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SUBDIRECCIÓN DE POSGRADO
Tesis
SUBDIRECCIÓN DE POSGRADO
Tesis
___________________________
Dr. José Luis Reyes Carrillo
Tesis
_______________________________
DR. JOSÉ LUIS REYES CARRILLO
Asesor Principal
__________________________ _____________________________
DR. ALEJANDRO MORENO DR. FRANCISCO GERARDO VÉLIZ
RESÉNDEZ DERAS
Asesor Asesor
____________________________ ________________________
MC. JOSÉ LUIS CORONA MÉDINA DR. PEDRO ANTONIO
ROBLES TRILLO
Asesor Asesor
_____________________________
DR. RAÚL VILLEGAS VIZCAINO
Jefe de Departamento de Posgrado
_____________________________
DR. ALBERTO SANDOVAL RANGEL
Subdirector de Posgrado
Agradecimientos
Al MC. José Luis Corona Medina, a la Dra. Maricela del Rocío González
Martínez y a los Doctores Alejandro Moreno Reséndiz, Francisco Gerardo
Véliz Deras, Rafael Rodríguez Martínez, Pedro Antonio Robles Trillo y al Dr.
Carlos Morán Valle, por hacer más fácil mi formación como Investigador
además de realizar importantes y muy grandes aportaciones en mi
investigación.
Por otro lado doy mi más sincero reconocimiento a la empresa Miel de Abeja
Azteca SPR de RL, por el apoyo económico aportado para realizar este
proyecto de investigación. De igual manera reconozco el apoyo con tan
valiosas asesorías del Dr. Miguel Mellado Bosque.
Dedicatoria
A mi Dios que no me ha abandonado en ningún momento, por regalarme la
vida y por destinar grandes proyectos para mí; por prestarme una familia
maravillosa y darme la dicha de contar con grandes amigos y compañeros
que hacen más fácil cada momento de mi vida.
Índice general
Agradecimientos..…………….………………………………………..…………..iv
Dedicatoria...……………………………………………………………………..….v
Índice general…………………………..…………………………………………..vi
Índice de cuadros…………...…….………………………………………………viii
Índice de figuras…………...……….………………………………………………ix
Resumen…………………………………………………………………………….x
Abstract….…………………………………………………………………………..xi
I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………1
1.1. Objetivos………………………………………………………………..5
1.2. Hipótesis………………………………………………………………..6
II. REVISIÓN DE LITERATURA…………………………………………………..7
2.1. Generalidades de las abejas…………………………………………7
2.2. Clasificación Taxonómica de las abejas…………………………….8
2.3. Síndrome del Colapso de la Colmena………………………………8
2.3.1. ¿Qué es el CCD?........................................................................9
2.3.2. El CCD en México…………………………………………………11
2.4. Factores que posiblemente desencadenan el CCD…………...…13
2.5. Varroasis………………………………………………………………15
2.5.1. Etiología…………………………………………………………….15
2.5.2. Epizootiología………………………………………………………16
2.5.3. Patogenia…………………………………………………………...18
2.5.4. Cuadro Clínico……………………………………………………..20
2.5.5. Morfología de la Varroasis………………………………………..21
2.5.6. Biología de la Varroa………………………………………………21
2.5.7. Fase forética….…………………………………………………….22
2.5.8. Fase reproductiva………………………………………………….22
2.6. Nosemosis…………………………………………………………….24
2.6.1. Etiología…………………………………………………………….24
2.6.2. Epizootiología….…………………………………………………...26
2.6.3. Patogenia…………………………………………………………...27
2.6.4. Cuadro Clínico……………………………………………………..28
2.6.5. Diferencias entre Nosema apis y Nosema ceranae……………29
vii
2.7. Acariosis………………………………………………………………31
2.7.1. Etiología…………………………………………………………….31
2.7.2. Epizootiología………………………………………………………32
2.7.3. Patogenia…………………………………………………………...33
2.7.4. Cuadro Clínico……………………………………………………..34
2.8. Causas poco probables que detonen el CCD…………………….35
2.9. Relación de las enfermedades parasitarias de las abejas
con el CCD……………………………………………………………….36
III. MATERIALES Y MÉTODOS…………………………………………………38
3.1. Localización y área de estudio……………………………………..38
3.2. Periodos y recolección de muestras……………………………….39
3.3. Diagnóstico del Ácaro Varroa destructor………………………….40
3.4. Diagnóstico del parásito Nosema spp……………………………..41
3.5. Diagnóstico del Ácaro Acarapis woodi………..…………………...42
IV. RESULTADOS………………………………………………………………...43
V. DISCUSIÓN…………………………………………………………………….44
VI. CONCLUSIONES……………………………………………………………..48
VII. REFERENCIAS………………………………………………………………49
viii
Índice de cuadros
Cuadro 1.- Producción y exportación de miel en México………………………2
Cuadro 2.- Producción de miel en ton por año de los países principales
durante 2010 y 2011……………………………………………………………….2
Cuadro 3. Incidencia promedio de parásitos de las abejas en (42 apiarios)
sitios del estado de Morelos, México; en función del clima 2011……………43
Cuadro 4. Incidencia porcentual de los parásitos de las abejas (Acarapis,
Nosema y Varroa), en once municipios del estado de Morelos, México
2011………………………………………………………………………………...43
ix
Índice de figuras
Resumen
Abstract
This research showed that the types of climates present in the state of
Morelos, Mexico; They are decisive for the increased incidence of parasitic
diseases (Acariosis, Varroasis and Nosemosis) in bees Apis mellifera L.
