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LA IMPORTANCIA DEL USO DE ESTRATEGIAS DE

LECTURA PARA LA COMPRESIÓN LECTORA EN LA


EDUCACIÓN PRIMARIA

Autor: María Eliza Guerrero Valdez


Curso: Pedagogía
ÍNDICE

1. Introducción ……………………………………………………………………………………………………… 3
2. Objetivos 4
3. Marco teórico………………………………………………………………………………………………………4

3.1 ¿Qué es leer? ……………………………………………………………………………………….4


3.2 El proceso de lectura …………………………………………………………………………...5
3.3 Importancia de la lectura …………………………………………………………………..…5
3.4 Causas que afectan el fomento de la lectura en clases ………………………...6
3.5 La lectura compresiva …………………………………………………………………………..7

4. Estrategias de comprensión lectora ……………………………………………………………………10

4.1 ¿Qué es una estrategia? …………………………………………………………………..11


4.2 ¿Por qué se debe enseñar estrategias? …………………………………………….11
4.3 Interacción docente-estudiante en el uso de las estrategias……………..13
4.4 Interacción docente-estudiante en el uso de las estrategias……………..14
4.5 Cuestiones que deberían plantearle al lector…………………………………….15
4.6 Agentes implicados en el proceso de animación a la lectura……………..16
4.7 La evaluación de la comprensión lectora…………………………………………..19
4.8 Estrategias metodológicas como actividades de aprendizaje ……………20

5. Conclusiones ……………………………………………………………………………………………………….21
1. INTRODUCCION
La lectura es una fuente inmensa de placer y es la clave del aprendizaje escolar y se califica
a la lectura como una herramienta básica para el desarrollo de la personalidad, así como
instrumento para la socialización y el éxito escolar.

Sin embargo, el desarrollo de la comprensión lectora no es tarea fácil, en ella intervienen


factores de todo tipo: cognitivos, sensoriales, motrices, emotivos, sociales… que han de
conjugarse necesariamente para lograr una buena comprensión lectora.

Y para mí la lectura es una de las principales prioridades de los docentes en los primeros
años de Educación Básica, ya que es en estos primeros años donde se elabora un conjunto
de patrones que le permitirán al niño tener éxito en sus estudios, en esta etapa la
lectoescritura juega un rol especial ya que de un adecuado al nivel de lectoescritura
dependerá en gran medida el desarrollo del rendimiento escolar del niño.

La enseñanza de la lectura constituye una de las principales prioridades de los docentes de


la Educación Básica, este proceso debe ser apoyado desde el hogar para desarrollar en el
estudiante hábitos lectores que favorezcan su nivel de comprensión y creatividad.
Generalmente, la práctica de la lectura en los niños se considera un proceso obligatorio y
fastidioso, se requiere que padres y maestros sean motivadores que desarrollen y apoyen
las actividades de la comprensión lectora a fin de potenciar la creatividad de los
estudiantes.

Sin embargo, desde el punto de vista práctico, es conocido que el proceso de leer un texto
no significa que de forma inmediata se comprenderá. De ahí la necesidad de realizar
diferentes estrategias didácticas que generen motivos, intereses y conocimientos en los
estudiantes para introducirlos en el apasionante mundo de la literatura.

Es por esto que en el presente trabajo propongo algunas estrategias o métodos para
mejorar la compresión lectora en estudiantes de educación primaria para que de esta
manera tratar que los estudiantes tengan una buena base y pueda comprender y analizar
los textos que leen.
2. OBJETIVOS

El objetivo de este trabajo teniendo en cuenta la introducción, consiste en:

 Se pretende proveer de una información teórica suficientemente amplia y general


que ayude a los docentes tener una idea de que estrategias emplear para ayudar y
mejorar el proceso de aprendizaje de la compresión lectora en los alumnos.

3. MARCO TEORICO
3.1 ¿QUE ES LEER?

De acuerdo con la Unesco, la lectura es el proceso de elaborar el significado por la vía


de aprender las ideas relevantes de un texto y relacionarlas con las ideas que ya se
tienen. En el simposio de lectura realizado en Madrid se estableció que la lectura es la
capacidad de entender un texto escrito, por lo tanto, leer es un proceso de interacción
entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los
objetivos que guían su lectura.

Autores como Solé (2002) definen que leer es un proceso de interacción que tiene lugar
entre el lector y el texto, destacando, que el primero de ellos intenta, a través del texto,
alcanzar algunos unos objetivos que guían su lectura.

Implica, además que siempre se tiene que tener un objetivo que guie la lectura, que
nos quieres decir que siempre leemos para alcanzar alguna finalidad.

Los objetivos de la lectura son, pues, elementos que hay que tener en cuenta cuando se
trata de enseñar a los niños a leer y comprender.

Cada lector, en base a los objetivos que sujete su lectura, llevará a cabo una
interpretación diferente del texto, lo cual como resalta dicha autora, no significa por
supuesto que el texto carezca de sentido, si no que éste tiene para el lector un
significado seguramente diferente al que el autor le imprimió, ya que el lector lleva a
cabo su propia interpretación o construcción del texto, teniendo en cuenta sus
objetivos, intereses, sus conocimientos previos, etc. En base a esto, es importante
resaltar que la diversidad, por supuesto, no sólo atañe a los lectores, sino también a los
textos, ya que cada uno es diferente y con posibilidades distintas.

Según la perspectiva interactiva: Rumelhart, 1977; Adams y Collins,1979; Solé 1987-


asumen que leer es el proceso mediante cual se comprende el lenguaje escrito. En esta
comprensión interviene tanto el texto, su forma y contenido como el lector, sus
expectativas y saberes previos.
Respecto al tipo de lectura podemos diferenciar entre lectura intensiva y extensiva. La
primera de ellas hace referencia a textos más bien cortos, en los que se busca una
comprensión detallada y exhaustiva de los mismos, afianzando y perfeccionando a su
vez las estrategias implicadas en la comprensión lectora. Ésta es una lectura propia de
libros de texto. Mientras que la lectura extensiva, se refiere a textos más extensos,
donde se busca una compresión de carácter global y donde se pone énfasis en el
fomento de hábitos y placeres de la lectura. Es una lectura relacionada más bien con
los libros de biblioteca.

