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PORTUGUÉS ANTIGUO SANDEU, CASTELLANO ANTIGUO

SANDIO ‘LOCO’: UNA SUGERENCIA ETIMOLÓGICA NUEVA

La discusión en torno al origen del gall.-port. ant. sandeu ‘loco’ se halla [p. 955]
hoy en el mismo “callejón sin salida” descrito hace tiempo por J. Coromi-
nas (DCE, s.v. sandío). Como punto de partida la palabra castellana sandía
‘melon de agua’ sólo tiene en su favor la homonimia con la forma feme-
nina de sandeu, o sea sandia; se trata de una conjetura antigua que apenas
merece una refutación detenida, aunque todavía cuenta con defensores
autorizados (véase Malkiel 1976:479–481). El fitónimo sandía no conviene
ni fonológica ni semánticamente, coma ya lo había demostrado Coromi-
nas en su gran diccionario. Huelga repetir aquí sus argumentos, del todo
concluyentes.1
En esta nota quisiera proponer otro étimo que explicaría mejor las dos
características de sandeu que hasta ahora han confundido a los etimólogos:
el significado original ‘loco’ y la naturaleza fonética del diptongo que re- [p. 956]

editor’s note: This article, “Portugués antiguo sandeu, castellano antiguo sandío ‘loco’:
una sugerencia etimológica nueva,” first appeared in Festschrift für Johannes Hubschmid
zum 65. Geburtstag. Beiträge zur allgemeinen, indogermanischen und romanischen Sprachwis-
senschaft, edd. Otto Winkelmann and Maria Braisch, 955–959 (Bern & Munich: Fran-
cke, 1982). We reprint it here, in a slightly revised form, with the kind permission of
Otto Winkelmann.
Me es grato recordar aquí la generosa ayuda que me proporcionó el homenajeado en
los días, ya lejanos, en que preparaba mi tesis doctoral. El profesor Hubschmid tuvo
la gran gentileza de enviarme un montón de separatas y de guiar mis primeros pasos
en el campo de la investigación léxica de los sustratos mediterráneos. También quiero
agradecerles a mis colegas de la Universidad de California, Milton Azevedo, Charles
Faulhaber, Suzanne Fleischman y Máximo Torreblanca, lo mismo que a mi buen amigo
y etimólogo experimentado Steven N. Dworkin de la Universidad de Michigan, las su-
gerencias que tuvieron a bien comunicarme despues de leer cuidadosamente un borra-
dor de este trabajo.
1. Tampoco convence el étimo defendido por Corominas, o sea la exclamación lastimera
sancte Deus ¡santo Dios!. La vocal media cerrada acentuada de sandeu excluye una pro-
cedencia directa de deus /dɛ́ ws/. Véanse las observaciones que hago al respecto en
mi artículo “Descending Diphthongs and the Regular Preterite in Hispano-Romance”
(1983).

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mata la palabra, es decir, /éw/ con vocal media cerrada acentuada. Hace
falta notar desde el principio que sandeu no rimaba con judeu ‘judío’ en el
gallego-portugués antiguo, ya que esta forma contenía un diptongo /ɛ́w/
con vocal media abierta acentuada. Sostener que sandeu (con /éw/) refleja
la analogía del conocido gentilicio (con /ɛ́w/) es cerrar los ojos ante un
obstáculo fonológico no menos definitivo par ser tan elemental.
La sugerencia que ahora ofrezco al público erudito me la inspiró un cu-
rioso sustantivo documentado en el dialecto retorrománico de Val Müstair:
/murdjów/ ‘mendigo, pordiosero’ (Schorta 1938:33). Se ha convertido en
apelativo la frase que constantemente asoma a los labios de los mendigos,
que el investigador del dialecto, A. Schorta, etimologiza así: pro-amore-deu
‘por el amor de Dios’. Alga semejante se observa en el esp. pordiosero, deri-
vado de la expresión pedigüeña por Dios.
Val Müstair /murdjów/ llegó a mi conocimiento al tiempo que estu-
diaba los descendientes de las palabras protorrománicas que original-
mente contenían el diptongo /ɛ́w/, entre las cuales se halla por supuesto
deus /dɛ́ws/ ‘Dios’. Ya había notado en hablas galorrománicas la riqueza
de juramentos que invocan el nombre de la deidad, coma, por ejemplo,
el francés media cordieu ‘cuerpo de Dios’, normando mordieu ‘muerte de
Dios’, provenzal moderno mardieu ‘madre de Dios’. La blasfemia que más
atrajo mi atención fue el fr. ant. par le sanc Dieu ‘por la sangre de Dios’
(FEW, s.vv. deus, sanguis). Ahora bien, se ve que es normal un proceso de
abreviación que reduce el juramento a lo esencial: /saŋk djéw/. Al cobrar
carácter consuetudinario la frase, se perdería hasta cierto punto la con-
ciencia de su estructura gramatical, de manera que con asimilación de la
[p. 957] consonante nasal al punto de articulación de la dental siguiente, el resul-
tado sería /sandjɛ́w/, forma que efectivamente se documenta en los dia-
lectos de Champagne (sandieu) y del Bas-Dauphiné (sandiéu). Tanto /saŋk
djéw/ como su descendiente más desarrollado /sandjéw/ constituyen una
base posible para gall.-port. ant. sandeu y sus congéneres peninsulares.
La evolución semántica del presunto préstamo galorrománico ha-
bría pasado por las etapas siguientes: (1) juramento que constantemente
oían los peninsulares en boca de cruzados y peregrinos ultrapirenaicos; 2
(2) apelativo que designaba a esos mismos forasteros; (3) generalización
como sustantivo/adjetivo más o menos sinónimo del gall.-port. louco. Al
penetrar /sandjéw/ en el gallego-portugués, habría experimentado tam-
bién una completa incorporación morfológica en la creación de la forma
femenina sandia. Aquí sí podría alegarse la analogía paradigmática de una
pareja como judeu/judia. No deja de ser significativa la introducción de un
adjetivo sandio,3 hecho que subraya el carácter originalmente sustantival
de sandeu.

