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El
sentido de pertenencia en expresiones identitarias en torno al culto a la Santa Muerte en
Facebook". Religioni e Società. Rivista di scienze sociali della religione, pp. 84-102, año XXIX,
núm. 78.
1. Introducción
El objetivo del presente artículo se centra en el análisis de las expresiones identitarias que
tienen lugar en usuarios que participan en grupos abiertos en Facebook, dedicados a la
Santa Muerte. Como veremos, la construcción de la identidad responde a una amplia
variedad de aspectos, en los que el sentido de pertenencia a un colectivo, así como la
caracterización de la alteridad en conflicto, tienen una destacada importancia. Con base en
una revisión de lo que es posible entender como religiosidad popular, nuestro
planteamiento parte del reconocimiento de Internet, como un espacio que es empleado de
manera relevante para la interdiscursividad de lo religioso.
Los casos de estudio que hemos seleccionado desde una perspectiva cualitativa y
abordados desde el análisis crítico del discurso, permiten hacer un acercamiento
1
Gabriel Pérez Salazar, Sistema Nacional de Investigadores (SNI), nivel I, gabrielperezsalazar@uadec.edu.mx; Francesco
Gervasi, Sistema Nacional de Investigadores (SNI), nivel I, francescogervasi@uadec.edu.mx; Basilia Fernanda Cuevas
Cuevas, alumna tesista de pregrado, basi.cuevas@gmail.com. Facultad de Ciencias de la Comunicación, Universidad
Autónoma de Coahuila, México. Blvd. V. Carranza s/n, Col. República Oriente, 25280, Saltillo, Coahuila.
1
exploratorio a la manera en que este movimiento religioso, caracterizado por prácticas más
bien individualizadas y con bajos niveles de institucionalización; se presenta en un entorno
que parece ser coherente con dichos atributos. Si, como Juan Antonio Flores ha sugerido, 2
el culto a la Santa Muerte da origen a relaciones de carácter más bien horizontal y
descentralizado; tal es precisamente la estructura comunicativa bajo la que suelen operar los
usuarios en Facebook.
2. Marco conceptual
Los anclajes conceptuales en lo que se sustenta este trabajo, han sido organizados en torno
a dos grandes áreas: 1) la religiosidad como expresión identitaria y 2) una caracterización
del culto a la Santa Muerte en México. Dentro del primer aspecto, se desarrollan las
categorías que guían el trabajo analítico realizado: lo relativo a la identidad como una
estructura interpretativa que opera como tamiz en toda interacción social, y donde la
religiosidad juega un papel muy destacado. En segundo lugar, lo que tiene que ver con
algunas de las principales transformaciones que ha atravesado la práctica religiosa en la
modernidad. La caracterización que hacemos de este culto, presenta algunos antecedentes
sobre su origen y la relativa marginalidad en la que se ubican sus devotos, a consecuencia
de la asociación que se ha establecido socialmente con actividades informales y en algunos
casos, incluso con la delincuencia organizada; sin que esto necesariamente refleje la
condición de la mayor parte de sus fieles.
2
JUAN ANTONIO FLORES, «Transformismos y transculturación de un culto novomestizo emergente: La Santa Muerte
mexicana». En Teorías y prácticas emergentes en antropología de la religión coordinado por Mónica Cornejo, Manuela
Cantón y Ruy Llera, Bilbao, Donostia / Ankulegi Antropologia Elkartea, 2008, pp. 55 - 76.
2
instituciones tradicionales y hegemónicas, buscando dar sentido a nuevas formas de
relación del sujeto con lo divino.
2.1.1. Identidad
La identidad constituye un elemento que forma parte sustancial de los sujetos, y que tiene
componentes que involucran un complejo entretejido psico-social, entre los que se incluye
la religiosidad, como establece Hervieu-Léger. 3 Como se verá enseguida, la identidad se
construye a partir de la interacción que todo actor social tiene en los entornos en los que se
ubica, tanto físicos como virtuales. Lejos de ser un estado estático, se trata de un proceso en
constante transformación. 4
Una vez que cristaliza [la identidad], es mantenida, modificada o aun reformada por
las relaciones sociales. Los procesos sociales involucrados, tanto en la formación
como en el mantenimiento de la identidad, se determinan por la estructura social.