3.2 EL PROCESO DE LECTURA

Antes de hablar sobre estrategias de compresión lectora tenemos que saber cómo
se da el proceso de lectura y entender los pasos a seguir para logra una buena
compresión lectora.Los investigadores consideran que las diferentes explicaciones a
considerar se pueden clasificar en los modelos jerárquicos ascendente -bottom up- y
descendente –top down-.En el primer caso se considera que el lector, ante el texto,
considera sus elementos componentes de manera ascendente empezando por
letras, palabras, frases en un proceso jerárquico llegando hasta la comprensión del
texto.

El modelo descendente –top down- sostiene todo lo contrario: el lector no procede


letra a letra, sino hace uso de sus conocimientos previos, para establecer
anticipaciones sobre el contenido del texto. El proceso también es jerárquico, pero
en este caso descendente: a partir de las hipótesis y anticipaciones previas, el texto
procesado para su verificación y comprensión. Entonces se asume que para leer es
necesario dominar de descodificación y aprender las diferentes estrategias que nos
llevan a la compresión lectora. Se dice además que el lector es un procesador activo
del texto y que la lectura es un proceso constante de verificación y emisión de
hipótesis que conducen a la compresión del texto.

3.3 IMPORTANCIA DE LA LECTURA

Monereo Font (citado en Solé, 2002), doctor en psicología por la Universidad


Autónoma de Barcelona, menciona que la lectura es una de las actividades más
frecuentes, necesarias y presentes tanto en referencia a la vida escolar como en
referencia a la participación activa en nuestra comunidad.

el objetivo de la educación no es únicamente el compendio y memorización de


información, sino que esos conocimientos adquiridos conformen un aprendizaje
significativo, de manera que puedan ser empleados y utilizados en diferentes
situaciones de la vida cotidiana. Por ello la capacidad de acceder, comprender y
reflexionar sobre cualquier tipo de información es fundamental para que los
individuos puedan participar completamente en nuestra sociedad.
La enseñanza de la lectura debería ser la principal prioridad de los docentes de los
primeros años de Educación Básica, ya que es en estos primeros años donde se
elabora un conjunto de patrones que le permitirán al niño tener éxito en sus
estudios, en esta etapa la lectoescritura juega un rol especial ya que de un
adecuado nivel de lectoescritura dependerá en gran medida el desarrollo del
rendimiento escolar del niño.
Se exponen diversas razones acerca de la importancia de la lectura, dónde se
pueden resaltar algunas de ellas como por ejemplo: que ésta permite potenciar la
capacidad de observación, de atención, y de concentración, así como ayuda al
desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje, favorece a su vez la fluidez de éste
además de aumentar el vocabulario y mejorar la ortografía, también ayuda a
manifestar los sentimientos y pensamientos, permite estimular la curiosidad sobre
el ámbito científico e intelectual incrementando a su vez la capacidad de juicio, de
análisis, así como de espíritu crítico, haciendo que el niño lector pronto empiece a
plantearse porqués, sin olvidar que la lectura también es una afición que permite
cultivar el tiempo libre.
Es por estas razones e importancias descritas que podemos ver la importancia de
la lectura y compresión de la misma pues no se trata solo de leer sino también de
comprender e interpretar.
Por lo tanto, en el presente trabajo plantearemos algunas didácticas o métodos
que los profesores pueden aplicar para mejorar la compresión lectora en nuestros
niños de educación primaria puesto en esa etapa de la vida es donde se tiene que
dar las bases para una buena compresión lectora.

3.4 CAUSAS QUE AFECTAN EL FOMENTO DE LA LECTURA EN CLASES

El diseño de la estrategia didáctica para fomentar la lectura planteó la necesidad a


los autores de realizar entrevistas a docentes y estudiantes de primer año de las
diferentes carreras pedagógicas de la Facultad de Educación en la Universidad de
Guantánamo (Cuba), con el objetivo de identificar algunas de las causas que están
afectando el cumplimiento de este importante objetivo.

Los docentes entrevistados (20) consideraron que entre las causas que atentan
contra el fomento de la lectura en las clases se encuentran:

Algunos docentes no tienen desarrollado el amor por la lectura, por lo que


no son ejemplo de buenos lectores para sus estudiantes y por ende no son
capaces de fomentarla.

No todos los docentes están capacitados didácticamente para fomentar la


lectura desde sus clases, por lo que no aprovechan las potencialidades de
las asignaturas para cumplir con este objetivo.
 No existe un verdadero sistema de influencias educativas a favor de la
lectura desde el nivel de primaria hasta la educación superior. La falta de
tiempo con que cuentan los docentes para preparar las clases y buscar
aquellos textos que más motivan a los estudiantes.

 Se continúa con el tradicionalismo en las clases, por lo que,


generalmente, no se potencia la lectura desde el trabajo colectivo, la
realización de seminarios, dramatizaciones, investigaciones, entre otras
vías didácticas. Es insuficiente el vínculo con la familia y la comunidad para
fomentar la lectura.

Entre las causas que al respecto identifican los estudiantes entrevistados son los
siguientes:

 No se les permite leer en las escuelas lo que les motiva. No están


interesados en los textos que los docentes les orientan.
 Algunos docentes no muestran interés real por la lectura, pero obligan a los
estudiantes a leer. En las clases, en contadas ocasiones, los docentes
orientan que los estudiantes lean, pero los alumnos leen más por obligación
que por gusto y es por esto que muy pocas veces comprenden lo que leen.

3.5 LA LECTURA COMPRESIVA

Lograr que los alumnos aprendan a leer y que esta lectura a su vez sea comprensiva,
es uno de los objetivos de los alumnos y los maestros a lo largo de la educación
primaria es por esto que creo que los docentes de educación primaria tienen que
estar capacitados para poder fomentar la lectura en los niños

De hecho, Solé (2002) recalca que, a lo largo de la educación, la lectura sigue dos
caminos: uno de ellos, tiene como objetivo que los alumnos se relacionen con la
literatura y adquieran el hábito de la lectura, el otro, busca que los alumnos se sirvan
de ésta como herramienta para adquirir nuevos conocimientos, es decir, se persigue
el gusto por la lectura, así como el aprendizaje a partir de la misma. Dichos
conocimientos adquiridos de la lectura y comprensión son fundamentales para poder
moverse con autonomía y sin dificultades, por ello, leer y escribir aparecen como
objetivos esenciales en la etapa educativa primaria.

