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En la Edad Media, el apellido tal y como lo conocemos ahora no existe todavía.

A las personas se las conoce por su nombre de pila + una de estas 3 posibilidades:

 Un apodo (Pedro el Justo, Cirila la Coja...)


 Su profesión (Alarico el Herrero...)
 Su lugar de origen (Endika de Bilbao...)
No obstante, hay otras posibilidades:

1. En Castilla, otra opción es añadir el nombre del padre al propio,


añadiendo el sufijo -ez. Así Radegunda Pérez significaría
(Radegunda, hija de Pedro).
2. Lo mismo hacían los judíos, añadiendo "Ben" (Isaaac Ben Josué
significaría: Isaac hijo de Josué)
3. Y lo mismo los musulmanes, añadiendo Ibn (Amir ibn al-Ammar
significa Amir, hijo de Ammar)
LAS CLASES SOCIALES

Antiguamente, las clases nobles lo tenían todo: dinero, tierras, poder... No obstante,
en la época de Aquelarre (hacia 1350) acaban de surgir la burguesía, clase intermedia
(antes eras o noble o plebeyo, vamos, o lo tenías todo o eras chusma). La burguesía
controla el comercio y los negocios.

Hay grandes burgueses que viven tan bien o mejor que ciertos nobles, aunque no
gozan, ni por asomo, de los mismos privilegios en la sociedad.

La escala social de la época vendría a ser:

NOBLEZA:

 Rey
 Familia real
 Alta nobleza
 Baja nobleza
 Alto clero
PLEBEYOS

 Alta burguesía (Comerciantes, hombres de negocios...)


 Baja burguesía (Artesanos y villanos en general)
 Bajo clero (Monjes, eclesiásticos humildes en general)
 Campesinos
LA CASA

Los ricos construían sus casas con piedra, mientras que el material principal de las
viviendas de los pobres era la madera.

¿Cómo es una casa humilde?

Habitualmente, de dos plantas. En la planta baja estaban la cocina/comedor, y una


sala/taller dedicada al trabajo.

Se solía entrar por el taller, y en la cocina, sita atrás, se encontraba la puerta que
conducía al patio interior (habitualmente un huerto).

En la planta superior había habitaciones.

En ocasiones había una bodega en el subsuelo, y un granero en el techo.

Sí, las casas eran muy grandes, nada que ver con los mini-pisos de ahora

Las casas APENAS TENÍAN MUEBLES: alguna cama grande (a veces tenían que
dormir en ellas hasta 6 personas -para pasar menos frío-, así que fijaos si eran
grandes), una mesa grande, algún banco de madera (arcones principalmente, para
ejercer de armarios y de asientos) y poco más.

Los colchones de los ricos eran de pluma, más mulliditos y de mejor calidad. Los de
los pobres eran poco más que un montón de paja embutida en una tela.

Las mesas de los pobres eran poco más que un tablón y unos pies desmontables.

ALIMENTACIÓN EN LA EDAD MEDIA

La base principal de la alimentación en la Edad Media era el pan y el vino.

Los ricos comen principalmente carne sazonada (la carne se pudría rápido y había
que trabajarla con especias, demasiado caras para los villanos o los campesinos). No
es que no probasen otras cosas (pescados, verduras, pan, huevos, frutas...) pero su
dieta se basaba en la carne, mucha mucha muuucha carne.

Los más pobres se contentaban con comer una especie de pan hecho con cereales,
sal, agua y/o leche. La carne no es que la paladeasen mucho, aunque en ocasiones
podían hincarles el diente a despojos (tripas, lengua e hígado).
¿Cómo se come en la Edad Media?

Se come usando escudillas, cucharas, cuchillos y los dedos. Las servilletas y


manteles sólo se veían en las mesas de los ricachones y de los nobles (y aun así en
circunstancias muy especiales, que la higiene en aquella época es un término aún por
descubrir).

