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En el último decenio, la asociación de ayuda humanitaria HAP INTERNATIONAL, formada por clínicos
entrenados en EMDR, ha estado formando terapeutas locales en zonas de desastre (sea natural, sea
por guerras) y ocasionalmente, también interviniendo con terapeutas voluntarios.
Los formadores que se trasladan a las zonas de desastre y los clínicos que intervienen han sido
especialmente entrenados para hacer un trabajo transcultural, punto de vital importancia cuando
ocasionalmente, tienes que tratar a personas en las que el concepto de ayuda psicológica no cabe en
su universo mental.
En España, en los últimos años estamos recibiendo miles de emigrantes que en busca de refugio o
trabajo se convierten en nuestros vecinos, y cada uno trae su "historia". Muchos vienen huyendo de
la violencia de su país, han sufrido persecución política, torturas, han visto asesinar a sus camaradas,
y han tenido que esconderse en condiciones miserables hasta que han logrado salir de su país,
frecuentemente en forma azarosa.
La entrada en España no siempre es con papeles y por la puerta grande. ¿Es traumático llegar en
pateras, sin saber si llegarás vivo, en manos de las mafias, con tu pasaporte robado, sin más
proyecto vital que ejercer la prostitución para pagar el transporte y que no amenacen a tu familia?
Cada persona viene con su historia. Y si el nivel de estrés y trauma es grande, los padecimientos y
síntomas que sufren es grande y variado. Y para nosotros, como clínicos, es vital considerar como las
personas interpretan los síntomas que están sufriendo, porque no tiene nada que ver con lo que
nosotros interpretamos.
Si con los pacientes de nuestra propia comunidad ya debemos tener cuidado con el lenguaje
"común" que usamos y las interpretaciones diferentes que tenemos de los mismos hechos, cuando
tratamos a personas de culturas muy diferentes a la occidental (mediterránea-occidental) debemos
ser muy escrupulosos con el respeto a la interpretación cultural que la persona hace de sus propias
experiencias y de los síntomas que sufre.
Al trabajar con personas procedentes de culturas tradicionales, los primeros minutos son vitales para
establecer el rapport de confianza. Hay que tratar a la gente con un respeto exquisito a su cultura y
manera de interpretar lo que le está pasando, mientras absorbes información. No le preguntaremos
qué te pasa con el estómago, que pensamientos tienes cuando no duermes… Empezamos con ¿de
dónde vienes? ¿cómo es tu pueblo? ¿Cómo es tu familia? ¿Cómo están? ¿trabajan la tierra, tienen
vacas? ¿cómo están las vacas, las gallinas? Poco a poco, introduciendo la relación y en los conceptos
e interpretaciones que maneja la persona.
Cuando se llega a un punto de comunicación apropiada se le puede preguntar qué le pasa. En este
caso del joven africano, contestó: "me duele mucho el estómago porque en mi pueblo yo trataba mal
a mi mujer, hasta que me dejó, y el espíritu de mi abuela se ha metido en el estómago como
venganza. Y no me deja dormir".
Aquí puedes elegir entre ir a buscar inmediatamente el DSM IV a ver qué capítulo de saltaste, o
seguir tranquilo escuchando. Hay que pensar que es su comunidad seguro que hay algún tipo de
personaje que se dedica a tratar estos temas, sea chamán, curandero o brujo, y en este caso como
"hombre de salud", yo ya era una figura de autoridad, estaba en el equipo médico. Además blanco y
europeo, que en Africa todavía tienen cierta ascendencia.
La pregunta lógica es: ¿y qué hace el curandero en tu comunidad cuando pasan estas cosas? De las
cosas que la persona va a explicar, es probable que puedas incluir alguna en el proceso de tu
terapia. Entre estas, puedes contar que las medicinas tradicionales suelen actuar sobre el cuerpo de
la persona que tiene el problema, en forma de rituales y medicina natural -infusiones, alimentación,
masajes, vapores- y frecuentemente, la curación tiene un carácter social, en el que interviene la
comunidad, a veces estando presente durante el ritual de la terapia. Hasta en nuestra cultura la
terapia tiene un ritual, con una figura de autoridad, unas reglas y unas convenciones acerca de lo
que es la enfermedad.
Por extraño y lejano que parezca, algunas tribus indias de América del Norte (veteranos de Vietnam)
y los mayas del Yucatán tratan el estrés postraumático mediante un ritual-ceremonia en el que la
comunidad está presente y el sujeto pasa por un proceso emocional catártico, en medio de vapores
semejantes a una sauna y ritmos y cánticos tradicionales, que en una sola sesión dan por
solucionado el problema.
En el caso del joven africano se pudo utilizar algo que se utilizan en los rituales en su comunidad: el
efecto de tocar su cuerpo mientras chequea el estado de su espíritu, haciendo EMDR en forma de
taping a lo largo de todo su cuerpo mientras se concentraba en las molestias físicas que sentía.
La escena tratada fueron los malos tratos a la esposa, pero fue cambiando a la desaparición del
padre, y al cuidado de la abuela, la estancia de dos meses escondido de la policía en Marruecos, el
viaje y naufragio en patera, y la muerte de un amigo suyo al alcanzar Canarias.
Lo que diferencia EMDR de cualquier otra terapia que utilice los movimientos de los ojos en terapia
es la utilización de los protocolos específicos de EMDR, así como las mediciones SUDS y VOCS.
Cuando intervienes en una crisis humanitaria o en una catástrofe, la inmediatez de la atención
sanitaria requiere interiorizar la información que te da el paciente para lograr una medida
aproximada de su estado de ansiedad y sus cogniciones, y seguir con fino olfato clínico la evolución
del proceso. Los cambios emocionales son continuos y los momentos de catarsis están cerca, así que
no hay mucho tiempo para tomar notas.
Numerosos profesionales de salud mental han sido entrenados gratuitamente por HAP en Bosnia,
Croacia, Polonia, Irlanda del Norte, Kenia, Ucrania, El Salvador, Colombia, Hungría, Palestina,
Bangladesh, México, Nicaragua, Turquía, Indonesia y la India. Entrenadores de EMDR se desplazan a
la zona donde se ha producido la catástrofe en colaboración con instituciones locales y entrenan a
profesionales de salud mental y hacen un seguimiento de sus intervenciones. Los profesionales
entrenados se comprometen a trabajar un número determinado de horas en servicio de su
comunidad.
Por ejemplo, el 17 de Agosto de 1999, se produjo un terremoto de Turquía de magnitud 7,4, que
causó decenas de miles de muertos y la pérdida de 100.000 hogares. Los sucesos relativos al
terremoto tuvieron como consecuencia en los supervivientes un difuso miedo postraumático, duelo y
depresión, y otros problemas emocionales. El 20 de Agosto, el presidente e la Asociación Turca de
Psicología, Emre Konuk, pidió ayuda para la formación de terapeutas turcos en el tratamiento de
trauma y para la creación del Centro para la Formación y el Tratamiento de Trauma en Turquía, que
ofrecería tratar a los supervivientes del terremoto de cualquier situación socioeconómica y para
asegurar una formación continua a los terapeutas. Hasta el momento, HAP-EMDR ha producido
cuatro programas de formación en EMDR para 160 terapeutas turcos en Estambul y Ankara. Como
suele hacerse en los proyectos de HAP, el grupo de formadores, que dieron gratuitamente su tiempo
y su experiencia estaba compuesto por israelís, estadounidenses, escoceses, ingleses, alemanes,
suizos, noruegos y dinamarqueses, y el personal turco entrenado fue trasladado a Estambul y Ankara
para proporcionarles la formación y la supervisión cada cuatro/seis semanas durante los últimos
años.
Todos los terapeutas turcos formados en EMDR han ofrecido al menos 40 horas gratuitas de terapia
a las víctimas del terremoto. Además, casi todos los terapeutas continuaron ofreciendo servicios
gratuitos o a bajo costo.
En 1995, un proyecto análogo fue llevado a cabo en Bosnia y Croacia, con un programa de formación
para profesionales de salud mental. En aquella época, cerca de dos millones de personas (40% de la
población) eran refugiados y habían sufrido ellos o sus familiares heridas o atrocidades de guerra. La
intervención de EMDR-HAP fue coordinada por la Cruz Roja Internacional y los servicios de Catholic
Relief. Los entrenadores voluntarios de EMDR formaron 40 profesionales de la Society for
Psychological Assistance y de la organización Ruke para refugiados. Los profesionales locales
entrenados se ocuparon de gran número de refugiados, y después de la formación, la aplicación del
método EMDR ha sido evaluada cuidadosamente. Un aspecto más del programa fue la intervención
con los terapeutas para minimizar la traumatización secundaria del personal que estaba en contacto
con las víctimas de trauma de manera constante e intensa.
ATAQUES TERRORISTAS DEL 11.09.01:
IMPACTO Y ASISTENCIA PSICOLÓGICA EN
EMERGENCIAS
Antes que hubiera pasado una hora desde el inicio de los atentados al World Trade Center, la oficina
principal de la Cruz Roja Americana había contactado con la Disaster Response Network (DRN) de la
American Psychological Association para preparar una respuesta psicológica a las víctimas de la
catástrofe.
A las 9:30 de la mañana, la DRN informa a la Cruz Roja donde tiene psicólogos disponibles para
ofrecer apoyo a los trabajadores de rescate y a las familias de desaparecidos.
Durante el día, el DRN de la APA facilita trabajadores de salud mental en los centros de operaciones
de Cruz Roja en el Pentágono, el aeropuerto de Dulles, el aeropuerto de Boston, en San Francisco,
Los Angeles y Pennsylvania.
A las 16 horas, expertos del DRN y los coordinadores de Educación Pública de la American
Psychological Association discuten el desarrollo de materiales impresos y electrónicos para uso de
psicólogos con los niños sobre los ataques terroristas. Este material electrónico estuvo disponible al
día siguiente en diversos distribuidores de internet.
Durante los primeros días, los psicólogos que colaboraban con los equipos de Cruz Roja en el nivel
cero se encontraban frecuentemente a miembros de los equipos de rescate en estado de
desorientación, o descansando un momento, solos, sentados en cualquier sitio. Algunos parecían
llevar el peso del mundo sobre sus hombros. Al hablar con ellos, las preguntas ¿cómo lo llevas?,
¿cuánto tiempo llevas trabajando ahí?, se complementaban con otras más cercanas como ¿cuándo
ha sido la última vez que estuviste en tu casa? o ¿a quien vas a abrazar esta noche?.
Al segundo día, en el que las líneas telefónicas empezaban a funcionar, la DRN pudo desplegar
psicólogos expertos en catástrofes por todo el país, trabajando con grupos en empresas que habían
perdido personal, con personas, familias, trabajadores de rescate y departamentos de policía local
para apoyar a aquellos que debían hacer el trabajo más horroroso, como reconocer partes de
cuerpos y a quién pertenecían.
La DRN estableció un programa de ayuda de tres sesiones gratuitas (pro bono services) para las
víctimas de la catástrofe. En el estado de Nueva York, 400 trabajadores de salud mental ofrecieron
de forma instantánea y voluntariamente sus servicios, y otros llegaban en autobús desde todo EEUU.
PRIMER ESTUDIO SOBRE EL IMPACTO PSICOLÓGICO DEL ATAQUE DEL 11 DE
SETIEMBRE.
El primer estudio publicado, "A NATIONAL SURVEY OF STRESS REACTIONS AFTER THE SEPTEMBER
11, 2001, TERRORIST ATTACKS" (1), por Mark A. Shuster et alia, evalúa los efectos inmediatos en la
salud mental entre la población americana por su visión por televisión de la catástrofe.
Se entrevistó a una muestra representativa de 560 adultos por teléfono sobre sus reacciones y sus
percepciones de las reacciones de sus niños.
Para evaluar el estrés en los adultos, se modificaron 5 preguntas sobre los síntomas de los 17 items
del Posttraumatic Stress Disorder Checklist . Los síntomas se seleccionaron entre los que fueron
informados por 50 por ciento o más de los sobrevivientes de la bomba en la ciudad de Oklahoma.
Para el análisis, nosotros definimos un síntoma de tensión sustancial como uno de los dos más alto
de las cinco opciones ("bastante o extremadamente "). Una reacción de tensión sustancial se definió
como uno o los síntomas de tensión más sustanciales. Para los niños, se modificaron cinco items del
Diagnostic Interview Schedule for Children, Version IV (versión padres). Una reacción de tensión se
definió como una contestación afirmativa a por lo menos uno de los items.
Resultados en adultos. El 44% de los adultos informaron uno o más síntomas sustanciales de estrés;
el 68% experimentaron un síntoma por lo menos "moderadamente", y el 90% experimentó uno o
más síntomas por lo menos "un poco". Personas entrevistadas a lo largo de todo el país informaron
de síntomas de estrés, que variaron significativamente según el sexo, grupo étnico, presencia o
ausencia de anteriores problemas de salud emocionales o mentales, distancia del WTC y región del
país.
Las estrategias de afrontamiento fueron; hablar con otras personas (98%), participar en actividades
de grupo (60&), recurrir a la religión (90%), hacer donaciones (36%).
El 35% de los niños tenían al menos uno de los 5 síntomas de tensión, y el 47% estaban angustiados
sobre su propia seguridad o la seguridad de sus seres queridos.
Resultados en niños. El 35% de padres informaron que sus niños tenían por lo menos, uno de cinco
síntomas de estrés; el 47% informaron que sus niñós habían estado preucupándose por su propia
seguridad o la seguridad de sus seres queridos. Los padres con mayor reacción de estrés informaron
que sus niños tenían síntomas de estrés.
Los niños miraron la cobertura de la televisión de los ataques una media de 3 horas el 11 de
Setiembre: el 8% no miraron nada, el 33% la miraron 1 hora o menos, 36% miraron de 2 a 4 horas,
y el 23% la miraron durante 5 horas o más. Hay una asociación entre el número de síntomas de
estrés informado y el número de horas de visión de los ataques por televisión.
El uno por ciento de padres informó que ningún adulto en casa habló con sus niños sobre los
ataques; el 15% discutieron los ataques por lo menos una hora, el 48% de una a tres horas, el 22%
de cuatro a ocho horas, y el 14% nueve horas o más. El número de horas de discusión era más alto
para los niños mayores que para los más jóvenes, y estaba asociado también con el número de horas
de visión.
Aunque los síntomas de tensión en los padres son asociados con los síntomas de tensión en sus
niños, no se ha determinado en el estudio, si el estrés de los padres causa estrés en los niños, o si
los niños desarrollan los estilos de sus padres de reaccionar a una crisis. Padres que están
experimentando el estrés pueden percibir el estrés en sus niños, incluso si no está presente. Sin
embargo, muchos de los padres del estudio que informaron sus propias reacciones de estrés, no
informaron de tales reacciones en sus hijos.
El estudio tiene implicaciones importantes para la salud. Aunque los estudios de catástrofes
anteriores sugieren que las reacciones de estrés disminuyen con el tiempo en la inmensa mayoría de
las personas que han tenido una exposición indirecta, la importancia de los ataques del 11 de
Setiembre, las terroríficas imágenes televisadas, y las consecuencias profundas no tienen
precedentes. La intervención inmediata de los equipos de salud mental en cuanto aparecen síntomas,
puede ayudar a las personas a identificar reacciones de tensión normales y tomas medidas para
afrontarlas adecuadamente.
Según Terence Keane, director del National Center for PTSD en Boston, del 20 al 30% de las
personas que pasaron un trauma severo (actos de guerra, accidente de aviación, asalto sexual)
sufrirán Trastorno por estrés postraumático. Y sólo el 10% de las personas que sufrieron un trauma
mayor (accidente de coche, pérdida de seres queridos) sufrirán TEPT.
De las personas que pasan por una exposición secundaria del trauma, como las que vieron por
televisión el colapso del WTC, se cree que aproximadamente el 10% puede sufrir TEPT. En el futuro,
se verán personas afectadas por TEPT oculto: depresión, problemas familiares, problemas con el
alcohol, desórdenes de perosnalidad.
A principios de febrero, la asistencia económica a la población afectada por los ataques del 11 de
Setiembre ha llegado a los 1000 millones de dólares USA, según cifras de la FEMA, Agencia Federal
para el manejo de emergencias.
Unas 55.000 personas se inscribieron en los programas de asistencia, que comprendían ayudas por
vivienda temporal, para hipoteca o alquiler, cupones de alimentos, ayuda por desempleo, consejería
de salud mental por crisis, ayudas por funerales... La FEMA dispuso de 381 empleados, líneas de
teléfono gratuito y teléfonos de texto para sordos o mudos. La información de las ayudas se difundió
en 21 idiomas.
El gobierno federal libró 22 millones de dólares para servicios de counseling en Nueva York, y publicó
insistentemente los síntomas del trastorno por estrés postraumático, cuando los expertos advirtieron
que más de 2 millones de personas podían tener alteraciones psicológicas.
Más de 200 organizaciones de voluntarios se han coordinado para trabajar en la asistencia por la
catástrofe. Dicha coordinación, la NVOAD, Organizaciones Nacionales de Voluntarios Activas en
Desastres, desarrollan un programa permanente para identificar las mejores prácticas y lecciones
aprendidas de desastres anteriores y generar una lista de temas críticos para el movimiento NVOAD.
Dichas organizaciones son de procedencia comunitaria, sindical, profesional o religiosa. Algunas
incluyen el asesoramiento a las familias a conseguir todos los servicios disponibles y proveer de
asesoramiento y respaldo a las poblaciones de inmigrantes e indocumentados.
