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318 OPTICA/NEWTON LIBRO III, PARTE I 319

abajo, pues, como el aire está comprimido por el peso nues que puedan surgir de las atmósferas de la Tierra,
de la atmósfera y la densidad del aire es proporcional planetas y cometas, así como un medio etéreo extre-
a la fuerza que lo comprime, se sigue, mediante los madamente raro 33 , como el descrito anteriormente. Un
cómputos pertinentes, que a la altura de unas siete fluido denso no tiene ningún valor para explicar los
millas inglesas y media de la Tierra el aire es cuatro fenómenos naturales, puesto que ya se han explicado
veces más raro que en la superficie, a la altura de sin recurrir a él los movimientos de los planetas y
15 millas, resulta dieciséis veces más raro que en la cometas. Sólo sirve para perturbar y retardar los mo-
superficie, a la altura de 22 112, 30 ó 38 millas es, vimientos de esos grandes cuerpos, haciendo langui-
respectivamente, 64, 265 ó 1.024 veces más raro, apro- decer la trama de la naturaleza. Además, en los poros
ximadamente, y finalmente, a la altura de 76, de los cuerpos, tan sólo sirve para detener los movi-
152 ó 228 millas, es aproximadamente 1.000.000, mientos vibratorios de sus partes en los que consiste
1.000.000.000.000 ó l.000.000.000.000 .. 000.000 ve- su calor y actividad. Además, no sirve para nada, es-
ces más raro, etc. torba las operaciones de la naturaleza y la hace lan-
El calor promueve en gran medida la fluidez, guidecer, por lo que, al no haber elementos de juicio
al disminuir la tenacidad de los cuerpos. Hace que algunos a favor de su existencia, debe ser rechazado.
muchos cuerpos que no son flúidos cuando están fríos Y, si se rechaza, la hipótesis de que la luz consiste
lo sean cuando están calientes, aumentando también 1 ¡'ÍI :en una presión o movimiento propagado a través de
la fluidez de los líquidos tenaces, como el aceite, el ('l'll :semejante medio habrá de ser conjuntamente descar-
bálsamo o la miel, con lo que disminuyen su resis- 1.tada..
Para el rechazo de tal medio, disponemos de ~,
tencia. Pero no disminuye sensiblemente la resisten-
cia del agua, como habría de ocurrir si una parte l la autoridad de aquellos de los más ancianos y céle-
e'-\ bres Jil9sof9s de Grecia y Fen~cia, quienes hicieron
considerable de ella derivase del rozamiento o tena- \1
cidad de sus partes. Por consiguiente, la resistencia del l .del vacío, los átomos y la gravedad de los átomos los
agua se debe fundamental y casi exclusivamente a la ·.'· \' J?rÍIJ,leros jlritl.cipios de su filosofía, atribuyendo tácita-
Vis inertiae de su materia, por lo que si los cielos \, Jne11te lª grave.c:lad a una causa distínta de la materia
fuesen tan densos como el agua, no tendrían una re- ciensa. Filósofos posteriores borraron de la filosofía na-
sistencia mucho menor que la suya; si fuesen tan den- tural la consideración de tal causa, imaginando hipó-
sos como el mercurio, no poseerían menos resistencia tesis para explicar mecánicamente todas las cosas y re-
que éste; si fuesen absolutamente densos o llenos de legando a la metafísica todas las demás causas. Sin ·
materia sin vacío alguno, aunque su materia fuese más embargo, el objetivo básico de la filosofía natural es
sutil y fluida que nunca, tendrían una resistencia su- 1 ªrnl1mf!Q!fil.JLPfil"1iLde los fenómenos, sin imaginar

perior a la del mercurio. En tal medio, un globo ma- i hipót_e~js, y de~ucir las causas a partir de los efectos
cizo perdería más de la mitad de su movimiento tras hasta alcanzar Ja primerísima causa que ciertamente no
recorrer tres veces la longitud de su diámetro, mien- ·es mecánica ~. Y no sólo para desvelar el mecanismo ,
3

tras que uno no macizo (como los planetas) se retar- 'deÍ mundo, sino fundamentalmente para resolver es- .
daría antes. Por consiguiente, a fin de salvar los mo- tas cuestiones y otras similares: ¿Qué hay en los lu-
vimientos regulares y duraderos de los planetas y gares casi 35 vacíos de materia y cómo es que el Sol y
cometas, es necesario vaciar los cielos de toda materia, los planetas gravitan unos hacia otros sin que haya
exceptuando quizá ciertos vapores o efluvios muy te- entre ellos materia densa? ¿De dónde sµi:g<e que la

