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Sábado – 2da Semana de Pascua.

Año Par Ciclo A (1Pe 5, 5b-14; Mc 16, 15-20)


San Marcos, evangelista, fiesta.
INVOCACION DEL ESPIRITU SANTO

✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención
de consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi
mente y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar,
sorprender, seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino
hacia la Gloria.

✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén

✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del
Padre. Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus
pequeños; hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la
intimidad de Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que
conversabas con Juan; recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce
en el Cenáculo..., lleno de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable
todavía de él y me enseñe a hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y
el resplandor de la llama (G. CANOVAI, Suscipe Domine).
“JESÚS: ENSÉÑAME A PREDICARTE EN EL MUNDO”
 «Jerusalén. Jesús se aparece a los Once en el Cenáculo»

 «Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Noticia a toda


criatura. El que crea y se bautice se salvará, y el que no se condenará».
 «Los que crean: expulsarán demonios en mi nombre, hablarán en
lenguas, agarrarán serpientes y, aunque beban veneno, no les hará
daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos se curarán».
 «Ellos salieron a predicar por todas partes y el Señor cooperaba con
ellos, confirmando la palabra con las señales que la acompañaban».

1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada Mc 16, 15

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. Aleluya.


Monición de entrada
Hoy celebramos la fiesta de san Marcos, evangelista, que primero acompañó en
Jerusalén a san Pablo en su apostolado y después siguió los pasos de san Pedro, quien lo
llamó su hijo. Es tradición que en Roma, en el siglo I, recogió en su Evangelio la
catequesis de Pedro a los romanos y que fue él quien instituyó la Iglesia de Alejandría,
en el actual Egipto.

Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado
Misa de la Fiesta: San Marcos, evangelista, fiesta. 25 de Abril 2020
• La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.

✞ ✞ ✞ Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

• Señor, vengo a encontrarme contigo en este rato de oración. Ayúdame a acallar mis
preocupaciones y pendientes, a desechar ruidos, planes, sueños, que no me dejan
escucharte. Quiero quedarme un rato contigo y prestar mucha atención a lo que me
quieres decir hoy.
• Jesús, me pongo humildemente en tu presencia. Tú eres la Palabra de Dios, Tú eres el
Camino, la Verdad y la Vida. Te pido que ilumines mi vida con tu presencia gloriosa para
que pueda participar de tu misterio pascual y así anunciarte al mundo entero.

✞ ✞ ✞ Introducción por el Celebrante.

San Marcos, Evangelista


Discípulo de San Pedro, Marcos nos describe con estilo sencillo cómo con Jesús llegó el
tiempo de arrepentimiento y salvación. Nos muestra a Jesús tanto como Hijo de Dios
como Hijo del Hombre, cuyo estilo de vida le llevó a su muerte, pero que se nos
manifestó plenamente a sí mismo en la resurrección. El discípulo tiene que seguir al
maestro.

✞ ✞ ✞ Acto penitencial

El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Puesto en tu presencia, reconozco también buen Jesús, que muchas veces soy
incoherente con el amor que te tengo. A veces me olvido de ti y te doy la espalda y
prefiero las cosas fáciles que me ofrece el mundo. Te pido perdón también por mi
indiferencia. Pero quiero decirte, que al mismo tiempo confío en tu perdón y en tu
misericordia. Me acojo a ellas y te pido que me ayudes cada día a ser mejor.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!

✞ ✞ ✞ Gloria a Dios.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias. Señor Dios, rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra
súplica. Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque
solo Tú eres Santo, solo Tú Señor, solo Tú Altísimo, Jesucristo. Con el Espíritu Santo, en
la gloria de Dios Padre.

✞ ✞ ✞ Oración Colecta:
Oh, Dios, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con la gracia de la predicación
evangélica, concédenos aprovechar de tal modo sus enseñanzas que sigamos con
fidelidad las huellas de Cristo. Él, que vive y reina contigo.
Señor Dios nuestro: Desgraciadamente, hay muchos puntos negativos en nosotros que
oscurecen tu palabra y nos impiden ser verdaderamente tú Iglesia. Te pedimos hoy:
Llámanos, como una vez llamaste a Marcos, para proclamar y vivir tu palabra.
Inspíranos por medio de tu Espíritu y enséñanos a vivir esperanzados en que tu reino
vendrá y permanecerá entre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Señor, ahora y
por los siglos de los siglos.

2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: 1 Pedro 5, 5b-14

Os saluda Marcos, mi hijo.


Queridos hermanos:
5 Sed humildes en vuestras relaciones mutuas, pues Dios resiste a los soberbios, pero
concede su favor a los humildes.
6 Así pues, humillaos bajo la poderosa mano de Dios, para que os encumbre en su
momento.
7 Confiadle todas vuestras preocupaciones, puesto que Él se preocupa de vosotros.
8 Vivid con sobriedad y estad alerta. El diablo, vuestro enemigo, ronda como león
rugiente buscando a quien devorar.
9 Enfrentaos a él con la firmeza de la fe, sabiendo que vuestros hermanos dispersos por
el mundo soportan los mismos sufrimientos.
10 Y el Dios de toda gracia, que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de
un corto sufrimiento os restablecerá, os fortalecerá, os robustecerá y os consolidará.
11 Suyo es el poder por siempre. Amén.
12 Por medio de Silvano, hermano de vuestra confianza, según tengo entendido, os he
escrito brevemente para exhortaros y aseguraros que ésta es la verdadera gracia de
Dios. Permaneced firmes en ella.
13 Os saluda la iglesia de Babilonia, a la que Dios ha elegido lo mismo que a la vuestra;
os saluda también Marcos, mi hijo.
14 Saludaos mutuamente con el beso de amor fraternal. Paz a todos vosotros, los que
vivís unidos en Cristo.
PALABRA DE DIOS. R/TE ALABAMOS, SEÑOR
www.evangelizacion.org.mx

Meditatio
Este hermoso texto de San Pedro, nos muestra la unidad que existe entre la resistencia
a los embates del enemigo y la humildad.
El demonio, desde el principio es la persona más soberbia que hay y transmite ese
veneno a todo aquel que puede. Es, por decirlo de alguna manera, su arma mortal, pues
de ahí vienen todos los demás pecados. El antídoto, es precisamente la humildad.
Es por eso que, en todos los intentos que hizo para subyugar a Cristo y a María
Santísima, se encontró siempre con el muro de su humildad. Es por ello que, si
queremos vencer los embates del Enemigo, es necesario que la humildad en nosotros
sea patente. Lo difícil del tema, es que la única forma REAL en la que podemos crecer en
la humildad es la humillación, y la verdad, es que a nadie le gusta que lo humillen y
menos que sea, en ocasiones, Dios mismo quien nos humille.
El mundo de hoy, lejos de este pensamiento, promueve entre nosotros la autosuficiencia
y la vanidad, hermanas de la soberbia. Por todos lados nos hablan de no dejarnos, de
responder a las agresiones, etc. Es por ello que, hoy en día, el Demonio tiene gran
influencia en la sociedad, pues hemos ido creando una sociedad en donde la humildad
no tiene cabida.
Deja que Dios te ayude a crecer en la santidad, permite ser, de cuando en cuando,
humillado por los demás.
Oratio
Señor, me humillo ante tu presencia, pues sólo me interesa la honra que de ti pueda
recibir; dejo en tus manos todas mis preocupaciones, pues sé que eres tú quien me
cuida. Dame una fe inconmovible, Dios mío, para resistir las acechanzas del demonio.
Por tu amor restáurame, afiánzame en ti y fortaléceme para mayor gloria tuya. Amén
Actio
Este día me esforzaré por mantener una actitud de humildad, esperando que sea Dios
mismo quien me levante en cada situación.
www.santaclaradeestella.es

• El apóstol Pedro llama a Marcos en este fragmento «mi hijo» (v. 13): a partir de esta
preciosa noticia, la tradición ha considerado que Marcos había recogido en su evangelio
la predicación del primero de los apóstoles, cuyas exhortaciones están dirigidas a los que
ejercen responsabilidades de guías y maestros en la Iglesia.
Un auténtico pastor, en primer lugar, debe estar revestido de humildad, consciente de
que no posee nada como propio, sino que todo lo ha recibido de Dios. Humildad es
verdad: esto vale para todo auténtico creyente y, con mayor razón, para quien está
revestido de autoridad.
Quien haya sabido vivir en la humildad, recibirá a su tiempo el reconocimiento por parte
de ese Dios que «resiste a los soberbios, pero concede su favor a los humildes» (v. 5;
cf. Prov 3,34).
Además de humildes, los pastores deben ser también sobrios y estar alerta. Se repiten
aquí las recomendaciones que Jesús había dirigido a sus discípulos en el discurso
escatológico {cf. Me 13,1ss). La sobriedad y la vigilancia son buenas hermanas: ambas,
juntas, pueden oponer una firme y segura resistencia -la resistencia de la fe- al enemigo
número uno: el diablo, representado aquí con el aspecto de un león rugiente y
devorador. A los pastores humildes y fieles, sobrios y vigilantes, el apóstol Pedro les
dirige la promesa: el Dios que les ha llamado a la vida nueva en Cristo, tras un breve
sufrimiento, les confirmará en la gracia y les coronará de gloria (v. 10).
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

No hay reflexión.
www.fraynelson.com

No hay reflexión.
www.caminando-con-jesus.org

San Marcos forma parte de la comunidad que está en Roma. A pesar de la persecución,
esta comunidad resiste en la fe, porque es Dios quien da la fuerza. Los cristianos de
Roma exhortan a todos los creyentes a mantenerse en la resistencia frente a los
ataques, así como velar y cuidar la vida de la comunidad.