A pesar del esfuerzo dedicado al desarrollo de la competencia lectora, muchas de las


estrategias empleadas, tal como destacan Solé (2002) y Navarro (2008) no son
adecuadas ya que no fomentan la comprensión. Ambos subrayan que una de las
causas de que los esfuerzos y el tiempo dedicados al desarrollo de la comprensión
fracasen es porque se sigue pensando que esta es únicamente un problema de
decodificación dejando de lado otras variables que también desempeñan un papel
importante en la misma. En esta misma línea autores como Muñoz y Shelstraete
(2008), defienden que el aprendizaje de la decodificación es algo necesario en el
desarrollo lector, ya que de hecho el niño que no consigue automatizarla es más
propenso a experimentar dificultades en la comprensión del texto escrito.
Podemos encontrar dos tipos de niños en el ámbito de la lectura, el primer caso son
los llamados disléxicos, los cuales tienen escasas habilidades de decodificación. En el
segundo caso nos encontramos con niños que presentan dificultades tanto a la hora
de decodificar como de comprender, mientras que el último caso, son niños que
poseen unas habilidades adecuadas de decodificación, pero sin embargo no de
comprensión.

Por todo esto, se debe resaltar que la decodificación es necesaria pero no suficiente,
ya que existen otra serie de variables que también influyen en la lectura y en su
comprensión como son: la dificultad que puede entrañar el texto, los conocimientos
previos con los que cuente el lector y los objetivos e intenciones que el lector posee el
respecto de la lectura.Éstos últimos son uno de los aspectos más importantes según
Solé (2002), ya que, por un lado, éstos determinan las estrategias encargadas de
facilitar y garantizar la comprensión, puesto el lector se plantea los objetivos que
tiene al finalizar la lectura, en que empleara el conocimiento adquirido.

Otro de los aspectos a tener en cuenta para que una persona pueda comprometerse y
llevar a cabo una actividad de lectura es que se sienta capaz de leer y de comprender
el texto que tiene en sus manos, ya sea con ayuda o de forma autónoma, ya que de lo
contrario distaría bastante de ser una actividad placentera y agradable.
De hecho, esta problemática es bastante frecuente entre niños, jóvenes y adultos
cuando, por la razón que sea, no pueden alcanzar el nivel de lectura y de
comprensión deseado o exigido, desencadenando de esta manera, un sentimiento de
fracaso que es necesario cambiar y este problema podemos encontrar en la mayoría
de los casos en los niños que se sienten frustrados al no poder comprender algún
texto.

Otro factor importante es la motivación; la lectura ha de resultar atractiva y


estimulante para el lector. Ello propiciará un aprendizaje activo y significativo. Existe
una estrecha vinculación entre comprensión y aprendizaje, es por esto que todos los
maestros deben de buscar estrategias para que los textos que leerán los niños
despierten en ellos cierto interés para que posteriormente lean.
Por tanto, llegamos a la conclusión que el proceso de lectura sigue una serie de fases,
las cuales, conducen hacia la comprensión y la interpretación del texto, como bien
explica Mendoza (citado en Dirección General de Políticas Educativas y Ordenación
Académica, 2007). Éste es representado en la siguiente imagen (Figura 1) las tres
fases principales del proceso (precomprensión, comprensión e interpretación) y las
actividades que se corresponden con cada una de las fases.
Figura 1. Fases del proceso de lectura (Mendoza, 2003, p.183)

El proceso lector se inicia con una iniciativa intuitiva la cual se manifiesta ante la
presencia del texto. Seguidamente se da la precomprensión y finalmente la
comprensión, que es el resultado de una construcción tanto de los significados como
de la elaboración del sentido. Y por último la interpretación, que supone mayor
complejidad ya que implica una valoración propia de lo expuesto en el texto, en esta
última etapa es importante que cada lector de su interpretación del texto que leyó y
de su punto de vista.

No debemos confundir la repetición memorística de un texto con una verdadera


comprensión del mismo, a través de preguntas de inferencia, por ejemplo, podemos
detectar si ha habido una verdadera compresión. La nueva información sólo adquiere
sentido si se asienta sobre conocimientos ya consolidados

Es muy importante que el niño tenga automatizados los procesos básicos para que
pueda aplicar todos sus recursos a procesos cognitivos superiores a la hora de leer
algún texto y estos procesos para la lectura deben de ser enseñados por los docentes
en la educación primaria.

4. ESTRATEGIAS DE COMPRENSION LECTORA


Ahora vamos a tratar el tema de las estrategias y de su enseñanza, por lo que considero
necesario abordar de entrada en qué consiste una estrategia y cuál es el papel que tiene
en la lectura. También una explicación general acerca de lo que supone su enseñanza, y
tratar de dar algunas propuestas.

4.1 ¿QUÉ ES UNA ESTRATEGIA?

Para facilitar la comprensión de este artículo es necesario, primeramente, referirse a


los conceptos de estrategia didáctica y fomento de la lectura.

En relación con el concepto de estrategia, resulta importante plantear que no existe


ninguna definición universalmente aceptada ya que se emplea con diversas
acepciones. Este concepto tiene sus orígenes en el campo militar y está muy
vinculado al término de táctica.

Por lo que en la mayoría de los países latinoamericanos la estrategia se relaciona


con las acciones de carácter general que se deben realizar para alcanzar un objetivo,
estas se plantean con efecto a mediano y a largo plazos. La táctica se refiere al cómo
se cumplirán las estrategias, por lo que incluye los métodos, las técnicas, las
actividades, las tareas, los instrumentos y vías específicas para valorar el
cumplimiento de los objetivos.
Las estrategias se clasifican de diferentes maneras en correspondencia con las
distintas ramas de la ciencia. Por lo que en la actualidad existen estrategias de
desarrollo, de motivación, militares, de investigación, de dirección, de gestión, de
comunicación, de marketing, educativas, didácticas, entre otras. En este caso nos
planteamos una estrategia didáctica, para lo cual asumen la definición planteada
por el Dr. José Bernardo Carrasco, quien plantea que: “las estrategias son todos
aquellos enfoques y modos de actuar que hacen que el profesor dirija con pericia el
aprendizaje de los alumnos. La estrategia didáctica, pues, se refiere a todos los actos
favorecedores del aprendizaje” (Carrasco, 2004, p. 83).