Recíprocamente, las identidades producidas por el interjuego del organismo,
conciencia individual y estructura social, reaccionan sobre la estructura social dada,
manteniéndola, modificándola o aun reformándola. 8
3
DANIELE HERVIEU–LÉGER, Il pellegrino e il convertito. La religione in movimento, Bolonia: il Mulino, 2003.
4
Cfr. ANTHONY GIDDENS, Modernity and self-identity: Self and society in late modern age, Stanford, Stanford University
Press, 1991.
5
GILBERTO GIMÉNEZ, «Materiales para una teoría de las identidades sociales». En Decadencia y auge de las identidades,
coordinado por José Manuel Valenzuela Arce, México, El Colegio de la Frontera Norte / Plaza y Valdés, 2000, pp. 45-78.
6
MANUEL CASTELLS, La sociedad red. El poder de la identidad, México, Siglo XXI, 1999.
7
KATYA MANDOKI, (2006). Prácticas estéticas e identidades sociales, México, CONACULTA, 2006.
8
PETER L. BERGER, Y THOMAS LUCKMANN, La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu, 2006, p. 214.
3
Con base en Habermas, Giménez 9 propone que la identidad constituye un proceso
de distinción que tiene lugar a partir de un conjunto de interacciones comunicativas, de una
relación intersubjetiva entre seres que emiten, reciben e intercambian estas
conceptualizaciones e identificaciones mutuas. Para aproximarse a un enfoque aplicado del
análisis de la identidad, este autor propone tres aspectos que definen la unicidad
reconocible de los sujetos: atributos identificadores, la trayectoria del sujeto y su
pertenencia a colectivos. Mientras que los atributos identificadores se refieren a aspectos
físicos e idiosincráticos propios de los sujetos, que permiten distinguirlos en su apariencia y
comportamiento, su trayectoria tiene que ver con la historia de sus representaciones
sociales ante los demás. Sin embargo, en función del abordaje del presente trabajo, es
quizás la pertenencia a colectivos, el aspecto más pertinente de los elementos planteados
por este autor.
Con base en los grupos a los que se asocia el sujeto, Gimenez propone la existencia
de identidades colectivas, que se construyen en torno al núcleo de símbolos y
representaciones sociales, que ya han sido mencionados. Esta identidad colectiva puede
llevar a acciones que no corresponden tanto a los sujetos que las llevan a cabo, como a este
constructo idiosincrático colectivo en nombre del cual se ejercen. En tales situaciones, es
tanto el sujeto – y su identidad individual– lo que se expresa, así como el grado de
interiorización de los patrones culturales de dicho colectivo. En todo caso, como Barbé12
propone, no todos los actores de una acción colectiva comparten unívocamente y en el
mismo grado las representaciones sociales que definen subjetivamente la identidad
colectiva de su grupo de pertenencia.
9
Op. cit.
10
Ibid.
11
En relación con este sentido de pertenencia y la familia, Hervieu–Léger (Op.Cit.) plantea que algunos movimientos
religiosos contemporáneos logran tener éxito, porque ofrecen a sus adeptos lo que la familia moderna (en un sentido
genérico) ya no ofrece: efectiva solidaridad, comunicación transparente, así como una comunidad de valores y de
recuerdos.
12
En GIMÉNEZ, Op. Cit.
4
De todas las posibles matrices de sentido e identidad, Dillon 13 propone que la
religión ha permanecido como una fuente relevante en la construcción de este aspecto
definitorio de los sujetos, pese a algunos planteamientos posmodernistas. En sociedades
como la estadounidense, esta institución continua teniendo una autoridad y significación
cultural especial, de manera que provee a los individuos y a los grupos, de una forma
legítima y libremente accesible de categorizarse a sí mismos.14 Este mismo autor plantea el
surgimiento de una tensión social al interior de los grupos en los que surgen movimientos
religiosos alternativos a los prevalecientes. En este escenario, el reto a la cohesión que una
identidad cultural heterogénea plantea, se plantea como un fenómeno de la mayor
relevancia académica.
A partir de Cipriani, 15 podemos establecer que el origen etimológico del término religión
procede del latín religare, que significa unir, juntar. Según este autor:
[...] este significado no solo sugiere una relación, un vínculo, sino también una
obligación, un compromiso, una sumisión. Evidente en esta relación, es la posición
de superioridad asumida por la divinidad, que funciona como el obligador con
respecto al sujeto humano que es, en consecuencia, el obligado. 16
13
MICHELLE DILLON, «Sexuality and religion: Negotiating Identity Differences», en The Blackwell Companion to the
Sociology of Culture, editado por Mark D. Jacobs, y Nancy Weiss, Malden, Massachusetts, Blackwell, 2005, pp. 220 -
233.
