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CAPACIDAD DE OBRAR
Se extiende la capacidad de obrar en el ámbito del Derecho administrativo a los grupos de
afectados, las uniones y entidades sin personalidad jurídica y los patrimonios independientes
o autónomos cuando la Ley así lo declare expresamente.
REPRESENTACIÓN
En materia de representación se introducen nuevos sistemas para acreditarla. Destaca el
apoderamiento apud acta presencial o electrónico o a través de la acreditación de su
inscripción en el registro electrónico de apoderamientos de la Administración pública
competente.
TRAMITACIÓN ELECTRÓNICA
La Ley identifica los sujetos obligados a relacionarse electrónicamente con las
Administraciones Públicas.
Establece la obligación de todas las Administraciones públicas de contar con un registro
electrónico general o, en su caso, adherirse al de la Administración General del Estado.
Además, deberán mantener un archivo electrónico único de los documentos de los
procedimientos finalizados de cada una de ellas.
PLAZOS
En materia de plazos se introduce el cómputo por horas y la declaración de los sábados
como días inhábiles, unificando de este modo el cómputo de plazos en el ámbito judicial y
el administrativo.
noviembre.
RÉGIMEN DE NOTIFICACIONES
Se determina que las notificaciones electrónicas serán preferentes y en el procedimiento
administrativo común se generaliza la utilización en todas las fases de los medios
electrónicos, regulando su formato electrónico y los documentos que deben integrarlo.
reglas sobre nulidad y anulabilidad establecidas en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre.
TRAMITACIÓN SIMPLIFICADA
Se regula la tramitación simplificada del procedimiento administrativo común, donde se
establece su ámbito objetivo de aplicación, el plazo máximo de resolución que será de treinta
días y los trámites de que constará.
ELABORACIÓN DE NORMAS
Se incluyen varias novedades para incrementar la participación de los ciudadanos en el
procedimiento de elaboración de normas.
Así, será necesario recabar, con carácter previo a la elaboración de la norma, la opinión de
ciudadanos y empresas acerca de los problemas que se pretenden solucionar con la
iniciativa, la necesidad y oportunidad de su aprobación, los objetivos de la norma y las
posibles soluciones alternativas.
Además, se incluye que las Administraciones divulgarán un Plan Anual Normativo que
recogerá las propuestas con rango de ley o reglamento que vayan a ser aprobadas al año
siguiente.
ENTRADA EN VIGOR
La entrada en vigor de esta ley está prevista al año de su publicación en el BOE.
• Un año a partir de la entrada en vigor de la Ley, para que se adecúen a la misma las
normas reguladoras estatales, autonómicas y locales de los distintos procedimientos
normativos que sean incompatibles con lo previsto en esta Ley.
• Los artículos 2.3, 10, 13, 14, 15, 16, 26, 27, 28, 29.1.a), 29.1.d), 31, 32, 33, 35, 36, 39, 48,
50, los apartados 1, 2 y 4 de la disposición adicional primera, la disposición adicional tercera,
la disposición transitoria primera, la disposición transitoria segunda, la disposición transitoria
tercera y la disposición transitoria cuarta del Real Decreto 1671/2009 de 6 de noviembre,
por el que se desarrolla parcialmente la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico
de los ciudadanos a los servicios públicos.
LEY 40 /2015
PRINCIPIOS GENERALES
Incorpora, entre los principios generales de actuación de las Administraciones públicos, el
de transparencia y el de planificación y dirección por objetivos, como exponentes de los
nuevos criterios que han de guiar la actuación de las unidades administrativas.
ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS
El régimen de los órganos administrativos se basa fundamentalmente en la Ley 30/1992, de
26 de noviembre, con ciertas novedades. La creación de órganos solo podrá hacerse previa
comprobación de que no exista ninguna duplicidad con los existentes.
ABSTENCIÓN Y RECUSACIÓN
Se incluye, como motivo de abstención y recusación, el vínculo matrimonial o situación de
hecho asimilable.
Modifica la responsabilidad patrimonial del Estado Legislador por las lesiones que sufran los
particulares en sus bienes y derechos derivadas de leyes declaradas inconstitucionales o
contrarias al Derecho de la Unión Europea.
CONVENIOS
Establece un marco general regulador de los convenios.
EL SECTOR PÚBLICO
Las nuevas leyes LPACA y LRJSP se aplican al sector público.
c) Las Universidades públicas. (se rigen por su normativa específica y subsidiariamente por
las previsiones de la LPACA y la LRJSP).
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS?
Los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación,
sirviendo con objetividad a los intereses generales, y con sometimiento pleno a la
Constitución, a la Ley y al Derecho.
ACTIVIDAD?
El principio de proporcionalidad, eligiendo la medida menos restrictiva de entre las
posibles, motivando su necesidad para la protección del interés público, así como
justificando su adecuación para lograr los fines que se persiguen, sin que en ningún caso se
produzcan diferencias de trato discriminatorias.
CASTILLA Y LEÓN?
Además de los principios anteriores, de acuerdo con lo previsto en los arts. 5 a 8 LDCCyL,
estos otros:
a) Principio de orientación al ciudadano.
b) Principio de transparencia
c) Principio de eficiencia
d) Principio de economía
e) Principio de simplicidad
f) Principio de comprensión
g) Principio de modernización e innovación
h) Principio de mejora continua
i) Principio de anticipación o proactividad
j) Principio de prevención
k) Principio de celeridad
l) Principio de responsabilidad
m) Principio de participación ciudadana
n) Principio de equilibrio territorial
ñ) Principio de conciliación de la vida personal, familiar y laboral
o) Principios de colaboración, cooperación y coordinación con otras
Administraciones Públicas
EL ARTÍCULO 13 LPACA
A acceder a la información pública, archivos y registros, de acuerdo con lo previsto
en la LT (y la LTCyL para la Comunidad Autónoma de Castilla y León).
LT
El art. 12 LT reconoce así el derecho de todas las personas de acceder a la información
pública en los términos que desarrolla con carácter básico, y establece que asimismo, y en
el ámbito de sus respectivas competencias, será de aplicación la correspondiente normativa
autonómica.
TRANSPARENCIA
Normativamente se prevé que la transparencia pueda alcanzarse a través de dos vías:
mediante la primera, la denominada publicidad activa, los sujetos obligados dan a conocer
a través de medios accesibles, preferentemente en sedes electrónicas o páginas web y
creando un portal de transparencia, los elementos y características de su actividad;
mediante la segunda, la llamada publicidad pasiva, las personas acceden a la información
pública en general, y los archivos y registros administrativos en particular.
E) A ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades y empleados públicos
que han de facilitarles el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones.
F) A exigir las responsabilidades de las Administraciones Públicas y Autoridades,
cuando así corresponda legalmente.
G) A obtener y utilizar los medios de identificación y firma electrónica contemplados en
esta Ley
H) A la protección de datos de carácter personal, y en particular a la seguridad
confidencialidad de los datos que figuren en los ficheros, sistemas y aplicaciones de
las administraciones públicas.
I) Cualquiera otro que les reconozca la Constitución y las Leyes.
No obstante ello, hay sujetos que están obligados a relacionarse a través de medios
electrónicos con las Administraciones Públicas para la realización de cualquier
trámite de un procedimiento administrativo.
Se disgrega en los derechos de acceso a los servicios públicos (art. 9), de atención al
ciudadano (art. 10) y de ventanilla única (art. 11).
En relación con el primero, el derecho de acceso a los servicios públicos, los ciudadanos
tienen derecho a la libre elección del medio o canal de acceso a los servicios públicos
prestados por la Administración autonómica.
El tercero, por último, el derecho a un sistema de ventanilla única, implica que los
ciudadanos puedan dirigirse a ventanillas únicas para acceder a informaciones, trámites y
servicios públicos determinados por acuerdos de la Administración autonómica con otras
Administraciones Públicas.
Sobre cualquier asunto relacionado con sus derechos, obligaciones e intereses legítimos,
con la utilización de los servicios públicos, así como sobre la organización y competencias
de la Administración autonómica, a través de un sistema de carácter único, multicanal,
horizontal e interoperable.
Sobre lo primero, los ciudadanos tienen derecho a acceder a los archivos, registros y
ficheros de datos de la Administración autonómica, con los límites que establezcan las leyes,
especialmente en lo relativo a la protección de datos de carácter personal; la Administración
autonómica debe facilitar el ejercicio de este derecho mejorando la accesibilidad de su
documentación y mediante una adecuada ordenación de sus archivos, registros y ficheros.
Sobre lo segundo, la Administración autonómica debe promover el uso por los ciudadanos
de documentos que obran en su poder, con fines comerciales o no comerciales, siempre
que dicho uso no constituya una actividad administrativa pública y con sometimiento a la
regulación básica sobre la reutilización de la información del sector público.
Para que los ciudadanos puedan poner de manifiesto los retrasos, desatenciones o
cualquier otra anomalía que observen en los órganos y unidades administrativas o en el
funcionamiento de los servicios públicos.
En cualquier caso, la Administración autonómica debe dar respuesta por escrito a las quejas
en un plazo máximo de tres meses.
Otorgado a las personas naturales o jurídicas, para dirigir con carácter general peticiones,
individuales o colectivas, a los órganos de la Administración autonómica, en relación con
los asuntos que sean de su competencia, en los términos reconocidos en la CE y en el
EACyL, y de conformidad con lo previsto en su ley orgánica reguladora.
https://www.procuradordelcomun.org/
En la citación debe constar expresamente el lugar, fecha, hora, los medios disponibles y
objeto de la comparecencia, así como los efectos de no atenderla.
Las Administraciones Públicas deben entregar al interesado certificación acreditativa de
la comparecencia cuando así lo solicite.
De acuerdo con lo previsto en los arts. 16.4 LPACA y 15.1 del Decreto 2/2003, de 2 de
enero, por el que se regulan los servicios de información y atención al ciudadano y la
función de registro en el ámbito de la Comunidad de Castilla y León:
a) Permite la presentación de documentos todos los días del año durante las
veinticuatro horas.
b) A los efectos del cómputo de plazo fijado en días hábiles, y en lo que se refiere al
cumplimiento de plazos por los interesados, la presentación en un día inhábil se entiende
realizada en la primera hora del primer día hábil siguiente, salvo que una norma permita
expresamente la recepción en día inhábil.
El registro electrónico se rige a estos efectos por la fecha y hora oficial de la sede
electrónica de acceso, que debe contar con las medidas de seguridad necesarias para
garantizar su integridad y figurar de modo accesible y visible.
La sede electrónica del registro debe determinar, atendiendo al ámbito territorial en el que
ejerce sus competencias el titular de aquélla y al calendario de días inhábiles a efectos de
cómputos de plazos previsto en el art. 30.7 LPACA, el calendario de días inhábiles que
se aplica a efectos del cómputo de plazos en los registros electrónicos, sin que resulte
de aplicación a los mismos lo dispuesto en el art. 30.6 LPACA.
c) El inicio del cómputo de los plazos que hayan de cumplir las Administraciones
Públicas viene determinado por la fecha y hora de presentación en el registro electrónico
de cada Administración u Organismo. En todo caso, la fecha y hora efectiva de inicio del
cómputo de plazos debe ser comunicada a quien presentó el documento.
También se puede anotar en el registro electrónico, la salida de los documentos oficiales
dirigidos a otros órganos administrativos o particulares.
Los medios o soportes en que se almacenen documentos, deben contar con medidas
de seguridad, de acuerdo con lo previsto en el Esquema Nacional de Seguridad, que
garanticen la integridad, autenticidad, confidencialidad, calidad, protección y conservación
de los documentos almacenados.
En todo caso, cada Administración Pública debe mantener un archivo electrónico único
de los documentos electrónicos que correspondan a procedimientos administrativos
finalizados, en los términos establecidos en la normativa reguladora aplicable.
INTRODUCCIÓN
La LPACA y la LRJSP introducen de manera transversal el empleo de medios electrónicos
en las relaciones entre las Administraciones Públicas y entre éstas y las personas.
Bajo este prisma, la LRJSP dedica el capítulo V del título preliminar, arts. 38 a 46, bajo el
epígrafe "Funcionamiento electrónico del sector público", a desarrollar diversas cuestiones
de alcance general como la sede electrónica, el portal de internet, los sistemas de
identificación de las Administraciones Públicas, la actuación administrativa automatizada, la
firma electrónica y el archivo electrónico de documentos (que ya ha sido analizado con
anterioridad); y el capítulo IV del título III, arts. 155 a 158, bajo el epígrafe "Relaciones
electrónicas entre las Administraciones", a esta cuestión concreta en particular.
(ART. 40 LRJSP)
Las Administraciones Públicas pueden identificarse mediante el uso de un sello electrónico
basado en un certificado electrónico reconocido o cualificado que reúna los requisitos
exigidos por la legislación de firma electrónica.
Además, cada Administración Pública debe adoptar las medidas adecuadas para facilitar
la verificación de sus sellos electrónicos.
(ARTS. 43 Y 45 LRJSP)
La actuación de una Administración Pública, órgano, organismo público o entidad de
derecho público, cuando utilice medios electrónicos, se realiza mediante firma electrónica
del titular del órgano administrativo o empleado público.
Cada Administración Pública determina los sistemas de firma electrónica que debe utilizar
su personal, los cuales pueden identificar de forma conjunta al titular del puesto de trabajo
o cargo y a la Administración u órgano en la que presta sus servicios.
Las Administraciones Públicas pueden determinar los trámites e informes que incluyan
firma electrónica reconocida o cualificada y avanzada basada en certificados electrónicos
reconocidos o cualificados de firma electrónica.
A tal fin, los datos y documentos en soporte electrónico de que dispongan los órganos
de la Administración autonómica han de ser puestos a disposición de los demás para
el cumplimiento de los servicios y trámites de su competencia, con respeto a la
normativa de protección de datos de carácter personal.
Estas aplicaciones pueden ser declaradas como de fuentes abiertas, cuando de ello se
derive una mayor transparencia en el funcionamiento de la Administración Pública o se
fomente con ello la incorporación de los ciudadanos a la Sociedad de la información.
