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"Un cruce de miradas".

Un mero cruce de miradas impertinente bastó para romper mi cordura;

Y yo, joven, novato y prudente confundí el amor con locura.

El principio fue obsesivo

El tiempo, Juez sin ley, sin piedad alguna hizo costumbre de mi tortura.

El porvenir poco amigable heredó una dulce maldición creando un ser cuya vida era
amarte.

Todo fue oscuro, toda una enferma pasión en un silencioso amor mudo.

En nada quedó mi ser, nada en mi oasis desierto, nada que a la primavera agradecer.

¿Alguna vez reí? ¿Alguna vez viví? ¿Cuándo soñé? ¿Fui antes feliz?

Y ya no me acuerdo de mí

Ya no sé si soy tú o soy yo.

Si...

Yo deje de vivir

Cuando te conocí.

Te elogié y te mimé.

Y te soñé y te amé.

Pero ya no, no seguiré en el regazo mortal. No lo quiero, quédate mi corazón, para que
ese pozo de llantos, para que ese frío manto.

Si...

Dejare de ser tú para ser yo.

Y al fin comprendí que sin querer, acabe queriéndote; que, sin saberlo, al quererte, deje
de quererme.

¡Adiós amor!

No lloraré más los estragos del aquel cruce de miradas impertinente.

Autor: Pedro Manuel Fernández. [Sentimientos y reflexiones de un poeta adolescente]


"El universo de aquellas
pupilas".
Cap.1

{Caos es cuando un ángel se enamora de un demonio}

Era una imagen que estaba en mi celular- Mis ojos la contemplaban cautelosamente.

— ¡Que genial ha de ser! -respondí a mi interior –Quisiera conocer algún día a un


demonio, que me haga estremecer y erice mi piel.

Mi nombre es Lían, tengo 17 años a unos días por cumplir 18.

Estudió el nivel bachillerato, tengo unos amigos geniales, una familia ―feliz" en lo que
cabe y estoy perdidamente enamorada o espera… no enamorada, pero tengo un amor
secreto o ya no tan secreto pues ya lo sabe desde hace tres meses atrás.

Pero bueno este es mi mundo donde todo transcurre tranquilo y perseverante.

Cap.2

A unos meses de concluir mi bachillerato e intentar ingresar a la universidad.

Tenía poco, como un mes aproximado asistiendo a un curso para prepararme para el
examen.

A pesar de mi personalidad servicial, y fácil de alucinar con un chico que me mirase


bonito, ninguno de mis compañeros del curso había logrado volverme loca.

Era inexplicable pero mis pensamientos sólo estaban Martín, mi amor platónico.

¿Qué clase de chico era Martín?

Martín asistía al mismo instituto y estudiábamos la misma carrera técnica. Mis amigos
no comprendían que me enloquecía de él.

Lo sé –no era "apuesto" del todo pero mis ojos lo miraban con ojos de amor. —Alto,
corpulento, tez clara, eso era él –mi chico bobo favorito.
Cap.3

Llevaba alrededor de 3 años en conocer a Martín. Como ya lo había mencionado él no


era él chico "Guapísimo" que toda adolescente le gustaría.

Pero si hablamos de atracción, en ocasiones es difícil entender a nuestros sentimientos


u hormonas-prácticamente es así ¿O no?

La situación de lo que sentía por Martín, marchaba bien… hasta que no soporte vivir
con ese secreto.

La primera en enterarse fue mi amiga Xana. Ella lo conocía un poco más que yo.

— ¿Martín? ¿Qué le viste?, aparte de feo está bien idiota.

—Ja, ja, no sé, pero si lo miras bien...

—Si lo miras bien, te darás cuenta que es repugnante y con cabeza hueca.

¿En serio estaba tan mal con mi vista?- no lo sé pero Martín me encantaba indiscutible
mente, de un día para otro cada que lo veía alteraba mi mundo.

Cap.4

Frecuentaba mucho su perfil actualmente por la red social. — ¿Qué raro?-no creo que
sea la única persona en esta vida que ha hecho eso. Supongo que tú, por supuesto lo
has hecho, perdiendo tú valioso tiempo ―admirando" a tú "amor platónico".

Pero a pesar de eso, era incapaz de agregarlo, o acercarme en persona hacia él. De
hecho creó que era un cero a la izquierda en la vida de Martín. Desconocía sus gustos
y cosas por el estilo.

Un día conversando virtualmente con 2 amigas, cambió todo. Dio un giro radical a la
situación y comenzaba una divertida aventura con Martín.

-Hola mi querida Jessi, ¿Cómo has estado?

-Hola Lían, muy bien ¿y tú?


-igual, igual ya sabes.

Ella era compañera de Martín, por lo cual ella lo podía conocer más.

-Oye ¿Cómo es Martín?, ya sabes ―forma de ser".

-¿Por qué? ¿Te gusta?

-pues...algo así... Creó.

-¡Que genial!, es un chico muy lindo. Bueno a mí me parece de esa forma.

-¿En serio?... ¿Por?

-Pues es un chico muy hogareño, muy noble, tranquilo. ¿Quieres que te diga que le
gusta?

-¡Sí!, Por favor, te lo agradeceré eternamente.

Cap.5

Esa misma noche mensaje aba con mi amiga Liliana. Le conté que estaba
"Estúpidamente enloquecida" por un chico del otro grupo de nuestra misma carrera.

– ¿En serio?

-...sí...

— ¿Quién es?

