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El tiempo, Juez sin ley, sin piedad alguna hizo costumbre de mi tortura.
El porvenir poco amigable heredó una dulce maldición creando un ser cuya vida era
amarte.
Todo fue oscuro, toda una enferma pasión en un silencioso amor mudo.
En nada quedó mi ser, nada en mi oasis desierto, nada que a la primavera agradecer.
¿Alguna vez reí? ¿Alguna vez viví? ¿Cuándo soñé? ¿Fui antes feliz?
Y ya no me acuerdo de mí
Si...
Yo deje de vivir
Cuando te conocí.
Te elogié y te mimé.
Y te soñé y te amé.
Pero ya no, no seguiré en el regazo mortal. No lo quiero, quédate mi corazón, para que
ese pozo de llantos, para que ese frío manto.
Si...
Y al fin comprendí que sin querer, acabe queriéndote; que, sin saberlo, al quererte, deje
de quererme.
¡Adiós amor!
Era una imagen que estaba en mi celular- Mis ojos la contemplaban cautelosamente.
Estudió el nivel bachillerato, tengo unos amigos geniales, una familia ―feliz" en lo que
cabe y estoy perdidamente enamorada o espera… no enamorada, pero tengo un amor
secreto o ya no tan secreto pues ya lo sabe desde hace tres meses atrás.
Cap.2
Tenía poco, como un mes aproximado asistiendo a un curso para prepararme para el
examen.
Era inexplicable pero mis pensamientos sólo estaban Martín, mi amor platónico.
Martín asistía al mismo instituto y estudiábamos la misma carrera técnica. Mis amigos
no comprendían que me enloquecía de él.
Lo sé –no era "apuesto" del todo pero mis ojos lo miraban con ojos de amor. —Alto,
corpulento, tez clara, eso era él –mi chico bobo favorito.
Cap.3
La situación de lo que sentía por Martín, marchaba bien… hasta que no soporte vivir
con ese secreto.
La primera en enterarse fue mi amiga Xana. Ella lo conocía un poco más que yo.
—Si lo miras bien, te darás cuenta que es repugnante y con cabeza hueca.
¿En serio estaba tan mal con mi vista?- no lo sé pero Martín me encantaba indiscutible
mente, de un día para otro cada que lo veía alteraba mi mundo.
Cap.4
Frecuentaba mucho su perfil actualmente por la red social. — ¿Qué raro?-no creo que
sea la única persona en esta vida que ha hecho eso. Supongo que tú, por supuesto lo
has hecho, perdiendo tú valioso tiempo ―admirando" a tú "amor platónico".
Pero a pesar de eso, era incapaz de agregarlo, o acercarme en persona hacia él. De
hecho creó que era un cero a la izquierda en la vida de Martín. Desconocía sus gustos
y cosas por el estilo.
Un día conversando virtualmente con 2 amigas, cambió todo. Dio un giro radical a la
situación y comenzaba una divertida aventura con Martín.
Ella era compañera de Martín, por lo cual ella lo podía conocer más.
-Pues es un chico muy hogareño, muy noble, tranquilo. ¿Quieres que te diga que le
gusta?
Cap.5
Esa misma noche mensaje aba con mi amiga Liliana. Le conté que estaba
"Estúpidamente enloquecida" por un chico del otro grupo de nuestra misma carrera.
– ¿En serio?
-...sí...
— ¿Quién es?
Así que le mande algunas fotos de él —ni crean que ya coleccionaba algunas fotos, ni
crean.
No era aburrida la clase es solo que...en ocasiones las conversaciones con tus amigos
eran más interesantes.
Era viernes, Martín entraba tarde a la escuela. Bueno quiero decir, su primera clase
empezaba al finalizar la mía.
Lo único hermoso de los viernes era que, cuando salía del salón para irme a otra clase.
Él ahí estaba en el pasillo con una cara de bobo, quizás. Pero a mí se me caía la baba-
obvio en sentido figurado.
Cap.7
Charlando con algunos de mis amigos de las "Relaciones amorosas‖, mi amigo Alexis
comento;
Si había mantenido la atracción hacia Martín en "Secreto‖, era porque... Mis amigos,
¡más mis amigos! "hombres" eran más "murmuradores" que una mujer y luego dicen
que las ―indiscretas" somos nosotras. Pero realmente, ya no soportaba tenerlo oculto.
— ¡Apoco! ¿Quién?
Mire a Xana, con cara de suspicacia. Indecisa por lo que estaba haciendo ¡Diciendo!,
susurré;
Cap.8
Íbamos todos mis amigos saliendo de la escuela en eso Alexis, ¡Alexis!, por fin abrió la
boca-ya se había tardado.
Cap.9
Adriana, una amiga que estaba solicitando personas que tuvieran algún talento o les
gustara algo de arte, como el teatro etc.
–Se me acaba de ocurrir algo mejor. Sólo le voy a "medio" platicar del dato, pero la que
le dará toda la información serás ¡tú!
Cap.10
El hecho de saber que hablaría en persona con Martín, no me dejo pegar el ojo en toda
la noche.
Salí de mi casa estupefacta, era una sensación linda pero me sentía como una niñita.
Llegó la hora. Había quedado en un acuerdo con Jess, sería a la hora del descanso
pero a la mera hora se cambiaron algunos roles.
Tenerlo a unos centímetros de distancia era muy increíble, claro era una enana a lado
de él. Pero ni los granos que pude percibir en su rostro terminaron con el encanto.
—aja...
Estaba toda perpleja que prácticamente fracase en el primer encuentro. ¿Cómo podía
ser tan atrayente hacia mí?-me decía a mí misma.
Trate de quedar otro día o que tratara de intercambiar números de celular, pero no
resultó.
Cap.11
Los días transcurrieron y el hecho de que mis amigos estuvieran al tanto, complicaba
las cosas o...quizás hacía divertida la situación.
Llegó el mes de Noviembre, tan pronto. Mes en el cual la escuela hacia un concurso de
ofrendas por grupo. Con todos los preparativos todas las secciones de la carrera
"Diseño Gráfico‖, la pasábamos en talleres para organizar nuestro proyecto visualizado.
Llegó la hora de receso e intentaba acercarme a su taller, pero a lo lejos, parecía muy
concentrado.
Era mi amiga Teresa, que también estaba al tanto de Martín. Ella era muy Parlanchina
por lo tanto al ver que me mi mirada iba hacia Martín, comento;
— ¡Oye Martín!, mi amiga Lían quiere hablar contigo, ¿podrías salir un Momento?
Martín acepto y se dirigía hacia mí. Todo parecía tranquilo... hasta que...
Gire mi cabeza para observar quienes murmuraban tanto. ¡Genial!, mis amigos.
Inevitablemente mis mejillas, pasaron a ser jitomates, en eso él llegó.
–ok, gracias.
Y como siempre, se marchó. Después todos mis amigos se dirigieron hacia mí. Mi
amiga Xana había logrado capturar algunas fotos ―juntos".
Cap. 12
–Sí, ¡Se ven lindos!, él es alto y tú diminuta... Por lo tanto la estatura perfecta.
–lucen... ¡Cool!
– ¡Hey pequeña Lían!, te propongo algo, ¿Qué dices de volvernos cursis por un día?
– ¿O sea...Cómo?
–Piénsalo y me avisas con un mensaje.-Al decir eso me regalo una sonrisa ligera.
Era viernes, tenía el fin de semana para pensar bien la "idea" de Tere.
Cap.13
Concluía el fin de semana, acostada en mi cama meditaba.- ¿Lo hago?, vamos, que
dices, ¡Ni siquiera lo pienses Lían!-rodaba levemente de un lado a otro y en eso...
<Hola...
Acaso ¿Has recibido Cartas?...
El motivo es, decirte lo que siento por ti... Resulta que si te hablo con toda sinceridad,
en poco tiempo he enloquecido... Obvio no puedo decir que te amo porque suena
ridículo, tampoco, puedo quererte porque para eso se necesita tiempo pero creo que
me gustas; bueno en realidad solo sé que cuando te veo me pongo muy infantil y eso
hace que me sienta nerviosa.
Yo no le tengo miedo a "casi nada" pero todavía no me explico el "¿Por Qué tiemblo
cada vez que te veo?"
No entiendo que pasa, cuando te veo tus ojos me causan un mar de emociones y no sé
lo que son, cuando te hable, empecé a temblar y sentí muchos nervios... No sé qué
debo hacer...
Así que quieres ser actor... Dime ¿Te gustaría protagonizar parte de mi historia?