Actualmente las estrategias didácticas se clasifican en dos tipos:

• Estrategias de enseñanza. Son procedimientos empleados por el profesor


para hacer posible el aprendizaje del estudiante. Incluyen operaciones
físicas y mentales para facilitar la confrontación del sujeto que aprende con
el objeto de conocimiento. (Ferreiro, 2005).

• Estrategias de aprendizaje. Procedimientos mentales que el estudiante


sigue para aprender. Es una secuencia de operaciones cognoscitivas y
procedimentales que el estudiante desarrolla para procesar la información y
aprenderla significativamente. (Ferreiro, 2005).

Como estrategias didácticas se mencionan los mapas conceptuales, los


organizadores previos, la comprensión de textos, las preguntas intercaladas,
las ilustraciones, los resúmenes, entre otras.

4.2 ¿POR QUÉ SE DEBE ENSEÑAR ESTRATEGIAS?

Se ha comentado ya que en torno a la lectura se han suscitado polémicas encendidas y


debates apasionados. Sin embargo, no todo es discrepancia. Existe un acuerdo
generalizado, al menos en las publicaciones que se sitúan en una perspectiva
cognitivista/constructivista de la lectura en aceptar que, cuando se posee una habilidad
razonable para la descodificación, la comprensión de lo que se lee es producto de tres
condiciones (Palincsar y Brown, 1984):

1. De la claridad y coherencia del contenido de los textos, de que su estructura


resulte familiar o conocida es decir tener algunos conocimientos previos de lo
que se lee, y de que su léxico, sintaxis y cohesión interna posean un nivel
aceptable. Algunos autores se refieren a ello como a las propiedades de los
considerate texts (Anderson y Armbruster, 1984).

2. Del grado en que el conocimiento previo del lector sea pertinente para el
contenido del texto. En otras palabras, de la posibilidad de que el lector posea
los conocimientos necesarios que le van a permitir la atribución de significado
a los contenidos del texto. Si nos remitimos a la noción de aprendizaje
significativo, esta condición es la que Ausubel y colaboradores (1983)
denominan «significatividad psicológica». Es decir, para que el lector pueda
comprender, es necesario que el texto en sí se deje comprender y que el
lector posea conocimientos adecuados para elaborar una interpretación
acerca de él.

Al referirnos al «conocimiento previo adecuado» o pertinente del lector, no


estamos aludiendo a que «sepa» el contenido del texto, sino a que entre éste
y sus conocimientos exista una distancia óptima que permita el proceso de
atribución de significados que caracteriza la comprensión. Con todo, estas
condiciones son necesarias, pero no suficientes. La comprensión depende aún
de otro factor, descrito por Palincsar y Brown (1984).

3. De las estrategias que el lector utiliza para intensificar la comprensión y el


recuerdo de lo que lee, así como para detectar y compensar los posibles
errores o fallos de comprensión. Estas estrategias son las responsables de que
pueda construirse una interpretación para el texto y de que el lector sea
consciente de qué entiende y qué no entiende, para proceder a solucionar el
problema con que se encuentra. Puede ser un poco difícil explicar esto para
que se entienda, puesto que usted, como todos los lectores expertos, utiliza
las estrategias de forma inconsciente. Mientras leemos y vamos
comprendiendo, no ocurre nada; el procesamiento de información escrita que
requiere el acto de lectura se produce de una manera automática. Sin
embargo, cuando encontramos algún obstáculo -una frase incomprensible, un
desenlace totalmente imprevisto, que se contradice con 7 nuestras
expectativas, una página incorrectamente colocada, que hace imposible
nuestra comprensión, es por esto que los docentes deben de seleccionar
correctamente los textos que leerán sus alumnos para de esta manera evitar
todo tipo de error que puede producir confusión en los alumnos.

Cuando nos encontramos ante alguna de las eventualidades que he señalado,


u otras parecidas, nos resulta imprescindible parar la lectura y proceder a
atender el problema que nos ocupa, lo que implica dispensarle
procesamiento y atención adicional y, la mayoría de las veces, realizar
determinadas acciones (releer el contexto de la frase; examinar las premisas
en que se basan nuestras predicciones sobre el que debería ser el final de la
novela... y otras muchas).

Hemos entrado de lleno en un «estado estratégico», caracterizado por la


necesidad de aprender, de resolver dudas y ambigüedades de forma
planificada y deliberada, y que nos hace ser conscientes de nuestra propia
comprensión. En el estado estratégico somos plenamente conscientes de lo
que perseguimos -por ejemplo, asegurarnos de que aprendemos el contenido
del texto, o clarificar un problema de comprensión- y ponemos en marcha
acciones que pueden contribuir a la consecución del propósito.
Simultáneamente, nos mantenemos alerta evaluando si logramos nuestro
objetivo, y podemos variar nuestra actuación cuando ello nos parece
necesario.

¿Por qué es necesario enseñar estrategias de comprensión? En síntesis,


porque queremos hacer lectores autónomos, capaces de enfrentarse de
manera inteligente a textos de muy distinta índole, la mayoría de las veces
distintos de los que se usan cuando se instruye. Esos textos pueden ser
difíciles, por lo creativos o porque estén mal escritos. En cualquier caso, dado
que responden a una gran variedad de objetivos, cabe esperar que su
estructura sea también variada, así como lo será su comprensibilidad. Hacer
lectores autónomos significa también hacer lectores capaces de aprender a
partir de los textos. Para ello, quien lee debe ser capaz de interrogarse acerca
de su propia comprensión, establecer relaciones entre lo que lee y lo que
forma parte de su acervo personal, cuestionar su conocimiento y modificarlo,
establecer generalizaciones que permitan transferir lo aprendido a otros
contextos distintos.

La aportación de Pozo (1990), que define las estrategias alrededor de la


elaboración del texto escrito actividades realizadas para aprender a partir de
él como estrategias de elaboración y de organización del conocimiento, en el
tramo superior de la jerarquía de las estrategias de aprendizaje, me parece
muy sugerente. Estas estrategias se requieren para aprender a partir de lo
que se lee, pero también cuando el aprendizaje se basa en lo que se escucha,
en lo que se discute o debate. Enseñar estrategias de comprensión
contribuye, pues, a dotar a los alumnos de recursos necesarios para aprender
a aprender.