LA ROPA

La gente de clase baja vestía ropas de tono oscuro, mientras que los ricachones
hacían ostentación de su riqueza vistiendo paños de calidad teñidos de llamativos
colores.

Los eclesiásticos no podían vestir telas rojas, verdes ni rosadas.

Los judíos y musulmanes no vestían pieles blancas ni paños de color.

El día y la noche

En el campo, el día comienza con la salida del sol, y finaliza con su puesta.
Básicamente por la ausencia de iluminación artificial. El tiempo de luz es el tiempo de
actividad, y el de oscuridad el de reposo.

En la ciudad las cosas no cambian mucho, ya que la iluminación pública no existe y


además existen riesgos de incendio. Por estos dos motivos, los Gremios 1 prohíben
trabajar de noche a los artesanos.

Cabe decir que en las ciudades las amas de casa aprovechan la llegada de la noche
para arrojar la basura a la calle. Al amanecer se sueltan los cerdos del ayuntamiento o
de la comunidad para que se coman la basura, limpiando así un poco las calles.

La noche en la Edad Media

1
era un tipo de asociación económica de origen europeo, implantada también en las colonias, que agrupaba a
los artesanos de un mismo oficio, que apareció en las ciudades medievales y se extendió hasta fines de la
Edad Moderna
Tiempo de maleantes y gentes poco recomendables: borrachos de taberna, ladrones,
bandidos, o gente que tiene tratos con el diablo.

La división del tiempo

Existen dos maneras de medir el tiempo:

 Tiempo de Dios: El día se divide en ocho grupos de tres horas, de


acuerdo con los rezos de los monjes y marcados por el toque de
campanas: Maitines (medianoche), Laudes (3h), Prima (6h), Tertia
(9h), Sexta (12h), Nona (15h), Vísperas (18h), Completas (21h).
 Tiempo de los hombres: Con relojes de sol. También hay algún reloj
de pesas y campanas, pero son extraordinariamente raros aún en la
época. Se divide el tiempo en 24 horas.
 

HIGIENE Y CUIDADO PERSONAL EN LA EDAD MEDIA

En la Edad Media era mal visto dedicar mucho tiempo al cuidado del cuerpo, ya que
según la época eso provocaba pasiones incontrolables que podían hacer perder el
honor y el alma. Sin embargo, el ayuno, la penitencia y la mortificación física (auto
flagelarse y esas cosas) estaban bien vistos.

Bañarse de cuerpo completo más de dos veces al año era considerado inmoral (Se
creía que bañarse era la causa de diarreas).

El mal aliento se combatía con aspiraciones de anís, hinojo o comino.

Las mujeres se depilaban frotándose el cuerpo con cal viva 2, o untándose de pez
(sustancia pegajosa) y luego tirando de ella para arrancarse el pelamen.

Aunque parezca extraño, de aquella las personas ya se tenían las canas, utilizando
una pasta hecha de ceniza de sarmientos 3 macerada en vinagre.

Las mujeres llevaban el pelo recogido en un moño o en una trenza. Las niñas
menores de 10 años y las prostitutas lo llevaban suelto.

2
Sustancia alcalina blanca, ligera, y cáustica que en contacto con el agua se hidrata y desprende calor; se
emplea en la fabricación de abonos, cementos y materiales refractarios.
3
es el vástago o rama de la cepa de vid, de donde brotan las hojas, los zarcillos y los racimos.
Tradiciones