Cap.14
La carta había sido entregada casi casi como "tráfico de drogas". Javier se la guardo en
su mochila, sin que Martín lo notara-Lo sé era muy estúpido en ocasiones.
Era fin de semana, meditaba en mí recamara sobre la estupidez que había hecho. Y
para cerrar con broche de oro, sin "pensarlo" le mande un mensaje por la red social.
<Hola...perdón por el atrevimiento, quizá no es forma de decir las cosas pero créeme
aun así es muy vergonzoso decir "yo te mande la carta‖. Supongo que has de pensar
que fue muy tonto e infantil, como también supongo que ya has notado que hay algo en
ti que me "llama la atención"...antes que nada quisiera saber sí ¿Leíste la carta sólo?
(Por favor, di que sí, ya que sería más vergonzoso saber que alguien más sepa lo que
escribí)... Y también quisiera saber ¿Qué pensaste de la carta?, sé que probablemente
exagere pero créeme aún sigo sin creer lo que hice.
Martín y yo no éramos amigos por la red social. Así que no podía ver si ya lo había
visto hasta que aceptara mi solicitud de mensaje.
Pase una semana, viéndolo como si nada con sus amigos, y ningún "visto" en el
mensaje. ¿Cómo no sacar mi euforia?-ja, ja, ok no, pero ¡ay, pinches hombres!
Brenda y yo compartíamos el mismo sentido del humor y uno que otro hobby, sólo que
en el Amor, ella no se clavaba tan chido. Era algo que le admiraba demasiado.
–Hola, mira Lían por el momento no busco una relación... Ya que hace poco termine
con una... Entonces es por eso. Aparte problemas familiares que estoy pasando. La
carta ¡me gusto demasiado!, ¡Gracias!, te lo agradezco en verdad.
Así que...
Por supuesto que no idiota, estaba a punto de cortarme las venas, pero fue inevitable
comerme la galleta de animalito que tenía en manos-ja, ja siempre hablándole a mi
interior.
– ¡Sí!, ja, ja. ¿Por qué razón, no estaríamos bien?
Cap.15
Después del primer bateó en mi vida, ya no eran ―buenos días"...sólo días.-ja, ja ok no,
pero pues podía ser libre con mis sentimientos hacia él, total todos se enteraron.
Todas las noches, seguía pensando en él antes de cerrar mis ojos y a la vez, pensaba
¿Acaso...alguien mejor que él llegara pronto?
Cap.16
Era lunes, como cada semana asistía una hora a mis clases de preparación.
Con una actitud desconcertante llegue a mi casa, tome un cuaderno y escribí- "Que
puedo decirte... Imposible no sentir quererte, llegaste de la nada, sin planes sin bocetar
a mi vida. Trato de controlarme pero extrañamente una vez más mi corazón hace de
las suyas y se dirige hacia ti".
– ¿Y si, era Alberto?-así que transite más rápido y efectivamente llegamos al mismo
tiempo. Era él mismo chico que vi hace unos minutos.
(TIC,toc,TIC,toc,TIC toc)
Risas y muchas risas. Era el segundo día de la semana y asistían 2 pequeños que eran
hermanos; Mauricio y Tania.
Sin embargo él raro, jamás reía, pareciese como si no tuviera alma ese cuerpo
postrado en ese asiento. Todos reíamos menos él.
Cap.18
Cap.19
Ninguno de mis amigos sabía lo actual en mis sentimientos. Hasta que en eso los mire
y les conté todo a dos Amigas; Xana y Lili.
Que estaban conmigo almorzando, mientras los demás del grupo habían ido a comprar
Como todas las amigas, sorprendidas se emocionaron y me pidieron estrictamente una
foto de él.
Dime ¿Quién eres en realidad?, ¿Qué elementos contienes químicamente?, para que
seas mi debilidad. No verte me frustra, tenerte cerca, eriza mi piel, mirarte a los ojos,
hace sacarme una sonrisa automáticamente. Oír tú voz acelera mi adrenalina y ver
cómo te vas no debería ser legal °
Cap.20
Otro aspecto que me caracterizaba era mi curiosidad, así que empecé a buscarlo en
las redes sociales. Pero como era de esperarse... ¿Cómo lo iba a encontrar?, si solo
sabía que se llamaba "Alberto"
Termino la semana, prácticamente deje de amar mis fines de descanso. Lo que ahora
anhelaba era que llegaran los lunes.
Ahora lo único que se escuchaba al pasar por los pasillos era mi forma indescriptible de
admirar a Alberto.
Mis amigas se quedaban boquiabiertas, cada vez que me oían. Sé que estaban
contentas al verme de esa manera. Pero prácticamente lo que yo siempre destacaba
de Alberto, era su "inteligencia‖, su habilidad para que todo le saliera bien.
Las clases se volvían eternas y ni se diga el tiempo que tenía que esperar en mi casa
para ir a la clase.
Ese lunes no era cualquier lunes, o más bien no fue cualquier lunes.
Cuando llegue él ya estaba o mejor dicho ―llegamos al mismo tiempo‖, otra vez.
Por un instante me descuide y deje de contemplarlo, cuando regrese la mirada hacia él,
¡ya no estaba! Rápido empecé a buscarlo, girando mi cabeza a diferentes direcciones
pero de repente pensé- Lían, y si él te está viendo-así que retome mi postura
"despreocupada" y mire la hora (16:58pm)-¡Rayos!,¿Por qué no llegaba nadie de mis
otros compañeros?-faltaba ya casi nada para la clase, me levante y me dirigí hacia la
entrada, en eso me di cuenta que él, siempre estuvo en el mismo lugar, sólo que
estaba recostado en la banqueta.
Realmente me tomo por sorpresa, ridículamente ese "beso" común y corriente, que
cualquiera saluda de esa forma. Ocasiono que mis oídos escucharan alucinando el
sonido de unas ―campanadas"
Mi corazón se detuvo, era como si en ese escenario solo estuviéramos él y yo. Lo que
nos rodeaba se desvanecía.
–Hace rato toque y no abrió nadie-¡ja!, pinche mentiroso-dije hacia mis adentros,
llegamos al mismo tiempo idiota. En eso mire el reloj y dije; ¡oh ya es hora!
–Ja, de ese lado está el timbre-de igual manera señale con mi mano.
Él, vergonzoso alzo su cabeza y oprimió el timbre, mientras esperábamos a que
abrieran, él acomodo su postura y con su dedo medio se ajustó sus gafas.
Cap.21
Me recorrí, dejando un espacio a lado mío para que Diana se pudiese sentar. Pero de
pronto Alberto, ¡Alberto!
Alberto estaba invadiendo aquel espacio de manera en que Diana se sentara donde él
hace unos segundos estaba.
Era imposible interrumpirlo y más aparte como me voy a ver con mis compañeros ¿Qué
dirán?, pensaran que quiero con él o algo así. Gire mi cabeza a mi cuaderno,
encogiendo mi boca y plegando mis ojos levemente. En eso la maestra me miro y dijo
que si ya había terminado. Dudosamente le dije que sí, tomo mi cuaderno y me puso
tarea.
Guarde mis cosas con serenidad pero, ¡osh!, él nada. Me levante cautelosamente, me
despedí de la profesora y...en eso me pase de largo y me fui.
Cerré mis ojos, tumbada en mi cama recordé una y mil veces el "simple beso" y
acariciando mi mejilla susurré;
Como era de esperarse a mis amigos les conté aquel momento, era gracioso porque
para ser infantiles no hay límites y mucho menos en esa perdición llamada ―ilusión"
A pesar que todos ya éramos casi unos "adultos‖, también saltaron de emoción. Obvio
más mis amigas porque siendo mujeres aunque sea un simple beso, para una chava
cualquier cosa viniendo de esa persona especial, es perfecta. Mis amigos sólo dijeron-
¡ay, eso que! tanto alboroto. ¡Hombres, hombres!
Cap.23
Ya que en ocasiones creía que era un sueño que dura dolo un instante, que al
despertar ya no era legible para el exterior... ¿Eres realidad o realmente eres un sueño
de una hora?-me preguntaba en mi interior-Se dilatan mis pupilas desde el primer
momento en que te vi y aceleras irrazonablemente al espíritu soñador que habita de
mí.- ¿Qué me ocurría?
Cap.24
Tengo miedo, miedo que inconscientemente un día de estos tome tu mano y sin
previstos te susurré: tropezamos sin planear yo a eso lo considero destino -vaya que
mis pensamientos cada vez volaban más en mí imaginación me decía yo misma.