Bees 391 samples, which were subjected first to clients to be tested David de
Jong, for the diagnosis of Varroa destructor, the second diagnosis was
obtained for Nosema spp. by Catwell technique. And the last diagnostic
Acarapis woodi, using the technique of dissection. The results were
interesting to relate to climate, as it was crucial for the occurrence of these
parasitic diseases increases. The death of bees Apis mellifera L in the state,
would be associated by the presence of these parasites either directly or
indirectly. Although it is recommended to consider some vectors and the
environment in which bees develop.
CAPITULO 1
I INTRODUCCIÓN
La apicultura en México posee un alto valor social y económico, contando
con una amplia tradición. En nuestro país se estima que alrededor de 40 mil
productores de miel dependen de la apicultura (Secretaría-Economía, 2007),
quienes en conjunto tienen aproximadamente 1.8 millones de colmenas,
permitiendo que entre 2008 y 2012 México produjera (Véase cuadro 1) un
promedio de 58 mil toneladas de miel al año (Financiera-Rural, 2011; INEGI,
2012; FAOSTAT, 2013).
Cuadro 2.- Producción de miel en ton por año de los países principales durante 2010 y 2011
Año China Turquía EUA Ucrania India Argentina México Rusia Total
2010 409 149 81 115 79 789 70 900 60 000 59 000 55 684 51 535 1 555 980
2011 446 089 94 245 67 000 70 300 60 000 59 000 57 783 60 010 1 636 399
del 90% de las colonias. El Virus Israelí de la Parálisis Aguda (IAPV) fue
descrita por primera vez en 2004 en Israel, donde la mortalidad de abejas
habían ocasionado graves pérdidas en la apicultura (Blanchard et al., 2009).
1.1. Objetivos
1.2. Hipótesis
CAPITULO 2
II REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. Generalidades de las Abejas
1.2. Hipótesis
CAPITULO 2
II REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. Generalidades de las Abejas
Reino: Animal
Subreino: Metazoarios
División: Artiozoarios
Rama: Artrópodos
Clase: Insectos o hexápodos
Orden: Hemenópteros
Suborden: Aculados
Familia: Apidos
Género: Apis
Especie: Mellifera o Mellifera
(FAO, 1993; SAGARPA, 2008)
5.- Nadie ve salir las abejas y a donde van es un misterio (Johnson et al.,
2009).
Respecto a las prácticas agrícolas que podrían afectar a las abejas, cabe
mencionar que existen numerosas especies de insectos consideradas como
plagas de cultivos, y que se controlan con técnicas que potencialmente
podrían afectar a las abejas. Podemos considerar dos casos, el uso de OGM
(organismos genéticamente modificados) y de pesticidas (Villanueva, 2007;
Mullin et al., 2010). Los OGM se han desarrollado por numerosas razones.
La principal de estas ha sido convertirlos a ser tóxicos para los insectos que
lo consumen, en particular por la inclusión de genes de la bacteria Bacillus
thuringensis. Los estudios realizados hasta la fecha no han mostrado un
efecto muy claro del maíz o el algodón OGM sobre las abejas, pero existen
datos puntuales, que muestran por ejemplo una baja de las defensas
inmunológicas de las abejas en aquellos casos en que colectan el polen de
tales plantas. Esto podría dar lugar a una interacción con enfermedades. Los
trabajos más recientes en Estados Unidos tienden a descartar un efecto de
14
2.5.3. Patogenia
En las abejas adultas, la hembra del Varroa busca las zonas blandas, menos
queratinizadas para perforarlas y chupar la hemolinfa de su hospedador.
