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Clínica y Salud

ISSN: 1130-5274
clin-salud@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

Godoy-Izquierdo, D.; Martínez, A.; Godoy, J.F.


La «Escala de Balance Afectivo»: Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del
afecto positivo y negativo en población española
Clínica y Salud, vol. 19, núm. 2, 2008, pp. 157-189
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180613875002

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Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 2 - Págs. 157-189. ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS

La «Escala de Balance Afectivo».


Propiedades psicométricas de un
instrumento para la medida del afecto
positivo y negativo en población
española
The «Affect Balance Scale». Its
psychometric properties as a tool for
measuring positive and negative affect in
the spanish population
D. GODOY-IZQUIERDO1
A. MARTÍNEZ2
J. F. GODOY1
Fecha de Recepción: 08-05-2007 Fecha de Aceptación:

RESUMEN

El Balance Afectivo se ha propuesto como uno de los componentes, junto


con la Satisfacción Vital, del Bienestar Subjetivo. El Balance Afectivo se refiere
a las respuestas emocionales de la persona cuando hace juicios valorativos
sobre su vida, y es el resultado de la consideración de las emociones tanto
positivas como negativas experimentadas a lo largo de un período de tiempo
determinado. Este estudio presenta las características de la Escala de Balance
Afectivo (EBA) (versión española de la escala de Afecto Positivo y Negativo de

1 Departamento Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Facultad de Psicología. Uni-

versidad de Granada. Campus Universitario de Cartuja, 18071 Granada (España. Ideborag@ugr.es


2 Investigador colaborador del Grupo de Investigación de Medicina Conductual/Psicología de la

Salud (CTS-0267). Facultad de Psicología. Universidad de Granada. Campus Universitario de Cartuja,


18081 Granada (España).

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La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

Warr et al., 1983) en una muestra española adulta obtenida de la población


general. METODOLOGÍA: Participaron voluntariamente en este estudio 219
personas con edades comprendidas entre los 18 y 64 años (M= 30.54; dt=
10.79; 62.1% mujeres) procedentes de diferentes contextos comunitarios. Los
participantes respondieron 4 medidas sobre balance afectivo, competencia
personal inespecífica, salud general y satisfacción vital en una única adminis-
tración. RESULTADOS: Respecto a las propiedades psicométricas de la EBA,
las subescalas de Afecto Positivo y Afecto Negativo muestran una elevada
consistencia interna, con valores de alfa de Cronbach de 0.82 y 0.75 respecti-
vamente. Sus elementos muestran un adecuado comportamiento que refleja
su pertinencia y relevancia para la medida del Balance Afectivo. La estructura
factorial arroja un modelo bifactorial perfectamente ajustado a la propuesta
teórica. No obstante, dos ítems necesitarían ser reformulados. El análisis de la
posible relación entre el afecto positivo y el afecto negativo realizado utilizando
un modelo de ecuaciones estructurales apoya la estrecha relación inversa
entre ambas dimensiones de la afectividad. La escala muestra una adecuada
validez convergente con medidas de competencia personal inespecífica o glo-
bal, de salud física y mental y de satisfacción vital. CONCLUSIONES: Los
resultados de este estudio nos permiten confirmar la EBA como una medida
útil y apropiada para la evaluación del Balance Afectivo en población española.
De esta forma, puede considerarse una herramienta adecuada para el estudio
del Bienestar Subjetivo.

ABSTRACT

Along with life satisfaction, affect balance is suggested to be a component


of subjective well-being. Affect balance refers to the individual’s emotional
responses when doing evaluative judgments on his/her life. Affect balance
results from the consideration of both positive and negative emotions experi-
enced over a given period of time. This paper describes the characteristics of
the Affect Balance Scale (EBA, a Spanish version of the Positive and Negative
Affect scale by Warr et al., 1983) using a sample of Spanish adults. METHOD:
Two hundred and nineteen individuals aged 18 to 64 yr (Mean = 30.54, SD =
10.79, 62.1% females) voluntarily participated in the study. Subjects were
selected from several community settings. Participants responded in only one
measurement 4 measures assessing affect balance, general personal compe-
tence, health status and life satisfaction. RESULTS: The EBA showed appropri-
ate psychometric properties -Cronbach’s alphas were 0.82 and 0.75 respec-
tively for the Positive Affect subscale and Negative Affect subscale. Item
behavior was also correct, showing their feasibility and relevance for assessing
Affect Balance. A two-factor structure was found that fitted the theoretical
structure. Nevertheless, two items need to be reformulated. The analysis of the
possible relationship between positive and negative affect by means of struc-
tural equation modeling supports a close inverse relation between both dimen-

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sions of affectivity. The scale also showed a convergent validity with measures
of personal global competence, health status and life satisfaction. CONCLU-
SIONS: Results confirm the utility and appropriateness of the EBA for the
assessment of the Affect Balance in the Spanish population. Furthermore, the
EBA can be considered a suitable tool for the study of Subjective Well-Being.

PALABRAS CLAVE

Afecto positivo, Afecto negativo, Balance afectivo, Escala, Propiedades psi-


cométricas.

KEY WORDS

Positive affect, Negative affect, Affect balance, Scale, Psychometric proper-


ties.

Agradecimientos

Esta investigación ha sido financiada parcialmente con la ayuda concedida


al grupo de investigación “Medicina Conductual/Psicología de la Salud” (CTS-
0267) por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de
Andalucía. Agradecemos a los participantes y colaboradores su implicación
en el estudio. Queremos expresar nuestro agradecimiento al Dr. J.M. Salinas
por su asesoramiento y ayuda en la realización de los análisis de ecuaciones
estructurales.

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La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

INTRODUCCIÓN experimentaría en mayor grado


emociones positivas. Por otro lado,
El bienestar subjetivo (BS), o feli- la valoración de la persona sobre su
cidad en términos coloquiales, es vida podría derivarse de la cualidad
un constructo amplio que se refiere de las emociones que experimenta,
a las interpretaciones y juicios que de forma que al interpretar las con-
la persona hace sobre su propia diciones de la vida uno podría valo-
vida, sus circunstancias y sus emo- rar qué tipo de emociones, positivas
ciones (Diener y Diener, 1996; Die- o negativas, experimenta con mayor
ner y Lucas, 2000; Diener, Suh, frecuencia o intensidad. Sin embar-
Lucas y Smith, 1999). El BS es con- go, satisfacción y afectividad, aún
siderado como un concepto global pudiendo estar relacionadas, deben
formado por dos componentes dife- ser entendidas como variables dife-
rentes, uno cognitivo y otro afectivo, rentes: Los juicios (evaluación e
los cuales se muestran como relati- interpretación) sobre algo no son
vamente independientes, exhibien- propiamente una variable afectiva
do además cada uno un patrón en sí misma (Diener y Lucas, 2000),
único de asociaciones con diferen- aunque dichos juicios supongan la
tes variables (Diener, 1984; Diener et experimentación de un tipo de emo-
al., 1999; Diener y Lucas, 2000; ciones concretas (o a la inversa).
Myers y Diener, 1995). En el compo-
nente cognitivo se podría enmarcar Así, tal y como Diener y sus cola-
la satisfacción vital (Andrews y boradores (Diener, 1984; Diener y
Withey, 1976; Campbell, Converse y Diener, 1996; Diener et al., 1999;
Rodgers, 1976), o de forma más Myers y Diener, 1995) han señalado,
concreta la satisfacción personal en los tres componentes básicos del
diferentes esferas concretas de la BS son satisfacción vital, afecto
vida a partir de los juicios que hace positivo y afecto negativo. Cada
la persona sobre su vida y sus con- uno de estos componentes puede
diciones; en el componente emocio- ser dividido a su vez en diversos
nal se encontraría el balance afecti- subcomponentes, como la satisfac-
vo, referido a la experimentación de ción en distintos dominios o la
emociones positivas (alegría, placer, experimentación de emociones
euforia) y negativas (miedo, ira, tris- concretas. Para que una persona
teza) (Bradburn, 1969). Por ello, esta posea unos altos niveles de BS
afectividad ha sido dividida en afec- debe experimentar una elevada
to positivo y afecto negativo. Estos satisfacción con la vida y una afecti-
dos componentes, balance afectivo vidad predominantemente positiva o
y satisfacción vital, se mostrarían disfrute, así como una baja afectivi-
interrelacionados en cierto grado. dad negativa, es decir, un balance
Así, las emociones podrían derivar- afectivo positivo. Dado que se trata
se de la evaluación que la persona de tres componentes diferentes,
hace de su vida, de forma que una pero los tres son relevantes a la
persona que percibe que su vida hora de establecer el BS de los indi-
está llena de momentos agradables viduos, se propone que los tres