~
1
320 OPTICA/NEWTON LIBRO III, PARTE 1 321

' naturaleza no. haga nada en vano y de dónde todo por diferentes medios, lo que es otra de las condi-
. ese orden y belleza que vemos en el mundo? ¿Cuál ciones que convienen a los rayos de luz 38 • _Las sus-
es .la .finalidad de los cometas 31 y ~ué se debe ql!e tancias transparentes actúan .a distancia. sobre los ra-
todos los planetas se muevan en la misma dirección yos de luz al refractados, reflejarlos e inflexionarlos,
:1·'
en 6rbitis. éoncéntricas, mientras que los cometas se a Ja vez .que, por su parte, los rayos de luz agitan a
mueven en todas direcciones según órbitas muy ex- distancia las partes de esas sustancias para calentarlas.
céntricas? ¿Qué impide a las estrellas fijas caer unas Además, esta acción y reacción a distancia se asemeja
sobre otras? ¿Cómo es que los cuerpos de los anima-· muchísimo a una fuerza atractiva entre los cuerpos.
les están ingeniados con tanto arte y qué finalidad Si la refracción se debe a la atracción de los rayos,
tienen sus diversas partes? ¿Acaso el ojo ha sido los senos de incidencia deben de estar con los senos
ingeniado sin pericia en óptica y el oído sin cono- de refracción en una proporción det~rminada, como
cimiento de los sonidos? ¿Cómo se siguen de la vo- hemos cfornostrado en nuestros Principios de Filoso-"
luntad los movimientos del cuerpo y de dónde surgen fía, siendo esta regla verdadera por experiencia. Al
los instintos de los animales? ¿No es ~! sel!~()_t!<? de pasar del cristal al vacío, los rayos de luz se doblan
los animales el lugar en que está presente la sustancia hacia el cristal y, cuando inciden sobre el vacío muy
sensitiva y a donde son llevadas las formas sensibles oblicuamente, se doblan hacia atrás de nuevo, por den-
de las cosas a través de los nervios y el cerebro, a
,,
1 tro del cristal, reflejándose totalmente. Esta reflexión
fin de que sean allí percibidas por su presencia inme- no se puede adscribir a la resistencia de un vacío
diata en dicha sustancia? Habiendo despachado estas Esta es la absoluto, sino que debe ser provocada por el poder
cosas correctamente, ¿pp se sigue de los fenómen()s que tiene el cristal de atraer a los rayos cuando salen
··que hay un ser incorpóreo, viviente, inteligente, omni-
afirmación de él al vacío, recuperándolos de nuevo. Efectivamen-
pre~~nt~ gue ve .íntimaJl!en.te las cosas mismas en, el a tener en te, si la cara extrema del cristal se humedece con
'Ji\ espacio infinito, como si ..fuC';.ra _el! ~.lJ .§.~ns.or.io, perci- cuenta y agua, aceite claro o miel líquida y clara, los rayos, que
biéndolas plenamente Y. comprendiéndolas totalmente
por su presencia inmediata ante él? Lo que en nos-
entender de otro modo se reflejarían, pasarán al agua, aceite
o miel, con lo que no se reflejarán antes de alcanzar
./)'; otros percibe y siente, sirí embargo, sólo ve y con- la superficie más lejana del cristal y comenzar a sa-
templa las imágenes de esas cosas que son transpor- lir de ella. Si la abandonan para penetrar en el agua,
¡Y tadas por los órganos de los sentidos hasta nuestros aceite o miel, entonces habrán de continuar, pues la
pequeños sensorios. Así, _aunque cada paso verdadero atracción del cristal se ve casi equilibrada y neutra-
1 dado en esta filosofía no ·n.os"lleva inmediatamente á1 lizada por la atracción contraria del líquido. Sin em-
conocimiento de. la causa pri.niera, con todo, nos acer- bargo, si salen al vacío, que no posee ninguna atrac-
ca a ella, p9r lo__q11e ha de ser tenida en gran.estima·ll7. ción que equilibre la del cristal, la atracción de éste
.. Cuest. 29. ¿-Ac~so ..los ..ráycis de lu.Z ·no són o los dobla y refracta o los hace volver hacia atrás y
cuerpos pequeñísimos" emitidos por las sustancias lu- los refleja. Esto se hace aún más evidente poniendo
minosas? En efecto, tales cuerpos habrán de pasar juntos dos prismas de cristal o dos objetivos de dos
por los medios uniformes en línea recta sin doblarse telescopios muy largos, plano el uno y un poco con-
hacia la sombra, tal como ocurre con la naturaleza de vexo el otro, apretándolos de tal modo que ni se
los rayos de luz. También serán capaces de poseer di- toquen completamente ni estén muy separados. La luz
versas propiedades y de conservarlas intactas al pasar que incide sobre la última superficie del primer cristal,
Este párrafo es muy importante porque aquí describe
Newton los métodos de análisis y síntesis,
supuestamente seguidos por él.
LIBRO III, PARTE I 349
Pero esto no es importante para el tema del seminario.
348 OPTICA/NEWTON