INTRODUCCIÓN
Se generaliza el uso de medios electrónicos en todas las fases y trámites del
procedimiento administrativo común (arts. 36, 71, 75.1, 80.2, 83 y 98.2 LPACA; referidos
a todos los trámites y actos administrativos, los tres primeros; a los informes, el cuarto; al
período de información pública, el quinto; y al pago a la Hacienda Pública de sanciones
pecuniarias, multas u otros derechos, el sexto y último), dedicándose una especial
atención a la identificación, firma y representación de los interesados, a los documentos
públicos administrativos y las copias de éstos y los documentos privados, a la práctica de
las notificaciones y el expediente administrativo electrónicos, e incluso también del
procedimiento administrativo colegial (constitución, celebración de sesiones, adopción de
acuerdos y elaboración y remisión de las actas; arts. 17 y 18 LPCA, y arts. 53 y 54 LDCCyL,
a los que nos referiremos con más detalle en el estudio de los órganos administrativos
colegiados).
LPACA)
En general, para las actuaciones de los interesados en el seno de un procedimiento
administrativo basta con identificarse ante la Administración Pública correspondiente.
Los interesados pueden así firmar a través de cualquier medio que permita acreditar la
autenticidad de la expresión de su voluntad y consentimiento, así como la integridad e
inalterabilidad del documento.
(ART. 27 LPACA)
Tienen la consideración de copia auténtica de un documento público administrativo o
privado las realizadas, cualquiera que sea su soporte, electrónico o no, por los órganos
competentes de las Administraciones Públicas en las que quede garantizada la identidad
del órgano que ha realizado la copia y su contenido.
Para garantizar la identidad y contenido de las copias electrónicas, y por tanto su carácter
de copias auténticas, las Administraciones Públicas deben ajustarse a lo previsto en el
Esquema Nacional de Interoperabilidad, el Esquema Nacional de Seguridad y sus normas
técnicas de desarrollo, así como a una serie de reglas.
A estos efectos, las Administraciones Públicas deben hacer públicos, a través de la sede
electrónica correspondiente, los códigos seguros de verificación u otro sistema de
verificación utilizado.
Cuando la notificación por medios electrónicos sea de carácter obligatorio, o haya sido
expresamente elegida por el interesado, se entiende rechazada cuando hayan transcurrido
diez días naturales desde la puesta a disposición de la notificación en la sede electrónica de
la Administración u Organismo público actuante o en la dirección electrónica habilitada única
sin que se acceda a su contenido, "salvo que de oficio o a instancia del destinatario se
comprueba la imposibilidad técnica o material del acceso" (esto último, de conformidad con
lo previsto en el art. 29.5 del Decreto 7/2013).
Con independencia de que la notificación se realice en papel o por medios electrónicos, las
Administraciones Públicas envían un aviso al dispositivo electrónico y/o a la dirección
de correo electrónico del interesado que éste haya comunicado [art. 66.1.b) LPACA],
informándole de la puesta a disposición de una notificación en la sede electrónica de la
Administración u Organismo correspondiente o en la dirección electrónica habilitada única.
Por lo demás, el art. 80 LGACyL dispone al efecto que el ejercicio por la Administración
autonómica de la potestad sancionadora se debe acomodar a la legislación básica de las
Administraciones Públicas, sin perjuicio del desarrollo normativo y de las peculiaridades que
puedan preverse.
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Los principios de la potestad sancionadora de las Administraciones Públicas, son los
siguientes:
No lo son así a quienes estén vinculados a ellas por relaciones reguladas por la legislación
de contratos del sector público o la legislación patrimonial.
Por lo demás, cuando el cumplimiento de una obligación establecida por una norma con
rango de Ley corresponda a varias personas conjuntamente, responden de forma
solidaria de las infracciones que, en su caso, se cometan y de las sanciones que se
impongan. No obstante, cuando la sanción sea pecuniaria y sea posible, se individualiza en
la resolución en función del grado de participación de cada responsable.
Cuando lo justifique la debida adecuación entre la sanción que deba aplicarse con la
gravedad del hecho constitutivo de la infracción y las circunstancias concurrentes, en
atención al principio de proporcionalidad, el órgano competente para resolver puede
imponer la sanción en el grado inferior.
Las infracciones y sanciones prescriben según lo dispuesto en las leyes sectoriales que
las establezcan.
- A ser notificado de los hechos que se le imputen, de las infracciones que tales hechos
puedan constituir y de las sanciones que, en su caso, se les pudieran imponer, así como de
la identidad del instructor, de la autoridad competente para imponer la sanción y de la norma
que atribuya tal competencia.
Las actuaciones previas se realizan: Por los órganos que tengan atribuidas funciones de
investigación, averiguación e inspección en la materia y, en defecto de éstos, por la persona
u órgano administrativo que se determine por el órgano competente para la iniciación o
resolución del procedimiento.
Las actuaciones que se lleven a efecto en este trámite tienen carácter reservado, y
su duración es la estrictamente necesaria para alcanzar los objetivos señalados (Art. 4.2 del
Decreto 189/1994).
Cuando el órgano competente para iniciar el procedimiento considere que, de acuerdo con
lo previsto en su normativa reguladora, existen elementos de juicio suficientes para calificar
la infracción como leve, sin que quepa la oposición expresa por parte del interesado prevista
para el procedimiento administrativo común.
e) Instrucción del procedimiento (art. 3 Decreto 189/1994 y arts. 64.3, 77.4 y 89 LPACA)
Así mismo, otra novedad no menos destacable se encuentra en la previsión de que el órgano
instructor del procedimiento administrativo sancionador pueda resolver la finalización del
mismo, con archivo de las actuaciones, sin que sea necesaria la formulación de la propuesta
de resolución, cuando en la instrucción del procedimiento se ponga de manifiesto que
concurre alguna de las siguientes circunstancias.
Al margen de estos casos, elevadas las actuaciones por el órgano instructor al órgano
competente, éste dictará la resolución correspondiente.
L ACUERDO DE INICIACIÓN
El acuerdo de iniciación debe contener al menos:
a) Identificación de la persona o personas presuntamente responsables.
b) Los hechos que motivan la incoación del procedimiento, su posible calificación y las
sanciones que pudieran corresponder, sin perjuicio de lo que resulte de la instrucción *3
(Excepcionalmente, cuando en el momento de dictar el acuerdo de iniciación no existan
elementos suficientes para la calificación inicial de los hechos que motivan la incoación del
procedimiento, la citada calificación puede realizarse en una fase posterior mediante la
elaboración de un pliego de cargos, que debe ser notificado a los interesados.
c) Identificación del instructor y, en su caso, secretario del procedimiento, con expresa
indicación del régimen de recusación de los mismos *3 (De acuerdo con lo previsto en el art.
5.2 del Decreto 189/1994, la función instructora se ejerce por quien determinen las normas
sancionadoras o las normas sobre atribución y ejercicio de competencias y, en su defecto,
por la autoridad o funcionario que designe el órgano competente para la incoación del
procedimiento. Esta designación no puede recaer en quien tuviera competencia para
resolver el procedimiento, como hemos dicho ya). *4 (El nombramiento del secretario se
lleva a cabo en los supuestos de expedientes complejos por su dificultad o volumen, o
cuando una norma así lo prevea - art. 7.1.b) del Real Decreto 189/1994 -.
d) Órgano competente para la resolución del procedimiento y norma que le atribuya tal
competencia, indicando la posibilidad de que el presunto responsable pueda reconocer
voluntariamente su responsabilidad *3 (El art. 5.3 del Decreto 189/1994 dispone al efecto
que el órgano administrativo competente para resolver el procedimiento es el que tenga
competencia para imponer, en su caso, la sanción que figure en la propuesta de resolución.
e) Medidas de carácter provisional que se hayan acordado por el órgano competente para
iniciar el procedimiento sancionador, sin perjuicio de las que se puedan adoptar durante el
mismo.
f) Indicación del derecho a formular alegaciones y a la audiencia en el procedimiento y de
los plazos para su ejercicio, así como indicación de que, en caso de no efectuar alegaciones
en el plazo previsto sobre el contenido del acuerdo de iniciación, éste podrá ser considerado
propuesta de resolución cuando contenga un pronunciamiento preciso acerca de la
responsabilidad imputada.
g) Indicación de la posibilidad de que la persona presuntamente responsable pueda
reconocer voluntariamente su responsabilidad, a los efectos de la posible aplicación de la
reducción de la sanción prevista en el art. 85 LPACA a la que luego nos referiremos.
CIRCUNSTANCIAS
a) La inexistencia de los hechos que pudieran constituir la infracción.
RESOLUCIÓN CORRESPONDIENTE
Dicha resolución incluye la valoración de las pruebas practicadas, en especial aquellas que
constituyan los fundamentos básicos de la decisión, fija los hechos, sin que puedan
aceptarse hechos distintos de los determinados en el curso del procedimiento, con
independencia de su diferente valoración jurídica y, en su caso, la persona o personas
responsables, la infracción o infracciones cometidas y la sanción o sanciones que se
imponen, o bien declara la no existencia de infracción o responsabilida
CASO PARTICULAR
Si no concurren todas esas condiciones la resolución debe reducir el importe del pago de la
multa que le correspondería o, en su caso, la sanción de carácter no pecuniario, cuando el
denunciante haya facilitado elementos de prueba que hayan aportado un valor significativo
respecto de aquellos de los que hubiera dispuesto la Administración Pública.
En uno y otro caso, resulta necesario que el denunciante haya cesado en la participación de
la infracción y no haya destruido elementos de prueba relacionados con el objeto de la
denuncia.
La resolución que ponga fin al procedimiento es ejecutiva cuando no quepa contra ella
ningún recurso ordinario en vía administrativa, bien por no haberse interpuesto, bien por
haber sido desestimados los recursos interpuestos, pudiendo adoptarse en la misma las
disposiciones cautelares precisas para garantizar su eficacia en tanto no sea ejecutiva y que
pueden consistir en el mantenimiento de las medidas provisionales que en su caso se
hubieran adoptado.
EL ACUERDO DE INICIACIÓN
El acuerdo de iniciación debe contener al menos:
a) Identificación de la persona o personas presuntamente responsables.
b) Los hechos que motivan la incoación del procedimiento, su posible calificación y las
sanciones que pudieran corresponder, sin perjuicio de lo que resulte de la instrucción *3
(Excepcionalmente, cuando en el momento de dictar el acuerdo de iniciación no existan
elementos suficientes para la calificación inicial de los hechos que motivan la incoación del
procedimiento, la citada calificación puede realizarse en una fase posterior mediante la
elaboración de un pliego de cargos, que debe ser notificado a los interesados.
c) Identificación del instructor y, en su caso, secretario del procedimiento, con expresa
indicación del régimen de recusación de los mismos *3 (De acuerdo con lo previsto en el art.
5.2 del Decreto 189/1994, la función instructora se ejerce por quien determinen las normas
sancionadoras o las normas sobre atribución y ejercicio de competencias y, en su defecto,
por la autoridad o funcionario que designe el órgano competente para la incoación del
procedimiento. Esta designación no puede recaer en quien tuviera competencia para
resolver el procedimiento, como hemos dicho ya). *4 (El nombramiento del secretario se
lleva a cabo en los supuestos de expedientes complejos por su dificultad o volumen, o
cuando una norma así lo prevea - art. 7.1.b) del Real Decreto 189/1994 -.
d) Órgano competente para la resolución del procedimiento y norma que le atribuya tal
competencia, indicando la posibilidad de que el presunto responsable pueda reconocer
voluntariamente su responsabilidad *3 (El art. 5.3 del Decreto 189/1994 dispone al efecto
que el órgano administrativo competente para resolver el procedimiento es el que tenga
competencia para imponer, en su caso, la sanción que figure en la propuesta de resolución.
e) Medidas de carácter provisional que se hayan acordado por el órgano competente para
iniciar el procedimiento sancionador, sin perjuicio de las que se puedan adoptar durante el
mismo.
f) Indicación del derecho a formular alegaciones y a la audiencia en el procedimiento y de
los plazos para su ejercicio, así como indicación de que, en caso de no efectuar alegaciones
en el plazo previsto sobre el contenido del acuerdo de iniciación, éste podrá ser considerado
propuesta de resolución cuando contenga un pronunciamiento preciso acerca de la
responsabilidad imputada.
g) Indicación de la posibilidad de que la persona presuntamente responsable pueda
reconocer voluntariamente su responsabilidad, a los efectos de la posible aplicación de la
reducción de la sanción prevista en el art. 85 LPACA a la que luego nos referiremos.
CIRCUNSTANCIAS
a) La inexistencia de los hechos que pudieran constituir la infracción.
RESOLUCIÓN CORRESPONDIENTE
Dicha resolución incluye la valoración de las pruebas practicadas, en especial aquellas que
constituyan los fundamentos básicos de la decisión, fija los hechos, sin que puedan
aceptarse hechos distintos de los determinados en el curso del procedimiento, con
independencia de su diferente valoración jurídica y, en su caso, la persona o personas
responsables, la infracción o infracciones cometidas y la sanción o sanciones que se
imponen, o bien declara la no existencia de infracción o responsabilidad.
CASO PARTICULAR
Si no concurren todas esas condiciones la resolución debe reducir el importe del pago de la
multa que le correspondería o, en su caso, la sanción de carácter no pecuniario, cuando el
denunciante haya facilitado elementos de prueba que hayan aportado un valor significativo
respecto de aquellos de los que hubiera dispuesto la Administración Pública.
En uno y otro caso, resulta necesario que el denunciante haya cesado en la participación de
la infracción y no haya destruido elementos de prueba relacionados con el objeto de la
denuncia.
INTRODUCCIÓN
Las Administraciones Públicas, en el ejercicio de sus competencias y en el desarrollo de sus
actividades, pueden causar daños a terceros, ocasionándoles un perjuicio patrimonial.
Los particulares tienen así derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas
correspondientes, de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los
servicios públicos, salvo en los casos de fuerza mayor o de daños que el particular tenga el
deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley (Arts. 32.1 y 34.1 LRJSP).
El término servicios públicos que usa la Ley debe entenderse de forma amplia y
funcional.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
Hace falta, además, que de dicho acto o disposición se haya derivado una lesión económica
de las que dan derecho a reparación y que la efectividad de tal lesión sea probada.
NOVEDADES
Con respecto a la responsabilidad del Estado legislador ya existente, la relacionada con las
leyes declaradas inconstitucionales y la derivada de las leyes contrarias al Derecho de la
Unión Europea -Contemplada expresa y específicamente por el Real Decreto 515/2013, de
5 de julio, por el que se regulan los criterios y el procedimiento para determinar y repercutir
las responsabilidades por incumplimiento del Derecho de la Unión Europea-;
La efectividad del daño rechaza las meras expectativas o previsiones de que un daño se
produzca.