14
Lo cual guarda una estrecha relación con la noción de religión civil trabajada por Robert Bellah.
15
ROBERTO CIPRIANI, «Religion», en The Blackwell Encyclopedia of Sociology editado por George Ritzer, Malden,
Massachusetts, Blackwell Publishing, 2009, pp. 3861-3872.
16
Ibid, p. 3862.
17
PETER BERGER, The Sacred Canopy: Elements of a Sociological Theory of Religion, Garden City, NY, Doubleday,
1967.
18
YVES LAMBERT, The Babel Tower of Definitions of Religion, «Social Compass», 1991, pp. 73-85.
19
Op. Cit., p. 3865.
5
unificado de creencias y prácticas relativas a una realidad sobre-empírica y trascendente
que unifica a todos aquellos que se adhieren a él en una sola comunidad moral”. 20
Como ha hecho notar Katia Perdigón, 25 la devoción hacia la Santa Muerte pertenece
a lo que identifica como religiosidad popular, y que se ha definido como “el equivalente de
la religión de la gente del pueblo, o la piedad popular, la manera en que la gente común
vive su religión. Difiere de la religiosidad oficial, que es elitista y está caracterizada por la
20
KAREL DOBBELAERE, Secularization: An Analysis at Three Levels, Alemania, P. I. E., 2004, p. 52.
21
Op. Cit., p. 131.
22
Ibid, p. 143.
23
Ibid, p. 149.
24
BERGER Y LUCKMANN, Op. Cit., p. 196.
25
KATIA PERDIGÓN CASTAÑEDA, La Santa Muerte protectora de los hombres, México, INAH, 2008.
6
presencia de especialistas”. 26 En otras palabras, se trata de un tipo de religiosidad que,
desde sus orígenes, ha representado un reto para la religión oficial, expresándose a través de
formas relativamente autónomas y desinstitucionalizadas.
Una vez establecido que la religiosidad opera como una variable muy destacada dentro de
las expresiones identitarias, presentaremos algunos antecedentes en relación con nuestro
caso de estudio: el culto a la Santa Muerte.
De acuerdo con Perdigón, 29 el origen del culto a la Santa Muerte es dudoso: algunos
creyentes sostienen que fue traído a México por los santeros cubanos, otros dicen que la
Flaca 30 se le apareció por primera vez a un brujo en Veracruz, pidiéndole que difundiera su
culto para ayudar a la humanidad. Es una devoción que en México, al menos desde inicios
de la década de 1990, ha logrado involucrar una creciente cantidad de creyentes de
26
MANUEL M. MARZAL, «Popular Religiosity», en The Blackwell Encyclopedia of Sociology editado por George Ritzer,
Malden, Massachusetts, Blackwell Publishing, 2009, p. 3518.
27
CHIARA CARMELINA CANTA, Sfondare la notte. Religiosità, modernità e cultura nel pellegrinaggio notturno alla
Madonna del Divino Amore, Milán, Franco Angeli, 2004, p. 50.
28
ARNALDO NESTI, Il cattolicesimo degli italiani. Religione e culture dopo la secolarizzazione, Milán, Guerini e
Associati, 1997, p. 57.
29
Op. Cit., p. 73.
30
En el complejo simbólico empleado para hacer referencia a la Santa Muerte, destacan adjetivos que con un sentido de
devoción y familiaridad, pueden ser asociados a su representación física, dada por un esqueleto humano: flaca, blanca, y
sus respectivos diminutivos, que acentúan la cercanía que los fieles suelen establecer con ella. El uso del sustantivo Niña
es también frecuentemente observado, con este mismo sentido.