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D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

deben ser evaluados de forma 0.60 para intervalos de dos, cuatro y


separada (Diener y Suh, 1997; Die- seis años.
ner et al., 1999). Otros autores han
demostrado esta estructura del BS Este estado personal es el resul-
utilizando ecuaciones estructurales tado de la interacción entre factores
y otros tipos de análisis, encontran- personales y factores situacionales
do apoyo tanto a la validez de cons- (Diener et al., 1999). Los factores
tructo del BS como a su estructura personales como los rasgos de per-
tripartita, así como a la necesidad sonalidad, los estilos emocionales o
de medir los distintos componentes, los recursos personales, más esta-
diferentes pero relacionados, de bles, ejercen una influencia manteni-
forma separada (Arthaud-Day, da, a largo plazo y consistente a lo
Rode, Mooney y Near, 2005). largo de diferentes dimensiones de
la vida y situaciones o circunstan-
El BS debe entenderse como una cias, mientras que los factores situa-
entidad estable más que como un cionales como el nivel económico, la
estado fluctuante (Diener, 1984; Die- aparición de una enfermedad o los
ner et al., 1999; Diener y Suh, 1998; eventos vitales podrían ejercer un
Eid y Diener, 2004). Las personas impacto temporal, momentáneo,
tenemos algún tipo de juicio sobre haciendo moverse al BS hacia arriba
nuestras circunstancias durante o hacia abajo desde unos niveles
toda la vida, aún cuando no seamos base (Diener y Diener, 1996; Diener
conscientes del mismo, y el estado et al, 1999; Diener y Lucas, 2000).
asociado parece tener siempre un Esto señala que las personas tene-
balance hedónico (positivo o negati- mos una capacidad de adaptación a
vo) (Diener et al., 1999). Por ejem- las circunstancias de la vida, y que
plo, Diener y Suh (1998) estudiaron después de un breve período de
la relación entre BS y la edad en adaptación (unos 3 meses) volve-
alrededor de 60000 adultos de 40 mos a nuestro estado basal de bien-
países diferentes, y encontraron que estar incluso tras eventos vitales
el BS se mantuvo bastante estable graves (Suh, Diener y Fujita, 1996).
conforme aumentaba la edad, si Esto es, sólo los eventos que ocu-
bien apareció una tendencia a rren en el plazo de los tres últimos
aumentar ligeramente la satisfac- meses ejercen un impacto significa-
ción vital y a disminuir el afecto tivo en nuestras valoraciones del
positivo experimentado, mientras BS, y cuanto más reciente es el
que la experimentación de afecto evento, más impacto tienen (Headey
negativo se mantuvo constante. Se y Wearing, 1989; Suh et al., 1996).
ha encontrado una estabilidad de Yardley y Rice (1991) encontraron
0.5 a 0.7 en los autoinformes de que el estado de ánimo actual y el
bienestar global para períodos de 6 bienestar subjetivo previo ejercían
meses a 6 años (Diener, 1994). En un impacto significativo en el bien-
apoyo a ello, Headey y Wearing estar actual, demostrando así que el
(1989) estimaron una estabilidad de bienestar subjetivo es estable en el
las medidas de BS de entre 0.55 y tiempo pero también sensible a

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La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

influencias transitorias. Estos auto- Salud (OMS) como “el estado de


res proponen un modelo de dos completo bienestar físico, mental y
componentes, uno estable y otro no social y no meramente la ausencia
estable, del bienestar dependiendo de afecciones o enfermedades”
del período de medida. Por su parte, (OMS, 1978). De forma más amplia,
Brief, Butcher, George y Link (1993) se podría entender la salud como
encontraron que tanto los eventos un proceso de relaciones dinámicas
vitales objetivos –salud objetiva- y bidireccionales entre dimensiones
como las características de perso- y competencias individuales (biopsi-
nalidad –afectividad negativa- ejer- cosociales) y características ambien-
cen un impacto sobre el BS, pero tales (biofísicas, sanitarias, socioe-
dicho impacto no es directo, sino conómicoculturales) (potencial de
moderado por la interpretación que salud), cuyo resultado es un estado
la persona hace de las circunstan- caracterizado por el equilibrio y el
cias concretas de su vida. Reciente- correspondiente bienestar y ade-
mente se ha encontrado que ciertos cuado funcionamiento bio-psico-
eventos tanto negativos como posi- social (balance de salud) (Godoy,
tivos requieren, sin embargo, perío- 1999). Así, la salud debe ser enten-
dos de adaptación más prolonga- dida como una capacidad de fun-
dos, hablándose incluso de varios cionar bien personal y socialmente,
años o de una incompleta recupera- obtener placer, satisfacción, felici-
ción final del BS previo (Clark, Die- dad, experimentar alegría y goce de
ner, Georgellis y Lucas, 2003; Lucas, la vida, y a la vez como un recurso
Clark, Georgellis y Diener, 2003). para la cantidad y calidad de vida.
(La enfermedad sería, desde este
Así pues, el balance afectivo es marco, la quiebra de la salud y la
uno de los conceptos que más pue- desregulación del equilibrio e inclui-
den interesar a la Psicología de la ría las consecuencias que introduce
Salud en su objetivo de promoción esta ruptura).
y protección de la salud. Siguiendo
a Godoy (1999), hasta muy reciente- En este contexto, el BS y el
mente, la salud humana ha sido balance afectivo en concreto, al
entendida de una forma negativa incluir aspectos positivos de la
como el estado caracterizado por la experiencia personal, y no sólo (la
ausencia de enfermedad, incapaci- ausencia de) aspectos negativos
dad, invalidez o malestar. Sin (Diener, 1984; Diener, Sapyta y Suh,
embargo, en la actualidad se va ten- 1998; Diener et al., 1999; Diener y
diendo a conceptuar la salud de una Suh, 1997), serían conceptos muy
forma positiva, esto es, por sus relevantes en Psicología de la Salud
dimensiones propias y sin necesi- por cuanto pueden ser considera-
dad de referirse para ello a la enfer- dos tanto un recurso para la salud
medad (Godoy, 1999). Un buen como un indicador o resultado de la
exponente de esta nueva tendencia misma. Como proponen Diener y
sería la definición de salud propues- sus colaboradores (Diener, 1984;
ta por la Organización Mundial de la Diener et al., 1998, 1999; Diener y

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D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

Suh, 1997), estos conceptos son vo de establecer su utilidad y ade-


relevantes además porque, al tratar- cuación para la medida de esta
se de juicios subjetivos, permiten a variable en población española.
los propios individuos determinar
sobre qué factores considerar su
propio bienestar de una manera glo- MÉTODO
bal, al posibilitarles tener en cuenta
sus propios recursos, metas, valo- Sujetos
res o condiciones a la hora de esta-
blecer sus niveles de satisfacción y Participaron en este estudio 219
bienestar emocional, incluyendo personas con edades comprendi-
todas las áreas de la vida de la per- das entre los 18 y 64 años (M=
sona. Se trata, así, de un juicio sub- 30.54; dt= 10.79) procedentes de
jetivo y global sobre la vida referido diferentes contextos (académicos,
a un período de tiempo concreto. servicios de la comunidad, servicios
de transportes…) de la ciudad de
Finalmente, pocas variables se Granada. El 62.1% (136 participan-
han encontrado tan relevantes para tes) eran mujeres y el 37.9% (83)
el bienestar personal como el con- hombres. El rango de edad para las
texto cultural. Diferentes estudios mujeres fue de 18 a 63 años, con
que abordan el BS en múltiples paí- media de 30.26 años (dt= 10.37). El
ses han encontrado importantes rango de edad para los hombres fue
diferencias en la valoración subjeti- de 18 a 64 años, con media de
va del bienestar entre sus ciudada- 31.00 años (dt= 11.49). No se
nos, y especialmente entre los paí- encontraron diferencias estadística-
ses más desarrollados y los menos mente significativas en la edad entre
desarrollados y entre las naciones hombres y mujeres (t= 0.493, gl=
con una cultura más individualista y 217, p= 0.622). El 53.4% (117 parti-
los países con una cultura de colec- cipantes) estaban realizando o habí-
tivismo (e.g. Diener, 2000; Diener, an finalizado estudios universitarios.
Diener y Diener, 1995; Diener y Suh, De la muestra, a partir de la infor-
2003; Diener, Suh, Smith y Shao, mación personal obtenida, se elimi-
1995; Inglehart, 1990; Inglehart, naron las personas con enfermedad
Basáñez y Díez, 2004; Myers y Die- crónica y/o que estaban sufriendo
ner, 1995; Veenhoven, 2005a,b; una situación personal o familiar crí-
World Values Study Group, 1994). tica, quedando finalmente los 219
participantes para los que se pre-
Es por ello que resulta necesario sentan los resultados obtenidos.
disponer de una medida adecuada
del balance afectivo que nos permi-
ta conocer (y poder comparar) el Medidas
nivel de balance afectivo de las per-
sonas. Basándonos en todo ello, en Para la realización del estudio se
este estudio se ha utilizado la Esca- confeccionó un cuadernillo que
la de Balance Afectivo con el objeti- contenía las distintas medidas orde-

