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EVANGÉLICA PERUANA
Pneumatología y Eclesiología
Walter Canchumanta
1
ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN. -3
I. DEFINICIÓN. -4
A. ¿Qué es unción? -4
B. El Ungido de Dios -4
A. En el antiguo testamento -6
B. En el nuevo testamento -8
CONCLUSIÓN - 13
BIBLIOGRAFIA - 14
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INTRODUCCIÓN.
El tema se aborda desde un punto de vista bíblico, con un pensamiento crítico, racional y
coherente con la sana doctrina, esperando en todo que el mismo Espíritu Santo guie este
estudio de principio a fin, con el propósito de guiar a los creyentes mantenerse a un sano
entendimiento acerca de la Unción del Espíritu Santo.
3
I. DEFINICIÓN.
A. ¿Qué es unción?
El significado bíblico de ungir es el acto de aplicar ungüento o aceite sobre
una persona o una cosa. Los aceites eran especiales, aromatizadas con especias,
flores o hierbas, según el uso que se les fuera a dar. En los textos Bíblicos la unción
aparece como traducción de varias palabras hebreas y griegas, con significados
relacionados con el acto de untar o esparcir aceite. Podemos notar por lo menos en
tres aspectos: la unción ordinaria, unción medicinal y la unción oficial.
B. El Ungido de Dios
Dimos a conocer el origen de este término. En la LXX, la palabra ungido se
traduce como Mesías, término que se aplicaba a los sacerdotes que eran ungidos
con el aceite sagrado, especialmente al sumo sacerdote (Lev. 4:3, 5, 16). Los
profetas reciben el nombre de joi cristoi Teou, “los ungidos de Dios” (Sal. 105:15)
4
ellos eran los encargados de revelar la voluntad de Dios a los judíos. El rey de
Israel era en ocasiones mencionado como cristos tou Kuriou, “el ungido del
Señor”. En estos tres casos; los ungidos ejercían de algún modo autoridad que Dios
les conferia. Sin embargo este término se reduce y para dar singularidad a aquel que
sería elegido de Dios, “el Ungido de Dios” para ejercer toda autoridad sobre la
tierra (Dn. 9:25,26). El Diccionario Bíblico Nelson comenta sobre esto:
1 Wilton M. Nelson. Diccionario Bíblico Nelson. Editorial Caribe Inc. 2009. pp.887
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RC Sprul dice también: “…Jesús cumplió el rol del Mesías prometido en el
Antiguo Testamento. Él fue ungido en su bautismo para cumplir la tarea
mesiánica”. 2
Jesús dice de sí mismo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me
ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor”.
(Lucas 4:18-19) Jesús hacía mención a la profecía dada por Isaías acerca del Mesías
prometido (Is. 61:1-2). Y que con él se estaba cumpliendo esta profecía.
A través del Espíritu Santo Jesús fue ungido como Profeta, Moisés mismo
lo anunció “Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el
Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis.” (Hch 7:37)
véase también (Dt.18:15; Hch. 3:22). Jesús fue ungido como Rey, y así es
entendido desde su nacimiento por los magos de oriente: “diciendo: ¿Dónde está el
rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y
venimos a adorarle.” (Mat 2:2) Él es Rey de Reyes; “Y en su vestidura y en su
muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.” (Ap.
19:16) y por ultimo Jesús fue ungido como Sumo sacerdote; “donde Jesús entró
por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden
de Melquisedec”. (Heb 6:20) Todas estas funciones: profeta, sacerdote y rey,
hallaron su culminación profética en el Mesías.
El espíritu de Dios estaba sobre Jesús (cubierto), untado o ungido para llevar
a cabo su misión aquí en la tierra, es decir: para restaurar la creación, la comunión
de Dios con los Hombres, además de sanar, resucitar, Jesús vino para ser
sacrificado por la paga de los pecados. El Espíritu Santo estuvo acompañando a
Jesucristo Cristo en el desarrollo de su ministerio aquí en la tierra, hasta
completarla, hasta ser exaltado.
C. En el antiguo testamento:
2 Sprul R.C. El Ministerio Del Espíritu Santo: editorial Tyndale House Publishers. 1990. pp. 133
6
Con estos antecedentes veamos cómo fue el obrar del Espíritu Santo en el
antiguo testamento, como se mostró la unción del Espíritu Santo. Ya dijimos q un
acto oficial o sagrado de la unción era la dedicación de una persona u objeto para
desarrollar una función específica, estos eran encomendados por Dios quien a
través de su Espíritu Santo, capacitaba a todo aquel que Dios mismo escogía, así es
el caso de los profetas, quienes fueron llamados y capacitados por el Espíritu de
Dios, y nada hablaban si no era dado por Dios a traves de la inspiración del Espíritu
Santo. (1 R 19.16b). A los sacerdotes, quienes cumplían funciones de ministrar en
el tabernáculo de reunión (Éx 28.41),A los reyes quienes eran elegidos por Dios
para gobernar a su pueblo(1 S 9.16; en Jue 9.8, 15 “elegir” corresponde a un verbo
hebreo que quiere decir “ungir”)
Los jueces también eran llamados por Dios y capacitados por el espíritu
Santo para desarrollar una tarea específica que en su tiempo se requería. Hombres
como Sansón, Otoniel y Samuel exhibieron unciones especiales del Espíritu Santo.
“Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y
3 Ibíd p. 1401
4 Loc. Cit.
7
Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los
campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.” (Jue 13: 24-25)
D. En el nuevo testamento:
Hallamos en el nuevo testamento el uso del ungimiento con aceite por
cuestiones médicas o como simbolismo de la presencia del Espíritu; “¿Está
enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que
oren por él y lo unjan con aceite en nombre del señor”. (Stg. 5:14-15)
8
del Padre a otras personas, a la iglesia. El Hijo es ungido como el Siervo
(Mt 3:16 y paralelos) para que, una vez terminada su misión por nosotros en
su muerte o bautismo en sangre (véase Mr. 10:39, 45; comp. Lc. 12:50), nos
haga partícipes por gracia de su Espíritu y por ende de su filiación, su íntima
relación y comunión con Dios (p.ej. Mt 3:11 y paralelos; comp. Gá. 4:4-7;
Ro 8:15-16). A diferencia de los profetas, sólo el Hijo recibe y porta el
Espíritu de Dios sin medida Jn. 3:34). Sólo el Hijo encarnado, en quien el
Espíritu encuentra su morada permanente, puede bautizar a otros con el
mismo Espíritu a partir de su glorificación. 5
6 Walvoord, John F. The Holy Spirit. (El Espíritu Santo) grand Rapids: Dunham Publishing Company 1958
10
Probablemente hayamos leído de tales experiencias en las biografías
de grandes hombres de Dios como Juan Wesley, Jorge Whitefield, David
Brainerd, Jonatán Edwards, D. L. Moody y otros. Usando terminología
bíblica diríamos que tales hombres fueron "ungidos" con el Espíritu Santo.
Pero debemos usar la palabra con cautela pues en un sentido todos los
cristianos han sido ungidos con el Espíritu Santo o han recibido su unción
(2Co.1:21; 1Jn.2:20,27). Sin embargo, las Escrituras también usan esta
terminología para situaciones especiales, como cuando Jesús se aplicó Isaías
61:1 al comienzo de su ministerio público y dijo de sí mismo: "El Espíritu
del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar" (Lc.4:18-
19).Quizás también así debiéramos interpretar lo que le aconteció a Saulo de
Tarso cuando Ananías le visitó. Había de ser "lleno del Espíritu Santo"
(Hch.9:17) a fin de ser "testigo" de Cristo a todos los hombres de lo que
había "visto Y oído" (22:14; comp. 26:16-18). Fue su nombramiento y
unción como apóstol. 7
Los versículos principales que han causado muchos de los problemas al ser
malinterpretados se hallan en 1 Juan 2:20. Estos versículos dicen: “Pero vosotros
tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”. Y 1 Juan 2:27. “Pero la
unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad
de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él”.
7 Stott, J.R.W. Sed llenos del Espíritu. Miami, Florida U.S.A: Editorial Caribe. 1977 pp. 65
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Aceptar estas enseñanzas, lleva a muchos de nuestros hermanos en Cristo, a
procurar experiencias extrabíblicas y que terminan siendo, en la mayoría de los
casos, antibíblicas.
Resulta interesante observar también, que Cristo llamó al Espíritu Santo “el
Espíritu de verdad”. El Espíritu Santo, quien es nuestro ungimiento o unción,
ciertamente nos lleva a entender la verdad porque Él es el Espíritu de Verdad, y nos
ayuda a diferenciar entre la verdad y el error. Más aún, Cristo dijo: “Pero cuando
venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad”. (Jn. 16:13)
Pablo nos dice claramente que debemos ser llenados o controlados por el
Espíritu Santo de Dios. Esa llenura, ese ministerio controlador del Espíritu de Dios,
el mismo Espíritu que mora en nosotros, el mismo Espíritu que es nuestra unción o
nuestro ungimiento, desata y libera la totalidad de su poder, para llevar a cabo cada
aspecto de la vida y ministerio, para la gloria de quien es Cabeza de la iglesia,
nuestro Señor Jesucristo. Seamos diligentes en permitir que el Espíritu Santo de
Dios controle nuestras vidas, en tanto que vivimos en una condición constante de
obediencia y sumisión a la obra de Dios en nosotros.
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CONCLUSIÓN
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BIBLIOGRAFÍA
Sprul R.C. El Ministerio Del Espíritu Santo. Traducción: Cristian J. Morán M: editorial
Tyndale House Publishers. 1990.
Stott, J.R.W. Sed llenos del Espíritu. Miami, Florida U.S.A: Editorial Caribe. 1977.
Vine W.E. Vine Diccionario Expositivo de Palabras Del Antiguo Y Del Nuevo
Testamento Exhaustivo. Editorial Caribe. 1999.
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