Mis hermanos muy buen día.

Vamos a orar.

Como ustedes saben ya tenemos a las puertas el año nuevo. Y no tengo ninguna duda de que ya
hemos hecho nuestros pronósticos, tenemos nuestros planes para este año, deseos de año nuevo,
expectativas y aspiraciones.

Y hoy he reunido algunos datos de nosotros mismos como iglesia, en los cuales podemos ver
cambios importantes.

 Para empezar somos una iglesia de 550 miembros.

 Este año por la gracia de Dios ha habido 4 nacimientos.
 Por otro lado también hemos tenido que despedir a 4 hermanos que descansan en el
Señor.
 Tenemos 80 personas que han aceptado al Señor en el bautismo.
 Al menos 5 miembros se han integrado a la iglesia que venían de otra feligresía.
 Se ha orado y se han presentado 8 niños al Señor.

Se ha orado y se han ungido 10 hermanos.

Ha habido enfermos. Se ha orado por hermanos que iban a entrar que estaban por ser
intervenidos quirúrgicamente.

La asistencia a la iglesia se ha mantenido, el estudio promedio entre las dos plantas ronda el 65%.

Como podemos ver ha habido cambios, algunos que no hemos percibido. Y todo esto a lo largo de
solamente un año. La iglesia del Señor avanza poco a poco.

Y es debido a esta ultima frase sobre como hemos ido avanzando que recuerdo.

Una vez la mensajera del Señor le escribió al Sr Artur Daniells y le dijo de una visión que acababa
de tener. Había un barco navegando. De repente gritó el vigía Iceberg a la vista. El bloque de
hielo era de dimensiones gigantescas y se elevaba más alto que la embarcación. Pero una voz
llena de autoridad exclamó: Hazle frente!

De esta manera el movimiento adventista fue salvado en un momento de crisis, gracias a que una
Providencia vigilante velaba sobre las iglesias y sus dirigentes.

Y nosotros todos hemos avanzado hasta aquí mis hermanos. Estamos dentro de este barco, cuyo
Capitán es CRISTO.

La mensajera del Señor también echó la mirada atrás en una ocasión poco antes de su muerte en
1915.

Estaba meditando en el progreso de aquel reducido grupo y cómo con sangre, sudor y lágrimas y
por su puesto la bendición de Dios, había logrado proliferar para llevar el mensaje adventista a
todo el mundo. Había recordado las dificultades que enfrentaron. También uno a uno los líderes
que Dios había puesto iban pasando al descanso, primero José Bates en 1872, su esposo Jaime en
1881. Dios es el que está al control de este movimiento, de esta iglesia y no nos desamparará.
Surgieron movimientos disidentes en el seno de nuestra iglesia., a veces Dios mismo tenía que
intervenir y jalarnos un poco las orejas para que tuviéramos conciencia de la situación.

Al recapacitar de nuestra historia pasada, habiendo recorrido cada paso de su progreso hasta
nuestra situación actual, puedo decir Alabemos a Dios. Mientras contemplo lo que el Señor ha
hecho, siento asombro y confianza en Cristo como nuestro caudillo. No tenemos nada que temer
en lo futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido y sus
enseñanzas en nuestra historia pasada.

Pasamos de ser un puñado a haber un adventista en américa por cada 850 habitantes.

Así que es aquí donde quiero presentar 3 puntos sobre nuestro rumbo.

Número 1. Dios está al control de su iglesia.

Número 2. Aprender a aceptar la voluntad de Dios.

.Ahora quiero hablarte en esta mañana de la voluntad de Dios.

Isaías 55: 8 y 9. Como son más altos los cielos de la tierra así son más altos mis caminos y mis
pensamientos.

Jeremías 29:11. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros dice Jehová.
Pensamientos de paz y no de mal.

Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto

Esto es lo que realmente pretende nuestro Señor con nosotros. Que nos vaya bien siempre. Pero
en esta vida no puede ser siempre así. No les fue bien siempre a los profetas en el pasado, o a sus
líderes y nosotros hoy en día no estamos exentos. Algunos de nosotros pasaremos al descanso.
Nos puede tocar la enfermedad.

Pase lo que pase podemos confiar en Dios quien es el que conoce mejor las cosas y el porqué de
estas.

Recordemos el caso del rey Ezequías. 2 Reyes 20. El Señor había dispuesto ya que su hijo Ezequías
descansara. Sabemos el desenlace de esta historia. Su hijo Manasés fue un mal dirigente para el
pueblo. Reinó por 55 años.

A veces Dios permite cosas que no esperamos o no queremos. Moisés. Él quería entrar a Canaán. Y
Dios le dijo que preparara, y trajera a su relevo Josué, porque él Moisés no pasaría del Jordán en
Deuteronomio 3:25 y vemos que el Señor no le permite pasar según Deuteronomio 34. En este
caso nosotros vemos muy fácil que lo que tenía en mente el Señor era mejor que lo que esperaba
Moisés aunque no lo pareciera.

Tengamos la confianza de que aún si nos tocan cosas malas en este mundo, el Señor sabe porqué
es así.

Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad. 2 Corintios 12:9

Ya para finalizar el tercer punto que quiero dejarles es Nuestra decisión para este año.
De ahí que es tan importante que hagamos la preparación necesaria … y que estemos a cuentas
con Dios en primer lugar porque ninguno de nosotros tenemos la vida comprada. Hoy somos y
mañana podemos dejar de ser. Es más, nos podemos acostar esta noche y nosotros hablamos, “sí
porque mañana voy a hacer tal cosa y el año que viene voy a hacer tal otra, y tengo estos planes y
tengo estos propósitos, y voy a estudiar y voy a ir a tal lugar y voy a viajar” y el Señor dice en su
palabra a través Santiago “no digáis eso, voy a hacer tal cosa, y mañana tal otra y pasado TAL
OTRA” porque no sabéis si estaréis VIVOS, más bien decid “Si DIOS …. QUIERE haré esto y haré
aquello” como ninguno de nosotros tenemos la vida comprada debemos estar a cuentas con Dios
cada día porque no sabemos cuándo nos tocará el descanso; y en el momento de la muerte se
cerró nuestro… registro. Se selló para siempre ya no podemos cambiar nada de lo que está escrito
en él; y por otro lado debemos estar a cuentas con Dios no sólo porque nos pudiera sorprender la
muerte sino también porque… no sabemos… cuando nuestro nombre será llamado ante el
registro del cielo, cuando nos tocará que se investigue nuestra vida 1ra Pedro 4:17…. Y lo que
estemos viviendo en ese momento es lo que cuenta, no las intenciones que tenía. Hay gente que
dice “yo un día me voy a entregar a Dios; un día voy a tomar decisiones en firme de servirle a Dios,
pero ahora no puedo porque tengo este impedimento y tengo aquel”.

Esta la historia de un hombre que conocía la palabra de Dios, pero por su trabajo no se le permitía
servir a Dios. Él decía cuando yo me jubile ahí si le voy dedicar toooooodas mis fuerzas y todos mis
talentos a Dios; este hombre llegó a su jubilación y el día que se jubiló junto con su esposa hicieron
un viaje para celebrarlo. Vivía en B aires, y tomó lo que se conocía en aquel tiempo como “el vapor
de la carrera”, es un barco que va de B Aires a la capital de Uruguay, Montevideo sale a las 10 de la
noche y usted amanece al otro lado en el amanecer del próximo día, pero ese día el barco “el gran
buenos aires” se llamaba, tuvo un accidente a mitad del rio de la plata y no llegó al otro lado, y en
aquel barco iba aquel hombre, que había hecho planes de servirle a Dios más adelante pero nunca
le llegaron esos planes porque se hundió en el “gran Buenos aires” .

No podemos contar con el futuro, lo que tenemos es hoy. Ayer ya pasó no podemos remediar lo
que hemos perdido, ayer se acabó ya no lo tenemos; mañana… mañana todavía no ha llegado y no
sabemos si va a llegar. Lo que tenemos para Dios es HOY. Por eso dice la Escritura: Hoy es el día
aceptable (2ª Corintios 6:2), hoy es la hora de salvación; Si hoy oyeres su voz no endurezcáis
vuestros corazones (Hebreos 4:7). Dios nos llama Hoy a servirle. Hay personas que dicen.: bueno…
ahora mismo…yo… no estoy bien, pero, pero ese no soy yo. Yo voy a arreglar mis cosas y entonces
yo… voy a ser lo que realmente quiero ser.

Tu eres lo que eres hoy. No lo que piensas ser. ¿Me explico? Lo que tú eres, eres lo que tú eres hoy
no los planes que tienes de llegar a ser. Si tu vida se acaba hoy eso es todo lo que tienes. Pero
cuanto más postergamos la decisión de servir a Dios… más nos acostumbramos a la vida rutinaria,
y se van pasando los días se escurren de nuestras manos como la arena …y se van. Cuando te
pones a pensar realmente cuán corta es la vida del ser humano. Los jóvenes decimos, no pues
tengo la vida por delante todavía soy joven, ¿pero sabes que la vida es bien corta? Vas en la
juventud hacia arriba subiendo la cuesta, pero una vez que pasas los 35-40 llegaste a la cima… de
ahí para allá es bajada, sí o no? Y los 40 años primeros de tu vida, los primeros ni te acuerdas
mucho, pero cuando comienzas a tomar tus decisiones desde los 18 a los 40 lo que tienes son
unos… 20 años… que se esfuman... se vuelan entre la crianza de los hijos el trabajo levantarse,
todo lo que tienes que hacer. El periodo más ocupado… y miren las paradojas de la vida… el
periodo más ocupado de la vida de uno es esa etapa de los 18 40, cuando ya uno reflexiona y se da
cuenta …. No seas así, mira lo que estás haciendo. Ya tus hijos crecieron, ya no los tuviste todo el
tiempo que hubieras querido. Cada …día de la vida de tus hijos es único no se repite. Cada etapa
de la vida de tus hijos solo la viven una vez. Una vez que el bebé creció si no lo gozaste cuando era
chiquito ya no lo gozaste. Entonces hay que vivir la vida HOY como realmente vale la pena vivirla.
Como debe ser vivida. No postergues tus decisiones. Si hay que dar un freno en la vida, si hay que
parar si hay que reflexionar y decir esto que estoy viviendo no es lo que Dios quiere. Ponte a
pensar si la vida que viviste esta semana o este año que pasó es la que tú quieres para ti… pues
dale gracias a Dios

Pero si hay cosas que no son las que tú quieres pues …pídele al Señor que te ayude a cambiar para
vivir esa vida HOY, no mañana, NO cuando tus hijos se casen NO cuando termines tus estudios NO
cuando te jubiles. Dile al Señor ayúdame a vivir hoy mi vida como tú quieres que la vida. Porque lo
que cuenta es el Hoy. Este es el mensaje que Dios nos enseña a través del Santuario. El santuario
es vivir cada día de la gracia perdonadora de Cristo pidiendo el valor para vencer diariamente
nuestros pecados.