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 163


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

nadas de forma aleatoria (por con- de los que 10 pertenecen a la


trabalanceo). La primera hoja del Escala de Balance Afectivo de
mismo incluía información básica Bradburn (1969), más 8 nuevos
sobre el estudio, instrucciones añadidos por Warr et al. con el
generales y un consentimiento a fir- fin de ampliar y mejorar la esca-
mar. La segunda hoja incluía una la original de Bradburn. Los par-
ficha en la que se le solicitaba infor- ticipantes deben indicar si han
mación sobre la edad, el género, el experimentado en la última
nivel de estudios, si padecía una semana los estados que se enu-
enfermedad o dolor crónicos o si se meran, contestando en una
encontraba atravesando una situa- escala tipo Likert con 3 alternati-
ción personal o familiar crítica. A vas de respuesta (1= “Poco o
continuación, se presentaban las 4 nunca”, 2= “A veces”, 3= “Mu-
medidas administradas. cho o generalmente”) (que facili-
tan la elección de respuesta
– Escala de Balance Afectivo frente a responder para perío-
(EBA; Warr, Barter y Brownbrid- dos de tiempo más prolongados
ge, 1983. Versión española de y en formato Sí/No o tipo Likert
Godoy y Godoy-Izquierdo, 2003. con 4 alternativas de respuesta
Ver Anexo 1). Aunque existe una como se presenta en los instru-
traducción al castellano (Alvara- mentos de Bradburn y Warr et
do y Vera, 1996), no se conoce al. Se optó por este formato de
el procedimiento de obtención respuesta siguiendo las reco-
de la misma y, además, algunos mendaciones de Cañadas y
contenidos no son una traduc- Sánchez (1998) respecto a los
ción apropiada del instrumento valores de anclaje del rango de
de Warr y colaboradores o no respuestas y el número y tipo de
utilizan expresiones adecuadas categorías usadas, y de García-
en castellano para población Cueto, Muñiz y Lozano (2003)
española. Por estas razones se respecto al número de alternati-
decidió obtener a partir del ins- vas de respuesta de la escala,
trumento original de Warr y cola- pues 3 alternativas ofrecen la
boradores una nueva versión. máxima información por parte
Esta versión española se obtuvo del instrumento de medida, fren-
mediante traducción y retrotra- te a un número mayor o menor
ducción del instrumento de eva- de alternativas). La escala mide
luación de Afecto Positivo y de forma directa tanto la experi-
Negativo de Warr et al. (1989) y mentación de afecto positivo
comprobación de su adecua- (Afecpos, 9 ítems, rango posible
ción lingüística en castellano. El de puntuaciones= 9 a 27 pun-
ítem 15 fue traducido siguiendo tos) como negativo (Afecneg, 9
la recomendación de contenido ítems, rango posible de puntua-
de Alvarado y Vera (1996), aun- ciones= 9 a 27 puntos). Se
que también se ha modificado obtiene además un índice de
ligeramente. Contiene 18 ítems, balance afectivo (Total) que se

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D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

calcula como la diferencia entre – Cuestionario de Salud General


el afecto positivo y el afecto de Goldberg-28 (CSGG-28;
negativo (rango posible de pun- Goldberg, 1981. Versión espa-
tuaciones= -18 a 18 puntos). ñola de Masson, 1996). Este
Valores por debajo de 0 indicarí- cuestionario incluye 28 ítems
an un balance afectivo negativo, agrupados en 4 subescalas de
y por encima un balance afecti- estado físico (Estfís), ansiedad
vo positivo. Las propiedades (Ansied), funcionamiento coti-
psicométricas de la escala de diano (Funccotid) y depresión
Warr et al. han sido establecidas (Depres) para los que la persona
en población no española (Alva- señala su situación actual en
rado y Vera, 1996; Warr et al., comparación con las últimas
1983), y de forma preliminar en semanas marcando una de 4
población española (Martínez, alternativas, desde encontrarse
2004), de forma que en este mejor de lo habitual (3 puntos)
estudio se complementa amplia- hasta peor de lo habitual (0
mente dicha información. puntos). Así pues, se obtienen 4
puntuaciones parciales y una
– Escala de Competencia Perso- total (Total) que es la suma de
nal (ECP; Wallston, 1992. Ver- las parciales, todas ellas indica-
sión española de Fernández, dores positivos del nivel de
Álvarez, Blasco, Doval y Sanz, salud de la persona. Sus pro-
1998). Contiene 8 ítems para los piedades psicométricas han
que los participantes deben res- sido ampliamente establecidas
ponder su grado de acuerdo tanto en población no española
con cada enunciado en una como española (Godoy-Izquier-
escala tipo Likert con 6 alterna- do, Godoy, López-Torrecillas y
tivas de respuesta (1= “Total- Sánchez-Barrera, 2004). El coe-
mente en desacuerdo” a 6= ficiente alfa de Cronbach para la
“Totalmente de acuerdo”). La escala completa obtenido en
escala mide de forma directa la este estudio ha sido de 0.90,
percepción de competencia siendo de 0.80, 0.86, 0.72 y
personal a través de una pun- 0.83 para sus subescalas de
tuación total (Total) resultado de estado físico, ansiedad, funcio-
la suma de las respuestas de la namiento cotidiano y depresión
persona. Sus propiedades psi- respectivamente.
cométricas han sido amplia-
mente establecidas tanto en – Escala de Satisfacción Vital
población no española como (ESV; Diener, Emmons, Larsen y
española (Fernández et al., Griffin, 1985; Pavot y Diener,
1998). El coeficiente alfa de 1993. Versión española de
Cronbach para la escala com- Atienza, Pons, Balaguer y Gar-
pleta obtenido en este estudio cía-Mérita, 2000). Este autoin-
ha sido de 0.80. forme evalúa a través de 5
ítems el grado en que la perso-

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La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

na se muestra satisfecha con su RESULTADOS


vida en general (Total). Para ello,
señala su grado de acuerdo con Para la realización de los diversos
los 5 enunciados en una escala análisis que se presentan en este
tipo Likert con 7 alternativas de apartado, el procedimiento ha
respuesta (1= “Totalmente en incluido siempre análisis prelimina-
descuerdo” a 7= “Totalmente de res y exploratorios de los datos
acuerdo”). Sus propiedades psi- introducidos con el fin de detectar (y
cométricas han sido amplia- en su caso corregir) posibles errores
mente establecidas tanto en en la introducción de los datos,
población no española como datos perdidos o ausentes, datos
española (Atienza et al., 2000). extremos o outliers, así como com-
El coeficiente alfa de Cronbach probar supuestos paramétricos.
para la escala completa obteni- Dichos análisis han permitido garan-
do en este estudio ha sido de tizar la exactitud de los datos intro-
0.89. ducidos, realizar una primera explo-
ración de los mismos y tomar deci-
siones sobre las pruebas estadísti-
Procedimiento cas a aplicar. Las pruebas de nor-
malidad de la distribución de las
Todos los participantes completa- puntuaciones (Kolmogorov-Smir-
ron las medidas en una única admi- nov) y de homogeneidad de las
nistración. Los cuestionarios fueron varianzas (Levene), ambas no signi-
proporcionados junto con una hoja ficativas, indicaron que las puntua-
de información sobre variables ciones cumplen ambos criterios.
sociodemográficas y clínicas (enfer- Ello ha señalado, junto con el tama-
medad, estrés vital), se solicitó a los ño muestral, la idoneidad de la utili-
participantes que leyeran atenta- zación de pruebas paramétricas en
mente la hoja de instrucciones gene- los análisis. Para la significación
rales presentadas en la primera estadística de las pruebas realiza-
página del cuadernillo y también las das, el nivel de significación se ha
instrucciones específicas para cada fijado en p< 0.05 (bilateral en todos
cuestionario antes de comenzar, y los análisis).
las mismas instrucciones fueron
repetidas verbalmente. También se Ninguna de las puntuaciones de
les pidió que contestaran a todas las la EBA (Balance Afectivo, Afecto
preguntas y que lo hicieran lo más positivo y Afecto negativo) mostró
sincera y honestamente posible. una asociación significativa con la
edad de los participantes. De
Se informó a los participantes hecho, las únicas variables que se
asimismo sobre las características y mostraron asociadas a la edad fue-
objetivos del estudio. Los que deci- ron las puntuaciones en la subesca-
dieron cumplimentar voluntariamen- la de funcionamiento cotidiano del
te los cuestionarios firmaron un CSGG en el caso de la muestra
consentimiento antes de comenzar. completa (r= -0.162, p< 0.05), las

