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Una Organización Internacional1 Supranacional llamada SICA.

  
 

Capítulo I El Sistema de la Integración Centroamericana,


Establecimiento de las organizaciones más conocido por sus siglas SICA, además de
internacionales. Tipos. Estructura y de ser una estructura es un proceso económico y
la personería jurídica del SICA.
político. 

Decimos que el SICA es una estructura, porque está compuesto por diferentes partes en
las que se pueden distinguir claramente tanto a los Estados miembros como a sus
instituciones y a sus órganos comunitarios. Es un proceso, pues implica la concatenación
de distintos actos por medio de los cuales los Estados de la Región aumentan su
interacción y su participación en la toma de decisiones conjuntas, armonizando
coherentemente sus intereses y sus diferencias con el objeto de lograr el bien común de
la población centroamericana.

Se trata de una Organización Internacional, pues los Estados lo establecieron por su libre
consentimiento, por medio de un acuerdo internacional, dotándolo de órganos a través de
los cuales actúa independientemente y que es capaz de expresar una voluntad jurídica
distinta a la de sus Estados miembros.

Entre las Organizaciones Internacionales de carácter universal la más conocida es la de


las Naciones Unidas, en cuyo seno concurren, además de los Estados, distintos
organismos especializados como son la Organización Internacional del Trabajo; la
Organización Mundial de la Salud o bien, la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura más conocida como UNESCO. Entre las
Organizaciones Internacionales de carácter continental o regional podemos citar a la

1
Son aquellas organizaciones creadas por varios Estados o por Estados y otros sujetos del derecho
internacional, en virtud de un tratado multilateral, o tratado constitutivo, con el objeto de realizar
conjuntamente los fines específicos para los cuales han sido establecidas.
2
Organización de Estados Americanos; la Organización de la Unidad Africana; la Liga de
los Estados Árabes; la Unión Europea; la Comunidad Andina y el Sistema de la
Integración Centroamericana.

Como Organización Internacional, el SICA tiene una composición esencialmente


interestatal, es decir está constituida por Estados soberanos plenamente individualizados
en el ámbito internacional tal y como lo establece el Artículo 1 del Protocolo2 de
Tegucigalpa de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados
Centroamericanos (ODECA) lo que lo diferencia tanto de las Federaciones3 como sería
el caso de los Estados Unidos de América, Suiza (aunque se llame Confederación) o la
misma Argentina; de las Confederaciones4 como es el caso de los Países Bajos; o de las
Uniones de Estados como fue la situación de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas o URSS.

El acto jurídico que dio nacimiento al SICA fue un tratado multilateral llamado Protocolo
de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos
(ODECA)5 que estuvo sujeto en todo momento a las normas y principios contenidos en la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.

La estructura administrativa principal del SICA está conformada por los órganos
establecidos en el Protocolo de Tegucigalpa6 como son: la Reunión de Presidentes, el

2
Se le da el nombre de “protocolo” a aquellos acuerdos en los que se tratan cuestiones menores y que van
unidos a un tratado principal. Generalmente amplían tratados existentes o tienden a acabar con alguna
diferencia o problema que de haber sido incorporado en el texto del tratado podría no haberse firmado.
Harold Nicolson, en su obra “La diplomacia” nos dice que muchos pactos internacionales importantes han
revestido la forma de “protocolo”, tal es el caso del acuerdo firmado en Ginebra en el año de 1920, en virtud
del cual se creó el Tribunal Permanente de Justicia Internacional o el mismo Protocolo de Tegucigalpa.
3
La Federación integra con distintos Estados internos un sólo Estado para las demás naciones, en lo
diplomático y en las restantes relaciones entre ellas.
4
La Confederación está integrada por varios Estados que no pierden su personalidad en la representación
diplomática, organismos y conferencias internacionales. No tienen la misma nacionalidad.
5
De acuerdo a resolución de la Corte Centroamericana de Justicia del 24 de mayo de 1995 “El Protocolo de
Tegucigalpa de 1991 es en la actualidad, el tratado constitutivo marco de la integración centroamericana, y por
tanto el de mayor jerarquía y la base fundamental de cualquier otra normativa centroamericana sean éstos,
Tratados, Convenios, Protocolos, Acuerdos u otros actos jurídicos vinculatorios anteriores o posteriores a la
entrada en vigencia del Protocolo de Tegucigalpa”..
6
Artículo 12 Protocolo de Tegucigalpa.
3
Parlamento Centroamericano, la Corte Centroamericana de Justicia, el Comité Ejecutivo,
la Reunión de Vicepresidentes de a la Presidencia de la República, el Consejo de
Ministros, el Comité Consultivo y la Secretaría General.

Todos estos órganos que componen el SICA son distintos e independientes de los
órganos de sus Estados miembros y todos ellos tienen como objeto principal consolidar
un sistema regional de bienestar, desarrollo sostenido y justicia para los pueblos
centroamericanos.

El Sistema de la Integración Centroamericana –SICA- cumple con sus propósitos


actuando de acuerdo al principio de legalidad7, el cual implica el irrestricto apego al marco
jurídico establecido, lo que conduce a la seguridad jurídica y a la promoción del Estado de
Derecho.

El SICA posee una personería jurídica propia y distinta a la de los Estados miembros8 la
cual es imprescindible para el cumplimiento de su objetivo fundamental el cual es la
integración de Centroamérica para constituirla en una Región de Paz, Libertad,
Democracia y Desarrollo9, aspiración planteada en la IX Reunión de Presidentes
Centroamericanos efectuada del 15 al 17 de diciembre de 1990 en Puntarenas, Costa
Rica.

Esta misma personería le da autonomía jurídica, lo que le permite, en el campo de su


competencia10, negociar y celebrar tratados o acuerdos con terceros Estados,
Subregiones y Organizaciones Internacionales y, como la intención de las partes al
celebrar un tratado es el de producir efectos jurídicos, dichos efectos son múltiplemente
vinculantes: además de obligar al SICA, obligan a sus Estados miembros tanto en la

7
El principio de legalidad significa que ni las autoridades comunitarias centroamericanas (órganos,
organismos o instituciones) ni los Estados miembros del SICA tienen más facultades que las que
expresamente les confiere el ordenamiento jurídico regional.
8
Artículo 29 Protocolo de Tegucigalpa.
9
Artículo 3 Protocolo de Tegucigalpa.
10
Competencia es la aptitud que tiene un órgano para conocer de los asuntos que la ley coloca dentro de la
esfera de sus atribuciones. Ser competente es tener asignada una atribución legal para efectuar actos o
desempeñar cometidos en un órgano determinado.
4
relación con los terceros Estados, Subregiones y/u Organizaciones Internacionales
concernidos, así como con el Sistema mismo, ya que de acuerdo al Protocolo de
Tegucigalpa, los Estados miembros deben cumplir sus obligaciones de buena fe11. Los
Estados miembros tienen pues, la obligación de garantizar el cumplimento y ejecución de
los tratados suscritos y que han entrado en vigor para el SICA.

Capítulo II La doctrina12 ha clasificado a las


Clasificación de la Organizaciones Internacionales. Organizaciones Internacionales de
Primera estructura institucional de la ODECA. acuerdo a tres criterios: a sus fines,
Segunda estructura institucional de la ODECA. a su composición y a sus
“Modernización” de la ODECA. competencias.

Entre las Organizaciones Internaciones con fines generales nos encontramos con el caso
de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos o la Organización de la
Unidad Africana.

De acuerdo a su composición, la cual puede ser de carácter universal o regional, nos


hallamos nuevamente con el caso de las Naciones Unidas y el de la Organización de
Estados Americanos.

El criterio de clasificación de acuerdo a sus competencias nos conduce a las


Organizaciones Internacionales de cooperación y a las de integración o de unificación.

Las Organizaciones Internacionales de cooperación, como su nombre lo indica,


desarrollan actividades coordinadas entre sus miembros con el objeto de alcanzar
objetivos colectivos y constituyen la mayor parte de las Organizaciones Internacionales.

El tipo de cooperación es el intergubernamental, es decir, que obliga a los Estados parte


manteniendo incólume su soberanía.

11
Artículo 4, literal h) Protocolo de Tegucigalpa.
5
En las Organizaciones Internacionales de integración o de unificación los Estados
miembros reinventan, para poner al día, el concepto clásico de soberanía personalista,
estática, recelosa del poder estatal, y deciden “sacrificarla parcialmente”, en aras del bien
común, sin que ello signifique que dichos Estados dejen de ser soberanos de cara al
derecho y a la comunidad internacionales, ni mucho menos que pierdan su individualidad
frente a los otros Estados miembros. El ejemplo por excelencia lo encontramos en la
Unión Europea13.

Por el Protocolo de Tegucigalpa de 1991 se vino a actualizar el marco jurídico de la


Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), la cual se había constituido por
medio de la Carta de San Salvador del 14 de octubre de 1951, siendo ella el primer
instrumento de integración de la región centroamericana.

La primera estructura institucional de la ODECA la encontramos en el Artículo 4º de la


Carta de San Salvador. Cinco fueron los órganos: La Reunión Eventual de Presidentes; la
Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores; la Reunión Eventual de Ministros de otros
Ramos; la Oficina Centroamericana; y el Consejo Económico14. En la Segunda Carta,
surgida de la reforma efectuada en Panamá el 12 de diciembre de 1962, desaparecen dos
órganos originarios como son la Reunión Eventual de Ministros de otros Ramos y la
Oficina Centroamericana; y se cambió la denominación de los órganos integrados por los
Jefes de Estado y por los Ministros de Relaciones Exteriores. El Consejo Económico pasó
a llamarse Consejo Económico Centroamericano. Consecuencia de la reforma de la
Primera Carta se crearon cinco nuevos órganos originarios15: El Consejo Ejecutivo; el
Consejo Legislativo; la Corte de Justicia Centroamericana; el Consejo Cultural y
Educativo; y el Consejo de Defensa Centroamericana16.

12
“Las Organizaciones Internacionales”. Manuel Diez de Velasco. Editorial Tecnos, S.A., 1999.Juan
Ignacio Luca de Tena, Madrid.
13
Los tratados constitutivos de las Organizaciones Internacionales de integración confían al “nuevo sujeto”
creado competencias que difieren de las competencias clásicas otorgadas a las Organizaciones
Internacionales propiamente dichas.
14
Artículo 4 Carta ODECA de 1951.
15
Artículo 2 Carta ODECA de 1962.
6
La “Carta” de 1951 fue sustituida por la del 12 de diciembre 1962, dado que la del 51
tenía más de literatura que de realidad.

La segunda “Carta” recogía en su breve preámbulo la necesidad de “dotar a los cinco


Estados de un instrumento más eficaz, estableciendo órganos que aseguraran su
progreso económico y social, eliminando las barreras que los dividen, mejorando en forma
constante las condiciones de vida de sus pueblos, garantizando la estabilidad y la
expansión de la industria y confirmando la solidaridad centroamericana”.

A los anteriores órganos habremos de sumar la Oficina Centroamericana creada en el


Artículo 4 de la primera “Carta”, la cual hacía las veces de Secretaría General y, aunque
no se la mencione expresamente en la segunda “Carta”, consideramos que es parte de la
misma estructura institucional ya que en el Artículo 9 inciso segundo se establece que
“para el funcionamiento adecuado de las oficinas encargadas de ejecutar tareas
administrativas, el Consejo designará un Secretario y el personal necesario. A este efecto
dictará el Reglamento respectivo para determinar sus obligaciones”.

Ante la necesidad de “actualizar” el marco jurídico de la ODECA, adaptándolo a la realidad


y necesidades actuales a fin de realizar con efectividad los propósitos trazados, es que
los Ministros de Relaciones Exteriores Centroamericanos se reunieron en San José, Costa
Rica, con el objeto de estudiar la manera en que podría tener lugar la “modernización” de
la antigua Organización Centroamericana.

Así las cosas, en el marco de la XI Cumbre de Presidentes Centroamericanos del 13 de


diciembre de 1991 se suscribió en Tegucigalpa, República de Honduras, el Protocolo de
Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) el
cual entró en vigencia el 23 de julio de 1992.

16
“La Integración Centroamericana ante el Derecho Internacional”. Hugo Lindo. Ministerio de Educación.
Dirección de Publicaciones, 1969, San Salvador, El Salvador.
7
No obstante el nombre de este instrumento regional, Protocolo de Tegucigalpa a la
Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), se trata de un
tratado sucesivo concerniente a la misma materia, tal y como lo comprende la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados en su Artículo 30 y siguientes.