Castigos

En la Edad Media era frecuente que los delitos menores fueran castigados con
amputaciones de distintas partes del cuerpo. Las infracciones más graves eran
penadas con la muerte. Hacia finales del siglo XIV los que estaban acusados de
traición directamente eran descuartizados y los falsificadores hervidos en aceite.
En la Edad Media los castigos tenían como blanco de ejecución el cuerpo del
condenado. Las penas incluían mutilaciones, la muerte del acusado, y largos
padecimientos físicos.
Las mutilaciones eran aplicadas a los acusados de haber cometido delitos, que en la
época eran considerados de menor gravedad. A los blasfemos 4 y perjuros5 se les
cortaba la cabeza o arrancaba la lengua.
El sistema empleado generalmente consistía en colocar al condenado, de pie, sobre
una silla. Se le clavaba en la lengua un gancho que previamente se había suspendido
en una cuerda, se retiraba la silla, el individuo caía al suelo, y la lengua quedaba
colgada del gancho.
A los ladrones o a los cazadores furtivos se les aplicaba la más corriente de las
mutilaciones, la amputación de la mano. La versión más grave de este tipo de
ejecución era la de pies y manos. Se amputaba el pie izquierdo, por ser el más
necesario (con éste se pisaba el estribo), y normalmente la mano derecha.
También se vaciaban los ojos, se amputaban las orejas y en casos muy contados se
realizaba la castración. La amputación de la nariz era poco frecuente (se podían evitar
dichos castigos si el condenado pagaba la fianza conveniente, de ahí que los mismos
se aplicaran a la clase baja).
Las penas mortales eran aplicadas por la realización de delitos mayores. Los herejes,
hechiceros y homosexuales eran ahogados y quemados (siendo la quema más propia
del sexo femenino).

4
palabra ofensiva, injuriosa, contumeliosa, de escarnio, pero en su uso estricto y generalmente aceptado, se
refiere a «ofensa verbal contra la majestad divina».
5
Que quebranta maliciosamente el juramento que ha hecho
Los ladrones eran ahorcados o decapitados. A los judíos (indiferentemente del delito
que cometiesen) les era impuesto el castigo de ser colgados por los pies.
Los asesinos eran decapitados, lo mismo que ciertos ladrones y algunos nobles (al
ser esta condena “la menos dura” poseía dicho privilegio debido a su rango
dignatario).
Los falsificadores de monedas eran hervidos en agua, aceite o vino.

Traición: Hacia finales del siglo XIV los que estaban acusados de traición eran
descuartizados.
Al que dañaba un haya6 se le arrancaban las tripas, se le sujetaba con ellas y era
obligado a correr dando vueltas alrededor del árbol en cuestión hasta que quedara
enroscado en el mismo.
Si uno talaba un roble se encontraría con la cabeza separada del resto del cuerpo e
insertada en el mismo. Incendiarios, ladrones y asesinos importantes, eran ejecutados
tras sufrir el tormento de la rueda.
También era frecuente el castigo de ser enterrado con vida. “El delincuente era
colocado en una fosa que se cubría de tierra. Para alargar el sufrimiento del reo se le
colocaba en la boca una caña hueca que comunicaba con el exterior”.
Otros castigos

El sambenito: Era un tipo de camisa amarilla con una cruz roja de San Andrés. El
ofensor necesitaba llevar el hábito todo el tiempo, como una señal para el público de
que era un Marrano. Este sambenito destruyó las probabilidades de encontrar trabajo
o un lugar con estabilidad para la familia.
El cinturón de castidad: Se usaba para garantizar la fidelidad de las esposas durante
los períodos de largas ausencia de los maridos, y sobre todo de las mujeres de los
cruzados que partían para Tierra Santa. Quizás alguna vez, aunque no como
utilización normal, la "fidelidad" era de éste modo "asegurada" durante períodos
breves de unas horas o un par de días, nunca por tiempo más dilatado. No podía ser
así, porque una mujer trabada de ésta manera perdería en breve la vida a causa de
las infecciones ocasionadas por la acumulación tóxica no retirada, las abrasiones y las
laceraciones provocadas por el mero contacto con el hierro.

