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Alvear, Unzué. Este grupo adscribió al pensamiento de corte positivista que ponderaba
el progreso económico y científico expresado en los descubrimientos, al tiempo que
ponderaban un rol activo para el Estado. El costado liberal de esa generación se
expresaba en el respeto a los preceptos constitucionales.
Integración del territorio nacional
La ocupación del territorio hasta el Río Negro a partir de mediados de 1879
produjo un dinamismo consciente en los grupos dirigentes del país. La incorporación
de ese espacio al patrimonio y ejercicio de la soberanía nacional pasó a constituir un
hecho histórico con profundas repercusiones. El adelanto de la frontera en reducido
tiempo determinó el acrecentamiento de casi medio país que quedó bajo el dominio real
del Gobierno nacional.
La toma de posesión del suelo patagónico comenzó antes de ser conquistado. La
ley de 1878 relativa a la llamada Conquista del Desierto garantizaba con las tierras
ocupadas por los indígenas el empréstito destinado a cubrir los gastos de la campaña.
Este espacio a conquistar fue repartido entre los suscriptores del empréstito de guerra.
Dos años después de la expedición de Roca todas las tierras aptas para recibir animales
ya tienen dueño. La ocupación de la tierra no fue una empresa popular como en los EE
UU (no hay caravanas de colonos avanzando con sus carros en busca de un territorio
propicio: todo se arregla en los estudios de los escribanos y en las oficinas del
Departamento de Tierras. Y cuando la ola de inmigrantes inunde la Argentina se
encontrará con que esta inmensa estepa vacía ya tiene dueños.)
La misma ley de 1878 fija los límites de las tierras nacionales en el Río Negro;
por esa misma legislación se fijan los límites definitivos al oeste y al sur de la provincia
de Buenos Aires (lo que hoy se conoce como meridiano quinto). A partir de allí, las
provincias se dedicaron a definir sus respectivos límites. En 1883 un arbitraje del
presidente Roca fijó definitivamente en 1883 el límite entre Córdoba y San Luis; esa
misma línea separa a San Luis de la Pampa. En el sector oriental, Santa Fe, Córdoba y
Buenos Aires se disputan las tierras conquistadas al suroeste de la antigua línea de
fortines. La Corte Suprema de Justicia zanjó el conflicto fijando el límite oriental de
Córdoba a partir de la confluencia del río Tercero-Carcarañá.
La ley 1532 de 1884 fijó los límites definitivos de los territorios nacionales y
dividió a la Patagonia en 4 territorios: Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz origen
de las provincias actuales cuyos límites que no han variado. Luego se inició un
movimiento de mensura para confeccionar los planos, inmediatamente después se
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las autoridades nacionales, de modo que eran funcionarios dependientes del gobierno
nacional. En la elección de esta figura primaba una mirada sobre estos territorios como
espacios vacíos, que carecían por lo tanto de entidad política porque no tenían población
(la ley decía que cuando algunos de esos territorios -muy dispares en extensión-
alcanzara la cifra de 60.000 habitantes, comprobados en los censos, alcanzaría el
derecho a ser reconocida provincia. En este requisito se observa una mirada optimista de
esos territorios, al entender el despoblamiento como pasajero. Sin embargo, avanzado el
siglo XX y superado en número la cifra establecida de población, todavía en 1950
seguían siendo territorios, es decir sus habitantes carecían de derechos políticos, sólo
elegían en el ámbito municipal.
(en plena crisis financiera) por 8 millones a un consorcio británico Henderson. Esta
fecha es significativa porque el Estado abandona la administración directa de la mayoría
de las líneas ferroviarias al influjo de una sentencia repetida con insistencia - el estado
es mal administrador- sin verificación empírica. Ese año también las grandes compañías
compran o adquieren el control de la mayor parte de las sociedades en poder del Estado.
