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Los medios utilizados por los distintos sistemas y procesos adivinatorios son
extraordinariamente variados: el agua, la arena, los cuerpos celestes, la corteza de los
árboles, las líneas de las manos y de los pies, los rasgos faciales, la textura de los viejos
brebajes como el te, el café, el payote, los cuernos de ciertos animales, el humo, las
semillas y los caracoles, entre otros muchos. Aunque la adivinación continúa practicándose
mundialmente, muy poco se ha hecho en materia de investigación sobre estos sistemas,
incluyendo aquellos que llegaron al continente americano procedentes de África en las
migraciones forzadas de la trata de esclavos del pasado siglo.
El sistema de adivinación de Ifá y el Dilogún son los dos oráculos yoruba más importantes
que llegaron a Cuba procedentes de África y son los antecesores directos del sistema de
adivinación cubano de los caracoles o Dilogún cubano, actualmente conocido y utilizado en
muchos países de América, como Venezuela, Puerto Rico, Panamá, Colombia, México,
Estados Unidos de Norteamérica y Republica Dominicana, por solo citar los que tienen
mayor número de practicantes. En Brasil está ampliamente difundido un oráculo del caracol
que difiere, en algunas de sus características, del sistema cubano, aun cuando entre ambos
existen múltiples puntos de coincidencia o semejanzas.
Antes de dar cuerpo a nuestro boletín queremos hacer una reseña detallada del Dilogún
cubano. Resulta conveniente exponer las características más generales de este sistema, de
manera que se facilite la comprensión de algunas ideas básicas que deseamos exponer en
esta publicación.
Aun cuando el sistema cubano de adivinación de los caracoles requiere que se memoricen
refranes, historias, reglas y algoritmos engorrosos, el proceso de su enseñanza-aprendizaje
se ha basado, principalmente, en la vaga tradición oral. En esto influye, entre otros factores,
la casi total falta de bibliografía especializada al alcance de los que se inician como
sacerdotes del oráculo.
Pronto te encontrarás a sólo un clic de distancia de este nuevo servicio que ofrece el Centro
de Estudios Cultura y Tradición Africana, denominado “Herramientas para la consulta
con el Dilogún” un gigantesco depósito de datos organizados, de fácil y rápido acceso que
servirá de guía y apoyo en tus consultas, con el cual mejorarán tus pronósticos, se harán
más claras, precisas y efectivas tus predicciones y por consiguiente en breve aumentará la
confiabilidad de tus clientes o consultados, las visitas a tu consultorio y por ende, también
se incrementarán tus ganancias.
BOLETIN
El centro de estudios, investigación e información no suele hacer este tipo de anuncio, pero
créenos, si tú eres de aquéllos que se toman en serio estudiar e informarse, sobre todo lo
relacionado con La Regla de Osha, y quieres conocer sobre nuestras investigaciones
relacionadas con la tecnología aplicada a nuestras prácticas, o simplemente deseas
perfeccionarte como iniciado (santero) - al igual que nosotros lo hacemos constantemente-
entonces, lo que exponemos en este boletin vale la pena que lo leas.
Nuestros investigadores saben que estudiar requiere muchas horas de dedicación e invertir
mucho tiempo, pero cuando descubras que existen formas mucho más fáciles para aprender,
tecnología a tu disposición con la que puedes lograr pronósticos más rápidos, precisos y
certeros al consultar el oráculo Dilogún, y que podemos enseñártelas, seguro que lo vas
agradecer. Si tu curiosidad sobrepasa la averiguación común, te invitamos a leer este
artículo, de lo contrario no te quedará otra que continuar concibiendo el ejercicio de este
Oráculo como un acto mágico inexplicable, que puede coincidir con la realidad o no
coincidir.
Como todos sabemos el Dilogún se trata de un oráculo formado por 21 caracoles cauris de
los cuales se utilizan sólo 16 para pronosticar el futuro. Los 5 restantes rotan en cada
consulta. Según lo establecido por la tradición, esos 5 caracoles que rotan en cada consulta
oracular hacen la labor de testigos del pronóstico. Según nuestras investigaciones, esos 5
caracoles que rotan en cada consulta oracular se utilizan sólo para ampliar el margen
alternativo de configuraciones posibles que puedan formarse al caer los 16 caracoles
restantes en su tirada sobre la estera de una consulta o registro, a otro.