7
diferentes niveles socio-económicos y rangos de edad y que, debido probablemente a su
propagación, se ha ganado la desconfianza y las críticas por parte de la Iglesia Católica así
como de otros grupos e iglesias cristianas presentes en el país. 31
A partir de esta autora, esta devoción puede ser definida como una
(…) religiosidad popular en tanto que es una expresión del pueblo al que cohesiona
y otorga identidad; conformada por elementos de diversas tradiciones culturales:
imagen iconográfica europea y concepto occidental, ofrecimientos (alcohol, tabaco
y collares, por citar algunos) de influencia africana y fervor de apropiación,
sentimiento y obligación mexicana. 32
Según Perdigón, 34 los altares dedicados a la Santa Muerte – en los cuales su estatua
se coloca sola o junto con Jesús, la Virgen María, San Judas Tadeo o San Miguel Arcángel
– pueden ser tipificados de la siguiente manera: 1) altares caseros, 2) altares de iniciados, 3)
altar de curanderos y 4) narco-altares. 35 Además de los lugares de culto más o menos
institucionalizados, cabe recordar que los devotos de la Santa Muerte tienden a convertir
sus espacios cotidianos, públicos o privados, en lugares personales de culto (hogares,
oficinas, tiendas, transportes públicos, las esquinas de la calle, etc.) cuya presencia “los
delata como devotos, hermanos espirituales de otros creyentes, y además mexicanos,
porque su devoción es netamente mexicana” 36 y que, por lo tanto, los identifica como parte
de una misma comunidad.
El culto a la Santa Muerte ha sido interpretado como una estrategia para neutralizar
los efectos de un entorno cada vez más violento, inseguro e incierto, por parte de los
estratos más pobres y vulnerables de la población mexicana, 37 como una de las devociones
que caracterizan la religiosidad de los narcotraficantes (idea sostenida, sobre todo, por parte
31
PERDIGÓN, Op. Cit., pp. 55-56.
32
Ibid., p. 62.
33
Ibid., p. 67.
34
Ibid.
35
Ibid., p. 82.
36
Ibid., p. 61.
37
GAYTAN F. ALCALÁ, Santa entre los malditos. Culto a la Santa Muerte en el México del siglo XXI,
«Liminar. Estudios Sociales y Humanísticos», vol. 5, núm. 1, 2008, pp. 40-51.
8
de la prensa, mexicana y extranjera) o simplemente como una forma de religiosidad popular
que debe su éxito a su capacidad de constituirse como una fe autónoma, que “surgió del
pueblo mismo, no se impuso” 38 y que representa, por lo tanto, la respuesta ideal a una
demanda de religiosidad más subjetiva y desinstitucionalizada, típica del panorama
religioso contemporáneo. Concluyendo, lo que es más importante destacar es que este culto
representa un poderoso símbolo sagrado capaz de otorgar, a sus devotos, un sentido de
pertenencia comunitario, un vínculo identitario que, como el significado etimológico del
término religión sugiere, parece mantenerlos unidos.
38
PERDIGÓN, Op.Cit.
39
RALPH SCHROEDER, NOEL HEATHER Y RAYMOND M. LEE, The Sacred and the Virtual: Religion in Multi-User Virtual
Reality. «Journal of Computer Mediated Communication», vol. 4, núm. 2,
http://jcmc.indiana.edu/vol4/issue2/schroeder.html, 1998.
40
STEPHEN JACOBS, Virtually sacred: The performance of asynchronous cyber-rituals in online spaces. «Journal of
Computer-Mediated Communication», vol. 12, núm. 3, http://jcmc.indiana.edu/vol12/issue3/jacobs.html, 2007.
41
KRYSTINA DERRICKSON, Second Life and The Sacred: Islamic Space in a Virtual World, Digital Islam, editado por V.
Sisler, http://www.digitalislam.eu/article.do?articleId=1877, 2008.
9
religiosos en espacios de representación virtual, donde los usuarios interactúan a partir de
diferentes interfaces que reproducen rasgos y signos relacionados con las prácticas
religiosas específicas con las que están asociadas. En este sentido, Lövheim y Linderman, 42
identifican el surgimiento de sujetos que tienen una posición de autoridad, y que forman el
eje en torno al cual se articulan dichos actos. Durante los momentos de oración observados
por Schoreder, Heather y Lee, 43 se señalan comportamientos claramente estructurados:
tanto el líder como los fieles mantienen un tono de solemnidad, al menos durante la
celebración de los servicios religiosos. Derrickson, 44 enfatiza una distinción entre lo
sagrado y lo profano, a partir del análisis que hace de la representación de un conjunto de
lugares sagrados en Second Life. 45 Dada la virtualización de los espacios observados en
estos trabajos, podemos señalar la importancia del territorio como referente simbólico y su
sacralización durkheimiana, como un elemento que atraviesa transversalmente estos
estudios, y que se construye a partir de elementos icónicos que tienen sentido a partir de
comunidades interpretativas específicas, es decir, de grupos con identidades claramente
definidas a partir de lo religioso.