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D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

puntuaciones en la subescala de Las correlaciones de cada ítem


estado físico (r= -0.224, p< 0.05), con la puntuación en su subescala
ansiedad (r= -0.307, p< 0.01), fun- correspondiente son de moderadas
cionamiento cotidiano (r= -0.331, p< a elevadas, con valores de r entre
0.01) y puntuación total del CSGG 0.34 y 0.73, aunque en el caso de un
(r= -0.324, p< 0.01) en los hombres, ítem de la subescala de afecto
y las puntuaciones en la subescala negativo el valor obtenido es más
de depresión del CSGG en el caso bajo (ítem 11, r= 0.13) (ver tabla 1).
de las mujeres (r= 0.229, p< 0.05). Además de este ítem, otros, en con-
creto los ítems 5 y 7 pertenecientes
A continuación se presentan los a la subescala de afecto positivo, e
resultados sobre las características ítems 1 y 17 pertenecientes a la de
psicométricas de fiabilidad, validez afecto negativo, han mostrado los
de constructo-factorial, grado de menores niveles, entre 0.34 y 0.37,
relación entre el afecto positivo y el si bien en estos casos el valor de la
afecto negativo utilizando un mode- asociación es aceptable. Por otra
lo de ecuaciones estructurales y parte, como puede comprobarse, la
validez de constructo-convergente eliminación de cualquiera de los
de la EBA. ítems supondría un descenso consi-
derable de la consistencia interna de
las subescalas (a excepción de los
Fiabilidad de la EBA casos de los ítems 11, cuya elimina-
ción incrementaría el valor de alfa
El análisis de la consistencia in- para la subescala de afecto negativo
terna de la EBA arrojó un valor de hasta 0.77, y, en menor medida, 5 y
alfa de Cronbach de 0.47 para la 7, cuya desaparición mantendría el
escala completa. Dado que se ha valor de alfa para la subescala de
propuesto estudiar los componen- afecto positivo en 0.82). Las correla-
tes de afecto positivo y negativo de ciones entre los ítems son de bajas
forma separada (Bradburn, 1969; a moderadas, con valores de hasta
Warr et al., 1983), se dividió la esca- 0.67. En muchos casos las correla-
la en sus subescalas de afecto posi- ciones son nulas o muy bajas y no
tivo y de afecto negativo, obtenién- significativas.
dose valores de alfa de 0.82 y 0.75
respectivamente. Estos resultados Como puede observarse en la
señalan la elevada fiabilidad (con- tabla 1, los participantes han pun-
sistencia interna) de las subescalas tuado más alto en todos los ítems
componentes de la EBA. La tabla 1 de afecto positivo en comparación
presenta los resultados sobre las con los de afecto negativo. Las
subescalas de la EBA, mostrando desviaciones típicas de los ítems
tanto los resultados descriptivos son muy elevadas, mostrando los
obtenidos para cada ítem como la ítems una adecuada capacidad dis-
correlación del ítem con el total criminativa, esto es, una elevada
(subescala) y el valor de alfa si el sensibilidad a la variabilidad en la
ítem se elimina. respuesta.

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 167


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

Tabla 1. Resultados para los ítems de las subescalas de la EBA

Finalmente, se realizó un análisis nante: 0.004; prueba de adecua-


de las asociaciones entre la puntua- ción muestral de Kaiser-Meyer-
ción total y las puntuaciones parcia- Olkin= 0.868; prueba de esfericidad
les en las subescalas, siendo éstas de Bartlett: p= 0.000). Se obtuvie-
muy elevadas, ligeramente más ron varias soluciones factoriales
bajas para la subescala de afecto utilizando diferentes procedimien-
positivo (r= 0.88) que para el com- tos de extracción de factores y de
ponente de afecto negativo (r= -0.83) rotación (varimax y oblimin) en
(p< 0.001). La asociación entre las varios análisis exploratorios. Los
puntuaciones totales de las dos resultados indicaron que la solu-
subescalas utilizando el coeficiente ción más coherente era la obtenida
de correlación de Pearson obtuvo forzando a 2 factores con procedi-
un valor de r= -0.47 (p< 0.001). miento de extracción mediante
análisis de Componentes Principa-
les con rotación varimax, dado que
Validez de constructo factorial los componentes no se mostraron
de la EBA como relacionados (-0.27). Se con-
sideraron en este análisis los crite-
Los criterios para la realización rios usuales de extracción de fac-
del análisis factorial permitieron tores (raíz latente de Kaiser o auto-
confirmar que dicho análisis podía valores > 1 y contraste de caída en
realizarse con garantías (determi- gráfico de sedimentación o scree

168 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

test de Cattell). Los criterios de presentar un peso de similar mag-


inclusión de los ítems en cada fac- nitud o superior en el otro factor. La
tor fueron a) mostrar un peso facto- tabla 2 muestra los resultados de
rial ? 0.30 en algún factor y b) no dicho análisis.
Tabla 2. Resultados del EFA con extracción mediante Componentes
Principales con rotación varimax: Factores, valores propios, porcentaje
de varianza explicada y porcentaje acumulado de varianza explicada

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 169


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

El modelo resultante muestra dos dos utilizando la escala EBA. Para


factores, el primero, con mayor capa- ello se ha utilizado toda la muestra.
cidad explicativa de la varianza de los Se calculó la correlación no atenua-
datos, que incluye todos los ítems de da entre ambas dimensiones. A
afecto positivo, por lo que lo podría- continuación se sometió a prueba la
mos denominar de afecto positivo, y hipótesis de que la correlación entre
el segundo, que incluye todos los ambos factores fuese -1 y, poste-
ítems de afecto negativo, y que por riormente, 0. El MEE es un modelo
ello podría denominarse de afecto de medida con dos dimensiones
negativo. Ambos factores explican el correlacionadas: η1, medida con los
40% de las puntuaciones en balance ítems 3, 5, 7, 9, 12, 13, 15, 16 y 18,
afectivo. Como puede comprobarse, correspondiendo a afecto positivo, y
los ítems 1, 5, 7, 11 y 17 han mostra- η2, medida con los ítems 1, 2, 4, 6,
do un adecuado comportamiento en 8, 10, 11, 14 y 17 , correspondiendo
este análisis, si bien el ítem 11 mues- a afecto negativo. El MEE utilizado
tra un peso relativo bastante inferior ha sido desarrollado por Jöreskog
al de sus compañeros. (1971) y el ajuste del modelo fue
comprobado en tres pasos.

Grado de relación entre el afecto Primero, los datos fueron ajusta-


positivo y el afecto negativo dos a la matriz de covarianzas pre-
utilizando un modelo de sentada en la Tabla 3, una vez elimi-
ecuaciones estructurales nados los ítems 5 y 11 por los resul-
tados obtenidos en los análisis ante-
Se ha aplicado un modelo de riores así como por su comporta-
ecuaciones estructurales (MEE) utili- miento en este análisis. Además, se
zando el paquete LISREL 8 para introdujo la restricción de que el
estudiar la relación entre el afecto error de la varianza del ítem 13 no
positivo y el afecto negativo evalua- fuese negativo. Con estas modifica-
Tabla 3. Matriz de covarianzas

170 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

ciones se consiguió que la matriz definida como la unidad negativa y


Theta-Delta fuera definida positiva. se calculó el ajuste del modelo. El
En este primer paso, la correlación valor de χ2 de Satorra-Bentler fue
no atenuada entre ambas dimensio- de 508.39, gl= 105, p= 0.000
nes se estimó en -0.84. Los resulta- (RMSEA= 0.133), lo que señala que
dos se presentan en la Figura 1. En cuando la correlación no atenuada
el modelo obtenido, el valor de los entre las dos dimensiones es forza-
coeficientes estandarizados obteni- da a la unidad, el ajuste del modelo
dos va de 0.44 a 1.00 para la dimen- es peor. Como consecuencia, la
sión de afecto positivo y de 0.50 a hipótesis de que la correlación entre
.094 para la dimensión de afecto afecto positivo y afecto negativo es
negativo. En este modelo, χ 2 de la unidad fue rechazada.
Satorra-Bentler= 171.06, gl= 104, p=
0.000 (RMSEA= 0.054). Por tanto, En el tercer paso, la correlación
tanto el valor de χ2/gl (1.64, inferior entre las dos dimensiones fue defi-
a 3), como el del RMSEA (inferior nida como nula. El ajuste del mode-
a 0.08) pueden ser considerados lo fue peor en este caso (χ2 de Sato-
como adecuados para un buen ajus- rra-Bentler= 1629.22, gl= 106, p=
te del modelo (Kline, 1998). 0.000; RMSEA= 0.257), lo que seña-
la que cuando la correlación no ate-
En el segundo paso, la correla- nuada entre las dos dimensiones es
ción entre las dos dimensiones fue forzada a 0, el ajuste del modelo es

