INSTITUTO SUPERIOR JUAN XXXII

CARRERA: Profesorado de Educación Secundaria en Filosofía

ASIGNATURA: Política y Teoría constitucional
AÑO: Cuarto
PROFESOR: Hugo De Rosa
ESTUDIANTES: Peralta Lucas
CICLO LECTIVO: 2020

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 Trabajo práctico nro. 2

Especifique una relación entre Estado – Nación y Sociedad.

Entendemos que necesariamente se debe tener en cuenta que el desarrollo del siguiente
análisis, está constituido con la intención de ser una producción de conocimiento que sienta
sus bases en el relato histórico occidental que se narra desde las ciencias sociales, acerca de lo
que devino como “hombre moderno” destacando algunas categorías filosóficas que
utilizaremos como dispositivos analítico-conceptuales que tejen la trama histórica de ese
hombre (entendido como varón - mujer) y que tiene como objeto de estudio la relación:
Estado - Nación - Sociedad,

Por lo tanto, esta trama la podremos narrar en forma de cuento, si quisiéramos, para dar
sentido de pertenencia al lector frente a la problemática que atraviesa al sujeto de la
modernidad, el cual vive, o mejor dicho esta arrojado en una suerte de sistema-mundo y de
alguna forma padece una crisis convivencial con la naturaleza y con los otros; este hombre
moderno ha sufrido en los últimos siglos una suerte de desencuentro hasta consigo mismo,
provocado por quedar sujeto a “razones” exclusivas, ahogando a su mismidad todo aquel
relato que quede por fuera del método requerido para la ciencias hegemónicas, las cuales
contribuyen (como producción de conocimiento) al afianzamiento de relaciones materiales
capitalistas que se establecen en este epicentro de catástrofes mundiales y que de alguna
manera han institucionalizado una crisis perpetua de carácter irracional.

Por lo tanto, y para nuestra hipótesis, esta crisis está íntimamente relacionada con las
categorías conceptuales de Estado Nación y Sociedad. Es decir, según nos vamos
representando estas mismas, resulta de alguna forma nuestra manera de ser y estar en este
mundo como ciudadanos cosmopolitas.

Este ciudadano comparte la vida con los otros, conformando una comunidad que está inmersa
en una sociedad; Ferdinang Tonnies caracteriza los conceptos del título de su libro Comunidad
y Sociedad como: “la primera como centro de vida real y orgánica, la segunda como forma
ideal o artificial y mecánica.” Cabe destacar, que según las investigaciones antropológicas que
hacen las ciencias sobre el devenir histórico del hombre, el mismo es un ser gregario, que ha
pasado por distintos estadios referidos al ámbito humano, a sus hábitos, costumbres, normas,
instituciones etc.

Desde las sociedades primitivas fundada por el nomadismo, sin trabajo ni propiedad del suelo,
se gesta una trama histórica compuesta por la relación entre individuo y sociedad categorizada
desde una historiografía con sentido político marcado, que llega hasta la actualidad en una
forma de Estado Nación (arquetipo artificial) en donde todo el mundo trabaja sin poder
apropiarse de su producción, y de la cual unos pocos son “propietarios del suelo”.

Si es que el hombre avanza en el conocimiento sobre sí mismo y sobre las cosas y ha dejado
atrás esas sociedades primitivas ¿Qué ha pasado con este sujeto que pretendía trazar un
horizonte ideal en la sociedad que lo contiene inspirados en los valores de esa vida real y
orgánica? En otras palabras ¿Por qué no se ven reflejados los cuidados básicos que emplea la
familia para el cuidado de cada integrante en la sociedad que los contiene?