Dentro del segundo conjunto de abordajes que hemos señalado, en el trabajo de autores
como O´Leary, 46 Dawson , 47 Lövheim y Linderman 48 y McKenna y West; 49 el análisis se
ubica a partir de la interacción con un sentido religioso, con Internet como mediación
tecnológica. Desde esta perspectiva, el fenómeno se centra en cómo los sujetos llevan a
cabo una variedad de acciones a través de diversas herramientas comunicativas en línea,
entre las que destacan sitios web y foros de discusión. A partir de este conjunto de autores
revisados, es posible reconocer que la interactividad es uno de los principales factores que
pueden distinguir a Internet como un medio para establecer actos comunicativos y rituales
con contenidos religiosos. Como Chawki, 50 Lövheim y Linderman 51 y McKenna y West 52
sostienen, cuando las necesidades de identificación religiosa de un sujeto no corresponden
con las que se encuentran disponibles en el entorno físico inmediato, entonces se puede
42
MIA LÖVHEIM, Y ALF G. LINDERMAN, «Constructing religious identity on the Internet», en Religion and Cyberspace,
editado por Morten Højsgaard, y Margit Warburg, Abingdon, Inglaterra, Routledge, 2005, pp. 121 - 137.
43
Op.Cit.
44
Op.Cit.
45
Second Life es una plataforma de interacción en 3D, en la que cada usuario es representado por un avatar.
46
STEPHEN O´LEARY, Cyberspace as sacred space: Communicating religion on computer networks. «Journal of the
American Academy of Religion», vol. 64, núm. 4, 1996, pp. 781 - 808.
47
LORNE DAWSON, «The mediation of religious experience in cyberspace». En Religion and Cyberspace, editado por
Morten Højsgaard y Margit Warburg, Abingdon, Inglaterra, Routledge, 2005, pp. 15 - 37.
48
Op.Cit.
49
KATELYN Y. A. MCKENNA, Y KELLY J. WEST, Give me that online-time religion: The role of the Internet in spiritual life.
«Computers in Human Behavior», núm. 23, 2007, pp. 942– 954.
50
MOHAMED CHAWKI, Islam in the Digital Age: Counselling and Fatwas at the Click of a Mouse, «Journal of International
Commercial Law and Technology», vol. 5, núm. 4, 2010, pp. 165 - 180.
51
Op.Cit.
52
Op.Cit.
10
recurrir a Internet para satisfacer esta necesidad de pertenecer a un grupo con el que se
comparten creencias e intereses.
4. Planteamiento metodológico
El objetivo del presente trabajo es, desde una perspectiva cualitativa, hacer una descripción
de la manera en que aspectos concretos de la identidad religiosa, son expresados en
aquellos grupos de Facebook dedicados a la Santa Muerte que tengan un mayor número de
seguidores, a través de un análisis de discurso que toma elementos tanto de la
interdiscursividad descrita por Haidar, 53 como del análisis crítico de discurso, a partir de
autores como Van Dijk, 54 Wodak y Meyer, 55 Charaudeau y Maingueneau. 56 Más
específicamente, para analizar los procesos de afirmación de la identidad en el discurso
producido por los devotos de la Santa Muerte en Facebook, se utilizarán tanto algunas de
las categorías analíticas desarrolladas para analizar el discurso político, como la noción de
posicionamiento, que Charaudeau y Maingueneau, definen como “(…) el hecho de que
mediante el empleo de cierta palabra, de cierto vocabulario, de cierto registro de lengua, de
ciertos giros, de cierto género de discurso, etc., un locutor indica cómo se sitúa él en un
espacio conflictivo (…)”. 57 En otras palabras, este término designa el tipo de discurso
generalmente utilizado, por parte de un individuo o grupo, para afirmar la propia identidad
dentro de un espacio discursivo conflictivo. Con base en Gimenez, 58 los rasgos identitarios
analizados corresponden principalmente al sentido de pertenencia de los sujetos a este
movimiento religioso, aunque serán también tomados en cuenta elementos lingüísticos que
distingan al grupo de la alteridad.
A partir del motor de búsqueda incorporado en Facebook, y bajo el término (query) "Santa
Muerte", los dos grupos 59 públicos más numerosos registrados el 16 de enero de 2013,
fueron:
53
JULIETA HAIDAR, «Análisis de discurso», en Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación, coordinado
por Jesús Galindo, México, Pearson, 1998.