Figura 1. Estimación de los parámetros estandarizados del MEE

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 171


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

todavía peor. Como consecuencia, asociación directa con la escala de


la hipótesis de que la correlación competencia personal general, con
entre afecto positivo y afecto nega- los indicadores subjetivos de salud y
tivo es nula también fue rechazada. bienestar emocional, especialmente
con la subescala de depresión
Como puede comprobarse (ver (ausencia de síntomas depresivos), y
Figura 1), en el modelo no forzado con la satisfacción vital. La puntua-
obtenido, los ítems que mejor miden ción en afecto positivo se asocia
la dimensión de afecto positivo fue- más robustamente con las puntua-
ron los número 13 y 12, mientras que ciones en competencia personal,
el peor fue el número 7. En el caso funcionamiento cotidiano y satisfac-
de la dimensión de afecto negativo, ción vital, mientras que la puntuación
los ítems que mejor miden la dimen- en la subescala de afecto negativo
sión fueron los número 8 y 2, mien- muestra una fuerte asociación inver-
tras que el peor fue el número 10. sa de mayor magnitud con los indi-
cadores subjetivos de salud y bien-
estar emocional, mayor en el caso
Validez de constructo de la subescala de depresión.
convergente
La tabla 4 ofrece también el valor
El principal objetivo de esta parte de las asociaciones entre todas las
del estudio fue establecer la validez medidas para hombres y mujeres
de constructo de la EBA a través del (los resultados descriptivos obteni-
estudio de su validez convergente dos con las distintas escalas pue-
con otros constructos teóricamente den consultarse en Godoy-Izquier-
relacionados con el balance afecti- do, Martínez y Godoy, en prensa, o
vo, en concreto una medida de pueden solicitarse a la primera auto-
competencia personal inespecífica ra de este trabajo). En ambos
o global, diferentes indicadores de casos, las asociaciones entre las
salud física y mental y una medida puntuaciones totales en la escala y
de satisfacción vital. el resto de medidas son similares a
Las asociaciones significativas las indicadas arriba. Sin embargo,
entre la EBA y sus dos dimensiones para los hombres las mayores aso-
de afecto positivo y afecto negativo y ciaciones se obtienen para la com-
el resto de medidas empleadas en el petencia personal y la subescala de
estudio son de bajas (r= 0.25 en depresión de la medida subjetiva de
valor absoluto) a moderadas (r= 0.64 salud, mientras que en el caso de
en valor absoluto) (ver tabla 4), seña- las mujeres las mayores asociacio-
lando una relación directa o inversa nes se obtienen para la satisfacción
modesta o moderada con los cons- vital. Los resultados también mues-
tructos teóricamente relacionados tran que para los hombres existen
con el balance afectivo, pero todas correlaciones más fuertes entre las
en la línea de lo esperado. Como puntuaciones de afecto positivo y la
puede comprobarse, la puntuación medida de competencia personal,
total en la EBA muestra una elevada así como entre las puntuaciones en

172 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

Tabla 4. Asociaciones entre la EBA y sus dimensiones de afecto


positivo y afecto negativo y los demás constructos evaluados en el grupo
completo, hombres y mujeres

afecto negativo y todos los indica- do establecer las propiedades psi-


dores de salud, en especial depre- cométricas de la versión española
sión, y satisfacción vital, mientras de la escala para la medida del
que en las mujeres las mayores afecto positivo y negativo EBA.
correlaciones aparecen entre las Aunque la EBA ha sido estudiada
puntuaciones de afecto positivo y por otros investigadores en su ver-
satisfacción vital, competencia per- sión original (Escala de Afecto Posi-
sonal y funcionamiento cotidiano, y tivo y Negativo; Warr et al., 1983) y
tienden a ser menores entre las en adaptaciones en español (Alvara-
puntuaciones en afecto negativo y do y Vera, 1996), sin embargo la
los indicadores de salud. versión española no había sido
estudiada en población adulta
general normal (sana) española
DISCUSIÓN salvo de forma preliminar (Martínez,
2004). Este estudio, además, ha uti-
El objetivo de este estudio ha si- lizado una muestra con gran hetero-

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 173


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

geneidad en sus características claramente insuficiente (alfa= 0.47).


sociodemográficas. Por otra parte, Estos resultados señalan que, aun
se ha utilizado una traducción del tratando el instrumento como una
instrumento de Warr et al. (1983) medida del balance afectivo, sus
que tiene en cuenta algunas suge- propiedades deben ser estudiadas
rencias incluidas en la medida de por separado para cada una de las
Alvarado y Vera (1996) pero que, dimensiones que evalúa la escala.
creemos, es más apropiada en con- Una cuestión importante en el ámbi-
tenido y forma de obtención de las to de la evaluación psicológica es la
puntuaciones que esta última ver- consideración de los constructos
sión de la escala de Warr et al. con los que trabajamos como enti-
(1983) (Alvarado y Vera, además de dades diferentes e independientes y
modificar ligeramente el contenido su evaluación como conceptos
de la escala, dividen el afecto positi- separados, o como constructos
vo entre el afecto negativo para diferentes pero altamente interrela-
obtener el balance afectivo, pero cionados y así unitarios, y su eva-
esta forma de proceder trae consigo luación conjunta. En el caso de la
importantes problemas empíricos afectividad, ésta ha sido considera-
con las puntuaciones). da tanto como una variable unitaria
en un continuo en cuyos extremos
Los resultados en cuanto a la fia- se encontraría la experimentación
bilidad de la EBA han mostrado que de afecto positivo y negativo, como
las dos subescalas de la misma tie- una variable compuesta por dos
nen una adecuada consistencia dimensiones independientes, el
interna (alfa= 0.82 para el compo- afecto positivo y el afecto negativo,
nente de afecto positivo y alfa= 0.75 aunque relativamente relacionados.
para el componente de afecto nega- En este marco, los resultados de
tivo). Estos resultados mejoran este estudio han arrojado cierta luz
notablemente los encontrados por sobre cómo deben considerarse las
Warr et al. (1983) en una muestra de dimensiones de afecto positivo y
330 estudiantes universitarios, quie- negativo dentro del constructo com-
nes hallaron un valor de alfa para la plejo superior de balance afectivo.
dimensión de afecto positivo de
0.66 y para la de afecto negativo de Algunos autores han sugerido
0.64. También se encuentran en la que las emociones positivas y nega-
línea de los hallados por Alvarado y tivas poseen un carácter indepen-
Vera (1996) con una muestra de 357 diente y deben ser medidas en con-
trabajadores de servicios de salud sonancia (Bradburn, 1969; Bradburn
de Santiago de Chile, quienes y Capplovitz, 1965; Bryant y Veroff,
encontraron valores de alfa de 0.78 1982; Diener y Emmons, 1985; Wat-
y 0.82 para ambos componentes son y Clark, 1984; Watson, Clark y
respectivamente. Tellegen, 1988; Warr et al., 1983;
Zevon y Tellegen, 1982). En este
Sin embargo, la consistencia marco, el afecto positivo y el afecto
interna de la escala completa fue negativo han sido considerados

174 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

como dos factores o constructos dos por Keyes (2005) sobre salud
claramente diferenciados (bidimen- mental. Este autor encontró que las
sionalidad), cada uno con sus posi- dimensiones de salud mental (bien-
bles valores de intensidad y fre- estar) y enfermedad mental (psico-
cuencia, que podrían darse simultá- patología) eran diferentes construc-
neamente en un momento determi- tos unipolares relacionados con
nado o a lo largo del tiempo. Esto diferentes efectos sobre el funciona-
significa que una persona podría miento y el bienestar individual. Por
experimentar un alto grado de afec- otro lado, parece existir cierta cova-
to positivo, o un alto grado de afec- riación entre la experimentación de
to negativo, o ambos a la vez. En emociones positivas y negativas
apoyo a esta idea, algunos autores tanto en su frecuencia (Diener y
han encontrado que las medidas de Emmons, 1985; Watson y Clark,
afecto positivo y negativo no corre- 1984) como en su intensidad (Die-
lacionan entre sí de forma robusta ner, Colvin, Sandvik y Allman, 1991;
(p.e. Warr et al., 1983, encontraron Diener et al., 1999; Diener, Larsen,
una asociación de -0.01 entre las Levine y Emmons, 1985; Fujita, Die-
medidas de afecto positivo y negati- ner y Sandvik, 1991; Larsen y Die-
vo en su estudio cuando se consi- ner, 1987; Watson, Clark y Tellegen,
deraron las respuestas en formato 1988). Parece, pues, que las perso-
Sí/No), aunque sí con una medida nas muestran cierta consistencia en
global de BS (Beiser, 1974; Brad- su forma de experimentar tanto las
burn, 1969; Harding, Phillips y emociones negativas como positi-
Fogarty, 1986; Kammann, Farry y vas.
Herbison, 1984; Morikawi, 1974) u
otros constructos superiores (p.e. Sin embargo, parece evidente
Tellegen, Watson y Clark, 1999; que surjan dudas y críticas ante
Watson, Clark y Tellegen, 1988; esta postura, ya que es lógico pen-
Watson, Wiese, Vaidya y Tellegen, sar, al menos intuitivamente, que la
1999). En apoyo a la noción de la experimentación de un tipo de emo-
independencia entre los dos tipos ciones suponga la no experimenta-
de afecto, se ha encontrado de ción de afectos de naturaleza con-
forma consistente que ambos tipos traria (Costa y McCrae, 1980). Esto
de afecto muestran asociaciones significaría que una persona puede
con variables diferentes en cada experimentar un alto grado de emo-
caso, como la extraversión, el neu- ción positiva, o un alto grado de
roticismo o la sintomatología afecti- emoción negativa, o niveles no muy
va (Bradburn, 1969; Diener, 1984, altos de ambas, pero no un alto
1994; Diener y Emmons, 1985; Die- grado de ambas simultáneamente.
ner et al., 1999; Kim y Mueller, Esta visión de la afectividad supone
2001; Watson y Clark, 1984; Wat- entender el afecto positivo y negati-
son, Clark y Tellegen, 1988; Watson, vo como los dos polos de un mismo
Clark y Carey, 1988; Warr et al., factor (unidimensionalidad). De
1983). Por otra parte, estos resulta- hecho, las personas raramente
dos son compatibles con los halla- experimentamos un fuerte afecto

