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En Antioquia[editar]
En Antioquia la trova es especialmente significativa como expresión cultural, dado
que permite expresar o desfogar el carácter fuerte y notorio de la persona de esta
región. La trova en Antioquia ha mantenido al humor muy cercano de lo repentino y
la tradición de cuenteros, con la exageración que caracteriza al paisa.
Características[editar]
Las trovas constituyen un arte excepcional. En la ejecución de la trova paisa, se
improvisan versos cantados con sentido jocoso y competitivo, improvisado y pleno
de exageraciones. Generalmente los cantan dos trovadores, quienes deben
enlazarse uno a otro con la letra de lo que se canta, improvisando, al mismo tiempo
que no pueden perder la rima de los versos, ni mucho menos el sencillo y pegajoso
ritmo de la música. El repentismo que exige, más la necesidad de expresar el
humor, más la rima que la debe acompañar - bien sea esta asonante o consonante
-, hacen de la trova un arte bastante exigente.
Creadores[editar]
Hay consenso sobre que los padres de la trova paisa son don Salvo Ruiz y don Ñito
Restrepo, del municipio de Concordia. Allí, en memoria del llamado "Padre de la
trova", Salvo Ruiz, la municipalidad le ha erigido un monumento considerado parte
de su patrimonio inmaterial.
Patrimonio social y cultural[editar]
Por:
María Paola Zuluaga B.
Medellín se toma la palabra.
Hace tres años el periodista musical Diego Londoño le propuso al rey de reyes de la
trova, Leonardo Jiménez, y al rapero Fly So High, inaugurar Aquí suena Medellín,
una iniciativa que buscaba promover la música independiente en la ciudad. La
propuesta era la siguiente: enfrentar la trova y el rap en un mismo escenario. La
reacción de ambos fue de sorpresa ¡trova y rap!
El experimento resultó ser todo un éxito. Lo más bonito –comentó Diego Londoño–
es que a través de la música se encuentran dos generaciones distintas, que
crecieron en circunstancias y en contextos diferentes. “Es la tierra y asfalto unidos
por la improvisación y la rima”.
Ese encuentro de orígenes, de géneros y de posturas aparentemente incompatibles
e irreconciliables, que divertía a la gente y a la vez demostraba que era posible
crear desde la diferencia, era una gran oportunidad para comunicar el mensaje de
Medellín se toma la palabra. Fue así como en mayo de 2015 esta estrategia, en
alianza con la Revista Música realizó el evento Unidos por el verso: la trova rapea y
el rap trova, que generó una reflexión sobre el valor de la diferencia.
Este año Medellín se toma la palabra le ha apostado a la construcción de paz
territorial desde el lenguaje. Por eso consideró interesante llevar a más públicos la
puesta en escena de la trova y el rap para abordar el disenso, la capacidad de
escuchar, de ponerse en el lugar del otro y de comprender que los conflictos son
inherentes a la convivencia humana. Lo importante es resolverlos por medios
diferentes a la violencia.
Reconocer al otro
“Cuando empiezo a rapear –dice Leonardo Jiménez– y el rapero a trovar nos
paramos en una línea que nos lleva directo al ridículo. Ahí está lo gracioso y lo
interesante: ponerse en el lugar del otro. Ahora yo valoro mucho más el rap, la letra,
la composición”. En estas batallas, agrega, no es solo indispensable escuchar al
otro, sino también ponerse en su lugar.
Tanto el rap como la trova tienen modalidades en las que se enfrentan dos artistas
desde la improvisación. El desafío está en responder con ingenio sin perder la rima.
En el rap se llaman batallas y en la trova antioqueña son tandas. En la trova de
otras regiones y países se denominan controversias.
En el caso del hip hop, El Prodemm –rapero que estará en los próximos encuentros
con Leonardo– comenta que en las improvisaciones muchas veces “uno se
encuentra con artistas que tienen percepciones muy diferentes, inclusive opuestas
a las de uno. Y está bien partir del disenso, a veces el otro tiene argumentos tan
valiosos que lo llevan a uno a replantearse cosas y eso es interesante”.
¿Qué tan distantes nacieron estos géneros?
La trova y el rap tienen orígenes muy diferentes, pero coinciden –en su estilo libre–
en que parten de la improvisación y la rima. Ambos pueden ser repentismo o canto
de improviso, una forma de poesía popular oral que proviene de las necesidades
estéticas y comunicativas que ha tenido el ser humano.
La trova es un género popular de improvisación que tiene diversas expresiones
según el país y la región. Se habla de sus primeras manifestaciones en la edad
media. Posteriormente se han modificado sus formas según la cultura.
El rap, como parte del movimiento hip hop, también tiene un origen popular. Nació
en los años sesenta en Estados Unidos, entre los jóvenes afros y latinos. Con el
tiempo pasó a ser una herramienta para hacer catarsis, narrar las vivencias y
dificultades de los inmigrantes. Fue así como se convirtió en una práctica estética
cargada de contenido político. Además, resultó ser una forma mucho más efectiva
de tramitar los conflictos entre las pandillas, que en vez de golpearse o matarse,
decidieron enfrentarse desde sus habilidades artísticas.
A Colombia llegó en los años ochenta y en las últimas décadas ha tomado gran
fuerza, sobre todo en los centros urbanos. En Medellín el hip hop ha sido asumido
por muchos jóvenes de los barrios populares como un estilo de vida, como una
forma de resistencia frente a la violencia. Se ha convertido en una herramienta
pacífica para expresar opiniones e ideas a través de sus diferentes
manifestaciones: baile, canto, música, grafiti.