Las jaulas colgantes: Hasta finales del siglo XVIII, en los paisajes urbanos de Europa
no era extraño encontrar abundantes jaulas de hierro y madera adosadas al exterior
6
es un árbol caducifolio de la familia de las fagáceas
de los edificios municipales, palacios ducales o de justicia, catedrales, murallas de las
ciudades o en altos postes cerca de los cruces de caminos.
Las víctimas, desnudas o semidesnudas, eran encerradas en las jaulas y colgadas.
Morían de hambre y sed; por el mal tiempo y el frío en invierno; y por el calor y las
quemaduras solares en verano. A menudo, anteriormente habían sido torturadas y
mutiladas para mayor escarmiento.
Normalmente los cadáveres se dejaban en descomposición hasta el desprendimiento
de los huesos, aunque a veces se cubrían herméticamente con resina de pino, con el
fin de retrasar los efectos de la descomposición, y se rodeaban con correas para
impedir el desprendimiento de los miembros. De ésta manera, se utilizaban como
escarmiento moral. Evidentemente, las víctimas, una vez muertas, eran pasto de todo
tipo de animales.

Navidad y año nuevo


La Navidad durante la Edad Media

Muchas religiones ancestrales daban una gran importancia al solsticio de invierno, es


en este momento cuando la luz del día se encuentra en su fase de menor duración
mientras que la oscuridad de la noche tendrá su máximo esplendor en todo el año. En
el calendario Juliano, esta fecha cayo originalmente en el 25 de Diciembre.
Era en esta fase del año en la que los romanos celebraban la mitad del invierno, unas
fiestas conocidas como “Saturnalia”, en honor al dios Saturno. Estas celebraciones
incluían banquetes y la costumbre de regalar muñecos de cera a los niños.
Mientras tanto, la nueva religión cristiana también desarrollaba sus propias
festividades, y sobre el año 300 d.C, se decidió que una festividad sería en honor al
nacimiento de Cristo. Lamentablemente no se conoce la fecha exacta del nacimiento
de Jesús, por lo que, de forma arbitraria, se decidió que fuera el 25 de Diciembre. La
base teológica para esta fecha es que cae exactamente nueve meses después del 25
de Marzo, fecha en la que se considera que el mundo fue creado, además de la fecha
de concepción de Jesús.

Durante la Alta Edad Media la Navidad se convirtió en uno de los días más
importantes del calendario cristiano, y sobre el siglo V, la celebración se había
expandido con celebraciones en honor a san Esteban, Juan Evangelista o los Santos
Inocentes, durante tres días después de Navidad. Otras leyendas como la llegada de
los Reyes Magos también se modificaron y desarrollaron durante esta época, en la
que también se incorporaron costumbres paganas.
Para reafirmar la importancia de la misa de navidad se añadieron elementos visuales,
como los pesebres en las iglesias representando el lugar donde nació Jesús, y ya
durante el siglo XII se añadirían escenas dramatizadas, como por ejemplo ángeles
cantando. Esto acabaría dando lugar al desarrollo de representaciones de escenas de
la Biblia, especialmente en las ciudades.
Para conocer el origen de los villancicos debemos mirar al siglo XIII. Originalmente
era un tipo de canción con danza, y en los primeros villancicos una persona cantaba
mientras que el resto bailaba en círculo. De todas formas, la mayoría de villancicos
actuales son de tiempos posteriores a la Edad Media.

Antes comentaba que se incorporaron elementos paganos a una festividad cristiana.


El árbol de navidad es el más importante de ellos. Los romanos ya consideraban que
los árboles de hoja perenne poseían poderes mágicos, y eran utilizados como
decoración, simbolizando la promesa de vuelta a la vida en primavera y acabó
simbolizando la vida eterna para los cristianos. Los vikingos colgaban abetos y
fresnos junto con sus trofeos de guerra como reclamo a la buena suerte. Durante la
Edad Media, la propia Iglesia decoraba arboles con manzanas la víspera de Navidad,
a la que llamaban “día de Adán y Eva”. Durante el siglo XVI, en Alemania, en la
víspera de Navidad, era costumbre decorar un abeto con flores de papel y llevarlo en
procesión por las calles hasta la plaza de la ciudad, donde se celebraba un banquete
que incluía una danza alrededor del árbol, que finalmente era quemado en una
solemne ceremonia.