Sucedió con el Protocolo de Tegucigalpa lo que ocurrió con la Liga o Sociedad de


Naciones, cuya Asamblea, basándose en el Artículo 19 de su acuerdo fundacional o Pacto
de la Sociedad de las Naciones, estaba facultada para invitar a los Estados parte a
“examinar” los tratados que hubieran dejado de ser “aplicables” dadas las nuevas
necesidades y circunstancias internacionales. De forma parecida es que los Estados
suscriptores de la Carta de la ODECA decidieron, tal y como lo establecieron en el Artículo
8 del Protocolo de Tegucigalpa, modificar “la estructura institucional de Centroamérica,
regulada anteriormente como ODECA”.

Este “cambio” de circunstancias condujo a la transformación de una “organización”


principalmente económica en un “sistema” o “institución” eminentemente política cuya
finalidad es la integración de Centroamérica fijando como algunos de sus principios: la
identidad centroamericana; la tutela de los derechos humanos; la dimensión cultural del
desarrollo; la solidaridad centroamericana; la gradualidad, especificidad y progresividad
del proceso de integración; la globalidad del proceso de integración y la participación
democrática en el mismo; la seguridad jurídica de las relaciones entre los Estados
miembros y la buena fe entre los mismos; el respeto a las principios y normas contenidas
en las Cartas de las NNUU y la OEA; y el bienestar y la justicia económica y social, entre
otros.

Dentro de lo que es el SICA cada Estado miembro tiene su propia individualidad; su


capacidad jurídica es diferente a la de los otros Estados miembros; las circunscripciones
territoriales están claramente delimitadas; no existe un único ejército si no un “balance
8
razonable de fuerzas”; no existe una moneda única ni su Tribunal Regional es un tribunal
de quejas o de instancias paralelas17 a las de los Estados de la Región.

El SICA, al tener existencia jurídica propia y distinta a la


Capítulo III
de los Estados miembros, puede mantener relaciones
Personalidad Jurídica del
directas, en la esfera de sus atribuciones, con otros
SICA.
sujetos de derecho internacional18 actuando en su
carácter personal y por su propia voluntad sin ningún tipo de sujeción a Estado alguno
miembro del Sistema.

La personalidad jurídica del SICA no es “amplísima” como la de los Estados que lo


integran. Se ciñe a la especialidad para lo cual fue concebido el Sistema: lograr la
integración de Centroamérica. Se trata de una personalidad jurídica que los autores han
dado en llamar “funcional”19 ya que sus derechos y sus deberes internacionales dependen
de los fines y de las funciones enunciados en su estatuto constitutivo20. En otras palabras,
la personalidad del SICA es la “necesaria” para el ejercicio de sus funciones y el alcance
de sus propósitos y fines.

En este sentido, la Corte Internacional de Justicia en su Opinión Consultiva sobre la


Reparación de los daños sufridos al servicio de la ONU (Caso Folke Bernardotte), al
reconocer que dicha organización posee personalidad jurídica internacional, precisó que
"esto significa que la ONU es un sujeto de derecho internacional con capacidad para
poseer derechos y obligaciones internacionales", y que dicha subjetividad debe volcarse
en la posibilidad, mínimamente de: a) alcanzar sus fines, b) ejercer sus funciones, y c)
gozar de sus derechos.

17
Resolución de la CCJ No. 6-1-12-96 del 5 de diciembre de 1996.
18
Artículos 30 y 31 Protocolo de Tegucigalpa.
19
“Responsabilidad de los organismos internacionales y jurisprudencia Argentina”. Enrique J.
Aramburu. Publicado el 28.6.00 en la revista jurídica Jurisprudencia argentina de Buenos Aires, Nº 6200,
pág. 4.
20
La competencia “funcional”, derivada de la personalidad jurídica de las Organizaciones Internacionales,
está limitada al objeto y fin para el que han sido creadas.
9
El SICA, para cumplir con sus obligaciones, tiene que actuar tanto a lo interno de los
Estados miembros como a lo externo, es decir, actuar en el orden internacional.

Actúa a lo interno de los Estados miembros cuando gestiona ante ellos el aporte
económico indispensable para su funcionamiento21 o bien, cuando se ve en la obligación
de cumplir con obligaciones laborales y sociales respecto del personal contratado o
emplear y efectuar pagos a empresas privadas de seguridad, limpieza, mantenimiento,
etc. Actúa a lo externo cuando suscribe, ya sea con Estados, grupos de Estados,
organismos y otros entes internacionales, contratos o convenios financieros o técnicos
tendientes a garantizar el adecuado desempeño del Sistema y el logro de los objetivos
centroamericanos22.

Capítulo IV Como el resto de Organizaciones


Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Internacionales, el SICA fue concebido
Organización de Estados Centroamericanos. en el seno de una reunión internacional:
Vigencia del Protocolo de Tegucigalpa. la XI CUMBRE DE PRESIDENTES
“Declaración de Panamá”. CENTROAMERICANOS celebrada en la
ciudad de Tegucigalpa, República de Honduras los días 12 y 13 de diciembre de 1991.

El Protocolo de Tegucigalpa modificó, como ya se ha mencionado, la estructura


institucional de Centroamérica regulada anteriormente por la ODECA, estableciendo una
estructura jerárquica en cuanto a sus órganos, los cuales, junto a las instituciones
originadas “en esfuerzos integracionistas precedentes”23, si fueren compatibles con los
propósitos y principios en él establecidos, deberán contribuir a la integración
centroamericana.

21
Artículo 26 literal i) Protocolo de Tegucigalpa.
22
Artículo 26 literal e) Protocolo de Tegucigalpa.
23
Ejemplos de estos esfuerzos son la SIECA, el BCIE, el CSUCA, el COCESNA, etc.
10
Como todo instrumento jurídico, el Protocolo de Tegucigalpa fue sometido a los
procedimientos internos de ratificación24 de cada uno de los Estados miembros y, según
los registros de la Secretaría General del SICA, entró en vigencia ocho días después del
depósito25 hecho por Nicaragua, el 23 de julio de 1992.

Capítulo V El SICA, al igual que las demás Organizaciones


Sede del SICA. Régimen de Internacionales, por carecer de territorio, está obligado a
Funcionamiento. Duración. establecerse en cualquiera de los territorios de los Estados
¿Disolución? miembros.

Su sede es la ciudad de San Salvador, República de El Salvador26. Su régimen de


funcionamiento sobre facilidades, prerrogativas e inmunidades a dispensar por parte del
Estado territorial, en su carácter de país sede, ha quedado regulado en el Acuerdo Sede27
de la Secretaría del Sistema de Integración Centroamericana con el Gobierno de la
República de El Salvador del 27 de octubre de 1993.

La duración del SICA es permanente y se le define como de “duración indefinida”28, lo que


significa que su “continuidad” es independiente de las administraciones políticas de los
Estados miembros.

El Protocolo de Tegucigalpa, instrumento constituyente del SICA, puede ser reformado29


como cualquier otro instrumento internacional. Tal decisión, en caso de acordarse, habrá

24
“Sólo la ratificación reviste al tratado de la plenitud de su fuerza de obligar, produciendo el vínculo jurídico
que crea la perfección del contrato”. “Tratado de Derecho Diplomático”. Ginés Vidal y Saura. Madrid. 1925.
25
Después de la ratificación de un tratado se procede a su “depósito” ante la instancia establecida para ello
(para nuestro caso, la Secretaría General del SICA). El depósito es una “custodia” tanto del texto original del
tratado como de los instrumentos de ratificación de los Estados parte. Sirve como acto oficial de
comunicación del que se vale un Estado para manifestar a otros la entrada en vigor de un convenio respecto
de sí mismo.
26
Artículo 29 Protocolo de Tegucigalpa.
27
Los “acuerdos sede” o “acuerdos de sede” son tratados celebrados entre una Organización Internacional
y el Estado en cuyo territorio se asentarán y operarán los órganos de dicha organización
28
.
Artículo 36, inciso tercero Protocolo de Tegucigalpa.
29
Artículos 15 literal d) y 37 Protocolo de Tegucigalpa.
11
de ser adoptada por la Reunión de Presidentes a recomendación del Consejo de Ministros
de Relaciones Exteriores30.

Así como se dio la sucesión y subrogación de la ODECA31, bien puede ocurrir que una
nueva organización venga a sustituir integralmente el Sistema existente, adjudicándose el
goce y el ejercicio de las funciones y competencias que se le otorgaron al SICA,
asumiendo por tanto toda la institucionalidad regional centroamericana.

Como consecuencia de la sucesión habría transferencia de los “haberes, derechos y


responsabilidades” del SICA, así como de la custodia de los tratados, instrumentos y
demás documentos de dicha organización que desaparece (como en efecto sucedió con
la ODECA), asumiendo la nueva organización la calidad de depositaria con las mismas

30
La facultad establecida en el Protocolo de Tegucigalpa que confiere a la Reunión de Presidentes la
competencia de “aprobar, en su caso, las reformas a este Instrumento que se planteen de conformidad con
el Artículo 37 del mismo” (Artículo 15 literal d,) no es sinónimo de facultad “normativa” suficiente para
“alterar” o “enmendar”, como órgano del Sistema, dicho Protocolo tal y como creyeron haber hecho los
Presidentes de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua el 17 de febrero del 2002.
Hay que diferenciar lo que es el Protocolo de Tegucigalpa del derecho derivado del mismo.
Si se tiene en cuenta que el derecho derivado emana del derecho originario (Protocolo de Tegucigalpa) y
tiende a lograr objetivos específicos de cara a la integración de los Estados miembros, se llega a la
conclusión de que la “competencia comunitaria” de la Reunión de Presidentes no “alcanza” (por no ser total)
al grado de poder dicho órgano adoptar una decisión capaz de “enmendar” ipso jure el Protocolo de
Tegucigalpa.
Es uno de los principios fundamentales del Protocolo de Tegucigalpa “el respeto a los principios y normas de
las Cartas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos
(OEA)” (Artículo 4 letra “i” Protocolo de Tegucigalpa), y en ambas Cartas Fundacionales encontramos que
los procedimientos de reformas a las mismas se ciñen a procedimientos claros: en la OEA, la Asamblea
General es la que adopta las reformas (Artículo 141) las cuales son sometidas a la ratificación de los
Estados miembros (Artículo 140); y en la ONU, las reformas son adoptadas por las 2/3 partes de los Estados
miembros de la Asamblea General y son ratificadas (y depositadas para su vigencia) de conformidad con
los respectivos procedimientos constitucionales de las 2/3 partes de los mismos.
Como se puede apreciar, la “acción” de reformar un instrumento o carta constitutiva no es una atribución
automática o mecánica que pueda ser asumida por órgano alguno, pues estos, tanto en el ámbito
internacional como en el comunitario, tienen sus competencias expresamente limitadas.
Ningún órgano puede, invocando el principio de subsidiariedad, pretender suplir la voluntad de los Estados
en lo referido a la reforma del instrumento constitutivo que le ha dado origen.
La compatibilidad entre el Protocolo de Tegucigalpa y las Cartas de la OEA y las NNUU (particularmente
con ésta última) son la premisa de la “legalidad” de dicho instrumento ya que el Artículo 103 de la Carta de
las NNUU expresa que “en caso de conflicto entre las obligaciones contraídas por los Miembros de las
Naciones Unidas en virtud de la presente Carta y sus obligaciones contraídas en virtud de cualquier otro
convenio internacional, prevalecerán las obligaciones impuestas por la presente Carta”.
De igual manera que en las Cartas mencionadas, las enmiendas o modificaciones del Protocolo de
Tegucigalpa deberán ser “aprobadas” por la Reunión de Presidentes pero, para que puedan entrar en vigor,
deberán ser ratificadas y depositadas por los Estados signatarios de las mismas.
31
Resolución No. 2, XIII Reunión de Presidentes Centroamericanos, del 11 de diciembre de 1992.
12
funciones que las establecidas en el Artículo 78 de la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones Internacionales o entre
Organizaciones Internacionales32.

Aun y cuando el Protocolo de Tegucigalpa no prevé la posibilidad de disolución del


Sistema o mejor dicho, no contenga cláusula de retiro, ello no significa que el SICA no
pueda algún día llegar a desaparecer sin que otra organización posterior venga a
sucederlo. Ello podría originarse en la contingencia de que llegaran a perderse los
intereses o circunstancias que motivaron su creación o cuando surgieran dificultades
financieras tales que vuelvan imposible su funcionamiento.

La participación de los Estados en toda Organización Internacional es voluntaria y su


permanencia o su retiro dentro de la misma es un derecho inherente a su calidad de
miembro que se rige de acuerdo a las reglas del derecho de los tratados33.

