El hombre, en su interacción social, conoce a otros y se reconoce frente a ellos, descubre coincidencias y conveniencias; participa de una acción común, colabora, aporta. Asume el papel que le asignan, persigue objetivos compartidos, y al hacerlo cumple sus propios fines. A su vez conoce su entorno, organiza su vida diaria y se vale de todo lo que lo rodea: lo que está próximo, lo que es parte de sus vivencias, de su cotidianidad; todo ello es parte de sí mismo, de sus afectos, de sus valores, de sus tradiciones y cultura. Con todo lo anteriormente mencionado, se puede decir que la identidad es un derecho y vivencia del hombre, del individuo, de la colectividad, reconocimiento de la dignidad de la persona, expresión de su singularidad por encima de su condición social (Camacho Quiroz, 2006). Una de las manifestaciones más evidentes de identificación de los individuos con una cultura lo conforman los valores éticos y morales que actúan como soporte y referentes para preservar el orden de la sociedad. Su aceptación y cumplimiento hacen más llevaderas las tareas y roles que los miembros de determinado grupo social deben cumplir; se dice que los valores expresan la tensión entre el deseo del individuo y lo realizable en lo social. Todos los elementos comunes que unen a un pueblo, una nación, personas, tales como el idioma, la religión, gastronomía, folklore, música, danza, y muchos otros elementos; ese sentimiento común a todos los ciudadanos que conforman un país es lo que conocemos como Identidad Nacional. Esa serie de valores o costumbres pueden ser morales, religiosos, culturales, gastronómicos, sociales, territoriales, en fin, ese conjunto de elementos puede ser de diversa índole siempre y cuando sean comunes a la sociedad. La Identidad Nacional tiene una serie de elementos, si faltara alguno de ellos ya no estaría configurada la Identidad de un país. Estos aspectos han sido contrastados por el fenómeno de la globalización. Podemos decir que la cultura es el conjunto de formas y expresiones que caracterizan a una sociedad determinada. Por este conjunto de formas y expresiones, entendemos creencias, prácticas comunes, reglas, normas, códigos, vestimenta, religión, rituales y maneras de ser que predominan en el común de la gente de esa sociedad. Entonces vemos que cultura son todas esas formas de expresión y tradiciones que caracterizan a una determinada sociedad. Pero como se ven influenciadas estas tradiciones y costumbres, cuando la sociedad se ve inmersa en la globalización.
Al igual que en muchos otros ámbitos, la cultura también se ve impactada con
la llegada de la globalización a un país. Ya que con esta llegan nuevas costumbres y nuevas ideas que se muestran a las nuevas sociedades que se ven inmersas. Cuando hablamos del impacto que tiene la globalización sobre la cultura, hablamos de la adopción de prácticas culturales y de consumo que son características de las naciones capitalistas y que incluye el uso de ciertas marcas ya consolidadas. Con la globalización llega el consumo de las marcas, consumo de medios, consumo de símbolos y celebridades, que tomamos como iconos representativos de una sociedad, que regularmente están asociados y relacionados con modelos comerciales de grandes marcas. Con respecto al impacto que la globalización tiene en la cultura, se puede generalizar agrupando tres enunciados que explican el impacto de la misma. Se ha producido la aparición de una cultura global, que en buena parte es una mundialización de aspectos básicos de la cultura norteamericana actual, con mezcla generosa de ingredientes de otras culturas avanzadas. Esta es la cultura de los grupos que en los diversos países están más identificados con los procesos de la globalización, porque están insertos y han sido beneficiados por el modelo aplicado. Se produce también un resurgimiento de las culturas locales, como reacción contra la globalización, como revalorización de lo propio. Este proceso toma formas muy diversas, desde la búsqueda casi romántica de las propias raíces culturales hasta el fundamentalismo militante y excluyente. Se están generando contraculturas, en los grupos excluidos o marginados del proceso, que probablemente chocarán con las de los no excluidos, en una peligrosa y conflictiva convivencia, en el mismo tiempo y espacio, de grupos con divergentes valores y sentidos de la vida, como puede verse en muchas de las actuales formas delictuales de la lucha de pobres contra pobres. Aspectos sociales: Estratificación Social, estructuras de clases Todas las sociedades humanas y muchas sociedades animales exhiben alguna forma de clasificación de sus componentes. Al hacer estas clasificaciones podemos distinguir diferencias entre las capacidades o características individuales y aquellas que aluden a la posición social de las personas; también debemos diferenciar entre desigualdades que no implican orden de jerarquía y aquellas que sí lo hacen. En la sociedad encontramos diferenciación social cuando se trata de posiciones diferentes pero de nivel o jerarquía equivalente y estratificación social que se basa en la reputación o la riqueza y se expresa en un orden jerarquizado de status sociales. (Dahrendorf 1968 :19).