Cuál ha de ser la extensión concreta del daño es cuestión de prueba que compete al
perjudicado.
El daño ha de ser causado por tanto por una Administración Pública, por ese funcionamiento
de sus servicios. Debe existir entonces una relación de causa a efecto entre el hecho que
se imputa a la Administración Pública y el daño producido.
La jurisprudencia utiliza múltiples criterios, para afrontar una casuística muy variada y
compleja. De entre ella, merecen destacarse especialmente dos situaciones: cuando la
producción del daño se origina en una actividad en la que intervienen varias
Administraciones Públicas, la primera; cuando en la producción de daño concurre la
conducta, activa o pasiva, de la propia víctima, o de un tercero, la segunda.
Cuando la producción del daño se origina en una actividad en la que intervienen varias
Administraciones Públicas, el art. 33 LRJSP, bajo el título de Responsabilidad concurrente
de las Administraciones Públicas, se decanta prioritariamente por la responsabilidad
solidaria de las Administraciones intervinientes.
http://www.poderjudicial.es/search/doAction?action=contentpdf&databasematch=TS&refere
nce=2834304&links=responsabilidad%20Y%20fuerza%20mayor&optimize=20040115&pub
licinterface=true
http://www.poderjudicial.es/search/doAction?action=contentpdf&databasematch=TS&refere
nce=2834304&links=responsabilidad%20Y%20fuerza%20mayor&optimize=20040115&pub
licinterface=true
Tampoco hay responsabilidad patrimonial para los daños derivados de hechos o
circunstancias que no se hubiesen podido prever o evitar según el estado de los
conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producción
de aquéllos.
DAÑOS DERIVADOS
Sin perjuicio de las prestaciones asistenciales o económicas que las leyes puedan
establecer para estos casos - art. 34.1 LRJSP -
ASPECTOS PROCEDIMENTALES
La LPACA deja de considerar al procedimiento administrativo de responsabilidad patrimonial
como un procedimiento administrativo especial, sometiéndolo al procedimiento
administrativo común, si bien con algunas previsiones específicas sobre el mismo.
PATRIMONIAL
b) En los casos en que proceda reconocer derecho a indemnización por anulación en vía
administrativa o contencioso-administrativa de un acto o disposición de carácter general. El
derecho a reclamar prescribe al año de haberse notificado la resolución administrativa o la
sentencia definitiva.
Cualquiera que sea el modo de iniciación del procedimiento, su instrucción sigue las
pautas fundamentales del procedimiento administrativo común, tal como se configura en la
LPACA.
Debe especificar así las lesiones producidas; individualizarlas en relación con una persona
o grupo de personas; indicar la presunta relación de causalidad entre las lesiones y el
funcionamiento del servicio público, la evaluación económica de las lesiones, si fuera
posible, y el momento en que la lesiones efectivamente se produjeron; yendo acompañada
de cuantas alegaciones, documentos e informaciones se estimen oportunos y de la
proposición de prueba, concretando los medios de que pretenda valerse el reclamante.
INSTRUCCIÓN
Los trámites más relevantes, como son los de prueba, informes al servicio cuyo
funcionamiento haya ocasionado la presunta lesión indemnizable, audiencia de los
interesados, incluidos entre tales a los contratistas en los supuestos de daños y perjuicios
causados en la ejecución de los contratos administrativos - arts. 82. 5LPACA en relación
con el art. 32.9 LRJSP -, o el informe de los Servicios Jurídicos de la Comunidad [arts. 67
LGACyL y 4.2.e) LAJCyL], no presentan singularidad que merezca ser destacada.
Cuando las indemnizaciones reclamadas sean de cuantía igual o superior a 6000 euros en
el ámbito de la Administración autonómica y 3000 euros en el ámbito de otras
Administraciones Públicas [art. 4.1.i) LCCCyL]).
A estos efectos, el órgano instructor remite al órgano competente para solicitar el dictamen,
ASPECTOS PROCEDIMENTALES
El procedimiento de responsabilidad patrimonial ordinario puede transformarse
en procedimiento simplificado, en cualquier momento anterior a su resolución.
La regla general sigue siendo, pues, la reparación en metálico y a tanto alzado, aunque
ahora se permiten expresamente otras alternativas, la compensación en especie y los
pagos periódicos, antes no previstas en la normativa aplicable.
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO
INDEMNIZACIÓN CONVENCIONAL
A través del acuerdo entre el interesado y la Administración Pública sobre la cuantía y modo
de indemnización - art. 86.4 LPACA -
NDEMNIZACIÓN RESOLUTORIA
El plazo máximo establecido a tal fin es de seis meses, transcurrido el cual puede entenderse
que la resolución es contraria a la indemnización del particular - art. 91.3 LPACA -.
En cualquier caso, la resolución, expresa o presunta, pone fin a la vía administrativa [art.
114.1.e) LPACA]. En el ámbito de la Administración General del Estado, los procedimientos
de responsabilidad patrimonial se resuelven por el Ministro respectivo o por el Consejo de
Ministros en los casos del art. 32.3 LRJSP o cuando una ley así lo disponga - art. 92 LPACA
-.
En el caso de las Entidades de Derecho Público, las normas que determinen su régimen
jurídico pueden establecer los órganos a quien corresponde la resolución de los
procedimientos de responsabilidad patrimonial, aplicándose en su defecto lo previsto en la
Ley.
CÁLCULO DE LA INDEMNIZACIÓN
En los casos de muerte o lesiones corporales se puede tomar como referencia la valoración
incluida en los baremos de la normativa vigente en materia de Seguros obligatorios y de la
Seguridad Social - art. 34.2 LPACA -.
CUANTÍA CONCRETA
SUSTITUCIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN
Cuando resulte más adecuado para lograr la reparación debida y convenga al interés
público, siempre que exista acuerdo con el interesado - art. 34.4 LPACA -.
ALTERNATIVAS
Cuya aceptación no es obligada en ningún caso para la víctima, cuyo acuerdo es necesario
en todo caso.
RESPONSABILIDADES DE LAS AUTORIDADES Y DEL PERSONAL AL
Ahora bien, la Administración Pública, una vez satisfecha la indemnización, debe exigir de
oficio a sus autoridades y demás personal a su servicio la responsabilidad en que
hubieran incurrido por dolo, culpa o negligencia graves (art. 36.2 LPACA), previa la
instrucción del procedimiento previsto en el art. 36.4 LPACA.
De otro lado, como hemos visto ya, el art. 141.1.c) LRJSP establece el deber de facilitar a
otras Administraciones Públicas la información que precisen sobre la actividad que
desarrollen en el ejercicio de sus propias competencias o que sea necesaria para que los
ciudadanos puedan acceder de forma integral a la información relativa a una materia.
Al servicio del cumplimiento de las obligaciones que se derivan de este deber, el art. 142
LRJSP enumera una serie de técnicas que las hacen materialmente posibles.
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Las Administraciones Públicas pueden formalizar sus relaciones de colaboración mediante
un acuerdo de voluntades o convenio en el que se establecen las fórmulas de
colaboración, las competencias que ejerce cada Administración, los programas de
actuación, las fuentes de financiación, etc.
A los efectos que nos interesan, la LRJSP distingue entre los convenios
interadministrativos, y los intraadministrativos.
Dichos órganos, que cuentan con representación de las Administraciones Públicas con
intereses públicos en presencia, pueden servir para...
CONFERENCIAS SECTORIALES
Las conferencias sectoriales (arts. 147 a 152 LRJSP) son órganos de cooperación que se
caracterizan por su composición multilateral y por atenerse a un ámbito material
sectorial y circunscrito a una materia concreta (Educación, medio ambiente, sanidad,
…).
Al igual que en el caso de las conferencias sectoriales, cuando así se previa expresamente,
adoptan acuerdos de obligado cumplimiento.
El consorcio (arts. 118 a 127 LRJSP) es un tipo de personificación jurídica con mucha
tradición en el ámbito local, que posibilita la participación en él de distintas Administraciones
Públicas y también de sujetos privados (empresas, fundaciones y asociaciones) y que
puede, a diferencia, de las sociedades mercantiles, ejercer potestades administrativas.
Los consorcios se crean mediante convenio suscrito por las Administraciones, organismos
públicos o entidades participantes.
Los consorcios se rigen por la LRJSP, por la normativa autonómica de desarrollo y por sus
estatutos.
El art. 125 LRJSP regula las causas y el procedimiento para el ejercicio del derecho de
separación del consorcio.
A COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Es una fórmula excepcional de relación entre Administraciones Públicas, amparada en la
previsión expresa sobre el particular del art. 103.1 CE, en la que una Administración
Pública, la coordinadora, se sitúa en una cierta posición de supremacía sobre otras
Administraciones Públicas, las coordinadas, lo que pudiera resultar incompatible con la
autonomía constitucionalmente reconocida y garantizada a las Administraciones Públicas
en el ejercicio de sus competencias propias.
A pesar de ello, ha sido admitida, con una serie de cautelas, por el Tribunal Constitucional,
para evitar disfunciones y contradicciones en el ejercicio de competencias análogas sobre
los mismos ciudadanos y territorios.
b) Los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan resultar
afectados por la decisión que en el mismo se adopte.
c) Aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos, puedan resultar afectados
por la resolución y se personen en el procedimiento en tanto no haya recaído resolución
definitiva.
En el art. 18.2 de la Ley 39/2015 se establece, tal como ya estaba regulado en la Ley
30/1992, la obligación de los interesados en un procedimiento que conozcan datos que
permitan identificar a otros interesados que no hayan comparecido en él de proporcionar
dichos datos a la Administración actuante.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
Uso de medios de identificación y firma en el procedimiento administrativo (art. 11
Ley 39/2015)
Sistemas de firma admitidos por las Administraciones Públicas (art. 10 Ley 39/2015)
2. Las Administraciones Públicas sólo requerirán a los interesados el uso obligatorio de firma
para:
a) Formular solicitudes.
d) Desistir de acciones.
e) Renunciar a derechos.
c) Sistemas de clave concertada y cualquier otro sistema que las Administraciones Públicas
consideren válido, en los términos y condiciones que se establezcan.
Cada Administración Pública podrá determinar si sólo admite alguno de estos sistemas para
realizar determinados trámites o procedimientos, si bien la admisión de alguno de los
sistemas de identificación previstos en la letra c) conllevará la admisión de todos los
previstos en las letras a) y b) anteriores para ese trámite o procedimiento.
c) Cualquier otro sistema que las Administraciones Públicas consideren válido, en los
términos y condiciones que se establezcan.
5. Cuando los interesados utilicen un sistema de firma de los previstos en este artículo, su
identidad se entenderá ya acreditada mediante el propio acto de la firma.
En coherencia con este precepto, el art. 66.2 de la Ley 39/2015 permite que una pluralidad
de personas puedan iniciar un procedimiento formulando una única solicitud cuando las
pretensiones de todas ellas tengan idéntico contenido y fundamento o sean sustancialmente
similares.
CAPACIDAD DE OBRAR (ART. 3 LEY 39/2015)
A los efectos previstos en la Ley, tendrán capacidad de obrar ante las Administraciones
Públicas:
a) Las personas físicas o jurídicas que ostenten capacidad de obrar con arreglo a las
normas civiles.
c) Cuando la Ley así lo declare expresamente, los grupos de afectados, las uniones y
entidades sin personalidad jurídica y los patrimonios independientes o autónomos
(novedad de esta Ley)
REPRESENTACIÓN (ART. 5 LEY 39/2015)
1. Los interesados con capacidad de obrar podrán actuar por medio de representante,
entendiéndose con éste las actuaciones administrativas, salvo manifestación expresa en
contra del interesado.
2. Las personas físicas con capacidad de obrar y las personas jurídicas, siempre que ello
esté previsto en sus Estatutos, podrán actuar en representación de otras ante las
Administraciones Públicas.
39/2015)
1. La Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades
Locales dispondrán de un registro electrónico general de apoderamientos, en el que deberán
inscribirse, al menos, los de carácter general otorgados apud acta, presencial o
electrónicamente, por quien ostente la condición de interesado en un procedimiento
administrativo a favor de representante, para actuar en su nombre ante las Administraciones
Públicas. También deberá constar el bastanteo realizado del poder. En el ámbito estatal,
este registro será el Registro Electrónico de Apoderamientos de la Administración General
del Estado. Los registros generales de apoderamientos no impedirán la existencia de
registros particulares en cada Organismo donde se inscriban los poderes otorgados para la
realización de trámites específicos en el mismo. Cada Organismo podrá disponer de su
propio registro electrónico de apoderamientos.
c) Fecha de inscripción.
1. Las personas físicas podrán elegir en todo momento si se comunican con las
Administraciones Públicas para el ejercicio de sus derechos y obligaciones a través de
medios electrónicos o no, salvo que estén obligadas a relacionarse a través de medios
electrónicos con las Administraciones Públicas. El medio elegido por la persona para
comunicarse con las Administraciones Públicas podrá ser modificado por aquella en
cualquier momento.
2. En todo caso, estarán obligados a relacionarse a través de medios electrónicos con las
Administraciones Públicas para la realización de cualquier trámite de un procedimiento
administrativo, al menos, los siguientes sujetos:
c) Quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación obligatoria,
para los trámites y actuaciones que realicen con las Administraciones Públicas en ejercicio
de dicha actividad profesional. En todo caso, dentro de este colectivo se entenderán
incluidos los notarios y registradores de la propiedad y mercantiles.
e) Los empleados de las Administraciones Públicas para los trámites y actuaciones que
realicen con ellas por razón de su condición de empleado público, en la forma en que se
determine reglamentariamente por cada Administración.
En este registro o sistema equivalente, al menos, constarán los funcionarios que presten
servicios en las oficinas de asistencia en materia de registros.
1. La lengua de los procedimientos tramitados por la Administración General del Estado será
el castellano. No obstante lo anterior, los interesados que se dirijan a los órganos de la
Administración General del Estado con sede en el territorio de una Comunidad Autónoma
podrán utilizar también la lengua que sea cooficial en ella.
• Respecto de los documentos que han sido elaborados por otra Administración o ya están
en poder de la administración actuante, podrán ser objeto de consulta o ser recabados por
la referida administración, salvo que el interesado se oponga (no cabe esta oposición cuando
se trate del ejercicio de potestades sancionadoras o de inspección).