4.3 ¿QUÉ ESTRATEGIAS SE DEBE ENSEÑAR? Y PROCEDIMIENTO PARA USO DE LAS


ESTRATEGIAS

Las estrategias que vamos a enseñar deben permitir al alumno la planificación de la


tarea general de lectura y su propia ubicación -motivación, disponibilidad- ante ella;
facilitarán la comprobación, la revisión y el control de lo que se lee, y la toma de
decisiones adecuada en función de los objetivos que se persigan. Como ha sido puesto
de relieve por varios autores (Monereo, 1990; Nisbet y Shucksmith, 1987; Palincsar y
Brown, 1984; Pozo, 1990), son diversas las descripciones de estrategias existentes en la
literatura. Además de que dichas clasificaciones suelen observar discrepancias lo que a
veces es considerado una estrategia, otras es una técnica-, presentar listados de
estrategias tiene el peligro de convertir lo que es un medio en un fin de la enseñanza en
sí mismo. Es fundamental que estemos de acuerdo en que lo que queremos no son
niños que posean amplios repertorios de estrategias, sino que sepan utilizar las
estrategias adecuadas para la comprensión del texto.

Por otra parte, los listados pueden ayudarnos a caer en la tentación de enseñar las
estrategias no como tales estrategias, sino como técnicas o procedimientos de nivel
inferior -como de hecho ocurre ya en diversas propuestas-, es decir, como
procedimientos que detallan y prescriben lo que debe constituir el curso de una acción,
en este caso de lectura. Ya hemos establecido que las estrategias son otra cosa, y como
tal tendremos que enseñarlas.
Al inicio de las clases o de una unidad el profesor debe explorar con sus estudiantes el
propósito del aprendizaje de una determinada habilidad o tema, que los anime a
participar estableciendo objetivos para la clase o unidad, a sugerir estrategias y
procedimientos, las tareas a ejecutar para construir conocimiento, en otras palabras,
enseñarle al estudiante a planificar su propio aprendizaje. En este sentido, en las
primeras instancias, el profesor debe preparar una serie de estrategias y
procedimientos basados en el aprendizaje experiencial y por descubrimiento, iniciando
la clase en una secuencia tal que comience con la exploración de lo que los estudiantes
ya saben por su experiencia de vida y su previo aprendizaje escolar para conducirlos
paulatinamente a lo que ellos desearían saber.

Durante todo el proceso enseñanza aprendizaje, debe crear las instancias para que
todos los estudiantes participen activamente, privilegiando el trabajo en grupos, en
equipo, por parejas e incentivándoles a formularse interrogantes respecto de lo que
están aprendiendo, guiándoles a descubrir por sí mismos las respuestas a ellas,
mediante diversos procedimientos, que con el transcurso del tiempo se van haciendo
más conocidos para los estudiantes. Es preciso que los estudiantes extraigan el máximo
de provecho de las ayudas visuales (programas de T.V., documentales), ya que ellas les
permiten ejercer procesos de pensamiento y además les permite discriminar acerca de
las actitudes de su aprendizaje, en elegir los objetivos.

4.4 INTERACCIÓN DOCENTE-ESTUDIANTE EN EL USO DE LAS ESTRATEGIAS

La interacción profesor y estudiante, estudiantes y estudiantes, estudiantes y


profesor es vital para el proceso de aprendizaje. El profesor, mediante preguntas,
debe guiar a sus estudiantes a pensar, es decir, a observar, comparar, encontrar
similitudes y diferencias, a relacionar, a avanzar hipótesis, a deducir, inferir, entre
otros procesos de pensamiento para que estos lleguen por sí solos a encontrar las
regularidades de un proceso, las leyes o principios que los rigen, o llegar a
definiciones tentativas mediante la formulación de hipótesis. En este proceso, el
estudiante va construyendo nuevos conocimientos, encontrándole sentido al
relacionarlo con sus propios conocimientos previos sobre la vida y, al descubrir que
este conocimiento le permitirá abordar otros nuevos con mayor facilidad o aplicarlo
para solucionar Metodología para el desarrollo de la comprensión lectora en el
proceso enseñanza aprendizaje.

Todo proceso mediado por el profesor debería conducir al logro de un aprendizaje


significativo para el estudiante. Evidentemente, la disposición favorable al
aprendizaje por parte del estudiante dependerá de la pertinencia y relevancia que
tiene para él el tema abordado, el nivel de desafío que representa la tarea a
ejecutar, de la situación de aprendizaje, de los medios utilizados para crear dicha
situación, de las estrategias y procedimientos seleccionados por el profesor para
abordar la tarea y por cierto de su propia competencia cognitiva.
Esta competencia cognitiva de cada estudiante es lo que se debe ir desarrollando a
través de los contenidos abordados y de los objetivos propuestos. El estudiante
debe ir tomando conciencia de la forma que le es más fácil aprender, detectar
cuáles son los impedimentos que encuentra en su aprendizaje, aprendiendo a
reconocer sus propias habilidades y aplicar estrategias apropiadas en el momento
propicio para salvar dichos procedimientos.

