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INTRODUCCION

El principal desafío para disminuir la pobreza en Colombia seria la falta de


educación, si en nuestro país el nivel de educación tiene mejoría en su calidad y
las personas adquieren mayor accesibilidad a esta, los cambios a largo plazo en la
disminución de la pobreza serían muy altos. En Colombia el 54,5% de los ingresos
del país según el Sistema general de participación (SGP) se invierten en
educación, pero eso nos genera un interrogante. ¿Siendo Colombia un país con
altos niveles de desigualdad, seria ese el correcto porcentaje de inversión para la
educación? Si bien es cierto también maneja uno de los porcentajes más altos de
los ingresos designados a la educación, pero también es cierto el mal manejo que
le dan a estos recursos los gobernantes de cada región. Pienso que para
solucionar el problema en general debemos centrarnos en dos puntos esenciales.

Como mencionamos anteriormente el principal problema que nos enfrentamos es


la educación, pero esto viene ligado con el desarrollo regional. Sabemos que
Colombia se caracteriza por ser un país con geografía diversa, con diferentes
niveles de desarrollo regional y condiciones culturales y sociales diversas. Así
mismo, presenta brechas en el desarrollo de sus territorios, las cuales son un
reflejo, entre otros aspectos de la desigualdad económica. En este sentido, otro de
los mayores desafíos para alcanzar la prosperidad democrática, es lograr niveles
de educación y desarrollo socioeconómico, sostenible y convergente,
reconociendo y aprovechando las diferentes capacidades económicas, sociales,
institucionales e iniciativas de desarrollo regional.

Una estrategia para contrarrestar este sesgo tendría un enfoque regional, que
buscaría reconocer las diferencias regionales como referencia para formular
políticas públicas y programas acordes con las características y capacidades de
cada región, teniendo en cuenta las particularidades de sus diversos grupos
poblacionales. Porcentajes de pobreza y bajo nivel de educación, como sabemos
hay una total desigualdad regional en Colombia, ahora bien, sumándole la crisis
sanitaria actual, las consecuencias serían devastadoras por lo que tenemos que
plantear el siguiente mecanismo.

El mecanismo que implementaríamos seria incentivar y aumentar la calidad


de la educación en cada región dependiendo a la necesidad de cada una. Esto
lo lograríamos destinando un poco más del presupuesto de ingresos nacionales,
un aumento del 3% en el (SGP) invirtiendo entonces en educación un 61,5 % los
cambios serian notables. Destinando de manera equitativa dependiendo del nivel
de pobreza monetaria y analfabetismo que presente cada región, ayudándose en
su cumplimiento con un plan de seguimiento del buen manejo de estos recursos,
en el que se fomente principalmente la educación en los niños menores.
Invirtiendo en centros educativos de calidad en sectores de Colombia que no
tienen acceso a estos. Este punto no solo significa una mejor calidad de vida para
las familias a futuro, sino que también es indispensable para alcanzar el potencial
de la economía nacional, ya que no podría alcanzar su potencial de crecimiento y
prosperidad si grandes sectores de sus poblaciones infantiles están excluidos de
las oportunidades que les permiten convertirse en ciudadanos productivos. Y
cuando el campo de juego se inclina fuertemente en pro de los favorecidos por sus
circunstancias familiares, los incentivos para la innovación y el esfuerzo individual
disminuyen, lo que lleva a una sociedad poco dinámica y con baja movilidad social
y económica. La clave está en el correcto manejo de los recursos para que los
resultados sean los esperados o al menos se acerquen a esos objetivos.

La educación es uno de los mecanismos más efectivos al momento de reducir las


desigualdades regionales. Disminuye la pobreza, promueve la movilidad social,
aumenta los salarios y reduce la violencia y los embarazos adolescentes, entre
otros factores que llevan a un mayor desarrollo económico. Durante los últimos
años la cobertura educativa en Colombia ha alcanzado niveles relativamente altos,
logrando una convergencia con respecto a los referentes internacionales. No
obstante, en materia de calidad educativa aún queda mucho por hacer. La
distribución de los recursos del gobierno por medio del sistema general de regalías
y el sistema general de participación, se puede enfocar más en los sectores de
cada región que más están afectados con este sesgo, de esa forma podríamos
tener un país con menos desigualdad y mayor desarrollo económico, esta sería
una buena vía para enfrentar esa problemática.

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