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 175


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

positivo o negativo al mismo tiem- EBA, otros autores han confirmado


po, lo que sugiere que ambos varían esta relación inversa entre ambos
de manera inversa en términos de tipos de afecto, aunque han obteni-
frecuencia e intensidad. Así, se ha do valores más moderados de alre-
encontrado que la correlación entre dedor de -0.4 (p.e. Benin, Stock y
afecto positivo y negativo es nula o Okun, 1988; Kim y Mueller, 2001).
muy reducida cuando se utilizan for-
matos de respuesta tipo Sí/No pero Por otra parte, también se ha pro-
se muestra como más robusta y puesto que esto puede ser cierto
negativa si se utilizan formatos de para momentos concretos del tiem-
respuesta tipo Likert, los cuales po, en los que los dos tipos de afec-
darían cuenta de la frecuencia de to, muy fluctuantes, no serían inde-
ocurrencia o de la intensidad de los pendientes el uno del otro en térmi-
distintos afectos. Por ejemplo, Warr nos de frecuencia de ocurrencia y
et al. (1983) encontraron que la aso- de intensidad, sino que estarían
ciación entre las dos dimensiones inversamente asociados: Cuanto
ascendía a -0.54 cuando se consi- más (en intensidad y frecuencia)
deraban las respuestas en formato afecto positivo siente una persona,
Likert de un grupo diferente com- menos afecto negativo experimenta.
puesto por 140 estudiantes. Por su Sin embargo, los dos tipos de afec-
parte, Brenner (1975) encontró que to sí podrían ser más independien-
el valor de la asociación entre tes para períodos de tiempo de
ambos tipos de afectividad era de - semanas o más largos. De hecho se
0.62, y mayor cuando se controlaba ha encontrado que la asociación
la frecuencia de ocurrencia de los entre ambas medidas es negativa y
distintos afectos. Kammann y sus fuerte si se considera un momento
colaboradores (Kammann, Christie, concreto y se evalúa la frecuencia o
Irvin y Dixon, 1979; Kammann et al., intensidad de los afectos experi-
1984) encontraron un asociación de mentados, pero el tamaño de la
-0.58 entre ambos componentes relación disminuye cuando son con-
utilizando otras medidas de bienes- siderados intervalos de tiempo más
tar y felicidad. Sin embargo, estos prolongados (p.e. un año), apare-
resultados provienen de análisis ciendo en estos casos como facto-
correlacionales básicamente. Con- res independientes (Bryant y Veroff,
trolando el error de medida y utili- 1982; Diener y Emmons, 1985;
zando modelos de ecuaciones Zevon y Tellegen, 1982). El valor de
estructurales, los resultados apoyan la correlación entre ambos disminui-
claramente una asociación inversa ría por el efecto conjunto de la fre-
robusta entre el afecto positivo y el cuencia y la intensidad (Diener, Lar-
afecto negativo. Así, Green, Gold- sen, et al., 1985). La relación positi-
man y Salovey (1993) encontraron va en términos de intensidad (se
que el valor de dicha asociación puede experimentar intensas emo-
ascendía a valores entre -0.85 y ciones a lo largo del tiempo) cance-
-0.92. Utilizando la escala de Brad- laría la relación inversa en términos
burn, de la que se deriva en parte la de frecuencia (durante un intervalo

176 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

de tiempo se experimentarán más negativo (r= -0.47, p< 0.001), similar,


emociones de un tipo que de otro). por otra parte, al encontrado por
Diener, Larsen et al. (1985) encon- Alvarado y Vera (1996) (r= -0.43),
traron que la intensidad del afecto parecen indicar que se trata de dos
correlacionaba positivamente en un conceptos diferentes aunque mode-
valor en torno a 0.70, lo cual está en radamente -negativamente- relacio-
consonancia con lo encontrado por nados. Un objetivo complementario
otros autores (p.e. Larsen, 1983). En de este estudio fue explorar la posi-
estas condiciones, cuando la inten- ble dependencia-independencia
sidad se extrae de la relación entre entre las dimensiones de afecto
los dos tipos de afecto, la asocia- positivo y afecto negativo utilizando
ción entre ellos se vuelve altamente un modelo de ecuaciones estructu-
negativa (Diener, 1984; Diener, Lar- rales. A nuestro conocimiento, es la
sen et al., 1985). Esto explicaría por primera vez que se realiza este tipo
qué algunos autores como Brenner, de análisis en el caso concreto de la
Kammann o Warr, aún incluyendo escala de balance afectivo utilizada
períodos de tiempo más largos de 1 en cualquiera de sus versiones (ori-
día, no encontraron la independen- ginal, versiones traducidas o versio-
cia esperada entre los dos compo- nes revisadas). Sin embargo, esta
nentes del afecto, pues en los ins- cuestión sí se ha explorado utilizan-
trumentos de medida por ellos utili- do Análisis Factorial Confirmatorio
zados sólo se consideraba la fre- en el caso concreto de la escala de
cuencia (y no la intensidad también) Bradburn. Benin et al. (1988) some-
del afecto. Así pues, siguiendo a tieron a prueba la ortogonalidad de
Myers y Diener (1995), cuando se las dos dimensiones defendida por
habla de BS como un estado man- el propio Bradburn utilizando mode-
tenido en un período de tiempo los correlacionados y no correlacio-
largo, el afecto positivo y el afecto nados con grupos de personas dis-
negativo no parecen ser los extre- tinta edad entre 20 a 96 años. Los
mos de un único constructo bipolar, autores encontraron que ambas
sino dos dimensiones relativamente dimensiones estaban inversamente
independientes. En este sentido, el relacionadas, con valores de asocia-
afecto positivo no sería la ausencia ción entre -0.3 y -0.5 (ajustes de
de afecto negativo, ni al contrario. El modelos χ 2 /gl de 2.75 a 2.87, p<
balance afectivo positivo en este 0.001), ajustándose el modelo de
contexto reflejaría tanto la experi- relación mejor a los datos que el
mentación frecuente de afecto posi- modelo de independencia. Estos
tivo como la experimentación infre- autores concluyen que el afecto
cuente de afecto negativo (Diener y positivo y el afecto negativo no son
Larsen, 1993). independientes sino componentes
moderadamente relacionados. Por
Los resultados de nuestro estudio su parte, Kim y Mueller (2001), con
sobre la asociación entre las pun- adultos de 50 a 90 años, sometieron
tuaciones totales obtenidas en las a prueba tres posibles modelos
subescalas de afecto positivo y (correlación, independencia y mode-