✞ ✞ ✞ Salmo

Sal 88,2-3.6-7.16-17
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las
edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has
afianzado tu fidelidad.»
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles.
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios? ¿Quién como el Señor entre los seres
divinos?
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu
nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo.
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

✞ ✞ ✞ Aleluya

Aleluya 1 Cor 1, 23a. 24b.


R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Nosotros predicamos a Cristo crucificado, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”

✞ ✞ ✞ Lectura del Santo Evangelio según: Marcos 16,15-20

Proclamad el Evangelio a toda la creación.


En aquel tiempo, apareciéndose a los Once,
15 les dijo: -Id por todo el mundo y proclamad la Buena Noticia a toda criatura.
16 El que crea y se bautice se salvará, pero el que no crea se condenará.
17 A los que crean les acompañarán estas señales: expulsarán demonios en mi nombre,
hablarán en lenguas nuevas,
18 agarrarán serpientes con las manos y, aunque beban veneno, no les hará daño;
impondrán las manos a los enfermos y éstos se curarán.
19 Después de hablarles, el Señor Jesús fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de
Dios.
20 Ellos salieron a predicar por todas partes y el Señor cooperaba con ellos, confirmando
la palabra con las señales que la acompañaban.
PALABRA DEL SEÑOR. R/ GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.

✞ ✞ ✞ “Que por el Evangelio sean perdonados nuestros pecados veniales”

Del Papa Francisco, Ex. Ap. Evangelii gaudium 275.


Si pensamos que las cosas no van a cambiar, recordemos que Jesucristo ha triunfado
sobre el pecado y la muerte y está lleno de poder. Jesucristo verdaderamente vive. De
otro modo, «si Cristo no resucitó, nuestra predicación está vacía» (1Co 15, 14). El
Evangelio nos relata que cuando los primeros discípulos salieron a predicar, «el Señor
colaboraba con ellos y confirmaba la Palabra» (Mc 16, 20). Eso también sucede hoy. Se
nos invita a descubrirlo, a vivirlo. Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda de
nuestra esperanza, y no nos faltará su ayuda para cumplir la misión que nos
encomienda.
Escucha lo que nos dice el Padre Sebastián Correa:
El Evangelista San Marcos recoge un momento fundamental para la Iglesia de todos los
tiempos: Cristo nos envía a anunciar la Buena Noticia a toda la creación. Este mandato
del Señor va íntimamente unido con nuestra identidad de cristianos, pues no se puede
ser un seguidor de Jesucristo y renunciar a continuar su misión en el mundo. La
salvación que Dios quiere seguir obrando en todas las generaciones depende de que
hombres y mujeres nos comprometamos con este mensaje y lo hagamos llegar a todos
los rincones de la tierra. Es por eso que la “actitud apostólica” de cada uno es tan
importante, pues si no nos atrevemos a anunciar que el Señor padeció, murió y resucitó
por nosotros, ¿quién lo anunciará? Comprometámonos con el Señor y con el anuncio de
su Evangelio, Él será nuestra fuerza y nos ayudará a tener el valor y las palabras para
anunciarlo. Ciertamente tendremos dificultades, pero con el Señor junto a nosotros, ¿a
quién temeremos?

1 Contexto. La palabra se ilumina.


www.sanJeronimo.Brown,Fitzmyer,Murphy
Finales posteriores (16,9-20). La conclusión más larga, tradicionalmente designada
como Mc 16,9-20, difiere en vocabulario y estilo del resto del evangelio, no aparece en
los mejores y más antiguos manuscritos actualmente disponibles y tampoco se
encontraba en los manuscritos de tiempos patrísticos. Probablemente, se trata de un
compendio de relatos de aparición del s. 11 d.C., basados en Lc 24, con alguna
influencia de Jn 20; está formado por las apariciones a María Magdalena en 16,9-11 (cf.
Mt 28,9-10; Lc 24,10-11; Jn 20,14-18), a dos viajeros en 16,12-13 (cf. Lc 24,13-35), a
los once discípulos en 16,14-18 (cf. Lc 24,36-43; Jn 20,19-23,26-29; Mt 28,16-20), y
concluye con la ascensión de Jesús en 16,19-20 (cf. Lc 24,50-51; Hch 1,9-11) →
Canonicidad, 66:91.
La llamada conclusión más breve consiste en el informe de las mujeres hacen a Pedro y
el mandato que Jesús da a los discípulos para que predicaran el evangelio. Aquí también
el lenguaje no marcano y la débil evidencia de los manuscritos indican que este pasaje
no era el final del evangelio.
El llamado Logion Freer del Codex W que se intercala entre 16,14 y 16,15 del final más
largo es una glosa tardía que trata de suavizar la condena de los discípulos en 16,14.
Todas las terminaciones atribuidas a Marcos en la tradición manuscrita fueron añadidas
porque los escribas no consideraban que 16,1-8 fuera un final adecuado. Afirmar que
ninguno de estos finales fue escrito por Marcos no es lo mismo que probar que Marcos
terminó su evangelio en 16,8. Después de todo, puede haberse perdido un final que
contase historias de apariciones.
O también Marcos podía haber decidido no terminar su evangelio. No obstante, existen
buenas razones literarias y teológicas para mantener que el evangelio terminaba en 16,8
(J. Hug, La finale de l'evangile de Marc (Mc 16,9-20) [EBib, París 1978 1).
A. Final canónico (16,9-20). Este final, que podría datar de una fecha no anterior al
siglo 11 y estar relacionado con otras tradiciones primitivas distintas de la que sigue
Marcos, se suele dividir en cuatro secciones: a) aparición a María Magdalena (16,9-11);
b) aparición a los dos que iban de camino (16,12-13); c) aparición a los Once (16,14-
18); d) ascensión y el comienzo de la misión apostólica (16,19-20).
a) Aparición a María Magdalena (16,9-11). Estos versículos, por su estilo y
lenguaje, han de relacionarse con una tradición lucana o joánica; cf. Jn 20,11-18. Dan
una desvaída noticia de la primera aparición de Jesús resucitado a María Magdalena (cf.
16,1), que acude a informar de ello a los entristecidos e incrédulos discípulos.
9. habiendo resucitado: El participio griego aquí empleado es anastas, forma
intransitiva que contrasta con la pasiva egerthé de 16,6. La forma intransitiva
representa una etapa más tardía de la conciencia cristológica de la Iglesia primitiva,
cuando el hecho de resucitar ya no se atribuía tanto al Padre cuanto al mismo Jesús (—»
Aspectos del pensamiento neotestamentario, 78:158).
De la que había expulsado siete demonios: Cf. Lc 8,2; no se ha de identificar a la
ligera con la mujer pecadora que ungió los pies de Jesús según Lc 7,37-38.
10. estaban en duelo y llantos: Se describe la reacción de los discípulos que han
perdido a su maestro y no participan en la alegría de la fiesta judía.
11. no creyeron: Su incredulidad es subrayada repetidas veces en este final de Mc; cf.
vv. 13 y 14. Hay cierta ironía en el hecho de que Jesús se apareciera primero no a sus
discípulos elegidos, sino a una mujer; María Magdalena (y las otras, 16,1) fue el primer
heraldo de la resurrección. Pero la Iglesia primitiva no siempre presentó las cosas de
esta forma; cf. el fragmento del kerigma de 1 Cor 15,3-8.
b) Aparición a los dos que iban de camino (16,12-13). Estos versículos recuerdan
al lector el incidente de Emaús (Lc 24,13-35); sirven para destacar de nuevo la
incredulidad de los discípulos después de la resurrección.
12. después: La expresión griega es meta tauta (después de estas cosas), corriente en
Jn, pero no utilizada en otros pasajes de Mc.
En otra forma: La palabra griega morphé se refiere a su aspecto externo. Este y otros
relatos evangélicos (por ejemplo, Jn 20,14.19) forman la base de la convicción común
de que Jesús resucitado se manifestó a la Iglesia primitiva bajo una apariencia que no
coincidía en todos los detalles con la que presentaba durante su ministerio terreno (cf. 1
Cor 15, 35-41).
Cuando iban al campo: Cf. Lc 24,15. 13.
Volvieron: Cf. Lc 24,35.
c) Aparición a los once (16,14-18). Esta sección recuerda pasajes de otros
evangelios, tales como Lc 24,36-49; Jn 20,19-23; Mt 28,16-20. La aparición marca el
clímax de este final, como se ve por las palabras protón (primero) en 16,9, hetera
(después) en 16,12 e hysteron (por último) en 16,14. Se subraya el efecto mediante la
reprensión dirigida a los discípulos, en que culminan las observaciones de que no habían
creído.
14. les reprendió: El verbo oneidizó es el mismo que se usó para describir las
imprecaciones que dirigían a Jesús los dos ladrones que estaban crucificados con Él
(15,32). Algunos comentaristas antiguos (y el logion Freer) trataron de suavizar este
reproche dirigido a los discípulos.
15. id por todo el mundo: Versión independiente de Mt 28,18-20. No debe perderse
de vista el universalismo.
A toda la creación: O «a toda criatura».
Proclamar la buena noticia: Cf. comentario a 1,14.
16. se salvará: Las condiciones son la fe y el bautismo (como en Mt 28,18). La
proclamación de la buena noticia dará la vida o la muerte a los hombres, de acuerdo con
la respuesta creyente o incrédula de éstos. Los hombres de todos los tiempos habrán de
adoptar ante ella una posición definida.
Según V. Taylor (Mark, 612), la expresión «el que crea», por ser un participio aoristo, se
refiere probablemente a una confesión bautismal.
17. signos: Se especifican en las frases siguientes de los vv. 17-18; el término sémeion
se utiliza con el significado habitual de los sinópticos y difiere considerablemente de su
paralelo joánico. Aquí sirve para indicar que el reino ya ha sido establecido (—»•
Aspectos del pensamiento neotestamentario, 78:127-128).
d) Ascensión y comienzo de la misión apostólica (16,19-20). Al igual que Lc
24,50-51, este final canónico de Mc sitúa la exaltación de Jesús a la gloria de los cielos
por el acontecimiento que normalmente llamamos ascensión, en la misma Pascua. Es la
conclusión adecuada a las apariciones consignadas en este final.
19. después de hablarles: Entendida normalmente esta frase, el intervalo a que alude
resulta muy corto.
Fue elevado al cielo: Se usa una vez más la pasiva; al parecer, se trata aquí de la
«pasiva teológica» (GrBib § 236), es decir, «elevado» por Dios (theos = el Padre).
Apoya esta interpretación el hecho de que las palabras usadas aquí para describir la
ascensión están tomadas de 2 Re 2,11 (la asunción de Elias). El mismo verbo
(analambanó) se usa también en Act 1, 2.11.22 y 1 Tim 3,16 para describir esta
exaltación, mientras que los credos utilizan anabaind o anerchomai. (Sobre la relación
de la ascensión con la resurrección, —> Aspectos del pensamiento neotestamentario,
78:159).
Se sentó a la derecha de Dios: La expresión procede de Sal 110,1, ya citado en Mc
12,36. Al ponerla aquí, el autor de este final pudo referirse a Cristo como al «Señor
Jesús», dándole el título de Kyrios (que en Mc sólo aparece en 11,3).
20. ellos se fueron a predicar por todas partes: Marcharon de Jerusalén y llevaron
la «palabra del Señor» (cf. Is 2,3) a todos los hombres.
El Señor colaboraba con ellos: Se dice que es Jesús resucitado y exaltado el que
colabora en los trabajos de sus propios discípulos y agentes en la difusión del reino que
proclama la «palabra». Su «palabra» no es otra cosa que el «evangelio» con que
empezaba la obra de Marcos (arché, 1,1). Algunos manuscritos inferiores añaden
«Amén» al final de este versículo.
B. El final breve. Dice así: «Pero ellas informaron brevemente a Pedro y a sus
compañeros de todo lo que se les había dicho. Después, a través de ellos, el mismo
Jesús hizo que la proclamación sagrada e incorruptible de la salvación eterna llegara de
Oriente a Occidente». Debe leerse después de 16,8.
Ellas: Las mujeres de 16,1.
A través de ellos: Pedro y sus compañeros.
De Oriente a Occidente: Este dato ha sido interpretado por H. B. Swete (Mark, ci)
como un indicio de composición por una «mano romana; el origen occidental viene
sugerido por la directa referencia a la difusión de la predicación apostólica hacia
Occidente».
Salvación: Término característico de Lucas; cf. Lc 1,69.
C. El «logion» Freer. Dice así: «Y ellos se excusaron diciendo: 'Esta era de iniquidad e
incredulidad está bajo Satán, que impide al verdadero poder de Dios prevalecer sobre
las cosas impuras de los espíritus.
En consecuencia, revela ahora tu justicia'. Así hablaron a Cristo, pero Cristo les replicó
diciendo: 'El término de los años de la autoridad de Satán se ha cumplido, pero se
acercan otras cosas terribles aun para los pecadores, por cuyo bien fui yo entregado a la
muerte, para que pudieran volver a la verdad y ya no pecasen más, de modo que
pudieran heredar la gloria espiritual e incorruptible de la justicia que está en el cielo'».
Ellos: Los Once de 16,14.
Iniquidad: La yuxtaposición de esta idea a la de «justicia» en el logion recuerda 2 Cor
6,14.
Bajo Satán: Cf. Rom 3,9 («bajo el pecado»); cf. 2 Cor 2,11.
Revela tu justicia: Rom 1,17 da un denso sentido a estas palabras.
Autoridad de Satán: Cf. Act 26,18, con el encargo de Jesús resucitado a Pablo: «[los
gentiles] a los que yo te envío para que les abras los ojos, a fin de que puedan
convertirse de la tiniebla a la luz y de la autoridad de Satán a Dios».
Entregado a la muerte: Cf. Mc 13,12.
www.santaclaradeestella.es