Año nuevo y navidad (otra vez XD)

Desde Renovatio MedieValium os seguimos trayendo entradas de temática navideña,


en este caso, os hablamos de las celebraciones de Nochebuena, Navidad y Año
Nuevo en la Edad Media, así como algunos elementos típicos de éstas fechas y que
provienen del mundo Antiguo y de la Edad Media.

La Iglesia decidió toda una serie de fechas para celebrar el periodo navideño en días
importante para la religión pagana, siendo más sencillo cristianizar toda una serie de
fechas paganas que intentar hacerlas olvidar radicalmente. La elección del 25 de
diciembre se correspondía con la antigua fiesta del solsticio de invierno o “sol invicto”,
siendo Julio I quien pidió que se celebrase el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre,
decretado por el Papa Liberio en el 354. Será durante la Edad Media cuando se
depuraron, definieron y enriquecieron las fiestas y celebraciones navideñas, con toda
una solemnidad y manifestaciones sociales, artísticas y gastronómicas.

Fue entre los siglos IV al VI cuando se estableció el periodo de Adviento, es decir,


todo el periodo de preparación espiritual para el nacimiento de Jesús, que podía
oscilar entre las tres y seis semanas según cada país, basado en meditaciones,
predicaciones… Cuando pasaban esas semanas, se llegaba a la propia época
navideña, con dos fiestas fundamentales, la Nochebuena y la Navidad. Tras el gran
banquete de la cena del 24 de diciembre, los fieles acudían a la Iglesia a medianoche
para celebrar la Misa del Gallo, popularizándose por toda Europa a partir del siglo
VIII. Esta misa recibe su nombre de una leyenda, que decía que un ave que pasaba la
noche en la gruta de la Natividad fue la que anunció el nacimiento de Jesús. Se la
identificó como un gallo, ya que es símbolo de fecundidad y de renacimiento en las
culturas paganas y como anunciador de la salida del Sol. Esta ave fue la que dio
nombre a esta primera misa de la Navidad, anunciándose a los cristianos que Cristo
acababa de nacer. Pero no pensemos que Nochebuena solo era una festividad
solemne, si no que el jolgorio y la alegría desbordaban al pueblo, llegando a su punto
culminante en el momento de adoración al Niño, ya que se entonaban cantos, hacían
sonar sus instrumentos.

En el año 1471 en Jaén se celebró así la Nochebuena y la Navidad por Miguel Lucas


de Iranzo:

“El día 24 de diciembre, a primeras horas de la noche, juego de dados en el palacio


del condestable, donde éste muestra su generosidad pues juega «mas por eccelencia
e fin de franquear que por cobdiçia de ganar». Misa de maitines.

Representación por la noche en la catedral de la Historia del nacimiento de nuestro


señor y salvador Jesucristo y de los pastores. Consumo en las fiestas del 24 de
diciembre al 6 de enero de «muchos manjares e vinos e confites e conservas». A
veces, de pescados frescos, «empanados y en pipotes». El día 25 «Estrenas,
mercedes e limosnas» como aguinaldo a los que acuden al palacio del condestable.
Alborada en palacio. Misa. Comida y colación. Cena y colación. Danza y baile
después de la comida y la cena. Empleo de trompetas, atabales, chirimías y cantores
en los actos principales”[1].

La elección del día 31 de diciembre como el cierre del año y el comienzo del otro se
debe a Julio César, cuando en el 45 a.C y siguiendo a los astrónomos egipcios,
instauró el año solar, que comenzaba el primero de enero, arrinconándose así el
sistema primitivo. Más tarde, sería el calendario juliano sustituido por el gregoriano,
introduciendo cambios para compensar las desviaciones del anterior.