Las técnicas EMDR (EYE MOVIMENT DESENSIBILITATION AND REPROCESING) consiguen una
reducción significativa de síntomas perturbadores en tres o cuatro entrevistas con un terapeuta. El
propósito de la red de 500 terapeutas de HAP era ofrecer asistencia psicológica libre de costos a las
víctimas de los ataques del 11 de Setiembre, siendo prioritaria la asistencia a personas directamente
afectadas por la tragedia: personas que perdieron parientes o amigos, personas presentes en los
ataques, y personal de rescate y sus familias. Dicha asistencia se concreta en el ofrecimiento de 5
sesiones gratuitas, en las que se incluye la toma del historial, tratamiento con EMDR o terapias
apropiadas y sesión de evaluación. Se espera que en la mayoría de casos, los problemas serán
resueltos en 3 ó 4 sesiones. Si se necesita psicoterapia adicional, el cliente será derivado a otros
servicios de salud mental, y no se cree apropiado el seguimiento de una terapia con pago de
honorarios después de ofrecer ayuda libre de costos.
La propia red de EMDR-HAP financió los servicios de los terapeutas que atendieron a las víctimas de
la catástrofe, a través de donativos recogidos por la Asociación Internacional EMDR.
La atención psicológica a los terapeutas que trabajan con las víctimas y los equipos de rescate se ha
considerado de vital importancia, con la formación de grupos de apoyo a terapeutas y instrucciones
muy precisas para evitar trastornos en los propios trabajadores de salud mental. No existe ningún
tipo de entrenamiento que pueda eliminar completamente la posibilidad de que una persona que
trabaja con víctimas primarias se sienta afectada por los problemas de la gente a la que auxilia
(Síndrome de Compasión).
Los ataques del 11 de Setiembre han producido una conmoción intensa para todo el mundo, y
tendrán consecuencias que todavía no acertamos vislumbrar. Como decía "el maestro", "hay que
esperar lo inesperado", y pensar que nadie está a salvo de las más extremas contingencias.
El trabajo que nos queda por hacer en tareas de formación de terapeutas especializados y en
coordinación de equipos y organizaciones merece nuestra reflexión y responsabilidad.
jsanfiz@tiscali.es
http://www.redcross.org/services/disaster/keepsafe/unexpected.html
EMDR: http://www.emdr.org/frcont01.htm
Todos hemos padecido alguna vez una situación estresante en la que después hemos sentido los
hombros muy cansados o cierto dolor en las cervicales debido a la tensión, a tener los músculos
agarrotados. Este es un sencillo ejemplo de cómo un estado de tensión mental -la percepción de una
situación estresante- nos produce un malestar físico.
Pero, ¿qué pasa cuando la situación estresante se prolonga demasiado tiempo? Este tipo de situación
que pueden ser, por ejemplo, como las consecuencias invalidantes de un accidente, la enfermedad
de un familiar, la pérdida del trabajo, una separación matrimonial, nos lleva a que nuestro organismo
tenga una sobrecarga de tensión durante cierto tiempo y acabe teniendo consecuecias físicas como
dolor de estómago, sufrir insomnio, que nos suba la tensión, incluso que suframos disfunciones
sexuales....
Cuando el estrés es intolerable para nuestro organismo, las consecuencias físicas y psíquicas pueden
ser muy acusadas. Hablamos de estrés intolerable en las situaciones en las que pasamos por una
enfermedad larga en nuestro entorno familiar, accidentes graves, terrorismo, muerte de algún
familiar muy cercano, y todas aquellas situaciones tan dramáticas que personalmente podemos
calificar de "trauma". Una situación traumática es aquella en la que nos sentimos en un estado de
indefensión, sufriendo un impacto vital de tal magnitud que nuestras vidas sufren un brusco cambio.
Desgraciadamente, todavía no podemos coger una neurona viva y ponerla bajo el microscopio para
observarla, pero diariamente tenemos ejemplos de las consecuencias del estrés: una paciente, de 40
años, lleva dos años sufriendo migrañas después de que su marido padeciera un internamiento
hospitalario de 6 meses con un gravísimo problema de páncreas, del que muy pocos sobreviven.
Toda aquella tensión, miedo, desesperanza -máxime cuando los médicos afirmaban que su marido se
moriría- ha provocado en la paciente una respuesta de dolor aprendido innecesario, aún cuando su
marido está ya fuera de peligro.
Frecuentemente vemos como condiciones adversas de larga duración en la vida de las personas se
convierten en dolor, un dolor incapacitante, sin causa orgánica, que es una memoria del otro dolor,
del psíquico. A menudo, los problemas psicosomáticos producidos por el estrés incluyen problemas
intestinales, hemorroides, afecciones de la piel, caida de cabello, asma... Todo nuestro cuerpo puede
sufrir las consecuencias del estrés y de los problemas emocionales, y está tan extendido el problema,
que buena parte de los pacientes que vemos en la consulta del médico general -hasta un 60%- están
sufriendo debido a problemas psicosomáticos derivados del estrés o de los problemas emocionales.
Lamentablemente, la sanidad en nuestro pais no tiene muchas más respuestas que la medicación de
nuestros problemas psicosomáticos y emocionales... medicación que en el mejor de los casos aliviará
los síntomas pero no curará el problema, ya que lógicamente, es de origen psicológico.
Cuando la sitaución traumática es tan grave que la persona teme por su vida o ve morir a otras
personas (terrorismo, guerra, violencia) puede llegar a sufrir síntomas que impidan una vida normal.
Estos síntomas pueden hacer revivir involuntariamente y en forma estresante las imágenes y
recuerdos del trauma, momentos de ansiedad descontrolada, no poder afrontar las actividades
cotidianas, insomnio, irritabilidad... Es una afectación muy grave que se llama Trastorno por Estrés
Postraumático y que sufre casi el 25% de las personas que han pasado por un accidente de tráfico
con muertos, el 20% de los que sufren la muerte inesperada de un familiar o amigo, el 65% de las
víctimas de abusos sexuales, el 80% de los prisioneros de guerra (1). Además, cuando muere alguien
cercano, muchas veces nos queda la sensación de que podríamos haber hecho alguna cosa más:
esto también es un dolor emocional.
Las familias de las personas con discapacidad también tenemos un largo historial de sufrimiento
emocional y estrés. Los que somos padres de una persona con discapacidad, en cada etapa de su
desarrollo hemos tenido que luchar, muchas veces hasta con instituciones, por saber y hacer lo que
sería lo mejor para nuestro hijo más allá de las normas administrativas del momento. El tema es de
gran repercusión social: cerca del 15% de las familias tienen un hijo/a con enfermedad crónica o
algún tipo de discapacidad 2, y es muy común que las familias tengan que andar buscando
soluciones y plazas en cada cambio de etapa de su hijo/a. La enfermedad, la discapacidad y la
muerte son experiencias universales que ponen a las familias frente a uno de los mayores desafíos
de la vida. El efecto de un diagnóstico de cáncer o de convivir con una persona con discapacidad se
hace sentir en todo el sistema familiar: todos los miembros de la familia se ven afectados. Algunas
familias sufren un deterioro en su calidad de vida, que va desde el desequilibrio psicológico hasta la
ruptura de la pareja, mientras otras familias tienen capacidad de adaptación y superan la crisis
(70%). Las madres de personas con discapacidad son las que llevan la peor parte: un 48% llegan a
sufrir depresión y un 20% problemas de ansiedad. Por el contra los padres de personas con
discapacidad llegan a sufrir más problemas de ansiedad (40%) que de depresión (15%),
problablemente porque la madre brega con los problemas cotidianos de la persona con discapacidad,
más cercana a la frustración y a la desesperanza, y el padre generalmente sustento económico de la
familia, está más fuera de casa y percibe con más distanciamiento la problemática general de la
familia.
Lo más grave es que los sistemas de apoyo a la familia brillan por su ausencia y los equipos que hay
trabajando para las familias son escasos, con lo que un 70% de las familias nunca han visto a un
profesional de salud mental 2.
En el Servicio de salud mental SUPORT FAMILIAR ESCLAT atendemos a las familias de personas con
discapacidad desde hace ya 6 años con la financiación de la Generalitat,y tenemos presentes
cotidianamente todos estos problemas. Nuestro objetivo es ayudar a recuperar el equilibrio de las
personas y familias, y solucionar los complejos resultados que produce el estrés en las familias de
personas con discapacidad.
(1). Trujillo, Manuel: Psicología para después de una crisis, Aguilar, Barcelona 2002
(2). Rolland, John: Familias, Enfermedad y Discapacidad, Gedisa, Madrid, 2000
En primer lugar expongo mi satisfacción por participar en este encuentro virtual y poder
compartir con ustedes mi granito de arena hacia la humanización de las relaciones intra e
interpersonales en general, y en el acompañamiento en los procesos de duelo ante pérdidas
significativas en particular.
Desde ahí entiendo al ser humano como un compendio de cinco grandes dimensiones:
mental, física, emocional, relacional/social, y espiritual, desde el máximo respeto hacia las
distintas formas de comprender cada una de las dimensiones. En el caso de la espiritualidad,
como sabemos, mientras para unas personas la espiritualidad se encuentra idefectiblemente
vinculada a religión, para otras no es así.
Sogyal Rimpoché en El libro tibetano de la vida y de la muerte -ver (letra elle=ll). En Anexo V-
Bibliografía- nos recomienda que para encontrar una senda espiritual u otra, sigamos con
completa sinceridad la senda que más nos inspire. "Lea los grandes libros espirituales de
todas las tradiciones -nos aconseja el autor-, hágase una idea de lo que pueden querer decir
los maestros, cuando hablan de la liberación y de la iluminación, y descubra qué enfoque (...)
le atrae y le conviene más. Aplique a su búsqueda todo el discernimiento de que sea capaz; la
senda espiritual exige más inteligencia, más sobria comprensión y más sutiles poderes de
discernimiento que ninguna otra disciplina..." (Pg. 171).
Como suele ocurrir, todo mi trabajo es fruto de un compendio de aportaciones externas que
he tratado de elaborar y digerir con mis propias experiencias personales y profesionales. Así,
esta ponencia viene acompañada de una relación bibliografía (Anexo V) que, puede ser
ampliada en base a demandas concretas.
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Por mi formación en Psicología Humanista, entiendo que "humanizar" significa : una forma
viva, global, integradora, creativa, honesta, sensitiva y respetuosa de entender al ser
humano, su entorno y sus interacciones.
Y son esas premisas las que me hacen afirmar - aunque no descubrir -, que la aflicción y el
dolor ante pérdidas importantes es un conjunto de procesos a menudo erróneamente tratado,
que bloquea nuestro potencial de crecimiento, mientras que una adecuada elaboración del
duelo incrementa la fortaleza para afrontar lo negativo y lo positivo en el presente y el futuro
de nuestra existencia.
Cada pérdida importante puede ser también una oportunidad de transformación creativa, si
podemos integrar la amplia y profunda gama de sentimientos, emociones, actitudes,
creencias, ideas, omisiones y acciones implicadas en el proceso.
La propuesta es "complicadamente simple": conocer más y mejor los procesos de duelo, para
facilitarnos y facilitar transformaciones saludables del conjunto de pensamientos, emociones y
comportamientos asociados a la pérdida. Ello nos permite acompañar con calidad...;
humanizar la atención a las personas que sufren..., empezando por un@ mism@.
Entre otros muchos autores que se basan en su experiencia personal y profesional, y entre
distintos ámbitos relacionados con la humanización de las relaciones, recomiendo el libro La
muerte íntima, de Marie de Hennezel. -Ver (a) en Anexo V-Bibliografía-
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Como sabemos, para humanizar, hay que ser capaz de amar: amarnos a nosotros mismos
desde la autoestima, -que no prepotencia-. Y ser, también, capaz de amar a otros seres y al
entorno, teniendo en cuenta, que amor no es ni debe ser sobreprotección.
Ella ha entrenado más de 30,000 clínicos a nivel internacional. EMDR se ha usado para tratar miles
de supervientes de trauma en el mundo incluyendo individuos que han sobrevivido a violación,
abusos sexuales, combates en Vietnam y catástrofes naturales.
Ella también ha trabajado en los Grupos Asesores Editoriales por Tratar el Abuso Hoy y el Journal of
Traumatic Stress. Ella ha sido invitada a dar conferencias en todo el mundo y recibió el 1993
Distinguished Scientific Achievement in Psychology Award presentado por la Asociación Psicológica de
California.
JSV: Yo sé que usted es a la vez psicóloga, conferenciante, investigadora y consultora. ¿Usted puede
hablarme sobre sus actividades actuales?
FS: Soy investigador senior en el Instituto de Investigación Mental en Palo Alto. Además, soy
Director ejecutivo del Instituto de EMDR y Presidente de los Programas de Ayuda Humanitarios
EMDR. El Programa de Ayuda Humanitario es una red global de clínicos que se han dedicado a aliviar
el sufrimiento rompiendo el ciclo de violencia mundial. Nosotros hacemos entrenamientos pro bono
(ayuda humanitaria) y la intervención directa cuando sea necesario. Y además soy consultor en
varias becas de investigación que incluyen algunas evaluaciones de EMDR por NIMH en una variedad
de foros.
JSV: ¿qué le hizo especializarse en el estrés traumático?
FS: ¡En realidad fue por casualidad! Cuando empecé a desarrollar EMDR y noté sus efectos quise
probar si pudiera tener resultados positivos en una población clínica. Repasé los síntomas con los que
había funcionado bien hasta ese momento. Parecía que era fácil trabajar con los recuerdos. Entonces
me hice la pregunta "cuál es la poblaciòn clínicas que tenía más dificultades con los recuerdos"? Por
lo visto eran las víctimas de violación, las víctimas de abusos, los veteranos de combate, que sufrían
sobre todo con los recuerdos (de su trauma) y el trastorno por estrés postraumático (PTSD). Por lo
tanto, me llegó por casualidad. Cuando observamos los efectos de EMDR en esa población, se
convirtió en algo a lo que he dedicado mi vida.
JSV: Como creadora de EMDR, ¿puede usted darnos una descripción global de cómo se usa?
¿También, por favor describa la manera de cómo esta intervención terapéutica evolucionó?
FS: Bien, realmente empezó como una técnica para aliviar la ansiedad. Por lo menos ésa es la
manera en que yo lo pensé porque vengo de una formación principalmente conductual. Pero cuando
nosotros lo exploramos y lo refinamos con el tiempo, quedó claro que esa desensibilización de la
ansiedad era sólo un derivado de lo qué estaba pasando. Lo que realmente estábamos viendo era" el
reprocesamiento"que en realidad significa un proceso de aprendizaje activo. Así, la persona podría
perturbarse por un suceso particular, y nosotros vimos como se almacenaba en el cerebro en una
forma similar a cómo las percepciones fueron codificadas inicialmente. La información natural
procesada que era necesaria tomar para la resolución parecía haber sido apartada debido a la
perturbación. Así cuando usamos EMDR, logramos acceder a los sucesos más tempranos que son
problemáticos y estimulamos el sistema de procesamiento. Nos aseguramos que la información logra
llegar a una resolución adaptativa. Lo que es útil es aprendido, almacenado apropiadamente y con la
capacidad para guiar a la persona adecuadamente en el futuro. Lo que es inútil, las
autoconcepciones negativas, las emociones dolorosas, la sobreexcitación nerviosa, están
simplemente descartadas. Es un resultado natural del aprendizaje dinámico. El individuo no sólo
desensibiliza la ansiedad, sino que atraviesa un montón de emociones como la culpa, enojo, tristeza
y rabia que la psicoterapia típica es incapaz de tocar (por ejemplo, las terapias de la exposición no
son normalmente útiles para problemas de culpa o problemas de enfado). EMDR produce un
aprendizaje,un aprendizaje muy rápido. La persona no solo consigue un ajuste emocional, sino
también una comprensión y entendimiento de lo que le pasó. El individuo puede hacer las
asociaciones que sean necesarias para resolver los problemas. Lo que usted realmente está viendo
es crecimiento individual. No es sólo quitar la patología o quitar los síntomas, sino una automejora..
Es importante considerar que muchos trastornos que llevan a una persona al psicólogo son producto
de las experiencias más tempranas. No tiene que ser la gran "T", el Trauma de una violación o una
experiencia de combate, pero puede ser una "t" pequeña", el trauma de humillaciones de la niñez o
el abandono. Lo que buscamos en el uso de EMDR es donde los clientes tienen el problema - qué
experiencias más tempranas están contribuyendo a su problema, y qué elementos positivos
necesitan ser incorporados. EMDR también puede catalizar la mejora de los afectos positivos, las
creencias positivas, y las conductas positivas. De manera que nosotros trabajamos todo el espectro
del cuadro clínico.
JSV: He leído que EMDR ha publicado más informes de casos de investigación controlada para
apoyar su uso que cualquier otro método que trate el trauma. Si es el caso, entonces por qué usted
cree que ha habido tal controversia entre investigadores del trauma y clínicos a cerca de la aplicación
de EMDR?
FS: Creo que se desarrolló después de una publicación en 1989. Cuando publiqué el primer estudio
controlado en 1989, sólo informé de los efectos positivos con la aplicación de una sola sesión.
Todavía el PTSD aparecía como sumamente resistente a cualquier tratamiento. No había ningún
estudio controlado en el momento que yo publiqué el mío. Cuando fue publicado, salió con otros dos
estudios sobre otros métodos que mostraron resultados muy moderados o menores, con 12 - 15
sesiones de tratamiento. Así que apenas no parecía posible que EMDR pudiera lograr lo que nosotros
estábamos indicando que pudiera hacer. Así empezó una escisión entre "la ciencia" y "práctica",
porque los clínicos lo aprendieron y usaron y hablaron con mucho entusiasmo de él, mientras la
ciencia no se había puesto al día todavía. La controversia se levantó entre el entusiasmo de los
clínicos y la falta de otra investigación sobre el método. Durante los últimos 10 años, ha habido
estudios más controlados validando el método EMDR sobre cualquier otro método de intervención
para el trauma. El estándar de EMDR para el tratamiento de PTSD en civiles es que 84-90% dejan de
tener PTSD en el equivalente de tres sesiones de 90 minutos (Marcus el al del et., 1997; Rothbaum,
1997; el Scheck et al., 1998; el Wilson et al., 1995,1997).