camente situadas. Lo mismo ocurre con esas partes Como en las matemáticas, en la filosofía natu-
ingeniadas originalmente con tanto arte, como los ral la investigación de las cosas difíciles por el método
ojos, los oídos, el cerebro, los músculos, el corazón, de análisis ·. ha de preceder siempre al método de
los pulmones, el diafragma, las glándulas, la laringe, composición. Este análisis consiste en realizar expe-
las manos, las alas, las aletas, las membranas oculares rimentos y observaciones 67 , en sacar de ellos conclu-
y demás órganos de los sentidos y de la locomoción. siones generales por inducción y en no admitir otras
A§i!Ilismo, los instintos de los brutos y de los in- objeciones en contra de esas conclusiones que aque-
sectos no pl,leden deberse más que a la sabiduría y llas salidas de los experimentos u otras verdades cier-
habilidad de un agente poderoso y siempreviviente tas, pm:s las. hipótesis no han de ser tenidas en cuenta
que, al estar en todas partes, es mucho mas capaz de Nuevamente, en la filosofía experimental. Y, aunque los argumentos
a partir de observaciones y experimentos por induc-
mover con su voluntad los cuerpos que se hallan en aquí se ción no constituyan una demostración de las conclu-
~'- su s¿J.?.1'9!12. uniforme e ilimitado, formando y refor-
rñañéfo las partes del universo, de lo que nosotros 66 encuentra la siones generales, con todo, es el mejor modo de ar-
somos capaces con nuestra voluntad de mover las par- afirmación gumentar que admite la naturaleza de las cosas y ha
de considerarse tanto más fuerte cuanto más general
¡. tes de nuestros cuerpos. Con todo, no hemos de .to- polémica sea la inducción. Si de los fenómenos no surge nin-
. mar, a_l mun~o como el cuerpo de Dios ni a sus di-
versas partes como partes de Dios. El es un ser uni-
y continúa guna excepción, las conclusiones pueden proclamarse
forme, carente de órganos, miembros o partes, estando con en general. Pero, si algún tiempo después surgiese
aquellas criaturas suyas subordinadas a él y a su vo- aclaraciones alguna excepción de los experimentos, habrán de co-
luntad. El no es _el alt:n.a _de ellas, del mismo modo menzar a proclamarse con las excepciones pertinentes.
que elruma humana no es el alma de las imágenes Con este. ni~todo de análisis podemos pasar de los,
de las cosas transportadas por los órganos . de los compuestos a sus ingredientes y de los movimientos'
sentidos hasta el lugar de la sensación, donde las per- a las fuerzas que los producen; en general, de los
cibe mediante su inmediata presencia sin la intervep- dectos a las causas y de estas causas particulares a
ción de una tercera cosa. Los órganos de los sentidos las más generales, hasta que el argumento termine en
no tienen como misión permitir al alma la percepción la más general. Este es el método de análisis. El de
de las imágenes de las cosas en el sensorio, sino tan la síntesis, por su parte, consiste en suponer las cau-
sólo se limitan a llevarlas allí. Dios no tiene nece- sas descubiertas y establecidas como principios y en
sidad de semejantes órganos, al estar por todas partes explicar con ellos los fenómenos, procediendo a par-
presente en las cosas mismas. Puesto que el espacio tir de ellas y demostrando las explicaciones. 1
es divisible al infinito y la materia no está necesa- En los dos primeros Libros de esta Optica,
riamente en todas partes, ha de concederse también he procedido con este análisis al descubrimiento y de-
que Dios es capaz de crear partículas de. materia de mostración de las diferencias originales de los rayos
diversos tamaños y figuras, en distintas proporciones de luz respecto a la refrangibilidad, reflexibilidad y
al espacio y tal vez de distintas densidades y fuerzas, color, así como de sus accesos alternativos de fácil re-
a fin de cambiar con ello las leyes de la naturaleza flexión y transmisión y de las propiedades de los
y formar mundos de distintos tipos en diversas partes rncrpos tanto opacos como transparentes de las que
del universo. Al men()s, no veo _nada ql1e esté en con- dependen sus reflexiones y colores. Demostrados es-
1\ tradicción con todo esto. tos descubrimientos, se pueden tomar por supuestos
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Tiempo)' Espacio 135