54
TEUN A. VAN DIJK, Análisis crítico del discurso, «Anthropos», núm. 186, 1999, pp. 23-36; TEUN A. VAN DIJK, El
discurso como interacción social. Estudios sobre el discurso II. Una introducción multidisciplinaria, Barcelona, Gedisa,
2008.
55
RUTH WODAK Y MICHAEL MEYER, Métodos de análisis crítico del discurso, Barcelona, Gedisa, 2003.
56
PATRICK CHARAUDEAU Y DOMINIQUE MAINGUENEAU, Diccionario de análisis del discurso, Buenos Aires, Amorrortu,
2005.
57
Op.Cit., p. 452.
58
Op.Cit.
59
En Facebook, un grupo está integrado por usuarios de esta plataforma que se reúnen en torno un tema o asunto central;
en este caso la Santa Muerte, y que pueden interactuar entre sí en un espacio virtual común (que es la página del grupo),
aunque dichos usuarios no tengan otro contacto entre sí; es decir y siguiendo la terminología de dicho servicio; que no
sean amigos unos de otros.
11
La Santa Muerte: 60 15,814 seguidores.
Santa Muerte: 61 14,723 seguidores.
Con base en una observación ciberetnográfica 62 realizada a partir del registro histórico de
mensajes publicados en estos grupos, se determinó que el primero mostraba muy bajos
niveles de interacción entre sus usuarios, 63 por lo que fue descartado. Los resultados que
mostraremos se refieren únicamente a interacciones y expresiones encontradas en el que se
ubica en segundo lugar: Santa Muerte.
El grupo fue analizado a partir de los mensajes publicados durante el mes de enero de 2013.
Se hizo una revisión de todos los mensajes publicados en este periodo y se seleccionaron
aquellas conversaciones 64 que contuvieran actos expresivos en los que se reflejara explícita
o implícitamente, un sentido colectivo o de pertenencia grupal, así como distinciones del
grupo y la alteridad. Este sentido de pertenencia fue identificado a partir de un análisis de
discurso aplicado a enunciaciones construidas en la primera persona del plural. Desde esta
perspectiva, el "nosotros" connota este aspecto identitario, es decir, el asumirse como parte
del grupo; y de esta manera, se establecen posicionamientos en torno al yo colectivo, y lo
que esto representa en términos de elementos simbólicos y creencias compartidas.
Con base en autores como Pecheux, Maingueneau y Courtine, Haidar plantea que ningún
discurso se produce y circula de manera aislada, sino "que se encuentra en una cadena
infinita de interdiscursividad". 65 Creemos que esta consideración resulta pertinente para el
corpus analizado, por dos razones: 1) es coherente con la intersubjetividad planteada por
Giménez 66 en torno a la construcción identitaria, y 2) los elementos lingüísticos
considerados en el trabajo de campo, se presentan de manera naturalmente dialógica en sus
contextos de producción, circulación y recepción.
5. Resultados y discusión.
68
Con base en Jackobson, Haidar (Op. Cit.) define a las coyunturas como la circunstancia de lugar y de tiempo en que un
determinado sujeto de enunciación organiza su lenguaje en función de un determinado destinatario.
69
Op.Cit., p. 138.
70
GABRIEL PÉREZ SALAZAR, «Trolls y ángeles de la guarda: un estudio de etnografía virtual de la Wikipedia en español»,
Memorias del XXII Encuentro Nacional AMIC 2010 ¿Comunicación posmasiva? Revisando los nuevos entramados
comunicacionales y los paradigmas teóricos para comprenderlos, México, AMIC / Universidad Iberoamericana, 2010.
13
Figura 1: Publicación hecha el 11 de enero de 2013
71
SHOSHANA BLUM-KULKA, «Pragmática del discurso», en El discurso como interacción social. Estudios sobre el
discurso II. compilado por Teun A. Van Dijk, Una introducción multidisciplinaria, Barcelona: Gedisa, 2008, pp. 67-99.
72
PAUL CHILTON Y CHRISTINA SCHÄFFNER, «Discurso y política», en El discurso como interacción social. Estudios sobre
el discurso II. Una introducción multidisciplinaria, compilado por Teun A. Van Dijk, Barcelona: Gedisa, 2008, p. 297-
329, Barcelona, Gedisa.