EL ESTRÉS POSTRAUMATICO Y LA TERAPIA DEL
EMDR
Lic. Guillermo Mattioli
Hay expresiones que cambian la historia de nuestra profesión. "Inconsciente" "doble vínculo",
"indefensión aprendida", "homeostasis familiar" o "burn out" para no poner más que unos pocos
ejemplos y pidiendo perdón a tantos otros. Cambian la historia de las ideas, suele decirse, basándose
quizás en la ilusión de que las ideas son entelequies que flotan en el cosmos. Sin embargo es mucho
más. Cuando nace una verdadera idea ya ha cambiado o está a punto de cambiar una determinada
práctica social, que entonces provoca más cambios en un determinado contexto (un "discurso" vaya,
ya puestos...). La palabra "autoestima", por ejemplo, surgida hace unos años se ha ido extendiendo y
dejando su huella como una marca de origen en muchas expresiones alusivas a estados de ánimo
hasta convertirse en moneda de cambio. Tener la autoestima "baja" o "alta", o "veo que no tienes
ningún problema de autoestima" son enunciados que se ha convertido en una "seña de identidad".
Feliz expresión esta última! Todos la usamos sin la menor obligación de haber leído la novela de Juan
Goytisolo que la acuñó, ni tan solo la necesidad de saber que era el título.
Aunque todas las expresiones habrán sido la obra de alguien, no todas conservan el copyright que las
hace inconfundibles. Recordemos el "pienso luego existo", "Dios ha muerto" o viniendo más a nuestro
campo el "complejo de Edipo". Todas estas evocan al autor de manera automática. Otras, como la
mencionada "autoestima" no lo evocan sino que circulan como un elemento natural de nuestro
folklore profesional y social. Las hay que conservan todavía el glamour de su autor aunque que
seguramente lo acabarán perdiendo, como aquella de la "inteligencia emocional" de la que me
gustaría saber cuantos recuerdan el nombre del autor del libro que porta por título tan afortunada
conjunción de palabras.
También ayuda mucho evidentemente que aparezca una propuesta de solución de aquello de que se
trata, propuesta que puede ser muy concreta o tan abstrusa o ideal que deja al usuario con la
impresión de que si pudiese hacer eso que le sugieren no le pasaría nada de lo que se queja. Una
riada de literatura de autoayuda se nutre del manantial inaugurado por la idea de la autoestima (para
continuar con nuestro ejemplo) ofreciendo toda una lista de consejos y métodos para el autoamor, en
ese estilo tan típico de esa literatura que mezcla datos de toda clase, desde el Tao hasta la mecánica
cuántica.
El estrés postraumático es una expresión que reúne todas las características como para marcar una
época. Tiene una larga prehistoria bajo el nombre de neurosis traumática, que incluye todos aquellos
debates sobre el trauma y su valor etiológico que comenzaron con Freud y que todavía no han
acabado. Como etiqueta acuñada, Trastorno por estrés postraumático, TEPT, es bastante reciente,
aparece hacia los 80 en el DSM-III en el capítulo de los trastornos de ansiedad, aunque
posteriormente han surgido dudas sobre como clasificarlo, dado que también se lo podría incluir bajo
el de depresión mayor o también el de disociación. Finalmente, ha disparado una proliferación de
métodos para tratarlo, basados tanto en los avances en psicología general como en los de las
neurociencias.
Cuando una persona padece un TEPT se entiende que ha experimentado, presenciado imaginado o
oído hablar de uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad
física o la de otro y ha reaccionado con miedo, desesperanza y horror intensos, sentimientos
negativos que se conservan bloqueados dentro de su memoria emocional, en el sistema límbico. Las
escenas traumáticas pueden provenir tanto de catástrofes naturales como provocadas por actos de
terrorismo, por haber participado en situaciones de violencia, como veteranos de guerra o por haber
sufrido ataques físicos o sexuales, como mujeres o niños maltratados o abusados. El acontecimiento
traumático es revivenciado después mediante
INTRODUCCIÓN A LA PSICOTERAPIA EMDR .
Por Jesús Sanfiz Mellado, psícologo clínico, EMDR LII
EMDR es una terapia psicofisiológica, que utiliza técnicas utilizadas por diversas aproximaciones
terapéuticas, y aprovecha los mecanismos naturales fisiológicos de nuestro cerebro para sanar los
problemas de estrés y trauma. Estos mecanismos naturales de curación de nuestro cuerpo -como el
sueño REM- son los que de una forma natural permiten que afrontemos cotidianamente los estados
de estrés de una manera adaptativa, creando conexiones con experiencias pasadas, activando los
procesos de resolución de problemas, reduciendo el estrés emotivo y contribuyendo a generar
nuevos aprendizajes.
Es también una conceptualización respecto a como afecta el dolor emocional producido por el trauma
psicológico en las personas, como evoluciona y como afecta a sus cuerpos.
Decíamos que EMDR es una aproximación estructurada que sintetiza elementos de otras
psicoterapias eficaces, como la terapia psicodinámica, cognitivo-conductual, centrada en la persona y
centrada en el cuerpo. La integración de estas aproximaciones con los elementos característicos de
EMDR, como la exposición a los recuerdos asociados al trauma, la vivencia emocional, y la
estimulación bilateral alterna a los dos hemisferios cerebrales y la libre asociación constituye una
serie específica de procedimientos y protocolos estructurados para los trastornos que son tratados
con EMDR.
Entre estos trastornos tratados con EMDR podemos citar los problemas de ansiedad, psicosomáticos,
trastorno por estrés postraumático, dolor, dolor crónico, adicciones, trastornos de la alimentación.
Cuando nuestro cuerpo no puede resolver de forma adaptativa las experiencias perturbadoras, queda
en nuestro interior una herida, un dolor emocional, que en esos momentos se solucionó como se
pudo, y que permanece tapado en nuestro interior y puede volver a manifestarse más adelante
impidiendo nuestro desarrollo normal o surgir de forma abrupta en forma de ansiedad, fobia,
problema psicosomático, e incluso puro dolor físico. En como nos afecta a todos los niveles se puede
leer en el artículo "Cómo afecta a las personas el estrés" (Sanfiz, 2004). Por ejemplo, una víctima de
abusos puede saber racionalmente que no tuvo la culpa de la agresión, pero ese conocimiento no se
integra con su recuerdo del suceso y las emociones producidas, y la persona puede continuar
sintiéndose responsable. La intervención del terapeuta consiste en integrar los pensamientos
apropiados y eliminar el dolor psíquico y físico de aquella agresión, que puede perdurar durante
mucho tiempo bloqueada en nuestro cerebro.
Las imágenes resultantes de los estudios hechos con tomografía cerebral (Levin, Lazrove, van der
Kolk, 1999) indican una activación en el lóbulo prefrontal cuando los sujetos recuerdan la experiencia
traumática, antes del tratamiento. Después de tres sesiones de EMDR, se ve un incremento en el
metabolismo del lóbulo prefrontal, que podría reflejar una actividad del lóbulo facilitando una
atribución de significado a nuevos estímulos sensoriales. EMDR podría también ayudar a los
pacientes a generar asociaciones entre informaciones anteriores fragmentadas y disociadas,
facilitando el acceso a la información contenida en las redes mnésicas y permitiendo nuevos
aprendizajes. Los recuerdos útiles son almacenados con las emociones adecuadas y quedan
disponibles para ayudar a elaborar decisiones y comportamientos futuros mientras que las
informaciones y los recuerdos disociados (activación excesiva, emociones desequilibrantes, creencias
irracionales) quedan fuera del circuito útil.
Diversas hipótesis intentan explicar cómo el movimiento de los ojos ayuda a elaborar e integrar la
información (Giannantonio, 2003): algunos estudios tempranos, a partir de los años 60, indican una
correlación entre los movimientos oculares y el cambio de contenidos cognitivos (Antrobus, 1973,
Antrobus, Singer 1964); un refuerzo de la memoria episódica (Christman, Garvey, 2000)¸ una
disminución de la emocionalidad negativa relativa a la memoria autobiográfica (Andrade, Kavanagh,
Baddeley, 1997), y una disminución en la vivencia de las imágenes de recuerdos (Andrade et al.,
1997, Sharpley, Montgomery, Scalzo, 1996; van den Hout, Muris, Salemink, Kindt, 2001).
Investigaciones preliminares sostienen la hipótesis de que los movimientos oculares estimulan una
respuesta de orientación, o un reflejo de exploración, que estimula estados fisiológicos instintivos
que pueden inhibir o modificar la respuesta de ansiedad aprendida (Barrowcliff, MacCulloch,Gray,
2001; Wilson,Silver, Covi, Foster, 1996). Recientes investigaciones neurobiológicas relacionan la
hipótesis (Stickgold, 2002) de que los movimientos oculares pueden activar procesos neurológicos
que imitan las funciones del sueño REM y sus mecanismos de elaboración de la información.
REFERENCIAS
Andrade, J., Kavanagh, d. Baddeley, A. (1997). Eye-movements and visual imagery: a working memory approach to the
treatment of post-traumatic stress disorder. British Journal of Clinical Psychology, 36, 209-2223.
Antrobus J.S. (1973). Eye movements and non-visual cognitive tasks. In V. Zikmund: The oculomotor system and brain
functions, London: Butterworths, 354-368
Antrobus, J. S., Singer, J. (1964) Eye movements, accompanying daydreams, visual imagery, and thought suppressions.
Journal of Abnormal and Social Psychology, 69, 244-252
Barrowcliff, A., MacCulloch, M.J.,Gray, n.S. (2001).The de-arousal model of EMDR. Comunicación presentada en el EMDR
Europe 2nd Annual Meeting, London, U.K.
Van den Hout, M., Muris, P., Salmink, E.and Kindt, M (2001) Autobiographical memories become less vivid and emotional after
eye movements. Britisch Journal of Clinical Pychology, 40, 121-130.
Wilson, D. Silver, S.M., covi, W. Foster, S. (1996) Eye moviment desensitization an reprocessing: Effectiveness and autonomic
correlates. Journal of Behavior Therapy and Experimental Pschiatry, 27, 219-229
EL DESASTRE DESPUÉS DEL DESASTRE: ¿YA PASÓ LO
PEOR?
Por Ignacio Jarero *
Dentro del campo de la Salud Mental, para enfrentar el Amplio Espectro de los devastadores
efectos Psicoemocionales y Psicosociales, que pueden provocar los desastres a corto, mediano y
largo plazo, es necesario contar con Plan Estratégico de Acción , amplio, sistemático y
multicomponente; estructurado en base a los Lineamientos Internacionales.
FASE DE PREIMPACTO.
Durante esta fase se deben de llevar a cabo las actividades previas al desastre, que son:
Prevención: Son todas aquellas medidas cuyo propósito sea eliminar un riesgo.
Ej. Obras de protección y control para prevenir deslizamientos, inundaciones, sequías, incendios,
explosiones, escapes de gases o substancias tóxicas.
El trabajo de los Profesionales en Salud Mental durante esta fase, es elaborar un Plan
Estratégico de Acción, también llamado Plan Integrado de Respuesta (PIR) .
FASE DE IMPACTO
Durante esta fase el miedo es la emoción predominante, conforme las víctimas buscan seguridad
para sí mismas y sus familias. También se puede presentar un estado temporal de choque
psicoemocional, por lo que las víctimas pueden experimentar confusión, aturdimiento y cierta
desorientación, durante minutos u horas. Se ha observado que los desastres tienen un efecto
"narcótico", que impide temporalmente que las personas asimilen el grado en que cambió su mundo.
Fase Heroica
Esta fase se caracteriza por enormes niveles de energía, tanto de los individuos como de la
comunidad local, nacional e internacional, que se traducen en Acciones Heroicas, actividades de
rescate, de ayuda, de brindar refugio, reparaciones de emergencia y limpieza.
Durante esta fase también pueden presentarse actos vandálicos, de rapiña, abusos y
violaciones sexuales, secuestro y tráfico de menores, así como violencia en todas sus
formas y manifestaciones; pues los desastres, que son experiencias límite, sacan a
relucir lo mejor y lo peor de la naturaleza humana.
Algunas veces los gobiernos tienen que intervenir con sus fuerzas armadas para reestablecer el
orden.
Es durante esta fase y la siguiente (luna de miel), cuando de acuerdo al Plan Estratégico de
Acción - Plan Integrado de Respuesta, se deben de aplicar los protocolos de trabajo
estandarizados internacionalmente para Intervención Psicológica Temprana – Manejo de
Estrés en Incidentes Críticos; diseñados para: Brindar Psicoeducación y Apoyo
Psicoemocional. Detener el "sangrado emocional", esto es, el proceso agudo de deterioro o
descompensación psicológica. Estabilizar al individuo y protegerlo de estrés adicional. Mitigar los
síntomas/signos de estrés postraumático. Normalizar su experiencia, reducir sus síntomas y
sentimientos de singularidad y anormalidad. Restaurar sus funciones cognitivas y adaptativas tan
rápido como sea posible. Facilitar asistencia profesional a largo plazo en caso de ser necesario y
movilizar todos los recursos posibles en su ayuda.
Esto restaura el poder de instituciones comunales y culturales para actuar y para dar sentido a lo que
sucedió. Las comunidades tienen una necesidad, para su salud mental, de crear una narrativa
colectiva coherente de lo que les sucedió.
Las lecciones del pasado, nos enseñan que debemos de mover nuestra atención inicial lejos de una
respuesta farmacológica al trauma inicial y hacia el esfuerzo por maximizar la
resiliencia de la comunidad afectada; para prevenir el surgimiento de nuevos
traumas.
Para aquellos que poseen vocación de ayudar, una urgencia visceral para inmediatamente responder
puede ser la primera reacción.
De ahí que la salud mental no sería desatendida si los profesionales en salud mental
llegan después de la primera ola de esfuerzos de ayuda.
Esta fase se caracteriza por fuertes sentimientos de apoyo, cohesión y optimismo de la comunidad.
Hay una fuerte sensación de haber compartido una experiencia catastrófica y haber sobrevivido. Hay
un alto nivel de expectativas puestas en la ayuda internacional y del gobierno de su país. Los medios
de información nacional e internacional tienen su atención puesta en la zona de desastre.
Hay promesas por parte de los gobernantes locales en cuanto a la reconstrucción de las
comunidades, investigaciones judiciales y justicia para todos.
Existe una tendencia, tanto de las autoridades como de las empresas con intereses
políticos y económicos en la región afectada, a solo concentrarse en los aspectos
materiales de la reconstrucción y tratar de olvidarse o encubrir, en la medida de lo
posible, las secuelas del trauma psicoemocional y psicosocial.
En cuanto les es posible, dicen frases como "Ya pasó lo peor", "Ahora hay que mirar
hacia delante", y tratan de evitar que se muestren "las cosas feas" producto del
desastre, como el profundo dolor, angustia y desesperación que está viviendo la
población, misma, que si no recibe ayuda especializada, seguirá sufriendo mucho
tiempo después de que los puentes, las carreteras y los hoteles de lujo estén
funcionando.
Esta actitud de ignorancia e indiferencia hacia los efectos del trauma psicoemocional,
puede obstaculizar el que se lleve a cabo un abordaje integral del Amplio Espectro de
los devastadores efectos psicoemocionales y psicosociales que ha vivido la población
afectada, lo que podría provocar un deterioro más profundo del tejido social de la
comunidad y haría más difícil la Fase de la Reconstrucción.
Los sobrevivientes tienden a pensar que sus casas, comunidad y vidas - como ellos las conocían (o
incluso mejoradas) -, les serán restituidas rápidamente y sin complicaciones.
Puede existir negación y shock. La gente reporta que las propiedades que se han perdido, "son solo
cosas", "nos repondremos y saldremos adelante con nuestras vidas".
Pueden aparecer más noticias sobre secuestro y tráfico de menores; acoso y abuso,
incluidas la violación sexual, tanto a niñas y mujeres, como a auxiliadores (hombres
y mujeres), en las comunidades aisladas o en los albergues; actos de violencia y
robo de ayuda humanitaria o su uso con fines políticos.
Se pueden presentar deficiencias por parte de las autoridades locales y/o federales
en brindar ayuda a todos los afectados, lo que puede provocar fuertes reacciones de
enojo, protestas e incluso violencia en las comunidades que no han recibido la
ayuda.
Los recursos más importantes durante esta fase, son tanto los grupos sociales
preexistentes, como los nuevos grupos de la comunidad, que se forman a raíz de la
emergencia, con el objeto de protegerse entre ellos y cubrir las necesidades
específicas causadas por el desastre, que no han podido ser satisfechas por las
autoridades.
La duración de esta etapa, es aproximadamente de tres semanas a tres meses después del desastre.
Los profesionales en salud mental no experimentados, son propensos a abandonar el sitio del
desastre al final de esta fase, con la impresión de que YA PASÓ LO PEOR y fallan en
preparar a los sobrevivientes, a sus auxiliadores y a los/las profesionales en salud
mental de la comunidad, para las manifestaciones del Trauma Psicológico Complejo
que se presentarán en un porcentaje de la población, durante las siguientes semanas
y meses.
A través de la historia de los desastres, hemos aprendido que el trauma inicial de muchos
sobrevivientes y sus auxiliadores se resuelve por su resiliencia natural. También hemos
aprendido, que aún con la ayuda de la intervención psicológica temprana, en un
futuro cercano comenzaremos a ver que aparecen casos de Trauma Psicológico
Complejo (Trastorno por Estrés Traumático y síntomas comórbidos), del que es muy
difícil sanar sin tratamiento especializado.
Por ello es imperativo preparar en las zonas afectadas, a los y las profesionales en
salud mental en la Metodología Psicoterapéutica EMDR; para que puedan hacer frente
a las necesidades psicoemocionales a mediano y largo plazo, tanto de los
sobrevivientes, como de sus auxiliadores en sus propias comunidades.