Estábamos en clase de Historia y la maestra no paraba de hablar nunca, comprendía
que era importante y parte de nuestra educación, ser personas ―cultas". Pero la falta de
interés en esa materia ocasionaba viajar bien padre mis pensamientos o simplemente
mirar hacia dentro, lo cual todo el grupo terminaba dormido
Cap.25
Me indujo a rezar, como una adolescente que moría por ver a su amor platónico.
Lo que por fuera aparentaba tranquilidad por dentro era un caos como un incendio, que
necesitaba agua para calmarse, en eso rezaba y mi oxígeno llegaba para completar mi
existencia.
Y de pronto...
Conmovida y boquiabierta, una sonrisa genuina que alteraba todos mis sentidos
acompañado con su mirar ingenuo y cautivador, envuelto en un gran enigma que
simplemente me acorralaba, me hipnotizaba.
Cap.26
El tiempo corría, las tardes se volvían amenas. Aunque solo tuve una oportunidad de
estar así de cerca con él idiota debido a que de repente la impuntualidad se volvió su
amiga.
Pero eso no impedía la satisfacción, el goce, la dicha de tan solo intercambiar algunos
vistazos en ocasiones.
Era un desconocido hasta el momento, pero a pesar de eso tenía algo que
simplemente era una droga para mí. Mis ojos no podían definir si era un chico apuesto,
pues lo que me atraía de él era su nivel de intelecto, era un chico que admiraba todo de
él. Su manera de concentrarse, no importaba si se cruzara una mosca, ya que puedo
apostar que él no la notaría, pero su personalidad era... inexplicable.
Ya que a la vez podía intuir que era un chico con un corazón muy cálido aunque con
una personalidad indiferente hacia el exterior. Siempre había visto a las personas como
un mundo diferente, pues bien dicen ―cada cabeza es un mundo‖, pero Alberto, cada
que lo miraba me hacía pensar que él era de otro planeta... Y al chocar con mi mundo,
se producía una gravedad en el universo.
Cap.27
Todo marchaba bien, solo una semana. Una semana en donde debería de aprovechar
cada clase al 100%-no solo hablaba del aprendizaje (ja, ja si no también me refería a
Alberto), ya que aunque suene lamentable, no tenía idea con exactitud de cuando
volvería a verlo de nuevo.
Así que empezando la semana como era costumbre ahora, llegó tarde (pero
llegó).Todo iba bien hasta que la maestra se confundió y le dijo;
José Alberto era otro compañero, muy diferente a Alberto y eso era muy notorio, por
supuesto. Pero él hace unos días que ya no iba. En eso mire a mi amiga-compañera
Diana, así de ¡Él no es José! Creí que mi amiga me seguiría y diría lo mismo que yo.
(Claro, "creía"), ya que me di cuenta que fui la única que habló en un estado de euforia.
– ¡Él, no es José Alberto!-en eso percibí que todos me miraban incluyendo al tipo raro,
(ja, ja ¡Todos!)-en eso la maestra desconcertada, se dio cuenta que pues él no era
"José Alberto".
En eso todos dimos una risa ligera, él se volvió a poner sus audífonos. Mientras tanto
la maestra y los demás me miraban con mucha curiosidad de lo que había pasado
hace unos minutos.
– ¡Mira nada más, con que José Alberto!-la maestra era una persona muy agradable,
tenía un sentido del humor muy divertido.
–Ja, ja, ¡Que!-en eso lo único que quería era algo así de "trágame tierra".
Y yo pues al ver la cara de la maestra y de mis compañeros, solo sentí como de pronto
se subía un calor cito a mis mejillas y aunque no podía verme, sospechaba que estaba
muy Sonrojada-¡Genial!, ahora ¿Con qué cara me iré?, ¿Cómo lo veré los demás días?,
supongo que con lo que ocurrió ya lo descubrió todo.
Cap.28
Al siguiente día les compartí mi bochornosa experiencia a mis amigos y obvio también
se empezaron a reír.
– ¿Tú crees?
Mientras eran peras o manzanas, yo ya había hecho el peor oso en mi vida, (dramática,
¿Dónde?
Después de ese día ya no se presentó. Llegó el último día de curso y ese día no tuve
clases en la escuela. Dedique la mañana a buscarlo en las redes sociales.
(Aunque sea rarito, si ha de tener una cuenta. No creo que sea "antisocial" o algo por el
estilo).-pensaba mientras persistía en hallarlo.
En eso recordé que estaba en un grupo donde estaban la mayoría de mis vecinos,
amigos y así. Era un grupo de las colonias por donde vivía, obvio incluyendo la mía.
– ¡Genial!, eran varios, ahora solo tenía que ver él que se pareciera más o menos.
<Alberto Ríos>, de pura coincidencia o quizás destino, clic en ese perfil y entonces-¡oh!
Cap.29
–Pues ya ven, larga historia. Creó que fue una gran coincidencia.
– ¡Agrégalo!
–Sí, ¡Agrégalo!
– ¿Qué? ja, ja, ¿Están en sus cinco sentidos? Obvio no lo voy a agregar, ni me va a
aceptar.
– ¿Cómo sabes?
– ¿Es él?
No era que estuviera tan estúpida, solo que, cuando lo encontré, sorprendida mire sus
fotos y pues en ninguna se parecía al "Alberto" que conocí. Pero bueno la foto actual
que tenía, contaba con un "diálogo‖, una "nota‖, algo por el estilo. Pero me había
quedado boquiabierta, cuando después de un mes, aproximadamente por fin lo
encontré, que casi no preste atención a sus fotos. La cual una de ellas evidentemente
tenía un cigarro presionándolo con sus labios pero por la falta de atención no había
notado que efectivamente era un "churro".
Cap.30
Aquello era lo que estaba escrito en la nota, de su foto actual que tenía. La verdad es
que no era un tipo común y corriente, él era otra onda, pero ¿Y ahora?
Llegó la tarde y hoy era el último día en el curso.
Sonaban las manecillas del reloj, los 60 segundos parecían tan solo un segundo, pues
los minutos volaban drásticamente.
¿Por qué ya no viniste?, ¿Quién eres realmente?, ¿Por qué tu rostro me pareció
familiar la primera vez que te vi?, ¿Nos conocíamos desde antes?, ¿Y ahora?,
¿Cuándo te volveré a ver?-mil cuestionamientos aterrizaban en mi cabeza.
Cap.31
Había llegado a la escuela, nuestro último día de clases ya que eran vacaciones de
pascua.
Era extraño pues debería estar feliz, por mínimo haber hallado su perfil en la red social.
Tampoco estaba triste o algo así, era solo que...
Me sentía confundida, la primera vez que lo conocí supe que era una persona inusual,
pero su perfil también dejaba muchas cosas que ver. Por ejemplo: el "churro‖, o lo de
"consumidor habitual de ESTUPEFACIENTES‖, ¿Qué debía hacer?
– ¿No te encuentras feliz amiga?, ¡lo encontraste!, dime ¿Eso no amerita la sensación
de alegría?
–Soy mejor que el FBI, ¿Cierto?-mire a mis amigas con diversión y con un rostro
emotivo.
– ¿Y si lo agregaste?
–Pero por supuesto que ¡no!, ¿Por qué haría algo así?
– ¡Porque te gusta!
Desde que lo halle por la red social, no dejaba de mirar su perfil. Ya sea que miraba
sus fotos principales o de portada.
Tenía pocos "likes" en sus fotos y era curioso sus amigos que pude ver, compartían
amigos en común conmigo.
En eso se me ocurrió preguntarle a uno de mis amigos si conocía a uno de sus amigos
de Alberto; se llamaba Oscar Basurto.
>Bueno pues mira, solo curioseaba un rato y me preguntaba, ¿Conoces a un tal Oscar
Basurto?
>ja, ja, no solo decía. Es más ignora esta conversación, ¿va?, ¡Cuídate!
Se hizo tarde y me conecte de nuevo a la red social. En eso tenía una solicitud de
mensaje, desconcertada lo abrí, era de... ¡Oscar Basurto!
–Pero ¿Qué era esto?...al parecer mi amigo Héctor había mal interpretado las cosas, él
creía que yo sentía un interés especial por Oscar.
> ¡Oh, ya!, bueno antes que nada no quiero mal entendidos. Lo que pasa es que quería
preguntarte algo a ti pero no de ti... ¿Si me explicó?
Cap.33
–ok, te seré honesto. La neta sólo me junto con Alberto cuando nos drogamos.
Su respuesta me había dejado atónita, sin palabras. Por mi mente pasaban escenas de
él consumiendo los estupefacientes o no sé, estaba en un estado de shock.
Él chico no me quiso decir más. No insistí ese día, entendí la situación por el momento.