Según la leyenda, los caracoles cauris fueron utilizados como moneda por los yorubas en la
antigüedad. Los utilizados para formar el Oráculo Dilogún pasan por un ritual de
consagración y son perforados en uno de sus lados. Según algunos sacerdotes de la Regla
de Osha, a dichos caracoles se les ha quitado el fondo para que tengan estabilidad y al ser
lanzados sobre la estera puedan caer de un lado o del otro, definiendo así los signos de cada
tirada. Otros aseguran que a dichos caracoles se les quita el fondo para demostrar que no
contienen vida alguna, que son entes neutros que no se pueden parcializar a favor o en
contra del consultado o el consultante, por tanto su mensaje no tendrá más influencia que la
de los orishas, o las de las fuerzas de la propia naturaleza. Como quiera que sea, todos
coinciden en que la parte no alterada del caracol es la parte que "habla", a dicha parte
también se le suele llamar parte conversacional. Cuando decimos "habla" nos referimos a:
explica, expresa, denota, describe, simboliza un estado del desarrollo de cualquier proceso,
fenómeno o circunstancia de vida.
Las configuraciones vienen dadas por la disposición que adoptan los 16 caracoles en cada
una de sus tiradas sobre la estera. De manera que la probabilidad de configuraciones que
pueden adoptar los 16 caracoles en cada tirada de una consulta oscila en un rango de 0 a 16
caracoles en posición conversacional. La configuración que adoptan los 16 caracoles sobre
la estera depende, entre otras cosas, del peso específico de cada caracol utilizado en la
tirada, el tiempo, la distancia, y la velocidad elegida para dejarlos caer sobre la estera.
Cada tirada adoptará una de las 17 configuraciones posibles, cada una será diferente y
vendrá dada por la cantidad de esos 16 caracoles que caigan sobre la estera en posición
conversacional (boca arriba) y no así la parte NO conversacional. (boca abajo, o de
fondo).
Cada configuración representa un odu, de manera que el Dilogún cuenta con 17 odu. Del
Odu cero (0) llamado Opira, desconocido o ignorado por muchos, que viene dado cuando
todos los caracoles caen en posición NO conversacional, hasta el odu (16) llamado Irete,
que viene dado cuando todos los caracoles caen en posición conversacional. De manera que
un odu viene dado por la configuración o disposición que adoptan los 16 caracoles al caer
sobre la estera.
Para obtener el signo oracular se necesitan dos tiradas, dos configuraciones, dos odu. Dos
configuraciones representan a un Odu compuesto. Un odu compuesto describe una
circunstancia de vida o existencia, describe el proceso de un fenómeno desde su principio a
su final, devela los misterios de la creación y su funcionamiento.
En una consulta, la primera vez que tiramos los 16 caracoles se determina un 'Odu' simple,
de acuerdo con el número de caracoles que cae en posición conversacional, con una u otra
disposición resultante. Y en la segunda tirada se completa la pareja de odu u 'Odu
compuesto'. El 'Odu compuestos' describe las circunstancias vividas, las que se viven, y las
que están por vivir.
Merindilogún es una palabra compuesta que traducida al español quiere decir 16 unidades,
es el nombre del número 16 en yoruba. Erindilogún es una palabra compuesta que quiere
decir dieciséis. No quiere decir dieciocho, ni 21, ni nada de eso. Al unir Merin, Dilo y Gun
hay que omitir una letra que tiene al principio que es la (M). En yoruba cuando unimos tres
palabras se pierden las primeras letras.
Ejemplo:
Merin: es el número 4
Dilo: menos de
Gun: 20
4 menos de 20 = 16 caracoles
El yoruba es igual que el inglés, al revés, se escribe y lee muy similar al inglés. Nosotros
decimos en español La Casa Blanca y en inglés se dice The White House (La Blanca Casa).
El yoruba se lee así porque los ingleses fueron los que crearon el lenguaje escrito de estas
comunidades, por tanto lo hicieron igual al de ellos.
En español lo leeríamos:
Merindilogún, además de perder la letra (M) debido a lo que ya hemos explicado, parece
que también fue perdiendo otras letras con el tiempo, perdió el prefijo (erin) hasta quedar
en Dilogún solamente. Dilogún es el nombre que hoy se le da al Oráculo de los 16
caracoles cauris y es una especie de abreviatura de lo que originalmente debió escribirse
Erindilogún.