Por ejemplo, si después del desastre los síntomas que se mencionan a continuación no desaparecen
lentamente, sino que empeoran con el tiempo, o si causan dificultades en el trabajo o en las
relaciones interpersonales, es muy importante buscar ayuda de un profesional en salud mental
entrenado en la metodología EMDR (Ver www.emdrmexico.org)
Ahora bien, aproximadamente, para la cuarta semana después del desastre, comienzan a disminuir
los recursos enviados de fuera, así como la cobertura de los medios de información. La energía que
se mostró en un principio comienza a disminuir y aparece la fatiga, lo que prepara el escenario para
la fase siguiente.
Fase de la Desilusión.
A esta fase también se le llama "Segundo Desastre", debido a la infinidad de problemas que
surgen de la desorganización social y psicoemocional causada por el desastre.
Hay muchos sobrevivientes que no aceptan ir a refugios y se quedan viviendo sobre los
escombros o cerca de lo que fue su casa, lo que dificulta la labor de ayuda psicoemocional y
psicosocial.
Estos procesos se agravan con los saqueos, vandalismo, acoso, abuso, violaciones
sexuales, violencia, etc., de los que ya hablamos anteriormente.
Es durante esta fase que se pueden manifestar abiertamente los síntomas del
Trauma Psicológico Complejo de los que hemos hablado y que no solo afectan a los
sobrevivientes, sino a sus auxiliadores, a sus familias y al tejido social de la
comunidad.
Durante esta fase, los sobrevivientes y sus auxiliadores pueden sentirse aislados y solos, se pueden
recrudecer los síntomas del Trauma Psicológico Complejo y aumentar el porcentaje de suicidios u
homicidios.
En esta fase, aparece un segundo tipo de estrés (el primero es el producido por el desastre
mismo). Este es el estrés producido por tratar con agencias gubernamentales, compañías de
seguros, seguir viviendo en los albergues, ser cambiados de hogar, papeleo, demoras legales,
pérdidas materiales, pérdida de seguridad o protección, aumento de la vulnerabilidad, pérdida de
familiaridad con el entorno, escuchar por mucho tiempo a la gente decir "vive con eso, el evento
sucedió hace muchos meses", "vive dejando de ser una víctima".
Lo anterior, puede producir síntomas como ira, sensación de impotencia, trastornos somáticos y
tendencia a idealizar la vivienda perdida.
A estos síntomas también se les conoce como "El Síndrome del Desastre".
Mientras se trabaja durante esta fase, el proceso tiene altas y bajas, con disparadores normales,
como ciertos eventos que hacen recordar el incidente y reacciones de aniversario que afectan el
proceso de recuperación emocional.
Fase de Reconstrucción
3.- Consideración de las medidas de prevención y mitigación de riesgos para la nueva comunidad.
Para algunos sobrevivientes y auxiliadores, el aniversario del primer año, precipita o exacerba los
síntomas del Trauma Psicológico Complejo.
* Ignacio Jarero, Ed.D, Ph.D., es Fundador y Presidente de la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis, del Centro
Internacional de Psicotraumatología y de EMDR México.
Fundador y Director Ejecutivo del Sitio Acreditado de Entrenamiento y Educación de la Academy of Traumatology en la República
Mexicana. Fundador del Consejo Consultivo de la Comisión de Certificación y Acreditación de la Academy of Traumatology.
Está certificado como entrenador por el Instituto EMDR, por la EMDR International Association, por la International Critical Incident
Stress Foundation y por la Academy of Traumatology.
Está Certificado y Diplomado como Experto en Estrés Traumático y como Experto en Respuesta de Emergencia en Crisis por la
American Academy of Experts in Traumatic Stress.
Un estudio elaborado por el Colegio de la Frontera Norte y presentado por el Instituto Nacional de las
Mujeres, nos revela que las altas tasas de homicidio registradas en Ciudad Juárez, en la última
década, son superiores incluso a las reportadas a nivel mundial (1).
En el documento se asienta que de 1993 al 2004, se han registrado 2,373 asesinatos de hombres y
378 de mujeres (1).
Por otra parte, Guadalupe Morfín, titular de la Comisión para Prevenir la Violencia contra las Mujeres
en Ciudad Juárez, comenta que las mujeres son asesinadas en muchas partes de la República
Mexicana y no solo en Ciudad Juárez. Morfín también señaló que se debe de atacar la violencia
intrafamiliar, ya que en Ciudad Juárez, ésta es la causa de las dos terceras partes de los feminicidios
(2).
La respuesta es NO.
Un evento traumático es como una gran piedra que cae en medio de un lago y hace olas que se
desplazan de manera concéntrica, del centro hasta la orilla. De ahí que tenemos a las Víctimas
Primarias que son las directamente afectadas; a las Víctimas Secundarias que son sus familiares y
amigos; a las Víctimas Terciarias que son aquellas personas que auxilian a las víctimas primarias y
secundarias, como paramédicos, enfermeras, trabajadoras sociales y profesionales en salud mental
(psicólogas, psiquiatras); y a las Víctimas Cuaternarias que son todas aquellas personas que se
enteran por cualquier medio de comunicación, del evento traumático.
Las Víctimas Primarias que sobreviven a la exposición traumática (violencia en todas sus formas)
pueden desarrollar un trastorno psiquiátrico llamado Trastorno por Estrés Postraumático (TPEPT) y
síntomas asociados a este trastorno, como depresión, ansiedad y abuso de substancias.
Este trastorno y sus síntomas asociados, afecta significativamente la vida de estas personas, de sus
familiares y amigos y de quiénes las tratan de ayudar.
En cuanto a las Víctimas Secundarias, aunque el trauma lo haya vivido un solo miembro de la familia,
los otros miembros de la familia pueden llegar a experienciar miedo, enojo, dolor, angustia,
etc., por el solo hecho de estar emocionalmente conectados al/la sobreviviente (víctima
primaria). A esto se le llama Traumatización Secundaria o Estrés Traumático Secundario.
El TPEPT puede afectar a cada uno de los miembros de la familia de varias formas. A continuación
menciono algunas de estas:
• Durante las actividades cotidianas, como ir de compras, al cine o a dar un paseo, las víctimas
primarias (sobrevivientes) pueden sentir como si revivieran el trauma. El/la sobreviviente
se puede poner súbitamente y sin explicación en "alarma automática", tener explosiones
emocionales, cerrarse emocionalmente, sentirse enojado, o irse abruptamente y dejar a los
miembros de la familia sintiéndose abandonados, impotentes y preocupados.
• Aún si el evento traumático ocurrió muchos años atrás, los/las sobrevivientes pueden actuar -
y los miembros de la familia pueden sentir - como si el trauma nunca hubiera
terminado. Pueden sentir que están viviendo en una zona de desastre o de guerra. Los
miembros de la familia pueden verse a sí mismos evitando actividades o vida social,
aislándose unos de otros y de sus amigos. Pueden sentir que no tienen a nadie
con quien hablar y que nadie los puede comprender.
• Pueden encontrar que es muy difícil tener una plática con el/la sobreviviente acerca
de planes y decisiones importantes para el futuro; pues el/la sobreviviente pueden
sentir que no tienen futuro, o no se pueden concentrar porque están tensos,
ansiosos, enojados, o sospechando de todo el mundo.
Los sobrevivientes con TPEPT pueden sentir alivio y tratar de escapar de sus problemas, a
través del consumo de alcohol u otras drogas, así como de comportamientos adictivos tales
como: jugar, tener relaciones sexuales inadecuadas, trabajar o comer compulsivamente, o
negarse a comer (bulimia y anorexia).
Como podemos ver claramente, esto es un ataque directo a la familia y por ende al
tejido social de la comunidad.
Y ¿Qué sucede con los y las profesionales en salud mental que tratan de ayudar a las
víctimas primarias y secundarias?
A.- Pueden desarrollar Desgaste Profesional por Empatía, también llamado Síndrome
de la Compasión. Esto es, absorber y retener el sufrimiento emocional de otros al
interactuar con ellos. "Es cuando el trauma de otros nos traumatiza a nosotros".
• No poder volver a trabajar nunca más, pues se produce una "invalidez" total y
permanente que los excluye de su circuito laboral.
• Deterioro en los ámbitos emocional, físico, cognitivo y espiritual.
• Deterioro de las relaciones interpersonales
Veamos:
A.- Muchas de esas Instituciones, contratan para atender a las víctimas de la enorme
violencia que ahí se vive, a profesionistas recién egresados de la carrera de
psicología, que no tienen un entrenamiento adecuado previo.
Es como si dando aspirinas se pudiera curar una enfermedad como el cáncer. Aunque
esto sea hecho con la mejor voluntad.
¿Les han aplicado instrumentos validados para saber como llegaron y si en verdad se
sanaron? La respuesta ha sido… no.
Si las cosas siguen así, no se podrá revertir la descomposición del tejido social de
esa comunidad y las víctimas en la sombra seguirán aumentando.
FIN
EL TRASTORNO POR ESTRES POSTRAUMATICO
Y LA FAMILIA.
Por: Ignacio Jarero
La familia entera es afectada cuando uno o varios de sus miembros han vivido un trauma
psicológico y sufren de Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).
Aunque el trauma lo haya vivido un solo miembro de la familia, los otros miembros de la familia
pueden llegar a experienciar miedo, enojo, dolor, angustia, etc ; por el solo hecho de estar
emocionalmente conectados al sobreviviente. A esto se le llama Traumatización Secundaria o
Estrés Traumático Secundario.
Ya sea que los miembros de la familia vivan juntos o separados, estén en contacto a menudo o raras
veces, se sientan cercanos o distantes emocionalmente, el TEPT puede afectar a cada uno de los
miembros de la familia de varias formas:
Los sobrevivientes con TEPT, pueden sentir alivio y tratar de escapar a través del alcohol u
otras drogas, así como de comportamientos adictivos como: jugar, trabajar o comer
compulsivamente, o negarse a comer (bulimia y anorexia).
Las adicciones le ofrecen una falsa esperanza al sobreviviente, pues parecen ayudar en el
corto plazo, pero finalmente agudizan los síntomas del TEPT como miedo, ansiedad, tensión,
enojo, etc. Algunas adicciones son muy obvias, como las borracheras o el consumo diario de
drogas. Sin embargo, las adicciones pueden presentarse de manera menos obvia o con menor
frecuencia, pero con igual peligro.
• Cuando el suicidio del sobreviviente es una posibilidad real, los miembros de la
familia, pueden presentar los siguientes síntomas:
a) Preocupación: ¿Cómo vamos a saber si el suicidio va a ocurrir? ¿Qué podemos hacer para
prevenirlo?
b) Culpa: ¿Estaremos haciendo algo que lo/la haga sentir tan mal? ¿Qué debemos hacer para
hacerlo/la sentir mejor?
Los sobrevivientes con TEPT, son más propensos en pensar y tratar de suicidarse, que aquellos que
no sufren de TEPT. En estos casos, se recomienda buscar ayuda especializada de inmediato.
¿Qué pueden hacer los miembros de la familia para cuidarse ellos y al sobreviviente?
Para muchos sobrevivientes, las relaciones con la familia y los amigos son muy benéficas, pues el
amor, la compañía y el sentido de pertenencia son un antídoto al aislamiento, a la
depresión y a la culpa.
Además:
Al igual que con el huracán Katrina, las imágenes que hemos visto de la devastación física que
provocó el huracán Stan han suscitado una miríada de reacciones como incredulidad, enojo, miedo,
compasión, sobresalto, etc.
La experiencia internacional nos enseña que el impacto de un desastre masivo, puede provocar un
impacto psicoemocional a corto, mediano y largo plazo, por lo que se debe de abordar desde la
perspectiva de un Continuo de Servicios en Salud Mental, mismo que consta de los siguientes
puntos relevantes: Educación Pre-incidente, Intervención Psicológica Temprana, Psicoterapia,
Farmacoterapia, Hospitalización y Rehabilitación.
Educación Pre-incidente:
La respuesta de la población y de los profesionales en salud mental ante los desastres, debe de
iniciarse con un Plan Integrado de Respuesta (PIR) , elaborado ANTES de que el desastre
ocurra.
Dentro de este Plan Integrado de Respuesta , se deben de tomar en cuenta las siguientes
consideraciones:
1.- Los/las auxiliadores profesionales que prestarán servicios de Intervención Psicológica Temprana,
deben de tener entrenamiento especializado, con protocolos de trabajo estandarizados
internacionalmente.
2.- Una Evaluación Posdesastre de las necesidades de la comunidad, incluyendo pero no limitándose
a la salud mental, debe de guiar las intervenciones. UNICEF, la OMS, la OPS y la Cruz Roja hacen
rápidamente este trabajo y pueden proporcionar guía a otras organizaciones.
3.- Los profesionales en salud mental deben de tener una perspectiva a largo plazo: ¿cómo
contribuiría nuestro trabajo dentro del marco de las necesidades y las respuestas que se están
dando a la comunidad y a sus auxiliadores?
4.- Los proyectos deben involucrar relaciones de colaboración con varios organismos públicos y
privados.
5.- Los buenos proyectos en salud mental, buscan la integración de sus esfuerzos y resultados
dentro del sistema primario de atención a la salud de la población.
6.- Los proyectos deben proporcionar acceso a sus servicios a todos lo miembros de la comunidad
afectada.
8.- Los proyectos deben de ser cuidadosamente monitoreados en sus resultados y efectos.
Para aquellos que poseen vocación de ayudar, una urgencia visceral para inmediatamente responder
puede ser la primera reacción.
De ahí que la salud mental no sería desatendida si los profesionales en salud mental
llegan después de la primera ola de esfuerzos de ayuda.
La más alta prioridad para cuidados iniciales en salud mental, es el regreso a la normalidad:
restaurar las rutinas cotidianas, regresar a las personas a sus hogares o cerca de sus vecindarios
(cuando esto es posible), regresar a sus trabajos o crear nuevas fuentes de empleo y regresar a los
niños a la escuela.
Esto restaura el poder de instituciones comunales y culturales para actuar y para dar sentido a lo
que sucedió. Las comunidades tienen una necesidad, para su salud mental, de crear una narrativa
colectiva coherente de lo que les sucedió.
Al día de hoy, los puntos de acuerdo de Organismos Internacionales como la International Critical
Incident Stress Foundation (ICISF), la National Voluntary Organizations Active in Disasters (NVOAD),
la Cruz Roja Americana, la National Organization for Victim Asístanse, el Ejército de Salvación, la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el EMDR Humanitarian Assistance Program (EMDR-HAP) y
la International Society for Traumatic Stress Studies (ISTSS) son los siguientes:
1.- La Intervención Psicológica Temprana es valiosa y consiste en un cuerpo de intervenciones
psicológicas, diseñadas para mitigar la perturbación aguda sin interferir con el proceso de
recuperación natural de las personas.
4.- La Intervención Psicológica Temprana es un punto dentro del Continuo de Servicios en Salud
Mental y no substituye ni a la psicoterapia ni a la farmacoterapia.
Las recomendaciones generales para la Intervención Psicológica Temprana que nos hacen estas
Instituciones Internacionales son:
1.- Toda intervención debe estar basada en una evaluación de necesidades. Dentro de esta
evaluación, es de suma importancia que la ayuda sea deseada por aquellos en los niveles estatales y
locales y que dicha ayuda incremente las iniciativas locales, en lugar de complicarlas o quitarles
poder. Por lo que llegar a un sitio de desastre basándose en una necesidad impulsiva, nunca es una
buena idea.
2.- La ayuda debe de ser coordinada dentro de un Plan Integrado de Respuesta. Idealmente este
plan debe de involucrar recursos y cooperación de autoridades locales, estatales y federales.
3.- La respuesta temprana en Salud Mental, debe de seguir la jerarquía de necesidades descrita por
Abraham Maslow:
C.- Cubrir las necesidades básicas para re-establecer las conexiones familiares e interpersonales.
Reunir a las familias debe de ser prioritario.
E.- Para las y los auxiliadores/rescatistas, se debe de establecer un programa de apoyo en Salud
Mental, debido al Estrés Traumático Secundario que pueden sufrir.
4.- Las y los auxiliadores deben de estar preparados técnica, mental y físicamente para poder
enfrentar un desastre masivo. La historia de la respuesta en desastres está repleta con ejemplos de
auxiliadoras y auxiliadores que se convierten en víctimas.
5.- Para contrarrestar los Efectos del Estrés Traumático Secundario que pueden sufrir las y los
auxiliadores, posterior al término de su trabajo, deben de ser tratados con la metodología
denominada Critical Incident Stress Debriefing, desarrollada por la ICISF.
6.- Los medios de comunicación llenan nuestros hogares con historias impactantes. Es importante
monitorear la "dosis" de desastre a la que usted, su familia y especialmente sus niños están
expuestos.
Psicoterapia.
A través de la historia de los desastres, hemos aprendido que el trauma inicial de muchos
sobrevivientes y auxiliadores, se resuelve a través de su resiliencia natural. También hemos
aprendido que aún con la resiliencia natural y la intervención psicológica temprana, en el futuro
cercano comenzaremos a ver en sobrevivientes y auxiliadores, casos de un trastorno psiquiátrico
llamado Trastorno por Estrés Postraumático (TPEPT) , que es muy difícil de sanar sin un
tratamiento psicoterapéutico adecuado.
Las alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo. Este trastorno puede ir acompañado de depresión mayor,
crisis de angustia, abuso de substancias y otros síntomas/trastornos.
Para hacer frente a este trastorno, la American Psychiatric Association nos señala que debemos
considerar el peso de la evidencia científica que soporte la opción de tratamiento que escojamos.
Actualmente existen dos Metodologías Psicoterapéuticas cuya evidencia científica sustenta
ampliamente su efectividad. Una de ellas es el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento a
Través de Movimiento Ocular) y la otra es la Terapia Cognitiva Conductual en su modalidad de
Exposición.
Es muy importante señalar que estas metodologías solo pueden ser aplicadas por profesionales en
salud mental debidamente entrenados y certificados.