Era curioso, pero me sentí en un estado inconcluso. Sabía que todo estaba muy raro
pero pues lo de consumir drogas era una posible respuesta real.
Por primera vez, llore por aquel chico, si por Alberto. Sentada en el suelo en un estado
de angustia, duda, miedo, desvelo y entrega. Me propuse a ayudarlo. Quizás no sabía
lo que decía pero desde ese mensaje... Mis sentidos generaron un estado cabizbajo.
Cap.34
¿Destinados?
Siempre eh tenido en cuenta que todo pasa por algo y que todas las personas que
conocemos sean buenas o malas, llegan a nuestra vida por alguna razón.
Sin embargo ¿tu?...no te tenía previsto, bueno a nadie se tiene previsto tratándose del
destino, pero no es porque no quiera que estemos destinados, créeme si así resultase
sería una gran bendición. Pero jamás había contemplado un destino a lado de mi otra
mitad con un lado oscuro.
Aún continuaba desconcertada, ¿Cómo sabía que ese tipo me hablaba en serio?
Tome mi móvil y le mande un mensaje a una de mis amigas que estaba al tanto del
tema "Alberto". Liliana.
Dime, ¿Qué harías tú?, cuando de pronto la persona que creías perfecta, no lo es. O
cuando no sabes porque pero estas pérdida mente ilusionad@ ya de esa persona.
Cap.35
–Mira la verdad, yo creo que todo pasa por algo. Desde que lo conociste todo avanzo
muy extraño, me refiero a que de la nada ya sentías conocerlo. Por lo tanto yo digo que
a todo esto, ustedes están destinados. Además no se ve mal chico, al contrario tal vez
tú lo cambies. O el destino por fin lo puso en el mismo lugar porque necesita de tú
ayuda.
¿Mi ayuda?
–Por favor, ayúdame. Dime tú ¿Cómo estarías si estuvieras en mi situación pero con
una chica?
– ¿Qué tipo de droga consume? Realmente ¿Lo hace muy frecuente?, ¿Esta en serios
problemas?
–Ja, ja tranquila, poco a poco. Es gracioso e interesante todo esto porque no mejor
hablas con él. Acércate y lo podrás conocer mejor.
–Me gusta esta historia, tú eres la chica "antidrogas" y él es la droga. Me dan ganas de
escribir esto.
¿Escribir?-pero si realmente no éramos nada, ni creó que seamos algo para volvernos
una "historia de amor".
–ok, te diré pero no le digas que yo te dije, ¿va? Aparte de la marihuana le hace al
perico, a la roca y a los inhalantes. ¿Frecuente?, pues algo, eh hablado con ellos pero
nada mas no me hacen caso. ¿En serio problemas?, no sé. Desconozco las razones
por las cual se droga.
Me quede un rato mirando el mensaje. Una y otra vez, ¿Cuál debería ser el próximo
movimiento?
–Ves, por eso no te lo quería decir. Lían no te diré que es un mal chico pero piensa
bien antes de lo que vayas a hacer va.
Me dio gusto conocerte saber que en este mundo aún existen personas geniales.
Por alguna razón tuvimos que cruzarnos en nuestro camino, mutuamente sea cual sea
la razón. Si llegamos a estar destinados, con toda sinceridad sería una gran dicha
tenerte a mi lado y ser tú compañera de experiencias. No importa lo tanto que
compartimos, créeme fue lo mejor que pude vivir contigo. Gracias por volverte parte de
mi instante, ahora sé porque dicen que los sentimientos más cortos son los más
eternos. Aún me seguiré preguntado el ¿Por qué? Desde el comienzo ya sentía
conocerte.
Leía, leía y leía, el escrito de hace unas semanas. Antes de saber todas estas cosas.
Es un orgullo saber que tuve la dicha de conocerte y quererte desde un principio. Fuiste
un ángel, mi ángel en el tiempo que duraste en mi presente.
El ángel que me hizo conocer el cielo y el infierno al mismo tiempo. Alberto, mi mejor
caos a los 18.
Con lágrimas en los ojos. Escribí tratando de cerrar un episodio más en mi vida.
Cap.36
Estar de vacaciones empeoraba la situación. Pues esto ocasionaba que entrara en un
estado depresivo. Y lo que más me dolía era que mi familia tenía que tolerarme.
Las semanas pasaban, no voy a mentir mis días dejaron de tener sentido. Cada
mañana me ponía de mal humor con cualquier cosa.
No sabes cuánto anhelo que mis ojos de nuevo puedan disfrutar de tu presencia y
cuando eso ocurra será una bendición más en mi vida. Y ¿existe algo que tengamos en
común? Supongo que sí, tú eres adicto al cigarro y yo soy adicta a tu presencia y
ambos morimos por esa adicción. – ¡Por favor!, regresa.
Cap.37
Había pasado una semana de nuestro examen. Tenía muchas ganas de platicar con él,
desafortunadamente eso era imposible.
Mi subconsciente sabe que querer quererte es peligroso, sabe que el principal peligro
eres tú. Sin embargo pide a gritos continuar cerca de ti.
Le había platicado todo, bueno casi todo, había omitido las drogas.
¿Buen chico?, era gracioso pero la verdad cualquiera que lo ve por vez primera es lo
que piensa.
–Si lo quieres conocer mejor, ¡hazlo!, no pierdes nada. O puede que te lo ganen, (me
mando un emoticón guiñando un ojo)
¡¿Qué me lo ganen?! Lo dudo. No creo que tenga tipillas merodeando por ahí. Pues no
tenía muchos "me gusta" en sus fotos y acaso solo eran de chicos y uno que otro de
mujeres.
Cap.38
Los grandes momentos están en fotos, los mejores quedan en recuerdos. Los grandes
no duele recordarlos porque sabemos que se pueden repetir en cualquier segundo.
Pero los mejores te harán reír y llorar, dejándote atónito sea cual sea la emoción. Y
esos son los que más valen la pena... Pues en su momento te destrozaran pero igual te
reconstruirán.
Hoy vería a mi prima Linneth. Había una reunión en su casa por el cumpleaños de su
hermano Eduardo. No pudimos conversar mucho la situación pero no perdió el
momento para intentar persuadirme que agregara a Alberto y que si no, ella lo haría.
Cap.39
Ese día me desvele por esperar su respuesta, nunca llegó. Al siguiente día fui de
compras con mi papá. Al llegar a casa, puse la mesa para comer.
Estaba eufórica mente feliz, alegre, mis manos de un momento padecieron ―párkinson"
y mi corazón brincaba de felicidad, lo sentía así de conmovido.
– ¡Respondió!
Xana– ¿Y si te acepto?
Respuestas como esas a quien no decepciona. –ok no pero pues la neta era muy...
Ridículo, ni que no supiera cuando dan los resultados. Decidí borrar la conversación y
olvidarlo ya que quizás no era la persona "interesante", que creí.
Cap.40
–Nadia, güey
Nadia era una chica muy hermosa, era una niña muy diminuta, complexión delgada,
cabello lacio y largo. Tenía unos ojos enormes y con un ligero y perfecto delineado que
se aplicaba, los hacían ver más preciosos. La conocía desde secundaria, pero a pesar
de que tenía un carácter amistoso no congeniaba con ella.
Cap.41
–En eso, alzando su mirada, se quedó boquiabierto pues, era innegable, ver que Nadia
era hermosa. Y si nunca lo notó, tal vez porque apenas resultó esa transformación.
Ernesto era un amigo también desde la secundaria. Era alto, tez clara, ojos grandes,
cabello negro y lacio con una complexión delgada. Él era un amigo muy cercano a
Nadia y pues no tan "cercano" a Alberto, pero eran amigos.
–Es lo que noto. Espero ahora si nos podamos llevar bien eee...–estirando su mano
derecha para intercambiar un apretón de manos. Alberto sonrió despotamente, se
levantó del pasto y dijo;
–bien, ya lo conoces...
Cap.42
–Genial, ¿Y el tuyo?
–ja, ja, tonta. No olvides que tres años atrás dejamos de ir juntos.
Fátima, ahora ya toda una adolescente, igual que Alberto era muy hábil para el estudio.
Tenía una personalidad muy, "o sea‖, ―tipo"
En tres años, ¿Qué podía pasar? Tal vez un giro radical en nuestras vidas ocurre
cuando menos esperamos.
Cap.43
Transcurrían los días Alberto tenía que ver frecuentemente a Nadia en la escuela.
Nadia estaba muy interesada en el arte, construcción, diseño, creatividad. Toda esa
onda, sin embargo Alberto también se sentía atraído por ese mundo, le encantaba el
cine; tal vez la vida le estaba dando una oportunidad para congeniar con una chica que
empezaba a ser especial.