• En la fiesta de san Marcos, la Iglesia nos propone para nuestra reflexión la última
página del evangelio de Marcos, el llamado «final canónico» del segundo evangelio: no
es auténtico, en el sentido de que no pertenece al evangelio originario, pero es
inspirado, porque ha sido recibido por la Iglesia desde la antigüedad.
Encontramos, en primer lugar, el mandato misionero: Jesús envía a sus discípulos a
llevar el Evangelio a todas las criaturas (vv. 15ss). El misionero del Padre tiene
necesidad de otros misioneros; aquel que es la Palabra tiene necesidad de otros
portavoces que divulguen su conocimiento; aquel que es el Evangelio hecho persona
confía ahora el Evangelio a sus apóstoles: «Id... Proclamad».
El segundo elemento que encontramos en esta página evangélica describe, también en
términos telegráficos, el hecho prodigioso de la ascensión de Jesús al cielo: «Y se sentó
a la diestra de Dios» (v. 19). Una vez subido al cielo, Jesús entra en plena posesión de
sus poderes de Mesías, Salvador, Dios.
He aquí, por último, la respuesta de los apóstoles a los mandatos que les ha dado Jesús:
«Ellos salieron a predicar por todas partes» (v. 20). Se trata de una reacción no verbal,
sino práctica; no abstracta, sino concreta, que se traduce en una decisión tan fuerte que
da la vuelta por completo a la vida de los apóstoles e implica a muchas de las personas
que les escuchan.
www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini

El evangelio de Marcos llega a sus últimos compases. Jesús envía a los misioneros
cristianos (v. 20) y asegura la eficacia de su obra (vv. 17s); él concluye su experiencia
terrena (v. 19), pero su obra y su presencia están aseguradas por la obra de los que ha
enviado (v. 20).
A Partir de esta página conclusiva del evangelio resulta claro que el asunto de la
salvación constituye un deber primario, algo que incumbe a toda persona a la que Cristo
haya llamado. Los destinatarios de ese anuncio son todos los seres humanos; la
universalidad está bien subrayada por expresiones como «por todo el mundo » y «a toda
criatura». La predicación del mensaje cristiano es condición para que se pueda creer,
entendiendo por «creer" la adhesión a Cristo. El encuentro con su persona tiene lugar en
el bautismo, principio y causa de salvación (cf. Tit 3,5; 1 Pe 3,21). La adhesión o no a
la persona de Cristo determina la vida del hombre. Las dos posibles soluciones,
salvación o condena, indican la urgencia de la tarea misionera por parte de los
anunciadores y la necesidad de la decisión por parte de los destinatarios. En términos
simplificados: Cristo no es algo opcional.
Lo importante y transformador que es el encuentro con Cristo en la fe lo manifiestan de
una manera figurada cinco ejemplos de milagros enumerados por Jesús. Son los signos
de la presencia del Señor (cf. v. 20). Así como el Resucitado había intervenido antes
para hacer crecer la incierta fe de sus apóstoles (cf. v. 14), así también los signos,
testimonio de su obra, constituyen la ayuda ofrecida para decidirse en su favor. Los
milagros no fundamentan ni, mucho menos, crean la fe; son en todo caso dones del
Señor destinados a favorecer el camino de los hombres abriendo sus corazones.
El 19 es el versículo central que refiere el misterio de la ascensión, presentándolo,
primero, de un modo más fotográfico, siguiendo el modelo de Elías (cf. 2 Re 2,4), y,
después, de un modo más teológico, con la ayuda del Sal 110, el más citado en el Nuevo
Testamento. El Jesús terreno encontrado y conocido por los apóstoles se presenta ahora
como el “Señor Jesús", expresión que le adecua al Resucitado y que solo aparece aquí
en el evangelio, mientras que está muy presente en Pablo. El significado, más que a la
tosca interpretación de un alejamiento, por lo general espacial, de Cristo -y, por
consiguiente, a una distinción entre quien se va y quien se queda-, remite a una nueva
presencia de Jesús y a una comunión real entre él y su Iglesia. Un mayor centramiento
cristológico del hecho favorece la nueva comprensión que la comunidad tiene de sí
misma, de su relación con su cabeza y de su apertura misionera. Cristología y
eclesiología abren el camino a una Vision más madura y completa del hombre, con lo
que también la antropología resulta beneficiada.
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No hay contexto.
2 Reflexión. ¿Qué nos dice Dios en el Texto? La palabra me ilumina.
www.sermonwriter.com