Capítulo VI Para facilitar el desempeño de los fines encomendados


Acuerdos Sede SG-SICA.
es que el Estado territorial y la Organización Internacional
formalizan, a través de un Acuerdo de Sede, las facilidades, prerrogativas e inmunidades
que el gobierno anfitrión le otorgará para su adecuado funcionamiento.

En el caso del SICA, existe el ya relacionado Acuerdo Sede en el que se regula lo


concerniente a la personalidad jurídica34; los privilegios, inmunidades y exenciones de la
Secretaría General35; y los privilegios, inmunidades y exenciones tanto de los funcionarios
como del personal administrativo36.

32
Es de tener en consideración que esta Convención no ha entrado en vigencia por falta de ratificaciones de
los Estados suscriptores. No obstante ello se la considera, de acuerdo al Derecho Internacional,
“antecedentes significativos en cuanto importen precisar normas dominantes en la costumbre este el ámbito
internacional”.
33
Artículo 54 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
34
Artículo 3 Acuerdo de Sede.
35
Artículo 4 Acuerdo de Sede.
13
El SICA para poder concretar sus propósitos y sus fines debe actuar en el campo
internacional entrando en relaciones directas con otros sujetos de derecho internacional37.

Capítulo VII
El hecho de que el SICA sea titular de derechos y
Actuación internacional del
deberes en el ámbito internacional nos conduce a
SICA. Personalidad jurídica del
preguntarnos si existe la posibilidad de que tales
SICA.
derechos y obligaciones puedan hacerse valer
internacionalmente.

Para poder respondernos en parte, tenemos que estar claros que la personalidad jurídica
del SICA dimana de su instrumento fundacional, es decir, del Protocolo de Tegucigalpa
a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) pero, lo que son
las “reglas” de funcionamiento de todo el Sistema habrán de buscarse en todos y cada
uno los instrumentos complementarios y derivados de dicho Protocolo38.

36
Artículos del 5 al 8 Acuerdo de Sede.
37
Como ejemplos podemos citar el Acuerdo de Asociación suscrito con República Dominicana el 2 de Junio
del 2006; el Acuerdo con México del 11 de marzo del 2004 para admitirlo como Observador del Sistema, así
como el firmado con España el 15 de octubre del 2005. El 22 de febrero del 2007 suscribió con la
Comunidad del Caribe –CARICOM- un Plan de Acción el cual tiene objetivos diversos en materias como son
el Desarrollo Humano, Salud, Medio Ambiente y Litigación de Desastres Naturales, Criminalidad, Transporte
Aéreo y Turismo, etc).
38
Dentro de este gran ordenamiento jurídico comunitario nos encontramos con instrumentos como son el
Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano y otras Instancias Políticas y demás instrumentos
básicos de dicho órgano; el Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia y su régimen jurídico interno; y
con los acuerdos y resoluciones adoptados, en el ámbito de su competencia, por los órganos e instituciones
del Sistema. Ejemplo de otros instrumentos complementarios y derivados del Protocolo de Tegucigalpa
tenemos el Reglamento Constitutivo del Comité Consultivo del Sistema de la Integración Centroamericana,
el Convenio Constitutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Superiores de Policía, por citar algunos
solamente. Otros instrumentos son el Tratado de Integración Social Centroamericana; el Protocolo al
Tratado General de Integración Económica Centroamericana (Protocolo de Guatemala); Tratado Marco de
Seguridad Democrática en Centroamérica; el Convenio Constitutivo del Banco Centroamericano de
Integración Económica y todos su Protocolos; etc.La sumatoria de todas estas “competencias parciales” es
lo que nos dará como resultado la personalidad jurídica internacional total del SICA.
14

Capítulo VIII Hemos señalado que el SICA puede

Competencias del SICA. Acuerdos de Sede. actuar internacionalmente con la finalidad


Participación y responsabilidad de los de realizar sus propósitos y fines
Estados miembros al seno del SICA. establecidos en el Protocolo de
Tegucigalpa y que dicha actuación está
limitada a sus funciones.

En el giro normal de su competencia el SICA puede, como ya se ha indicado, celebrar


acuerdos internacionales con sus Estados miembros, con terceros Estados y con otras
Organizaciones Internacionales.

Un ejemplo de acuerdo entre la Secretaría General del Sistema (SG/SICA) y uno de los
Estados miembros es el Acuerdo de Sede firmado entre el primero y el Estado de El
Salvador al cual ya nos hemos referido.

Es más, los órganos del SICA pueden perfectamente celebrar este tipo de acuerdos.
Ejemplo de ello es el Acuerdo Sede entre el Gobierno de la República de Guatemala y el
Parlamento Centroamericano del 20 de diciembre de 1995 y el Acuerdo de Sede entre la
Corte Centroamericana de Justicia y el Gobierno de la República de Nicaragua del 1º de
enero de 1995.

Entre los acuerdos celebrados entre la SG/SICA y otras Organizaciones Internacionales


podemos citar el acuerdo entre la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el
Sistema de la Integración Centroamericana del 13-26 de julio de 1995, el Convenio de
Cooperación suscrito entre las Secretarías Generales de la OEA y del Sistema del 26 de
marzo de 1994, el Acuerdo Marco de Cooperación entre la Secretaría General de la
Comunidad Andina y la SG/SICA del 8 de noviembre del 2004 o la Carta de Acuerdo entre
la SG/SICA y la sede Subregional en México de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) del 6 de noviembre de 1997.
15
También existen acuerdos celebrados entre el SICA y algunos de los órganos del Sistema
como es el acuerdo suscrito el 28 de marzo de 1995 entre la Secretaría General, el
Parlamento Centroamericano y la Corte Centroamericana de Justicia.

Por medio de dicho acuerdo se constituyó una “Comisión Permanente” que tendría “por
objeto revisar, evaluar y recomendar, periódicamente, sobre el estado de la integración
centroamericana y el funcionamiento armónico de sus Organos, Organismos e
Instituciones, para transmitirla por las instancias respectivas a las Cumbres de Presidentes
de Centroamérica como Órgano Supremo de decisión del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA), a efecto de que tengan conocimiento directo del sentir de los
Organos principales del referido sistema”.

El régimen jurídico aplicable a las negociaciones internacionales del SICA es el


establecido en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre
Estados y Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacionales
del 21 de marzo de 1986.

Es de tener en cuenta lo que establece el Artículo 6 de la Convención citada: “la capacidad


de una organización internacional para celebrar tratados se rige por las reglas de esa
organización”, es decir, el régimen que regula la capacidad del SICA se encuentra en el
Protocolo de Tegucigalpa y en sus instrumentos complementarios y derivados del
mismo.

En el último párrafo del capítulo I dijimos que la personería jurídica del SICA le faculta a
celebrar tratados o acuerdos con terceros Estados, Subregiones y Organizaciones
Internacionales. La duda surge en cuanto al papel que juegan los Estados miembros en
tales circunstancias: ¿se les ha de considerar parte de los mismos? ¿se les debe
considerar terceros Estados en dichos acuerdos?
16
En términos generales y teniendo en cuenta las reglas establecidas por el derecho
internacional, nuestra respuesta es “provisional” (hasta la fecha en que nuestro derecho
comunitario haya evolucionado lo suficiente): los Estados miembros del SICA ni son parte
obligadas por y para los efectos jurídicos de dichos instrumentos internacionales, ni
tampoco son terceros Estados en sentido estricto. Podrán ser terceros frente al tratado
pero no de cara al SICA quien es el que celebró el tratado.

Lo anterior no es obstáculo para aplicar a nuestra solución “temporal”39 (insistimos: en


tanto nuestro derecho comunitario haya evolucionado lo suficiente) lo que encontramos en
el Artículo 300 numeral 7 del Tratado de la Comunidad Europea: dichos acuerdos serán
vinculantes tanto para las instituciones del Sistema como para los Estados por su
condición de miembros.

Esta solución es perfectamente compatible con lo establecido en el Artículo 74 numeral 3


de la Convención de Viena de 1986 que establece que, “las disposiciones de la presente
Convención no prejuzgarán ninguna cuestión que pueda surgir en relación con la creación
de obligaciones y derechos para los Estados miembros de una organización internacional
en virtud de un tratado en el que esa organización sea parte”.

Capítulo IX En el segundo párrafo del capítulo VII nos


Responsabilidad Internacional y preguntábamos sobre la posibilidad de que el SICA
Comunitaria del SICA.
pueda hacer valer internacionalmente sus derechos y
sus obligaciones y solo atinamos a respondernos parcialmente. En el capítulo VIII dijimos,
en relación a los acuerdos internacionales celebrados por el SICA, que los Estados
miembros podrán ser terceros respecto de ellos pero no de cara al mismo. Ahora,
tratemos de completar todas nuestras ideas y brindarnos una mejor respuesta: el
Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad de los Estados aprobado
provisionalmente por el Comité de Redacción de la Comisión de Derecho Internacional de
17
las Naciones Unidas en segunda lectura en el 52º período de sesiones (Ginebra, 1º mayo
a 9 de junio y 10 de julio a 18 de agosto de 2000) establece en su Artículo 57 lo siguiente:
“Responsabilidad de una organización internacional o por el comportamiento de ésta. Los
presentes artículos se entienden sin perjuicio de cualquier cuestión que pueda surgir en
relación con la responsabilidad en virtud del derecho internacional de una organización
internacional o de un Estado por el comportamiento de una organización internacional”.

Lo anterior nos conduce a concluir que las Organizaciones Internacionales son aptas para
entrar en relaciones jurídicas en las que están en juego el ejercicio de derechos o la
exigencia de obligaciones en el plano de la responsabilidad internacional.

Cuando una Organización Internacional actúa más allá de la esfera de sus competencias
deberá responder de sus actos.

El sujeto o sujetos afectados por los actos de alguna Organización Internacional pueden
perfectamente reclamar en un múltiple sentido: uno: para que ella cumpla con la
obligación que ha violado; dos: para que garantice la no repetición de la violación; y tres:
para que asegure la reparación del derecho lesionado. De igual forma, la Organización
Internacional podrá pedir respecto de terceros, la reparación de daños cuando fuere la
parte afectada en la relación jurídica.

El primer tipo de responsabilidad (cuando es la Organización Internacional la responsable


del perjuicio) podría dar lugar a las siguientes preguntas: ¿la responsabilidad es exclusiva
de la Organización Internacional?, ¿son los Estados miembros responsables solidaria o
subsidiariamente?

Antes de continuar no debemos perder de vista dos cosas: la primera referida al hecho de
que las Organizaciones Internacionales se constituyen con el objeto de cumplir y alcanzar
determinados objetivos y fines y que, puede resultar, que en el desarrollo de sus

39
Hemos utilizado los adjetivos “provisional” y “temporal” pues, de la lectura del Artículo 34 y siguientes de la
Convención de Viena de 1986, puede surgir la duda de si los acuerdos concluidos por el SICA
18
actividades se llegue a ocasionar daños a otros sujetos de derecho; y la segunda, que
cuando la Organización Internacional actúa internacionalmente lo hace en el ejercicio de la
competencia que le ha sido conferida por su tratado constitutivo.

Bien: para establecer “responsabilidades” hay que distinguir dos planos: el internacional y
el comunitario.

En el plano internacional si la Organización Internacional y más específicamente el SICA


ha celebrado algún acuerdo, a él le corresponderá únicamente entenderse en caso de
violación y/o responsabilidad derivada del mismo.

En el ámbito comunitario, aún y cuando los acuerdos celebrados por el SICA no vinculen a
los Estados miembros, estos tienen de cara al ordenamiento comunitario el deber de no
adoptar ninguna medida que impida u obstaculice el cumplimiento de las obligaciones
comunitarias40.