Como quiera que sea, el Dilogún es un oráculo de 17 odu que se obtiene mediante 16
caracoles, cuyas combinaciones de pares (16 X 16) arrojan un gran total de 256
combinaciones posibles u ‘Odu compuestos', las cuales describen el universo infinito de
circunstancias posibles por las que puede atravesar un ser durante su proceso de vida.
1- La de expansión: identificada como la luz, de carácter masculino, cuyo trazo es una línea
recta .
Esta fuerzas provienen de un lugar místico conocido por los yorubas como la casa de la luz,
en la cual radica Ifá, una sustancia invisible que transforma la potencia espiritual en una
realidad física. Su armonía logra un equilibrio perfecto en el amanecer y atardecer de
nuestros días, creando una energía que se mueve entre la luz y la oscuridad, con una doble
naturaleza, (positiva-negativa) y al interactuar, crean una tercera, perfecta en sí misma,
llamada Ashé. El Ashé es el portador de los cuatro elementos primordiales que forman el
agente mágico universal (Aire-Agua-Tierra-Fuego), complementos necesarios para el
origen de la vida.
Cada fuerza vital es alabada por un orisha ya que en él está parte de la creación, en el caso
del ser humano, este orisha pasaría a ser su ángel de la guarda, o la divinidad tutelar de la
persona. La vida es un enigma para muchos, pero los yorubas consideraban que ésta suele
ser fácil, sólo es cuestión de armonizar tú energía interna con la energía circundante.
Cuando el babalawo consulta con la cadena se sienta sobre la estera de espaldas a la pared,
hace la moyugba correspondiente y comienza el registro. Para ésto el
awó toma la cadena junto al igbo y señala, toca las determinadas partes del cuerpo del aleyo
para poder así adquirir la espiritualidad de Ifá y el consentimiento del ángel de la guarda de
la persona en cuestión. Después toma la cadena al medio, la balancea y la tira.
Según la combinación que adopten las cáscaras de cada lado de la cadena al caer (4
cáscaras a cada lado), será el signo u odu que se marca. Existen cientos de posibilidades
de odu compuestos u omolúos.
En la medida en que el babalawó tira la cadena, va escribiendo los odu que salen, mediante
los símbolos:
OyI
Ejemplo:
IIOIIO
OIOIII
OIOIOI
OIOOII
Se llama sistema binario al sistema de numeración base 2, es decir al operar sobre variables
se pueden tomar dos valores, 0 y 1.
2X2=4
4X2=8
8 X 2 =16
2X2=4
4 X 4=16
pasado
presente
futuro
____niñez___/___juventud___/___madurez ___/___vejez__
__/__/__/______/__/__/________/__/__/_______/__/__/_
2 es la base de la vida misma. Todo proceso de vida es bipolar: el día y la noche, la hembra
y el macho, óvulo y espermatozoide, lo bueno y lo malo, el principio y el fin, etc.
2X2=4
4 X 4 = 16
16 X 4 = 64
64 X 4 = 256
1 par de 4
2 pares de 4
4 pares de 4
8 pares de 4
16 pares de 4 …. ( infinito )
Niñez I
Juventud I
Madurez I
Vejez I
Niñez II
Juventud II
Madurez II
Vejez II
Niñez I
Juventud II
Madurez II
Vejez I
Según los hebreos, el nombre verdadero de DIOS está constituido por estas 4 letras de su
alfabeto: YHVH. Como es obvio, ese nombre no puede ser pronunciado de ninguna forma.
La primera palabra del nombre de Dios sería la letra Y llamada IOD y significa el número
10.
10 es el principio de la creación: Ellos representan: principio (1), y fin (0), semen y óvulo,
Eyeunle y Eyioko. Cada letra del alfabeto hebreo a su vez tiene 4 pares de a 10, unos las
llaman columnas, otros las llaman arcanos.
El nombre de Dios sería entonces el número 40 y diríamos que 40 son los ikines de
Orúmila y cada letra son 2 números que harían un total de cuatro pares o sea 8, como
también que:
40 = 4 + 0 = 4,
4 = 1 + 2 + 3 + 4 = 10.