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 177


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

lo de un único factor, balance afecti- emocional pueden explicar por qué


vo) y encontraron que el modelo la relación entre ambos no es aún
con mejor ajuste también era el de más potente, aunque también pue-
la correlación, obteniendo un valor den deberse al tipo de respuesta o
de la misma de -0.37. Estos autores al período de tiempo considerado.
concluyen que la escala de Brad- Teniendo en cuenta el formato de
burn mide dos constructos diferen- respuesta (tipo Likert) así como el
tes pero moderadamente relaciona- período evaluado (1 semana), nues-
dos. Sin embargo, es necesario tros resultados confirman la mode-
recordar que en esta escala se utili- rada a fuerte asociación entre los
za un formato de respuesta dicotó- dos tipos de afecto que se ha seña-
mica “Sí/No” y se pregunta a las lado en la literatura para formatos
personas por su estado emocional de respuesta no dicotómicos y perí-
durante las últimas semanas, lo cual odos cortos de tiempo, aunque no
podría, tal y como hemos presenta- nos permiten conocer si se mostra-
do antes, disminuir el valor real de la rían independientes con períodos
asociación entre afecto positivo y más prolongados de tiempo. Sin
afecto negativo. embargo, las asociaciones entre la
puntuación total y las parciales en
En nuestro estudio, cuando la las subescalas han sido muy eleva-
correlación no atenuada entre das tanto para la subescala de afec-
ambas dimensiones, cada una to positivo (r= 0.88) como para el
medida utilizando los ítems corres- componente de afecto negativo (r=
pondientes a cada dimensión exclu- -0.83) (p< 0.001), apoyando lo seña-
yendo los número 5 y 11 por los lado por otros autores (Beiser, 1974;
resultados psicométricos obtenidos, Bradburn, 1969; Harding et al.,
es forzada a -1 o a 0, el ajuste del 1986; Morikawi, 1974), de forma
modelo es peor que en el modelo que podemos decir que muestran
no forzado. La hipótesis de que la una asociación importante con la
correlación entre ambas dimensio- valoración general de la afectividad
nes es la unidad fue rechazada, al experimentada. Los resultados
igual que la hipótesis de que la encontrados nos permiten confirmar
correlación era nula. El valor de la necesidad de evaluar ambos fac-
correlación obtenido, -0.84, señala tores de forma separada para obte-
una relación inversa entre ambas ner información completa sobre el
dimensiones de elevada magnitud. espectro afectivo, en la línea de lo
Este resultado va en la línea de los señalado por Diener y sus colegas,
resultados encontrados por Green Kim y Mueller (2001) o Arthaud-Day
et al. (1993). Sin embargo, este valor et al. (2005).
también indica que otros factores
pueden estar actuando en esta rela- Respecto a los resultados obteni-
ción. A partir del contenido de los dos para los 18 ítems considerando
ítems es posible pensar que varia- su subescala (ver tabla 1), como se
bles como rasgos de personalidad o ha visto, las correlaciones de cada
habilidades de autorregulación ítem con la puntuación en su subes-

178 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

cala correspondiente son de mode- para los distintos ítems muestran la


radas a elevadas, con valores de capacidad de los mismos para dis-
hasta 0.73, aunque en el caso de un criminar a los participantes a lo
ítem de la subescala de afecto largo de la escala de respuesta,
negativo el valor obtenido es más señalando adecuadamente las dife-
bajo (ítem 11, r= 0.13). Consideran- rencias interindividuales en la medi-
do el valor de 0.30 como el valor de da del afecto.
la asociación mínima aceptable en
la correlación ítem-subtotal para Por otra parte, el modelo resul-
aceptar como válido un ítem (Muñiz, tante del análisis factorial realizado
1998), los resultados señalan la per- a la escala (ver tabla 2) muestra dos
tinencia de todos los ítems para factores, el primero, de afecto posi-
evaluar el afecto, aunque algunos tivo, con mayor capacidad explicati-
sólo superan ligeramente este valor va de la varianza de los datos, que
(ítems 1, 5, 7 y 17), a excepción del incluye todos los ítems de afecto
ítem 11 (“¿Se ha sentido tan inquie- positivo, y el segundo, de afecto
to que no podía permanecer senta- negativo, el cual incluye todos los
do en una silla?”), para el que se ítems de afecto negativo. En con-
recomienda la revisión de su formu- clusión, puede decirse que los
lación o la eliminación del mismo en resultados obtenidos reflejan una
futuros análisis. Por otra parte, la estructura adecuada del instrumen-
eliminación de cualquiera de los to en cuanto al objetivo del mismo,
ítems supondría un descenso consi- pues sus elementos se agrupan
derable de la consistencia interna apropiadamente en las dos dimen-
de las subescalas (a excepción del siones que evalúa: Afecto positivo y
caso del ítem 11, sin el que se afecto negativo. En este análisis, los
incrementaría el valor de alfa para la ítems con peores resultados en el
subescala de afecto negativo hasta análisis de la consistencia interna
0.77). de las escalas (1, 5, 7, 11 y 17) han
mostrado un adecuado comporta-
Las correlaciones entre los ítems miento, si bien el ítem 11 muestra
obtenidas, de bajas a moderadas, un peso relativo bastante inferior al
pero en muchos casos nulas o muy de sus compañeros. Ello vuelve a
bajas y no significativas, señalan señalar la necesidad de revisar la
que el contenido de los ítems hace formulación del mismo de forma
un amplio barrido por la afectividad que se consiga que sea un adecua-
positiva y negativa y que los ele- do indicador de afecto negativo. Se
mentos de la escala están evaluan- ha señalado que si los ítems de las
do contenidos diferentes, de forma escalas de balance afectivo reflejan
que parece que todos los ítems son, de forma potente el contenido de
por su contenido, relevantes para la activación, el afecto positivo y ne-
evaluación del afecto. gativo mostrarán una elevada corre-
lación (Diener, 1984; Russell, 1980;
En la misma línea, los valores ele- Russell y Carroll, 1999). Quizás lo
vados de las desviaciones típicas que está ocurriendo con el ítem 11

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 179


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

es precisamente que no es capaz MEE. Estos resultados, que a priori


de discriminar entre la activación podría ser intuitivos u obvios, confir-
fisiológica asociada a una emoción man que una pregunta sobre los
negativa o al estrés y la activación sentimientos de felicidad/infelicidad
que puede estar asociada a una es la más indicativa de ambos tipos
emoción positiva. Así, la persona de afectividad. Por otra parte, entre
podría responder positivamente al los ítems de afecto positivo destaca
ítem por haberle tocado la lotería o el ítem 5 (relacionado con la satis-
haber esperado practicar una activi- facción de tipo social) y entre los de
dad estimulante y placentera esa afecto negativo el ítem 11 (experi-
semana. Una posible propuesta mentación de ansiedad) como los
sería, dado que el ítem pretende que han mostrado el peor compor-
medir experimentación de ansiedad tamiento en cada subescala por sus
y sus síntomas de inquietud y ten- pobres propiedades psicométricas.
sión, y puesto que ningún otro ele- No hemos considerado apropiado
mento evalúa estos contenidos abogar por la eliminación del ítem 5
específicamente, que quedara for- porque es el único ítem referido al
mulado como “¿Se ha sentido usted componente social, que, como se
muy nervioso, agobiado o tenso?”. ha visto, está muy relacionado con
Por otra parte, dado que este ítem el BS y la afectividad (Emmons y
se extrajo del análisis de ecuaciones Diener, 1985; Haller y Hadler, 2006;
estructurales, no tenemos más Myers y Diener, 1995; Pavot, Diener
hallazgos sobre el mismo, de forma y Fujita, 1990; Smith, Diener y
que proponemos su revisión y pos- Wedell, 1989). Una mejora en la
terior inclusión en un análisis por redacción del ítem podría conservar
MEE para confirmar su adecuada su sentido pero mejorar sus propie-
formulación y comportamiento. dades. Así, podría quedar redactado
de la siguiente forma: “¿Se ha senti-
De acuerdo con los resultados, do contento por tener gente con la
puede concluirse que el comporta- que contar o hacer algo?”. De esta
miento general de la inmensa mayo- forma se evalúa si la persona ha
ría de los ítems es satisfactorio. tenido algún contacto social agra-
Entre los ítems de afecto positivo dable en la última semana, pues no
cabe destacar al ítem 13 (referido a es el número de amigos lo que pro-
experimentación de feicidad) y entre duce satisfacción en sí sino sobre
los de afecto negativo al ítem 8 todo el apoyo percibido recibido y la
(experimentación de infelicidad) realización de actividades sociales
como los que han mostrado el agradables con ellos (Diener, Larsen
mejor comportamiento tanto en y Emmons, 1984; Myers y Diener,
cuanto a su robusta relación con la 1995). Además, las personas se
puntuación total en la subescala adaptan a las circunstancias vitales,
correspondiente como por su eleva- de tal forma que lo cotidiano no
do peso factorial en su factor produce felicidad o satisfacción en
correspondiente, así como por su sí mismo (Diener y Suh, 1997; Suh
comportamiento en el análisis por et al., 1996). Como sucede con el