- •:: sJ eterna omnipresencia- 4. Leibniz: una concepción relativista


_-__ :c::-::es palabras:
Las ideas de Newton sobre el espacio y el tiempo no fueron las únicas que se
___ ,:e siempre y en propusieron en su momento. Otros autores, entre ellos Leibniz, Huygens y Berkeley,
..: ~sma en todos elaboraron concepciones relativistas que contrastan marcadamente con las ideas
_:_· ·:c::,:idad de cosas absolutistas de Newton 44 • Nos limitaremos en este aparte a revisar la propuesta de
es de necesidad Leibniz, no sólo porque es la más elaborada de las tres anteriormente mencionadas,
':e:: ::1ecesariamente sino también en razón de la célebre polémica epistolar que, entre 1715 y 1716, poco
~e:: ie su voluntad, antes de su muerte, el filósofo alemán sostuvo con Clarke, discípulo de Newton, en
::: -:en a la variedad la cual, entre muchos otros temas, se trata el del espacio y el tiempo.
:: :e ::.tlmente en los
_ ' 'Clll las estrellas, Leibniz comienza rebatiendo la idea de Newton según la cual tanto el espacio como
el tiempo absolutos poseen una realidad objetiva independiente de las ideas de los
hombres. La argumentación se construye sobre la base de su principio filosófico de
:-_:e?to de Dios del Escolio razón suficiente:
: _:_:e existe por necesidad y

'-=:-_:e. " ... tal es el principio de la necesidad de una razón suficiente, esto es,
que nada ocurre sin que haya una razón por la que aquello haya de
~:: ?Ondrá, bajo la cautelosa
ser así más bien que de otra manera". 45
_ _::J e infinito es como un
- o·_: ?resencia simultánea e
Aplicando este principio a la voluntad divina, Leibniz afirma que:

~óreo,
viviente, " ... justamente sostener que Dios quiere algo, sin que hubiera ninguna
: =sas mlsmas en razón suficiente de su voluntad va contra el axioma o regla general
- . ?ercibiéndolas de todo lo que sucede". 4 c'
- : :: su presencia
Suponiendo por un momento que el espacio es, como lo concibe Newton, un sustrato
vacío, homogéneo e infinito pero real e independiente de los cuerpos que en él se hallan,
':c::-:sorio de Dios" a la vez habría que decir que cualquier punto o cualquier lugar de ese espacio es, en todo respecto,
=- '-::::eador todopoderoso es completamente equivalente a cualquier otro. Al crear el mundo material de las estrellas y
:.niforme e ilimitado": planetas y colocarlo es esta gran caja homogénea, Dios no tendría, por lo tanto, ninguna
razón para crearlo en un determinado lugar más que en otro, siempre y cuando se
_-_,:c::ros no pueden conservaran las proporciones relativas entre sus partes. La concepción newtoniana lleva
-_ c_zente poderoso implícita la posibilidad de un acto arbitrario de Dios, lo cual, a los ojos de Leibniz, va en
' :~~·:.cho más capaz contra de su perfecta racionalidad. Algo parecido ocurriría con relación al tiempo. Si éste
:_:_:-_en su sensorio es real y si su transcurrir es homogéneo, no se encontraría razón alguna para que Dios
- ~ - i2s partes del hubiese creado el mundo en un determinado instante más bien que en otro. En el continuo
-_ -_·:.estra voluntad infinito del tiempo hubiese sido completamente equivalente crearlo en otro instante anterior
o posterior. En palabras del propio Leibniz:

"' Para una discusión de las posiciones de Huygens, Berkeley y Leibniz con respecto a la prueba del balde
de agua de Newton, ¡:.uede consultarse el artículo de Robert Rynasiewicz "By Their Properties, Causes and
Effects: Newton's Scholium on Time, Space, Place and Motion - IL The Context" en Stud. Hist. Phi/.
Sci. Vol 26 No. 2 (1995) pp. 295-321.
"Véase La polémica Leibniz-Clarke, Edición de Eloy Rada, Editorial Taurus, Madrid 1980, Segunda carta
detallado de la relaciones del de Leibniz 1, p.56.
·. '~ Guire "Existente, Actuality and 46
!bid. Tercera carta de Leibniz 7, p. 69. Es interesante notar en este punto una diferencia esencial entre
_:_, 3-508. la concepción que de Dios tienen Newton y Leibniz. Para el primero, Dios es ante todo un ser poderoso;
:'.320. para el segundo, es ante todo un ser racional. El Dios de Newton es ante todo voluntad; el de Leibniz es
ante todo razón.
136 Tiempo)' Espacio

"Digo entonces que si el espacio es un ser absoluto, entonces se daría .ügo real, es una idea. Le:::c:-..
alguna cosa de la cual sería imposible que hubiera una razón suficiente,
lo que va en contra de nuestro axioma. He aquí como lo pruebo. El «Veamos cómo le' ~-­
Consideran que\-,~:·: ..
espacio es una cosa absolutamente uniforme y, sin las cosas en él
de coexistencia, 'e¿_·
colocadas, un punto del espacio no difiere absolutamente en nada
menos simple. e u.c.:-.:
de otro punto del espacio. De lo que se sigue, suponiendo que el
en esa relación ccc :·= •
espacio en sí mismo sea algo distinto del orden de los cuerpos entre
entre ellos, y cpe ·.::-. :·.
sí, que es imposible que haya una razón por la que Dios, conservando
que el primero h.:::-.
las mismas situaciones de los cuerpos entre ellos, haya colocado los
ocupar el lugar ce :- -·· ·
cuerpos así y no de otra manera, y por la que no haya sido todo
que está en aquc:: ::·
puesto al revés (por ejemplo) por un cambio de oriente y de
fuerza] ... Y aquc::
occidente" 47
espacio. Lo que hace:··::· _.
Para Leibniz, el espacio y el tiempo no pueden concebirse como entidades de espacio, es su:-'.c:. :·. ·.
independientes de los cuerpos materiales y de sus cambios 48 . Lo que llamamos espacio cambios, sin tene: ::-.: : :
es tan sólo un sistema de relaciones que permite establecer un orden de coexistencia fuera de las cma' -
entre los objetos. De manera semejante, el tiempo es un orden de sucesión49 • Por eso
)i el espacio absoluto t' --
mismo, tiempo y espacio no pueden ser sino ideas en la mente de los hombres o de
:11ovimiento de cualquier ,
Dios. Si no hubiera criaturas, como dice Leibniz, "el espacio y el tiempo no existirían
>tros cuerpos. Contrari~1E:c::·. ·.
más que en las ideas de Dios" 5º.
:n un conjunto de objetos , :
Para ilustrar mejor su concepción, Leibniz compara la construcción del espacio como ~odo el conjunto se desplccz.-, :
relación con la elaboración de un árbol genealógico: :c1mbio con relación a oc· ,