No hay reflexión.
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1) Oración inicial
Danos, Señor, una plena vivencia del misterio pascual, para que la alegría que
experimentamos en estas fiestas sea siempre nuestras fuerza y nuestra salvación. Por
nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Marcos 16,15-20
3) Reflexión
• El Evangelio de hoy forma parte del apéndice del Evangelio de Marcos (Mc 16,9-20)
que presenta una lista de algunas apariciones de Jesús: a la Magdalena (Mc 16,9-11),
los dos discípulos que iban por el campo (Mc 16,12-13) y a los doce apóstoles (Mc
16,14-18). Esta última aparición con la descripción de la ascensión al cielo (Mc 16,19-
20) constituye el evangelio de hoy.
• Marcos 16,14: Las señales que acompañan el anuncio de la Buena Nueva.
Jesús aparece a los once discípulos y les reprocha el no haber creído en las personas que
lo habían visto resucitado. No creyeron en la Magdalena (Mc 16,11), ni a los dos que
iban por el campo (Mc 16,13). Varias veces Marcos se refiere a la resistencia de los
discípulos en creer en el testimonio de aquellos y aquellas que experimentaron la
resurrección de Jesús. ¿Por qué Marcos insiste tanto en la falta de fe de los discípulos?
Probablemente, para enseñar dos cosas. Primero, que la fe en Jesús pasa por la fe en
las personas que dan testimonio de él. Segundo, que nadie debe desanimarse cuando la
duda surge en el corazón. ¡Hasta los once discípulos tuvieron dudas!
• Marcos 16,15-18: La misión de anunciar la Buena Nueva a toda criatura.
Después de haber criticado la falta de fe de los discípulos, Jesús les confiere la misión:
"Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea
bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.” A lo que tienen el valor de creer en
la Buena Nueva y que son bautizados, Jesús promete las siguientes señales: expulsarán
demonios, hablarán nuevas lenguas, agarrarán serpientes y el veneno no les hará daño,
impondrán las manos sobre los enfermos y éstos quedarán sanos. Esto acontece hoy:
- expulsar demonios: es luchar en contra del poder del mal que mata la vida. La vida de
muchas personas es mejor por haber entrado en comunidad y por haber empezado a
vivir la Buena Nueva de la presencia de Dios en su vida;
- hablar lenguas nuevas: es comenzar a comunicarse con los demás de forma nueva. A
veces encontramos a una persona que no hemos visto nunca antes, pero parece que la
conocemos desde hace mucho tiempo. Es porque hablamos la misma lengua, el lenguaje
del amor;
- vencer el veneno: hay muchas cosas que envenenan la convivencia. Muchos chismes
que causa estragos en la relación entre la gente. Quien vive la presencia de Dios vive
por encima de todo esto y consigue que este veneno terrible no le moleste;
- curar a los enfermos: doquiera que aparece una conciencia más clara y más viva de la
presencia de Dios, aparece también un cuidado especial con las personas excluidas y
marginadas, sobre todo hacia los enfermos. Aquello que más favorece la curación es que
la persona se siente acogida y amada.
• Marcos 16,19-20: A través de la comunidad Jesús continúa su misión. Jesús
mismo que vivió en Palestina y acogió a los pobres de su tiempo, revelando así el amor
del Padre, este mismo Jesús sigue vivo en medio de nosotros, en nuestras comunidades.
A través de nosotros Él quiere continuar su misión para revelar la Buena Nueva del amor
de Dios a los pobres. La resurrección acontece hasta hoy. Nos lleva a cantar: "¿Quién no
separará, quién no separará del amor de Cristo, quién nos separará?" Ningún poder de
este mundo es capaz de neutralizar la fuerza que viene de la fe en la resurrección (Rom
8,35-39). Una comunidad que quisiera ser testigo de la Resurrección tiene que ser señal
de vida, tiene que luchar en contra de las fuerzas de la muerte, para que el mundo sea
un lugar favorable a la vida, tiene que creer que otro mundo es posible. Sobre todo en
aquellos países donde la vida de la gente corre peligro a causa del sistema de muerte
que nos fue impuesto, las comunidades deben ser una prueba viva de la esperanza que
vence el mundo, ¡sin miedo a ser feliz!
www.santaclaradeestella.es

Conmemoración de San Marcos. Marcos era hijo de María de Jerusalén, en cuya casa
se refugió Pedro cuando fue liberado de la cárcel (Hch 12,12). Colaboró con Pablo en su
obra apostólica (Col 4,10) y también estuvo cerca de él en la cárcel de Roma (Flm 24).
Según la tradición, Marcos fue un discípulo fiel de Pedro (1 Pe 5,13) y escribió el
segundo evangelio, recogiendo la predicación del apóstol Pedro sobre los dichos y los
hechos de Jesús. Su evangelio es reconocido, por lo general, como el más antiguo, y fue
utilizado y completado por Mateo y Lucas. Al parecer, la predicación apostólica
atestiguada por los grandes discursos de la primera parte de los Hechos de los apóstoles
encuentra en el evangelio de Marcos -a partir de Mc 1,15- una continuación y sugestivos
desarrollos narrativos.
• La figura del evangelista Marcos, cuya fiesta litúrgica celebramos hoy, nos invita a
profundizar en el significado del término «evangelio», con el que el evangelista comienza
su obra. Se trata de una profundización no puramente escolar o académica, sino
existencial y vital.
El Evangelio es de Dios cf. Mc 1,14): contiene y expresa todo el proyecto salvífico que el
Padre quiere realizar por medio de su Hijo en favor de toda la humanidad. Es del
corazón de Dios de donde brota esta «Buena Noticia» capaz de colmar de alegría todos
los corazones humanos disponibles al don de la salvación. El Evangelio es de Jesucristo
(cf. Mc 1,1), teniendo en cuenta que este genitivo puede y deber ser entendido así: el
Evangelio que es Jesucristo, Hijo de Dios. Es como decir que la «Buena Noticia» tiene
como objeto único y exclusivo la persona, la enseñanza y el ministerio de Jesús, único
Mesías y verdadero Hijo de Dios. Ahora bien, según Marcos, el Evangelio es también
memorial de todo lo que acompañó al acontecimiento terreno de Jesús: por ejemplo, el
gesto gratuito y sorprendente de la pecadora que, la víspera de la pasión y muerte de
Jesús, bañó, perfumó y besó los pies del Salvador: «Os aseguro que en cualquier parte
del mundo donde se anuncie la Buena Noticia será recordada esta mujer y lo que ha
hecho» (Mc 14,9). En suma, de todo esto se deduce que, para Marcos, el Evangelio es
todo, todo es Evangelio.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

Marcos. Es el patrono de Venecia; moriría en Alejandría, desde donde habrían sido


llevadas a Venecia sus reliquias. Se supone que padeció el martirio. Su nombre va
unido, sobre todo, al 2do Evangelio, en el que no cesa de plantearse la cuestión
fundamental para nuestra fe: « ¿Quién es este hombre, Jesús?».
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1. ¡Que Hablen los Hechos!


1.1 Marcos es el evangelista que pareciera tener como consigna esta frase: ¡Que hablen
los hechos! Su texto, en efecto, tiene un gran porcentaje de relatos sobre las obras de
Cristo, incluso en una mayor proporción que la que otorga a los discursos del Señor.
1.2 Por eso la lectura del Evangelio según san Marcos es dinámica y fluye con
naturalidad y con fuerza. Su mensaje presenta los datos fundamentales: una humanidad
necesitada de salvación y un enviado, Jesucristo, como lugar para recibir esa salvación.
1.3 La noción de salvación que surge de una lectura del texto de Marcos es sencilla.
Cristo ha venido a vencer a todo aquello que nos frena, nos duele, nos retrasa, nos
encarcela. No enfatiza él en la diferencia entre lo físico y lo espiritual, o entre lo
emocional y lo racional, o entre lo más trascendente y los más próximo o perecedero.
Para Cristo, según esta mirada, todo tiene importancia y todo se convierte en ocasión de
recibir la salvación.
2. ¿Y quién era este Marcos?
2.1 Juan Marcos, pues ambos nombres tenía, fue compañero de la labor evangelizadora
de Pablo y luego de Pedro. La primera lectura de hoy nos recuerda el estrecho vínculo de
discipulado y cálida amistad que se forjó entre Marcos y Pedro, con lo cual queda
insinuado que es el testimonio y son los recuerdos mismos de Pedro los que
seguramente emergen en el evangelio que nosotros llamamos "de Marcos."
2.2 Marcos tuvo algunas tensiones y desavenencias con Pablo, según consta en Hch
13,13 y Hch 15,36-40. Estos hechos no debemos esconderlos ni tienen por qué
escandalizarnos. Las diferencias fueron sobre todo en asuntos prácticos: adónde
dirigirse, qué recorrido tomar, a quiénes ir primero en la evangelización.
2.3 Lo que sí podemos aprender de esas tensiones es que estos hombres santos eran
todos gente de carne y hueso; gente además con una gran capacidad de liderazgo y de
resolución. Creer en Dios no los hizo tontos sino que elevó sus dones naturales a unas
alturas inmensas, de donde recibieron la luz que luego nos han comunicado.
www.elmisericordioso.me-Pildorasdefe.net