También es muy importante la relación de motivación que tenga los docentes con
los alumnos ya que es necesario que el estudiante sepa qué debe hacer, que se
sienta capaz de hacerlo y que encuentre interesante lo que se le propone que haga.
La primera condición remite a los objetivos que presiden la lectura, las otras dos se
pueden analizar conjuntamente. Un factor que contribuye a que se encuentre
interesante leer un determinado material consiste en que éste le ofrezca al
estudiante retos que pueda afrontar.
Así, parece más adecuado utilizar textos no conocidos, aunque su temática o
contenido deberían resultar en mayor o menor grado familiares al lector. Hay que
tener en cuenta que hay situaciones de lectura más motivadoras que otras; por
ejemplo, la práctica de una lectura fragmentada, muy frecuente en las escuelas, es
más adecuada para trabajar la lectura en determinados aspectos. En cualquier caso,
este tipo de lectura nunca debería ser utilizado en exclusividad.
Las situaciones de lectura más motivadoras son también las más reales: es decir,
aquellas en las que el niño lee para evadirse para sentir el placer de leer, cuando se
acerca al rincón de biblioteca o acude a ella. O aquellas otras en las que con un
objetivo claro aborda un texto y puede manejarlo a su antojo, sin la presión de una
audiencia. Es muy común entre los estudiantes el uso de técnicas tradicionales de la
lectura entre las que se identifican el subrayado y el resaltado que son las más
fáciles de aplicar por parte de los estudiantes, resaltar y resumir son dos técnicas
sencillas que aplicadas al proceso de la lectura le permite a los estudiantes
interpretar de forma sencilla el contenido de un texto. Un importante porcentaje de
estudiantes presentan problemas de comprensión lectora, se debe ejercitar de
manera continua la práctica de la lectura, limitándose su capacidad para el
razonamiento y el análisis de los textos literarios, uno de los procesos que deben ser
atendidos por parte de los docentes es el de la lectura a fin de que el estudiante
desarrolle al máximo sus habilidades.
La mayoría de los estudiantes presentan problemas para la comprensión de textos,
se evidencia una falta de aplicación y de ejercitación en el uso de técnicas de lectura
que ayuden a los estudiantes a comprender lo que leen, y que favorezcan el proceso
de razonamiento. La enseñanza de la lectura es una actividad que no solo debe ser
cultivada en la escuela, se requiere que este hábito sea estimulado de manera
constante desde el hogar para lograr que el estudiante lo convierta en una práctica
diaria de su vida común. La mayoría de los estudiantes prefieren los cuentos y las
historias, por lo que se puede aprovechar este recurso, los cuentos son una
herramienta poderosa para atraer la atención de los estudiantes.

4.5 CUESTIONES QUE DEBERÍAN PLANTEARLE AL LECTOR

Es adecuado pensar en aquello que deben posibilitar las distintas estrategias que se
utiliza cuando se lee, y que habrá que tener en cuenta a la hora de enseñar. En un
interesante trabajo, Palincsar y Brown (1984) sugieren que las actividades cognitivas
que deberán ser activadas o fomentadas mediante las estrategias son las que le
describo a continuación. Se ha intentado precisar las cuestiones que plantean o
deberían plantearle al lector, cuya respuesta es necesaria para poder comprender lo
que se lee.

1. Comprender los propósitos explícitos e implícitos de la lectura. Equivaldría


a responder a las preguntas: ¿Qué tengo que leer? ¿Por qué/para qué tengo
que leerlo?

2. Activar y aportar a la lectura los conocimientos previos pertinentes para el


contenido de que se trate. ¿Qué sé yo acerca del contenido del texto? ¿Qué
sé acerca de contenidos afines que me puedan ser útiles? ¿Qué otras cosas sé
que puedan ayudarme: ¿acerca del autor, del género, del tipo de texto?

3. Dirigir la atención a lo que resulta fundamental en detrimento de lo que


puede parecer trivial (en función de los propósitos que uno persigue; punto
1.). ¿Cuál es la información esencial que el texto proporciona y que es
necesaria para lograr mi objetivo de lectura? ¿Qué informaciones puedo
considerar poco relevantes, por su redundancia, por ser de detalle, por ser
poco pertinentes para el propósito que persigo?

4. Evaluar la consistencia interna del contenido que expresa el texto y su


compatibilidad con el conocimiento previo, y con lo que dicta el «sentido
común». ¿Tiene sentido este texto? ¿Presentan coherencia las ideas que en él
se expresan? ¿Discrepa abiertamente de lo que yo pienso, aunque sigue una
estructura argumental lógica? ¿Se entiende lo que quiere expresar? ¿Qué
dificultades plantea?

5. Comprobar continuamente si la comprensión tiene lugar mediante la


revisión y recapitulación periódica y la autointerrogación. ¿Qué se pretendía
explicar en este párrafo - apartado, capítulo? ¿Cuál es la idea fundamental
que extraigo de aquí? ¿Puedo reconstruir el hilo de los argumentos
expuestos? ¿Puedo reconstruir las ideas contenidas en los principales
apartados? ¿Tengo una comprensión adecuada de los mismos?
6. Elaborar y probar inferencias de diverso tipo, como interpretaciones,
hipótesis y predicciones y conclusiones. ¿Cuál podrá ser el final de esta
novela? ¿Qué sugeriría yo para solucionar el problema que aquí se plantea?
¿Cuál podría ser -tentativamente- el significado de esta palabra que me
resulta desconocida? ¿Qué le puede ocurrir a este personaje?, etc. A todo ello
cabría añadir que las estrategias deben ayudar al lector a escoger otros
caminos cuando se encuentre con problemas en la lectura. Aunque Palincsar
y Brown no se manifiestan a este respecto, podemos suponer que estarían de
acuerdo en que todo lo que implican o deberían implicar las estrategias de
lectura (es decir, puntos 1, 2, 3, 4, 5, 6) sería bastante poco útil si no se
encontrara subyacente la idea de revisión y cambio de la propia actuación
cuando sea necesario.

4.6 AGENTES IMPLICADOS EN EL PROCESO DE ANIMACIÓN A LA LECTURA

La animación a la lectura supone todo un proceso educativo; parte de los


conocimientos que el niño posee en el campo de la lectura y los amplía a través
de la animación, por ello cuando hablamos de animación a la lectura, hablamos
de educar para leer. En este sentido, autores como Montserrat (1998) defienden
que la animación a la lectura intenta ser una solución ante el problema de la
educación del lector, ya que hay que tener en cuenta que leer es un ejercicio
duro en el que son necesarias tanto orientaciones como estímulos para su logro.
Es por ello por lo que se debe educar al niño, para que descubra los libros, para
que desarrolle la afición por la lectura y para que, sobre todo, adquiera la
habilidad y el hábito lector.
Para lograr dicho hábito se requiere un medio social, escolar y familiar que
estimule y oriente dicho proceso, ya que, de lo contrario, será muy difícil
adquirirlo. Es por tanto de gran importancia en el ámbito de la animación a la
lectura el equipo mediador, (Equipo Peonza, 2001) el cual juega un papel
fundamental sobre todo en las primeras edades en las que el niño no es ni
siquiera capaz de descifrar el código escrito y sus lecturas dependen del adulto.