–Ya te enteraste que salió una nueva exposición de la que asistimos anteriormente.
– ¡Vamos Leo!
– ¿Leo?
–Lo siento –algo apenada, no sabía qué hacer. Es sólo que, ya sentía cierto cariño
especial para nombrarlo como solía Hacerlo.
Cap.44
– ¿Pero qué?, vas a dejar que alguien más llegué o algo así.
Cap.45
–Qué onda chavos me llamó Erick Gonzales Hinojosa. Que más les puedo decir, mi
objetivo, llevarme bien con todos ustedes.
Erick Gonzales, un joven alto, tez morena con una sonrisa que la mostraba
frecuentemente, complexión delgada.
Alberto no podía ser tan "amistoso", pues no le gustaba la actitud y gestos de Nadia
hacia Erick.
Alberto desconcertado no sabía qué hacer. Para nada quería entablar una amistad con
él.
Cap.46
Había pasado un año, pero Erick arrasó con todo en ese lapso.
Sí Alberto tenía intereses similares con la chica. Erick tenía más gustos en común con
Nadia.
Erick, no dudo y justo como un buen pescador, donde puso el ancla lo pescó.
–Porque tú me gustas –la miro fijamente y tomando sus manos, se puso de cuclillas y
llevando sus manos sobre el pecho del chico, continuo –en verdad, me gustas.
– ¿Leonardo?
–Lo siento, pero Erick...lo que siento, es más grande ese sentimiento hacia él que por ti.
Y en el corazón no se manda Leo...Leonar...–sin dejar que completara su nombre
replicó.
Cap.47
–Albert, no te puedo asegurar eso...creó que fue muy presuroso de tú parte el "te
estaré esperando"
–Hmm...No puedo asegurarlo. Tenemos tan solo 15 años y medio, tú no sabes, más
adelante alguien te robe el corazón de verdad. Somos muy jóvenes para clavarnos con
alguien.
–Ve, lo acabas de decir. Somos muy jóvenes para que se clave con un pendejo como
él.
–...Estoy segura que vendrá algo que tú realmente te merezcas Alberto. El amor llega
cuando tú no lo esperas así que no lo busques, ¿Quieres?
Cap.48
–Ay...me siento tan mal, tal vez ya voy a colgar los tenis.
– ¡Ya mamá!, ¿Quieres dejar de decir eso?–con una cara muy enfurecida Lían replico.
–Ja, ja, sabes que sólo bromeo mi niña. Aún faltan muchas cosas por vivir contigo,
tengo que llevarte el primer día a la prepa y vivir tantas cosas hija. –poco a poco, se
fueron inundando los ojos de Bianca. Una mujer de apenas 39 años, de tez clara.
Sumamente hermosa por dentro y por fuera, con una licenciatura en Contaduría. Había
formado una familia a lado de su esposo Cesar, procreando a Lían. Una puberta de 14
años apenas, retratada de la misma forma que Bianca a diferencia que poseía una piel
morena.
Bianca actualmente estaba un poco delicada de salud, pero como toda una guerrera
siempre luchaba sobre mar y tierra.
Cap.49
Lían no pudo evitar que entre sueño, la despertara la actitud de su madre que la
desconcertaba, ¿Por qué seguía repitiendo las cosas? En seguida fue al cuarto de sus
padres y recordó que por la mañana su mamá había ido a unos análisis pero, ¿Por qué
estaba así?, en un estado delirante.
La situación de Bianca era algo complicada. Padecía de anemia y a la vez tenía que
pasar por una cirugía que le traería la paz absoluta a sus malestares. Pero el dilema
aquí es que siendo anémica, el tiempo se alargaba para la operación.
Cap.50
–No sé Neto...
–Güey no mames, no tenemos tarea. Sólo avisa con tus padres, bueno, si "los ves".
–Cámara, voy.
A pesar de que a Lían le costaba ser una persona sentimental, estaba muy preocupada
por su mamá, que no evito una inundación en su mirada.
Lían se sentía devastada al ver a esa mujer en ese estado. La hacía preocuparse cada
vez más. Quería que todo pasara rápido, sé que todo va a mejorar. ¡Dios, si existes,
debes ayudar a mi mamá!, ¿Quieres?–pensamientos sumamente alterados,
desesperados, pasaban por la cabeza de la chica.
–Bien doctor.
Fue en eso, cuando una luz en su corazón, llena de esperanza se encendió. Pero en
esta vida todo ya está escrito y aunque no queramos inesperadamente sucede todo a
nuestro favor o simultáneamente.
Su cuerpo poco a poco fue alterándose al grado de llegar a aniquilar el sistema del
páncreas poco a poco.
Las horas pasaban y Lían quería una solución. Pero ¿cómo es posible que al mismo
tiempo los doctores llevaran la sumatoria de horas en costos por la vida de una
persona?
El señor Cesar contaba con seguro social de parte de su trabajo lo cual pidió una
ambulancia para el trasladó.
Cap.52
La noche estaba presente. La luna tenía en la mira a dos jovencitos que por alguna
razón quería formar un eclipse en sus vidas.
–Güey, no mames cabrón, ¿Qué te hace pensar que Nadia estaría como tu chica? No
te das cuenta que ella sólo sintió Lastima por ti, del tipo que nunca ha recibido un "Te
amo" de sus padres.
Mientras se golpeaban uno tras otro, muy distanciado se escuchaba el ruidoso sonido
de una sirena. No se podía distinguir si era una ambulancia o una patrulla.
Y mientras eran peras o manzanas Neto y Nadia entre la multitud de chicos los
separaron. Ella inmediatamente se colocó a lado de Erick y Neto le pregunto sobre su
estado en el que se encontraba a Alberto. Él más que enojo, estaba sumamente herido
por lo que entendió de Nadia al contarle sus problemas personales a un tipo que no
debía saber.
Cap.53
En ese auto iba una chica "especial", para los ojos de Alberto.
Con el rostro bajo, Lían quería que esto sólo fuera una pesadilla. Tenía los ojos semi
húmedos pero aun así intento observar hacia el exterior.
Alberto por un momento se quedó inmóvil observando a una pequeña ¿Qué me estaba
pasando?, por primera vez en su vida, experimento eso que llamamos "empatía".
Cap.54
Dada las circunstancias de este sábado, ¿Cómo podía tener apetito? Aunque el único
bocado que tenía en el estómago había sido un desayuno ligero de la mañana, no se
sentía mareada o con dolor de cabeza. Lo más importante era pensar que su madre se
iba a estabilizar.
–Tienes que comer algo nena. –aquella señora de unos 35 años de edad
aproximadamente. Era Ruth, la actual pareja de su tío.
Se dirigieron a la cafetería del hospital y Ruth ordeno por Lían. Esa noche
descubrieron que tenían en común el gusto por el café extra cargado.
Aunque ella junto con su tío intentaban alegrarla, era inevitable dejar a un lado la
preocupación. Entonces al ver su rostro desolado, Ruth replicó;
Conmovida, obviamente dijo que sí. Su tío sin comprender regreso a la sala de
urgencias, mientras Ruth y Lían daban un "tour" por todo el hospital, intentando buscar
una "entrada secreta‖, que ella conocía.
Aunque no lograron encontrar rastro, debido a que el hospital al parecer había sido
remodelado en algunas salas.
Cap.55
Al verla, la abrazo e intentaba desahogarse con ella, pues la noche anterior Ruth le
había comentado que no se aguantara las emociones. Pero su tía la estrujó
fuertemente y ella le dijo todo lo contrario:
O sea, entonces a quien debía hacerle caso. Mire a mi papá a lo lejos y él también
poseía un rostro apagado.
Las horas volaban, justo a las 9:30p.m. A 10:00p.m., un doctor alto, gordo y de unos 36
años, salió preguntando por la hija de la señora Bianca González.
–14...
Carajo, no leo las mentes para poder coincidir –pensaba– ¿La cague?, no respondí y
seguí caminando.
–Bueno, no importante sean 15 ó 14, aún no tienes 18 años. Pero por la situación es
válido.
Entramos a un cuarto, mi madre estaba ahí. Pero era difícil asimilar que ella era mi
madre, con respiración artificial, vendada por aquí y por allá. A mí alrededor mi papá y
una tía sollozaban, yo sin comprender hasta que el doctor fríamente replicó;
–Lían, dile todo lo que le quieras hacer saber a tú mamá, pues ella está apunto de
fallecer.