Farmacoterapia:
Las lecciones del pasado, nos enseñan que debemos de mover nuestra atención inicial lejos
de una respuesta farmacológica al trauma inicial y hacia el esfuerzo por maximizar la
resiliencia de la comunidad afectada, para prevenir el surgimiento de nuevos traumas.
La farmacoterapia solo se debe de emplear con aquellos pacientes altamente traumatizados, cuyo
nivel de perturbación impida estrategias de tratamiento psicoterapéuticas. Por ejemplo, personas
que presenten: insomnio severo, trastorno depresivo de moderado a grave, síntomas psicóticos,
síntomas intrusivos severos, trastornos de ansiedad de moderados a graves, trastornos disociativos.
Hospitalización y Rehabilitación.
Entre otros, los casos más severos de trastornos psicóticos, disociativos, depresivos, relacionados
con substancias o que impliquen violencia auto-inflingida, intención suicida u homicida, pueden
requerir de hospitalización y de un periodo de rehabilitación, así como de un abordaje
multidisciplinario.
www.amamecrisis.com.mx y www.emdrmexico.org
* Ignacio Jarero, Ed.D, Ph.D., es Fundador y Presidente de la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis, del Centro
Internacional de Psicotraumatología y de EMDR México. Fundador y Director Ejecutivo del Sitio Acreditado de Entrenamiento y
Educación de la Academy of Traumatology en la República Mexicana. Fundador del Consejo Consultivo de la Comisión de
Certificación y Acreditación de la Academy of Traumatology. Está certificado como entrenador por el Instituto EMDR, por la EMDR
International Association, por la International Critical Incident Stress Foundation y por la Academy of Traumatology.
Está Certificado y Diplomado como Experto en Estrés Traumático y como Experto en Respuesta de Emergencia en Crisis por la
American Academy of Experts in Traumatic Stress.
Escribo estas líneas con un gran pesar, Mariana Levy era una mexicana extraordinaria y ahora está
muerta.
¿Por qué murió Mariana? Me han preguntado muchas personas que no se pueden explicar tan
lamentable suceso.
Pues bien... se nos ha dicho que Mariana iba con su familia rumbo a un parque de diversiones de la
ciudad de México. Era de día y transitaban por una avenida muy conocida. Se detuvieron ante un
semáforo en rojo y ella vio a un hombre armado que merodeaba el vehículo en el que iban. Ella y sus
hijos se alarmaron mucho y posteriormente se sintió mal. Fue trasladada a un hospital y poco
después murió de un infarto.
Una posible explicación sería la siguiente: cuando una persona es expuesta a una situación que
percibe amenazante, el núcleo amigdalino (ubicado en el centro del cerebro) automáticamente
dispara una señal de alarma que pone en marcha un complejo mecanismo bioquímico, que tiene por
función protegernos del peligro.
Entre muchas otras reacciones, este mecanismo produce una activación del sistema nervioso
autónomo e incrementa el ritmo cardiaco, presión sanguínea, coagulación sanguínea y
actividad neuromuscular. Cuando la impresión es muy fuerte, se interfiere con la función
reguladora de la corteza prefrontal izquierda, por lo que se anula la evaluación cognitiva de la
situación y aumenta la interpretación catastrófica.
Cuando la amenaza ha cesado, la corteza prefrontal izquierda envía señales al núcleo amigdalino
para que detenga su respuesta de alarma. Algunas veces esta respuesta se detiene, pero otras no
y la señal de alarma sigue encendida produciendo una sobre-excitación del sistema
nervioso autónomo, y por lo tanto del sistema cardiovascular.
Un colega nos comentaba que el Instituto Nacional de Cardiología de México, ha realizados estudios
que muestran la relación existente entre una exposición traumática y el infarto.
Ahora bien, lo que deseo puntualizar, es el hecho de que la persona debe de percibir como
amenazante la situación.
La percepción es una sensación interior basada en nuestros sentidos y en nuestras memorias. De tal
suerte que si yo vivo en la ciudad de México y me entero de las noticias diariamente, se
perfectamente que los asaltos durante las señales de alto y a plena luz del día, pueden terminar en
asesinatos o secuestros o ambos.
De ahí que, cuando mi sentido de la vista me trae la imagen de un hombre armado, mis redes de
memoria lo asocian con lo que le ha sucedido a otras personas en mi ciudad y percibo esa situación
como altamente amenazante. Lamentablemente historias como las de Mariana se dan
frecuentemente en nuestro país.
Es muy posible que la situación de inseguridad y violencia que se vive a diario tanto en la Ciudad de
México como en otras ciudades de la República Mexicana, pueda producir en nosotros fuertes
reacciones de alarma ante situaciones que percibimos como amenazantes. Algunas veces podrán
conducirnos a la muerte, como en el caso de Mariana, si sobrevivimos, podemos desarrollar
trastornos psiquiátricos como el Trastorno por Estrés Postraumático, que afecta no solo a las víctimas
primarias, sino a sus familiares y amigos, dañando así el tejido social.
María entra a mi consultorio… me saluda nerviosa…no me mira a los ojos….se sienta y guarda
silencio.
Es una mujer joven, delgada, de unos 25 años. Su mirada está apagada… no está del todo en el
presente… yo se que está atrapada en el pasado.
Después de unos minutos comienza a hablar muy quedito, mirando al piso…me tengo que esforzar
para escucharla.
Era viernes… salió como a las 7 de la noche de la oficina en donde trabaja como contadora. Su
carrito, que está pagando a plazos, se lo habían chocado y estaba en el taller.
Es por eso tuvo que tomar un taxi. A las pocas cuadras el taxi se detuvo en una esquina e
intempestivamente subieron dos individuos que se pusieron a sus lados. De inmediato la empujaron
boca abajo hacia el piso del carro. Sintió algo de metal en su cabeza y pensó que era una pistola.
Le dijeron que era un secuestro, que si cooperaba no le iba a pasar nada, pero que si se oponía la
iban a matar.
Escuchó como uno de ellos le esculcaba la bolsa. Encontró su tarjeta bancaria y dijo: “ya chingamos
pareja”. Le pidieron el código secreto. Se pararon en un cajero automático, uno de los
secuestradores bajó y sacó todo el dinero que le fue posible.
Cuando regresó dijo: “la pinche vieja tiene más lana…tenemos que esperarnos a que pasen las doce
de la noche para volver a sacar más lana…mientras, vamos a divertirnos”
Ella no sabe a donde la llevaron…le habían vendado los ojos…los tres la violaron mientras la
golpeaban y le decían todo tipo de majaderías…María no tiene idea de cuanto tiempo duró aquello.
Después fueron nuevamente a otro cajero automático…sacaron el resto del dinero y la abandonaron
en una calle poco transitada del Estado de México.
Ella corrió con suerte, poco después de que la habían liberado, pasó un carro y al verla con la ropa
rota y ensangrentada se detuvo y la llevó a un lugar en donde pudo hablarle a sus padres; quienes
pasaron por ella.
Los padres no le preguntaron los detalles… era como si supieran lo que le había pasado, pero no
quisieran escucharlo, pues se haría realidad… una terrible realidad.
El martes y el miércoles le fue peor. No había podido dormir. Apenas cerraba los ojos y comenzaba a
tener pesadillas en donde recordaba lo sucedido. Despertaba sudando y sintiendo que el corazón se
le salía del pecho. Tenía miedo de dormirse.
A pesar de que su papá la llevaba al trabajo y pasaba por ella, María sentía más miedo cada día que
pasaba. A pesar de estar segura, no se sentía segura.
El lunes siguiente ya no pudo ir a trabajar. Pidió una incapacidad médica. Pasado el tiempo, tuvo que
renunciar al trabajo.
Tampoco quería salir de su casa. Pasaba de estar nerviosa a estar deprimida. A veces dejaba de
comer y a veces se atiborraba de todo lo que encontraba.
Cuando veía a sus papás fingía una sonrisa para no preocuparlos… pero ellos sabían que ella no
estaba bien. Esa situación estaba minando a su familia.
María me dice: “es horrible doctor … ya no aguanto más… puedo estar sentada leyendo algo y de
repente regreso a vivir esa experiencia… es como si estuviera nuevamente ahí… oliendo el aliento
pestilente de esos hombres mientras me violaban…ya no puedo más… ayúdeme por favor…”
La escuché durante casi una hora, cuando terminó de platicarme le expliqué que lo que estaba
viviendo eran síntomas de una patología llamada Trastorno por Estrés Postraumático.
Le dije que cuando una persona vive una experiencia tan perturbadora, las memorias de esa
experiencia se almacenan disfuncionalmente en el cerebro y es como si quedaran “congeladas” con
todos los elementos que integran esa memoria (imágenes, pensamientos, emociones y sensaciones
corporales). Y que eso es lo que produce los síntomas que ella tiene.
La traté durante cinco sesiones de una hora y media cada una. En la quinta sesión ya habían
desaparecidos los síntomas del trastorno por estrés postraumático. Después de eso, me visitó una
vez por mes, para darle seguimiento, de eso hace casi un año y María se mantiene estable, ya
regresó a su trabajo y tiene un novio con el que se siente muy contenta.
Este es uno de los muchísimos casos de secuestro que hemos tratado exitosamente con la
metodología EMDR en la Asociación Mexicana para Ayuda mental en Crisis.
La historia reciente nos ha mostrado que ningún país en el mundo está totalmente a salvo de un
ataque terrorista. Carlos Puig (1) menciona que en el año 2004 hubo en el mundo 651 ataques
terroristas, incluso contra países no involucrados en la invasión de Irak.
Sabemos que los Incidentes Críticos o Eventos Traumáticos, son eventos que tienen el potencial de
provocar sufrimiento humano significativo y sobrepasar los mecanismos o habilidades naturales de
los seres humanos.
Son eventos que salen del rango de la experiencia humana ordinaria y generalmente producen
fuertes reacciones emocionales, cognitivas, físicas, conductuales y espirituales en quien los vive.
Algunos ejemplos son: robos, asaltos, violaciones, secuestros, homicidios, pérdida de seres queridos,
infartos, enfermedades graves, accidentes, violencia familiar y desastres naturales o provocados por
el hombre, como el Terrorismo.
Las investigaciones sugieren que el Terrorismo puede ser el más patogénico de todos los desastres
provocados por el ser humano, debido a su naturaleza impredecible e irrefrenable.
Las metas específicas del terrorismo no son la destrucción y la muerte de personas inocentes, sino
crear una devastación psicológica, así como una condición de terror, miedo intenso, incertidumbre,
desmoralización e impotencia como fuerza coercitiva.
El fenómeno terrorista deriva su poder de su fuerza para causar daño psicológico, manipular y
controlar el comportamiento de individuos y poblaciones enteras.
El Terrorismo es una guerra psicológica que será ganada o perdida, no en el campo de batalla sino
en la mente.
Se pueden reconstruir edificios y caminos, pero ¿quién reconstruye la esencia de humanidad que ha
sido violentamente arrebatada en aquellos que sufrieron un ataque terrorista?
Si no ponemos atención a los efectos psicológicos del terrorismo, corremos el riesgo de reconstruir
edificios y medios de transporte, dejando una ciudad sin alma y sin sentido de humanidad, pues los
ataques terroristas producen un severo trauma psicoemocional y pueden conducir a trastornos
físicos, mentales y emocionales que afecten a los sobrevivientes, sus familiares y sus auxiliadores el
resto de sus vidas.
Primera fase: La fase del pre-ataque o la pre-crisis. Es el periodo de tiempo previo al ataque.
A.- Evaluación de la amenaza, que debe de llevarse a cabo por las autoridades correspondientes,
como sería el caso de la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de la Defensa Nacional en México.
B.- Prevención de la amenaza terrorista, que se debe de llevar a cabo por las mismas autoridades.
D.- Entrenamiento en Resiliencia Psicológica y en Manejo de Estrés en Incidentes Críticos para los
servicios de emergencia tanto civiles como militares que auxiliarían a dicha población. Sabemos que
el estado psicológico de las y los auxiliadores tiene efectos directos sobre su habilidad para
desempeñar sus funciones y sobre la salud física y mental de la población que atienden.
Todos los equipos de emergencia llevan a cabo las labores programadas durante la primera fase.
Proporcionan servicios de intervención psicológica temprana, empleando técnicas de Manejo de
Estrés en Incidentes Críticos, multicomponentes, validadas científicamente como efectivas,
estandarizadas y aplicadas extensamente en el ámbito internacional, tales como: Información para
Manejo de Crisis en Grupos Grandes de Víctimas Primarias, Desmovilización, Protocolo Grupal de
Desactivación, Protocolo Grupal de Debriefing para Incidente Crítico e Intervención Individual en
Crisis.
Después de los actos heroicos y del primer impacto psicoemocional, una profunda frustración,
ansiedad, dolor, desilusión, duelo y depresión emergerán en plenitud.
Mientras que se reconstruyen las partes físicas, es tarea de los profesionales en salud mental tomar
un papel central en la reconstrucción psicoemocional de su comunidad, su ciudad y su país.
Para ello, deben estar actualizados/as de conformidad con los estándares internacionales, tanto en
las técnicas de Manejo de Estrés en Incidentes Críticos como en las metodologías psicoterapéuticas
científicamente validadas para tratar el Trastorno por Estrés Agudo y el Trastorno por Estrés
Postraumático con sus síntomas comórbidos como depresión mayor, ansiedad generalizada, crisis de
angustia, abuso de substancias, ideación e intención suicida entre otros.
Si no logramos procesar nuestros eventos traumáticos, llevar a cabo un luto natural por nuestros
muertos, recordar a nuestros héroes, y continuar creciendo como individuos, familias, comunidades y
nación, los terroristas habrán triunfado.
Referencias:
(1) Carlos Puig. Los números del terror. Milenio Diario. Agosto 6 del 2005.
(2) Everly,G., & Mitchel, J. America Under Attack. International Journal of Emergency Mental Health.
Special Article.
• Auxiliar significa ayudar a que los pacientes contacten con sus propias fuerzas
interiores.
• Para brindar apoyo y ayuda sin rescatar, lo primero que tenemos que hacer, es
preguntarle al paciente: ¿Cómo puedo ayudarte? y posteriormente escuchar
atentamente lo que el/la paciente reporte.
RESCATADOR.
VICTIMA.
PERSECUTOR.
RESCATADOR.
Tengo miedo de herir los sentimientos de mi terapeuta. Tengo miedo de traumatizarla/lo con mi
historia. Debo de esforzarme en hacer lo que él/ella dice. Se le nota cansado/a, no lo debo de
molestar con mis verdaderos sentimientos. No lo/la debo hacer enojar.
VICTIMA.
No puedo hacer nada bien. Nada de lo hago es suficientemente bueno para mi terapeuta. Mi
terapeuta es el/la experto y debe de tener razón acerca de mí. Nunca voy a mejorar.
El/la paciente se siente triste, agobiado, derrotado. Su autoestima sufre más que
antes.
PERSECUTOR.
Acciones a tomar:
De ahí que debemos de cuidarnos a nosotros/tras mismos/mas , para poder ser útiles a
nuestros pacientes.
Una Regla importante, es considerar que la urgencia que tenemos por rescatar a nuestros
pacientes, es equivalente a que tan necesitados estamos nosotros mismos de ser
rescatados/das.
Cuando hemos trabajado en exceso, estamos estresados o cansados, estamos expuestos a ser
más vulnerables emocionalmente al sufrimiento de otros. Esa vulnerabilidad aumenta la
posibilidad de hacer intervenciones poco acertadas con nuestros pacientes.
Recordemos que:
Agradecimientos
Agradecemos a Judith Boel, Judy Jones y Judy Albert por su temprano apoyo al trabajo sobre trauma
psicológico que describimos. Tere López Cano, Nicté Alcalá, y Magaly Mauer por el tratamiento
efectivo y afectuoso que proveyeron bajo circunstancias difíciles. Y a todos los miembros del Instituto
EMDR Latinoamericano con los que hemos compartido el desafío del trabajo sobre el trauma durante
tantos años.
Resumen
El Reprocesamiento y Desensibilización a través del Movimiento Ocular (EMDR) por sus siglas en
inglés, es reconocido como un tratamiento efectivo y eficiente para tratar asuntos relacionados con
trauma. Este artículo describe la aplicación de una intervención grupal con EMDR para niños y
adultos traumatizados por desastres naturales en varios países de Latinoamérica. Para ejemplificar la
aplicación del modelo, se describe un estudio de campo medido formalmente y nueve proyectos
piloto. Los prometedores resultados de esta intervención grupal sugieren que el EMDR es un medio
efectivo para dar tratamiento a grandes grupos de personas afectadas por eventos traumáticos en
gran escala (desastres naturales, terrorismo). Es necesaria más investigación controlada sobre este
tema.
Si bien la bibliografía sobre los efectos de los desastres se ha acumulado por más de dos décadas, la
información sobre la sintomatología relacionada con las catástrofes entre las víctimas de países en
desarrollo, es en proporción escasa (Norris et al., 2002). Una conclusión tentativa es que los
desastres naturales son particularmente problemáticos en el mundo en desarrollo, lo que incluye,
entre otros, a América Latina. En un reciente estudio longitudinal sobre los efectos de las
inundaciones y desprendimientos de tierra en México, un grupo de investigadores internacionales
descubrió que los sobrevivientes de desastres presentaban una alta prevalencia de Trastorno por
Estrés Postraumático (TEPT) (24% en promedio, variando entre 14% en un sitio hasta 47% en otro)
y una alta incidencia del trastorno depresivo mayor (Norris, Murphy, Baker, & Perilla, 2004). La
interpretación de esta información se vio complicada, por el hecho de que los residentes de ciertos
lugares habían experimentado otros eventos potencialmente traumáticos durante sus vidas, y que los
síntomas de TEPT podrían ser previos a los desastres estudiados, lo que apoyaba la idea de que el
trauma en el mundo en desarrollo podría ser inusualmente común y complejo.