180 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

ítem 11, este ítem también se extra- sonal general, con los indicadores
jo del análisis de ecuaciones estruc- subjetivos de salud y bienestar
turales, por lo que también en este emocional y con la satisfacción vital,
caso proponemos su revisión y pos- mientras que la puntuación en la
terior inclusión en un análisis por subescala de afecto negativo mues-
MEE para confirmar su adecuada tra una mayor asociación inversa
formulación y comportamiento. con estas medidas. De esta forma,
la predominancia de afecto positivo
Con las revisiones propuestas a estaría relacionada con altas pun-
los ítems 5 y 11 se retendrían todos tuaciones en el resto de variables
los elementos de la escala, apoyan- medidas, en concreto con una ele-
do la conclusión al respecto de Warr vada competencia personal percibi-
et al. (1983), quienes la justifican da, mayores niveles de salud y
aludiendo a que así se cubre más mayor satisfacción vital. Por otra
ampliamente el rango de experien- parte, las puntuaciones afecto posi-
cias afectivas. Estos autores infor- tivo muestran una mayor asociación
man también de un peor comporta- con los niveles de competencia per-
miento de algunos ítems, aunque cibida y satisfacción vital y con los
sin presentar resultados concretos, indicadores de funcionamiento coti-
de forma que no podemos saber si diano, mientras que las puntuacio-
se trata de los mismos u otros ele- nes en afecto negativo muestran
mentos y problemas que en nuestro una asociación más robusta con los
caso. indicadores de salud física y emo-
cional, especialmente depresión. De
El estudio de las asociaciones de esta forma, parece que sentirse
la EBA con los demás constructos competente, mostrar un funciona-
teóricamente relacionados con el miento cotidiano más adaptativo o
balance afectivo incluidos en el positivo y manifestar una mayor
estudio, en concreto una medida de satisfacción con la vida se asocian a
competencia personal inespecífica la experimentación de una mayor
o global, diferentes indicadores de afectividad positiva, mientras que la
salud física y mental y una medida experimentación de una afectividad
de satisfacción vital general, ha predominantemente negativa se
mostrado que las asociaciones sig- asocia a la experimentación de pro-
nificativas entre la escala y sus dos blemas de salud. Sin embargo,
dimensiones de afecto positivo y estos resultados no nos permiten
afecto negativo y el resto de medi- hablar de causalidad o conocer la
das empleadas en el estudio son de dirección de la relación. Nuestros
bajas (r= 0.25 en valor absoluto) a resultados complementan los
moderadas (r= 0.64 en valor absolu- encontrados previamente por Warr
to) (ver tabla 4). La puntuación total et al. (1983) y Alvarado y Vera (1996)
en la EBA y la puntuación en la sobre las relaciones entre las pun-
subescala de afecto positivo mues- tuaciones en la EBA y otros cons-
tran una mayor asociación directa tructos, en concreto rasgos de per-
con la escala de competencia per- sonalidad como extraversión y neu-

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 181


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

roticismo, eventos vitales deseables entre el afecto negativo y el resto de


y no deseables/estresantes, distin- las variables, mientras que en las
tas medidas de salud mental (ansie- mujeres son más potentes las aso-
dad, depresión, etc.), apoyo social y ciaciones entre el afecto positivo y
percepción de control. En ambos el resto de las medidas. Ello parece
estudios, se encuentran correlacio- señalar que las experiencias positi-
nes de moderadas a robustas y en vas parecen tener un mayor impac-
la línea de lo esperado entre los dos to en el balance afectivo en las
componentes afectivos y estas mujeres, mientras que en el caso de
otras medidas. Todos unidos, estos los hombres parecen ser las expe-
resultados informan de la apropiada riencias negativas las que ejercen
validez de constructo convergente una mayor influencia. Estos resulta-
de la EBA. dos apoyan en cierto sentido los
encontrados por Diener, Sandvik y
Los valores de las asociaciones Larsen (1985) y por Fujita et al. (1991),
entre todas las medidas para hom- quienes hallaron que las mujeres
bres y mujeres (ver tabla 4) han experimentaban con mayor intensi-
señalado, por su parte, que para los dad las emociones positivas y, de
hombres existen mayores correla- esta forma, aún experimentando
ciones entre el balance afectivo y también en mayor medida afecto
las puntuaciones de afecto positivo negativo, equilibraban su bienestar
y las puntuaciones en las medidas afectivo con los hombres.
de competencia personal y depre-
sión, así como entre las puntuacio- Todos estos resultados parecen
nes en afecto negativo y todos los estar apoyando a su vez la idea de
indicadores de salud, en especial la existencia de dos factores, afecto
depresión, y satisfacción vital, mien- positivo y negativo, que se asociarí-
tras que en las mujeres las mayores an a distintas variables psicosocia-
correlaciones aparecen entre el les, como ya postularan Diener y
balance afectivo y las puntuaciones sus colaboradores (Diener, 1984,
de afecto positivo y las puntuacio- 1994; Diener et al., 1999; Diener y
nes en las medidas de competencia Lucas, 2000; Myers y Diener, 1995)
personal, funcionamiento cotidiano y se ha encontrado en la literatura
y satisfacción vital, así como entre consistentemente.
las puntuaciones en afecto negativo
y los indicadores de salud. Además, Algunas limitaciones de este
las correlaciones han sido mayores estudio deben ser señaladas y
para los hombres para la competen- corregidas en futuros estudios. En
cia personal y los indicadores de primer lugar, se han utilizado autoin-
bienestar emocional, mientras que formes para obtener información
en las mujeres lo han sido para la sobre diferentes aspectos del fun-
satisfacción vital y el funcionamien- cionamiento y bienestar de los parti-
to cotidiano. Por otro lado, los resul- cipantes. Algunos de estos aspec-
tados parecen señalar una asocia- tos son fenómenos subjetivos, pero
ción más potente en los hombres para otros podrían existir otro tipo

182 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2


D. Godoy-Izquierdo, A. Martínez y J. F. Godoy

de indicadores (p.e. exámenes puesto que es más fácil de respon-


médicos en el caso de indicadores der y correlaciona robustamente
de salud) que no han sido conside- con las medidas para momentos
rados. En el caso concreto del BS, más prolongados de tiempo (Diener
aunque se ha señalado que las et al., 1999; Schimmack y Oishi,
medidas de autoinforme pueden ser 2005). Aún así, como se ha presen-
consideradas como apropiadas y tado, las medidas de bienestar pue-
útiles para conocer el BS de las per- den ofrecer resultados diferentes si
sonas (Alexandrova, 2005; Diener, se evalúan períodos de tiempo más
1984, 1994; Diener et al., 1999; Die- prolongados de 1 semana, y aunque
ner y Lucas, 2000; Diener y Suh, algunos autores han encontrado
1997; Lucas, Diener y Suh, 1996; que el estado de ánimo de un
Pavot y Diener, 1993), mostrándose momento particular no ejerce un
los resultados estables entre medi- impacto significativo en la valora-
das de distinto tipo y entre situacio- ción global de bienestar de la per-
nes, momentos o incluso contextos sona (p.e. Diener, Sandvik, et al.,
culturales (Diener, 1994, 2000) o 1991; Eid y Diener, 2004; Kammann,
incluso no viéndose afectadas por 1983; Seidlitz y Diener, 1993), otros
fenómenos de deseabilidad social estudios sí han encontrado tal
(Diener, Sandvik, Pavot y Gallagher, influencia de factores emocionales y
1991), y correlacionando sus resul- situacionales (p.e. Brickman, Coates
tados con otro tipo de medidas del y Jannoff-Bulman, 1978; Headey y
BS (Sandvik, Diener y Seidlitz, 1993; Wearing, 1989; Schwarz y Clore,
Seidlitz y Diener, 1993), y siendo 1983; Schwarz y Strack, 1991; Suh
incluso superiores como medidas et al., 1996; Yardley y Rice, 1991).
del bienestar a otras medidas de
indicadores objetivos (Diener y Suh, Por otra parte, hay una represen-
1997), lo cierto es que éstos son tación mayor de la población adulta
aspectos que deben tenerse en más joven y femenina, y los resulta-
cuenta a la hora de utilizar e inter- dos encontrados deben ser confir-
pretar estas medidas. No obstante, mados en futuros estudios con
también hay que considerar que las muestras de mayor edad y con
personas se encuentran en una mayor número de hombres.
posición privilegiada para informar
sobre sus propias vivencias, de Finalmente, el nivel educativo,
forma que este tipo de medidas socioeconómico, el nivel de estrés,
pueden ser particularmente apropia- las condiciones de la vida, las varia-
das en este campo (Diener y Suh, bles de personalidad y el estado de
1997). salud no han sido considerados
completamente, y éstas son condi-
Por otra parte, se ha propuesto ciones que pueden ejercer un
que la medida del BS durante perío- impacto importante no sólo sobre
dos de tiempo breves o momentos nuestros juicios subjetivos sino tam-
puntuales es más apropiada y exac- bién sobre algunos de los indicado-
ta que el uso de una medida global, res utilizados en el estudio.

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 183


La «Escala de Balance Afectivo». Propiedades psicométricas de un instrumento para la medida del afecto positivo...

Anexo 1. La Escala de Balance Afectivo

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