Cap.56
Había despertado, estaba en mi habitación. Mire el reloj y era otro día.
Desesperada salí de la cama, creyendo que sólo lo de ayer había sido una "pesadilla".
Cap.57
Me detuve un poco, con la mirada perdida me senté en una banqueta. Justo cuando
me levante nuevamente, mis ojos captaron un rostro frío, como la sensación del
sábado por la noche. Descubrí que era la misma niña, iba en un taxi, nuevamente la
chica miro al exterior, tenía unos ojos apagados.
– ¡Maldita sea!, ¿Por qué mi corazón siente algo?–De nuevo la maldita empatía.
Cap.58
3 años después
Era febrero y a pesar que aún faltaba para la primavera, la temporada de calor era
intensa.
Después de todo este tiempo logré concluir el bachillerato y ahora me dirigía a tomar
clases para el examen de la universidad.
–5:30p.m, ¡puta madre!, ya iba tarde por 30 minutos. Finalmente llegué a donde me
había indicado mi tía que vivía la profesora. Toque sobre la puerta ya que no encontré
el timbre.
Las dos chicas que estaban a lado de la profesora me observaron seguido de que entre,
sin embargo la otra chica estaba "concentrada" al parecer, pero poco después me
observo.
Al sentarme debo ser sincero y admitir que aquella chica me hizo sentir cierta
"conexión".
Gire mi cabeza hacia el lado izquierdo donde se encontraba esa tal Lían. Ella hizo lo
mismo, intercambiamos con la mirada un "Qué onda‖, pero en mi caso no sólo hice eso.
Sigilosamente la observe tratando de averiguar si realmente la conocía, pero era
imposible se notaba que ella pertenecía a un mundo diferente al mío.
Al llegar a mi casa, por supuesto me recibió felizmente mi perro "Fopu". No era de raza
pura, ni al caso, era un perro callejero que llegó a mi vida porque ambos nos
completaríamos en lo que restaba de nuestra existencia.
Ingrese a mi cuarto, me senté en mi escritorio, tome una pluma y mientras pensaba que
onda. La ingresé a mi boca dándole pequeños mordiscos sin pensar.
Cap.59
Inmediatamente sentí como ella se había impactado por el encuentro inesperado. Lían
era una chica despistada al parecer pues me alegro que no percibiera mi admiración
hacia ella.
Cap.60
Ya estando en clase, también se encontraban dos pequeños que eran hermanos; Tania
y Mauricio.
La maestra era muy agradable en su forma de ser y siempre buscaba la manera que
todos conviviéramos ya sea diciendo chistes, esa era su estrategia.
Todos reía menos yo –ja, ja, no era que no me diera gracia pero en el momento en que
me ponían un libro o algo mi concentración podía llegar muy lejos.
Lían me miraba en ocasiones, bueno si no es que todos por mi rostro de seriedad. Pero
no todos me miraban como ella. Ella me miraba como diciendo "ay pinche amargado".
Y eso era muy gracioso para mí, sin saber el "Por qué", lían me empezaba a agradar
de mil maneras. No sé, simplemente era ella, aquella chica que era bonita pero no sólo
por fuera.
Una chica muy amigable, sonriente, alegre, cero superficial como algunas chicas de su
edad. En pocas palabras bonita por dentro y por fuera, afortunado el que tuviese su
corazón.
Cap.61
Al siguiente día llegue muy temprano a clase, espere sentado en una banqueta, los
minutos transcurrían. Mientras esperaba estaba ansioso, mi mano derecha me
temblaba, mis labios me pedían desesperadamente un pitillo al menos. Pero tenía que
aguantarme, ya mañana saciaría mis ganas.
Poco después llego...Diana, al parecer así se llamaba, fingí no haberla visto para evitar
una conversación. ¿Antisocial, dónde?
Minutos después llegó lían, era muy simpática o no lo sé, ja, ja pero su personalidad
me encantaba. Era como si sus pensamientos vagaran en otro mundo que sólo ella
sabía. Muy dispersa la chica, siguiéndola con la mirada llegó en busca de algo. Es decir,
miraba como si fuera a un encuentro con alguien.
Recordé en eso, que ayer nos encontramos de esa manera sorpresiva, eso me causo
mucha diversión Pues ella se expresó de un manera aliviada al no verme hoy pero
después las cosas cambiaron, se dio cuenta que yo ya había llegado y había visto su
escena de espía, contuve las ganas de reírme mientras ella seguía su camino.
Cap.62
Al llegar, me quite los anteojos para limpiarlos. Borrosamente noté a una chica, era
Lían pero al ver su rostro sin gafas, me costaba distinguir.
– ¡Auch!–Fruncí los ojos como muestra de dolor. Ella no lo notó, tomó asiento en una
banqueta y miro su celular. Yo me senté en una banqueta también pero a cierta
distancia de donde estaba ella. Es decir la casa de la profesora estaba en medio de
ambas banquetas.
Sentí la mirada de alguien, gire mi cabeza y note que ella estaba en la puerta,
rápidamente me levante. Quería sonreír, gritar, saltar de emoción.
Ella estaba inquieta lo podía percibir. Pero Lían, yo también estaba igual que tú.
Mi corazón latía mostrando vida, en ese escenario pasaron todas las estaciones del
año en un segundo.
Cap.63
Fue un momento "bochornoso", intente no ruborizarme así que poco después susurré
un hola.
Traté de romper el hielo diciendo que hace rato había tocado y nadie me había abierto,
que estúpido lo sé, era muy torpe para estas cosas. Intentaba persuadirla para que nos
fuéramos a otro lugar en plan de conocernos más. Y en eso recordé que habíamos
llegado al mismo tiempo.
Todo apenado, lo hallé y lo oprimí. Mientras esperábamos que nos abrieran me trate de
controlar y mejore mi postura y enderece mis gafas.
Cap.64
Entramos, debo admitir que mi felicidad estaba de los pies a la cabeza. Ese día salude
muy entusiasmado a la profesora y a su familia.
Lo sé, todos me miraban muy desconcertados. En cambio, yo, por dentro derrochaba
corazón citos-que ridículo, lo sé.
Con el paso del tiempo los demás llegaron. Diana llego tarde, Lían amablemente le
despejo espacio a lado de ella. Sabía que ahí debería estar Diana pero ese día mi
atrevimiento no tenía niveles.
Estaba nada más y nada menos que a lado de Lían. Diana puede ocupar mi lugar,
pensé, ¿Por qué no? Mi ejercicio estaba dos dos, no muy dificultoso pero si acaba
antes que ella, no se despediría de mí por su voluntad. ¿Sería capaz de regresar me el
beso nuevamente?
Cap.65
De regreso a mi casa, me sentía tan feliz. Iba recordando detalle a detalle cada acción
que había hecho hoy.
Todo lo que me rodeaba, lo sentía tan fresco, tan vivo. Tenía curiosidad, bastante
curiosidad sobre Lían. Pero al mismo tiempo me quería limitar estas sensaciones.
2 años atrás
–O sea, ¿Qué onda con tú planeta, se salió de orbita?, me saca de onda que un niño
bien haya mandado al cárajo los estudios. Nada que ver contigo, ¿Captas?
Simplemente escuchaba a Fat, ¿Cómo explicarle que me sentía un miserable todo este
tiempo?
–O sea consíguete un mapa y ubícate güey. Ni idea de lo que te pasa y así, pero equis.
–Fátima, sabes lo que se siente tener un padre alcohólico y una madre que no lo puede
dejar porque lo ama inclusive sí él la maltrata física o verbal. Sabes lo que se siente
tener todo y a la vez nada. Sabes lo que se siente ser feliz aunque no sea la manera
correcta.
Cap.66
Tenía que aplicarme chido para aprobar mi examen, el plan ya estaba; pasar la prueba,
echarle ganas, terminar la carrera y buscar el agradable ‖final‖ a mi historia como en la
mayoría de las películas.
Contaba con todas las bases, sólo era ir al curso para reafirmar una que otra duda.
A veces decidía faltar pero algo, algo no me lo permitía. Así fuera tan sólo un Segundo,
ver a Lían me hacía el día, la vida.
Inexplicable el momento pero me surgía naturalmente una sonrisa, una mirada sincera
y atrayente… simplemente rompía con todo el caos a mis problemas.
Cap. 67
(Dos meses después)
No puede ser, siempre dejando todo a última hora.
Estaba por finalizar la mitad del semestre y tenía demasiada tarea por entregar al
siguiente día. Pero ni hablar, así yo lo decidí pues ahora a chingarme con todo.