Conversando con el amor


Jesús, gracias por tu amor y tu paz. Quiero pedirte hoy protección para librarme de las
trampas de aquellos que quieren verme caer. Abrígame y consuélame en medio de esta
prueba. Que solo haga el bien que Tú quieres. Amén
Evangelio de hoy. Santo Evangelio del II sábado de Pascua
Reflexión del Papa Francisco.
En el Evangelio de hoy, La Ascensión no indica la ausencia de Jesús, sino que nos dice
que Él está vivo entre nosotros de una manera nueva; ya no está en un preciso lugar del
mundo tal como era antes de la Ascensión; ahora está en el señorío de Dios, presente
en todo espacio y tiempo, junto a cada uno de nosotros.
En nuestra vida nunca estamos solos: tenemos este abogado que nos espera, que nos
defiende. No estamos nunca solos.
El Señor crucificado y resucitado nos guía; con nosotros hay muchos hermanos y
hermanas que en el silencio y la oscuridad, en la vida familiar y laboral, en sus
problemas y dificultades, en sus alegrías y esperanzas, viven cotidianamente la fe y
llevan al mundo, junto con nosotros, el señorío del amor de Dios, en Cristo Jesús
resucitado, ascendido al Cielo, nuestro abogado. (Audiencia general, 17 de abril de
2013)
Jesús asciende al cielo, o sea regresa al Padre, quien le había enviado al mundo. Hizo su
trabajo y retornó al Padre. Pero no se trata de una separación, porque Él se queda
siempre con nosotros, de una nueva manera.
Con su Ascensión, el Señor resucitado atrae la mirada de los apóstoles - y también
nuestra mirada - a las alturas del cielo para mostrarnos que la meta de nuestro camino
es el Padre. Él mismo dijo que se habría ido para prepararnos un lugar en el cielo.
Entretanto, Jesús se queda presente y operante en las situaciones de la historia humana
con la potencia y los dones de su Espíritu; está al lado de cada uno de nosotros: mismo
si no lo vemos con los ojos, él está, nos acompaña y guía, nos toma de la mano y nos
levanta cuando caemos.
Jesús resucitado está cerca de los cristianos perseguidos y discriminados, cercano a
cada hombre y mujer que sufre, está cercano de todos nosotros. (Homilía del Evangelio
de hoy. Fiesta de la Ascensión del Señor, 1 de junio de 2014)
Oración para el Evangelio de hoy.
Señor mío, gracias por todo lo que me das a diario. Por tus inspiraciones que sostienen y
direccionan mi vida para que en todo pueda alegrarme y ser feliz.
Gracias por tu verdad revelada, por tus promesas que llenan de paz mi corazón y me
hacen mirar el futuro con valentía y plena libertad y confianza.
Quiero plantear mis metas, proyectos y toda mi felicidad desde la perspectiva de tu
amor, entendiendo que toda bendición y todo fruto provienen de Ti.
Como Tú, mi deseo es pasar por la vida haciendo el bien, cosechando amor en el
corazón, sembrando esperanza, consolando y sanando heridas.
Asísteme, y que mi historia de vida quede impregnada de Ti. Tengo la certeza de que tu
poder no me abandona y que tu gracia me sostiene desde lo alto.
Aún con mis fallas y defectos, Tú sigues confiando en mí y me llenas de fuerzas para
que nada ni nadie me haga fallar en esta misión de amor.
Ya no siento dudas en mi corazón. Mi espíritu se siente listo para vivir como Tú,
transformando situaciones grises en experiencias positivas llenas de fe.
Dame ánimos para salir adelante, haciendo obras y prodigios agradables en tu Nombre.
No permitas que nada me separe de Ti por ningún motivo. Amén
Propósito para hoy.
Pediré a Dios por el Papa, los Obispos y Sacerdotes, para que sean fieles en el
seguimiento de Cristo y sean luz para que guíen los pasos de todos hacia nuestro Padre.
Frase de reflexión.
"Dios es muy misericordioso con nosotros. Aprendamos también nosotros a tener
misericordia con los demás, especialmente con los que sufren". Papa Francisco.
www.evangelizacion.org.mx
Festejar a un apóstol, nos remonta a las primeras comunidades en las cuales, la Palabra
de Dios no era una opinión más, sino verdaderamente una revelación de lo que Dios ha
ofrecido a los hombres: La vida en abundancia.
Esta nueva vida que se nos ha revelado por Cristo, no sólo es una nueva manera de
vivir, sino una vida al servicio del Evangelio y de los demás, una vida vivida en el poder
de Dios. Hoy hemos escuchado que todos los que crean en esta nueva vida, tendrán
poder para mostrar las señales que el Maestro había realizado.
Es por ello, una vida que nos hace ser no únicamente testigos, sino continuadores de la
obra salvífica de Cristo. Es necesario que los cristianos de este tiempo creamos
realmente que la Palabra de Dios es verdadera y que en la medida en que la vivimos
somos portadores del mensaje de salvación.
Arriésgate a creer y deja que el poder de Dios se manifieste en tu vida.
www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini

La ascensión constituye un artículo del Credo: «Resucito de entre los muertos, subió a
los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso “. No es correcto
sostener que el que estaba antes con sus discípulos ya no lo está. También nosotros,
hoy, estaríamos privados de Cristo. La ascensión no celebra la separación de Jesús de
los suyos, porque constituiría un contrasentido: si Jesús es la vida del creyente, ¿cómo
puede vivir este sin él? ¿Por otra parte, puede estar ausente Jesús? No, Jesús está
siempre presente, aunque de formas diferentes.
Los discipulos experimentaron al menos tres presencias distintas de Jesús: una que
llamaríamos ordinaria, otra excepcional y otra invisible. La presencia ordinaria es la
experiencia del Jesús histórico: cuando, estando con él, tenían la posibilidad de verle,
escucharle, comer con él, captar de una manera directa o indirecta algunos de sus
sentimientos. Esta experiencia se prolongó cerca de tres años. A continuación, la
presencia excepcional: es la experiencia del Resucitado que se deja ver algunas veces y
ofrece los signos para reconocerle; a pesar de todo, la duda envuelve todavía a los
discipulos. Es una presencia extraña, fuera de lo normal, decididamente excepcional:
basta pensar que aparece y desaparece, se presenta solo a alguien para reprochar,
impartir ordenes, comunicar poderes. Esta experiencia dura poco, unos cincuenta días,
según la cronología lucana. Por ultimo esta la presencia invisible: es la experiencia de la
comunidad tras la ascensión. Jesús sigue actuando con los suyos, que forman la
comunidad fundada por él, o sea, la Iglesia. Ésta no puede sostenerse ni tiene valor sin
él. Los discípulos ya no le ven, no le sienten; sin embargo, le experimentan tan cerca
que están convencidos de que ahora está incluso más presente. Esta experiencia durará
hasta el fin del mundo.
La ascensión representa para Jesús la conclusión de su jornada terrena, su colocación a
la diestra del Padre. A los cristianos se nos ofrece vivir ahora, al mismo tiempo, la triple
presencia de Cristo: la presencia ordinaria está en los hermanos con los que cada uno se
encuentra y a los que lleva su propio amor; la excepcional está en la gracia
sacramental; la invisible, en la comunión de los santos. Podemos y debemos gozar de la
eterna presencia del Señor en medio de nosotros. Con su ascensión nos ha
responsabilizado, pidiéndonos un mayor compromiso de cara a una apertura al mundo.
Se trata de una fase de gran progreso y de madurez. La comunidad cristiana, ayudada
por el Espíritu, que es la perenne presencia del Resucitado, se hace adulta.
www.catholic

Una luz en las tinieblas. "Si Dios está con nosotros, ¿quién está contra nosotros?"
(Romanos 8, 31) Si hablamos en nombre de Él, ¿quién nos podrá callar? Todo aquel que
ha conocido a Dios tiene el deber personal de transmitir el tesoro que ha encontrado.
Puede ser que, en algún momento, nos invada el temor y el sentimiento de incapacidad.
Cuando Dios pide que vayamos a todo el mundo predicando su nombre, tendremos que
ir por lugares difíciles de recorrer. Se nos impondrá la necesidad de caminar y, a veces,
de correr en medio de la obscuridad. Puede ser que, en algún momento, no veamos
claro el camino que se pierde y se oculta entre las tinieblas, mientras nuestros ojos, con
cansancio, buscan un poco de claridad.
Correr en la obscuridad es lo que Dios nos pide para transmitir la luz que llevamos
dentro, porque de nosotros depende llevar la luz que nos ha guiado. Al final, sólo somos
portadores, de forma que si caminamos entre tinieblas es porque llevamos la luz que ha
iluminado nuestras vidas y que puede iluminar la de los demás.
• Y todo esto significa humildad. El temor del Señor es humildad. Solamente los
pequeños son capaces de entender plenamente el sentido de la humildad, el sentido del
temor del Señor, porque caminan ante el Señor, siempre: ellos se sienten observados
por el Señor, custodiados por el Señor; sienten que el Señor está con ellos, que les da la
fuerza para seguir adelante. Los pequeños entienden que son un pequeño retoño de un
tronco muy grande, un retoño sobre el cual viene el Espíritu Santo. (Homilía de S.S.
Francisco, 29 de noviembre de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy intentaré hablar con alguien sobre la presencia del Espíritu Santo en nuestra misión
de evangelizar.
www.BibliaStraubinger

16. Sobre esta precedencia de la fe véase Hch. 2, 41; Col. 2, 12 y notas.


20. El final de este Evangelio (vv. 20) falta en muchos códices antiguos. Su inspiración
fue definida en el Concilio Tridentino. Críticamente consta de su autenticidad.
http://www.ciudadredonda.org

Queridos amigos y amigas:


Hoy celebramos la festividad de San Marcos, evangelista. Una antigua tradición lo
presenta como misionero al lado de Pedro y Pablo, más tarde, como obispo de
Alejandría, donde habría sufrido el martirio. El texto del evangelio de este día nos lanza
a la misión: «Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación».
Jesús resucitado quiere llegar a todos los rincones de la tierra. Ese deseo nos implica a
todos los bautizados. Él nos invita a colaborar en la tarea de extender la alegría del
Evangelio.
Al escuchar esta invitación nos podríamos preguntar: ¿En qué lugares se necesita
anunciar hoy la Buena Nueva? Esta misión no es solo de los sacerdotes, religiosos y
religiosas. Todos y cada uno de los bautizados tenemos el hermoso don y tarea de
anunciar con nuestra vida, palabras y acciones el mensaje de Jesús. Él nos ha dado su
Espíritu, su gracia que nos impulsa a salir de nosotros mismos para liberar del mal,
aliviar el sufrimiento de los demás y proclamar la Buena Noticia a toda la humanidad.
Con la confianza de que él coopera con nosotros, confirmando nuestra palabra con los
signos que nos acompañan.
Con razón el Papa Francisco nos insiste con frecuencia que somos una Iglesia en salida,
una Iglesia misionera, llamada anunciar el Evangelio de Jesús. No podemos quedarnos
encerrados en nuestros templos celebrando rutinariamente nuestros ritos. Debemos salir
a las periferias existenciales. Hay tantas situaciones que reclaman una palabra de
consuelo, de esperanza, de justicia. Hace falta encarnar la Palabra, hacer vida el
Evangelio en nuestro día a día, en las tareas que nos toca realizar, en los ambientes que
nos movemos, impregnar nuestro mundo de la Buena Nueva.
Agradezcamos en nuestra oración el don de conocer a Jesús y su Evangelio, por el
testimonio y la palabra de tantas personas que nos han transmitido este precioso regalo.
Que cada día crezcamos en su seguimiento para mantener viva su memoria entre
nosotros.
http://www.aqplink.com/roguemos

Proclamen la buena nueva a toda la creación. De pronto la Iglesia nos manda


reflexionar sobre los últimos versículos del Evangelio según San Marcos, que tiene que
ver con Jesús Resucitado, poco antes de Ascender al Cielo y el envío a sus once
discípulos, luego que Judas se excluyera tan trágicamente. ¿Por qué este salto? Es que
hoy estamos celebrando a uno de los más grandes misioneros de la Iglesia, uno de
aquellos que precisamente cumpliría al pie de la letra el mandato de Jesús; un ejemplo,
por lo tanto, de humilde adhesión y seguimiento de Jesús. Nos referimos a San Marcos,
que junto con San Pedro constituyen sólidas columnas sobre las que se cimienta la
Iglesia de Cristo, nuestra Iglesia. Es tiempo de meditar en la necesidad y exigencia de
esta transformación que conocemos como conversión, constatando que ellas es
inseparable de la Misión.
Los cristianos estamos llamados a ser discípulos misioneros y no como algunas veces
hemos mal entendido, discípulos o misioneros. El discipulado es para la misión. Dicho de
otro modo, no puede haber discípulo, ni considerarse discípulo aquel que no participa de
la misión. Jesús nos manda a todos. Todos tenemos la obligación de proclamar la Buena
Nueva. Y vayamos un poco más allá. Es necesario creer y ser bautizado para salvarse, lo
que nos obliga a nosotros a transmitir esta fe, de modo tal que conduzca al bautizo,
porque ambas son exigencias para la salvación. Tenemos en nuestras manos una grave
responsabilidad. ¿Qué vamos a decir? ¿No pudimos salvarlos? ¿No nos creyeron? ¿No
pudimos bautizarlos? ¿Qué cosa es creer? ¿En qué consiste creer?
No hay gran misterio en estas preguntas, pues todas están respondidas en el mismo
mandato de Jesús. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi
nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus
manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los
enfermos y se pondrán bien. Si nosotros creemos y hemos sido bautizados, ¿no tendrían
que acompañarnos estas señales? ¿Si nos acompañaran, no sería más fácil que los
demás crean y se bauticen? ¿Nos acompañan o no nos acompañan estas señales?
¿Cuándo sí y cuando no? ¿Por qué sí y por qué no? Estas son algunas de las preguntas
en torno a las cuales debemos reflexionar, buscando que el Señor nos ilumine y ayude a
comprenderlas para cumplir con nuestra misión. Debo decir que en primer lugar me
intriga que no me acompañen estas señales, al menos de modo tan evidente que pueda
dar testimonio palpable de alguna de ellas. ¿Será que no creo lo suficiente? ¿O será que
voy creyendo y preparándome para aquel momento? ¿Será una cuestión de tiempo y
empeño, hasta que llegue a creer como se debe? Tal vez este sea mi caso y el de
algunos como yo, pero tal vez sea muy distinto en otros casos. Son pocos los que
conocemos que realmente han creído y los conocemos como santos. Parecen muchos los
que quieren creer en tal medida, pero no llegamos, habiendo otros que no creen,
sencillamente porque no conocen o simplemente no quieren. Han tomado la decisión de
no creer y se condenarán. Punto.
Detengámonos un momento en aquellos que han creído como el Señor espera. ¿Los
hay? ¡Claro que sí! Son los Santos, estos para los que no existe obstáculo infranqueable
que no pueda ser superado con la fe y que están dispuestos a dar su vida por ello, como
de hecho lo hicieron muchos de ellos. ¡Si señor! De aquí es de donde se infiere que
todos nosotros, todos los cristianos, estamos llamados a ser santos. De otro modo será
imposible que nos acompañen estas señales. Entonces, ¿será imposible que seamos
santos? ¡No señor! ¡Todos estaos llamados a ser santos! ¡Todos podemos y todos
debemos ser santos! Pero vemos y constatamos todo el tiempo que no es así. Bueno,
eso puede ser lo que nos parece. No tenemos evidencia que no sea así. No sabemos,
como Dios sabe, los movimientos internos, la intimidad, el alma, de cada quién y por lo
tanto no podemos, ni debemos juzgar. Bástenos con exigirnos y esforzarnos nosotros
mismos. ¡Nosotros, cada uno de nosotros, debemos proponernos y querer ser santos!
Como Santo Tomas de Cori, que se presentó al convento para ser santo.
¿Qué es ser santo? Pues es alguien que se ha CONVERTIDO de tal modo, que le
acompañan aquellas señales de las que habla Jesús. Para ser santos entonces habremos
de convertirnos y convertirnos no es otra cosa que “cambiar molecularmente”, como
Jesús cambio el agua en vino. ¡Ah, pero esa fue obra de Jesús! Precisamente, Jesús lo
hará también con nosotros sí creemos y se lo pedimos. Finalmente, alcanzar la Santidad,
alcanzar la Perfección es Gracia de Dios. Todos podemos alcanzarla, acercándonos
humildemente al Señor. Necesitamos de Él. Sin Él no somos nada. En cambio con Él no
hay nada imposible. Pidamos esta Gracia al Señor, de convertirnos como San Marcos,
para conquistar al mundo en Su nombre. ¡Pongámonos en acción que Él proveerá, según
la Voluntad del Padre y el Plan de Dios!
Oracion. Padre Santo, enciende fuego en nuestros corazones, para que no cesemos ni
un instante de buscarte, acercarnos a Ti y amarte, sirviendo a nuestros hermanos y
cumpliendo los mandatos de Jesús…Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor…Amén.
Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
http://www.caminando-con-jesus.org