Adenina(A) = (1,0),
Las combinaciones de estos 4 elementos con la armazón del ácido desoxirribonucleico son
los llamados nucleótidos. Las combinaciones de estos 4 elementos darán lugar a millones
de réplicas del DNA y en consecuencia, millones de seres iguales, o diferentes.
El sistema de replicación del DNA está basado y cumple con los mismos fundamentos
de la duplicación o codificación binaria.
MODELO
MODELO
El sistema de reproducción celular está basado y cumple con los mismos fundamentos
de la replicación del DNA, de la fecundación de un óvulo y un espermatozoide y de la
duplicación o codificación binaria
MODELO
MODELO
Mitosis o citocinesis.
Otro ejemplo de comportamiento recursivo de la naturaleza son los fractales, las
dimensiones fractales (llamadas también en matemáticas dimensiones Hausdorff ).
Probablemente, el primer objeto fractal puro en la historia, el polvo de Cantor, fue descrito
por el matemático alemán Georg Cantor—inventor de la teoría de los conjuntos—alrededor
de 1872. A pesar de ser una figura extremadamente sencilla, recoge todos los atributos
discutidos sobre los fractales hasta el momento: presenta autosimilitud a cualquier escala y
su dimensión es fraccionaria, con valor aproximado de 0,630929753571457437099527114
( log 2/log 3, si utilizamos una expresión más adecuada). Igualmente, podemos basarnos en
él para introducir otra característica general de este tipo de objeto: son producidos por
procesos de iteración.
La iteración puede describirse como un mecanismo de retroalimentación, que se repite un
número n de veces. Esto se refiere, por ejemplo, al acto de utilizar un valor inicial en el
cálculo de cierta función, y luego tomar el producto, o resultado, como valor inicial para el
próximo cálculo de esa misma función. Dicha operación puede repetirse indefinidamente
(incluso infinitamente), produciendo una iteración. Cualquier proceso semejante tendrá
como resultado un fractal.
El sistema de escritura o jeroglífico del oráculo de Ifá y/o del Dilogún, como sistema
que explica un proceso de desarrollo que incluye nacimiento y muerte, principio y fin,
está basado y cumple con los mismos fundamentos de la replicación del DNA, de la
fecundación, de la reproducción celular, mitosis o citocinesis y de la duplicación o
codificación binaria.
MODELO
"Byte" es la unidad de almacenamiento, incluye 8 bits y puede aguantar hasta 256 valores
diferentes, dependiendo de cómo se ordenan los bits. Los bytes representan números o
caracteres específicos. Un byte es equivalente a un caracter. En consecuencia, para
almacenar la palabra JOSE en la memoria, la computadora necesitará 4 bytes, uno para
cada caracter:
Las escrituras o codificación de los Odu están basadas en los fundamentos lógicos de la
creación misma. Cada odu o codificación revelará un total de creaciones divinas, visibles e
invisibles, los poderes que rigen la vida de un ser, sus características o maneras de obrar y,
por ende, hasta las carcaterísticas de una población en general, o las de un proceso de vida
o fenómeno cualquiera en particular.
Dicho programa cuenta con una vasta base de datos, infinitas aplicaciones logarítmicas y
fórmulas lógicas capaces de calcular cualesquiera de las 256 posiciones o configuraciones
oraculares de este antiguo sistema divinatorio. Crea un calendario pronóstico de Itá
personalizado para el iniciado de la Regla de Osha, para la consulta anual de cualquier
persona y/o también para la de una entidad comercial. Efectúa análisis con precisión y
argumentos jamás logrados anteriormente por métodos tradicionales; constituye una guía
muy exacta para cualquier proceso de vida y realiza un verdadero pronóstico sin márgenes
de error, que preserva rigurosamente los más antiguos preceptos de nuestra tradicionalidad
religiosa.
¿Cuántas veces has quedado insatisfecho o has terminado una consulta o registro más
confundido de lo que has empezado?
Las predicciones que arroja este análisis no tienen un carácter pasivo, sino que contemplan
recomendaciones sobre las acciones benéficas (obras) que deberán realizarse para apoyar la
confirmación de un vaticinio positivo o, en caso contrario, para conjurar la ocurrencia de un
acontecimiento desfavorable.