Derecho a conocer el sentido del silencio administrativo que corresponda, en caso de que
la Administración no dicte ni notifique resolución expresa en plazo;
ELECTRÓNICO DE LA ADMINISTRACIÓN
Quienes se relacionen con las Administraciones Públicas a través de medios electrónicos,
tendrán derecho a consultar la información referida en el artículo 53.1. a) de la LPACA, en
el Punto de Acceso General electrónico de la Administración que funcionará como un portal
de acceso.
NORMAS APLICABLES
A no presentar datos y documentos no exigidos por las normas aplicables al procedimiento
de que se trate, que ya se encuentren en poder de las Administraciones Públicas o que
hayan sido elaborados por éstas.
En virtud de este Decreto, se han suprimido, entre otras, la obligación de presentar DNI o
Certificado de empadronamiento, así como tampoco podrá exigirse la presentación de
aquellos documentos cuya obligación de aportarse hay sido suprimida o hayan sido objeto
de sustitución por una declaración responsable en los términos previstos en el referido
Decreto.
INTRODUCCIÓN
El procedimiento administrativo exige necesariamente la presencia de una Administración
Pública competente y titular de la potestad administrativa que se ejercita a través de dicho
procedimiento.
Esta Administración Pública actúa a través de sus órganos, que son los que tramitan los
procedimientos administrativos correspondientes y los resuelven en la medida que sean
competentes para ello.
Bajo estas premisas, en este apartado se analiza el régimen jurídico básico de los órganos
administrativos, las instrucciones y órdenes de servicio, los órganos consultivos,
la competencia y las técnicas de alteración de la misma y el régimen jurídico básico de los
órganos administrativos colegiados de las distintas Administraciones Públicas en general y
de la Administración autonómica de Castilla y León en particular.
Los que no son órganos administrativos, las simples unidades administrativas, son tan sólo
puestos de trabajo vinculados funcionalmente por razón de sus cometidos y orgánicamente
por una jefatura común, regulados en las correspondientes relaciones de puestos de trabajo
e integrándose en los órganos administrativos.
Tanto los órganos como las unidades administrativas carecen de personalidad jurídica,
siendo ésta única para la Administración Pública territorial a la que pertenecen.
La orden se caracteriza por su carácter singular. La orden puede tener diversos grados de
formalización.
Las instrucciones y órdenes de servicio no son normas jurídicas sino simples actos
administrativos.
LA COMPETENCIA
La competencia de un órgano administrativo es el conjunto de funciones y potestades que
le son atribuidas por el ordenamiento jurídico y que por ello está autorizado y obligado a
ejercitar.
Como se ha dicho ya, resulta posible que la competencia no se ejerza por el órgano
administrativo que tiene atribuida normativamente la misma. A tal fin se posibilitan diferentes
posibilidades, denominadas técnicas de alteración de la competencia.
A DELEGACIÓN DE COMPETENCIAS
De acuerdo con lo previsto en el art. 9.1 LRJSP, los órganos de las diferentes
Administraciones Públicas, sin necesidad de ninguna otra previsión normativa específica
adicional, pueden delegar el ejercicio de las competencias que tengan atribuidas en otros
órganos, de la misma Administración, aun cuando no sean jerárquicamente dependientes,
o en los Organismos públicos o Entidades de Derecho Público vinculados o dependientes
de aquéllas. Más información
Por su parte, el art. 48.1 LGACyL dispone que el ejercicio de las competencias propias de
los órganos de la Administración General puede ser delegado en otros de igual o inferior
categoría, aunque no sean jerárquicamente dependientes, tanto centrales con categoría
igual o superior a Servicio, como periféricos con categoría igual o superior a Sección, salvo
disposición en contrario, requiriéndose la previa autorización del Consejero o Consejeros de
quienes dependan los órganos delegante y delegado, salvo en competencias de la
Presidencia o Vicepresidencia (art. 48.2 LGACyL).
Salvo que se disponga otra cosa, la delegación se entiende con carácter indefinido o
permanente, si bien su revocación puede tener lugar en cualquier momento por decisión
del órgano administrativo que la haya conferido (art. 9.6 LRJSP).
La delegación puede tener por objeto el ejercicio de cualquier competencia, por ejemplo la
sancionadora, salvo las que se refieren a (art. 9.2 LRJSP).
Por su parte el 48.3 LGACyL establece que además de las anteriores son indelegables
las siguientes competencias:
LA DELEGACIÓN DE COMPETENCIAS
En el caso de que el órgano administrativo delegante sea colegiado y pretenda delegar
competencias para cuyo ejercicio se requiere un quórum o mayoría especial, el acuerdo de
delegación debe adoptarse observando dicho quórum o mayoría (art. 9.7 LRJSP).
En el caso concreto de la Comunidad de Castilla y León, el art. 9 LGACyL, dispone que las
atribuciones del Presidente de la Comunidad pueden ser delegadas en los términos
establecidos en el Estatuto de Autonomía (en los Vicepresidentes y demás miembros de la
Junta, art. 28.5 EACyL) y en la propia Ley de Gobierno.
LA DESCONCENTRACIÓN
El art. 47 LGACyL dispone que la titularidad y ejercicio de las competencias propias de los
órganos de la Administración General pueden ser desconcentradas en otros
jerárquicamente dependientes, tanto centrales con categoría superior a Servicio,
como periféricos con categoría igual o superior a Departamento Territorial,
mediante Decreto de la Junta de Castilla y León publicado en el BOCyL, de igual modo que
su revocación, siendo así que las competencias, una vez desconcentradas, pueden ser
delegadas.
LA AVOCACIÓN
Ejercida en el ámbito propio de las relaciones de jerarquía, es la técnica en sentido inverso
a la delegación.
En todo caso, la avocación debe realizarse mediante acuerdo motivado, explicando las
circunstancias de índole técnica, económica, social, jurídica o territorial que la hacen
conveniente, que debe ser notificado a los interesados en el procedimiento administrativo,
si los hay, con anterioridad o simultáneamente a la resolución final que se dicte (art. 10.2
LRJSP).
Como las encomiendas de gestión no pueden tener por objeto prestaciones propias de
los contratos administrativos regulados en la legislación de contratos del sector público a
cambio de una prestación económica equivalente al valor de prestación (como establece el
art. 11.1 párrafo segundo LRJSP), ha de ponerse en tela de juicio la regulación contenida
en el art. 48.ter LGACyL.
Por su parte, el art. 6.3 LCSP excluye de su ámbito de aplicación las encomiendas de gestión
regulaas en la legislación vigente en materia de régimen jusídico del sector público.
LA DELEGACIÓN DE FIRMA
La delegación de firma se circunscribe a esa circunstancia, la firma de una resolución o
acto administrativo ya adoptado.
Dispone así el art. 12.1 LRJSP que los titulares de los órganos administrativos pueden, en
materias de su competencia, que ostenten, bien por atribución, bien por delegación de
competencias, delegar la firma de sus resoluciones y actos administrativos en los titulares
de los órganos o unidades administrativas que de ellos dependan.
Para la validez de la delegación de firma no es necesaria su publicación en los diarios
oficiales.
En las resoluciones y actos que se firmen por delegación se ha de hacer constar esta
circunstancia y la autoridad de procedencia.
LA SUPLENCIA
Con la finalidad de salvaguardar la eficacia administrativa, la suplencia tiene lugar
por razones de vacante, ausencia, enfermedad, así como en los casos en que se haya sido
declarada la abstención y recusación del empleado público interviniente, todas ellas
circunstancias temporales, produciéndose una simple sucesión transitoria en la titularidad
de un órgano administrativo, sin traslación de competencias de un órgano a otro (art. 13
LRJSP).
Regulación
La LPACA contiene una regulación básica común para todos los órganos administrativos
colegiados, sin perjuicio de las peculiaridades organizativas de las Administraciones
Públicas en que se integran. Además regula las peculiaridades propias de los órganos
administrativos colegiados de la Administración General del Estado, que no son objeto de
atención aquí.
Así las cosas, es en la legislación autonómica correspondiente, en los artículos 52 a 58 de
la LGACyL en el caso de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, donde hay que buscar
las previsiones específicas sobre los órganos administrativos de las Comunidades
Autónomas.
No obstante, esta regulación normativa no es aplicable a los órganos administrativos
colegiados máximos o directivos de cada Administración Pública.
Clases
La LRJSP contempla tres clases de órganos administrativos colegiados.
Régimen Común
Los arts. 15 a 18 LRJSP regulan unos puntos comunes a los órganos administrativos
colegiados de las diversas Administraciones Públicas.
Se refiere en primer lugar la LRJSP a aquellos órganos administrativos colegiados en
que participen organizaciones representativas de intereses sociales, así como
aquellos compuestos por representaciones de distintas Administraciones Públicas,
cuenten o no con participación de organizaciones representativas de intereses sociales,
facultándoles para establecer o completar sus propias normas de funcionamiento.
De otro lado, se determina que el secretario puede ser un miembro del propio órgano o una
persona al servicio de la Administración Pública correspondiente, correspondiéndole velar
por la legalidad formal y material de las actuaciones del órgano colegiado, certificar las
actuaciones del mismo y garantizar que los procedimientos y reglas de constitución y
adopción de acuerdos son respetados.
ABSTENCION Y RECUSACION
INTRODUCCIÓN
En determinados supuestos las autoridades y el personal al servicio de las Administraciones
Públicas a quienes se encomienda la intervención en los correspondientes procedimientos
administrativos están obligadas a no hacerlo en uno concreto.
En este apartado se analiza dicha obligación, los mecanismos previstos legalmente para
hacerla efectiva y las consecuencias jurídicas derivadas de la misma.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
De acuerdo con lo previsto en el art. 103 CE, las Administraciones Públicas sirven con
objetividad los intereses generales, remitiéndose a la ley en orden a la regulación de las
garantías para la imparcialidad de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones
(apartados 1 y 3, respectivamente)
2. Los titulares de los puestos de nombramiento directo por la Junta de Castilla y León o sus
miembros, que sean clasificados por Ley como altos cargos por implicar especial confianza
o responsabilidad. En particular, los siguientes
Respecto del personal al servicio de las distintas Administraciones Públicas, lo son los
funcionarios, de carrera e interinos, el personal laboral, ya sea fijo, por tiempo indefinido o
temporal, el personal eventual y el personal directivo profesional (arts. 8.2 y 13 EBEP), así
como el personal estatutario de los servicios de salud.
a) Tener interés personal en el asunto de que se trate o en otro en cuya resolución pudiera
influir la de aquél; ser administrador de sociedad o entidad interesada, o tener cuestión
litigiosa pendiente con algún interesado.
ABSTENCIÓN O LA RECUSACIÓN
La obligación de abstenerse deriva directamente de la Ley, desde el instante en que la
autoridad o empleado público de que se trate se encuentre incursa en cualquier
circunstancia o motivo de abstención de los que acaban de exponerse.
Al margen de ello, este mismo superior inmediato y también cualesquiera otros órganos
administrativos superiores al afectado, jerárquicamente en precisión del art. 23.3 LRJSP que
no estaba en el art. 28.4 LRJPAC precedente, pueden ordenarle que se abstenga de toda
intervención en un concreto procedimiento administrativo.
Los interesados han de indicar a tal fin en escrito motivado la causa o causas concretas en
que la recusación se funda, suscitándose así una cuestión incidental de previo
pronunciamiento - toda vez que como prevé el art. 74 LPACA se suspende la tramitación del
procedimiento administrativo en tanto no se resuelva. Más información
Contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabe recurso, sin perjuicio de la
posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso que proceda contra el acto que
ponga fin al procedimiento administrativo. Más información.
(ARTÍCULO 29)
Como regla general, los plazos son obligatorios para todos los intervinientes en los
procedimientos administrativos, tanto Administración como interesados: los términos y
plazos establecidos en ésta u otras leyes obligan a las autoridades y personal al servicio de
las Administraciones Públicas competentes para la tramitación de los asuntos, así como a
los interesados en los mismos.
(ARTÍCULO 29)
El vencimiento de los plazos sin realizar las actuaciones supone:
• Desde la perspectiva de la Administración que debió actuar en plazo, una irregularidad
no invalidante (artículo 48.3) o la imputación a la misma de una resolución presunta por
efecto del silencio administrativo en procedimientos iniciados a instancia del interesado, o
la caducidad del procedimiento en procedimientos iniciados de oficio, en los que no cabe
más que el archivo de las actuaciones (Artículos 24 y 25.1. b).
Siempre que la naturaleza del plazo lo permita, aunque el plazo sea preclusivo, se debe
admitir la actuación del interesado, produciendo así sus efectos legales, si se realiza antes
o dentro del día en que se notifique la resolución en la que se tenga por transcurrido el plazo
y en la que se le tenga por decaído en su derecho al trámite correspondiente (artículo 73.3).
No permiten esta posibilidad los plazos de interposición de recursos administrativos o
jurisdiccionales, ni el plazo para interponer la demanda en el recurso contencioso-
administrativo.
31)
La existencia de registros electrónicos conlleva algunas peculiaridades en cuanto al cómputo
de los plazos, derivadas de las características de estos registros, entre ellas el que estén
abiertos las 24 horas del día, los 365 días del año, por lo que la nueva Ley 39/2015 establece
al respecto una regulación adecuada a esta realidad.
Cada Administración Pública publicará los días y el horario en el que deban permanecer
abiertas las oficinas que prestarán asistencia para la presentación electrónica de
documentos, garantizando el derecho de los interesados a ser asistidos en el uso de medios
electrónicos.
Éste será el único calendario de días inhábiles que se aplicará a efectos del cómputo de
plazos en los registros electrónicos, sin que resulte de aplicación a los mismos lo dispuesto
en el artículo 30.6.
Más información
(ARTÍCULO 31)
La fecha y hora oficial en el ámbito de Castilla y León se encuentra en la página web de la
Junta de Castilla y León, en la siguiente dirección:
https://www.tramitacastillayleon.jcyl.es/web/jcyl/AdministracionElectronica/es/Plantilla100/1
284167257830/_/_/_
(ARTÍCULO 31)
El calendario de días inhábiles, en el ámbito de Castilla y León, se encuentra en la página
web de la Junta de Castilla y León, en la siguiente dirección:
https://www.tramitacastillayleon.jcyl.es/web/jcyl/AdministracionElectronica/es/Plantilla100/1
251181279788/_/_/_
(ARTÍCULO 31)
Por razones lógicas, en los registros electrónicos no se aplicaría la regla de que si un día es
hábil en el municipio o Comunidad Autónoma en que residiese el interesado, e inhábil en la
sede del órgano administrativo, o a la inversa, se considerará inhábil.