Retomando la Crónica sobre Miguel Lucas de Iranzo:

“En la Nochevieja, misa y juego de dados, como en Nochebuena. Alborada del día 1.
Misa, comida, cena, colaciones y danzas como en los días anteriores”[2]

El origen de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad es tan antiguo como la


propia fiesta, ya que estos ágapes entroncaban con los banquetes romanos
celebrados durante las Saturnales que recibían el Año Nuevo. La tradición de poner
un ave como plato central de la cena de Nochebuena o en Navidad proviene del
mundo grecorromano, ya que, para ellos, las aves migratorias que volvían al norte a
final del invierno, traían el anuncio de la primavera, por lo que el plato, representaba
un acto favorecedor del buen tiempo. En la época bizantina cristiana, la presencia de
pintadas o gallinas de Guinea era habitual. Desde el siglo VI era común el capón, el
gallo castrado y engordado para las comidas de Navidad, mientras que a partir del
siglo XIII lo común entre la nobleza era el gallo. El consumo de gansos y ocas a lo
largo de la Edad Media fue tan elevado que a punto estuvieron de exterminarse estas
especies.

En cuanto a los dulces navideños, el mazapán es de origen incierto, pues muchos lo


sitúan en el mundo árabe, pero otros los sitúan en Venecia o en Alemania. Otros
estudios, sin embargo, indican que nació en España, concretamente en Toledo, en el
convento de San Clemente el Real. En uno de los asedios de la ciudad, en 1214,
cuando las comidas escaseaban, las religiosas guardaban en sus despensas gran
cantidad de almendras, que machacaron y mezclaron con azúcar hasta formar una
pasta que fueron repartiendo entre la población. En cuanto al turrón, una carta de
María de Trastámara en 1453 a las monjas del convento de Santa Clara en
Barcelona, es la primera noticia escrita que se tiene en España de este manjar,
aunque parece que el origen del dulce es árabe. Y, por último, estaría el Roscón de
Reyes, que tiene origen pagano. En las Saturnales romanas se comía una torta
redonda en cuyo interior se escondía un haba. Quién la encontraba en su porción era
nombra rey de la fiesta, y se le debía obedecer. Esta tradición se cristianizó y se
siguió celebrándose allá por el año mil, cuando ya recibió el nombre de pastel de
Reyes y que servía para cerrar las fiestas navideñas.

El origen del belén es italiano y medieval. El pesebre se convirtió en un icono cristiano


significativo en las celebraciones navideñas, como en el siglo VII cuando el Papa
Teodoro I hizo traer desde Belén los restos del pesebre del Niño Jesús. A partir de
entonces y a lo largo de toda la Edad Media, el pesebre era un elemento fundamental
de iglesias, abadías y catedrales en la Navidad. Ya en el siglo X se realizaban
representaciones de episodios bíblicos relacionados con el Nacimiento de Jesús,
siendo una de las primeras el Auto de los Reyes Magos en el siglo XIII (de origen
francés probablemente). Sin embargo, estas representaciones acababan con mofas
hacía San José, por lo que Inocencio III en 1207 prohibió estas escenificaciones,
sustituyéndose a los actores por figuras inmóviles que llevasen a la devoción. A partir
del siglo XIII se inició la elaboración de figuras, tanto para templos como para casas,
extendiéndose de Italia por toda la Cristiandad, siendo destacado el papel de los
franciscanos y clarisas en esta difusión.

Costumbres Religiosas

MANOS UNIDAS PARA LA PLEGARIA

Para nuestros antepasados, uno de los gestos más antiguos y reverentes que
acompañaban a la plegaria era alzar brazos y manos hacia el cielo. Con el tiempo, los
brazos se replegaron y se cruzaron ante el pecho, colocando las dos muñecas sobre
el corazón.

Cada una de estas posturas posee una lógica intrínseca y una intención obvia, puesto
que Dios reside en el cielo y se tiene la creencia de que el corazón es la sede de las
emociones. La práctica, mucho más reciente, de unir las manos formando una
especie de triángulo parece menos obvia, e incluso resulta intrigante.