Mensajes, mensajes y más mensajes en mi móvil
-¡Wow! – mientras me encontraba en mi tarea había pasado toda una novela con mi
prima Linneth.
¡Lían! - 8:30 a.m.
¡Lían! - 12:10 p.m.
¡Lían!- 14:45 p.m.
¡Responde!- 15:00 p.m.
¿Estás ahí? – 15:25 p.m.
-¿Una foto?, ok no… bastantes fotos, mejor dicho
Algo desconcertada, cheque una por una
-¡Alberto!... ¡Alberto!, ¿Qué quería? Tan sólo había pasado un mes que ese ―lindo
cuento de hadas‖ lo había mandado a la mierda, en ese mes tuve que hacerme a la
idea de:
Ver con qué clase de ―amigos‖ Te relacionabas no era la clase de amigos con los que
yo socializaba.
Siempre te echare de menos; Dice uno de mis escritores favoritos que las personas
que coinciden en nuestra vida es para protagonizar o ser personaje secundario en
nuestra historia. Sabes, por un momento anhele que fueras el protagónico… pero por
algo suceden las cosas. Nos conocimos y es lo que importa.
Te quise muy pronto para ser precisos, pues al primer cruce de miradas, yo sentí ya
conocerte; Supongo que fuiste mi otra parte en nuestras vidas pasadas pero que
injusta es esta vida que te puso de nuevo en el mismo camino, sabiendo que serías mi
delirio, sueño y meta prohibida en el presente.
Tan sólo un mes, regresa y no sólo eso. Se toma el derecho de hablar de mí como si
realmente me conociera
A: Ja, ja, ¿En serio quieres ayudarla? Eres su prima, ¡cuídala!, aléjala de mí. Se ve que
es una chica sensible y yo soy más de lo extremo, la cosa es así; No te diré que tengo
pedos de personalidad porque todos tienen los suyos… no soy peligroso pero, hmmm
¿Cómo te explico?, quizás ella busque algo bien y bonito y yo no busco nada, cuando
entro en una relación descuido muchas cosas. Podemos conocernos.
Cap. 68
Cap.69
A: Además ya les gané. Sé de quién hablas, donde me conoció y hasta sé cuándo
empezó a buscarme, ese si es un problema.
Mientras revisaba captura de la conversación, moría de risa por Alberto, ¡Obvio no
sabía nada!, bueno eso creía hasta que leí la siguiente captura...
A: Soy muy ansioso y me doy a la tarea de buscar respuestas, siempre. Puede que sea
un genio loco sin la parte de genio, ¿entiendes no? Dile a Lían que me hable, así de
fácil, ¡boom!
Estaba pasmada… pero ni loca le iba a hablar- ¡uy si, corriendo!, ¿Estás estúpido o
qué?
Continué con mi tarea, aunque concentrarme era complicado. Había pasado unos
minutos y vibro mi celular nuevamente, eche un vistazo y…
-¿Qué pedo?, no dormiste- le regale una sonrisa de felicidad pura, después de
bostezar a Saúl
-¿Te desvelaste hablando con él?
Negué con mi cabeza y aclare- Sólo mientras terminaba de editar algunos detallitos en
las fotografías, Xana
Saúl desconcertado y a la vez con una enorme curiosidad, replico
-¡No mames!, ¿Alberto?
Aquel día todas mis expresiones eran vida
Continuaban las clases y lo que me mantenía despierta era recordar la noche anterior,
¡Alberto, me había agregado después de todo!
Mis pensamientos giraban de aquí para allá, a la vez me aterraba entrar a tus infiernos
pero creo que deberías mostrarme lo que se puede vivir en la obscuridad, como yo
prometo mostrarte el cielo en mi mundo.
-Güey, no mames
Mire con rostro desconcertado a Liliana
-¿Qué?
-¿Ya pensaste en todas las publicaciones dedicadas a Alberto en tu muro en la red
social?
Me quede inmóvil, era verdad
-Ah pero nunca escribí su nombre… sólo sus iniciales
Liliana me respondió con una Cara de conformidad y continuaron las clases.
A pesar que solo habían sido sus iniciales la incertidumbre no me dejaba tranquila.
Así Que... ¡Leonel Alejandro Robledo Reyes! Esa sería mi justificación a cada LARR de
la red social
-Leonel Alejandro Robledo Reyes- en un tono de dramatismo lo dijo Saúl- Pinche
nombre de telenovela, susurró
Cap.70
¿Nadia Ruiz?
Después de cuatro años incomunicados, ¿Qué podía querer?
N: Hola Leo, ¿Cómo estás?
Nadia, ahora se encontraba en la universidad en la carrera de arquitectura y continuaba
felizmente a lado de Erick, el cual estudiaba artes visuales
A: Hey, ¿Cómo te va?
N: Genial ¿y a ti?
Antes de responder se quedó meditando, podía decir que se encontraba mejor que
nunca. Había comenzado a conocer más a fondo a una chica que estaba seguro que le
podía completar la existencia pero contradictoriamente él podía perjudicar la estabilidad
de ella
A: Igual, todo relax
N: Me entere que fuiste admitido en la universidad, ¡felicidades!
A: Gracias
N: Aunque me tiene desconcertada la Carrera, ¿Sociología?
Era verdad, no existía una pasión verdadera hacia ello pero un 50% tenía sentido en la
Vida de Alberto
N: Claro, no es que degrade la carrera pero creí que seguías enfocado en el cine
A: Simplemente son cambios inesperados.
Paso una semana y a pesar de que era largo el tiempo de no estar en contacto,
rápidamente se pusieron al día.
Aunque Nadia estaba pasándola ―mal‖, supuestamente en relación a Erick, Alberto aún
seguía queriéndola mucho.
Cap.71
A: Chale, no se envió el mensaje
L: Justificando el visto
A: Ja, Ja, ¡¡relax!! Neta, no sé qué onda, ¿Cómo te sientes o qué?
L:Ja, ja, ja, ja ¡¡relájate tú!!, como me voy a sentir, normal. Sólo sacada de onda
A:ja, ja, ni que fuera el suceso del año. Pos soy bien abusado, cuando vas yo ya vine
de todas
L: ja, ja, pues ni que fueras que, para ser algo tan importante.
Era tan genial, que aún no pasaba nada ya sentía miedo de arruinar las cosas.
Quería ver hasta dónde podía ser tan ―ingenua‖ ya que eso parecía pero no del todo,
subí una foto de:
A: ¿Ya viste mi pájaro?, te va a gustar jaja, perdón, ¿Qué cuentas?
L: sí ya lo vi, pues ni creas eh, he visto mejores.
Me divertía tanto hablar con Lían
A: ja, ja, ja, no lo has visto volar.
CAP. 72
Tenían clase libre y no desaprovechaban ni un segundo para deshacerse del estrés,
generalmente Saúl siempre tiraba la corona
-Ya Saúl, relaja la pelvis
-Ja, ja, ja… no inventes, los hombres no tienen pelvis- Karen, exclamó
Un silencio de 5 segundos
-Ja, ja, ja- inevitablemente nadie podía parar de reír
-Güey, ¡todos tenemos pelvis!
Karen tomándose el brazo izquierdo dijo- ah no manches, ¿neta? ... creí que sólo las
mujeres lo teníamos aquí- señalando su brazo- de nuevo un silencio y más risas
Estaba confundido desde que volví a hablar con Nadia, mis sentimientos hacia ella
aparecían nuevamente. Pero Lían, Lían era esa chica que a la vez conozco y
desconozco.
-Lían Marsé …- con una expresión apagada, Fát, analizaba el perfil de la chica
-¿Qué ocurre?
-Esta tipa es otro pex al entorno de Alberto… no me late esto
-¿Cuántos años tiene?
-Un año menos que él. Está… bueno acaba de cumplir 18 este año
-¿Entonces?, Fát, no veo el pedo…
-Memo, me refiero a que, ella… se ve una niña bien, cero pedos, ¿Captas?
-¿Y no es lo que él necesita?
-Nada que ver, o sea… cero- con una expresión de duda, Fát buscaba sus razones
para expresarlo- o sea, está súper que sea ―sana‖ nivel pro, ¡pero no!
Antes de concerté ya rondabas en mis delirios, llegaste y las sustancias que poseían
me atrajeron drásticamente.
Te fuiste y tu ángel me perseguía, volviste y hoy tus demonios no me dejan pegar el
sueño.
A-¡Tardes!
L-¡Qué onda!, ¿Cómo estás?, ¿Qué tal tu día?
A-Algo cansado ja, ja, ¿Qué haces?
L-Nada, ¿Cómo te fue en tu examen?