AMPLIACIÓN DE PLAZOS (ARTÍCULO 32)
Aunque, como hemos visto al principio, los plazos establecidos son obligatorios tanto para
la Administración como para el interesado, pueden darse circunstancias especiales que
aconsejen ampliar los plazos en los procedimientos.
El acuerdo de ampliación deberá ser notificado a los interesados. Los acuerdos sobre
ampliación de plazos o sobre su denegación no serán susceptibles de recurso, sin
perjuicio del procedente contra la resolución que ponga fin al procedimiento
(ARTÍCULO 26)
Los documentos constituyen el soporte material del procedimiento administrativo y pueden
ser emitidos por las Administraciones Públicas o ser aportados por los interesados al
procedimiento. Todos ellos se pueden expedir tanto en soporte papel como en formato
electrónico.
Son documentos públicos administrativos los válidamente emitidos por los órganos de las
Administraciones Públicas, y los emitirán por escrito, a través de medios electrónicos, a
menos que su naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia. Este
mandato es acorde con la obligatoriedad de la gestión electrónica de los procedimientos
administrativos que impone la nueva Ley 39/2015.
Las copias auténticas realizadas por una Administración Pública tendrán validez en las
restantes Administraciones.
Para garantizar la identidad y contenido de las copias electrónicas o en papel, y por tanto su
carácter de copias auténticas, las Administraciones Públicas deberán ajustarse a lo previsto
en el Esquema Nacional de Interoperabilidad, el Esquema Nacional de Seguridad y sus
normas técnicas de desarrollo, así como a las siguientes reglas:
Reglas
En la práctica ya estamos viendo como las Administraciones digitalizan los documentos que
los interesados presentan, para incorporarlos al expediente administrativo.
c) Las copias en soporte papel de documentos electrónicos requerirán que en las mismas
figure la condición de copia y contendrán un código generado electrónicamente u otro
sistema de verificación, que permitirá contrastar la autenticidad de la copia mediante el
acceso a los archivos electrónicos del órgano u Organismo público emisor.
d) Las copias en soporte papel de documentos originales emitidos en dicho soporte se
proporcionarán mediante una copia auténtica en papel del documento electrónico que se
encuentre en poder de la Administración o bien mediante una puesta de manifiesto
electrónica conteniendo copia auténtica del documento original.
En este sentido, para nuestro ámbito de la Administración de Castilla y León, debe tenerse
en cuenta el Decreto 23/2009, de 26 de marzo, de medidas relativas a la simplificación
documental en los procedimientos administrativos, (BOCyL nº 62, de 1 de abril de 2009). El
mismo ya suprime la presentación de algunos documentos como el DNI, el certificado de
empadronamiento, las certificaciones acreditativas del cumplimiento de obligaciones
tributarias y frente a la Seguridad Social, así como sustituye otros documentos como la
certificación acreditativa de la titularidad de la cuenta bancaria o los Estatutos sociales, por
declaraciones responsables.
1. Los actos administrativos que dicten las Administraciones Públicas, bien de oficio o a
instancia del interesado, se producirán por el órgano competente ajustándose a
los requisitos y al procedimiento establecido.
A partir del contenido de esta definición podemos realizar el estudio del acto administrativo
desde tres puntos de vista:
- Distinción del acto de otras actuaciones de la Administración que no son actos
administrativos.
- Clases de actos administrativos.
- Elementos del acto administrativo.
• La potestad reglamentaria.
• Actos favorables
• Actos desfavorables
• Actos simples
• Actos complejos
• Actos expresos
• Actos presuntos
• Actos de trámite
• Actos resolutorios
Ejemplos: las admisiones; las autorizaciones (licencia de pesca o caza, una licencia de
obra...); las concesiones (explotaciones mineras, líneas de viajeros); el otorgamiento de una
subvención.
Actos complejos: aquellos cuya aprobación exige la decisión final de más de un órgano
administrativo.
Actos expresos: cuando la Administración manifiesta su voluntad dejando constancia del contenido:
resoluciones expresas notificadas al interesado.
Actos presuntos: La Administración guarda silencio, pero del mismo se deduce su voluntad. Es el
silencio administrativo, que puede ser positivo o negativo. (Artículos 24 y 25 LPACAP).
4.- Por el lugar que ocupan en el procedimiento:
Actos de trámite: son todos aquellos que conforman el procedimiento a excepción de la resolución,
siendo su finalidad preparar el camino para que se dicte la resolución.
4.- Por el lugar que ocupan en el procedimiento:
Actos resolutorios: son las resoluciones, es decir, los actos que ponen fin al procedimiento.
5.- Por la posibilidad de ser recurridos:
Actos que ponen fin a la vía administrativa, o que causan estado. Son aquellos que no son
susceptibles de recursos ordinarios. Son los establecidos en el artículo 114 LPACAP y en el artículo
61 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la Administración de la Comunidad de Castilla
y León. Este aspecto se tratará en la Unidad dedicada a los recursos administrativos.
Actos que no ponen fin a la vía administrativa, los que sí son susceptibles de recursos ordinarios
Más información
Además, para que se pueda hablar de competente, el funcionario que dicta el acto ha de estar nombrado
legalmente y no incurrir en causa de ABSTENCIÓN O RECUSACIÓN: artículos 23 y 24 de la Ley
40/2015 (LRJSP).
Tanto de la competencia como de la abstención y recusación, se habla en otras unidades de este curso.
2.- ELEMENTO OBJETIVO. Es el contenido del acto. El artículo 34.2 de la LPACAP establece que
el contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico y será determinado
y adecuado a los fines de aquéllos.
Por otro lado, el art. 47.1, apartados c) y d) considera nulos de pleno derecho los actos que tengan un
contenido imposible y los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia
de ésta. Por tanto, el acto ha de ser POSIBLE, LÍCITO y DETERMINADO o DETERMINABLE.
3.- ELEMENTO CAUSAL. Es el porqué del acto, la razón que lo justifica. Por eso, determinados
actos han de ser motivados conforme dispone el artículo 35 de la LPACAP.
4.- ELEMENTO FINAL. Es el fin del acto, que no es otro que el de la propia Administración:
satisfacer el interés público. Cuando el acto se produce en interés de personas concretas, se incurre
en la desviación de poder (art. 70.2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa LJCA y
48.1 LPACAP). Existe desviación de poder cuando se ejercen potestades administrativas para fines
distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico.
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6.- EL CAUCE PROCEDIMENTAL. Además de contener los anteriores elementos, los actos deben
producirse ajustándose a los requisitos y al procedimiento establecido, conforme dispone el citado
artículo 34 de la LPACAP.
Más información
El procedimiento es el cauce formal a través del cual la Administración ejerce su actividad y produce
los actos administrativos. La plasmación documental de todo ese camino es el expediente
administrativo, entendido como conjunto ordenado de documentos a los que da lugar un determinado
procedimiento y que, en tanto que meros documentos, no debe ser confundido con el procedimiento
propiamente dicho.
Dos son las funciones esenciales que cumple el procedimiento administrativo: Más información
La trascendencia del procedimiento administrativo ha tenido su reflejo en la Constitución que, en su
artículo 105, ordena al legislador regular el procedimiento a través del cual deben producirse los actos
administrativos. Con este mandato la CE excluye la posibilidad de que la Administración actúe sin
someterse a un determinado procedimiento.
La Ley 39/2015 (LPACAP) hace efectivo ese mandato constitucional regulando el procedimiento
administrativo común, de general aplicación a todas las Administraciones Públicas, sin perjuicio de
las peculiaridades propias de cada una de ellas y de las normas que regulen procedimientos específicos
que, no obstante, siempre tendrán como referencia el procedimiento regulado en la LPACAP. En este
sentido, la Disposición Adicional Primera, remite a normas específicas de procedimiento, excluyendo
la aplicación del procedimiento administrativo común, salvo con carácter supletorio, en materia
tributaria, aduanera y de sanciones por infracciones en el orden social y desempleo, tráfico y seguridad
vial, entre otras.
La motivación de los actos que pongan fin a los procedimientos selectivos y de concurrencia
competitiva se realizará de conformidad con lo que dispongan las normas que regulen sus
convocatorias, debiendo, en todo caso, quedar acreditados en el procedimiento los fundamentos de la
resolución que se adopte.
La validez de los actos administrativos se presume: dispone el artículo 39.1 que los actos de las
Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo se presumirán válidos y producirán
efectos desde la fecha en que se dicten, salvo que en ello se disponga otra cosa.
Pero esta regla tiene dos excepciones: la eficacia demorada y la retroactividad.
Por otro lado, en relación con la eficacia de los actos administrativos y las disposiciones de carácter
general (reglamentos), debe tenerse en cuenta la llamada inderogabilidad singular de los
reglamentos. Dispone el artículo 37:
1.- Las resoluciones administrativas de carácter particular no podrán vulnerar lo establecido en una
disposición de carácter general, aunque aquéllas procedan de un órgano de igual o superior jerarquía
al que dictó la disposición general.
2.- Son nulas las resoluciones administrativas que vulneren lo establecido en una disposición
reglamentaria, así como aquellas que incurran en alguna de las causas recogidas en el artículo 47.
EFICACIA DEMORADA
a) Cuando así lo exija el contenido del acto. Ello ocurre cuando el acto esté sometido a condición o
término suspensivo. También en aquellos casos en que la eficacia del acto depende de la aceptación
por el destinatario, como por ejemplo el nombramiento de un funcionario, ya que para que produzca
efectos, es necesario que se produzca la toma de posesión.
El artículo 39.3 dispone que excepcionalmente podrá otorgarse eficacia retroactiva a los actos:
- los supuestos de hecho existiesen ya en la fecha a la que se retrotraiga la eficacia del acto y
- no se lesionen derechos o intereses legítimos de otras personas.
Este apartado se estudiará con más detenimiento en la Unidad dedicada a los recursos administrativos.
ANULABILIDAD
Estas dos figuras son las formas que puede adoptar la invalidez del acto administrativo. En general, es
inválido todo acto que infringe el ordenamiento jurídico. La regla general es que los actos inválidos
serán anulables, alcanzando la condición de nulos únicamente cuando concurran en ellos las
circunstancias o causas tasadas relacionadas en el artículo 47.1 LPACAP.
• La nulidad de pleno derecho puede ser instada en cualquier momento por cualquier particular
interesado o de oficio por la propia Administración, puesto que la revisión de oficio se configura como
una verdadera acción de nulidad (artículo 106.1 LPACAP), mientras que la anulabilidad está sometida
a plazos preclusivos, tanto para la Administración (cuatro años desde que se dictó el acto para declarar
su lesividad, artículo 107.2 LPACAP) como para los particulares, los cuales deben cumplir los plazos
del recurso de alzada (artículo 121 LPACAP), y/o del recurso contencioso-administrativo (artículo
46.1 Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa (LJCA),
de forma que transcurrido el plazo legalmente establecido sin la impugnación del acto, éste deviene
consentido y, por tanto, firme.
• Los efectos de la nulidad de pleno derecho se producen “ex tunc” “desde entonces” (como si el acto
nulo nunca hubiera existido); y los de la anulabilidad son “ex nunc” “desde ahora” (desde el momento
en que se declare por el órgano competente, por lo que carece de efectos retroactivos).
• El acto nulo de pleno derecho no se puede subsanar por convalidación; sí puede subsanarse, sin
embargo, el que adolece de un vicio de anulabilidad (artículo 52.1 LPACAP).
b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o del
territorio.
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d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
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f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren
facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.
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g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición con rango de Ley.
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A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
Es decir, los derechos y libertades reconocidos en los artículos 14 a 29 CE: igualdad ante la Ley de
todos los españoles; derecho a la vida; libertad ideológica y religiosa; libertad personal; intimidad e
inviolabilidad del domicilio, residencia y circulación; libertad de expresión; derecho de reunión,
asociación y participación en asuntos públicos; tutela judicial efectiva; principio de legalidad penal;
libertad de enseñanza; derecho a la educación; libertad de sindicación y derecho de petición. A ellos
ha de añadirse el derecho a la objeción de conciencia reconocido en el artículo 30.
A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
b) Los dictados por órgano manifestante incompetente por razón de la materia o del territorio.
En este apartado no tiene cabida la incompetencia jerárquica, es decir, en la que incurre un Director
General cuando dicta un acto que correspondería al Consejero. En este supuesto, no estaríamos ante
un acto nulo, sino meramente anulable, pues el vicio de incompetencia puede ser convalidado por el
Consejero.
A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
Recuérdese que uno de los requisitos del elemento objetivo del acto administrativo es que éste tenga
un contenido posible. La jurisprudencia y la doctrina señalan que la imposibilidad ha de ser material
y física, a la que suman también la imposibilidad lógica (por ejemplo, un acto contradictorio consigo
mismo) o impreciso e ininteligible. Un ejemplo de acto sin contenido es una resolución de reclamación
de un pago indebido de una subvención dictada cuando el sujeto obligado ya había hecho efectiva la
devolución del importe.
A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
Por infracción penal hay que entender tanto los delitos graves como los delitos leves. Adviértase que
el acto nulo lo puede ser por constituir él mismo una infracción penal, como también por dictarse
como consecuencia de ésta. Imagínese, en este segundo caso, la resolución administrativa adoptada
como consecuencia de un previo delito de cohecho. En cualquier caso, como la determinación de qué
conductas son constitutivas de delito corresponde a los Jueces y Tribunales de lo Penal, para poder
apreciar esta causa de nulidad, será preciso contar previamente con una sentencia condenatoria firme
que declare la existencia de delito.
A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
En realidad, son dos causas diferentes aunque relacionadas entre sí. La primera, según la
jurisprudencia, engloba los siguientes tipos de actos:
• Los dictados omitiendo un trámite esencial del procedimiento, que tenga una función decisiva o
determinante en el procedimiento, de forma que su ausencia se pueda equiparar a la inexistencia de
procedimiento.
• Los dictados tras la tramitación de un procedimiento diferente al que señala el ordenamiento
jurídico. Un ejemplo típico es el de la revocación de un acto declarativo de derechos o favorable para
el interesado, al amparo del artículo 109 LPACAP, cuando en realidad, el procedimiento adecuado
sería más complicado y rodeado de garantías, diseñado por los artículos 106 LPACAP (revisión de
acto nulo) ó 107 (declaración de lesividad de actos anulables), según los casos.
