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1. Que es el matrimonio?
3. A que se refiere Dios cuando crea a Eva y para que fue creada la misma?
Fue creada por Dios en el huerto del Edén como ayuda idónea de Adán, a partir de
una costilla de este. Se interpreta como salida de una de sus ramas, o sea, una de sus
descendientes, en la cual Yahvéh dividió la genética para que fueran ish e isha (varón y
mujer), seres espirituales, con alma y con el poder del verbo. Su nombre, en hebreo,
significa "madre de los vivientes" o "dadora de vida". En el libro de Génesis, se relata
que Dios mandó a Adán y su esposa fructificar y multiplicarse, llenar la Tierra y
gobernarla (Génesis 1:28). Se relata que también les mandó comer de todos los
árboles del huerto, excepto del árbol de la ciencia del bien y del mal, el cual estaba
junto al árbol de la vida (Génesis 2:16–17).
La unidad, la indisolubilidad y la fecundidad son tres de los principios sobre los que se
sustenta el matrimonio religioso, que es un sacramento que obliga a los contrayentes a
que previamente al mismo no sólo reciban una serie de cursos en los que se les
hablará de cómo debe ser la relación y la vida en pareja sino que también deberán
confesarse ante el sacerdote, de esta última manera, es como lograrán ir a su boda
perfectamente en estado de gracia.
Es importante saber que dar el paso de este tipo de enlace es algo que hay que pensar
muy seriamente ya que para declararlo nulo hay que acudir a las altas instancias de la
institución católica.
Los esposos que quieran lograr la máxima perfección en el amor deberán tener en
cuenta lo siguiente: Disposición de entrega. Amar supone pensar primero en los
demás. Nunca debe negársele al otro nada razonable, aún cuando no sea del todo
necesario, por pereza o por apatía.
-Monogamia
El papel de la mujer judía en la vida actual no se puede definir sin conocer los
preceptos históricos y raíces que lo nutren. Sin embargo, es difícil generalizar sobre la
condición femenina a lo largo de la historia, ya que se deben tomar en consideración
los diferentes estilos de vida a través de las épocas y la enorme variedad de
circunstancias a las que las mujeres se tuvieron que adaptar, condición universal no
privativa a la mujer judía.
En los tiempos bíblicos la sociedad hebrea, como muchas otras, era patriarcal. La
mujer tenía una posición subordinada al hombre; debía sujetarse a la autoridad paterna
hasta que contraía matrimonio, momento en que pasaba a ser propiedad del esposo.
Esta costumbre se encuentra ilustrada en la Biblia en la historia de Jacob y Raquel, en
la cual él tuvo que trabajar siete años para casarse con ella.
Durante esta época se establecieron distinciones legales muy claras entre los sexos,
mismas que marginaban a la mujer en lo referente a su participación en las actividades
religiosas y comunitarias; así por ejemplo, una mujer no podía dar testimonio legal ni
servir como jurado. A pesar de esto, los judíos también decretaron leyes que prohibían
el abuso y el maltrato a la mujer. Muchos relatos bíblicos, como el de Dina y Tamar
(Génesis 34) indican que el honor de la mujer era salvaguardado y protegido por
encima de todo.
Aunque la legislación bíblica más antigua presuponía que la mujer era un ser pasivo
cuyo destino estaba controlado por el hombre, la narrativa habla de mujeres con mucho
poder como Rebeca, independientes como Raquel, y profetas y líderes como Miriam y
Débora, ya que a pesar de ser una sociedad patriarcal, en la sabiduría, refranes,
proverbios y música judías, la mujer y la imagen materna ocupan un lugar
preponderante. Surgen así las cuatro madres del pueblo judío: Sara, Rebeca, Raquel y
Lea, pilares de toda una nación.
A pesar de que la mujer judía se veía restringida por ciertas limitantes, estaba obligada
a cumplir con mandamientos de importancia, lo que le permitía participar en la vida
comunitaria. Era considerada esencial en la transmisión de la identidad religiosa en el
medio familiar. Como raíz espiritual de la educación, la madre es responsable de que
los valores se transmitan de generación en generación. Es por ello que es considerado
judío aquel que nace de madre judía.
La madre se consagra a prender las velas que santifican el sábado e iluminan los
hogares judíos durante otras festividades, ya que desde el punto de vista cabalístico la
luz representa la unidad y la armonía.
En los tiempos post-bíblicos y talmúdicos el status de la mujer judía fue mejorando. Se
le permitió tener mayores derechos sobre su propiedad privada y se estableció el
contrato matrimonial a través del cual el hombre prometía mantener, honrar y apoyar a
su esposa.
Sin embargo, el status de la mujer permaneció virtualmente sin cambios hasta el siglo
XI e.c. cuando el rabino Gershom de Mainz, convenció a un grupo de eminentes sabios
de que se estableciera una legislación que prohibiera al hombre ser bígamo o
divorciarse sin el consentimiento de su esposa. Esta ley significó un cambio
fundamental para la vida de la mujer judía.
En 1846, en una conferencia en Breslau, Alemania, varios rabinos reformistas
otorgaron la igualdad religiosa a la mujer, pero no fue sino hasta 1972 cuando el
Seminario Reformista del Hebrew Union College ordenó a la primera mujer rabino; para
1984 había ya 72 de ellas.
El movimiento conservador, a pesar de aspirar a la igualdad, no otorgó esta concesión
sino hasta 1984 en su Seminario Teológico Judío. La corriente ortodoxa aún se niega a
aceptarlo.
De acuerdo a la tradición judía, la mujer, a diferencia del hombre, no se ve obligada a
cumplir con los preceptos religiosos que se establecen para determinadas horas o días.
El objetivo de esto es liberar a la mujer de observar mandamientos que interfieran con
sus labores en el hogar y con la familia y especialmente en la atención a los hijos.
Como la mujer no tenía que estar inmersa en las prácticas religiosas no necesitaba
recibir educación formal, por lo que se limitaba a escuchar las lecciones que se
impartían a los niños.
Debido a la diaspora de judios por todo el mundo y a las distintas situaciones que
concurren en cada pais, podemos observar dos formas de contraer matrimonio para los
judios: la secular o civil; yel matrimonio religioso judio. Segun sea la legislacion estatal
aplicable, los judios podran optar por una u otra forma, o por ambas. Si el sistema
matrimonial es unitario dematrimonio civil, y son Estadospersecutorios de la religi6n,
que no reconocen el derecho de libertad religiosa, no solo no surtira efecto alguno el
matrimonio religioso judio, sino que incluso se prohibini su celebraci6n, reconociendose
unicamente efectos al matrimonio civil.
Por que en este supuesto, realizar el matrimonio s6lo civilmente, en conformidad con la
"lex loci celebrationis", presupone un autentico matrimonio judio, ("Kiddushei bi'ah"),
con todas sus consecuencias legales. Por el contrario, si el Estado no es persecutorio
de la religion, o bien el sistema matrimonial es mixto no discriminatorio, permitiendo a
los ciudadanos elegir libremente entre el matrimonio civil y el religioso o religiosos, los
judios deberan celebrar el matrimonio segun los ritos y usos judios (bien sea por
celebraci6n posterior al civil, bien sea por reconocimiento pleno de este matrimonio).
Antes de los cambios, una causa normal solía demorar dos años hasta obtener la doble
sentencia conforme requerida por el derecho canónico. Con la reforma
introducida por el Sumo Pontífice los tribunales de primera instancia tendrán un plazo
máximo de un año para declarar nula una unión del matrimonio católico.