La información reunida con intervalos de seis meses, permitió a los investigadores observar el
desarrollo de los síntomas del TEPT. Notaron que la incidencia del TEPT declinaba con el tiempo, y
que esta recuperación natural continuaba durante 18 meses antes de estabilizarse, lo que refleja
como la cura natural, cuando se da, puede ser dolorosamente prolongada. Aún después del período
de estabilización de 18 meses, los índices de TEPT en las víctimas de catástrofes eran más altos que
el promedio de TEPT en México. Norris et al. (2004) concluyen que sus descubrimientos apoyan una
llamada a "intervenciones tempranas y continuas que provean asistencia en salud mental a las
víctimas de desastres, en una forma culturalmente apropiada y viable, en lugares... que posean
pocos profesionales a los que se pueda recurrir." (pp. 290-291).
Se han publicado estudios que han investigado los efectos del tratamiento con EMDR después de
desastres naturales o provocados por el hombre (Fernández, Gallinari, & Lorenzetti, 2004; Grainger,
Levin, Allen-Byrd, Doctor, & Lee, 1997; Jarero, et al., 1999).
Se ha informado que el tratamiento con EMDR ha sido efectivo en niños afectados por un huracán en
Hawai (Chemtob, Nakashima, Hamada & Carlson, 2002), en adultos y niños afectados por terremotos
en Turquía (Korkmazlar-Oral & Pamuk, 2002), con víctimas de los ataques terroristas en la ciudad de
Nueva York (Silver, Rogers,Knipe,& Colelli, 2005) y en niños afectados por una inundación en
Argentina (Aduriz et al., in press).
El tratamiento estándar con EMDR, que utiliza un protocolo de ocho fases, está basado en el modelo
de procesamiento de información a un estado adaptativo (Shapiro, 2001). Esta teoría se basa en el
concepto de que el sistema neurobiológico humano, inherentemente procesa información de una
forma que promueve resoluciones adaptativas. La asociación entre información adaptativa nueva y
ya almacenada, facilita el aprendizaje y la resolución de perturbaciones, lo que incluye un almacenaje
apropiado (adaptativo) en la memoria. Sin embargo, las emociones intensas asociadas a eventos
traumáticos, pueden interferir con la capacidad del sistema de procesamiento de información para
hacer las conexiones apropiadas, causando que el evento quede aislado en una red de memoria. Así,
futuros eventos que tengan similares características, pueden disparar pensamientos, emociones,
imágenes, y sensaciones corporales asociadas con el evento traumático almacenado
disfuncionalmente, contribuyendo con los síntomas intrusivos asociados con el TEPT. La auto-
percepción, afectos y conductas disfuncionales, son causados por la red de memoria no procesada a
un estado adaptativo. Se piensa que el EMDR facilita al sistema de procesamiento de información,
desbloquear la información almacenada disfuncionalmente y procesarla a un estado adaptativo.
Desde hace siete años, un grupo de profesionales en salud mental mexicanos y latinoamericanos, ha
realizado investigaciones y tratamientos relacionados con las catástrofes. Éste grupo es parte de una
red internacional de trabajadores en trauma psicológico, que forman la rama de habla hispana y
portuguesa del Instituto EMDR. Diferentes miembros de la red entrenan y proveen tratamientos con
la metodología EMDR en casi 20 países, principalmente en Latinoamérica. A continuación se
encuentra una breve historia del grupo Mexicano:
Durante dos semanas, en octubre de 1997, el huracán Paulina devastó las costas de los estados
mexicanos de Guerrero y Oaxaca con lluvias torrenciales, inundaciones y desprendimientos de tierra.
Al menos 2.800 personas murieron. Un grupo internacional de voluntarios, profesionales de la salud
mental entrenados en EMDR, proveyó servicios psicológicos durante enero y febrero de 1998. Este
trabajo, evaluado como muy positivo por la gran mayoría de los beneficiarios, dio origen en abril de
1998 a la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis (AMAMECRISIS).
La Asociación es una organización no gubernamental sin fines de lucro, cuyos miembros son
profesionales de la salud mental especializados en trauma psicológico. Los ingresos producidos por la
enseñanza se utilizan para financiar objetivos humanitarios. La mayoría de sus clientes son personas
que han sufrido violencia en todas sus formas, robos, secuestros, violaciones, muertes de familiares y
desastres tanto naturales como provocados por el hombre, entre ellos la guerra civil.
Los miembros de la asociación, brindan instrucción académica previa a los desastres, al personal de
emergencia, profesionales de la salud mental y rescatistas que se preparan para catástrofes. Durante
las 72 horas posteriores a un desastre, ofrecen apoyo in situ, a sobrevivientes menores de edad y
adultos, así como al personal que los asiste. Para los sobrevivientes que desarrollan TEPT u otros
síntomas derivados del evento traumático y para el personal de servicio que sufre del llamado
desgaste profesional por empatía, se ofrecen intervenciones entre 2 a 12 semanas posteriores al
desastre o aún más tiempo si fuera necesario y viable.
La terapia grupal es una forma probada de tratamiento para niños y adolescentes traumatizados
(Meichenbaum, 1994;Cemalovic, 1997;Kristal-Andersson, 2000; Samec, 2001). El Protocolo Grupal e
lntegrativo con EMDR fue creado para responder a las enormes necesidades de atención en salud
mental que siguieron al huracán Paulina en 1997 (Artigas, Jarero, Mauer, López Cano, & Alcalá,
2000). Se desarrolló teniendo en cuenta un modelo de integración psicoterapéutica, en este caso el
modelo de terapia grupal para víctimas de trauma, integrado con el modelo EMDR, originalmente
pensado para tratamientos individuales. Si bien fue diseñado para trabajar con niños, se ha
descubierto que este protocolo es adecuado para trabajar grupalmente con adultos.
• Identificar a los pacientes con síntomas de estrés postraumático agudo, o de trastorno por
estrés postraumático.
• Confrontar el material traumático.
• Traer a la conciencia aspectos del trauma que fueron disociados.
• Facilitar la expresión de emociones dolorosas y/o comportamientos vergonzosos.
• Ofrecer al paciente apoyo y empatía apropiados.
• Condensar los diferentes aspectos del trauma en imágenes representativas y más manejables.
• Incrementar la percepción de los pacientes, de dominio sobre los elementos perturbadores de
la experiencia traumática.
• Reprocesar las memorias traumáticas.
Antes de aplicar el protocolo, los miembros del grupo capacitan a los maestros, padres y parientes
sobre el curso del trauma y los alistan para identificar a los niños afectados.
La evaluación psicológica estandarizada se usa con cautela. Esta costumbre debilita el valor científico
de la información conseguida, a la vez que respeta los deseos de nuestros clientes latinoamericanos
de no ser estigmatizados por los procedimientos formales de evaluación. De acuerdo a la experiencia
del equipo de AMAMECRISIS, los clientes tienden a rechazar la ayuda de aquellos que consideran
oportunistas, en este caso todo aquel que se interese en el sobreviviente como un objeto de estudio.
Al final de la intervención grupal, los niños que requieran de atención individual se tratan por
separado, y se les practican más evaluaciones para verificar la existencia de problemas mentales co -
o pre- existentes. Posteriormente al protocolo, a todos los clientes se les enseñan técnicas básicas de
manejo de afectos para sobrellevar el estrés y prepararse para el futuro.
Este protocolo se ha aplicado con modificaciones, con los niños sobrevivientes del terremoto de 1999
en la ciudad de Adapazari, Turquía (Korkmazlar-Oral & Pamuk, 2002), con los niños sobrevivientes de
la guerra de 1999 entre Albania y Kosovo (Wilson, Tinker, Hoffman, Becker, & Marshall, 2000), con
los niños que presenciaron el desastre aéreo de Milán, Italia en el año 2002 (Fernández et al., 2004),
y con los niños sobrevivientes al tsunami de diciembre del 2004 en Tailandia (Birnbaum, A.,
comunicación personal).
Piedras Negras, se encuentra en la frontera entre México y EEUU. En abril de 2004 una inundación
cobró las vidas de 38 personas entre niños y adultos, y destruyó cientos de hogares. El 6 de abril el
equipo de AMAMECRISIS distribuyó, a través de su representante en dicha ciudad, volantes sobre
primeros auxilios emocionales y condujo el protocolo de manejo de crisis para grandes grupos de
víctimas primarias (Mitchell & Everly, 2001) en el lugar del desastre. El 15 de mayo miembros de
AMAMECRISIS llevaron a cabo el Protocolo Grupal e Integrativo con EMDR, con 44 niños. Había 22
niños y 22 niñas, de entre 8 y 15 años. Todos habían perdido sus hogares y algunos de ellos, seres
queridos.
Se hicieron mediciones antes del tratamiento con la Escala de Reacción del Niño ante Eventos
Traumáticos (CRTES por su sigla en inglés) (Jones, 1997) y una Escala modificada de Unidades
Subjetivas de Perturbación (SUDS) por su sigla en inglés (Wolpe, 1991).
La Escala de Reacción del Niño ante Eventos Traumáticos, se deriva de la Escala de Impacto del
Evento de Horowitz, Wilner & Alvarez (1979) y es una escala de auto reporte con 15 reactivos, que
miden la frecuencia de síntomas relacionados al trauma. Adicionalmente al puntaje total, esta escala
proporciona puntajes en dos subescalas: Intrusión y Evitación.
Cuatro semanas después, el 12 de Junio de 2004, el grupo volvió a Piedras Negras para hacer un
seguimiento de los mismos 44 niños utilizando CRTES. En la sección de los anexos, en el Gráfico 1 se
muestran las mediciones del CRTES previas y posteriores a la aplicación del protocolo. En el gráfico
2, podemos observar la Escala de Unidades Subjetivas de Perturbación (SUDS) durante el protocolo y
en las figuras 1 y 2 podemos ver el trabajo de una de las niñas de Piedras Negras.
Estudios piloto.
Desde 1998, el equipo de AMAMECRISIS ha llevado a cabo tratamientos con este protocolo grupal,
después de Inundaciones en Acapulco, México (1997), Posoltega, Nicaragua (1998), Caracas,
Venezuela (1999), y terremotos en las ciudades de Pereira y Armenia en Colombia (1999), y San
Salvador, El Salvador (2001).
Durante estos estudios se trabajó en refugios temporales con una población transitoria, lo que hizo
difícil tanto la recolección formal de información como la realización de entrevistas de seguimiento.
Como medida previa al tratamiento, se utilizó una versión simplificada de la Escala de Impacto del
Evento de Horowitz, Wilner & Alvarez (1979), para determinar el grado de sintomatología, y una
Escala modificada de Unidades Subjetivas de Perturbación (SUDS) por su sigla en inglés (Wolpe,
1991), para medir los cambios durante el tratamiento con el protocolo. Los resultados de estos nueve
estudios piloto se muestran en los gráficos 3 y 4.
Estos estudios piloto, son considerados estudios de caso relevantes sólo en forma clínica. Le
permitieron a nuestro grupo aprender cómo trabajar bajo condiciones de caos físico y social, cómo
ser creativo ante pedidos abrumadores, y cómo desarrollar estrategias para reunir información.
Discusión
El estudio de Piedras Negras, sugiere que la intervención temprana luego de un desastre puede
producir reducciones significativas en la perturbación de los niños, tal como lo muestran las
mediciones hechas con CRTES. El promedio CRTES antes del tratamiento era de 32.77, lo que indica
un alto nivel de perturbación. Cuatro semanas después la medición con CRTES daba un resultado de
8.27 (Gráfico 1), lo que indica una baja perturbación.
También podemos observar una correlación entre las mediciones previas al tratamiento: CRTES nos
da una puntuación promedio de 32.77 (gráfico 1), el promedio de SUD en el primer dibujo es de 9.24
(Gráfico 2), y el SUD del primer dibujo de la niña que es de 10 (Figura 1).
En el gráfico 2, podemos observar como decrece el nivel promedio de SUD conforme avanza el
protocolo y esto se correlaciona con los dibujos de la niña (figuras 1 y 2). Como ya vimos en el
gráfico 1, dichos cambios se habían mantenido un mes después del tratamiento.
Consideramos relevante comparar los resultados obtenidos en Piedras Negras, México y Santa Fé,
Argentina (Adúriz et al., in press) debido a la similitud de los desastres (inundaciones), a la cercanía
en tiempo (Santa Fé, Julio 28, 2003 y Piedras Negras, Mayo 15, 2004), al trabajo con niños dentro de
una escuela y no en un refugio, a que ambos estudios se realizaron con niños latinoamericanos, a
que se aplicaron las mismas escalas de medición y a que se siguió el Protocolo Grupal e Integrativo
con EMDR sin modificaciones (ver gráficos 5 y 6).
Los cambios observados en Piedras Negras, son consistentes con las observaciones y mediciones
hechas por el equipo humanitario de EMDRIA Latinoamérica en Santa Fé, Argentina (Adúriz et al., in
press), (Gráficos 5 y 6), y con los resultados obtenidos en los estudios piloto, tanto de niños como de
adultos (Gráficos 3 y 4).
La ausencia de informes sobre impactos negativos del tratamiento con EMDR, nos lleva a la
conclusión que la intervención con niños, aplicando el EMDR de forma grupal, es tan segura como
eficaz, y toma relativamente poco tiempo. De acuerdo a la experiencia del equipo de AMAMECRISIS,
la aplicación del protocolo toma entre 50 y 60 minutos. Durante ese tiempo, un equipo de 4 clínicos
(uno dirigiendo y 3 fungiendo como cuerpo de Protección Emocional), puede trabajar
confortablemente con 25-30 niños o 40-50 adultos. Nosotros recomendamos una relación de 8 niños
por cada profesional en salud mental. En aquellos casos donde no haya suficientes profesionales en
salud mental, las/los maestras/maestros de los niños pueden ser de gran ayuda al/la líder del equipo,
ayudando a los niños durante el protocolo (a escribir sus nombres, edades, con los números que
indican el SUD), como parte del Cuerpo de Protección Emocional.
De ahí que, en un día se puede aplicar el protocolo a 4 grupos de niños, haciendo un total
aproximado de 120 niños. Al día siguiente se puede tratar a los niños de forma individual. De
acuerdo a nuestra experiencia, un porcentaje de entre 6 y 8 % de los niños requieren de atención
individual, la que se puede brindar con este protocolo, aplicado de forma individual, o siguiendo el
protocolo de EMDR para niños.
La historia detrás de los dibujos de Rosa Irene es la siguiente: Cuando el agua llegó cerca de su
casa, su padre la ayudó a subirse a un árbol cercano, mientras su madre se subía a otro árbol
enfrente, con los dos hermanos de Rosa Irene, de 9 y 7 años. El agua arrasó con su casa y llegó
hasta la copa de los árboles. Mientras su padre la sostenía fuertemente, Rosa Irene vio como su
hermano menor era arrastrado por el agua, pues su madre no tuvo fuerzas suficientes para salvar a
ambos niños. Al día siguiente encontraron el cuerpo sin vida de su hermanito.
Por lo que estamos de acuerdo con Norris et al. (2004), quienes piden intervenciones tempranas y
continuas para las víctimas de desastres, y creemos que el modelo descrito puede ser aplicado en
forma tal que respete los valores culturales de los sobrevivientes, al mismo tiempo que les brinde
esperanza y alivio.
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ANEXOS
Gráfico. 1.
Promedio de mediciones previas (15 de Mayo de 2004) y posteriores (12 de Junio de 2004) con el
CRTES.
Figura 2
Gráfico 3.
Gráfico 4.-
Gráfico 6.-
Ira o Enojo:
Muchas veces aparecen sentimientos difíciles y confusos que uno debe aprender a manejar.
Los sentimientos de enojo o ira pueden estar direccionados hacia fuera o sea, hacia otras
personas.
Estos sentimientos están relacionados a los sentimientos de impotencia y falta de control.
Muchas veces van acompañados de culpa “Si hubiese hecho ....”
Negociación:
Depresión:
Aceptación:
Las personas que han experimentado un evento traumático, frecuentemente sufren de estrés
psicológico relacionado con el incidente. En la mayoría de los casos, estas son reacciones normales a
situaciones anormales y tienden a desaparecen en 2 o 3 semanas Los individuos que sienten que no
son capaces de recuperar el control de sus vidas, o quienes han experimentado los siguientes
síntomas por mas de un mes, deberían considerar ir en busca de asistencia profesional para salud
mental.
Pensamiento intrusivos sobre el evento. Revivir el evento o tener pesadillas sobre el evento.
Tener problemas para dormir o cambios en el apetito.
Experimentar ansiedad y miedo, especialmente cuando se expone a eventos o situaciones que le
recuerdan el evento traumático.
Estar sobresaltado o en alerta constante.
Sentirse deprimido, triste y con la energía baja.
Experimentar problemas de memoria, incluyendo dificultad en recordar aspectos del trauma.
Sentirse alejado e incapaz de concentrarse en el trabajo o las actividades diarias. Tener dificultad
para tomar decisiones.
Sentirse irritable, fácilmente agitado, o bien sentir enojo y resentimiento.
Sentirse emocionalmente adormecido, alejado, aislado e incluso diferente a los demás.
Llorar espontáneamente, y tener sentimientos de desesperación y desesperanza.
Sentirse en extremo protector de los seres queridos, o con miedo acerca de la seguridad de ellos.
No ser capaz de enfrentar algunos aspectos del evento traumático, así como evitar actividades,
lugares, y hasta personas que hagan recordar el evento.
EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMATICO Y LA
FAMILIA.
Por Ignacio Jarero
La familia entera es afectada cuando uno o varios de sus miembros han vivido un trauma
psicológico y sufren de Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).
Aunque el trauma lo haya vivido un solo miembro de la familia, los otros miembros de la
familia pueden llegar a experienciar miedo, enojo, dolor, angustia, etc ; por el solo
hecho de estar emocionalmente conectados al sobreviviente. A esto se le llama Traumatización
Secundaria o Estrés Traumático Secundario.