Los Estados miembros además de cumplir de buena fe las obligaciones contraídas, deben
abstenerse de adoptar cualquier medida unilateral que ponga en peligro los propósitos y
principios del SICA41. Este es el denominado “principio de lealtad comunitaria”42 que se
encuentra evidentemente expresado en el Artículo 6 del Protocolo de Tegucigalpa43.

automáticamente crean relaciones entre sus Estados miembros y las otras partes en los mismos.
40
Artículo 4 literal h del Protocolo de Tegucigalpa.
41
Los Estados miembros del SICA no deben adoptar únicamente actitudes pasivas o de indiferencia, al
contrario, deben asumir comportamientos activos en la medida en que no pongan en peligro la realización de
los objetivos y propósitos establecidos en el Protocolo de Tegucigalpa.
42
El principio de lealtad comunitaria debe ser entendido como el compromiso de los Estados miembros de
cumplir con sus obligaciones sin condicionamientos de reciprocidad. Sería una equivocación grave para el
proceso de integración centroamericano condicionar el cumplimiento propio al de los demás. La “lealtad
comunitaria” exige y demanda de cada Estado miembro el cumplimiento de sus obligaciones en forma
“personal”, individual, independientemente de la conducta de los otros Estados miembros. La Doctora
Araceli Mangas Marín, Catedrática de la Universidad de Salamanca, es del criterio y así lo manifestó, en una
conferencia pronunciada en la ciudad de Managua en el mes de junio de 2001, “que la cláusula de la lealtad
comunitaria es la piedra clave de la arquitectura comunitaria”. Por ello es que debe entenderse que
reciprocidad y paridad son elementos extraños a los verdaderos sistemas integradores.
43
En el inciso segundo del Artículo 10 del Tratado de la Comunidad Europea se establece: “Los Estados
miembros se abstendrán de todas aquellas medidas que puedan poner en peligro la realización de los fines
del presente Tratado”.
19
En el estadio comunitario el único tipo de responsabilidad que podemos encontrar es la
“funcional” pues es la resultante del ejercicio de una función.

No consideramos que dentro del derecho comunitario quepa la posibilidad de hablar de


responsabilidad conjunta solidaria o subsidiaria respecto de los Estados miembros ya que
estos lo que tienen en una obligación hacia la Comunidad y no vinculación alguna con
terceros Estados o terceras Organizaciones Internacionales.

En caso de que algún Estado miembro incumpliera su obligación comunitaria de


abstenerse de adoptar (y adoptara) alguna medida unilateral obstaculizando “la
responsabilidad” o funcionalidad del SICA podría interponerse en contra de dicho Estado
miembro una acción por incumplimiento de sus obligaciones comunitarias, procedimiento
contemplado en el Artículo 22 literal “c” del Convenio de Estatuto de la Corte
Centroamericana de Justicia44.

La posibilidad de recurrir al procedimiento señalado ha sido confirmado en diversas


ocasiones por la misma Corte Centroamericana de Justicia. Son muestra de lo dicho los
fallos pronunciados el 27 de noviembre del 2001 en ocasión de la demanda presentada en
contra de Honduras por parte de Nicaragua por el “supuesto incumplimiento o violación de
normas comunitarias del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)” y el del 28 de
noviembre del mismo año en la demanda interpuesta por Honduras en la que pide “la
revocación de disposiciones legales, actos administrativos y actuaciones de hecho por la
República de Nicaragua que afectan y violan la normativa jurídica y el funcionamiento del
Sistema de la Integración Centroamericana”.

El primer caso estaba referido a la ratificación por parte de Honduras del tratado de
delimitación marítima denominado “Tratado López-Ramírez” entre Honduras y Colombia; y

44
Artículo 22. “La competencia de La Corte será: c) Conocer, a solicitud de cualquier interesado, acerca de
las disposiciones legales, reglamentarias, administrativas o de cualquier otra clase dictadas por un Estado,
cuando afecten los Convenios, Tratados y de cualquier otra normativa del Derecho de la Integración
Centroamericana, o de los Acuerdos o resoluciones de sus Organos u organismos.
20
el segundo a la “Ley creadora del impuesto a los bienes y servicios de procedencia u
origen hondureño y colombiano” respecto de los productos hondureños.

Con lo dicho y teniendo en cuenta de que el SICA tiene personería jurídica propia y
distinta a la de sus Estados miembros; que dicha personería jurídica le permite negociar y
celebrar tratados o acuerdos con otros sujetos de derecho; y que los Estados miembros
tienen el deber de cumplir con las normas y obligaciones internacionales que incumben al
SICA, concluimos que el Sistema de la Integración Centroamericana responde
directamente por las consecuencias jurídicas de sus actos y omisiones en el ámbito
internacional.

Capítulo X Así como los Estados han sentido y sienten la


Derecho de legación o de necesidad de comunicarse y entrar en negocios que les
“embajada” dentro del SICA. beneficien recíprocamente, de igual modo ocurre con
las Organizaciones Internacionales como el SICA.

Surgida la necesidad y admitida la conveniencia de mantener relaciones con otros sujetos


del derecho internacional, los Estados y las Organizaciones Internacionales autorizan a
determinados “agentes” a efecto de que actúen con arreglo a las instrucciones que
reciban.

Es así como surge el derecho de “legación” o de “embajada” el cual consiste en enviar y


recibir representantes diplomáticos.

Se dice “activo” este derecho cuando se envían representantes diplomáticos, y “pasivo”


cuando los agentes son recibidos por otros.
21
El derecho de legación pasiva lo vemos en el seno de la Organización de las Naciones
Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, ésta última con más
de 160 representaciones diplomáticas45.

La función de estas “misiones” es parecido al de las diplomáticas y pueden tener carácter


permanente o de Observadores. Lo dicho no significa que sean relaciones de tipo
bilateral si no trilateral ya que involucran a la Organización, al Estado que envía y al
Estado Sede.

Estas misiones se acreditan ante los órganos permanentes de las Organizaciones


Internacionales. En el caso de las Naciones Unidas ante el Secretario General; en el de
Unión Europea ante el Consejo de Ministros y ante la Comisión; y en el caso del SICA, de
acuerdo al Protocolo de Tegucigalpa, ante el Comité Ejecutivo y la Secretaría General46.

Las relaciones de las Organizaciones Internacionales con las misiones diplomáticas que le
son acreditadas por otros sujetos de derecho internacional son de tipo trilateral ya que
involucran a las misiones enviadas con la Organización Internacional; al Estado Sede con
las misiones recibidas por la Organización Internacional; y a la Organización Internacional
misma con el Estado territorial.

Para el caso del PARLACEN ya hemos mencionado la existencia de un Acuerdo Sede


entre Guatemala y el Parlamento Centroamericano.

En dicho Acuerdo Sede se regula lo concerniente al régimen jurídico al que quedarán


sometidas dichas misiones47.

En las disposiciones citadas la República de Guatemala reconoce una esfera privilegiada


a las misiones acreditadas ante el Parlamento Centroamericano. Otra cosa será lo que

45
Existe en Europa desde el 8 de abril de 1965 el Protocolo sobre los Privilegios e Inmunidades de las
Comunidades Europeas en donde se establecieron los procedimientos de acreditación y recepción
representantes diplomáticos de Terceros Estados acreditados antes las “Comunidades”.
46
Artículo 23 Protocolo de Tegucigalpa.
22
regule el Parlamento en relación a las misiones que reciba, y una más lo que Guatemala
reconozca al PARLACEN y a sus diputados.

A las Organizaciones Internacionales también se les reconoce el derecho de legación


activo, es decir que pueden enviar a sus representantes ante otros sujetos de derecho
internacional.

La Unión Europea dispone expresamente sobre el ejercicio del derecho de legación activo
en el Artículo 20 del Tratado de la Unión Europea: “las misiones diplomáticas y consulares
de los Estados miembros y las delegaciones de la Comisión en los terceros países y en
las Conferencias internacionales, así como sus representaciones ante las organizaciones
internacionales, cooperarán para garantizar el respeto y la ejecución de las posiciones
comunes y de las acciones comunes adoptadas por el Consejo”.

Para reforzar nuestras ideas deseamos traer a cuento el caso de la Comunidad Europea
que estableció en 1964 una delegación permanente48 ante los Organismos Especializados
de las Naciones Unidas con sede en Ginebra y, en 1976, creó una representación oficial
ante las Naciones Unidas en Nueva York.

Las funciones de estas representaciones son prácticamente las mismas que las que
ejecutan las misiones diplomáticas: de representación, de negociación, de fortalecimiento
de las relaciones de amistad y cooperación, y de información.

Capítulo XI Dentro del SICA pueden surgir controversias entre


Posibles controversias al seno sus Estados miembros; entre los Poderes internos de
del SICA. Soluciones. sus Miembros; entre particulares y alguno de los

47
Artículos 6 y 7 Acuerdo de Sede entre Guatemala y el PARLACEN.
48
Delegación permanente son las misiones que los Estados y las Organizaciones Internacionales acreditan
ante organismos u organizaciones internacionales.
23
Poderes internos de sus Miembros; entre un particular y algún órgano u organismo del
Sistema; entre los órganos comunitarios; entre sus instituciones; o entre un órgano
interno y alguna institución del Sistema.

También pueden surgir algunas diferencias en lo que se refiere a la interpretación o a la


aplicación de alguna disposición de algún convenio o acuerdo regional.

Con el fin de dar soluciones a todas estas cuestiones es que se estableció un órgano
jurisdiccional dentro de dicho Sistema: la Corte Centroamericana de Justicia49.

El Protocolo de Tegucigalpa establece que la Corte Centroamericana de Justicia es la


que “garantizará el respeto del derecho, en la interpretación y ejecución del presente
Protocolo y sus instrumentos complementarios o actos derivados del mismo”.

Aun y cuando no se tomaron en cuenta las posibilidades de un conflicto entre el órgano


jurisdiccional del SICA (La Corte misma) y alguno de sus Estados miembros, o entre Ella
y alguno de los otros órganos regionales, tales situaciones las percibimos con visos de
posibilidad.

En caso de presentarse alguna situación como las planteadas, consideramos que la


solución tendría que enmarcarse dentro de los procedimientos establecidos en el Artículo
33 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas50.

De los mecanismos de solución pacífica que podrían intentarse, únicamente el arreglo


judicial y el arbitraje tendrían efectos vinculantes para las partes.

En el caso de que las partes hayan decidido solucionar la controversia judicialmente,


podrían someterse a la jurisdicción de cualquiera de los órganos judiciales de alguno de
los Estados miembros del Sistema. Si se deciden por el arbitraje tendrían que nombrar al

49
Artículo 12 Protocolo de Tegucigalpa.
50
Se podría recurrir a mecanismos como la investigación, la mediación, la conciliación o el arbitraje.
24
juez o jueces de entre los Magistrados de uno o de varios de los órganos judiciales de los
Estados del SICA. Esta es nuestra solución.

Capítulo XII Las Organizaciones Internacionales y algunos de


Inmunidades y Privilegios de las sus funcionarios gozan de una esfera de
Organizaciones Internacionales. prerrogativas que tiene por finalidad garantizar
Necesidad de contar con un Tribunal efectivamente el ejercicio de las funciones
Administrativo Interno al seno del encomendadas. Dichas prerrogativas no cabe
SICA. confundirlas con las de los Estados y sus
representantes, las cuales derivan de uno de sus atributos esenciales cual es el de la
soberanía.

Hay que aclarar que los privilegios e inmunidades son propios de los órganos centrales
nacionales (Jefes de Estado o de Gobierno y Ministros de Relaciones Exteriores) y de los
órganos periféricos (agentes diplomáticos) de la política exterior de los Estados.

Dado que ante los tribunales locales o nacionales de los Estados miembros del SICA han
interpuesto demandas algunos particulares que se han visto afectados por el
incumplimiento de diversos tipos de obligaciones por parte de algunas instituciones
comunitarias que forman parte del Sistema, es que procuraremos condensar en la medida
de lo posible por el escaso espacio concedido, el tema de los privilegios e inmunidades
intentando dejar una observación clara a nuestros jueces en el sentido de que no
confundan lo que es la inmunidad de jurisdicción de que gozan las Organizaciones
Internacionales y algunos de sus funcionarios con la impunidad institucional en la cual,
algunos de de estos funcionarios, se escudan con la intención de que los tribunales
locales se declaren incompetentes para conocer de alguna acción real o personal iniciada
en su contra.

En un principio únicamente se concedían privilegios e inmunidades a los “enviados


diplomáticos” y, de las necesidades surgidas del quehacer internacional, es que se fueron
25
extendiendo dichos beneficios a algunas personas que desempeñaban cargos importantes
dentro de este campo.

Todo proceso de integración culmina con la conformación un nuevo actor internacional. El


caso por excelencia es el de la Unión Europea la cual tiene su origen en la Comunidad
del Carbón y del Acero la cual a su vez generó la Comunidad Europea de la Energía
Atómica y la Comunidad Económica Europea. El resultado final fue un nuevo actor
plenamente capaz y reconocido internacionalmente como es actualmente la Unión
Europea.

Así definido y ejemplificado lo que es un proceso de integración, pasemos a analizar la


inmunidad jurisdiccional de que gozan algunos funcionarios pertenecientes de diferentes
procesos integracionistas: el europeo y el centroamericano.