"Sin embargo, esto [el espacio] no sería más que una cosa ideal, «Se alega ahora c..:::: _·
conteniendo un cierto orden donde el espíritu concibe la aplicación la observación ,,: , .. :
de las relaciones, del mismo modo que el espíritu se puede figurar dentro se dé cu<::r. ~-
un orden consistente en líneas genealógicas cuyas magnitudes no de la observació::-.. ~::
consistirían más que en el número de las generaciones y donde cada No hay movimic:-.-
persona tendría su sitio.... esos sitios, líneas y espacios genealógicos, cuando no hay c:~­
aunque expresaran verdades reales, no serían más que cosas ideales" 51 está fundado en ~-' ' __ --
refutado demmr:·_c ~:- .
Las líneas del árbol genealógico son construcciones ideadas para representar ciertas razón suficientt:: c:lc: .
relaciones de parentesco. Aunque no se puede negar que todas esas líneas "expresan
verdades reales", el árbol mismo es algo ideal. De la misma manera, entre los objetos ~-a Galileo sabía que lu:

del espacio es posible establecer relaciones de posición, de distancia, de geometría. :-:.advertidos y son "como ': :·.
El sistema de estas relaciones es, para Leibniz, el espacio. Este sistema, aunque expresa -:-ierra que no es percibic:
-:·iien viaja en la bodega ::::
~ dcibidos por otros r; ~: - _ ·
,:iservabilidad" como sí l,

"' !bid. Tercera carta de Leibniz 5, p. 68


48
:.cibniz parece esbo7ar, Je :~-­
Al respecto dice Leibniz en la Polémica: "No digo que la materia y el espacio sean la misma cosa; digo
solamente que no hay espacio allí donde no hay materia y que el espacio en sí mismo no es una realidad
"dativista del movinúentc, 1_
absoluta. El espacio y la materia difieren como el tiempo y el movimiento. Sin embargo, estas cosas
aunque diferentes, son inseparables". !bid. Quinta carta de Leibniz 62, p.119.
49
La formulación de Leibniz es la siguiente: " ... he señalado más de una vez que consideraba el espacio como una
cosa puramente relativa, al igual que el tiempo; como un orden de coexistencias, mientras que el tiempo es un orden
de sucesiones". !bid. Tercera carta de Leibniz 4, p.68.
so !bid. Cuarta carta de Leibniz, 41, p. 84 ·_'Sid. Quinta carta de Leibniz .¡-_ ·
51
Jbid. Quinta carta de Leibniz 4 7, p. 113 !bid. Quinta carta de Leibniz "~. -
Tie111po. 1' E.rpczcio 13 7

. _: .. c:itonces se daría algo real, es una idea. Leibniz explica como llegan los hombres a formarse esta idea:
. :~:. :·:1zón suficiente,
: ::~o lo pruebo. El «Veamos cómo los hombres Yienen a formarse la noción de espacio.
Consideran que varias cosas existen a la ,-ez y encuentran cierto orden
'~- las cosas en él
de coexistencia, según el cual la relación de unos con otros es más o
. ~ :.1mente en nada
menos simple. Cuando acontece que uno de esos coexistentes cambia
'~?uniendo que el
en esa relación con respecto a multitud de otros, sin que éstos cambien
_:: : .JS cuerpos entre
entre ellos, y que un nuevo cuerpo que llega adquiere la misma relación
_: :J'.'J5, conservando
c1ue el primero había tenido con los otros, se dice que ha venido a
:·_.ffa colocado los
ocupar el lugar del primero y se llama a ese cambio un movimiento
haya sido todo
que está en aquel en el que está la causa inmediata del cambio ~a
cíe: oriente y de
fuer:rn] ... Y aquello que comprende a todos esos sitios es llamado
espacio. Lo que hace ver que para tener la idea de sitio y, en consecuencia,
:-. =e: '.:;irse como entidades de espacio, es suficiente considerar estas relaciones y las reglas de sus
· . I .o que llamamos espacio cambios, sin tener necesidad de figurarse aquí nin¡:,>una realidad absoluta
. : ::: ~n orden de coexistencia fuera de las cosas cuya situación se considera» 52 •
:: .=c::i de sucesión 49 • Por eso
::~::~re de los hombres o de
Si el espacio absoluto es una ficción, también lo es el movimiento absoluto. El
movimiento de cualquier objeto se percibe y se determina siempre con respecto a
· . : . :· el tiempo no existirían
otros cuerpos. Contrariamente a lo que pensaba Newton, para quien es posible que
en un conjunto de objetos se mantengan las posiciones relativas entre ellos mientras
· · ::-.:cción del espacio como todo el conjunto se desplaza con respecto al espacio absoluto, para Leibniz, si no hay
cambio con relación a otros objetos, tampoco habrá movimiento:

.. : una cosa ideal, «Se alega ahora que la realidad del movimiento es independiente de
:~::":Je la aplicación la observación y que un barco puede avanzar sin que quien está
:: -. 'e puede figurar dentro se dé cuenta. Respondo que el movimiento es independiente
. · magnitudes no de la observación, pero no es independiente de la observabilidad .
:-.es y donde cada No hay movimiento cuando no hay cambio observable. E incluso,
- . ::cJs genealógicos, cuando no hay cambio observable, no hay cambio. Lo contrario
__ ·e: cosas ideales" 51 está fundado en la suposición de un espacio real absoluto que yo he
refutado demostrativamente por el principio de la necesidad de una
_ ' ?ªra representar ciertas razón suficiente de las cosas.»53
.'.Js esas líneas "expresan
::~anera, entre los objetos Ya Galileo sabía que hay movimientos que en determinadas condiciones pasan
~:: ::listancia, de geometría. inadvertidos y son "como si no existiesen". Tal es, por ejemplo, el movirniento de la
· :: 'istema, aunque expresa Tierra que no es percibido por los habitantes de este planeta, o el del barco para
quien viaja en la bodega del mismo. Sin embargo, estos movimientos pueden ser
percibidos por otros observadores. Por eso no son "independientes de la
observabilidad" como sí lo sería el movimiento absoluto de un cuerpo.

Leibniz parece esbozar, de manera consecuente, el fundamento de una concepción


='~ .. .:iosean la misma cosa; digo
relativista del movimiento. Como él mismo lo había escrito en un ensayo en 1689,
e: >i mismo no es una realidad
·.:e•. Sin embargo, estas cosas
. - 9.
__ ,. ·:;sideraba el espacio como una
· ·.: ::nras que el tiempo es un orden

52
Jbid. Quinta carta de Leibniz 47, p. 112
53
!bid. Quinta carta de Leibniz 52, p. 116
13 8 Tiempo y Espacio

"el movimiento, en todo rigor matemático, no es nada sino un cambio


en la posición de los cuerpos unos con respecto a otros, y, por lo
tanto, el movimiento no es algo absoluto sino que consiste en una
relación." 54

Sin embargo, esta posición relativista que puede tener una evidencia empírica desde
el punto de vista de la descripción del movimiento (cinemática) se torna problemática
cuando el movimiento es considerado desde el punto de vista de las causas que lo
producen (dinámica). El concepto de fuerza como causa de los cambios en el
movimiento de los cuerpos, que juega un papel esencial en los Principia de Newton, Comparación e~:-
es el que hará tambalear la coherencia interna del relativismo de Leibniz:

«Sin embargo, estoy de acuerdo en que hay una diferencia entre un Concepción abseilu
movimiento absoluto verdadero de un cuerpo y un simple cambio El tiempo absoluto es ~~:-..:
relativo de situación por referencia a otro cuerpo. Pues cuando la
causa inmediata del cambio Ua fuerza] está en el cuerpo, éste está
objetivamente existen::
verdaderamente en movimiento y entonces la situación de los otros
en relación con él estará, en consecuencia, cambiada, aunque la causa En el orden ontológico :· ~
de este cambio no esté en ellos». 55 lógico, el tiempo es ar.:e:-
Hay que diferenciar entonces entre dos clases de movimientos que, en un sentido
cambios materiales. le.
distinto del que le asignaba Newton a los términos, Leibniz denomina "verdadero objetiva del tiempo es ;..:·_.:.
absoluto" y relativo. El verdadero no se define ahora con respecto a un espacio para que esos cambios:::-~
absoluto sino que es el movimiento de aquel cuerpo sobre el cual actúa la fuerza. ocumr.
Las propiedades del tie
uniforme, direccionali é.:.:
dependen de la materi.: :-.
cambios.