Ya sea que los miembros de la familia vivan juntos o separados, estén en contacto a menudo o raras
veces, se sientan cercanos o distantes emocionalmente, el TEPT puede afectar a cada uno de los
miembros de la familia de varias formas:
Los sobrevivientes con TEPT, pueden sentir alivio y tratar de escapar a través del alcohol u
otras drogas, así como de comportamientos adictivos como: jugar, trabajar o comer
compulsivamente, o negarse a comer (bulimia y anorexia).
Las adicciones le ofrecen una falsa esperanza al sobreviviente, pues parecen ayudar en el
corto plazo, pero finalmente agudizan los síntomas del TEPT como miedo, ansiedad, tensión,
enojo, etc. Algunas adicciones son muy obvias, como las borracheras o el consumo diario de
drogas. Sin embargo, las adicciones pueden presentarse de manera menos obvia o con
menor frecuencia, pero con igual peligro.
a) Preocupación: ¿Cómo vamos a saber si el suicidio va a ocurrir? ¿Qué podemos hacer para
prevenirlo?
b) Culpa: ¿Estaremos haciendo algo que lo/la haga sentir tan mal? ¿Qué debemos hacer para
hacerlo/la sentir mejor?
c) Aflicción, dolor: ¿Debemos de prepararnos para perderlo/la?
d) Enojo: ¿Cómo puede ser tan egoísta y no tomarnos en cuenta?
Los sobrevivientes con TEPT, son más propensos en pensar y tratar de suicidarse, que aquellos que
no sufren de TEPT. En estos casos, se recomienda buscar ayuda especializada de inmediato.
¿Qué pueden hacer los miembros de la familia para cuidarse ellos y al sobreviviente?
Para muchos sobrevivientes, las relaciones con la familia y los amigos son muy benéficas, pues el
amor, la compañía y el sentido de pertenencia son un antídoto al aislamiento, a la
depresión y a la culpa.
Además:
Este documento se reproduce con autorización de la International Critical Incident Stress Foundation.
Este documento se reproduce con autorización de la International Critical Incident Stress Foundation.
SINTOMAS PROBABLES
Este documento se reproduce con autorización de la International Critical Incident Stress Foundation.
ALGUNAS REACCIONES COMUNES A EVENTOS TRAUMATICOS
Ante una situación anormal, ciertos sentimientos y reacciones son normales y naturales.
Puede ser que algunos de esos sentimientos no los hayamos experimentado anteriormente. Cada
uno es diferente. Todos respondemos de diferente forma . El recuerdo será parte de nuestra
vida, y el evento no se borrará de nuestra memoria. Cada uno tomará su tiempo para resolver
la crisis . El periodo de recuperación también será diferente . Algunas personas
experimentarán problemas más profundos.
Este documento se reproduce con autorización de la International Critical Incident Stress Foundation.
Las reacciones normales de niños y adolescentes a un evento traumático son muy variadas y
generalmente se pueden manejar teniendo apoyo de los padres y maestros. Pero no siempre
desaparecen los síntomas después de seis semanas y entonces se necesitará ayuda profesional para
el niño o adolescente. Es importante saber que actuar a tiempo, ayudará al niño y al joven a regresar
a su nivel normal de funcionamiento más rápido. Los estudios demuestran, que entre más tarde se
reciba la ayuda, más difícil será la recuperación.
MENTALES.
Las dificultades iniciales para hacer cosas prácticas, se han convertido en imposibilidad de
llevar a cabo funciones básicas en su vida, que ya hacían (comer solos, ir al baño, vestirse).
Una ligera confusión, se ha convertido en creencias irracionales (que los seres queridos van
a revivir, que mágicamente todo se va a arreglar).
EMOCIONALES.
DE COMPORTAMIENTO.
Escribir, o sujetar las cosas con el puño se han convertido en algo incontrolado.
FÍSICOS.
Cuando después de haber consultado al doctor y medicado al niño / adolescente, los siguientes
signos y síntomas han permanecido por más de seis semanas o se han agudizado:
Fatiga. Debilidad. Náuseas. Vómito. Desmayos. Mareos. Contracciones musculares. Dolores
musculares. Dificultad para respirar. Dolor de cabeza. Dolor de pecho. Dolor de estómago.
Rechinar los dientes.
o Permanecer mudo o rehusar hablar del evento traumático, lo que no quiere decir que no
exista el recuerdo.
o Sueños desagradables sobre el acontecimiento traumático, que se transforman en pesadillas
generalizadas de monstruos.
o Dificultad para conciliar el sueño.
o Mojar la cama.
o Juegos repetitivos acerca de: salvación de amigos, amenazas para sí mismos o para los otros.
o Hacer cosas, tener actitudes o jugar juegos como cuando eran más pequeños.
o Sentir que algo está mal con él o ella.
o Pensar que ellos son de mala suerte para otros.
o Estado de ánimo apagado.
o Miedo a quedarse solos.
o Disminución marcada del interés en actividades significativas: aseo, lenguaje, alimentación,
juegos habituales, rendimiento escolar.
o Sensación de que el futuro se acorta: no se espera terminar una carrera, casarse, tener hijos
o una larga vida.
o Formación de presagios: si ven llover el presagio es un huracán.
o Síntomas físicos como: molestias abdominales, dolor en el pecho, o dolor de cabeza.
o Dificultad para fijar la atención.
En lo Físico.
En lo Familiar y Social.
Habla con tus seres queridos de lo que ellos vivieron mientras estuviste ausente.
En lo Psicológico.
Observa qué es lo más importante para ti y tu familia, ahora que has vuelto a casa.
Reflexiona sobre la experiencia que has vivido y lo que significa como parte de tu vida.
En el trabajo.
DURANTE EL TRABAJO
En cuanto te sea posible, toma un descanso cuando notes que disminuye tu fuerza, tu
coordinación o tu tolerancia.
Platica con tus compañeros/as sobre tus sentimientos y pensamientos, después de una
experiencia particularmente fuerte, al final de cada jornada de trabajo, o en cuanto te sea
posible.
En dicha reunión, platiquen de sus sentimientos y pensamientos tal y como aparezcan (sin
juzgarlos). Escúchense respetuosamente y bríndense apoyo mutuo.
No se tomen el enojo de los compañeros/as como algo personal, pues normalmente es una
expresión de frustración, culpa o preocupación.
Siento que haya sucedido. (Diga lo que es, por ejemplo, siento que perdiera todas sus
pertenencias.)
Realmente debió haber sido muy doloroso ver, oír, sentir u oler eso.
Las grandes inundaciones están dentro de los desastres más complejos. Pueden aparecer
rápidamente, toman vidas humanas, causan severa destrucción y producen desolación dentro de las
comunidades. Después las aguas bajan lentamente y las comunidades quedan agobiadas con las
enormes tareas de limpieza y programas de reconstrucción, que pueden llevar meses o años. Muchas
organizaciones con servicios de emergencia, ven a su personal directamente afectado con la
inundación. Los elementos de los servicios de emergencia mueren o sufren heridas en las
inundaciones, el equipo y las instalaciones frecuentemente se dañan o se pierden y aún así, tienen la
responsabilidad de auxilio a sus comunidades. Las exigencias de los operativos en inundaciones
pueden causar considerable estrés de manera inmediata y a largo plazo. La información que se da a
continuación, puede ser de ayuda para enfrentar la crisis.
¿Qué esperar?
Confusión: Las inundaciones convierten todo lo que era familiar en un entorno desconocido. La
geografía se modifica, los señalamientos se pierden, muchas construcciones han sido arrasadas por
el agua. Operar dentro de aguas en movimiento es peligroso y genera confusión. Solamente muy
pocos pueden considerarse verdaderamente expertos en tales condiciones.
Frustración : Las demandas de la situación exceden con mucho las capacidades limitadas de las
organizaciones de servicios de emergencia. Cada operación toma mucho más tiempo y los problemas
a resolver son enormes. La respuesta de auxilio puede ser mucho más lenta de lo deseado. Además
de que puede carecerse del equipo especializado necesario.
Culpa: El equipo de personal de urgencias, casi siempre presenta sentimientos acerca de que
debieron de hacer más y que debieron de manejar la situación de mejor manera.
Enojo: Los sentimientos anteriores y las experiencias que se viven, pueden causar que muchos
elementos del personal de emergencia presenten algunas reacciones explosivas. El enojo aumenta al
mismo tiempo que aumentan las tensiones y la fatiga. Es una respuesta natural aunque desagradable
a las tensiones crecientes.
¿Qué hacer?
1. Se debe tener un sistema de toma de decisiones que ayude a seleccionar las prioridades.
2. Turnos de trabajo de 8 o 10 Hrs., deben establecerse tan pronto sea posible. Turnos más
largos de 12 Hrs., pueden ser un problema si demasiados elementos trabajan tiempos
prolongados. Turnos demasiado largos solo deben usarse cuando operativos de salvamento
de vidas se estén llevando a cabo.
3. Pedir ayuda. En estas situaciones, ninguna organización puede hacer todo sola. Todo tipo
de ayuda, disminuye la carga de trabajo de todos.
4. Descanso para los equipos de trabajo. Rotación de tareas de manera que las mismas
personas no siempre se encuentren haciendo el mismo tipo de trabajo.
8. Invitar a los miembros de la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis, A.C., a
proporcionar sesiones de apoyo individual, para aquellos que necesiten ser escuchados en
medio de la situación caótica. Generalmente las sesiones grupales de apoyo emocional, deben
posponerse varios días o varias semanas, ya que por lo general, el personal de urgencias no
esta en disposición de sesiones grupales de apoyo emocional en medio del evento critico.
9. Utilizar equipo de seguridad cuando se trabaje dentro del agua. Es una tragedia aun
mayor, haber sobrevivido para morir o ser herido en operaciones de rescate.
10. Encontrar una persona confiable con quien hablar, especialmente si ha presenciado
muertes, escenas extremadamente sangrientas, o situaciones muy cargadas emocionalmente.
Familiares, amigos, colegas o los miembros del equipo de la Asociación Mexicana para Ayuda
Mental en Crisis, A.C.
De acuerdo al National Center for PTSD, en los Estados Unidos, uno de cada tres auxiliadores llegan
a presentar algunos o todos los síntomas de estrés que se mencionan a continuación, los cuales
pueden conducir al Trastorno por Estrés Postraumático, a Trastornos Disociativos, a Trastornos
Adaptativos y a Trastornos de la personalidad,
El National Center for PTSD, nos dice que los individuos que tienen más riesgo de desarrollar
Trastorno por Estrés Postraumático, son aquellos con historias de:
Exposición a otros traumas, como accidentes severos, abuso criminal o familiar, asalto,
peligro de su propia vida o la de los seres queridos.
Baja motivación.
Volverse perfeccionistas.
ACTITUD/MOTIVACIÓN.
Insatisfacción en general.
Actitud negativa.
Apatía.
Desmoralización.
Sentimientos de ser incompleto.
INTERPERSONAL.
Impaciencia.
CONDUCTUAL.
Ausentismo laboral.
Agotamiento.
Irritabilidad.
Impuntualidad.
Irresponsabilidad.
Sobrecargarse de trabajo.
Si usted ha presentado tres o más de estos síntomas por más de un mes, es muy probable que esté
sufriendo Trastorno de Estrés Postraumático y debe de ponerse en contacto con nosotros o con un
profesional en salud mental, a la brevedad posible.
CAMBIOS GENERALES.
CAMBIOS ESPECíFICOS.
Individuales:
o La historia personal.
o La personalidad.
o El estilo defensivo.
o El contexto de la vida personal.
o La historia profesional.
o La terapia personal.
o La forma de enfrentar la vida.
• El que intenta Rescatar, le envía al paciente el mensaje inconsciente de "Tú eres débil", y
ese mensaje victimiza al paciente.
• Auxiliar significa ayudar a que los pacientes contacten con sus propias fuerzas
interiores.
• Para brindar apoyo y ayuda sin rescatar, lo primero que tenemos que hacer, es
preguntarle al paciente: ¿Cómo puedo ayudarte? y posteriormente escuchar
atentamente lo que el/la paciente reporte.
RESCATADOR.
VICTIMA.
PERSECUTOR.
RESCATADOR.
Tengo miedo de herir los sentimientos de mi terapeuta. Tengo miedo de traumatizarla/lo con mi
historia. Debo de esforzarme en hacer lo que él/ella dice. Se le nota cansado/a, no lo debo de
molestar con mis verdaderos sentimientos. No lo/la debo hacer enojar.
VICTIMA.
No puedo hacer nada bien. Nada de lo hago es suficientemente bueno para mi terapeuta. Mi
terapeuta es el/la experto y debe de tener razón acerca de mí. Nunca voy a mejorar.
El/la paciente se siente triste, agobiado, derrotado. Su autoestima sufre más que
antes.
PERSECUTOR.
Para salir de este triángulo, necesitamos notar cuando comenzamos a sentir ansiedad,
enojo, frustración, lástima, o miedo. Es de ayuda mantener una "atención flotante"
durante nuestro trabajo. Esto es, movemos continuamente nuestra atención del paciente a nosotros
y viceversa, checando nuestras señales corporales de emociones/sentimientos (afectos). En el
momento en que detectamos un afecto perturbador tomamos nota mentalmente de él y
posteriormente lo podemos trabajar dentro de nuestro proceso terapéutico.
Acciones a tomar:
De ahí que debemos de cuidarnos a nosotros/tras mismos/mas , para poder ser útiles a
nuestros pacientes.
Una Regla importante, es considerar que la urgencia que tenemos por rescatar a nuestros
pacientes, es equivalente a que tan necesitados estamos nosotros mismos de ser
rescatados/das.
Cuando hemos trabajado en exceso, estamos estresados o cansados, estamos expuestos a ser más
vulnerables emocionalmente al sufrimiento de otros. Esa vulnerabilidad aumenta la posibilidad de
hacer intervenciones poco acertadas con nuestros pacientes.
Recordemos que:
INTRODUCCIÓN
La terapia grupal es una forma muy probada de tratamiento para niños y adolescentes traumatizados
(Meichenbaum, 1994;Cemalovic, 1997; Cristal-Andersson, 2000; Samec, 2001).
Estos protocolos fueron estructurados en un formato de Terapias de Artes Creativas (CAT por sus
siglas en inglés)
Estos protocolos, se han aplicado con éxito a cientos de niños y niñas, de uno a dieciséis años, así
como a auxiliadores que sufrieron estrés postraumático, debido a desastres naturales o provocados
por el hombre, en México, Centro y Sudamérica.
Apreciaríamos mucho sus comentarios y sugestiones, así como sus reportes sobre la aplicación de
estos protocolos.
OBJETIVOS.
Los ocho aspectos principales que tratamos de cubrir en los protocolos, son:
Identificar a los niños o adultos con síntomas de Trastorno por Estrés Agudo o Trastorno por
Estrés Postraumático, con el fin de atenderlos de manera individual.
Confrontar el material traumático.
Facilitar la experiencia consciente de aspectos del trauma que pueden estar disociados.
Facilitar la expresión de emociones o acciones embarazosas o dolorosas.
Proveer al paciente de empatía y consuelo apropiado, por las experiencias dolorosas que ha
vivido.
Condensar los diferentes aspectos del trauma, en imágenes representativas y más
manejables.
Reforzar la concentración y el control mental, para que los pacientes no sean presa de
dolorosos episodios mentales.
Facilitar la adaptación congruente en las diferentes áreas de la vida personal y social del
paciente.
Antes de aplicar los protocolos, recomendamos platicar con maestros, padres y parientes,
mencionándoles los síntomas de trastorno por estrés agudo (TEA) y trastorno por estrés
postraumático (TEPT), con el fin de que ellos nos ayuden a identificar a los niños que los presentan.
Nosotros pensamos que se deben de aplicar todos los protocolos – o la mayoría de ellos–
dependiendo de las circunstancias, con el fin de obtener información para identificar a los niños con
síntomas de TEA o TEPT (Esta labor la realiza el Cuerpo de Protección Emocional).
Terminados los protocolos, se recomienda quedarse a trabajar con los niños/adultos más afectados.
También se recomienda pedirles a los adultos encargados de los niños, que de ser posible, los lleven
a nuestras oficinas centrales por la tarde de ese día o al otro día.
Notas: Nosotros no usamos pruebas psicológicas escritas antes de aplicar nuestros protocolos, pues
hemos observado que los sobrevivientes latinoamericanos tienen miedo de ser estigmatizados por
sus propios grupos. También hemos observado que los sobrevivientes rechazan a las personas
cuando piensan que estas solo desean sacar provecho (datos) sin ofrecerles ayuda.
Esta es la razón por la que en el Protocolo Grupal e Integrativo con EMDR nosotros usamos una
forma modificada de la Escala de Impacto del Evento (Horowitz, 1979). En esta forma modificada, el
profesional en salud mental que está dirigiendo el protocolo pregunta: “Por favor, levanten la mano
aquellos que han tenido pesadillas. ¿Quién siente miedo? ¿Quién siente tristeza? ¿Quién se siente
enojado/da por lo que pasó? ¿Quién tiene problemas para dormir? ¿Quién recuerda el evento a
menudo?” Los niños que levantan la mano después de cada pregunta, son contados por otros
miembros del equipo y si es posible (si todavía permanecen en el albergue), las preguntas les deben
de ser repetidas al mismo grupo uno o dos semanas después de la aplicación del protocolo y las
variaciones deben de ser registradas.
ABREVIACIONES
PROTOCOLO BÁSICO.
PREVIO A CUALQUIER OTRO PROTOCOLO
(Jarero et al., 1998)
Con el tamborcito en forma de catarina, El/la terapeuta toca un sonido grave y les pide a los
niños que se acerquen a El/ella como gigantes, y al tocar un sonido agudo, les pide que se
alejen como enanitos (los objetivos son: a) Que los niños se familiaricen con el
espacio de trabajo/juego, b) Que los niños se aproximen físicamente al
terapeuta, para obtener raport y ganar su confianza, c) Que los niños se
integren al grupo).