Entre estas zonas tenemos las membranas intersegmentales de los primeros
segmentos abdominales, las articulaciones, la base de las alas y las áreas
entre la cabeza y el tórax y entre este último y el abdomen, por lo que es
común observarlas en dichas zonas. Tiempo después (variable), la hembra
deja a la abeja parasitada para ovopositar en una celdilla con cría, con lo
que el ciclo se reinicia. Las hembras adultas del ácaro pueden vivir de 2 a 8
meses en el interior de la colmena, dependiendo de la época del año,
viviendo menos tiempo cuando las condiciones ambientales son propicias
17
2.5.3. Patogenia
En las abejas adultas, la hembra del Varroa busca las zonas blandas, menos
queratinizadas para perforarlas y chupar la hemolinfa de su hospedador.
Entre estas zonas tenemos las membranas intersegmentales de los primeros
segmentos abdominales, las articulaciones, la base de las alas y las áreas
entre la cabeza y el tórax y entre este último y el abdomen, por lo que es
común observarlas en dichas zonas. Tiempo después (variable), la hembra
deja a la abeja parasitada para ovopositar en una celdilla con cría, con lo
que el ciclo se reinicia. Las hembras adultas del ácaro pueden vivir de 2 a 8
meses en el interior de la colmena, dependiendo de la época del año,
viviendo menos tiempo cuando las condiciones ambientales son propicias
19
para el pecoreo de miel y polen (es por ello un problema serio en países con
largos inviernos) (Hrabák, 2003).
El daño provocado por los ácaros a las abejas es de carácter físico y tóxico-
infeccioso. Físico por la hemolinfa que chupan de su huésped y tóxico
infeccioso porque las heridas que causan para alimentarse, propician la
entrada de toxinas y la transmisión de microorganismos causantes de
enfermedades como Loque Americana, Loque Europea y fungosis como la
cría de cal y la cría de piedra en las larvas, así como de esta última y
parálisis en las abejas adultas. Anteriormente se creía que el daño físico era
la causa principal del debilitamiento y muerte de la colonia, sin embargo, los
estudios más recientes indican que el daño físico no es tan importante como
el tóxico infeccioso, ya que se ha comprobado que la Varroa puede ser
portadora de virus patógenos para las abejas o exacerbar el daño de otros
que suelen ser poco dañinos. En términos generales, una abeja infestada
vive la mitad del tiempo que una sana, por ello, cuando el número de abejas
infestadas en una colonia es alto, los daños ocasionados por la enfermedad
son dramáticos. Cabe mencionar que para que los niveles de infestación de
la Varroasis dentro de una colonia de abejas alcancen altos porcentajes, se
requiere de varios meses o varios años a partir de la invasión inicial y que
los factores medio ambientales, el manejo de la “raza” de abejas afectadas
juegan un papel muy importante en la progresión, estabilización o
erradicación de la parasitosis. Las abejas de origen africano, han
demostrado ser más resistentes a la Varroasis que las de origen europeo:
Se cree que esta resistencia se debe a que por un lado, tanto su
metamorfosis como su tiempo de vida media es más corto que el de las
abejas europeas, lo que favorece menos el ciclo de vida del ácaro, por otro
lado se sabe que las abejas africanas tienen menores niveles de hormona
juvenil (HJ) en su hemolinfa. La hormona juvenil favorece la reproducción de
los ácaros (Stephen, 2001).
20
Por último las colonias pueden morir en dos o cuatro años después de
iniciada la infestación por Varroa, si estas no reciben ningún tipo de
tratamiento (Gisder et al., 2009).
Las hembras del ácaro Varroa presentan un color marrón rojizo y son
ligeramente ovaladas con un largo de 1.1 mm y un ancho de 1.6 mm,
presentando cuatro pares de patas que le sirven para adherirse sobre el
cuerpo de la abeja. El macho es más claro (amarillo verdoso) y más
pequeño (0.7 a 0.8 mm) que las hembras y la superficie de su cuerpo es
más suave. Las hembras y los machos en todas las fases de desarrollo se
alimentan de la hemolinfa de las crías dentro de las celdas (pupas)
(Sammataro et al., 2000).
Sin embargo encima de las abejas adultas solo se observan a las hembras
adultas, ya que las hembras que no alcanzan la etapa adulta así como los
machos mueren en el interior de la celda cuando la abeja emerge (Stephen,
2001).
las esporas depende de las condiciones a las cuales son expuestas, pueden
permanecer viables por muchos meses en heces secas sobre los panales,
pero pierden su viabilidad si se exponen a temperaturas superiores a 37°C.
inferiores a 11°C. o a fumigantes específicos (Molina y Guzmán, 1990;
Martin-Hernandez et al., 2007).