Respecto a las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los
órganos colegiados, la jurisprudencia ha considerado como tales aquellas que se refieren a la
existencia de quórum de constitución y de votación para la adopción de acuerdos, o la necesidad de
que los asuntos a tratar consten en el orden del día, salvo justificada urgencia.
A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren
facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.
La configuración de los actos presuntos obtenidos por silencio administrativo positivo como
verdaderos actos administrativos productores de efectos, lleva al establecimiento de esta causa de
nulidad como garantía de la legalidad, pues es posible que por el mero transcurso del plazo máximo
para resolver y notificar un procedimiento puedan producirse situaciones jurídicas favorables al
interesado, a las que de conformidad con el ordenamiento jurídico no tendría derecho. Sería el
supuesto, por ejemplo, de una autorización urbanística concedida por silencio y contraria al
planeamiento.
A.- NULIDAD DE LOS ACTOS
g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición con rango de Ley.
Es una cláusula residual que permite establecer nuevas causas de nulidad por las leyes, estatales o
autonómicas. Un ejemplo se encuentra en el artículo 108 de la Ley 2/2006, de 3 de mayo, de la
Hacienda y del Sector Público de la Comunidad de Castilla y León, que dispone que no podrán
autorizarse gastos ni adquirirse compromisos ni reconocerse obligaciones por cuantía superior al
importe de los créditos autorizados en los estados de gastos, y serán nulos de pleno derecho los actos
administrativos y las disposiciones generales con rango inferior a la ley que incumplan esta
limitación.
B.- ANULABILIDAD
Dispone el artículo 48.1 LPACAP que son anulables los actos de la Administración que incurran en
cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.
Por tanto, cualquier infracción del ordenamiento jurídico que no encaje en alguno de los supuestos
tasados del artículo 47.1 supondrá que el acto es anulable, a menos que sea una irregularidad no
invalidante.
INVALIDANTES
Según el artículo 48.2 LPACAP, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto
carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión
de los interesados.
En cuanto a la falta de requisitos formales, es el caso del acto que, debido a los defectos formales que
presenta no puede llegar a alcanzar su fin, lo que lo convertiría en un acto inútil. Para la doctrina, son
supuestos de actos anulables por esta causa aquéllos en los que el vicio de forma impide valorar la
corrección del acto tanto desde la perspectiva de la legalidad (adecuación del acto al ordenamiento
jurídico) como de la oportunidad (beneficios que se derivan para el interés público del acto adoptado).
Normalmente los trámites en cuya omisión se basará la apreciación de esta causa serán informes
técnicos y de oportunidad.
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Entre los trámites cuya omisión pueden lugar a indefensión y, en consecuencia, a la anulabilidad del
acto, la jurisprudencia ha venido aceptando el trámite de audiencia y la inmotivada ausencia de
práctica de pruebas propuestas por el interesado.
Dispone el artículo 48.3 que la realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido
para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o
plazo.
Ello supone que los actos dictados fuera de plazo no son anulables, salvo que el plazo tenga un carácter
esencial, de forma que la norma imponga forzosamente su cumplimiento en un determinado plazo,
tras el cual ya no admita su realización, bien por generar indefensión o porque ya no pueda alcanzar
su fin una vez transcurrido el plazo otorgado para su cumplimiento.
Con carácter general, por tanto, puede afirmarse que el vicio de forma, salvo en los casos en que se
prescinde totalmente del procedimiento establecido o se vulneran las reglas esenciales para la
formación de voluntad de los órganos colegiados, (nulidad), y al margen de aquellos defectos que
generan indefensión o que impiden al acto alcanzar su fin (anulabilidad), no conlleva la invalidez del
acto, sino una mera irregularidad no invalidante.
La nulidad o anulabilidad en parte del acto administrativo no implicará la de las partes del mismo
independientes de aquélla, salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin ella el acto
administrativo no hubiera sido dictado.
Conversión de actos viciados. (Artículo 50).
En la práctica se suele dar esta conservación en supuestos en que se anula el acto y se retrotraen las
actuaciones hasta un determinado trámite, por ejemplo el de audiencia, que se hubiera omitido. Al
declarar esa retroacción de actuaciones, el órgano conservará todos los trámites anteriores
(informes, pruebas, alegaciones previas, etc.), evitando así tener que reproducir la instrucción
completa del expediente.
A.- CUESTIONES GENERALES SOBRE LAS NOTIFICACIONES
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
Ha de tenerse en cuenta que la regulación de las notificaciones se encuentra contenida en el Capítulo
II del Título III, capítulo dedicado a la eficacia de los actos administrativos, por lo que recordamos
aquí lo que dijimos al hablar de la eficacia demorada de los actos. Y es que, en la medida de que los
actos administrativos que afectan a los derechos e intereses de los administrados han de ser notificados,
los mismos no despliegan su eficacia hasta que no se practica la notificación o publicación, o se
consideran notificados, por ejemplo, en caso del rehúse, como veremos.
1º.- Actos que han de ser notificados: como regla general han de ser notificadas las resoluciones y
los actos de trámite cualificados (es decir, aquellos que son susceptibles de recurso) o que requieren
de una actuación del particular para cumplimentarse (por ejemplo, el trámite de audiencia o el
requerimiento de subsanación de defectos advertidos en la solicitud). No así los demás actos de
trámite.
Dispone el artículo 40 que el órgano que dicte las resoluciones y actos administrativos los notificará a
los interesados cuyos derechos e intereses sean afectados por aquéllos, en los términos previstos en
los artículos siguientes.
2º.- Plazo y contenido: toda notificación deberá ser cursada dentro del plazo de diez días a partir de
la fecha en que el acto haya sido dictado, y deberá contener:
• el texto íntegro de la resolución, con indicación de si pone fin o no a la vía administrativa
• la expresión de los recursos que procedan, en su caso, en vía administrativa y judicial,
• el órgano ante el que hubieran de presentarse y el plazo para interponerlos, sin perjuicio de que los
interesados puedan ejercitar, en su caso, cualquier otro que estimen procedente.
3º.- Notificaciones defectuosas: las notificaciones que, conteniendo el texto íntegro del acto,
omitiesen alguno de los demás requisitos previstos en el apartado anterior, surtirán efecto a partir de
la fecha en que el interesado realice actuaciones que supongan el conocimiento del contenido y alcance
de la resolución o acto objeto de la notificación, o interponga cualquier recurso que proceda. No
obstante, ha de aclararse que el incumplimiento del plazo de diez días se viene considerando una mera
irregularidad no invalidante.
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
6º.- Validez de las notificaciones: con independencia del medio utilizado, las notificaciones serán
válidas siempre que permitan tener constancia:
• de su envío o puesta a disposición,
• de la recepción o acceso por el interesado o su representante,
• de sus fechas y horas,
• del contenido íntegro,
• y de la identidad fidedigna del remitente y destinatario de la misma.
La acreditación de la notificación efectuada se incorporará al expediente.
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7º.- Cambio de medio de notificación: los interesados que no estén obligados a recibir notificaciones
electrónicas, podrán decidir y comunicar en cualquier momento a la Administración Pública, mediante
los modelos normalizados que se establezcan al efecto, que las notificaciones sucesivas se practiquen
o dejen de practicarse por medios electrónicos.
Adicionalmente, el interesado podrá identificar un dispositivo electrónico y/o una dirección de correo
electrónico que servirán para el envío de los avisos regulados en este artículo, pero no para la práctica
de notificaciones.
En ningún caso se efectuarán por medios electrónicos las siguientes notificaciones:
• Aquellas en las que el acto a notificar vaya acompañado de elementos que no sean susceptibles de
conversión en formato electrónico.
• Las que contengan medios de pago a favor de los obligados, tales como cheques.
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
8º.- En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, la notificación se practicará por el
medio señalado al efecto por aquel. Esta notificación será electrónica en los casos en los que exista
obligación de relacionarse de esta forma con la Administración. Por tanto, el ciudadano puede elegir
el medio (electrónico o en papel) para ser notificado, excepto en los casos en que se le obligue a
relacionarse con la Administración telemáticamente.
Cuando no fuera posible realizar la notificación de acuerdo con lo señalado en la solicitud, se
practicará en cualquier lugar adecuado a tal fin, y por cualquier medio que permita tener constancia
de la recepción por el interesado o su representante, así como de la fecha, la identidad y el contenido
del acto notificado.
En los procedimientos iniciados de oficio, a los solos efectos de su iniciación, las Administraciones
Públicas podrán recabar, mediante consulta a las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística,
los datos sobre el domicilio del interesado, recogidos en el Padrón Municipal, remitidos por las
Entidades Locales.
10º.- Aviso de notificación: con independencia de que la notificación se realice en papel o por medios
electrónicos, las Administraciones Públicas enviarán un aviso al dispositivo electrónico y/o a la
dirección de correo electrónico del interesado que éste haya comunicado, informándole de la puesta a
disposición de una notificación en la sede electrónica de la Administración u Organismo
correspondiente o en la dirección electrónica habilitada única. La falta de práctica de este aviso no
impedirá que la notificación sea considerada plenamente válida.
Más información
10º.- Aviso de notificación:
Cuando el interesado fuera notificado por distintos cauces, se tomará como fecha de notificación la
de aquélla que se hubiera producido en primer lugar.
1º.- Puesta a disposición en Sede Electrónica: todas las notificaciones que se practiquen en papel
deberán ser puestas a disposición del interesado en la sede electrónica de la Administración u
Organismo actuante para que pueda acceder al contenido de las mismas de forma voluntaria.
2º.- Notificación en el domicilio del interesado: cuando la notificación se practique en el domicilio
del interesado, de no hallarse presente éste en el momento de entregarse la notificación, podrá hacerse
cargo de la misma cualquier persona mayor de catorce años que se encuentre en el domicilio y haga
constar su identidad. Si nadie se hiciera cargo de la notificación, se hará constar esta circunstancia en
el expediente, junto con el día y la hora en que se intentó la notificación, intento que se repetirá por
una sola vez y en una hora distinta dentro de los tres días siguientes. En caso de que el primer intento
de notificación se haya realizado antes de las quince horas, el segundo intento deberá realizarse
después de las quince horas y viceversa, dejando en todo caso al menos un margen de diferencia de
tres horas entre ambos intentos de notificación. Si el segundo intento también resultara infructuoso, se
procederá en la forma prevista en el artículo 44.
La nueva Ley 39/2015 ha introducido como novedad la exigencia de que el receptor tenga más de 14
años y la concreción de las horas en los intentos de notificación.
4º.- Notificación a persona distinta del interesado: La posibilidad de que una persona distinta del
interesado se haga cargo de la notificación ha generado no pocos problemas, pues con esta forma de
actuar no se garantiza de manera cierta que la notificación llega a su destinatario. La jurisprudencia ha
aportado algo de luz a estos casos:
a) La notificación a porteros o empleados de fincas. El Tribunal Supremo viene admitiendo las
notificaciones practicadas a porteros amparándose en que “en la actual estructura urbanística de las
grandes ciudades, con una arquitectura vertical, en altura y una configuración comunitaria de la
propiedad, es uso y costumbre la existencia de un empleado de tal comunidad (portero), encargado de
recibir la correspondencia que acarrea el funcionario postal (cartero) y distribuirla entre los ocupantes
o vecinos. (STS de 17 de noviembre de 1995). Adviértase que aquí lo esencial es la relación de
dependencia laboral del portero respecto de los vecinos, en tanto que empleado suyo, lo que lleva al
Supremo a considerar que esa relación laboral asegura la entrega del envío a su destinatario final.
b) La notificación entregada a un vecino del interesado. Más problemas presenta este supuesto, no
siendo uniforme la jurisprudencia recaída al respecto. Y es que nada permite presumir que el vecino
receptor de la comunicación la vaya a entregar a su destinatario (piénsese en el caso nada infrecuente
de vecinos que se llevan mal, lo que es más fácil que se dé entre los más próximos, que serán
precisamente aquéllos a los que el cartero o agente notificador acuda para dejar la carta). Entre las
sentencias que admiten la notificación entregada a un vecino como válida puede consultarse la
Sentencia del Tribunal Supremo de 17 de febrero de 1997.
Otra jurisprudencia (Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, de 23 de noviembre
de 1999), considera estas notificaciones como inválidas, salvo que el vecino cuente con la autorización
expresa del destinatario para recoger sus envíos postales certificados.
En virtud de ello, la Ley 39/2015, en su artículo 43, establece el modo en que deben practicarse las
notificaciones electrónicas:
Fecha y hora de la notificación: Las notificaciones por medios electrónicos se entenderán practicadas
en el momento en que se produzca el acceso a su contenido.
A los efectos previstos en este artículo, se entiende por comparecencia en la sede electrónica, el acceso
por el interesado o su representante debidamente identificado al contenido de la notificación.
Rechazo de la notificación.
Este Decreto dispone que los ciudadanos pueden elegir la manera de comunicarse con la
Administración, salvo aquellos casos en que reglamentariamente se establezca la obligatoriedad de los
medios electrónicos como consecuencia de su capacidad técnica económica o dedicación profesional,
que garanticen el acceso a estos medios electrónicos. Por tanto, y salvo estos casos, las notificaciones
se practicarán de forma electrónica cuando el interesado haya señalado este medio como preferente o
consentido su utilización, lo que se declarará expresamente en la solicitud. Esta opcionalidad debe
estar presente en los dos medios de notificación actualmente existentes y que seguidamente veremos.
Dispone el artículo 28.2 del citado Decreto que la práctica de notificaciones por medios electrónicos
podrá efectuarse de alguna de las formas siguientes:
a) Mediante el Buzón electrónico del ciudadano, entendiendo por tal un sistema de dirección
electrónica, habilitado en la sede para la práctica de notificaciones en la forma regulada en el artículo
29 de este Decreto.
b) Mediante la utilización de otros medios que puedan establecerse, siempre que quede constancia de
la recepción y acceso por el interesado y en las condiciones que se determinen en su regulación
específica.
1.- Notificación electrónica mediante la puesta a disposición del documento electrónico a través
del Buzón Electrónico del Ciudadano (BEC).
En el ámbito de Castilla y León, este tipo de notificación se utilizará obligatoriamente para aquellos
procedimientos que sean teletramitables en su totalidad, y de forma facultativa por el órgano gestor
para aquellos que sólo sean teletramitables en parte.