La misión de los apóstoles es llevar la Buena Noticia a todos los rincones de la tierra.
Este anuncio se hace con palabras y también con signos que demuestran que el mal está
siendo derrotado y se expande el Reino de Dios. Jesucristo exhorta a los apóstoles para
que no teman frente a los peligros, porque el mal no triunfará. El poder de Dios será el
que haga crecer el Reino.
1. Resucitado Cristo, se apareció varias veces a los once.
Se apareció a los once cuando estaban reunidos, para que todos fuesen testigos, y
refiriesen a todo el mundo lo que habían visto y oído. Al decir once, se designa a todo el
colegio apostólico antes de que Matías ocupase el lugar de Judas. Y después de la
ascensión ellos debían de predicar el Evangelio a gentes que debían creer sin haber visto
a Jesús. Antes de partir, increpó también el Señor a sus discípulos cuando iba a
dejarlos corporalmente, para que sus palabras quedasen impresas más profundamente
en sus corazones. Jesús Reprueba la incredulidad, para que la reemplace la fe;
reprueba la dureza del corazón de piedra, para que le reemplace otro de carne lleno de
caridad.
2. Jesús da la orden de predicar el evangelio a todas las gentes
En un momento, a los apóstoles no les fue fácil creer en la resurrección de Jesucristo,
pero los hechos les dieron mayor firmeza, al comprobar directamente la realidad de los
sucesos que estaban presenciando. Ellos convivieron directamente con el Señor, así
ellos constituidos en testigos, reciben el mensaje y el mandato del Señor Resucitado
para llevarlo a todo el mundo. Luego Jesús da la orden de predicar el Evangelio a
todas las gentes, junto con el bautismo. Se observa ya el universalismo cristiano en
acción entre los gentiles. Este es el gran mandato, es decir la gran misión que nos dio el
Señor, que debemos hacer con fidelidad en todos los tiempos y en todas las
circunstancias.
3. Jesús, envía a sus apóstoles, por todo el mundo
Es así como Jesús, envía a sus apóstoles, por todo el mundo, a predicar a todas las
gentes de todas las naciones, para que la predicación apostólica, que antes fue
rechazada por la soberbia de los judíos, venga en nuestro auxilio. Cuando Jesús dice a
toda la creación, está diciendo a los creyentes e incrédulos. El que crea y se bautice se
salvará. El que no crea se condenará. Porque no basta creer, porque el que cree y no
está bautizado todavía, no ha alcanzado aún la salvación, sino imperfectamente. Así
se dirá tal vez cada cual a sí mismo: Yo seré salvo porque he creído. Y así será en
efecto, si une las obras a la fe; porque la verdadera fe consiste en que no se contradiga
la obra con lo que dice la palabra. "Pero el que no creyere será condenado".
4. Arrojarán demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas
Dice Jesús; “Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán demonios en mi
nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si
beben un veneno mortal no les hará ningún daño; Puede entenderse también de las
serpientes ordinarias, como la víbora que mordió a Pablo sin causarle daño. Muchos
hechos semejantes encontramos en las historias de hombres a quienes, defendidos bajo
el estandarte de Cristo, no ha podido causar daño el veneno que habían bebido.
También dice Jesús; “impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán”. Cuando
los sacerdotes imponen sus manos sobre los creyentes, ellos están impidiendo con la
gracia que se les ha dado de exorcizar, la permanencia del espíritu maligno en el
corazón de aquéllos, es decir, no hacen otra cosa que lanzar de ellos a los demonios. De
esta forma, liberado del mal, dominará la serpiente que ha provocado la malicia de su
corazón. Con esto, aunque beba el veneno de la maldad no le hará daño, esto es si oye
malos consejos no se dejara llevar al mal. Así, nosotros también debemos dar una
mano al que esta vacilante en el camino del bien, para que quede curado y para que se
fortifique y pueda hacer con ánimo un camino de buenas obras.
5. Jesús fue llevado al cielo
San Marcos termina los 16 capítulos de su evangelio afirmando: Después de decirles
esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo, luego proclama la gloria del Señor Jesús al decir
que: y está sentado a la derecha de Dios. El final del evangelio reconoce la obra
misionera de los apóstoles y la confirmación de ella que Cristo les hacía con milagros
diciendo: Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su
palabra con los milagros que la acompañaban. Es ya la predicación y extensión de la fe,
vista desde la perspectiva histórica de la Iglesia con unas decenas de años.
Los Evangelistas refieren el hecho con mucha sobriedad, y sin embargo su narración
hace resaltar el poder de Cristo y su gloria: “Me ha Sido dado todo poder en el cielo y en
la tierra”, se lee en Mateo (28, 18); y Marcos añade: “El Señor Jesús fue levantado a los
cielos y está sentado a la diestra de Dios” (16, 19). A su vez Lucas recuerda la última
bendición de Cristo a los Apóstoles: Mientras los bendecía se alejaba de ellos y era
llevado al cielo” (24, 51).
3 Para la reflexión personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
5.- ¿Cómo acontecen en mi vida estas señales de la presencia de Jesús?
6.- ¿Cuáles son hoy las señales que más convencen a las personas de la presencia de
Jesús en medio de nosotros?
7.- ¿Cómo vivo mi vocación apostólica?
8.- ¿Qué temores descubro en mi vida a la hora de anunciar el Evangelio?
9.- ¿Estoy comprometido(a) con el Señor y con el anuncio del Evangelio?
4 Oración. ¿Qué le decimos a Dios? La palabra se convierte en Oración.
1 No hay oración. www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

2 Abre, oh Señor, mis oídos para que se llenen del tesoro de tu Evangelio: sólo así mi
vida, iluminada y confortada por tu Palabra, tendrá un significado pleno y duradero.
Abre, oh Señor, mi corazón, a fin de que aprenda a acoger al Verbo de la verdad que
está encerrado en tu Evangelio: sólo así me sentiré totalmente saciado, porque estaré
colmado por completo de tu don.
Abre, oh Señor, mi boca, a fin de que, de la abundancia del corazón, acoja tu mensaje y
lo proclame para tu gloria y para el bien de los hermanos. Abre, oh Señor, mi vida al
encuentro contigo, que me sales al encuentro día tras día con la Palabra de la verdad
que tu Evangelio encierra y entrega. www.santaclaradeestella.es
3 Cantaré por siempre el amor de Yahvé, anunciaré tu lealtad de edad en edad. Dije:
«Firme está por siempre el amor, en ellos cimentada tu lealtad.» (Sal 89,1-2) www.ocarm.org
4 ¡Padre de la Creación! Hoy nos envías a proclamar la Buena Nueva. Fortalécenos con
tu amor nuestra fe, porque ella hace parte de nuestro «detenimiento» para salir a
realizar tu mandato. Es tan débil, que nos «bloquea» los testimonios y señales en
abundancia que recibimos a diario de tus manos, pero, no los publicamos por temor,
indiferencia, y falta de credibilidad. Oremos para que por la intersección de san Marcos
tengamos el coraje y la voluntad plena de «salir» confiados en Cristo Jesús a llevar el
evangelio a la comunidad. Igualmente oremos a Dios Padre en Nombre de Jesús para
que «creamos» por nuestro bautismo y fe, y las infinitas gracias del Altísimo; sanar,
expulsar demonios, imponer las manos, para la obra del Señor y Gloria de Dios. Amén
www.dario.res

5 Señor, las verdades reveladas por el cielo a nuestros padres han sido divinamente
confirmadas con signos y prodigios tan numerosos, grandes y admirables que alimentar
aunque sea una ligera duda al respecto parece una especie de locura. Dirige ahora tu
mirada a nosotros, tu Iglesia peregrina en la historia: ayúdanos a ver las maravillas que
tú obras incesantemente en medio de nosotros, a fin de que podamos anunciarte a ti y
tu resurrección con renovado ánimo y entusiasmo. Envíanos a tu Espíritu y haznos sentir
tu presencia eficaz: necesitamos sentir en nuestros hombros el calor de tu mano que
nos anima y nos sostiene en los momentos de aridez y dificultad.
www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini

5 Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la palabra de Dios? La palabra en el


corazón de los Padres.
Soy todavía imperfecto, pero vuestra oración en Dios me perfeccionará para alcanzar,
misericordiosamente, la herencia, refugiándome en el Evangelio como en la carne de
Jesús, y en los apóstoles como en el presbiterio de la Iglesia. Amemos a los profetas,
porque también ellos anuncian el Evangelio [...]. Han recibido el testimonio de Jesucristo
y han sido incluidos en el evangelio de la esperanza común [...]. El Evangelio tiene algo
más especial, la venida del Salvador, nuestro Señor Jesucristo, su pasión y su
resurrección. Los bienamados profetas la preanunciaron, pero el evangelio es la
consumación de la incorruptibilidad (Ignacio de Antioquía, «Ai Filadelfiesi», en I padre
apostolici, Roma 21998, pp. 129-131 [edición española: Padres apostólicos, Biblioteca
de Autores Cristianos, Madrid 1993]). www.santaclaradeestella.es
Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por el lugar en el que viven, ni
por su lenguaje, ni por sus costumbres. [...] Viven en la carne, pero no según la carne.
Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el cielo. Obedecen las leyes establecidas, y
con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se les
condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y
enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello
les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son
maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor.
Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se
alegran como si se les diera la vida. Los judíos los combaten como a extraños y los
gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar
el motivo de su enemistad.
Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el
cuerpo. El alma, en efecto, se halla esparcida por todos los miembros del cuerpo; así
también los cristianos se encuentran dispersos por todas las ciudades del mundo. El
alma habita en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; los cristianos viven en el mundo,
pero no son del mundo. El alma invisible está encerrada en la cárcel del cuerpo visible;
los cristianos viven visiblemente en el mundo, pero su religión es invisible (Carta a
Diogneto, 5-6). www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini
6 Acción. ¿A qué me comprometo con Dios? Para custodiar y vivir la palabra.
Repite con frecuencia y vive hoy estas palabras del evangelista Marcos: «Se ha
cumplido el plazo y está llegando el Reino de Dios. Convertíos y creed en el
Evangelio-» (Mc 1,15).
Repite a menudo y vive esta Palabra: «El Señor cooperaba con ellos, confirmando
la Palabra con las señales que la acompañaban» (Mc 16,20).
7 Para la lectura espiritual. Caminar con la palabra.
Marcos refleja a la perfección el estadio inicial de la cristología de la Iglesia primitiva, de
la que nunca se podrá prescindir para comprender, por comparación, los desarrollos
ulteriores de la reflexión teológica. Aunque el redactor no ha expresado con claridad y
de manera orgánica su pensamiento, ha conseguido concentrar nuestra atención en la
figura del siervo de YHWH, que nos redime a través del dolor y de la soledad. Su
preocupación por eliminar el escándalo de la cruz es evidente, para lo cual demuestra
que Jesús ha vencido a Satanás. En su debilidad actuaba la omnipotencia divina para la
restauración del Reino y la derrota decisiva del poder diabólico sobre la humanidad [...].
Marcos traza la imagen de Jesús más próxima a su realidad humana. Mientras que los
otros evangelistas, aun afirmando de manera categórica que Jesús fue un verdadero
hombre, casi transfiguran su vida, compenetrando con la luz pascual su humanidad
envuelta de miseria y fragilidad, Marcos, en cambio, reproduce de modo verista la
experiencia de Cristo que tuvieron los apóstoles, y en particular Pedro, durante su
actividad pública antes de su glorificación a la derecha del Padre. En consecuencia, no se
preocupa por atenuar las manifestaciones de su sensibilidad, que revelan sus rasgos
profundamente humanos.
Sólo Marcos habla de la cólera, de la amargura, del estupor de Jesús, el cual, por otra
parte, dirige preguntas a los discípulos, gime y suspira, abraza con ternura a los niños y
ama al joven rico aun cuando éste no corresponda a su invitación de seguirle en la
renuncia. Pero no se piense que, con esto, ha subestimado la dignidad trascendente y
divina de Cristo. Al contrario, ha puesto este título a su libro: Evangelio de Jesús,
Mesías, Hijo de Dios. Aunque Marcos no elabore una profunda cristología intentando
sondear el misterio divino y humano de Jesús, nos documenta, no obstante, mejor que
los otros evangelistas y con una probidad escrupulosa sobre la desconcertante realidad
de la expoliación del Hijo de Dios, que se encarnó para llevar a cabo la salvación
mediante el sufrimiento y la muerte (A. Poppi, Commento a Marco, Padua 1978). Según
la tradición, Marcos evangelizó en Alejandría de Egipto, fundó aquella Iglesia y sufrió el
martirio en tiempo del emperador Trajano. Se le representa como un león porque
simboliza la fuerte voluntad de Cristo de salvar a los hombres.- Oración: Señor, Dios
nuestro, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con el ministerio de la predicación
evangélica, concédenos aprovechar de tal modo sus enseñanzas que sigamos siempre
fielmente las huellas de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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¿Qué debemos vivir en el misterio de la ascensión? No tanto el hecho de que nuestro


