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ATAHUALPA

La guitarra es para mí un poco el templo donde yo entro a rezar. Cuando yo necesito musitar mi
salmo profundo, voy a la guitarra. Por supuesto, no voy a tocar chacareras, que me encantan, ni
gatos. La chacarera en Santiago del Estero, la zamba en Tucumán y el estilo en la provincia de
Buenos Aires, para mí eso configura toda una atmósfera tradicional y hermosa. Pero para rezar, la
vidala. Y la hora no importa, las nueve o las tres de la mañana y no necesito el estímulo del vino, ni
de amigos. Respondo al reclamo interior, al "cascabel", como lo llamaba Ortega y Gasset: cuando
se agita dentro de uno el cascabel, es cuando se necesita andar ese camino para ver qué rebaño lo
anda buscando.

No me gusta que me confundan. En mi país hay grandes escritores y poetas. Yo, a veces, le arrimo
el bochín a la poesía. Es sólo una arrimada. No me comparen. Pegar un grito en el cerro no es
acercarse al sermón de la montaña.

Mi padre era poco amigo de explicaciones. Pienso que tal vez prefería enfrentarme al paisaje, a los
hombres, a las cosas que pueden ayudar a entender la vida, para que poco a poco yo sacara mis
propias conclusiones. Tenía, sí, el buen tacto de no ofrecerme espectáculos vulgares. Muchas
veces, con una mirada o una palabra, me ordenaba alejarme de gentes que él no consideraba
oportunas o dignas para mis ojos.
Frases de Padre
Los pueblos, los hombres se enfrían por ausencia de espíritu. Pero estamos nosotros, con pedernal
y yesca, con melodías y cantares, poemas y reflexiones, alto desvelo y sueños de todo tipo, para
entibiar las horas de aquellos que no quieren congelarse todavía.

Siempre he pensado que nada es mejor que viajar a caballo, pues el camino se compone de
infinitas llegadas. Se llega a un cruce, a una flor, a un árbol, a la sombra de la nube sobre la arena
del camino; se llega al arroyo, al tope de la sierra, a la piedra extraña. Pareciera que el camino va
inventando sorpresas para goce del alma del viajero.

Las penas y las vaquitas se van por la misma senda. Las penas son de nosotros, las vaquitas son
ajenas.

Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar. Gente de mano caliente por eso de la
amistad, con uno lloro, pa� llorarlo, con uno rezo pa� rezar. Con un horizonte abierto que
siempre está más allá. Y esa fuerza pa� buscarlo con tesón y voluntad.
Frases de Caliente
Yo siempre fui un adiós... Un brazo en alto, un yaraví quebrándose en las piedras cuando quise
quedarme vino el viento vino la noche y me llevó con ella.

No sé soy creyente; cuando le preguntaban eso mismo a mi padre, él respondía, en broma, que
era dudante. En lo que hace a mí mismo, no soy religioso. Tengo por ahí algún sarampión místico
que repentinamente me inquieta.
No le tengo miedo a la muerte, a lo que sí le tengo respeto es al trance, el ir hacia allá. Confieso
que tengo curiosidad por saber de qué se trata.

JUAN JOSE VALLE

Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos


 
Como cristiano me presento ante Dios, quien murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y,
como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad
de todos, no sólo de minorías privilegiadas
 
Entre mi suerte y la de ustedes, me quedo con la mía
 
(dicho a los que iban a fusilarlo )

MANUEL BELGRANO
Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.

No busco glorias si no la unión de los americanos y la prosperidad de la patria.

No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo.


 
Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo
de ella.

¡ Juro a la patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no
hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas !

Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos.

Quiero volar, pero mis alas son chicas para tanto peso.

Renuncio a mi sueldo de vocal de la Primera Junta de Gobierno porque mis principios así me lo
exigen.

Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en
los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios
y la naturaleza le habían concedido

Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos.
 
Hace Ud. muy bien en reírse de los doctores; sus vocinglerías se las lleva el viento. Mis afanes y
desvelos no tienen más objeto que el bien general y en esta inteligencia no hago caso de todos
esos malvados que tratan de dividirnos. Así pues, trabajemos con empeño y tesón, que si las
generaciones presentes nos son ingratas, las futuras venerarán nuestra memoria, que es la
recompensa que deben esperar los patriotas.
( Carta de Manuel Belgrano a Güemes )
 
Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían
rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria.
 
El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al
inocente.
 
En mis principios no entra causar males sino cortarlos.
 
La vida es nada si la libertad se pierde.
 
Los hombres no entran en razón mientras no padecen.
 
Mis ideas no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar
partidos, ni seguirlos.
 
Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos.
 
Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí mismo, sólo tiene el que nosotros le queremos
dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer
esta inclinación; a los deseos de lograrla y a su escasez y abundancia.
 

SAN MARTIN

La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien.

Cuando hay libertad, todo lo demás sobra


"Compañeros del Ejército de los Andes: Ya no queda duda de que una fuerte expedición española viene a atacarnos; sin duda alguna los gallegos creen que estamos cansados de pelear y que nuestros sables y bayonetas ya no cortan ni
ensartan; vamos a desengañarlos. La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos. Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos han de faltar; cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con las
bayetitas que nos trabajan nuestras mujeres y si no, andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada. La muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos. Compañeros,
juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.

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