Nota: los procedimientos que la Administración decida que sean teletramitables en su totalidad, serán
normalmente aquellos que van dirigidos a personas jurídicas o colectivos de personas físicas que por
razón de su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos quede acreditado
que tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios.
1.- Notificación electrónica mediante la puesta a disposición del documento electrónico a través
del Buzón Electrónico del Ciudadano (BEC).
Si el órgano administrativo ha puesto a disposición del interesado una notificación, se despliegan los
efectos de lo dispuesto en el artículo 29, puntos 5 y 6 del Decreto 7/2013: le llegaría un correo con
un aviso de que tiene una notificación electrónica en el Buzón. Si accede al contenido dentro del plazo
de 10 días naturales desde la puesta a disposición, (el sistema deja constancia de ello) se producen
los efectos de la notificación, y desde esa fecha empezarán a contarse los plazos. Si no accede al
contenido dentro de ese plazo, se considera rechazada la notificación.
2.- Notificación electrónica mediante la utilización de otros medios que puedan establecerse.
Se trata de la notificación electrónica por comparecencia a que se refiere el Acuerdo 22/2014, de 30
de enero, de la Junta de Castilla y León, por el que se aprueban las Medidas para la reforma de la
Administración de la Comunidad de Castilla y León, medida III.B.4. Generalización de las
notificaciones electrónicas, que dice textualmente: “El Decreto 7/2013, de 14 de febrero, establece
las notificaciones electrónicas a partir del buzón electrónico, que requiere certificado electrónico y
la posibilidad de notificaciones electrónicas por comparecencia, que no requiere firma electrónica”.
Está prevista para aquellos procedimientos que no son teletramitables en su totalidad y el órgano
gestor del procedimiento haya optado por este medio y no por el Buzón Electrónico, y consiste en lo
siguiente: en la solicitud de inicio, el interesado designa una dirección de correo electrónico. Cuando
el órgano administrativo gestor genere una notificación, le llegará a la dirección de correo designada
por el interesado, un aviso de puesta a disposición de una notificación pendiente, con un enlace web;
se entra en el enlace enviado, y ahí, sin certificado digital, (pero indicando el NIF y respondiendo a
una pregunta que se le formula, o introduciendo una clave que se le ha enviado con el aviso) se puede
acceder a la notificación. Los efectos serían los mismos que si se hubiera accedido al Buzón
Electrónico, quedando constancia de la fecha de acceso, a partir de la cual se contarían los plazos para
interponer recurso, por ejemplo.
Un ejemplo es la solicitud única de las ayudas PAC, en donde observamos esta nota, en el apartado
de datos personales donde se designa la dirección de correo electrónico:
*La inclusión del correo electrónico permitirá a la Administración notificarle los actos o resoluciones
por el sistema de “notificaciones por comparecencia electrónica”.
Este sistema resulta más práctico ya que la experiencia ha demostrado que el interesado, o no crea
el Buzón Electrónico del Ciudadano o no se suscribe a los procedimientos. Por ello, se ha hecho
necesario crear un sistema más sencillo de acceso electrónico, el cual se asemeja al que utilizan las
Entidades Bancarias, Aseguradoras operadores de telefonía, suministradores de servicios, etc., en
cuyas páginas web existe un “Área de clientes” desde la que, mediante unas claves asignadas, se
accede a comunicaciones, facturas, etc.
TRAMITACIÓN SIMPLIFICADA
Artículo 96 Tramitación simplificada del procedimiento administrativo común (novedad Ley)
1. Cuando razones de interés público o la falta de complejidad del procedimiento así lo aconsejen, las
Administraciones Públicas podrán acordar, de oficio o a solicitud del interesado, la tramitación
simplificada del procedimiento.
En cualquier momento del procedimiento anterior a su resolución, el órgano competente para su
tramitación podrá acordar continuar con arreglo a la tramitación ordinaria.
2. Cuando la Administración acuerde de oficio la tramitación simplificada del procedimiento deberá
notificarlo a los interesados. Si alguno de ellos manifestara su oposición expresa, la Administración
deberá seguir la tramitación ordinaria.
3. Los interesados podrán solicitar la tramitación simplificada del procedimiento. Si el órgano
competente para la tramitación aprecia que no concurre alguna de las razones previstas en el apartado
1, podrá desestimar dicha solicitud, en el plazo de cinco días desde su presentación, sin que exista
posibilidad de recurso por parte del interesado. Transcurrido el mencionado plazo de cinco días se
entenderá desestimada la solicitud.
4. En el caso de procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones
Públicas, si una vez iniciado el procedimiento administrativo el órgano competente para su tramitación
considera inequívoca la relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión,
así como la valoración del daño y el cálculo de la cuantía de la indemnización, podrá acordar de oficio
la suspensión del procedimiento general y la iniciación de un procedimiento simplificado.
5. En el caso de procedimientos de naturaleza sancionadora, se podrá adoptar la tramitación
simplificada del procedimiento cuando el órgano competente para iniciar el procedimiento considere
que, de acuerdo con lo previsto en su normativa reguladora, existen elementos de juicio suficientes
para calificar la infracción como leve, sin que quepa la oposición expresa por parte del interesado
prevista en el apartado 2.
TRAMITACIÓN SIMPLIFICADA
Artículo 96 Tramitación simplificada del procedimiento administrativo común (novedad Ley)
6. Salvo que reste menos para su tramitación ordinaria, los procedimientos administrativos tramitados
de manera simplificada deberán ser resueltos en treinta días, a contar desde el siguiente al que se
notifique al interesado el acuerdo de tramitación simplificada del procedimiento, y constarán
únicamente de los siguientes trámites:
a) Inicio del procedimiento de oficio o a solicitud del interesado.
b) Subsanación de la solicitud presentada, en su caso.
c) Alegaciones formuladas al inicio del procedimiento durante el plazo de cinco días.
d) Trámite de audiencia, únicamente cuando la resolución vaya a ser desfavorable para el interesado.
e) Informe del servicio jurídico, cuando éste sea preceptivo.
f) Informe del Consejo General del Poder Judicial, cuando éste sea preceptivo.
g) Dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma en
los casos en que sea preceptivo. Desde que se solicite el Dictamen al Consejo de Estado, u órgano
equivalente, hasta que éste sea emitido, se producirá la suspensión automática del plazo para resolver.
El órgano competente solicitará la emisión del Dictamen en un plazo tal que permita cumplir el plazo
de resolución del procedimiento. El Dictamen podrá ser emitido en el plazo de quince días si así lo
solicita el órgano competente.
En todo caso, en el expediente que se remita al Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente, se
incluirá una propuesta de resolución. Cuando el Dictamen sea contrario al fondo de la propuesta de
resolución, con independencia de que se atienda o no este criterio, el órgano competente para resolver
acordará continuar el procedimiento con arreglo a la tramitación ordinaria, lo que se notificará a los
interesados. En este caso, se entenderán convalidadas todas las actuaciones que se hubieran realizado
durante la tramitación simplificada del procedimiento, a excepción del Dictamen del Consejo de
Estado u órgano consultivo equivalente.
h) Resolución.
7. En el caso que un procedimiento exigiera la realización de un trámite no previsto en el apartado
anterior, deberá ser tramitado de manera ordinaria.
Disposición transitoria cuarta. Régimen transitorio de los archivos, registros y punto de acceso
general
Mientras no entren en vigor las previsiones relativas al registro electrónico de apoderamientos, registro
electrónico, punto de acceso general electrónico de la Administración y archivo único electrónico, las
Administraciones Públicas mantendrán los mismos canales, medios o sistemas electrónicos vigentes
relativos a dichas materias, que permitan garantizar el derecho de las personas a relacionarse
electrónicamente con las Administraciones.
EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD
Como ya dijimos en el apartado de eficacia y validez de los actos administrativos, el artículo 38 de la
LPACAP dispone que los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo
serán ejecutivos con arreglo a lo dispuesto en esta Ley.
Por otro lado, la Administración tiene la potestad de hacer cumplir los actos administrativos en caso
de que no sean cumplidos. Por ello, se hace necesario distinguir ente los conceptos de ejecutividad y
ejecutoriedad.
La ejecutoriedad: Consiste en que la Administración puede por sí misma, sin necesidad de obtener
autorización o auxilio de los órganos judiciales, ejecutar coactivamente sus actos cuando el obligado
no cumple voluntariamente lo ordenado;
Es decir, la Administración, en virtud de esta prerrogativa llamada autotutela ejecutiva, ostenta la
facultad de imponer, incluso de forma coactiva frente a la resistencia del destinatario del acto, la
situación jurídica (derecho u obligación) por ella misma creada.
EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD
La LPACAP destina el Capítulo VIII de su Título IV a regular estos extremos bajo la rúbrica
“Ejecución”. En los artículos incluidos en el Capítulo (97 a 105) podemos encontrar manifestaciones
expresas tanto de ejecutividad como de ejecutoriedad.
2.- El órgano que ordene un acto de ejecución material de resoluciones estará obligado a notificar al
particular interesado la resolución que autorice la actuación administrativa.
EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD
Por su parte, el artículo 98, a pesar de que habla de Ejecutoriedad dispone que los actos de las
Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo serán inmediatamente ejecutivos,
salvo que:
b) Transferencia bancaria.
c) Domiciliación bancaria.
d) Cualesquiera otros que se autoricen por el órgano competente en materia de Hacienda Pública.
El primero obliga a la Administración a escoger de entre aquellos medios que sean igualmente
adecuados para la eficacia de la actuación, el que resulte menos gravoso para el interesado. No
obstante, a menudo la Ley ya establece el medio de ejecución forzosa a aplicar, como ocurre en el
caso del cumplimiento de obligaciones pecuniarias, donde habrá de aplicar la vía de apremio sin
opción de elegir.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
A parte de inspirar toda actuación administrativa, hay varias manifestaciones de este principio en
relación a la ejecución forzosa:
• Sólo se pueden utilizar los medios tipificados por el artículo 100 LPACAP.
• La necesidad de una Ley que dé cobertura a la imposición de cargas pecuniarias (artículo 101.2).
• Sólo pueden imponerse multas coercitivas y ejercer la compulsión sobre las personas cuando una
Ley así lo autorice (artículo 103.1 y 104.1).
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
Supone que el medio de ejecución forzosa utilizado debe dirigirse, estrictamente, a hacer cumplir la
resolución de cuya ejecución se trate, sin modificar su alcance ni ampliar la obligación allí declarada
y sin crear cargas u obligaciones nuevas para el afectado.
En cualquier caso no podrá imponerse a los administrados una obligación pecuniaria que no estuviese
establecida con arreglo a una norma de rango legal.
EJECUCIÓN SUBSIDIARIA
Consiste en que la Administración autora del acto lo ejecuta por sí misma o a través de un tercero, a
costa del obligado.
1. Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos puedan
ser realizados por sujeto distinto del obligado.
2. En este caso, las Administraciones Públicas realizarán el acto, por sí o a través de las personas que
determinen, a costa del obligado.
3. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo anterior.
4. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, a reserva de
la liquidación definitiva.
Por tanto, sólo podrán ejecutarse por esta vía las obligaciones no personalísimas, es decir, aquéllas
cuya realización material puede ser llevada a cabo por persona distinta del obligado. Un ejemplo es el
derribo de una construcción ilegal o el deber de reposición del estado de una cosa a un momento
anterior (por ejemplo, la repoblación de un monte talado de forma irregular).
EJECUCIÓN SUBSIDIARIA
La ejecución subsidiaria puede ser realizada por la Administración utilizando sus propios medios, o
bien, encargándolo a un tercero.
En cualquier caso, los costes (gastos derivados de la ejecución, pero también los daños y perjuicios
que ésta pudiera ocasionar) corren de cuenta del obligado, a quien incluso se le puede liquidar el
importe de los mismos de forma provisional, a cuenta de la liquidación definitiva, a realizar una vez
se haya culminado la ejecución del acto.
MULTA COERCITIVA
Consiste en una carga económica que se impone con la finalidad de forzar o presionar al interesado al
cumplimiento de una obligación. Por ello, es característico de este tipo de multas su imposición
reiterada, por períodos de tiempo suficientes para que el obligado pueda cumplir el acto administrativo.
1.- Cuando así lo autoricen las Leyes, y en la forma y cuantía que éstas determinen, las
Administraciones Públicas pueden, para la ejecución de determinados actos, imponer multas
coercitivas, reiteradas por lapsos de tiempo que sean suficientes para cumplir lo ordenado, en los
siguientes supuestos:
2.- La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter y
compatible con ellas.
a) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión directa sobre la persona del obligado.
Este tipo de multa, que no es propiamente una sanción, pues su fin no es correctivo o represivo, sino
coercitivo (por ejemplo, para forzar a quien ha realizado obras ilegales en un cauce, a su demolición,
se le pueden imponer multas cada cierto periodo de tiempo y en tanto no cumpla con la orden de
demoler lo construido).
MULTA COERCITIVA
Un ejemplo lo encontramos en el artículo 119 del Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por
el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas, donde se contempla la posibilidad de multas
coercitivas en caso de infracción de las normas de este texto legal, cumpliendo así el requisito de estar
autorizado en una Ley.
Como punto de partida hay que señalar que cualquier acto administrativo puede ser revisado
o impugnado por dos vías: de oficio por la propia Administración, o
mediante recurso interpuesto por los interesados.
Por otro lado, los límites de la revisión a que se refiere el artículo 110: las facultades de
revisión establecidas en este Capítulo, no podrán ser ejercidas cuando por prescripción de
acciones, por el tiempo transcurrido o por otras circunstancias, su ejercicio resulte
contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes.
(ARTÍCULO 106)
A.- Revisión de actos nulos.
Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a solicitud
de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo
equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de los
actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido
recurridos en plazo, en los supuestos previstos en el artículo 47.1.
Por tanto los requisitos y condiciones para que se pueda producir este tipo de revisión son
los siguientes:
2º.- Puede producirse en cualquier momento, sin sujeción a plazos, con la única
limitación establecida en el artículo 110 (límites a la revisión), que hemos visto antes.
4º.- Procede contra actos que ponen fin a la vía administrativa, o que no hayan sido
recurridos en plazo.
5º.- Sólo será posible la revisión de oficio de aquellos actos que incurran en alguna causa
de nulidad de pleno derecho de las previstas en el artículo 47.1 LPACAP.
En el ámbito de la Administración General del Estado, el artículo 111 establece cuáles son
los órganos competentes, tanto para para la revisión de actos y disposiciones nulos como
para los anulables.