Desde nuestro punto de vista, las sociedades en masa que dieron forma a las distintas
civilizaciones históricas, por lo menos a partir del año 3800 a.c (aproximadamente) con las
civilizaciones mesopotámicas han estado representadas en su estructura por distintas formas

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de gobiernos materializadas en fuerzas que se disputan el poder que se institucionaliza en el
Estado, entendido éste “como institución histórica, concebido como la organización de la
comunidad con un órgano (autoridad o gobierno) para ordenar la vida de los miembros,
aparece con claridad en los grupos territoriales” (Fayt).

En la actualidad, las formas de vida del hombre moderno en sociedad están atravesadas por la
concepción del estado nación que fue forjándose en la Europa central, en el que su carácter
distintivo está en función de su poder coercitivo que mantiene el poder político que son de
alguna manera los propietarios (en su mayor medida) del mismo Estado. Esta concepción
coercitiva, se agudiza en este periodo moderno según la concepción que se tiene de la forma
de gobernar a los distintos ciudadanos que componen las nuevas polis modernas, es decir, a
partir de las influencias de los distintos teóricos europeos desde Santo Thomas de Aquino,
pasado por Maquiavelo, Hobbes, Locke, Rousseau, Marx, Weber hasta Keynes han forjado y
acentuado los límites que debe colocarse a la voluntad humana propietaria de las acciones
humanas que llevan a extralimitarse en su práctica de libertad.

En pocas palabras, el tema de la modernidad, es el tema de la libertad del hombre y su

dependencia con la razón que de alguna forma debe ser educada para cumplir con los
estándares sociales que se pretenden, como la Fraternidad. Para llevar a cabo esta empresa, se
presentan alternativas racionales de llevar a cabo estos valores que se buscan reglamentar
desde el Estado mediante los procesos gubernamentales.

Por lo tanto, pensar en el sujeto moderno implica pensarlo como un ser que no sabe vivir en
sociedad, que de alguna manera se trasforma en un sujeto solipcista que debe encontrar sus
propias herramientas para subsistir en comunidad, mientras el estado cuida de sus
propiedades, incluidas en ellas la vida misma. Corresponde a la forma de Gobierno Liberal que
ha mantenido su pervivencia hasta la fecha.

¿Cómo impacta esto en nuestro territorio?

SI recordamos que nuestro continente ha sido víctima de una colonización subjetiva, y que aun
en las supuestas revoluciones del siglo XIX han sido únicamente un traspaso de mando
gubernamental, veremos cómo hemos ido adaptando nuestras circunstancias convivenciales a
las formas de pensamiento que gravitan otro suelo y que no pueden ser percibidas por los
individuos que sostiene esta comunidad constituida a partir de nativos aborígenes e
inmigrantes europeos.

Esta forma de gobierno, constituida en un Estado – Nación, ha sido construido con valores que
responden al Poder Económico, mediante las premisas constituidas en leyes de la razón
instrumental. En el siglo XX, según las condiciones materiales y sociales de nuestro país se
fueron suscitando distintas formas de gobiernos. Allí podemos encontrar, estados liberal
oligárquico, estado desarrollista, estado predatorio, estado totalitario, estado burocrático
autoritario etc. Cada uno esconde en su seno la matriz funcional del relato histórico que
constituye la crisis del sujeto moral del siglo xx y que agudiza en el siglo XXI, nos referimos a la
forma asimétrica que representa al estado moderno occidentalocentrico frente a sus
ciudadanos: La dominación. De lo que se trata es de pensar un Estado que proponga un poder
que obedece a su soberano, que en este caso sería la comunidad-sociedad misma.

De lo que se trata es de aceptar las formas categoriales que se proponen en la historia

“universal” y construir un horizonte ideal en que permita ubicar a un nuevo sujeto
transmoderno, autoconsciente en sus acciones con vistas a un futuro, que desde el punto de

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vista de la raza humana corre peligro de extinción por no cuidar su ecología, y por otro lado
controlar la reproducción de la especie a causa de la superpoblación mundial que ha llegado a
tener un excedente de 6000 millones de personas, cosa que hace inviable el estilo de vida que
se pretende para este hombre del siglo XXI.