El concepto de estratificación es un concepto universal que tiene como común
denominador la desigualdad y donde la ordenación social establece los parámetros que regirán las relaciones entre categorías de individuos considerados superiores con otras categorías definidas como inferiores. El concepto de estratificación social es también un concepto dinámico ya que cada sociedad desarrolla un modelo de estratificación compatible con sus necesidades y lo va modificando para acomodar sus nuevas realidades. También encontraremos que hay muchas formas de estratificación social, entre ellas la más familiar para nosotros, el sistema de clases sociales. Los sociólogos hablan de estratificación social para describir las desigualdades que existen entre los individuos y los grupos dentro de las sociedades humanas. Se puede decir que las sociedades se componen de estratos jerarquizados y que los más favorecidos están arriba y los menos privilegiados abajo. Todos los sistemas socialmente estratificados comparten tres características: La clasificación se aplica a categorías sociales de personas que comparten una característica común sin que interactúen o se identifiquen unos con otros. Las experiencias y las oportunidades que se presentan en la vida de las personas dependen de la categoría social a la que pertenezcan. Los estratos que determinan las diferentes categorías sociales tienden a cambiar muy lentamente a lo largo del tiempo. Entre las principales características y cultura de cada clase social encontramos: Clase Alta: La clase alta está formada por familias descendientes de personajes destacados en el mundo de la industria, del comercio, de la banca, la política, la ciencia, el arte, etc. El que ha conseguido la riqueza de la noche a la mañana no se incluye dentro de la clase alta, claro en términos de status social, porque en nuestro país, muchos que han conseguido la riqueza de esa manera si han logrado penetrar a este grupo, aunque muchos decidan permanecer con las mismas costumbres que antes. Clase media: La clase media es una categoría social definida por sus ingresos o patrimonio y comprende los pequeños industriales y comerciantes, algunas profesiones liberales, los artesanos calificados, los agricultores acomodados, los empleados asalariados del sector terciario y los funcionarios medios. Sus intereses económicos no son comunes, pero su unidad reside en sus formas de vida y educación, en sus costumbres e intereses recreativos. Clase baja: Cuando hablamos de clase baja, generalmente nos referimos a los trabajadores y sus familias que viven en situaciones de inferioridad económica y social, por razón de su dependencia del trabajo. Entre las principales características de esta clase encontramos: Subordinación y dependencia: Debido a que esta clase no tiene poder de decisión en la empresa. Se limita simplemente a ejecutar órdenes. Dependencia económica: El trabajador y su familia viven de un salario el cual no es muy elevado, lo cual con el alza de los precios en los productos de primera necesidad no es suficiente para cubrirlos. Pobreza: lo cual es un problema complejo y trascendente con el que la sociedad Dominicana ha tenido que luchar durante muchos años. En nuestro país se ha diferenciado las causas básicas de la pobreza en tres grupos: Causas económicas: Como son el desempleo, desigual distribución de los ingresos, bajos salarios, desatención a la producción agrícola para el consumo interno. Causas institucionales estructurales: las cuales han sido la centralización de la gobernabilidad en el poder ejecutivo, un sistema de salud escasamente regulado y en proceso de reformas, alta tarifa de los servicios, un sistema de seguridad social que recientemente inicia su implementación, escasez en la generalización del agua potable, entre otras. Causa sociales: las cuales son el bajo nivel educativo en la población Dominicana, escasa atención a la formación técnico-profesional, desatención a los programas de vivienda de bajo costo y programas de mejoramiento de viviendas. Interés de las Élites: Nacionalismo Aunque en la actualidad el término nación pueda parecer algo difuso y complicado por el gran cúmulo de elementos que dicha palabra alberga, es indudable que sigue siendo el marco de referencia contemporáneo para el establecimiento de las relaciones nacionales e internacionales. El estado- nación es actualmente el pilar sobre el que se crea la sociedad y la política, y todo grupo humano que se considere parte de una nación viviendo en un estado nacional distinto aspira a crear ese Estado propio donde configurar sus características. No son pocos los ejemplos que podría incluir en estas líneas, y es esto mismo lo que da pie a visualizar la importancia de la nación. No obstante, el sentido de nación ha ido variando a lo largo de los siglos XIX y XX hasta llegar a este nuestro siglo XXI, un proceso verdaderamente reciente desde el punto