A-Bien, yo digo… ja, ja, pues si quedé
L-Que bien, ¡Felicidades!
A-De hecho tengo que ir con la maestra, tengo unas guías de ella
L-¡Como ibas siempre!, ja, ja, ja, no te creas
A-Ja, ja, ja, ja, ¿Si faltaba mucho?
L-¡No, cómo crees!
A-Ja, ja, ja, cha, pero ya ves… soy la verga- guiñándole un ojo, Alberto por primera vez
quería impresionar a otra chica sin importar que no fuera Nadia
L-Ja, ja, dices, si no te echas porras tú mismo, ¿Quién más?
A-Ja, ja, ja, ahuevo, ja, ja, ja
L-¿Y qué más cuentas?
A-Tú cuéntame algo
L-Yo te pregunté primero, no es justo
A-Pero ya te conté más
L-Tú primero, eres el interesante
A-Cero interesante
L-Has de tener algo interesante… no sé
A-Pero si te lo digo ya no tendré nada
L-Claro que sí, no te quieras hacer más interesante
A-Ja, ja, ja, ¡cero!
Fátima lo observaba en silencio, tenía que admitir que verlo de esa manera le hacía
sentir bien
L-No sé…mmm ¿Qué te gusta?
A-Leer, vagar, fumar, escuchar música, andar en bici, escribir, mmm no sé
L-¡ahí está!, no eres aburrido
Detrás del móvil, Alberto se había sonrojado y fue imposible no recostarse en la cama
de Fát, sobre la cual estaba sentado y empezó a mover su cuerpo como una lombriz
todo emocionado
-Ja, ja, es en serio. Así que, no te creas aburrido, ¿Leer?, ¿Qué tipo de lecturas lees?
O te agrada leer.
Alberto no dejaba ni un segundo pasar sus dedos largos y finos tecleando velozmente
el móvil.
A: Ah, pues no sé, de todo. Al final determino si valió la pena o no
L:¡Y te dices aburrido, que bien!
A:Pues sí, amargado
L:Si fueras amargado, no te estarías riendo
Alberto se quedó perplejo y pensó en voz alta- ¡No estoy riendo!
Fát al escucharlo, lo observo con un rostro de indignación.
-¿Escribir?- esa parte era la cual le había fascinado más a Lían, pues ella también
amaba escribir
A: A veces- era algo que muy pocos sabían de él, pues como Nadia lo había
comentado, su sueño era el cine
L: ¿Fumar?
A: Sí…- no lo podía decir con orgullo y menos a ella-¿No has visto mis fotos?
L: Ja, ja, ¿Tú qué crees?... sí las ví
Alberto también ya había analizado su muro de ella. Así que solo pudo reír con
nerviosismo
Cap. 73
¿Dime acaso tu Corazón, saltará de emoción cuando ves un mensaje mío?
Al igual que el mío salta cuando ve un mensaje tuyo.
Era un poco difícil que pudieran hablar siempre, pues… Alberto trataba pero por una
parte no le gustaba estar en su casa todo el tiempo, pero estar en la calle tampoco era
algo benéfico…
Lían se desvelaba normalmente haciendo tarea. Aunque él se muriera de ganas de
hablar los siete días de la semana las veinticuatro horas del día, era imposible.
-Prefiero charlar con ella, cuando me encuentre en mis cinco sentidos, sólo eso
- ¿Qué es lo que quieres con ella?
- ¡ja!, no sé güey; Es una chica súper chida, cuando hablamos me siento completo…
como si cociera cada herida que la vida te suele hacer. Además hay algo que no sabe,
nos conocemos desde mucho antes…
Cap.74
(un mes después)
Ilógicamente, resultaste ser todo lo que buscaba, pero en la vida hay que tener una
pizca de realismo; Hay respuestas congruentes aplicadas de una manera incongruente.
Sabes, me siento muy estúpida cuando hablo contigo, siento ridiculeces, mis manos
tiemblan y sudan, mi corazón se emociona , mis pensamientos se bloquean y… son
cosas estúpidas, neta
Sé que no es fácil para alguien Como tú, tranquilo, cada día creo que habrás hecho
algo bueno en tu otra vida, para tenerme de esta forma, ja, ja, sarcasmo.
Un gran día llegó, la última exposición de Diseño en mi vida, al menos en esta etapa;
Aburrición, nerviosismo, diversión y distracción fueron algunas emociones y al final algo
de agotamiento pero con una gran satisfacción.
De repente, sentí un hueco, alguien ansiando su saludo o cualquier cosa en un
mensaje.
Recostada en mi cama, miré mi teléfono y un mensaje de… Alberto Ríos, ¡joder!, dios
mío, siempre siendo tan inoportuno, vaya dilema.
Como si nada, agregó un ―no había visto‖ refiriéndose al último mensaje, en ese
momento convulsionándome y retorciendo mi cuerpo por todas las sensaciones
presentes (alegría, felicidad, frustración, frenesí, euforia) ¡joder!, te detestaba tanto.
Aunque realmente había sido un milagro que me hablaras cuando más lo anhelaba.
UN MES ATRÁS
-Yo lo quiero mucho, a pesar que no lo conozco… quiero ayudarlo pero no sé qué
hacer
-Puedes ayudarlo de diferentes formas pero lo más recomendables es darle confianza
-Lo sé pero, ¿En verdad te resulta algún interés también de su parte?, ni me responde
en ocasiones. Ale me ha dicho que debo ponerme en su lugar ya que él estará más
confundido
-También debemos pensar y ponernos en su lugar, muchas veces cuando tienes
autoestima bajo no quieres saber de nada ni de nadie
-Tienes razón
-sí pero cuando alguien nos interesa nos preocupa, ¿cierto?
-Mucho, lo peor es que no puedo hacer nada, no le hablo porque no quiero incomodarlo
o a veces siento como si fuera una carga, no entiendo el por qué no me borra, mejor
-Porque no le incomodas, todo lo contrario
Cap.76
L-Mañana será el cumpleaños de Alberto
X- felicítalo
L-¿sí?
X- si bien qué quieres, que te haces
L-pienso ponerle, ―Hola espero que hayas disfrutado tu día‖ Ya que pienso hacerlo en
la noche
Y por fin llego el día más esperado, aun se me hace sorprendente que tendré una
oportunidad de poder felicitarte en tu cumpleaños número diecinueve. Aunque por el
momento es un enigma pues un 50 por ciento muere por felicitarte por otro lado un 25
no sabe si es lo correcto… ¿Qué pensará tu cabecita si te felicito? El restante 25 dice
que no eres tan cercano para hacerlo.
El cincuenta por ciento muere por ser esa felicitación especial, pero lo dudo, tal vez
recibas más pronto la felicitación de tu persona favorita. Por eso el 25 por ciento dice
que esto es algo absurdo, Alberto, te odio, ¿Por qué tenías que actuar tan estúpido y
agregarme, por qué?
Es así como comienza aquel día, amaneciendo con lluvia, quién pensaría que tan solo
unas horas después, no solo por fuera se apreciarían las gotas en la ventana.
También iba a llorar mi alma, una grieta en mi corazón… solo anhelaba que fuera un
sueño, sí esto debe ser un sueño, pero todo mi alrededor tenia vida…
¿Qué pasó?, ¿Por qué hoy?, ¿Hace una hora?, ¿Qué hice mal? ¿Cómo un chico noble,
incapaz de lastimar a un perro, un gato o un ave, puede ser capaz de lastimar a lguien
que lo apreciaba más que a su propia vida?
¿Todo terminó? Al parecer sí, por fin ese chico introvertido borro dos puntos de tres,
punto final.
Doce años después
Una vez ella me dijo-Quiero ser escritora- yo repliqué- ¿Quieres?
-¿Debería decir, voy a ser?
-Por supuesto, uno es capaz de llegar hasta donde estemos dispuestos a dar.
Durante 18 años viví creyendo que el amor no era real, pero solo un año basto para
que 12 años después luchara por recuperar esa sensación existente.
El interior de aquella habitación era grande, tal vez el color de las paredes hacían que
la luz de ese enorme balcón hacia el lado derecho le entrara bastante. Sobre un piso
de madera, sillones color miel, en un escritorio totalmente de vidrio, se encontraba
aquella placa que me definía.
No tengo idea de cómo me miraran los ojos de cupido nuevamente, no tengo idea si
sonreirá por volver a verlo, tengo tantas ganas de pensar que lo insólito surgirá y no en
la mejilla esta vez, pero si lo suficientemente cerca para consumar esas ganas
insaciables del estupefaciente perfecto; aquello que sobreguarda vida y dulzura…
CONTINUARA