Respecto de los segundos (no recurridos en plazo), la revisión de oficio instada por el
interesado se convierte en una verdadera acción de nulidad, que permite al mismo impugnar
actos firmes que, por no haber sido recurridos en plazo, ya resultarían inatacables por la vía
de los recursos administrativos ordinarios.
Por tanto, quedan excluídos los actos anulables (que como veremos, se impugnarán
mediante la declaración de lesividad), y las meras irregularidades no invalidantes.
Ha de prevenirse que la inadmisión a trámite comporta un juicio que incide sobre intereses
en conflicto de muy difícil apreciación, y que, por su propia naturaleza, ha de ser interpretada
en términos absolutamente restrictivos, máxime si tenemos en cuenta que el objetivo de la
Ley es reforzar las garantías jurídicas de los ciudadanos frente a la actuación de la
Administración. (Dictamen 494/2004 del Consejo Consultivo de Castilla y León).
LA REVISIÓN DE OFICIO DE DISPOSICIONES Y ACTOS NULOS
(ARTÍCULO 106)
B.- Revisión de disposiciones administrativas nulas.
Dispone el artículo 106.2 que en cualquier momento, las Administraciones Públicas de
oficio, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente
de la Comunidad Autónoma si lo hubiere, podrán declarar la nulidad de las disposiciones
administrativas en los supuestos previstos en el artículo 47.2.
Más información
107)
Como ya dijimos al inicio de este apartado, no se puede hablar de una verdadera revisión
de oficio de los actos anulables, al no poder la Administración acordar la invalidez de estos
actos, sino que es necesaria la declaración de lesividad y la ulterior impugnación ante el
orden contencioso-administrativo en todos los casos, siendo a este orden jurisdiccional
a quien le corresponde declarar el acto como anulable e impedir que siga produciendo
efectos. Por tanto, el papel de la Administración se limitará a declarar el acto lesivo para el
interés público y a presentar el correspondiente recurso contencioso-administrativo.
Dispone el artículo 107 LPACAP que las Administraciones Públicas podrán impugnar ante
el orden jurisdiccional contencioso-administrativo los actos favorables para los interesados
que sean anulables conforme a lo dispuesto en el artículo 48, previa su declaración de
lesividad para el interés público.
Siguiendo el mismo esquema que para los actos nulos, veamos los requisitos y condiciones
para que se pueda producir la declaración de lesividad:
2º.- A diferencia de la revisión de oficio de actos nulos, sí hay plazo para declarar la
lesividad: cuatro años.
5º.- Plazo para declarar la lesividad y efectos: transcurrido el plazo de seis meses desde
la iniciación del procedimiento sin que se hubiera declarado la lesividad, se producirá la
caducidad del mismo.
6º.- Imposibilidad de recurso. La declaración de lesividad no será susceptible de recurso,
si bien podrá notificarse a los interesados a los meros efectos informativos.
ÓRGANO COMPETENTE
Si el acto proviniera de la Administración General del Estado o de las Comunidades
Autónomas, la declaración de lesividad se adoptará por el órgano de cada Administración
competente en la materia.
CUATRO AÑOS
La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos cuatro años desde
que se dictó el acto administrativo y exigirá la previa audiencia de cuantos aparezcan como
interesados en el mismo, en los términos establecidos por el artículo 82.
INICIATIVA DE LA ADMINISTRACIÓN
A pesar de la redacción del art. 64 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y la
Administración de Castilla y León, en el caso de los actos anulables, no parece que este
procedimiento pueda iniciarse a solicitud del interesado, si comparamos la redacción del
artículo 107.1 con la del 106.1 y 5 LPACAP, y si además tenemos en cuenta lo dispuesto en
el punto 3 del artículo 107 (caducidad). No obstante nada impide a la persona interesada
proponer al órgano administrativo que inicie el procedimiento y el órgano administrativo
hacer suya esta propuesta e iniciar de oficio el correspondiente procedimiento de revisión
de oficio.
109)
Como ya dijimos, la revocación obedece a razones de oportunidad, mientras que la revisión
de oficio obedece a razones de legalidad.
En cuanto a la revocación, dispone el artículo 109.1 que las Administraciones Públicas
podrán revocar, mientras no haya transcurrido el plazo de prescripción, sus actos de
gravamen o desfavorables, siempre que tal revocación:
Por tanto, los únicos límites a la revocación son los anteriormente expresados, y respecto al
límite temporal, no debe haber transcurrido el plazo de prescripción, en aquellos casos en
que exista.
En cuanto al órgano competente, tanto para la revocación como para la rectificación, será el
mismo que haya dictado el acto, (artículo 65 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y
la Administración de Castilla y León).
· ORDINARIOS
· EXTRAORDINARIOS
· ESPECIALES
ORDINARIOS
Como fundamento de los mismos puede aducirse cualquier infracción del ordenamiento
jurídico, siendo admisibles siempre que no exista un precepto que los excluya. Son
el Recurso de alzada (artículos 121 y 122 LPACAP) y el Recurso potestativo de
reposición (artículos 123 y 124).
EXTRAORDINARIOS
Se establecen para hipótesis concretas contra actos administrativos firmes, y se fundan en
causas tasadas. Es el Recurso extraordinario de revisión.
ESPECIALES
Aunque pueden basarse en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, se establecen
para hipótesis concretas, y no se fundan en causas tasadas. Por ejemplo, la Reclamación
Económico-Administrativa, que se menciona en la LPACAP pero no se regula en ésta
sino en la legislación tributaria.
OBJETO
Dispone el artículo 112 LPACAP que:
Contra las resoluciones y los actos de trámite, si estos últimos deciden directa o
indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses
legítimos, podrán interponerse por los interesados los recursos de alzada y potestativo de
reposición, que cabrá fundar en cualquiera de los motivos de nulidad o
anulabilidad previstos en los artículos 47 y 48 de esta Ley.
La oposición a los restantes actos de trámite podrá alegarse por los interesados para su
consideración en la resolución que ponga fin al procedimiento.
Más información
1º.- Se interponen, como regla general, contra las resoluciones que ponen fin al
procedimiento administrativo, pero también pueden interponerse contra los llamados
actos de trámite cualificados, es decir, aquellos que por su importancia en el
procedimiento puedan decidir el fondo del asunto, impidan la continuación del
procedimiento o produzcan indefensión o perjuicios al interesado. Por ejemplo, la
denegación de una prueba solicitada por el interesado podría ser recurrible, pues podría
provocar indefensión.
2º.- No caben contra los Reglamentos (sólo cabría contra ellos la vía contencioso-
administrativa).
Así, los actos que ponen fin a la vía administrativa pueden ser recurridos directamente en la
vía contencioso-administrativa, siendo el recurso de reposición potestativo. Es decir, el
interesado puede optar entre interponer el recurso de reposición o bien impugnarlo mediante
un recurso contencioso-administrativo. Para los actos que no agotan la vía administrativa el
artículo 121 LPACAP mantiene un recurso jerárquico, denominado de alzada, de carácter
preceptivo en cuanto que actúa como presupuesto necesario de la impugnación procesal
del acto.
Más información
c) Los emanados de los órganos directivos con nivel de Director general o superior, en
relación con las competencias que tengan atribuidas en materia de personal.
b) Las resoluciones de los Consejeros, salvo cuando por Ley expresamente se otorgue
recurso de alzada ante la Junta de Castilla y León.
d) Las resoluciones de los órganos inferiores en los casos en que resuelvan por delegación
de otro órgano cuyas resoluciones pongan fin a la vía administrativa.
e) Las demás resoluciones, acuerdos o convenios que prevean las normas básicas del
régimen jurídico.
Contra los actos que pongan fin a la vía administrativa, podrá interponerse con carácter
potestativo recurso de reposición ante el mismo órgano que los dictó, a excepción de los
previstos en las letras f) y g) del apartado anterior.
ACTOS QUE PONEN FIN A LA VÍA ADMINISTRATIVA
Ahora bien, si se opta por presentar el recurso en vía administrativa, no se podrá interponer
el contencioso-administrativo hasta que aquél haya sido resuelto expresamente o haya
transcurrido el plazo máximo para su resolución.
a ) El nombre y apellidos del recurrente, así como la identificación personal del mismo.
c ) Lugar, fecha, firma del recurrente, identificación del medio y, en su caso, del lugar que
se señale a efectos de notificaciones.
El error o la ausencia de la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo
para su tramitación, siempre que se deduzca su verdadero carácter.
Además, los vicios y defectos que hagan anulable un acto no podrán ser alegados por
quienes los hubieren causado.
En el supuesto del apartado e), y dado que calificar un recurso de “manifiestamente carente
de fundamento” no deja de ser algo relativo y difícil de motivar, es prudente, en lugar de
inadmitir el recurso, admitirlo, entrar en el fondo del asunto y resolverlo en sentido
desestimatorio, si procede.
SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN
Como ya vimos en la Unidad dedicada a la eficacia y validez de los actos administrativos, la
suspensión significa la paralización de la eficacia del acto en los supuestos de interposición
de recursos. La regla general es la no paralización de los efectos del acto, cuando se
interpone un recurso, conforme dispone el artículo 117 LPACAP:
1.- La interposición de cualquier recurso, excepto en los casos en que una disposición
establezca lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.
También la normativa sectorial prevé casos de suspensión: por ejemplo, las sanciones en
materia de tráfico y seguridad vial: no se exige el pago de las multas de tráfico (ni se detraen
los puntos del permiso de conducir, en su caso) hasta que el recurso que se haya interpuesto
se resuelva y sea firme dicha resolución.
2.- Si hubiera otros interesados se les dará, en todo caso, traslado del recurso para que
en el plazo antes citado, aleguen cuanto estimen procedente.
3.- El recurso, los informes y las propuestas no tienen el carácter de documentos nuevos
a los efectos de este artículo. Tampoco lo tendrán los que los interesados hayan aportado
al expediente antes de recaer la resolución impugnada.
INFORME JURÍDICO
Establece el artículo 67 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la Administración
de la Comunidad de Castilla y León, que para la resolución de los recursos administrativos
es preceptivo el previo informe de los Servicios Jurídicos.
RESOLUCIÓN
1º.- Según el artículo 119, la resolución del recurso:
• estimará en todo o en parte, o
• desestimará las pretensiones formuladas en el mismo, o
• declarará su inadmisión.
2º.- Cuando existiendo vicio de forma no se estime procedente resolver sobre el fondo se
ordenará la retroacción del procedimiento al momento en el que el vicio fue cometido, sin
perjuicio de que eventualmente pueda acordarse la convalidación de actuaciones por el
órgano competente para ello, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 52.
3º.- El órgano que resuelva el recurso decidirá cuantas cuestiones, tanto de forma como
de fondo, plantee el procedimiento, hayan sido o no alegadas por los interesados.
En este último caso se les oirá previamente. No obstante, la resolución será congruente
con las peticiones formuladas por el recurrente, sin que en ningún caso pueda
agravarse su situación inicial.
Ahora bien, la prohibición opera sólo en los casos en los que la situación del recurrente
empeoraría a consecuencia de su propio recurso y no en aquellos otros en los que el
perjuicio deriva de eventuales recursos que terceros hayan podido interponer.
RESOLUCIÓN
Finalmente, ha de tenerse en cuenta lo previsto en el artículo 120 para el caso de que existan
varios recursos administrativos y se hubiera interpuesto contra el mismo acto recurso
contencioso administrativo:
1.- Cuando deban resolverse una pluralidad de recursos administrativos que traigan
causa de un mismo acto administrativo y se hubiera interpuesto un recurso judicial contra
una resolución administrativa o bien contra el correspondiente acto presunto
desestimatorio, el órgano administrativo podrá acordar la suspensión del plazo para
resolver hasta que recaiga pronunciamiento judicial, acuerdo que deberá ser notificado a
los interesados, quienes podrán recurrirlo.
A estos efectos, los Tribunales y órganos de selección del personal al servicio de las
Administraciones Públicas y cualesquiera otros que, en el seno de éstas, actúen con
autonomía funcional, se considerarán dependientes del órgano al que estén adscritos o, en
su defecto, del que haya nombrado al presidente de los mismos.
OBJETO
En el mismo sentido se pronuncia sobre el objeto del recurso el artículo 60.2 de la Ley
3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la Administración de la Comunidad de Castilla y
León, que además aclara quiénes son los superiores jerárquicos de cada órgano:
OBJETO
Los actos administrativos que pongan fin a la vía administrativa podrán ser recurridos
potestativamente en reposición ante el mismo órgano que los hubiera dictado o ser
impugnados directamente ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo. En
idéntico sentido se pronuncia el artículo 61.2 de la Ley 3/2001, de 3 de julio.
OBJETO
Como ya vimos al estudiar las clases de recursos, se trata de un recurso
extraordinario porque, a diferencia de los de alzada y reposición, cabe frente a actos
firmes en vía administrativa (es decir, aquellos que no pueden ser impugnados a través de
los recursos ordinarios) y sólo puede basarse en alguna de las causas tasadas que
establece el artículo 125.1 LPACAP, no bastando cualquier infracción del ordenamiento
jurídico.
Un acto puede devenir firme en vía administrativa por distintas causas. Por ejemplo, cuando
no se interpone en plazo el recurso de alzada frente a un acto que no pone fin a la vía
administrativa; o porque la Ley impide su impugnación en vía administrativa, como ocurre
con la resolución de un recurso de alzada.
Contra los actos firmes en vía administrativa podrá interponerse el recurso extraordinario
de revisión ante el órgano administrativo que los dictó, que también será el competente
para su resolución, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes.
OBJETO
a) Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.
b) Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que,
aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.
INADMISIÓN
El órgano competente para la resolución del recurso podrá acordar motivadamente
la inadmisión a trámite, sin necesidad de recabar dictamen del Consejo de Estado u
órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando el mismo no se funde en alguna de
las causas previstas en el apartado 1 del artículo anterior o en el supuesto de que se
hubiesen desestimado en cuanto al fondo otros recursos sustancialmente iguales.
INADMISIÓN
El carácter preceptivo del dictamen del Consejo Consultivo se encuentra en el artículo 4.1.
i) punto 2º de la Ley 1/2002, de 9 de abril, reguladora del Consejo Consultivo de Castilla y
León. No obstante, y a diferencia de la revisión de oficio de actos nulos, el dictamen es
preceptivo pero no vinculante.