2.6.2. Epizootiología
26
Los panales contaminados con excretas de abejas enfermas son los focos
de infección más importantes, y los portadores de las esporas del Nosema
apis, de una temporada a otra. El agua de las flores y la vegetación
contaminada con excretas de abejas enfermas, no parecen ser factores de
importancia en la difusión de la enfermedad. Entre las condiciones que
favorecen la transmisión de la Nosemiasis, están el empleo de equipo
contaminado en las colmenas, el pillaje y la adquisición de reinas de un
criadero enfermo (IICA, 2009).
2.6.3. Patogenia
Cuando las abejas no pueden salir de su colmena por varias semanas o
meses, se ven obligadas a defecar sobre los panales contaminándolos con
esporas cuando están enfermas (Paxton, 2007). Los panales son limpiados
por las obreras jóvenes, las cuales adquieren la enfermedad. Las reinas la
adquieren con la jalea real proporcionada por abejas nodrizas enfermas; los
zánganos se infectan cuando reciben alimentos de las obreras por medio de
la trofalaxia (de boca a boca) (Molina y Guzmán, 1990; SAGARPA, 2010a).
Los panales contaminados con excretas de abejas enfermas son los focos
de infección más importantes, y los portadores de las esporas del Nosema
apis, de una temporada a otra. El agua de las flores y la vegetación
contaminada con excretas de abejas enfermas, no parecen ser factores de
importancia en la difusión de la enfermedad. Entre las condiciones que
favorecen la transmisión de la Nosemiasis, están el empleo de equipo
contaminado en las colmenas, el pillaje y la adquisición de reinas de un
criadero enfermo (IICA, 2009).
2.6.3. Patogenia
Cuando las abejas no pueden salir de su colmena por varias semanas o
meses, se ven obligadas a defecar sobre los panales contaminándolos con
esporas cuando están enfermas (Paxton, 2007). Los panales son limpiados
por las obreras jóvenes, las cuales adquieren la enfermedad. Las reinas la
adquieren con la jalea real proporcionada por abejas nodrizas enfermas; los
zánganos se infectan cuando reciben alimentos de las obreras por medio de
la trofalaxia (de boca a boca) (Molina y Guzmán, 1990; SAGARPA, 2010a).
Los síntomas de la infección por estos dos patógenos son muy diferentes,
como son la virulencia, la propagación y la patogenicidad (Higes et al., 2010)
.Nosemosis causada por N. apis ataca de manera más intensa, mientras que
nosemosis causada por N. ceranae, suele ser asintomática (Higes et al.,
2008; Paudel et al., 2015).
Los ácaros no son capaces de sobrevivir sin un huésped vivo por más de
dos ó tres horas, por eso ni la miel ni el equipo son fuentes de
contaminación.
2.7.3. Patogenia
Las abejas jóvenes (menores de 6 días), son infestadas por el ácaro hembra
cuando establecen contacto físico con abejas parasitadas de mayor edad. El
Acarapis woodi pasa de los pelillos del tórax de la abeja enferma a los de la
abeja susceptible a los cuales se sujeta con la ayuda de sus uñas.
Posteriormente y guiándose por las corrientes de aire producidas por los
movimientos respiratorios de la abeja, encuentra el espiráculo de una
tráquea del protórax, a través del cual penetra (Sammataro et al., 2000).
Los ácaros no son capaces de sobrevivir sin un huésped vivo por más de
dos ó tres horas, por eso ni la miel ni el equipo son fuentes de
contaminación.
2.7.3. Patogenia
Las abejas jóvenes (menores de 6 días), son infestadas por el ácaro hembra
cuando establecen contacto físico con abejas parasitadas de mayor edad. El
Acarapis woodi pasa de los pelillos del tórax de la abeja enferma a los de la
abeja susceptible a los cuales se sujeta con la ayuda de sus uñas.
Posteriormente y guiándose por las corrientes de aire producidas por los
movimientos respiratorios de la abeja, encuentra el espiráculo de una
tráquea del protórax, a través del cual penetra (Sammataro et al., 2000).
CAPITULO 3
III MATERIALES Y MÉTODOS
3.1. Localización y área de estudio
Morelos es uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal
conforman las 32 entidades federativas de México. Colinda al norte con el
Distrito Federal, al noreste con el estado de México, al sur con el estado de
Guerrero y al oriente con el estado de Puebla. Cuenta con una superficie
total de cerca de los 4,958 M2 y con un clima cálido subhúmedo. El 86% de
la población es urbana; destaca la agricultura
Figura 8. Caja de petrí conteniendo Ácaros (Varroa destructor), encontrados en las abejas.