Con el delfín El/la terapeuta hace bocas abiertas, grandes y chiquitas, boca alegre, boca
triste, boca aburrida, boca con miedo, boca con enojo, etc. – y los niños la/lo siguen,
haciendo las mismas expresiones que el delfín (CISM/ICISF: el objetivo es llevarlos de
lo cognitivo a lo emocional).
o En el paso siguiente, El/la terapeuta les pide cerrar los ojos e irse con su imaginación a un
lugar donde se sientan tranquilos y a salvo. Una vez ahí, se les pide que con el pulgar de una
mano se toquen la otra mano, ya que lo hicieron, se les dice que ahí donde se tocaron, está
un botón invisible, para que en el futuro, con solo tocarlo puedan volver a ese su lugar
seguro. Otra forma de anclaje es mediante taping en las rodillas o el “abrazo de la
mariposa”. (EMDR: el objetivo es enseñarles esta técnica/recurso, para que la empleen
cuando la necesiten y anclarla con el “botón invisible”, taping en las rodillas o el abrazo de la
mariposa).
o Después El/la terapeuta les pregunta que colores vieron en su lugar seguro y espera a
que los niños respondan (el objetivo es verificar que los niños encontraron su
lugar seguro).
o Al término de este ejercicio, El/la terapeuta les dice: levanten la mano los que han ido a
México; ahora levanten la mano los que han ido al polo norte; ahora los que tienen
problemas para dormir; ahora los que tienen miedo; ¿cuántos niños sienten todavía
tristeza?; ¿quién tiene pesadillas en las noches? ¿Quiénes están enojados?; ¿Quiénes
recuerdan a menudo el huracán?
Estas preguntas se hicieron por sugerencia de la Dra. Francine Shapiro como una forma de
medir el impacto del evento antes y después de aplicado el protocolo y son una forma
modificada de la Escala de Impacto del Evento (Horowitz, 1979)
Se deben de contar los niños que levantan la mano y si es posible (si todavía permanecen en
el albergue) volver a hacer las mismas preguntas, al mismo grupo, una o dos semanas
después de aplicado el protocolo, registrando las variaciones que se presenten.
o El/la terapeuta agrega: es normal que ustedes se sientan así, son niños y niñas normales que
sufrieron una experiencia anormal, por lo que es normal que tengan esos sentimientos.
También es normal tener sentimientos diferentes a los de otros niños, pues cada quien siente
diferente y eso es normal.
(CISM/ICISF: El objetivo es validar los signos y síntomas del estrés
postraumático).
o El/la terapeuta prosigue: Es importante que le platiquen a quien más confianza le tengan
como se sienten, platicar los va a ayudar a sentirse mejor (CISM/ICISF: El objetivo es
ayudar al proceso de recuperación).
o Durante este protocolo y todos los demás protocolos, los demás profesionales en salud
mental, forman un “Cuerpo de Protección Emocional” (CPE) alrededor de los niños,
para estar pendientes de sus reacciones emocionales y auxiliarlos cuando se considere
necesario.
Personal y materiales.
Papel y crayones.
Procedimiento.
Pedirle permiso a los papás para que dejen participar a sus hijos. Explicarles que nuestro trabajo
solo parece un juego, pero que es muy importante para la salud mental de sus hijos.
Sentarlos a los niños en círculo y repartirles una hoja blanca y una crayola a cada uno.
Pedirle a los niños que escriban su nombre y edad en cada hoja de papel (en letras chiquitas, para
que no ocupen toda la hoja). Si los niños no saben escribir, los miembros del CPE lo harán por ellos.
Conforme los niños dibujan, los integrantes del CPE los observan, pasando por detrás de ellos
constantemente.
Si a criterio de los integrantes del CPE, los dibujos pueden representar angustia, miedo, enojo,
tristeza, etc. (solo uso de color negro, caóticos, solo rayones, solo genitales, omisión
de manos, omisión de dedos, cabeza sin detalles.) . Se colocan atrás del niño (en cuclillas o
sentado) y le hace taping en los hombros (EMDR: Estimulación bilateral) mientras que el niño
dibuja. Solo eso. Sin hablar y sin dar ninguna explicación no pedida del por que del taping (dado que
los niños se encuentran en ese momento preciso en un nivel emocional, no es deseable llevarlos
mediante explicaciones no solicitadas, a un nivel cognitivo). Por otra parte, los niños experimentan el
taping como una muestra de afecto por parte del terapeuta). Si llegan a preguntar el por que del
taping, se les puede decir: "Para que te sientas mejor"
Cuando el niño haya terminado, se le puede preguntar que dibujó. Si el niño no contesta, no
importa, puede hacer otro dibujo y el terapeuta sigue haciéndole taping en los hombros (EMDR:
Estimulación bilateral)
Si después de 5-7 dibujos no hay cambio, se debe de identificar perfectamente a ese niño ,
para posteriormente trabajar de forma individual con él, siguiendo los protocolos
establecidos de EMDR.
Al terminar. Todos los niños regresan las crayolas y los integrantes del CPE guardan todos los
dibujos, cerciorándose de que tengan nombre y edad. Esto es importante para posteriormente
estudiar los dibujos e identificar a los niños que de acuerdo a nuestro criterio necesitan terapia
individual con EMDR.
El/la terapeuta les pide que cierren los ojos y se vayan a su lugar seguro, empleando el ancla
que se utilizó en el protocolo básico: "botón invisible", taping en las rodillas o
"abrazo de la mariposa o del amor a sí mismo" (NLP: El objetivo es reforzar el ancla).
Este ejercicio dura 1 minuto aproximadamente.
Por último, El/la terapeuta les dice que respiren profundamente tres veces y que abran los ojos.
PROTOCOLO DEL CUENTO ENCONTRANDO EL CORAZÓN
El/la terapeuta (o profesional en salud mental) narra un cuento que dice así:
Había una vez tres niñitos que vivían en un lugar muy tranquilo, iban a la escuela, hacían sus tareas,
dibujaban y jugaban. Un día comenzó a caer mucha lluvia y cayó tanta lluvia que algunos niños
perdieron su casa, ¿qué más perdieron?
Pregunta El/la terapeuta y los niños usualmente responden: sus juguetes, a sus papás, a sus amigos,
a su perrito.
El objetivo es que relaten los hechos de su propia vivencia, se identifiquen con los
personajes del cuento y se establezca interacción.
Y por esa razón se pusieron muy tristes, tenían pesadillas, no podían dormir, ¿qué más les pasaba?
Pregunta El/la terapeuta y los niños usualmente responden: se acordaban de la lluvia y lo que vieron,
tenían miedo y enojo, soñaban feo (pesadillas). (CISM/ICISF: El objetivo es llevarlos de lo
cognitivo a lo emocional)
al principio, era normal sentirse así después de lo que habían vivido (CISM: El objetivo es
validar sus emociones y sentimientos) , pero ya había pasado mucho tiempo y parecía que
esos niños habían perdido su corazón, pues no tenían ganas de reír, estudiar o jugar.
(Esto se dijo debido a que habían pasado poco más de tres meses desde el huracán).
Un día, conocieron a un niño que se veía tranquilo (se evitaron adjetivos calificativos como feliz,
encantado, muy contento, debido a la situación real en que los niños de los albergues se encuentran)
y le preguntaron que cómo lo había logrado, él niño les dijo, que lo primero que hizo fue platicarle a
quien más confianza le tenía cuando se sentía triste o enojado o tenía pesadillas (CISM: El
objetivo es ayudar al proceso de recuperación) y que después siguió los colores del arcoiris
que se formó cuando terminó la lluvia y salió el sol y encontró el tesoro enterrado que estaba al
final.
Los tres niños de nuestra historia decidieron platicar con quien más confianza tenían acerca de cómo
se sentían (CISM: El objetivo es ayudar al proceso de recuperación) y después se fueron a buscar el
tesoro al final del arcoiris.
Caminaron mucho tiempo (El/la terapeuta se hace taping en sus rodillas y los niños la/lo
siguen (EMDR: estimulación bilateral) y cuando estaban cansados se acostaron bajo un árbol
grande y fuerte y se quedaron dormidos.
Y los niños dan ideas. Uno de ellos dijo: El arcoiris. Exacto, dice El/la terapeuta y agrega:
Los niños corrieron por los colores del arcoiris (se hace taping en sus rodillas. EMDR) y al final
encontraron un tesoro, ¿qué creen que era ese tesoro? .
Cierren sus ojos mientras se dan el abrazo del amor a sí mismos. Sientan como palpita y como con
cada latido se llenan de tranquilidad y seguridad. Sientan el amor que se dan a sí mismos.
Ahora, abran los ojos y tómense de las manos y sientan como estando todos juntos, hacen que sus
corazones sean más fuertes (NLP) .
PROTOCOLO DE LA PIÑATA
El/la terapeuta (o profesional en salud mental) saca una bolsa de papel grande y les
pregunta a los niños: ¿conocen lo que es una piñata? Ante la respuesta afirmativa de los
niños agrega: Esta piñata la van a llenar con todas las cosas que ustedes quieran poner aquí
dentro, para que se vayan, para que desaparezcan. (GESTALT/NLP). Si los niños no saben
lo que es una piñata se les explica.
El/la terapeuta pasa de uno en uno con los niños y les pregunta que es lo que depositan
dentro de la bolsa. Algunas de las respuestas pueden ser: un monstruo, un lagarto, un tigre,
un león, una culebra. (Los sueños o fantasías con animales amenazantes son comunes en
niños que han sufrido una experiencia altamente traumática.)
Cuando todos los niños han terminado de depositar su papelito en la piñata (bolsa), El/la
terapeuta les dice que esta muy pesada y camina con ella como si pesara mucho.
(Gestalt/NLP)
El/la terapeuta comienza a cantar, seguida por todos los niños: Dale, dale, dale, no pierdas
el tino (canción muy conocida en México y Centroamérica).
Mientras tanto, El/la terapeuta les muestra como hacerse taping en sus rodillas y los niños
siguen su ejemplo mientras cantan (EMDR: Estimulación bilateral)
Se puede considerar que una persona manifiesta señales de alta probabilidad de potencial
autodestructivo y debe ser remitido de inmediato a un profesional en salud mental, cuando presenta:
El abrazo de la mariposa o abrazo del amor a sí mismo, fue desarrollado por Lucina (Lucy) Artigas,
M.A. (Co-fundadora de nuestra Asociación), durante el trabajo realizado en Acapulco, México con los
sobrevivientes del huracán Paulina (1997).
Por la creación y el desarrollo de esta técnica, Lucina Artigas fue honrada con el Premio a la
Innovación Creativa de la EMDR International Association, año 2000.
El abrazo de la mariposa, consiste en cruzar los brazos sobre el pecho, para que con la punta de los
dedos de cada mano, se toque la zona que se encuentra debajo de la unión de la clavícula con el
hombro.
Se pueden cerrar los ojos o tenerlos semiabiertos, viendo hacia la punta de la nariz.
A continuación, se mueven las manos en un ritmo alternado, como si fuera el aleteo de una
mariposa.
Se respira suave y profundamente, mientras que se observa lo que pasa por la mente y el cuerpo,
sin cambiarlo, sin juzgarlo y sin reprimirlo. Como si fueran nubes que pasan en el cielo.
Este método para auto administrarse estimulación contralateral, es usado en varios contextos, por
ejemplo:
Tener información sobre riesgos posibles en los refugios o comunidades en las que se va a
trabajar y convivir
En caso de que se tenga que viajar solo/a, se debe de contactar con una familia de la
comunidad donde uno/a pueda ser ubicado/a y aceptado/a como parte de la misma.
Si se viaja en grupo, tener su propio sitio para vivir y dormir (casa de campaña o rancho).
Dormir todos de manera que nadie puede ser agredido sin que los demás se den cuenta.
Contactar con gente de los refugios o de la comunidad, que sea responsable de dar
protección.
Durante la noche, esas personas deben de hacer turnos de vigilancia y acompañar a los
auxiliadores a sitios alejados o aislados.
No tomar licor.
Si se participa en reuniones, siempre mantenerse en grupo
Nunca ir solos o en pequeños grupos ni de noche ni de día a sitios alejados para atender a
alguien.
Pedir que lleven a las personas que necesitan ser atendidas a un lugar público y de día.
Realizar mucho trabajo de convencimiento con lideres mujeres y hombres, para que se
mantengan presentes en los refugios y hagan cumplir las normas.
De ser posible, invitar a policías, mujeres y hombres, para hacer conciencia e informar
sobre los mecanismos para recibir y canalizar denuncias.
Buscar mujeres lideres en los refugios que pudieran apoyar a víctimas (si los líderes son
hombres, deben de investigarse sus antecedentes en cuanto a violencia ejercida, acoso,
abuso, etc.)
Llevar psicólogos varones, sensibles al tema de la violencia intrafamiliar, para hacer trabajo
de grupo con hombres.
Escala de Unidades Subjetivas de Perturbación.
Esta escala ha sido empleada con éxito en nuestros trabajos con niños sobrevivientes a desastres
naturales en México, Centro y Sudamérica. Colocamos las figuras de los animalitos y los números
correspondientes, en una cartulina y se los mostramos a los niños. Esperamos que a ustedes les
sea de utilidad.
0 Huevo Egg
1 Hormiga Ant
2 Mariposa Butterfly
3 Pollo Chicken
4 Conejo Rabbit
5 Perro Dog
6 Toro Bull
7 Caballo Horse
8 Jirafa Jiraffe
9 Elefante Elephant
10 Ballena Whale
DEFINICIONES SOBRE EMDR
Es una aproximación para tratamiento orientada en fases, que incluye un protocolo combinado
exclusivo, con un procedimiento estandarizado, basado en el fundamento teórico del modelo de
Procesamiento de Información Adaptativo.
Este modelo está basado en la filosofía de que los seres humanos son capaces, bajo condiciones
apropiadas, de moverse naturalmente hacia una mayor salud e integración.
El EMDR es usado para resolver material emocional perturbador derivado de eventos perturbadores o
traumáticos y también como un medio para potenciar estados emocionales positivos, con el fin de
facilitar el crecimiento natural y el proceso curativo.
En el sentido más amplio, el EMDR tiene la intención de aliviar el sufrimiento humano y ayudar a los
individuos y la sociedad humana a realizar su potencial de desarrollo, minimizando los riesgos de
daño en su aplicación.
Para el paciente, la meta del tratamiento con EMDR es alcanzar los más profundos y completos
efectos de tratamiento en el más corto periodo de tiempo, mientras se mantiene su estabilidad
dentro de un sistema familiar y social balanceado.
EMDR está fundamentado en la premisa de que cada persona tiene tanto una tendencia innata de
moverse hacia la salud y la totalidad, como la capacidad interna de lograrlo.
El EMDR está basado en la ciencia psicológica y obtiene información tanto de la teoría psicológica
como de las investigaciones del cerebro.
El EMDR integra elementos tanto de las teorías psicológicas (afecto, apego, conducta, procesamiento
bioinformacional, cognitiva, humanística, sistemas familiares, psicodinámica y somática), como de las
psicoterapias (basada en el cuerpo, cognitiva-conductual, interpersonal, centrada en la persona, y
psicodinámica), dentro de una serie de procedimientos estandarizados y protocolos clínicos.
1.- Dentro de cada persona existe un sistema de procesamiento de información fisiológico por medio
del cual las nuevas experiencias e información son normalmente procesadas a un estado adaptativo.
3.- Las redes de memoria están organizadas alrededor de los primeros eventos relacionados (ligados
entre sí).
8.- La alternancia de izquierda a derecha, los movimientos bilaterales, los tonos y la estimulación
Kinestésica cuando se combinan con los otros pasos específicos del procedimiento usado en EMDR
mejoran el procesamiento de la información.
10.- Los procedimientos de EMDR promueven un estado de balance o atención dual entre
información accesada internamente y la estimulación bilateral externa. En ese estado el paciente
experiencia simultáneamente la memoria perturbadora y el contexto presente (un pié en el presente
y un pié en el pasado).
VI.- MÉTODO.
Exclusivos de EMDR son los pasos específicos del procedimiento, usados para accesar y procesar
información y las formas en que la estimulación sensorial es incorporada dentro de un tratamiento,
procedimientos y protocolos bien definidos, que intentan crear estados de balance (presente y
pasado) o de atención dual, para facilitar el procesamiento de información.
En EMDR es empleada una aproximación al tratamiento del trauma de 8 fases, con el fin de asegurar
suficiente estabilización y reevaluación del paciente, antes, durante y después del procesamiento de
memorias perturbadoras y traumáticas y sus estímulos asociados.
En las fases 3 a 6, se deben de seguir pasos estandarizados para alcanzar la fidelidad del método. En
las otras 4 fases, existe más de una forma para alcanzar los objetivos de cada fase.
Sin embargo, como esto es un proceso y no una técnica, se desarrolla de acuerdo a las necesidades
y recursos de cada paciente en el contexto de la relación terapéutica.
Por consiguiente, diferentes elementos deben de ser enfatizados o utilizados de forma diferente
dependiendo de las necesidades únicas de cada paciente.
Para alcanzar amplios efectos del tratamiento, un protocolo básico de tratamiento de 3 etapas es
empleado para primero trabajar eventos pasados. Después de la resolución adaptativa de los eventos
pasados, se procesan los estímulos (disparadores) actuales que son capaces de provocar
perturbación. Finalmente, son procesadas situaciones futuras como preparación para circunstancias
posibles o parecidas.
Es central para EMDR que los resultados positivos en su aplicación, deriven de una interacción entre
el clínico, el método y el paciente.
Un Meta Análisis realizado por Mexfield & Hyer en 2002, indicó que el grado de fidelidad a los
procedimientos publicados de EMDR está altamente correlacionado con los resultados obtenidos al
usar estos procedimientos.