En primer lugar nos ocuparemos del proceso europeo.

Los tratados constitutivos de las Comunidades Europeas y particularmente el Artículo 28


del Tratado de Bruselas (por el que se constituyó un Consejo Único y una Comisión
Única de las CCEE) establece que “las Comunidades Europeas gozarán en el territorio de
los Estados miembros de los privilegios e inmunidades necesarias para el cumplimiento de
su misión, en las condiciones establecidas en el Protocolo ajeno al presente Tratado”.

Lo anterior nos conduce al Protocolo sobre los Privilegios y las Inmunidades de las
Comunidades Europeas en el que se establece el estatuto privilegiado no solo de las
Comunidades si no también de los funcionarios comunitarios.

En dicho Protocolo se establece que los edificios y locales de las Comunidades son
inviolables y están exentos de todo registro, requisa, confiscación o expropiación51.

51
Además, sus bienes y activos no pueden ser objeto de ninguna medida de apremio administrativo o
judicial sin autorización del Tribunal de Justicia, ni pueden ser objeto de imposición fiscal directa.
26
De igual inviolabilidad gozan sus archivos52 además de verse beneficiados por las
exenciones de impuestos directos, tasas y demás derechos sobre importación y
exportación de objetos destinados para uso oficial53.

Los representantes de los Estados europeos; los Miembros de la Comisión; los


Magistrados y los Abogados Generales del Tribunal de Justicia; los Consejeros del Comité
Económico y Social y del Tribunal de Cuentas; los Miembros del Parlamento Europeo y los
funcionarios y agentes de las Comunidades Europeas gozan en cada uno de los Estados
de la Unión de inmunidad de jurisdicción “respecto de los actos por ellos realizados con
carácter oficial, incluidas sus manifestaciones orales o escritas” aun y cuando hayan
cesado en sus funciones pero, “los privilegios, inmunidades y facilidades a favor de los
funcionarios y otros agentes de las comunidades se otorgarán exclusivamente en interés
de estas últimas54. Cada institución de las Comunidades estará obligada a suspender la
inmunidad concedida a un funcionario u otro agente en los casos en que estime que esta
suspensión no es contraria a los intereses de las Comunidades”.

El Protocolo sobre los Privilegios y las Inmunidades de las Comunidades Europeas


no cubre los deberes ni demás compromisos que los funcionarios están obligados
respecto de las leyes internas, es decir, que están sujetos al derecho nacional aplicable “y
las Comunidades cooperarán con las autoridades responsables de los Estados miembros
interesados” (Artículo 19)55.

52
Artículo 2 Protocolo sobre los Privilegios.
53
Artículos 3 y 4 Protocolo sobre los Privilegios.
54
La actuación independiente de los funcionarios comunitarios en relación al desempeño de sus funciones
es de cara a los intereses comunitarios. Esta “independencia” les exige abstenerse de participar en actos o
externar expresiones que podrán afectar la “dignidad” de sus funciones”.
55
“La inmunidad no alcanza, en modo alguno, a sus obligaciones privadas ni dispensa a los funcionarios del
cumplimiento de las leyes internas del país de destino: por consiguiente, en sus relaciones jurídicas privadas
los funcionarios, agentes y altos cargos están enteramente sujetos al Derecho nacional aplicable, de
conformidad al párrafo primero del artículo 23 del Estatuto. El Tribunal de Primera Instancia ha señalado
también que las prerrogativas establecidas en el Protocolo se otorgan a los funcionarios y a los demás
agentes exclusivamente en interés de las comunidades. Sólo tienen un carácter funcional, al ser su finalidad
evitar que se obstaculice el funcionamiento e independencia de loas Comunidades”. Araceli Mangas Martín
y diego J. Liñán Nogueras. “Instituciones y Derecho de la Unión Europea”. COBRA, S.L. España 1996.
27
En segundo lugar y último lugar, nos encontramos con el caso del Sistema de la
Integración Centroamericana (SICA) dentro del cual se encuentra disperso y muy mal
regulado el régimen de privilegios e inmunidades tanto de órganos, de instituciones como
de funcionarios ya que solamente en los Acuerdos de Sede es que se consignan
disposiciones al respecto, sin ni siquiera establecer un mecanismo interno de solución de
controversias de tipo administrativo, por lo que deberá estarse a lo que establece la
Convención sobre los Privilegios e Inmunidades de los Organos Especializados de
las Naciones Unidas56.

56
De primera intención algún lector podría preguntarse “¿porqué el autor da a entender que no se regula
dentro del SICA la solución de controversias administrativas internas?”, “¿que no los Artículos 12 y 35 del
Protocolo de Tegucigalpa le asignan a la Corte Centroamericana de Justicia tal atribución?”. Veamos
porqué sostenemos lo expresado en el párrafo comentado: El Artículo 22 literal “j” del Convenio de Estatuto
establece que ”la competencia de La Corte será: j) Conocer en última instancia, en apelación, de las
resoluciones administrativas, dictadas por los Organos u Organismos del Sistema de la Integración
Centroamericana, que afecten directamente a un miembro del personal del mismo y cuya reposición haya
sido denegada”. La apelación es el procedimiento posterior a la “sentencia”. Para nuestro caso el “fallo”
recurrido o a recurrir sería el del Tribunal Administrativo del SICA. Lo argumentado en ningún momento
debe ser considerado como que se está propugnando por el establecimiento de una instancia
(administrativa) paralela a la CCJ. Si el lector piensa lo contrario trate de responder las siguientes preguntas:
¿ante quién recurrirá un miembro del personal de la CCJ para que conozca en última instancia de una
resolución administrativa dictada por Ella misma y que le afecte directamente? ¿no se convertiría la CCJ en
juez y parte al conocer de este tipo de “apelación”? ¿no estarían impedidos para “conocer” de la apelación
los Magistrados de La Corte por haber integrado el quórum que dictó la resolución administrativa
reclamada? ¿no está en todo su derecho el reclamante de recusar a los Magistrados de la CCJ por haber
intervenido anteriormente en el asunto del que se considera se ha sufrido un agravio?
Por otro lado, la redacción del literal “j” del Artículo 22 citado parece incorrecta ya que habla de “instancia”
(que genera la idea de uno de los grados existentes dentro de una jurisdicción) y de “apelación” (que implica
la existencia de un recurso por el agravio recibido por la sentencia de un juez inferior) “de las resoluciones
administrativas dictadas por los Organos u Organismos de la Integración Centroamericana”,
(presentándonos a éstas con carácter jurisdiccional, susceptibles de revisión, cosa que no la entendemos
así).
Por otra parte, no compartimos el criterio del Consejo Judicial Centroamericano quien, actuando como CCJ
a.i. se pronunció, el 25 de julio de 1993, sobre el “Anteproyecto de Protocolo al Tratado General de
Integración Centroamericana” en el que se incluían algunas disposiciones referidas a los actos y
procedimientos administrativos de la integración económica. La CCJ a.i. se manifestó (criterio que aún
comparte y en ese sentido ha resuelto la actual
CCJ) que con dicho Proyecto se pretendía establecer una Comisión Administrativa Centroamericana
constituyéndose como Tribunal Administrativo que actuaría como primera instancia de los asuntos dictados
por los Organos del Subsistema (situación que se deduce de la redacción del literal “j”), “situación
claramente improcedente por dos razones: a) la creación de un Tribunal o Comisión de esa naturaleza no
corresponde a un convenio internacional” (argumento incongruente con las reglas del derecho internacional)
y porque “b) invade la esfera de competencia de la Corte Centroamericana de Justicia” (los Tribunales
Administrativos de las NNUU y de la OEA han demostrado que su actuación es más axiológica que
austeramente jurídica por tratarse de la tutela de garantías individuales fundamentales). La existencia de un
tribunal administrativo dentro del SICA no burocratizaría el Sistema ni implicaría “dificultades para los
interesados en cuanto al acceso de una justicia expedita y eficaz” ya que estaría protegiendo a los
miembros del personal del Sistema de la Integración Centroamericana del ejercicio excesivo de las
28
De lo expuesto hacemos dos aclaraciones a la Comunidad Centroamericana y a los
administradores de justicia: 1ª) En materia laboral ninguna Organización Internacional o
Regional Centroamericana ni sus órganos pueden sustraerse de la esfera de dicho
derecho como recurso para eludir sus obligaciones ya sea para con otros sujetos de
derecho internacional o para particulares, sean personas naturales o jurídicas; y 2ª) Los
jueces nacionales de los Estados Centroamericanos son los jueces comunitarios de
derecho común a quienes les corresponde el fuero laboral para conocer del
incumplimiento de las obligaciones emanadas de las relaciones de trabajo. Dos
conclusiones: la primera es que la inmunidad jurisdiccional de las Organizaciones
Internacionales es restrictiva porque únicamente se concede con la finalidad de garantizar
el adecuado funcionamiento de las mismas; y la segunda, que es necesario que cada
organismo internacional cuente con un Tribunal Administrativo que tutele a lo interno un
adecuado procedimiento en caso de que surgieren conflictos de índole laboral como
suceden en realidad.

Capítulo XIII Hemos dicho que las Organizaciones


Estados miembros, adheridos y Internacionales son creadas por voluntad de los
asociados. El caso de República
Estados mediante un acto jurídico que reviste la
Dominicana. Delegaciones de
forma de un tratado o convenio internacional.
Observadores. No cláusulas de retiro,
terminación o denuncia.
Los tratados, de acuerdo al Artículo 24 de las
Convenciones de 1969 y 1986, entran en vigor en la manera y en la fecha que se haya
determinado en sus disposiciones57.

autoridades jerárquicas y actuaría, dentro del círculo limitado de sus funciones, “revisando y corrigiendo” las
controversias que surgieren dentro del Sistema vinculadas con relaciones laborales.
57
“En defecto de lo anterior, el tratado entra en vigor en cuanto se establece el consentimiento de todos los
Estados y de las organizaciones negociadores. Mientras que los tratados bilaterales entran en vigor luego de
sendos consentimientos expresados por un canje de instrumentos o una notificación, las cosas son menos
simples con los tratados multilaterales: su entrada en vigor depende del consentimiento de todos los Estados
u organizaciones negociadores, o de algunos de ellos solamente, o de cierto número de Estados u
organizaciones, independientemente de que hayan participado o no en las negociaciones. A menos que se
disponga de alguna otra manera, los tratados cerrados requieren normalmente el consentimiento de todos
los Estados u organizaciones negociadores, de modo que entran en vigor en cuanto se otorga el último
consentimiento. Los tratados abiertos entran generalmente en vigor cuando el número de consentimientos
29
La entrada en vigor de un tratado es el punto de nacimiento de la Organización
Internacional a la vida internacional.

Los Estados que hayan negociado y puesto en vigencia el tratado constitutivo de alguna
Organización Internacional tienen la calidad de “Estados Miembros”, “Estados
Fundadores” u “Estados Originarios”, pudiendo dejar abierta la posibilidad de que nuevos
Estados se incorporen, participen y se conviertan en nuevos miembros de la Organización,
tal es el caso de Belice58 el cual puede adherirse, y en efecto así lo hizo el 27 de
noviembre del 2,000, al Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de
Estados Centroamericanos (ODECA).

Cosa curiosa ha sucedido en el caso de República Dominicana a quien en junio de 1992


se le invitó a participar como “Observador” en la XIII Reunión de Presidentes pero los
Estados miembros del SICA acordaron, en la Declaración de Panamá II del 12 de julio de
1997, que el “replanteamiento del proceso de integración regional y las reformas de sus
instituciones se realizará con la flexibilidad suficiente que permita la eventual adhesión de
Belice y la República Dominicana”.