CAPITULO 4
IV RESULTADOS
Los resultados de este estudio demuestran que los conductores de colapso
de colonias pueden diferir entre las regiones geográficas con diferentes
condiciones ambientales, o con diferentes prácticas apícolas y agrícolas.
Cuadro 3. Incidencia promedio de parásitos de las abejas en (42 apiarios) sitios del estado
de Morelos, México; en función del clima 2011.
Cuadro 4. Incidencia porcentual de los parásitos de las abejas (Acarapis, Nosema y Varroa),
en once municipios del estado de Morelos, México 2011.
CAPITULO 4
IV RESULTADOS
Los resultados de este estudio demuestran que los conductores de colapso
de colonias pueden diferir entre las regiones geográficas con diferentes
condiciones ambientales, o con diferentes prácticas apícolas y agrícolas.
Cuadro 3. Incidencia promedio de parásitos de las abejas en (42 apiarios) sitios del estado
de Morelos, México; en función del clima 2011.
Cuadro 4. Incidencia porcentual de los parásitos de las abejas (Acarapis, Nosema y Varroa),
en once municipios del estado de Morelos, México 2011.
abejas melíferas (Bromenshenk et al., 2010). Por lo que hay una asociación
causal significativa entre la presencia de N. ceranae y el despoblamiento de
la colmena indica claramente que la colonización de Apis mellifera por N.
ceranae está relacionada con las pérdidas de abejas (Martin-Hernandez et
al., 2007).Pero sigue siendo discutido (Higes et al., 2007).
CAPITULO 6
VI CONCLUSIÓN
En base a los resultados obtenidos se concluye que los parásitos Acarapis,
Nosema y Varroa, tienen un mayor porcentaje de incidencia en los sitios que
presentan un clima cálido. Expresando un 11.7% en Acarapis, 13.0% en
Nosema y 14.9% para Varroa. Combinando los niveles de infestación de
parásitos y el tipo de clima en el que se presentan los porcentajes más altos,
resultados caracterizados por afectar la fortaleza de las colonias. Estos
resultados de los dos factores considerados en el experimento, permiten
afirmar que afecta la fortaleza de las colmenas y por ende muy
probablemente afecta la producción de miel, bajo el pecoreo limitado del
néctar, debido a la afección de las abejas.
CAPITULO 5
V DISCUSIÓN
En la década de los sesentas se descartó el hecho de que los virus o en
microsporidio Nosema estuvieran relacionados a la desaparición de abejas,
al contrario de hoy en día, donde se relaciona a N. ceranae con el CCD
(Higes et al., 2008), o a una posible interacción de este con un Iridovirus IIV-
6 (Bromenshenk et al., 2010). Investigaciones recientes se han estado
enfocando a teorías como la contaminación de cera con químicos
(plaguicidas, herbicidas e insecticidas) y a la mala alimentación. Uno de los
químicos más perjudiciales son los neonicotinoides, prohibidos en Francia,
Alemania, Eslovenia e Italia, pero anteriormente se utilizaron para tratar
plagas de Eucalipto, lo que ocasionó residuo en las zonas afectadas. Estas
teorías sobre la contaminación mencionan que causa un debilitamiento de la
colmena, lo que facilita la entrada a enfermedades y plagas, que en sinergia
provocarían la muerte de la colmena (Gómez et al., 2008). Las pérdidas de
colonias de abejas más preocupantes se dieron en España en invierno del
2005-2006 algunas de las cuales fueron atribuidas a la enfermedad de
Nosema (Higes et al., 2007).
abejas melíferas (Bromenshenk et al., 2010). Por lo que hay una asociación
causal significativa entre la presencia de N. ceranae y el despoblamiento de
la colmena indica claramente que la colonización de Apis mellifera por N.
ceranae está relacionada con las pérdidas de abejas (Martin-Hernandez et
al., 2007).Pero sigue siendo discutido (Higes et al., 2007).
CAPITULO 6
VI CONCLUSIÓN
En base a los resultados obtenidos se concluye que los parásitos Acarapis,
Nosema y Varroa, tienen un mayor porcentaje de incidencia en los sitios que
presentan un clima cálido. Expresando un 11.7% en Acarapis, 13.0% en
Nosema y 14.9% para Varroa. Combinando los niveles de infestación de
parásitos y el tipo de clima en el que se presentan los porcentajes más altos,
resultados caracterizados por afectar la fortaleza de las colonias. Estos
resultados de los dos factores considerados en el experimento, permiten
afirmar que afecta la fortaleza de las colmenas y por ende muy
probablemente afecta la producción de miel, bajo el pecoreo limitado del
néctar, debido a la afección de las abejas.