Posteriormente, aunque consiga descifrarlo sigue requiriendo la figura de éste


para que ponga a su alcance las obras más adecuadas, atendiendo a su edad,
nivel de comprensión y a sus intereses. Cierto es, que la tarea del mediador va
cambiando a medida que la edad del niño aumenta, ya que éste va adquiriendo
mayor autonomía para disponer de los libros que desee, va a poseer una mayor
capacidad de decisión, de crítica, etc. Pero a pesar de esto, el mediador siempre
debe mantenerse al lado del niño durante todo este proceso, así como actuar
bajo una actitud de comprensión y de respeto hacia la libertad del mismo, es por
lo que es conveniente que el mediador mantenga una discreta distancia, pero
procurando siempre, por encima de todo, dar respuesta a sus diferentes
demandas y necesidades.
Entre los agentes mediadores, destaca fundamentalmente en su labor de
estimulación a la lectura, la familia. El ámbito familiar es donde suele darse el
primer contacto con el mundo de los libros y donde el pequeño lector suele
descubrir el libro y su valor. Unos padres familiarizados con el mundo del libro y
de la lectura serán, sin duda, unos estupendos mediadores, capaces de transmitir
a su hijo ese amor a la misma, destacando, además, los beneficios que la lectura
les aporta, como, por ejemplo: mayor habilidad a la hora de resolver conflictos,
una mayor superación de los temores, un mayor nivel de creatividad, así como
de autoestima, etc.
Por todo ello, es muy importante que el estímulo lector comience de la mano de
los padres desde las primeras edades, para que, de esta manera, sobre el libro
recaiga una gran carga afectiva y permita preparar el camino para el posterior
desarrollo del hábito lector. En este sentido, la familia debe poner en práctica
todo tipo de actividades que favorezcan el descubrimiento de la lectura, como
podrían ser poner al niño en contacto con la librería y con la biblioteca. Pero sin
duda la mejor actividad es toda aquella que cuente con la compañía y la
orientación de los padres, con el estímulo permanente de éstos y nunca con el
chantaje y la presión. Vale la pena intentar compartir con los hijos la pasión por
los libros.

Otro mediador también fundamental en el desarrollo del hábito lector es la


escuela, los maestros. El centro educativo, debido al tiempo que los niños pasan
en él, tiene una responsabilidad especial en cuanto a la animación a la lectura y
realiza una labor complementaria a la acción familiar. Es por ello que en la
escuela no puede faltar la existencia de una biblioteca escolar, bien dotada de
recursos literarios para dar respuesta a la diversidad de niveles, gustos y
necesidades de los lectores, así como también, saber diferenciar entre la lectura
funcional y la lectura como hábito, ya que la lectura que se desarrolla en el
campo de animación a la lectura debe alejarse de obligaciones, calificaciones,
tareas, etc. Por otro lado, es de suma importancia crear un clima en el que la
animación a la lectura esté presente día tras día, y no sólo se haga referencia a la
misma en días señalados. Así pues, al igual que ocurre con los padres, los
maestros también deben ser cómplices de esa pasión por la lectura para poder
transmitírsela a sus alumnos de una manera más eficaz y motivadora.
Por último, insistimos en que para realizar una tarea eficaz es imprescindible la
colaboración y sintonía entre ambos contextos el familiar y el escolar. Cabe
resaltar que el proceso de aprender a leer no es muy diferente a otros procesos,
siendo muy importante que el niño encuentre el sentido de sus acciones, así
como que cuente con la ayuda insustituible tanto del maestro como de su
familia, ya que estos le permitirán que su inicio en el proceso de aprendizaje de
la lectura sea un reto apasionante y constituya una primera experiencia
gratificante que le invite a continuar.
La biblioteca es un mediador que dirige su labor hacia un público previamente
ya prendado de la lectura. Para asegurar el éxito de su función mediadora y
animadora de la lectura, ésta debe reunir una serie de características: debe ser
un lugar acogedor, debe disponer además de fondos buenos y variados, sin
olvidar, una serie de cualidades imprescindibles que debe reunir el bibliotecario,
como, por ejemplo: aportador de ayuda, orientador en la elección de las lecturas,
etc. Por otro lado, es importante mencionar el importante papel estimulador que
juegan, de forma conjunta, las bibliotecas y los centros educativos, ya que
principalmente, es en éstos donde se encuentran sus futuros usuarios.
Por ello es conveniente llegar a cabo una coordinación entre los bibliotecarios y
los maestros, cuyo objetivo sea un mayor conocimiento acerca del
funcionamiento de la biblioteca (búsqueda, préstamos), la animación a la lectura,
así como de forma paralela, la formación y el intercambio de experiencias entre
maestros y bibliotecarios, para enriquecer los conocimientos y la formación de
ambos.

En el ámbito extraescolar pero relacionado con éste, debemos tener en cuenta a


otro agente mediador: la librería, el librero. Este ha de ser un amante del mundo
de la lectura y ejercer de animador y mediador entre los clientes y los libros.
Actualmente el librero se ve obligado a combinar las exigencias comerciales de
su profesión con actitudes constantes de animación a la lectura, sobre todo en
edades tempranas, ya que esta última le garantizará el futuro de su negocio. De
hecho, cada vez más libreros desarrollan varias propuestas para llevar a la
práctica ambas facetas: sesiones de cuenta cuentos, mesas redondas,
exposiciones de autores, etc. Estas actuaciones van dirigidas, principalmente, a
niños y a jóvenes, pero también a los mediadores que desempeñan su labor de
animación a la lectura: padres, maestros y bibliotecarios, "es en este sentido
cuando el librero desarrolla una función de mediadores entre los mediadores"
(Equipo Peonza, 2001, p. 65).
Existen, por último, otra serie de agentes mediadores secundarios o indirectos
pero cuya importancia a la hora de fomentar e instigar a la lectura no es nada
desdeñable: los editores, los medios de comunicación, el grupo de amigos.