A partir de junio de 1997 surgió una gran confusión y mezcolanza de documentos oficiales
sobre el tipo de “comparecencia” de República Dominicana en las Reuniones de
Presidentes pues en algunas “declaraciones” no se señala el carácter en el que
comparecía si no que lisa y llanamente suscribía juntamente con los demás Presidentes

se considera suficientemente representativo en virtud de cualquier criterio que se escoja; pero a falta de tal
disposición, se requerirá de nuevo la ratificación de todos los Estados o las organizaciones negociadores. En
cuanto a los Estados o las organizaciones que se adhieren a un tratado que ya está vigente, es por supuesto
la fecha de adhesión la que determina su entrada en vigor respecto de ellos”. Paul Reuter.”Introducción al
Derecho de los Tratados”. Fondo de Cultura Económica, S.A. de C.V. México, 1999.
58
Nos parece que el literal “f” del Artículo 15 del Protocolo de Tegucigalpa al establecer que a la Reunión de
Presidentes le corresponde decidir sobre la admisión de nuevos Miembros al SICA no es muy consecuente
con los propósitos del mismo Protocolo. El SICA está integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Panamá y Belice. Admitir “nuevos Miembros” como es el caso de República
Dominicana, como procuraremos ver más adelante, es desvirtuar nuestro proceso de integración pues
difícilmente República Dominicana podría ceñirse a un “política común” centroamericana como lo establece
el Artículo 15 literal “a” del Protocolo de Tegucigalpa. Si a los países del istmo les ha sido sumamente difícil
llegar a compromisos para la conclusión de instrumentos regionales, la situación se volvería aún más
embarazosa con nuevos Miembros extraregionales que a final de cuentas el único interés que tienen por
Centroamérica es meramente de intercambio económico y comercial.
30
como si fuera integrante de la Reunión de Presidentes, órgano supremo del SICA.
Ejemplo de ello lo encontramos en la Declaración de Nicaragua de septiembre de 1997 y
en la Declaración de Santo Domingo de noviembre del mismo año. En el resto de
“declaraciones presidenciales” aparece asistiendo como “Observador”, “Estado Socio” o
como “Invitado Especial”.

República Dominicana es “Estado Asociado” del SICA desde diciembre del 2003, y no
Estado adherido calidad que se pretendió en 1997, no obstante surge la duda de si tal
situación responde a un necesidad real ya que somos del criterio de que un subsistema
regional, como es el centroamericano, el caribeño, el europeo o el árabe, lo constituye un
conjunto de Estados geográficamente próximos y sobre todo, que es lo más importante,
que comparten “un sentido de identidad regional”59.

En América Latina los Estados tienen mucho en común pero debemos admitir que existen
entre ellos diferencias fundamentales.

Tener “conciencia regional” significa en gran medida profesar una misma religión; hablar
un mismo idioma; compartir una misma tradición; ser de una misma raza; poseer una
misma identidad de sentimientos y llegar a afrontar hasta el mismo problema de guerra
internas.

Conforman la conciencia regional factores históricos, sociales, culturales, políticos y


económicos que son comunes en un subsistema. La interacción entre los Estados y las
instituciones de un mismo subsistema es intensa; la conducción de su política
internacional es semejante.

La subregión centroamericana está claramente delimitada geográficamente y fuera de ella,


la interacción sistémica de los “Estados externos”, es escasa.

59
“América Latina en el Sistema Político Internacional”. G. Pope Atkins. Gernika.1992. México.
31
Por otra parte, República Dominicana es miembro del bloque denominado Comunidad
del Caribe conocido por las siglas CARICOM.

La Comunidad del Caribe fue establecida mediante el Tratado de Chaguaramas del 4 de


julio de 1973 y tiene entre sus objetivos “la integración de los Estados miembros a través
del establecimiento de un régimen de Mercado Común”, la integración continua de
actividades económicas, la coordinación de las políticas exteriores de los Estados
miembros y la cooperación funcional60.

Son órganos de la Comunidad Caribeña, la Conferencia de Jefes de Gobierno y el


Consejo del Mercado Común.

Tiene su Secretaría General e instituciones propias de la Comunidad como la Conferencia


de Ministros de la Salud y los Comités Permanentes de los Ministros de Educación,
Trabajo, Relaciones Exteriores, Finanzas, Agricultura, Minas, Industria y Transporte.

Como toda Organización Internacional, la Comunidad de Caribe goza de plena


personalidad jurídica61.

Algunos políticos consideran que República Dominicana podría llegar a ser miembro de
dos Comunidades (CARICOM y SICA) si es que por Comunidad se entiende otro
mecanismo más de cooperación intergubernamental pero la cosa no es así, ya que la
Comunidad implica un proceso unitario de integración política, lo que no sucede en este
caso.

Cosa distinta es, y no debe confundirse, el hecho de que República Dominicana y el resto
de países centroamericanos sean Estados miembros de la Asociación de Estados del
Caribe (AEC) creada en octubre de 1997 ya que se trata de una organización regional de
consulta, cooperación y promoción de actividades económicas.

60
Artículo 4 Tratado de Chaguaramas.
61
Artículo 20 Tratado de Chaguaramas.
32
Consideramos que aceptar a República Dominicana como Estado miembro del SICA, tal y
como el SICA ha sido concebido, sería desnaturalizar lo que es el Sistema pues,
además de ir en contra de lo que establece el Artículo 5 del Protocolo de Tegucigalpa
que establece que “Son Miembros del Sistema de la Integración Centroamericana, los
Estados Centroamericanos que acepten plenamente la obligaciones de esta Carta” muy
difícilmente podría cumplir con los propósitos y principios establecidos en el mismo62.

Volviendo: La participación de los Estados dentro del SICA tal y como lo establece el
Protocolo de Tegucigalpa puede ser en calidad de Miembros Originarios, Estados
Incorporados, Asociados y Observadores.

Los dos primeros tienen plena participación dentro de la Organización, en tanto la


participación de los terceros y cuartos es restringida63.

Como Observadores pueden participar no únicamente Estados sino también entes no


estatales.

Los Estados “fundadores” son los que negociaron y suscribieron el Protocolo de


Tegucigalpa, adquiriendo su condición de miembros por la entrada en vigor del mismo.

Los Estados que son admitidos con posterioridad a la entrada en vigencia del mismo
deben de ceñirse a las condiciones y reglas que el mismo SICA les impone.

Según Manuel Diez de Velasco, las condiciones pueden ser de lo más variadas:
geográficas (MERCOSUR); religiosas (Liga de Estados Arabes); político-funcionales
(ONU); o geopolíticas (Consejo de Europa).

62
Ver contenido de los Artículos 1 y 36 último inciso del Protocolo de Tegucigalpa.
63
La asociación de terceros Estados, a diferencia de Belice, no implica en ningún caso participación en los
órganos comunitarios del Sistema como equivocadamente se ha venido haciendo con República Dominicana
al aparecer en la suscripción de algunas “declaraciones presidenciales” como integrante de la Reunión de
Presidentes.
33
De acuerdo a lo que establece el Protocolo de Tegucigalpa dentro del SICA
corresponde a la Reunión de Presidentes decidir sobre la admisión de nuevos Miembros64
a recomendación del Consejo de los Ministros de Relaciones Exteriores65.

Dentro del SICA al igual que el resto de Organizaciones Internacionales de Integración, la


adhesión no solo es el consentimiento del Estado en obligarse por el tratado como lo
entienden los Artículos 15 de las Convenciones de 1969 y 1986 si no que implica ciertas
“negociaciones” como ha sucedido con Panamá en relación al Protocolo al Tratado
General de Integración Económica Centroamericana del 29 de octubre de 1993 más
conocido por Protocolo de Guatemala66.

La participación de los Estados en alguna Organización Internacional es voluntaria y su


permanencia o su retiro dentro de la misma es un derecho inherente a su calidad de
miembro que se rige de acuerdo a las reglas del derecho de los tratados.

De acuerdo a las normas del derecho de los tratados el retiro puede tener lugar: a)
conforme las disposiciones del tratado; b) por consentimiento de todas las partes en el
mismo después de haberse consultado entre sí; y c) cuando en ausencia de disposiciones
al respecto conste que ésta fue la intención de las partes o se infiere de la naturaleza del
tratado67.

El Protocolo de Tegucigalpa es el caso de un tratado concluido por tiempo indefinido68 y


que no contiene cláusulas sobre su terminación, retiro o denuncia.

El hecho de que el Protocolo de Tegucigalpa no contenga disposiciones concernientes


al retiro de alguno de sus Estados miembros es lo que aleja al SICA de las
Organizaciones Internacionales en estricto sentido. El Protocolo de Tegucigalpa da un
carácter definitivo a la integración centroamericana, por ello es que no encontramos en el

64
Artículo 15, literal f) Protocolo de Tegucigalpa.
65
Artículo 17 Protocolo de Tegucigalpa.
66
Artículo IV Disposiciones Transitorias Protocolo de Guatemala.
67
Artículos 54 y 56 de las Convenciones de 1969 y 1986, respectivamente.
34
cuerpo de su texto cláusula alguna que se refiera a su denuncia, al retiro, a su terminación
o a la exclusión de algún Estado miembro del proceso iniciado.

La duración del Protocolo de Tegucigalpa por tiempo indefinido69 nos brinda el


fundamento de la permanencia del proceso de integración, ya que si éste fuera reversible
y se permitiera la denuncia unilateral no sería posible hablar ni esperar que
Centroamérica se constituya un día en una verdadera Comunidad de Derecho.

Lo concerniente al no retiro de alguno de los Estados miembros o a la no denuncia del


Protocolo de Tegucigalpa no debe de tomarse muy al pie de la letra, ya que puede
suceder que algún Estado en su determinación de retirarse pueda llegar a estorbar,
entorpecer o dañar gravemente el desenvolvimiento del proceso de integración, ya sea
adoptando decisiones unilaterales que obstaculicen el logro de los propósitos trazados o
bien negándose a integrar los órganos comunitarios centroamericanos. En estos casos
extremos no habría más que, o aceptar la salida del “interesado” y proceder a hacer las
reformas del caso, o poner punto final al proceso de integración regional70.

Con nuestro proceso de integración sucede tal y como aconteció con la nave espacial
Apolo 15 que al colocar un satélite en la Luna se salió de trayectoria perdiendo
comunicación con la Tierra, llegando a un punto en relación Luna-Tierra que no era
posible regresar para restablecer su órbita y comunicación. Era preciso continuar el
recorrido; ese es el famoso “punto sin retorno”: regresar para Centroamérica resulta
inadmisible por que ya estableció instituciones comunes y por que sería el elevado precio
económico y político que habría que pagar.

68
Artículo 36 inciso tercero Protocolo de Tegucigalpa.
69
Artículo 36, inciso segundo, Protocolo de Tegucigalpa.
70
En lo que es el derecho de los tratados referido a las Organizaciones Internacionales propiamente dichas,
una cosa es que un instrumento constitutivo no contenga disposiciones concernientes al retiro de alguno de
sus Estados miembros y otra que ello signifique que no se reconoce el derecho de los Estados a retirarse de
él. Una cosa es no reconocer dicho derecho, otra es no apoyarlo y una más, guardar silencio al respecto.
Negar el derecho a poder retirarse de un tratado sería un motivo más de causa de terminación por “cambio
fundamental de circunstancias”. Por otro lado, los tratados constitutivos de Organizaciones Internacionales
35
Consideramos que el Protocolo de Tegucigalpa no incluye cláusula alguna de retiro
para evitar se entienda que él mismo predispone a retirarse de él71.

Decíamos que la participación de los Estados dentro del SICA es plena, tanto para los
Estados Originarios como para los Estados Incorporados, no así como la de los Estados
Asociados y Observadores cuya participación es restringida.

El Protocolo de Tegucigalpa prevé y autoriza la partición de Observadores decisión que


le corresponde tomarla al Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores72.

Dentro del SICA existen varias delegaciones de Observadores: la de México, la de


España y la de la República de China. Actualmente Alemania y Chile están realizando las
gestiones finales para obtener la calidad de Observadores.

En materia internacional el estatus de Observador puede concederse a Estados y a


Organizaciones Internacionales, y son los Observadores, los representantes de los
gobiernos o de los organismos internacionales que sin tomar parte en actividad alguna de
la Organización Internacional o en alguno de sus Organos desean seguir de cerca y
enterarse de los trabajos realizados en el seno de las mismas.

Consideramos que es de gran importancia y beneficio la figura de los Observadores al


seno de las Organizaciones Internacionales ya que además de ser “testigos de honor” de
los compromisos adoptados, pueden no solamente impulsarlos con posterioridad, si no
que pueden fortalecer su cooperación hacia las mismas y hasta llegar a tener
negociaciones futuras con ellas.

son esencialmente denunciables por su misma naturaleza, a diferencia de lo que sucede con los tratados de
paz, de desarme, derechos humanos o establecimiento de fronteras.
71
El retiro puede operar, de acuerdo a las reglas generales del derecho de los tratados, una vez que el
interesado lo haya notificado al resto de países previa liquidación de los pagos pendientes en concepto de
“contribución” al sostenimiento del SICA, obligación que a todos los Miembros alcanza por igual.
72
Artículo 17 Protocolo de Tegucigalpa.
36

Capítulo XIV Los Artículos 1 de la Carta de San Salvador Carta de


Identidad entre las Cartas San Salvador y del Protocolo de Tegucigalpa están
de San Salvador y el redactados en idéntica forma: luego de nombrar a los
Protocolo de Tegucigalpa. países de la Región expresan que “son una comunidad
económico-política que aspira a la integración de Centroamérica73. “Con tal propósito se
ha constituido la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA)”…. “Con tal
propósito se constituye el Sistema de la Integración Centroamericana, integrado por los
Estados miembros originales de la ODECA y por Panamá que se incorpora como Estado
miembro”.