73
TEUN A. VAN DIJK, «La multidisciplinariedad del análisis crítico del discurso: un alegato en favor de la diversidad», en
Métodos de análisis crítico del discurso, editado por Ruth Wodak y Michael Meyer, Barcelona, Gedisa, 2003, pp. 143-
177.
74
Op. Cit.
75
En Facebook hay diversos recursos de interacción presentes ante un acto comunicativo inicial. Por un lado, es posible
expresar una simpatía o coincidencia con lo publicado, a partir de un botón conocido como "Me gusta". Una segunda
forma más elaborada de interacción, está dada por respuestas expresadas a través de cadenas de caracteres, en los
comentarios que en este grupo aparecen de forma pública.
14
"nuestra fe". Enseguida (Figura 2) mostramos una selección de respuestas en las que se
manifiestan expresiones que son consistentes con dicha pertenencia grupal, aludida por el
enunciador original, y que refuerzan la referencialidad en la interdiscursividad observada.
Fuente: Composición hecha a partir de capturas de pantalla. Los números de la derecha han sido agregados
por los autores de este trabajo para identificar cada intervención discursiva.
76
Para preservar la privacidad de los sujetos participantes en estas conversaciones, hemos distorsionado tanto sus
nombres de usuarios, como sus imágenes de perfil, en aquellos casos en los que aparezcan sus rostros.
15
en cuestión. Es el acto lingüístico de confrontación y no la fe (o la falta de ella), a lo que se
hace alusión en dicho imperativo.
77
Op. Cit, 1999.
78
Chilton y Schäffner, Op.Cit. p. 311.
16
Es en la respuesta número cuatro, donde observamos la expresión de este sentido de
pertenencia de manera absolutamente explícita: "[...] como puede ver somos una
comunidad, una familia yena (sic) de fe [...]". El [nosotros] es expresado con toda claridad,
señalando en esta frase, cuáles son las características que definirían a dicho colectivo, en
este caso, la fe. Ese otro que opera como contraste ante el sentido de pertenencia expresado,
es sugerido, por ende, como aquellos que carecen de fe. Así, el asunto del conflicto
implícito planteado en este comentario, se ubica a partir de un enfrentamiento entre quienes
tienen fe y los que no. La racionalización manifiesta del origen del conflicto es, en esta
enunciación, expresada bajo este esquema: [carencia de fe] que conduce a [ataque a la fe en
la Santa Muerte]. La oración "aki (sic) estamos juntos y amando anuestra (sic) santa
muerte", refuerza el ya señalado sentido de pertenencia al colectivo, que además indica una
acción de veneración. Por otro lado, en esta respuesta, consideramos que es relevante
destacar el uso del verbo “defender”, término que, metafóricamente, sugiere la existencia
de un conflicto entre [nosotros] (los devotos de la Santa) y [ellos] (los que atacan y
critican), y que representa una estrategia para motivar a los integrantes del [nosotros] a re-
afirmar el propio sentido de pertenencia, la identidad específica.
79
Van Dijk, 2003, Op.Cit., p. 154
80
DENYS CUCHE, La noción de cultura en las ciencias sociales, Buenos Aires, Nueva Visión, 1999, p. 111.
17
El 17 de enero, el administrador de este mismo grupo publica una plegaria (Figura
3), que con base Canta, 81 puede ser entendida como un signo que hace visible la relación
con lo sagrado; así como una estrategia de relación dialógica no institucionalizada con lo
divino, como Perdigón 82 sugiere. Es además, una práctica religiosa en línea, que coincide
con lo previamente encontrado por Lövheim y Linderman. 83
81
Op.Cit.
82
Op.Cit.
83
Op.Cit.
84
Como nota contextual, diremos que este grupo alcanzó 12 mil seguidores durante la última semana de enero de 2013; es
decir, personas que reciben automáticamente notificaciones sobre todas las publicaciones hechas en esta página.
18
Figura 4: Comentarios en torno a la figura de la Santa Muerte
El usuario del comentario número cuatro hace una emisión dirigida hacia el objeto
mismo de la veneración (la Santa Muerte), de manera parecida a la oración que había
iniciado esta conversación. Igual que en el primer ejemplo, el sentido de la pertenencia al
colectivo se expresa en el empleo de la primera persona del plural, en la primera parte de la
enunciación: "Gracias por todo lo q (sic) haces, por nosotros y ayúdanos 87 [...]". Luego,
85
Op.Cit.
