes,
mecanismos y resultados” en Revista Académica de Relaciones Internacionales.
Núm. 5, UAM, México, 45 pp.

Raffestin, Claude (Noviembre de 2011) Por una geografía del poder, El Colegio de
Michoacán, pp. 101-153

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