4.7 LA EVALUACIÓN DE LA COMPRENSIÓN LECTORA

Una compresión lectora adecuada es uno de los factores imprescindibles para


alcanzar una eficiente competencia lectora, sin olvidar, que, para llegar a
comprender, es muy importante que los alumnos logren alcanzar unos niveles
suficientes de fluidez y velocidad lectora. Incluso cuando, la fluidez y la velocidad
son necesarias, no resultan suficientes para lograr la comprensión del alumno, ya
que pueden presentarse casos en los que se obtengan altos niveles de fluidez y
velocidad, pero, sin embargo, bajos niveles de comprensión y estos casos se dan
cuando los alumnos muchas veces leen y no entienden lo que leen. Estos suelen
darse cuando los alumnos se centran en leer todo lo rápido que pueden y con una
adecuada entonación, pero sin intentar comprender lo que están leyendo. Por
ello, autores como Solé (2002) y D´Angelo (2003) resaltan la dificultad de evaluar
la comprensión lectora debido a la complejidad de factores que intervienen y a las
múltiples relaciones existentes entre ellos.
Por este motivo, defienden que a menudo se suele confundir el trabajo para
adquirir y evaluar la comprensión lectora con la evaluación de elementos que
forman parte de la misma, como la velocidad, la memoria, la expresión oral, la
riqueza de vocabulario, etc. Para no recaer en confusiones como las señaladas se
han elaborado varias pruebas para su medición. La mayoría de éstas estriban en
emplear una serie de respuestas y preguntas acerca del tema del texto,
discriminando entre preguntas literales, es decir, acerca de información explícita
del texto, preguntas sobre información implícita y preguntas críticas del texto.
Otra línea de evaluación consiste en utilizar diversas variantes de la técnica cloze,
la cual consiste en eliminar determinadas palabras de un texto que deben de ser
adivinadas por el lector. Finalmente, otras pruebas consisten en evaluar la
comprensión sobre usos reales, por ejemplo, a través del seguimiento de
instrucciones. Por otro lado, la evaluación de la comprensión lectora en el informe
PISA, según Cuevas y Vives (2005), se determina a partir del análisis de tres
dimensiones: contenido, competencias cognitivas y contexto, los cuales serán
explicados a continuación.
El contenido, hace referencia al modo de lectura que debe emplearse para poder
comprender cada texto. En cuanto a las competencias cognitivas, se puede decir
que éstas hacen referencia a una serie de acciones, como son, la recuperación de
la información, la interpretación del texto, la reflexión y a la evaluación. Y por
último nos encontramos con el análisis del contexto. Sobre éste, el informe PISA
distingue tres dimensiones contextuales: texto de uso personal, texto de uso
público y texto de uso ocupacional o laboral, a partir de los cuales, se van a definir
cinco niveles de compresión lectora, los cuales permitirán evaluar la capacidad de
comprensión del alumno.
Estos niveles abarcan desde la compresión más sencilla hasta niveles de
comprensión más sofisticados.
Autores como D´Angelo (2003), defienden que existen tres perspectivas distintas
para mejorar la comprensión. La primera de ellas hace referencia a la mejora de
los materiales de la lectura, es decir, las características que deben reunir y cumplir
los textos para facilitar su comprensión (estructura coherente, presencia de
gráficos o dibujos, inclusión de introducción, justificación, etc.).
La segunda consiste en instruir a los alumnos en una serie de técnicas de estudio
que permitan mejorar la comprensión (subrayar, realizar resúmenes, esquemas,
etc.)
Y, por último, la tercera perspectiva hace referencia a mejorar las estrategias de
lectura que se emplean mientras se lee (hacerse preguntas, relacionar la
información del texto con los conocimientos previos, etc.). Hay que tener en
cuenta los casos en los que se pretende mejorar la comprensión, pero además
también concurren problemas en la decodificación. Este es el caso de alumnos que
presentan dificultades en esta última, así como también problemas de
comprensión cuando se les integra en programas para mejorarla, debido a la
pobreza de vocabulario.
De Campos (2002) señala que la respuesta más común ante estos casos suele ser
la de proporcionar a los alumnos textos bastante simples para facilitar su
comprensión, sin darse cuenta, que el efecto producido no es el esperado, ya que
así ni se sacará valor educativo de la lectura ni se le permitirá incrementar su
vocabulario lector, además de provocar un sentimiento de rechazo producido por
el escaso atractivo de los textos. Por lo tanto, la respuesta más adecuada sería
permitir a los alumnos ejercitar las reglas de decodificación a través del mayor
número de palabras posibles, pero siempre, partiendo de las proposiciones más
sencillas para después continuar con las más complejas.

4.8 ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS COMO ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

Las estrategias metodológicas permiten identificar aspectos como: principios,


criterios y procedimientos que configuran la forma de actuar del docente en
relación con la programación, implementación y evaluación del proceso de
enseñanza aprendizaje, estas se construyen a partir de actividades de aprendizaje
que pueden ser de dos tipos:

 Actividades memorísticas; que son diseñadas de forma específica para el


trabajo basado en contenidos, constituyen un primer momento para la
realización de una actividad de aprendizaje, es a partir del inicio donde se
estructura la actividad con procesos más complejos que permiten
garantizar los aprendizajes:

 Memorizar una definición, un hecho, un poema, un texto.


 Identificar elementos de un conjunto.
 Recordar.
 Aplicar fórmulas y reglas para la resolución de problemas”
Cárdenas, (2004 pág. 20).

 Actividades comprensivas, son el conjunto de estrategias metodológicas


indicadas para procesos de mayor nivel, se estructuran o componen de
actividades de trabajo mental, estas permiten construir y reconstruir
significados:

 Resumir, interpretar, generalizar requieren comprender una


información previa y reconstruirla.
 Explorar, comparar, organizar, clasificar datos, exigen situar la
información con la que se trabaja en el marco general de su
ámbito de conocimiento y realizar una reconstrucción global
de la información de partida.
 Planificar, opinar, argumentar, aplicar a nuevas situaciones,
construir, crear exigen construir nuevos significados, construir
nueva información.

5. CONCLUSIONES

 Muchas veces los docentes no utilizan estrategias metodológicas para fortalecer el


desarrollo de la comprensión lectora en el desarrollo de sus clases, esto afecta el
aprendizaje de los estudiantes.
 Los docentes no están capacitados en el uso de las estrategias metodológicas para
su aplicación en clases y en otros casos los mismos docentes no tienen el interés
por leer y no pueden motivar de forma correcta a los estudiantes a leer.
 Los docentes no promueven tareas de investigación para estimular los
aprendizajes significativos, la investigación aplicada al aula permite al niño adquirir
nuevos conocimientos y reforzar su aprendizaje, además que favorece la
investigación y la inventiva en el niño.
 Para lograr que los alumnos tengan una buena compresión lectora se tiene que
formar un equipo entre los docentes y familiares puesto que en casa es muy
importante que incentiven a los niños a leer.

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