Si bien ninguna de las Cartas de San Salvador habla de su “duración”, el Protocolo de


Tegucigalpa sostiene que su duración es indefinida.

Es de hacer notar que a partir del 1990 se ha tenido la idea de que la integración de
Centroamérica tiene un carácter permanente74 y por ello es que hemos sostenido en otra
parte de nuestro enfoque que los órganos del SICA son de naturaleza permanente para
que puedan garantizar la continuidad y seguridad del Sistema.

En la nota al pie de página no. 14 dijimos que las competencias de las Organizaciones
de Integración difieren de las de las Organizaciones Internacionales propiamente
dichas, y difieren por “la voluntad integracionista” de los Estados miembros que han

73
Una vez más se reafirma el argumento de que el Protocolo de Tegucigalpa respecto de la Carta de San
Salvador es un tratado sucesivo concerniente a la misma materia: se trata de un nuevo acto con el mismo
objeto, la misma naturaleza jurídica y con el mismo contenido.
74
La permanencia no significa o debe entenderse como “invariabilidad” o “inmodificabilidad” , si no mas bien,
como que la atribución efectuada a las instituciones creadas por los Estados miembros que han constituido
la “comunidad” goza de carácter definitivo dado que los compromisos adquiridos son de carácter necesario,
decisivos y firmes. La irreversabilidad del proceso de integración es lo que impulsa la progresividad del
mismo, la cual se asienta, de acuerdo a lo que expone Jorge Antonio Giammattei Avilés en su obra “Guía
Concentrada de la Integración de Centroamérica”, en la idea de que “una etapa no es un todo en sí
misma, sino una fracción de un recorrido que debe ser realizado hasta el final; cada etapa posee una unidad
interna y conlleva acciones que deben ser emprendidas concurrentemente. Aunque los propósitos u
objetivos finales y los principios generales estén firmemente establecidos, el proceso integrador será
permeable a la experiencia adquirida y a los cambios imprevistos” (publicación a cargo de la Corte Suprema
de Justicia de El Salvador, 4 de mayo del 2000).
37
constituido al “nuevo sujeto de derecho internacional” asignándole la realización de tareas
y objetivos específicos que podríamos llamar “fines comunitarios”.

Aunque “fines” propiamente dicho no se encuentran en el Protocolo de Tegucigalpa, sí


encontramos un “objetivo fundamental” cual es la realización de la integración de
Centroamérica para constituirla en una región de paz, libertad, democracia y progreso, y
para lograrlo se disponen de “propósitos comunitarios” claros como son: concretar un
sistema de seguridad regional; lograr un sistema regional de bienestar y justicia
económica; alcanzar una unión económica y fortalecer el sistema financiero
centroamericano; fortalecer a la región como bloque económico; establecer un nuevo
orden ecológico en la región; etc.

Los propósitos mencionados, y que los contiene el Artículo 3 del Protocolo de


Tegucigalpa, deben ser resueltos mediante “acciones comunitarias” precisas, de allí la
competencia que el Protocolo de Tegucigalpa asigna al SICA, a sus órganos y a sus
Estados miembros.

Capítulo XV Para tratar el tema de las competencias es necesario no perder de

Competencias vista que el SICA además de haber sido creado por el libre

del SICA. Clases. consentimiento de los Estados, fue dotado de órganos a través de
los cuales (y por los cuales) actuaría (y actúa)
independientemente, siendo capaz (el Sistema) o capaces (los
órganos) de expresar una voluntad jurídica distinta a la de los Estados miembros.

Esta capacidad de actuar en nombre y representación de otro, así como en el propio, es


con la finalidad de alcanzar determinados fines y propósitos.

Nos encontramos pues en un primer plano con que el SICA tiene órganos o instituciones
“originales” establecidos o reconocidos en el Protocolo de Tegucigalpa que
desempeñan sus funciones de acuerdo a “protocolos”, tratados constitutivos y
reglamentos; y en segundo, que ha ocurrido que por medio de instrumentos
38
complementarios han sido creados nuevos órganos o “instancias” a quienes se les han
adjudicado o atribuido determinadas tareas.

De lo dicho nos encontramos con dos tipos de competencia: la “originaria” que es la de los
Estados miembros, por su misma calidad de entes soberanos75; y la “derivada” o por
“atribución” que corresponde tanto a los órganos originarios como a la de los “nuevos”, ya
que dicha competencia nace para los primeros de la carta fundacional cual es el
Protocolo de Tegucigalpa, y para los segundos, de los convenios que se suscribieron y
que se suscribieren al efecto. Este tipo de competencia sólo alcanza hasta el límite de sus
funciones en cuanto a la consecución de intereses comunes.

La competencia por atribución confiada a los sujetos de derecho internacional que tienden
a la integración funciona, particularmente para el caso del Sistema de la Integración
Centroamericana, de la siguiente manera: Las competencias conferidas en el Protocolo
de Tegucigalpa a los órganos del SICA son amplias y en dicho instrumento se especifica
el “poder” o “poderes” que se les concede a cada uno de ellos.

En el Protocolo de Tegucigalpa se “describen” dichas competencias en lo que


podríamos llamar “banda ancha”. Expliquemos ésta idea con una ilustración: el Protocolo
de Tegucigalpa cuando se refiere a la Corte Centroamericana de Justicia en el Artículo
12 establece que ella “garantizará el respeto del derecho, en la interpretación y ejecución
del presente Protocolo y sus instrumentos complementarios o actos derivados del mismo.
La integración, funcionamiento y atribuciones de la Corte Centroamericana de Justicia
deberán regularse en el Estatuto de la misma, el cual deberá ser negociado y suscrito por
los Estados miembros dentro de los noventa días posteriores a la entrada en vigor del
presente Protocolo”.

75
Soberanía que deciden sacrificar parcialmente transfiriéndola a instituaiones supranacionales creadas en
común, a modo de que los problemas comunes no sean decididos unilateralmente, sino que se busque y
acuerde a través del diálogo soluciones comunes. Nos encontramos pues, con que habrá “menos Estado”,
“menos presidencialismo” y más sociedad civil en la gestión de los asuntos que han de procurar el bienestar
centroamericano.
39
En el Convenio de Estatuto de la Corte Centroamericana se establece la forma de
constitución y funcionamiento de la misma, estableciendo en concreto el ámbito normal de
competencia del Tribunal.

El hecho de que en el Convenio de Estatuto de La Corte se hayan establecido sus


competencias “por atribución”, en ningún momento ello ha significado que la competencia
de la Corte ha quedado restringida a las “cláusulas” del Convenio, ya que el mismo
Protocolo de Tegucigalpa al expresar que le corresponde a la Corte garantizar la
interpretación y ejecución de los “instrumentos complementarios o actos derivados del
mismo” le habilitó para que en el futuro pudiera conocer de nuevas situaciones jurídicas.
Tal es así que el campo de “acción” de la Corte se ha visto incrementado cuando nuevos
instrumentos regionales han sido suscritos y en ellos se le faculta para que conozca y
resuelva de las controversias surgidas en torno a la aplicación e interpretación de dichos
instrumentos. Así es el caso del Tratado Marco de Seguridad Democrática en
Centroamérica (Artículo 67)76; del Convenio Centroamericano para la Prevención y la
Represión de los Delitos de Lavado de Dinero y de Actos Relacionados con el
Tráfico Ilícito de Drogas y Delitos Conexos (Artículo 20)77; y del Convenio
Constitutivo del Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres Naturales
en América Central CEPREDENAC (Artículo 18)78 como ya se mencionó antes.

Ahora, en cuanto a las “competencias nacionales” de los Estados miembros, no vaya a


entenderse de que se trata de sustituir la soberanía de los Estados por una
supersoberanía centroamericana, o de que los Estados la hayan “depuesto” o cedido, si
no mas bien que los Estados miembros han decidido ejercerlas solidaria y
armoniosamente, en forma conjunta, tal y como lo reconoció La Corte en su respuesta a
la Solicitud de Consulta presentada por el PARLACEN el 13 de diciembre de 1993: Las
soberanías nacionales alcanzan hasta el “límite” en que los Estados miembros pueden

76
Honduras, 15 de diciembre de 1995.
77
Panamá, 22 de julio de 1997.
78
Guatemala, 29 de octubre de 1993.
40
actuar en todo aquello que no perjudique el proceso de integración, sino que facilite el
cumplimiento de las obligaciones derivadas del Protocolo de Tegucigalpa.

Este “sacrificio parcial” de soberanías o transferencia de ellas, no debe hacerse en forma


completa e instantánea, pues ello produciría “un bloqueo en el proceso de decisión y, lo
que es más grave, un enorme vacío jurídico, puesto que la transferencia llevaría
aparejada la nulidad de las normas internas opuestas al ordenamiento comunitario y la
incompetencia de las autoridades nacionales para modificarlas. La transferencia
paulatina, por el contrario, asegura la cobertura normativa, de fuente nacional o
comunitaria, en todas las materias objeto de los tratados, y permite a la Comunidad
adaptar su producción legislativa, y por ende la correspondiente asunción de
competencias, a la evolución y necesidades del proceso de integración”79.

Solamente cuando existe transferencia de soberanías a favor de Organizaciones


Internacionales como el SICA, únicamente cuando se comparten tramos de poder político
y existe verdadero deseo de ejercerlo en conjunto, es que se pueden alcanzar objetivos
comunes.

Capítulo XVI Ya casi para finalizar este breve ensayo hay que recordar que
De la Estructura desde el inicio del mismo hemos manifestado en reiteradas
Institucional del SICA. ocasiones que las Organizaciones Internacionales son creadas
por el libre consentimiento de los Estados; que las han dotado
de órganos a través de los cuales actúan independientemente; y que estos son capaces
de expresar una voluntad jurídica distinta a la de sus Estados miembros.

Entendemos por órgano a la persona o conjunto de personas a quienes se reconoce, por


medio de un ordenamiento jurídico, la capacidad para actuar en nombre y en
representación de alguien con la finalidad de alcanzar determinados fines y propósitos.

79
“Manual de Derecho de la Comunidad Europea”. Carlos Francisco Molina del Pozo. Tercera Edición
Actualizada. Editorial Trivium, S.A. 1997, Madrid, España.
41
La actuación de los órganos e instituciones de las Organizaciones Internacionales debe
de enmarcarse dentro de las facultades y atribuciones expresamente conferidas, esto es,
para evitar lo arbitrario y lo caprichoso en el desempeño de sus actividades.

En relación a la permanencia de los órganos comunitarios, consideramos que el criterio


plasmado en el Artículo 23 del Protocolo de Tegucigalpa, de que “el Comité Ejecutivo y
la Secretaría General son los Organos Permanentes del Sistema de la Integración
Centroamericana”, no es correcto, ya que los órganos de cualquier Organización
Internacional, y particularmente los del SICA, son de naturaleza permanente para poder
darle continuidad, seguridad y estabilidad al Sistema. La permanencia es lo que le da un
carácter dinámico y progresivo al proceso de integración.

Como se ha dicho, la estructura institucional principal del SICA la encontramos en el


Artículo 12 del Protocolo de Tegucigalpa y debe en su totalidad responder a la
consecución de sus propósitos y fines.

Es de tener muy en cuenta de que la estructura u organigrama del SICA no es algo rígido
o inalterable, sino más bien es una composición cambiante, dinámica, sin que ello
signifique que sea inestable ni que deje de brindar seguridad jurídica. De allí que a partir
de la entrada en vigencia del Protocolo de Tegucigalpa el Sistema haya experimentado
algunas “acrecidas” como son el Consejo Centroamericano de Instituciones de Seguridad
Social, creado en diciembre de 1992; el Centro de Coordinación y Prevención de
Desastres Naturales, creado en diciembre de 1992; el Consejo de Integración Social,
creado en marzo de 1995; la Comisión de Seguridad, establecida en diciembre de 1995,
por mencionar algunos.

Estas modificaciones o “adiciones” van complementando la estructura institucional en sí, y


la adaptan a las siempre nuevas y cambiantes necesidades regionales.

Resumiendo: la estructura fundamental del SICA está claramente establecida en el


Protocolo de Tegucigalpa pero, el mismo carácter dinámico del proceso de integración
42
regional, permite que dicha estructura institucional se vaya “ampliando” o incrementando
de acuerdo a los mismos intereses y necesidades del Sistema.