No se la menciona para nada en la Biblia y no apareció en la Iglesia cristiana hasta el


siglo IX. Posteriormente, escultores y pintores la incorporaron en escenas que
representaban épocas muy anteriores a su origen, el cual, al parecer, nada tiene que
ver con la religión o la adoración, y sí mucho con la subyugación y la servidumbre.
Los historiadores de la religión remontan este gesto al acto de atar las manos de un
prisionero, y aunque los juncos, las cuerdas o más tarde las esposas siguieron
cumpliendo su función de defensa de la ley y el orden, las manos unidas pasaron a
simbolizar la sumisión del hombre respecto a su Creador.

Pruebas históricas contundentes indican que la unión de las manos se convirtió en un


gesto corriente y ampliamente practicado mucho antes de que se lo apropiara y lo
formalizara la Iglesia cristiana. Antes de que enarbolar una bandera blanca
simbolizara la rendición, un romano capturado podía evitar la muerte inmediata
adoptando esta postura de las manos atadas.

Para los antiguos griegos, este gesto tenía el poder mágico de refrenar a los espíritus
ocultos hasta que éstos se doblegaran al dictado de un sumo sacerdote.
En la Edad Media, los vasallos rendían homenaje y prometían fidelidad a los señores
feudales uniendo las manos. A partir de prácticas tan evidentes, todas ellas con una
intención común, el cristianismo asumió el gesto como signo de la obediencia total del
hombre a la autoridad civil. Más tarde, muchos autores cristianos ofrecieron y
alentaron un origen más piadoso y pintoresco, como que las manos unidas
representaban el puntiagudo campanario de una Iglesia.
Plough Monday is the traditional start of the English agricultural year. While local practices
may vary, Plough Monday is generally the first Monday after Twelfth Day (Epiphany), 6
January.[2][3] References to Plough Monday date back to the late 15th century. [3] The day before
Plough Monday is sometimes referred to as Plough Sunday.
The day traditionally saw the resumption of work after the Christmas period. In some areas,
particularly in northern England and East England. [4] The customs observed on Plough Monday
varied by region, but a common feature to a lesser or greater extent was for a plough to be
hauled from house to house in a procession, collecting money. They were often accompanied
by musicians, an old woman or a boy dressed as an old woman, called the "Bessy," and a man
in the role of the "fool." 'Plough Pudding' is a boiled suet pudding, containing meat and onions.
It is from Norfolk and is eaten on Plough Monday
Lammas day

Lammas o día de Lammas es una festividad tradicional de la cosecha, de origen celta,


también conocida como Lugnasad, que se celebra el 1 de agosto en los países anglosajones
y en religiones de revival celta y neopagano como la wicca.
Durante la época medieval esta fiesta era conocida como "Gule of August", pero el significado
de "gule" es desconocido. Ronald Hutton sugiere que esta palabra puede ser una
anglicanización de "gwyl aust", el nombre galés para el 1 de agosto y que significa "fiesta de
agosto"; y propone un origen pagano y pre-cristiano de Lammas entre los anglosajones y su
conexión con el festival gaélico de Lugnasad ("bodas de Lug", un dios celta).

Cristianismo[editar]
Durante este día era costumbre llevar a la iglesia un pan preparado con el trigo de la nueva
cosecha. En muchas partes de Inglaterra, los agricultores arrendatarios estaban obligados a
presentar el trigo fresco cosechado a sus señores el primer día de agosto o el día previo. En la
"Anglo-Saxon Chronicle" (Crónica Anglo-Sajona), esto es referido regularmente y era llamada
"la fiesta de las primeras frutas". Tanto en las iglesias orientales como en las occidentales se
lleva a cabo anualmente la bendición de las nuevas frutas, el primer o el sexto día de agosto.
El papa Gregorio I lo hacía el 6 de agosto.

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