En 1907 a propuesta del ingeniero Emilio Mitre se sancionó a la ley 5315 que regularizó
por 40 años las relaciones del Estado con las compañías concesionarias. El artículo
clave de la ley es el 8º que otorgaba franquicias aduaneras y total exención fiscal hasta
1947. En compensación, las compañías debían pagar un impuesto del 3 % sobre las
ganancias. Las mismas se destinaban a un fondo especial para la construcción y
mantenimiento de caminos. En vísperas de la Primera Guerra Mundial resultaba
evidente la preponderancia de 4 grandes compañías británicas que representan las ¾
partes de la red ferroviaria argentina. Ahora bien, el sistema ferroviario pampeano y
extrapampeano se organizaba en función del puerto de Buenos Aires. Rosario seguía
siendo un gran puerto exportador de maíz, trigo y lino, pero sólo desempeña un papel
regional en el área de la importación.
Actividad bancaria
El gobierno se embarcó en un ambicioso programa de obras públicas y continuó algunas
iniciadas por la provincia de Buenos Aires, las del Riachuelo y las de salubridad. Para
hacerlo apeló al crédito externo. En 1881se promulgó la ley 1130 que estableció la
unidad monetaria sobre todo el país: el peso oro, que implicó la adopción de un patrón
bimetálico al acuñar monedas de oro y plata. La ley procuró terminar con la anarquía
monetaria que afectaba las transacciones comerciales.
Algunos bancos extranjeros abrieron filiales en Buenos Aires: Banco de Italia y Río de
la Plata (1872), de Londres y América del Sur, el Español y del Río de la Plata, Alemán
Transatlántico, Francés de América del Sur. Se instalaban donde había ciudadanos de
sus respectivos países y atendían los requerimientos de los inmigrantes que muchas
veces enviaban remesas de dinero a sus familias.
En el área estatal, el Banco Nacional fue fundado por Sarmiento pero era una institución
débil que no llegó a funcionar como banco del Estado y regular la economía y el
crédito. En 1884 durante el gobierno de Roca se creó el Banco Hipotecario Nacional
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que respaldó los ahorros de los clientes con garantías hipotecarias sobre inmuebles a
quienes solicitaban créditos.
Producción ganadera:
Frigorífico:
El antiguo saladero dejó el paso al frigorífico, lo que permitió la ampliación del
volumen de carne congelada. En 1883 el frigorífico exportó los primeros cargamentos
de carneros congelados. En 1884 capitales argentinos fundaron el frigorífico Sansisena a
orillas del Riachuelo, las restantes empresas frigoríficas son británicas. En la época del
Centenario la Argentina logró desplazar a Australia del mercado de ovinos británicos y
sólo es aventajada por Nueva Zelanda. En ese contexto, se establecieron frigoríficos al
norte de la provincia de Buenos Aires: San Nicolás, Zárate y Campana. En poco tiempo
un grupo de grandes empresas dominó todo el negocio frigorífico. En rigor de verdad
fueron tres hasta 1902. Las plantas duplicaban el tamaño de las de Australia, donde los
productores se incorporaron a las empresas, asumiendo el riesgo de la comercialización.
Los gobiernos argentinos estimularon la instalación de frigoríficos con la rebaja de
impuestos y la oferta de subsidios. La clausura del mercado británico al ingreso de
ganado argentino en pie (que duró tres años por un brote de aftosa) marcó el
lanzamiento definitivo del rol del frigorífico como eje de la manufactura y del comercio
de carne. La planta de Sansisena era la mayor del mundo y captaba el 5 % de la carne en
el mercado británico.
La oveja fue el producto inicial de esta transformación de la ganadería. Se
comercializaba la lana y había una utilización integral del animal. Además, la carne por
su textura y su gusto se adecuaba mejor a un mercado que implicaba una clientela más
modesta. Así se reservaron al ovino las ricas tierras de la pampa húmeda y se produjo la
transformación del ganado, la llamada desmerinización al introducirse nuevas razas para
mejorar las posibilidades de su venta. En 1886 aparece la raza Lincoln, ganado que tenía
buena carne y una lana menos fina.
