Otro punto importante en cuanto a esto se refiere, sería la adaptación de las
instalaciones necesarias para el desarrollo de actividades agrícolas en pro de la
conservación del ambiente, permitiendo así prolongar la vida útil del suelo, evitar la degradación del mismo, evitar la contaminación, y por sobre todo evitar la tala de árboles, por el contrario aprovecharlos e incluirlos en la siembra, bien sea como cerca, sombra, siembra intercalada, o como cortinas rompe vientos o cualquier otro método útil para evitar la tala y valer los arboles de manera eficiente en la siembra. No obstante, existe un lado negativo para algunas infraestructuras agrarias por ejemplo el clima que somete al sistema agrícola a fenómenos de lluvias torrenciales, inundaciones, sequía y fuertes vientos que además de sus consecuencias negativas sobre los cultivos y cosechas, producen un deterioro en las infraestructuras agrarias ya instaladas.