de vista histórico. El concepto de Estado del Antiguo Régimen que se personificaba en la figura única del monarca fue sustituido, manteniendo más o menos el mismo significado, por el de nación, esta sí personificada en los antiguos súbditos convertidos en ciudadanos. Por lo tanto, podría decirse que la nación era sinónimo de estado, aunque con la variable del modelo político. Citando a Pierre Vilar, Hobsbawm nos dice que «[…] lo que caracterizaba a la nación-pueblo vista desde abajo era precisamente el hecho de que representaba el interés común frente a los intereses particulares, el bien común frente al privilegio […] . Aunque en su propio seno llevara las nociones que derivarían de la nación con posterioridad, en aquel momento no parecía guardar relación con la lengua, la cultura o la etnia. Además, se le puede añadir un componente militar puesto que «la unidad política que demostró ser capaz de resistir al poder imperial al mismo tiempo que encarnaba algunas de las virtudes de la ciudad-estado fue el estado-nación» El nacionalismo es una ideología y un movimiento social y político que surgió junto con el concepto de nación propio de la Edad Contemporánea en las circunstancias históricas de la Era de las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución burguesa, Revolución liberal) desde finales del siglo XVIII. El término nacionalismo se aplica tanto a las doctrinas políticas como a los movimientos nacionalistas: las acciones colectivas de movimientos sociales y políticos tendentes a lograr las reclamaciones nacionalistas. En ocasiones también se llama nacionalismo al sentimiento de pertenencia a la nación propia, algo en principio identificable con el patriotismo, pero distinto si va más allá del mero sentimiento e incorpora contenido doctrinal o acción política en un sentido concreto. Como ideología, el nacionalismo pone a una determinada nación como el único referente identitario, dentro de una comunidad política; y parte de dos principios básicos con respecto a la relación entre la nación y el estado: ● El principio de la soberanía nacional: que mantendría que la nación es la única base legítima para el estado. ● El principio de nacionalidad: que mantendría que cada nación debe formar su propio estado, y que las fronteras del estado deberían coincidir con las de la nación. El nacionalismo se encuentra alrededor del mundo en sus diferentes formas y expresiones. Cada persona se siente identificada por algún tipo de movimiento social nacionalista. Hemos visto que a lo largo de la historia, cada país se ha representado como nacionalista de alguna forma. Y ha habido casos extremos como el mayor ejemplo de una persona nacionalista Adolf Hitler, en La Segunda Guerra Mundial. Civilismo contra Militarismo Uno de los signos más conspicuos de este tiempo venezolano (inicios del siglo XXI), es el retorno de los militares a la política. Expresado el asunto de esa manera, podría suponerse que fueron los propios militares quienes tomaron la iniciativa de politizarse y de interferir en la vida civil, y nos condenaría a la noria de las interpretaciones confusas que han predominado en la historia, alterando un diálogo franco entre civiles y militares. Ese diálogo, a mi juicio, es una de las grandes prioridades venezolanas. Los desafíos de la sociedad democrática no pueden ser asumidos si antes no se despejan las incomprensiones y las reticencias, porque para resolverlos se requiere una relación amónica entre el poder civil y la sociedad, en general, y los militares que forman parte de ella. En el origen de las discordias se inscribe la relación de los militares en el siglo XIX, cuando se alzaron nada más y nada menos que contra José Antonio Páez, el más conspicuo de los militares, porque los civiles que rodearon al gran Centauro, pretendiendo modernizar el país, eliminaron el fuero militar y trataron de rescatar la nación del dominio de las espadas. La República de Páez, oligárquica o deliberativa (como la llamó Augusto Mijares), llevó a cabo con Santos Michelena como secretario de Hacienda, una reforma que pretendió rescatar a la sociedad de las espesas redes del Estado y, rescatar a su vez al Estado convertido en rehén de los antiguos guerreros. En cuanto a los alcances de la civilidad. Ciudadano, es el sujeto activo de derechos civiles y políticos, hasta coronar el cimero ámbito de los Derechos Humanos. Ciudadanía, concepto integral de correlación de dichos derechos. Cívico, todo cuanto se opone y está en contradicción con la violencia, que quedó superada en el nuevo sistema de vida comunal. El Estado, con sus organismos jurídicos y políticos, surge como un proceso y una obra de creación colectiva, del pensamiento y de la mente de hombres civiles que recibieron mandato del pueblo y haciendo cabal ejercicio de soberanía inalienable, lo transfirieron a sus representantes legítimos, para realizar atributos de poder libre y soberano.