Un movimiento puede ~e:­


per se cuando el mó\·:: :-;
espacios absolutos igu:.:::'
tiempos absolutos iguc.:::~

54
Citado por Daniel Garber en "Leibniz: Physics and philosophy" en The Cambridge Companion to
Leibniz editado por Nicholas Jolley, Cambridge University Press, 1995, p.306. La traducción del inglés es Recuadro elaborado por e I 2 _.
nuestra. ~~ccánica clásica y en la relati\ .22 _ ,
55
La polémica ... Op.Cit. Quinta carta de Leibniz 53, p. 116 :•:-ganización de Estados Iber: 2:-:c ,-
140 Tiempo)' Espacio

Recuadro 257
Los PriL
Los Principios Matemáti:: - ' _
EL ESPACIO las obras más importante' ~ _
;irimer tratado sistemátic: -
Comparación entre las concepciones absolutista y relativista ¿eneral el movimiento de : ·
considerado también coc
:11anera contundente la iccc.: : ..
Concepción absolutista Concepción relativista explicar el movimiento de _
:11ovimiento de los cuerr . : =
El espacio absoluto es una realidad El espacio es una idea construida para dar enunciada por primera ·:ce.
objetiva, independiente del hombre. razón de fenómenos observables de composición de un nue':': ·· '_'
movimiento. :Js Principia ha sido tam~::c:-. _
.ma forma matemática éc . -
En el orden ontológico y en el orden En el orden ontológico y en el orden ~ste tratamiento en un si~:=::·__
lógico, el espacio absoluto es anterior a la lógico, la materia es lo primero. Sin -:íSi:a d~-1c.;; métodos rr:.:::c:-:-
materia. El espacio absoluto es un materia, la idea de espacio no tendría ~c:solución de los problc:-:.-.:.- _
fundamento de la realidad material. Es sentido.
también un fundamento de la Física. :=:s imposible abordar er: -..:.::-. '
_-rande de Newton. No5 =-~ -
El espacio absoluto es el continente de El espacio es un sistema de relaciones -de ·· sus ejes orientadores. e- :-_ '· _
todos los objetos materiales. posición, de distancia, de geometría - entre =:11plea y estudiar, siguiec:=. - -
los objetos materiales. _:niversal, el enunciado de: :
El espacio absoluto y sus propiedades son El espacio y sus propiedades pueden
independientes de la materia y de sus depender de la materia, de su distribución
1. U na nueva image
cambios. y de sus cambios. -:Je los Principia emerge un.: : :· : _
Pueden existir: Todo movimiento es relativo. Sólo tiene ::-recedieron Este es uno de: : . __ .
• movimientos absolutos : desplaza- sentido hablar de posiciones y ~.ituro.Laimagendemundc- =-= _
Galileo fue h de Aristórc:c;_ :-- _
mientos entre lugares absolutos. desplazamientos con respecto a otros
. movimientos relativos : desplaza- cuerpos .
::mestra en h figura 1. Fl cos :-:.-. - _-
::é:mento tierra. Por esa raz,c :-_ :-. _
mientas entre lugares relativos Ke inmóvil en el centro. =__ :
Es posible distinguir empíricamente entre Los efectos físicos que puedan resultar del -.-rrestre, que se extiende ir:...<-:. _ _-
movimientos absolutos y relativos de movimiento deben poderse expli car por :destes que podemos obse:---.c..:- ::-:
'e-res del mundo terrestre scc.: --_-
rotación. Aparece un efecto físico - la consideraciones que hagan referencia sólo
-_1da uno de ellos tiene su:-.:.;.-_·.: -_
fuerza centrífuga - en los movimientos a movimientos relativos -:.c:rra en el centro, luego, con:~---=
absolutos de rotación.

'.] título completo de la obra ~~ _


_ :110 lo ha señalado Alexandre :;..: . - -
- ·'ncipia philosophiae -Princip'. .. __
··:cncés propone y elabora Ja h:: _:: .
_ ~ual será refutada por Newtcr.- :e _
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Recuadro elaborado por el autor. Tomado del artículo de José Granés S. "Tiempo y espacio en la
mecánica clásica y en la relatividad especial" en Ciencia y tecnología en Jberoamérica. Publicación de la . la filosofía, Alianza Edito:-:~
Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), 1998. ·. 'fDniennes, Gallimard 1968 : --

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