2. La frecuencia del juramento se deduce de la creación del verbo (dauphinois) sandeyié


‘jurar’ (FEW, s.v. sanguis).
3. Ya documentado en el siglo xiv por R. Lorenzo (1968, s.v. sandeu).
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La adaptación fonológica de /sandjéw/ en el gallego-portugués anti-


guo no ofrece dificultades insuperables. Esa lengua apenas admitía dipton-
gos crecientes, así es que la reducción del triptongo /jéw/ a /éw/ no sor-
prende.4 Al mismo tiempo, el étimo sugerido suple la vocal media cerrada
acentuada que no explican las hipótesis etimológicas de que tengo noticia.
En cuanto al cognado castellano sandío, podría admitirse el mismo origen.
Creo haber establecido en otro lugar que el triptongo /jéw/ del castellano
preliterario, procedente del diptongo hispanorrománico /éw/ por dipton-
gación regular, se convirtió en /jów/ por efecto de una asimilación de la
vocal acentuada a la labialidad de la semivocal siguiente, y luego en /jó/ al [p. 958]
producirse la reducción regular de /ow/  /o/ (véase Craddock 1983). La
acentuación llana de sandío sería, según esto, secundaria, provocada por
la existencia de un femenino igualmente paroxítono sandía. Sin embargo,
ante la ausencia de formas oxítonas comprobadas (*/sandjó/), sería mejor
considerar sandío adaptación relativamente tardía de /sandjéw/, con seg-
mento final -ío moldeado según los muchos adjetivos así estructurados (bra-
vío, tardío, judío, etc.). Tampoco está excluido que sandío sea un préstamo
del gallego-portugués antiguo.
El origen galorrománico que acabo de proponer para sandeu todavía
carece, fuerza es confesarlo, de confirmación documental. El juramento
/saŋk djéw/ ( /sandjéw/) habría tenido que introducirse y adaptarse a
lo largo del siglo xii a más tardar, ya que sandeu y su cognado castellano
se encuentran bien arraigados en textos literarios del siglo siguiente. En
fuentes literarias francesas la frase par le sanc Dieu sólo se ha verificado
en el siglo xiv, pero se trata de un rasgo del lenguaje popular que tuvo
que existir desde los albores del idioma. Entre el juramento francés y el
adjetivo gallego-portugués el puente semántico construido arriba es en-
teramente hipotético. Un caso parcialmente paralelo se ha dado en el es-
pañol de Chile: allí la palabra coño se emplea como gentilicio festivo que
designa al español (véase Kany 1960:36). Sabido es que en España ¡coño! es
el juramento universal para todas las ocasiones. De todos modos, (par le)
sanc Dieu quizá nos permita eludir el callejón sin salida en que se han ido
a parar las conjeturas etimológicas anteriores.

Obras citadas
corominas, joan. 1954–1957. Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana.
Biblioteca románica hispánica V, Diccionarios. 4 voll. Madrid: Gredos.
craddock, jerry r. 1983. “Descending Diphthongs and the Regular Preterite
in Hispano-Romance.” Bulletin of Hispanic Studies 60:1–14. [reprinted in this
volume]

4. Son muy poco frecuentes las bases etimológicas que presenten un diptongo creciente
en la sílaba acentuada. Así y todo el caso de port. vidro  cast. vidrio  uitreu ilustra
el fenómeno aludido, o sea la eliminación de diptongos crecientes (-/jo/  -/o/).
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FEW  Französisches etymologisches Wörterbuch: eine Darstellung des galloromanischen


Sprachschatzes, ed. Walther von Wartburg. 1928—. Bonn: F. Klopp.
kany, charles e. 1960. American-Spanish Semantics. Berkeley & Los Angeles: Uni-
versity of California Press.
lorenzo, ramón. 1968. Sobre cronologia do vocabulário galego-portugues (Anotações ao
“Dicionário etimológico” de José Pedro Machado). Colección filolóxica. Vigo: Edito-
rial Galaxia.
malkiel, yakov. 1976. “From Falling to Rising Diphthongs: The Case of Old Span-
ish ió  *eu.” RPh 29:435–500.
schorta, andrea. 1938. Lautlehre der Mundart von Müstair (Münster, Kt. Graubün-
den). Mit ausblicken auf die sprachlichen Verhältnisse des inneren Münsterals. Roma-
nica helvetica, 7. Paris: Droz.

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