86
Op.Cit., p. 306.
87
Negritas empleadas por los autores para enfatizar el manejo discursivo.
19
hay un cambio al singular en: "te pido q (sic) le abras los ojos, a todas esas personas
ignorantes, q (sic) solo ven en ti hueso y les ayudes en sus miserables vidas [...]".
4
Fuente: Composición hecha a partir de capturas de pantalla
88
El sentido connotado es contrario a lo que se denota.
89
Op.Cit., 2000.
90
Esta selección fue hecha a partir de una misma conversación, cuyo acto comunicativo inicial no mostramos por no estar
directamente relacionado con la trayectoria seguida por los participantes.
91
Op.Cit., 2000.
20
generación y negociación social de sentidos. Como hemos señalado a partir de Berger y
Luckmann, 92 la identidad es una construcción social. De esta manera, las publicaciones que
hemos identificado con los números 1 y 3, representan la interpretación que estos dos
usuarios hacen, en relación con quienes se adhieren al culto a la Santa Muerte. Como es
posible observar, se trata de planteamientos emitidos desde el exterior del grupo de
creyentes, que en lo discursivo plantean que la adoración a Dios y el culto a la Santa
Muerte, son actos de fe mutuamente excluyentes. Al menos en estos usuarios, tal es la
identificación que se hace en torno a dicha creencia, que evidentemente se basa en una
postura etnocentrista: creer en la Santa Muerte representa para estos enunciadores, un
conflicto en relación con creer en Dios.
Concluyendo este apartado, vale la pena recordar que los conflictos virtuales en
torno a la teología arriba analizados, reflejan las dificultades a las que, como Cuche93
plantea, tiene que enfrentarse un sistema de creencias híbrido y sincrético, como el culto a
la Santa Muerte, para afirmarse como una identidad religiosa específica y autónoma, en un
contexto socio-religioso en el cual, además, representa un grupo minoritario. Algunos de
los conflictos que fueron observados, con base en los planteamientos de la Escuela de
Birmingham, pueden ser entendidos como enfrentamientos en los que el complejo
simbólico de la confesión religiosa hegemónica (el Catolicismo), se manifiesta como un
intento de establecer una "heteroidentidad" 94 que "(…) en una situación de dominación
caracterizada, se traduce en la estigmatización de los grupos minoritarios”. 95 En otras
palabras, es dicho carácter marginal de los seguidores de la Santa Muerte, así como el
complejo simbólico que integra parte de su identidad colectiva, lo que puede estar
detonando los actos del habla denostativos que hemos analizado.
92
Op.Cit., 2006.
93
Op.Cit., p. 118.
94
Según Cuche (1999, pp. 112-113), para un grupo minoritario, la “heteroidentidad” es la imagen de sí construida por un
grupo mayoritario.
95
Cuche, Op.Cit., p.113
21
6. Consideraciones finales.
Como McKenna y West 99 sugieren, el uso de Internet puede representar una salida
para el ejercicio de una religiosidad popular de tipo marginal (como lo es el culto a la Santa
Muerte), que se encuentra en un contexto caracterizado por los prejuicios generalizados y el
ya mencionado señalamiento institucional. El carácter relativamente anónimo que
posibilitan los espacios virtuales observados, permite la participación en este tipo de
grupos. Sin embargo, como hemos constatado y en línea con lo señalado por Dawson,100
96
Op.Cit.
97
Op.Cit., 2000.
98
Op.Cit.
99
Op.Cit.
100
Op.Cit.
22
dicha interacción anónima puede dar lugar también a una serie de tensiones y conflictos
como los observados en los actos del habla disruptivos, que señalamos en el apartado
anterior.
Con base en nuestro análisis, podemos reiterar que en efecto ocurren prácticas
religiosas en línea, que coinciden con lo previamente encontrado por Lövheim y
Linderman: 102 surgen sujetos que discursivamente asumen una posición de autoridad, e
integran el eje en torno al cual se articula dicha práctica. Podemos confirmar entonces, que
la identidad se expresa y se construye de manera constante en la interdiscursividad. Internet
es un espacio en el que el ejercicio de este aspecto fundamental para el ser humano, no solo
es posible, sino que además responde a necesidades que parten de algunas transformaciones
que la modernidad implica: descentración, una relativa independencia ideológica y ajuste
de las prácticas religiosas a las dinámicas personales.
101
Op.Cit.
102
Op.Cit.
23