Señor se haya ocultado para siempre a nuestros ojos: los discipulos gozan porque le han
visto, porque, en el fondo, son en cierto modo participes, llevan en sus carnes, en su
alma, este recuerdo que arde en ellos, que nunca les dejara reposar, que les impedirá
encontrar un lugar aquí abajo, en tierra, donde reposar finalmente como en su patria. Si
desde aquel momento todos los apóstoles de Jesús están en camino por los senderos del
mundo, es porque todos suspiran mirando al cielo, todos suspiran por entrar en la nube
en la que han visto entrar a Jesús para siempre. Así como la historia de la Iglesia
empezó sobre todo con las apariciones del Resucitado, así también la vida de todo
cristiano comienza con un encuentro fugaz con Cristo. Y nosotros, al no poder
permanecer ocultos para siempre en la nube, debemos pedir a Dios que nos haga entrar
de vez en cuando en ella, porque nuestro corazón no puede darse por satisfecho con la
perfección de las virtudes, con las misiones que podamos recibir en la Iglesia, con el
servicio a nuestros hermanos. Lo que nos distingue como cristianos no es esto, sino el
hecho de ser hijos de Dios, es la visión del Padre, es la vida divina en la que Cristo nos
ha introducido.
La ascensi6n gloriosa de Cristo representa para nosotros una invitación a considerar que
nuestra verdadera realidad, nuestra verdadera patria, está más allá de la nube, en el
mismo seno del Padre. Llevamos en el corazón una herida que nos produce nostalgia,
una herida que supone para nosotros un estímulo continuo para querer seguir a Jesús
allí donde él se encuentre. Porque, en verdad, allí donde él se encuentre, allí estará
también nuestra verdadera patria. Y por esa razón, al no encontrar ya aquí patria
alguna, el cristiano es, necesariamente, un hombre que no puede echar ya raíces en la
tierra, un hombre que está en perpetuo camino, porque no encuentra su reposo en
nada. En efecto, precisamente desde la ascensión de Cristo empieza el éxodo de los
apóstoles. Se quedaron algunos días para recibir el Espíritu Santo, pero, una vez que lo
recibieron, nació la Iglesia peregrina: es un ir más allá, siempre más allá, porque
nuestra meta está más alla de toda realidad terrestre (D. Barsotti, Nello Spirito Santo,
S. Lazzaro di Savena [Bo] 1998, 243.247, passim). www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini
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✞ ✞ ✞ Profesión de Fe

Solo los Domingos y Solemnidades.

✞ ✞ ✞ Intenciones (Oracion de los fieles)

Confiando en la intercesión de san Marcos, evangelista, oremos al Señor, nuestro Dios.


- Para que la Iglesia conozca siempre más y mejor a Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios, y
para que lo anuncie al mundo entero. Roguemos al Señor.
- Para que quienes gobiernan y cuantos ejercen cualquier forma de autoridad lo hagan
siempre en servicio del bien de todos. Roguemos al Señor.
- Para que los que sufren en el cuerpo o en el espíritu experimenten el consuelo de Dios
y la solidaridad de los hermanos. Roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros, siguiendo el evangelio que nos transmitió san Marcos,
seamos discípulos fieles de Cristo Jesús. Roguemos al Señor.
- Por todos los que proclaman la palabra de Dios, para que ellos mismos se imbuyan
profundamente de ella y, desde esa plenitud interior, la proclamen con convicción y
ardor misioneros, roguemos al Señor.
- Por todos los que escuchan la palabra de Dios, para que la reciban y la atesoren en sus
corazones y dé frutos de bondad y de paz, roguemos al Señor.
- Por los que no conocen todavía a Jesucristo, imagen y Palabra Viva de Dios, para que
las vidas de muchos cristianos convencidos les abran sus ojos a Jesús, luz verdadera
que vino a vivir entre nosotros, roguemos al Señor.
Escucha, Señor, nuestras súplicas, que hace suyas el discípulo y evangelista de tu Hijo,
san Marcos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)

✞ ✞ ✞ Oración sobre las Ofrendas

*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios
nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, celebrando la gloria de san Marcos, y


te pedimos humildemente que la predicación evangélica se mantenga siempre en tu
Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor Dios nuestro: Tú nos invitas a reunirnos en torno a tu Hijo, para que se entregue
a sí mismo a nosotros en los signos de pan y vino. Deseamos que comparta también con
nosotros su Santo Espíritu, para que sepamos proclamar su palabra y seamos, para
todos los que nos rodean, signos de tu bondad y tu paz, para que los hombres alaben tu
nombre por Cristo, nuestro Señor.
Introducción a la plegaria eucarística
Centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de
consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo
en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio .

a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio II de los Apóstoles. Los Apóstoles, fundamento de la Iglesia y
testimonio para el mundo.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque has querido que tu Iglesia tenga por fundamento a los apóstoles, para que
permanezca en la tierra como signo perpetuo de tu santidad y ofrezca a todos los
hombres las enseñanzas del cielo.
• Gracias Señor por este momento de encuentro contigo. Te agradezco llenarme de tu
gracia y de la luz de tu resurrección. Te pido que me des el valor y la sabiduría para
poder anunciarte, no sólo con el testimonio de mi vida, sino que también con mis
palabras a todos los que pongas en mi camino. Amén
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Por eso, Señor, con toda la multitud de los ángeles, te aclamamos ahora y por siempre
diciendo con humilde fe:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta
o recita las alabanzas a Dios.

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para
salvación de quienes la reciban.

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera
que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que
nos mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se
realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa;
es la transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el
Santísimo sacramento del Altar!
Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él,
porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de
Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando
principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

Éste es el sacramento de nuestra fe. R/ Anunciamos tu muerte, proclamamos tu


resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
f) Oblación. La asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno
de los participantes.

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su


admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te
ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvemos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un
solo espíritu.
Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto
con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san
N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al
mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu
servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y
diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
g) Intercesiones. Con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con
toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros,
vivos y difuntos.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Padre eterno, te ofrecemos la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las
Misas celebradas en el mundo en éste día, por las benditas Almas del
Purgatorio. Y Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua. Amén.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen
del pueblo.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de
nosotros y de abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma
alegría y amor.

a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a
cada persona de la tierra.

• Oremos a nuestro Padre misericordioso nos conceda la gracia de creer y bautizarme


con la presencia de Cristo Jesús, garantía de Salvación.
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan
mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.

R/. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no
tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes. R/. Y con tu espíritu.
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Danos la paz.
Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, que nos dice: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena
Noticia a toda la creación".

• Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la
cena del Señor.

R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la
comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)

d) Inmixión o mezcla: el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos, dice el
Señor. Aleluya.

✞ ✞ ✞ Oración después de la Comunión

Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos santifique el don recibido de tu santo altar y
nos fortalezca en la fe del Evangelio que san Marcos predicó. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Señor Dios nuestro: Acepta nuestra acción de gracias por darnos a conocer cuán bueno
e inspirador es tu Hijo Jesús. Te pedimos que sepamos llevar algo de su bondad y de su
Buena Noticia al mundo de hoy y que nuestra irreprochable conducta cristiana sea parte
importante de este mensaje. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea,
para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

✞ ✞ ✞ Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!

Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Santa María, Madre del Señor Jesús y nuestra, obténnos la presencia vivificante del
Espíritu, y la gracia de andar siempre por los caminos de Dios.

Oracion a San Miguel Arcángel.


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén

✞ ✞ ✞ Bendición

Hermanos: Ojalá nosotros también seamos eficaces mensajeros de la palabra de Dios;


que la conozcamos profundamente y la pongamos fielmente en práctica.
Y para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre nosotros y permanezca siempre.
R/ Amén
Podemos ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en
Cristo, ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16

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