La segunda transformación de los frigoríficos se realizó en los primeros años
del siglo XX. Los progresos permitieron procesar la carne bovina a través de la cadena
del frío. Los estancieros multiplicaron los potreros con alambrados y comenzaron a
implantar alfalfares en zonas de engorde del norte de la provincia de Buenos Aires,
estrategia que vinculó la agricultura con la ganadería. El animal criollo desapareció
prácticamente de las haciendas. Hacia 1900 Inglaterra tuvo mayor necesidad de carne
congelada debido a la guerra contra los boers en Sudáfrica que exige grandes envíos de
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carne congelada, mientras que las sequías asolan Australia. Ese año se prohibió la
exportación de animales vivos y la Argentina sólo envió carne congelada. En 1899 los
frigoríficos británicos alcanzaron el monopolio y se situaron en el eslabón superior de
la producción generando la dependencia de los ganaderos argentinos.
Estancias: En el área pampeana predominaban las estancias mixtas, el estanciero se
dedicaba al engorde de ganado (invernada) que era muy lucrativo, siempre que se
asegurase el forraje a costos bajos. Así, una fracción de la tierra era explotada por
arrendatarios (que pagaban una suerte de alquiler al estanciero o compañía
colonizadora) por uno o dos años. Al término del contrato debían entregar el campo
alfalfado. Un grupo exclusivo dentro de los invernadores eran los cabañeros, que se
dedicaban a la importación y reproducción de animales de raza, rol fundamental en una
economía que buscaba consolidarse en ese rubro, asegurando un stock productivo de
vacunos. Otra buena parte de los estancieros eran criadores que se ocupaban de la
primera etapa de la vida de los terneros. Previa al engorde. Los campos de cría eran de
peor calidad y generaban menores ganancias. Tales diferenciaciones hablan de la
complejidad del mundo de la ganadería y de la diferenciación respecto a sus
especializaciones e intereses.
Las colonias y el universo cerealero:
Cuando se suspendieron las importaciones de trigo de Chile y de EE UU a fines de la
década de 1870, La Argentina se transformó, a partir de 1882, en exportador de ese
cereal. Según Scobie el valor de esas explotaciones creció un 218 % en la zona
cerealeras. Se introdujo en forma extensiva el cultivo del trigo en Santa Fe, bajo la
figura de las colonias. Las colonias formadas por inmigrantes se dedicaban a la
agricultura y se caracterizaban por alta presencia de propietarios. Estas formaciones
económicas convirtieron a la Argentina en exportador de cereales. Sin embargo, a
medida que avanzaba el siglo XX las condiciones de trabajo en la agricultura se
volvieron más difíciles y, debido al alto precio de la tierra, los inmigrantes se
convirtieron en arrendatario. Si bien había núcleos de todas las naciones, en este rubro
predominaban los italianos del Piamonte.
Industria:
Roca afirmó que “no hay independencia política en una nación si esta no goza de
independencia económica; esto es, la independencia comercial e industrial es esencial
para el bienestar de una nación”. La industria había comenzado a desarrollarse
tímidamente en la década de 1870 al influjo de las barreras arancelarias. La producción
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La inmigración
La inmigración se ordena por primera vez con la ley del 19 de octubre de 1876,
durante la presidencia de Avellaneda. El gobierno instala en Europa agencias de
propaganda, se hace parcialmente cargo de los gastos de transporte al subvencionar a
compañías italianas o españolas, en proporción a la cantidad de inmigrantes
transportados. Entre 1888-90 hasta adelanta los gastos del pasaje. En el puerto de
Buenos Aires se construye un inmenso edificio de tres pisos, el Hotel de Inmigrantes,
donde éstos son registrados, acogidos gratuitamente, controlados, evaluados y
orientados con pasaje de ferrocarril en mano hacia las diferentes regiones en las que se
le ofrece empleo. La emigración a la Argentina representa entre 1857-1924 un poco más
del 10 % del flujo de emigración europea del período. Son alrededor de 5.500.000
personas, de las cuales un tercio se declara agricultor. La mayoría procede de los países
mediterráneos europeos: italianos y españoles.
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