Capítulo XVII Los órganos e instituciones reconocidos y


Crecimiento de la Estructura establecidos en el Protocolo de Tegucigalpa
Institucional del SICA. desarrollan sus actividades y desempeñan sus
funciones de acuerdo regímenes jurídicos específicos.
Para el caso, nos encontramos con que La Corte se rige por su ordenamiento jurídico el
cual está constituido por su Convenio de Estatuto, su Acuerdo Sede, su Ordenanza de
Procedimientos, etc. El Parlamento Centroamericano funciona conforme lo determina su
Tratado Constitutivo y sus Protocolos Modificativos, así como por su Reglamento.

Podría suceder, y así sucede en realidad, que por medio de un instrumento


complementario, como es el caso del Tratado Marco de Seguridad Democrática en
Centroamérica del mes diciembre de 1995, sean creados nuevos órganos o “instancias”
como es el caso de la Comisión de Seguridad80 integrada por los Viceministros de
Relaciones Exteriores y Viceministros o Autoridades competentes en los Ramos de
Defensa y Seguridad Pública81 a quien se le han adjudicado determinadas funciones o
responsabilidades82.

En este caso, la Reunión de Presidentes, Organo Supremo del SICA, adoptó la decisión
de crear un nuevo órgano, al podría llamársele subsidiario, por medio de un instrumento
regional (complementario) que viene a perfeccionar el Sistema como Organización
Regional Comunitaria.

El crecimiento que experimenta y que seguirá experimentando el SICA en su conjunto


dependerá de las necesidades que se vayan presentando y así surgirán nuevas funciones
que serán atribuidas con la finalidad de alcanzar nuevos fines específicos y comunes.

80
Artículo 47, literal c, Tratado Marco de Seguridad Democrática.
81
Artículo 51 Tratado Marco de Seguridad Democrática.
43
Los cambios que puede experimentar el SICA no únicamente pueden deberse a la
creación de nuevos órganos o “instancias”, sino a que los mismos Estados pueden decidir
introducir modificaciones a lo interno de la Organización Regional Comunitaria tal y como
sucedió en el caso de la ODECA anteriormente señalado.

Capítulo XVIII Los órganos del SICA, de acuerdo a la función que


Organos del SICA. desempeñan se clasifican en: deliberantes; decisivos; de
Clasificación. control; consultivos; y administrativos.

Los deliberantes son los que deciden la orientación del Sistema; la definición de su
política común; la armonización de sus políticas exteriores; la admisión de nuevos
Estados miembros; la aprobación del presupuesto; y la elaboración de la Agenda
Centroamericana entre otras cosas.

Están integrados por los “representantes” o “delegados” de los Estados miembros y ellos
son la Reunión de Presidentes; el Consejo de Ministros; y el Comité Ejecutivo.

A los órganos decisivos les corresponden las decisiones para el funcionamiento del SICA
y también coinciden con la Reunión de Presidentes; el Consejo de Ministros; y el Comité
Ejecutivo.
A los órganos de control, como su nombre lo indica, les corresponde la vigilancia jurídica,
política y financiera del Sistema.

El control jurídico está a cargo de la Corte Centroamericana de Justicia; y el control


financiero está a cargo del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, del Consejo
de Ministros Responsables de la Integración Económica y Desarrollo Regional, y del
Consejo Fiscalizador Regional del SICA.

82
Artículo 52 Tratado Marco de Seguridad Democrática.
44
El control político corresponde al PARLACEN como foro regional elegido directamente por
el voto de los pueblos de los Estados miembros del SICA.

El órgano consultivo está integrado por el Comité Consultivo, constituido por los sectores
empresarial, laboral, académico y otras principales fuerzas vivas del Istmo
Centroamericano representativas de los sectores económicos, sociales y culturales
comprometidos con el esfuerzo integracionistas regional. Su función es la de asesorar a la
Secretaría General del Sistema sobre la organización de los programas y políticas que
han de llevarse a cabo en los respectivos campos de acción.

Dentro del SICA, dado su misma especialidad, los órganos administrativos son varios y
desarrollan sus actividades dependiendo del Subsistema83 de que se trate. Así, la
Secretaría General, es el órgano administrativo de mayor jerarquía, y entre sus
principales funciones se encuentran las de ejecutar y coordinar los mandatos emanados
de la Reunión de Presidentes y del Comité Ejecutivo; gestionar y suscribir instrumentos
internacionales enmarcados dentro de los principios y objetivos establecidos en el
Protocolo de Tegucigalpa; gestionar ante otros sujetos de derecho internacional la
cooperación financiera y económica necesaria para el funcionamiento adecuado del
Sistema.

También le corresponde la representación del Sistema en el ámbito internacional, y por


extensión, las funciones que desempeña la Secretaría General de las Naciones Unidas
conforme al Artículo 102 numeral primero de su Carta Constitutiva.

Capítulo XIX La integración centroamericana es un proceso


A manera de Colofón. multidimensional, inicialmente económico, y que se
perfecciona mediante etapas progresivas que inician con la
adopción de tratados multilaterales en materia comercial,
para luego pasar a constituir una Zona de Libre Comercio que favorezca el
establecimiento de una Unión Aduanera a fin de organizar un Mercado Común que
45
conduzca hacia una Unión Económica a fin de alcanzar una Integración Económica
Completa lo que traerá a la población centroamericana un mejoramiento importante en
su nivel de vida.

En todo proceso de integración el concepto de soberanía se flexibiliza permitiendo la


transferencia de competencias al nuevo sujeto de derecho internacional que ha sido
creado, para nuestro caso el SICA.

Con Hans Kelsen cobra fuerza la idea de que es necesaria la existencia de un orden
jurídico internacional permanente y estable que permita la coexistencia no solo de
Estados, si no la existencia Comunidades84 que puedan emprender acciones conjuntas
de cara al bienestar de sus poblaciones.

Es así como surge una idea novedosa como es la de limitar la soberanía nacional de los
Estados a partir de un voluntario sometimiento expresado en un tratado. Así las cosas, en
1963 el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea estableció jurisprudencialmente el
principio de que una “Comunidad constituye un nuevo ordenamiento jurídico de derecho
internacional en beneficio del cual los Estados han limitado, aunque sea en materias
restringidas, sus derechos soberanos”85.

Con esta fórmula es que el concepto de “supranacionalidad” se constituye en uno de los


valores propios de los procesos de integración, la cual habrá de alcanzarse por medios
legales.
***

Los medios y mecanismos legales que han de emplearse para favorecer el proceso de
integración centroamericano debe incluir la “uniformidad” de las Cartas Fundamentales de
los Estados miembros del SICA, pues solamente así se podrá avanzar al mismo ritmo o a
igual velocidad en el proceso de integración.

83
Subsistemas de la Integración Centroamericana: Político, Económico, Social, Cultural y Ecológico.
84
Organizaciones Internacionales supranacionales o con fines de integración.
46
Deseamos llamar la atención de que las Constituciones de Centroamérica no prevén la
transferencia de competencias a instituciones supranacionales, ¿por qué? Porque los
Estados no han superado sus miedos atávicos a la pérdida de su soberanía, porque los
Estados no conciben otras formas de interactuar mas que la intergubernamental y por
que los Estados no entienden lo que es la lealtad comunitaria, el cual es otro principio
esencial en todo proceso de integración que exige y demanda de cada Estado miembro el
incondicional cumplimiento de sus obligaciones independientemente de la conducta del
resto de Estados miembros.

Surge una pregunta: ¿existe alguna forma para que los Estados de la Región puedan
llegar a acuerdo a fin de armonizar sus Cartas Fundamentales? La respuesta es
afirmativa y la solución la tenemos entre nosotros desde 1907: los Estados pueden
proceder a consultarse recíprocamente e iniciar sus reformas constitucionales a fin de
lograr, lo que en materia se llama, “unicidad constitucional”.

Contar con Constituciones armonizadas conlleva el valor agregado de disponer con una
jerarquización normativa constitucional entre tratados: los internacionales y los de
integración. Sólo de esta manera es que podrá evitarse el conflicto de legislaciones
nacionales y normas supranacionales asegurando así la aplicación preferente del derecho
comunitario centroamericano: judicialmente no se podrá oponer al derecho comunitario un
texto interno, cualquiera que sea, aunque fuese posterior.

Consideramos que el problema de la primacía o de la prioridad o no del derecho


comunitario frente al local (sea constitucional o general) depende del lugar en donde lo
ubiquen las Constituciones dentro de sus propias jerarquías. ¿Tenemos argumentos para
sostener lo que afirmamos? Sí: Si un Estado decide participar en un proceso de
integración en donde existe un nuevo ordenamiento jurídico que debe ser incorporado a
su acervo jurídico nacional debe establecer una gradación entre ambos a fin de evitar
conflictos de leyes. Nuestra fórmula de reforma constitucional para Centroamérica es
sencilla: “los tratados de integración tienen jerarquía superior a los tratados

85
Vand Gend y Loos, caso 26-62 del 5 de febrero de 1963.
47
internacionales y a las leyes. En caso de conflicto se estará al orden de prelación
indicado”.

Establecer la primacía normativa en un acervo jurídico determinado es insoslayable ya


que de ello dependerá el acatamiento de los instrumentos y de los actos comunitarios
porque de lo contrario se volverán inaplicables dependiendo de lo que digan las leyes
locales respecto de ellos.

Llamamos la atención sobre lo siguiente: si cada Estado involucrado en un proceso de


integración le da diferente tratamiento a las normas comunitarias, habrán distintas
soluciones jurisprudenciales respecto de una misma cuestión.

En este “A manera de Colofón” surgen otras interrogantes y la que ahora emerge es:
¿qué opción queda si los Estados miembros no desean reformar sus Constituciones? La
única respuesta aceptablemente admisible es que los Estados acepten, como lo están
obligados por Ley, la obligatoriedad plena de la Corte Centroamericana de Justicia en lo
que a interpretación o incompatibilidad de normas se refiere.

Está de más decir que en los contextos de los procesos de integración son incompatibles
las medidas unilaterales en aquellos rubros que se requieren de procedimientos
conjuntos: no se deben aplicar normas internas en detrimento de normas comunitarias.

***

Ya para concluir, unas palabras sobre el título de este ensayo: “Una Organización
Internacional llamada SICA”.

Una Organización Internacional es la sumatoria de las voluntades de diferentes actores


internacionales los cuales, libre, espontánea y voluntariamente, deciden crear un nuevo
sujeto de derecho internacional, para el caso centroamericano, el Sistema de la
Integración Centroamericano –SICA-.
48
El SICA como Organización Internacional, a secas, reconocidos cuenta con un tratado
constitutivo, el Protocolo de Tegucigalpa; un ordenamiento jurídico propio, el
comunitario; y con personalidad jurídica internacional. Como Organización Internacional
Supranacional su característica es la especificidad, se estableció sin límite de tiempo, los
Estados miembros vislumbran un futuro conjuntamente mejor que el individual y no prevé
el retiro de sus Estados miembros fundadores.

Las características más originales del SICA es que comienza su vida como una
Organización Internacional; tiene su “sede” en el espacio territorial de los Estados
miembros; amalgama los intereses regionales en lo que ha dado en llamarse “identidad
centroamericana” la consiste en la autopercepción de los centroamericanos de pertenecer
a una misma Comunidad económica y política y que dicha percepción sea apreciada por
el resto de sujetos de derecho internacional; y propicia la solidaridad centroamericana,
entendiendo esta como el sentimiento de lealtad o fidelidad hacia la Comunidad
Centroamericana.

Finalmente unas aclaraciones obligatorias:

1ª) La soberanía nacional de los Estados miembros del SICA permanece intacta;

2ª) Los Estados miembros no pierden el derecho de sus Poderes Públicos en sus
territorios;

3ª) Los Estados miembros conservan intacta su capacidad jurídica para actuar en el
campo internacional;

4ª) Los Estados miembros conservan intacto su derecho a la autodeterminación: pueden


decidir libremente su forma de gobierno y su organización política;

5ª) El derecho constitucional contrario al comunitario debe de ser interpretado, en la


medida de lo posible, en provecho de la Comunidad;
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6ª) Los Estados miembros tienen derecho a la codecisión de hacer modificaciones a lo
interno del SICA por medio de reformas al Protocolo de Tegucigalpa, y

7ª) La permanencia dentro del SICA es voluntaria, nadie puede impedir la salida
voluntaria de un Estado miembro.

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