—Se llama Martín, no sé si lo ubicas.

—mmm, no. ¿Cómo es?

Así que le mande algunas fotos de él —ni crean que ya coleccionaba algunas fotos, ni
crean.

– ¡oh! Sí, ya sé quién es.


Cap.6

Por fin término la clase de "Ciencia, tecnología, sociedad y valores".

No era aburrida la clase es solo que...en ocasiones las conversaciones con tus amigos
eran más interesantes.

Era viernes, Martín entraba tarde a la escuela. Bueno quiero decir, su primera clase
empezaba al finalizar la mía.

Lo único hermoso de los viernes era que, cuando salía del salón para irme a otra clase.
Él ahí estaba en el pasillo con una cara de bobo, quizás. Pero a mí se me caía la baba-
obvio en sentido figurado.

Cap.7

Charlando con algunos de mis amigos de las "Relaciones amorosas‖, mi amigo Alexis
comento;

–Lían, a ti ¿Quién te gusta?

Si había mantenido la atracción hacia Martín en "Secreto‖, era porque... Mis amigos,
¡más mis amigos! "hombres" eran más "murmuradores" que una mujer y luego dicen
que las ―indiscretas" somos nosotras. Pero realmente, ya no soportaba tenerlo oculto.

—Me gusta un chico del otro grupo.

— ¡Apoco! ¿Quién?

Mire a Xana, con cara de suspicacia. Indecisa por lo que estaba haciendo ¡Diciendo!,
susurré;

–Martin, se llama Martín.


Alexis se quedó reflexivo y moviendo la cabeza lentamente, de un lado a otro.-
respondió balbuceando;

—No lo ubico muy bien, me suena pero...

En eso Xana, actuó rápidamente describiendo a Martín y como siempre le agrego el


"Feo y bien idiota".

Cap.8

Las semanas transcurrieron, hasta el momento Alexis se había mantenido callado,


hasta que...

Íbamos todos mis amigos saliendo de la escuela en eso Alexis, ¡Alexis!, por fin abrió la
boca-ya se había tardado.

– ¿Quién güey? ¿Quién le gusta?

Murmuró Saúl con Alexis. Y bueno, sí Alexis es "Comunicativo". Saúl es el líder de la


habladuría.

Desde ese momento dejo de ser un "secreto". Adiós prudencia-aunque después de


todo, fui identificada por Martín.

Cap.9

Martín tenía un "sueño". Él quería llegar a ser un "actor".

La vida me presento una oportunidad para acercarme más a él.

Adriana, una amiga que estaba solicitando personas que tuvieran algún talento o les
gustara algo de arte, como el teatro etc.

Debido a que su hermano mayor estaba patrocinando de nuevo su agencia de


actuación.
Al ver el mensaje, no le di mucha importancia. Pero en eso recordé en los planes de
Martín.

Me puse en acción y no dude en comentárselo a Jessica.

– ¡Es increíble! Una información que a él le puede interesar demasiado.

Le dije que se lo comentara, pero en eso ella dijo;

–Se me acaba de ocurrir algo mejor. Sólo le voy a "medio" platicar del dato, pero la que
le dará toda la información serás ¡tú!

Cap.10

El hecho de saber que hablaría en persona con Martín, no me dejo pegar el ojo en toda
la noche.

Salí de mi casa estupefacta, era una sensación linda pero me sentía como una niñita.

Llegó la hora. Había quedado en un acuerdo con Jess, sería a la hora del descanso
pero a la mera hora se cambiaron algunos roles.

Tenerlo a unos centímetros de distancia era muy increíble, claro era una enana a lado
de él. Pero ni los granos que pude percibir en su rostro terminaron con el encanto.

—Ok, me permites tomarle una foto.

—aja...

Estaba toda perpleja que prácticamente fracase en el primer encuentro. ¿Cómo podía
ser tan atrayente hacia mí?-me decía a mí misma.

Aunque contaba con la información completa, no se la pensaba dar de un día a otro.

Trate de quedar otro día o que tratara de intercambiar números de celular, pero no
resultó.

–Sí, me buscas o mejor se lo mandas a Jess, vale.

Y con una leve sonrisa se despidió

Cap.11
Los días transcurrieron y el hecho de que mis amigos estuvieran al tanto, complicaba
las cosas o...quizás hacía divertida la situación.

Llegó el mes de Noviembre, tan pronto. Mes en el cual la escuela hacia un concurso de
ofrendas por grupo. Con todos los preparativos todas las secciones de la carrera
"Diseño Gráfico‖, la pasábamos en talleres para organizar nuestro proyecto visualizado.

–Tengo más información para Martín... Pero no sé cómo dársela.

—Pues así de simple. Ni que fuera la gran cosa.

–Jaja resulta sencillo ¿No? Pero, ¡No lo es Xana!

–Vamos Lían, hay chicos mejores que si valdrían los nervios.

Llegó la hora de receso e intentaba acercarme a su taller, pero a lo lejos, parecía muy
concentrado.

— ¿Qué ocurre pequeña Lían?

Era mi amiga Teresa, que también estaba al tanto de Martín. Ella era muy Parlanchina
por lo tanto al ver que me mi mirada iba hacia Martín, comento;

– ¡Ok!, ahora vuelvo.

En eso reaccione pero era demasiado tarde.

— ¡Oye Martín!, mi amiga Lían quiere hablar contigo, ¿podrías salir un Momento?

Martín acepto y se dirigía hacia mí. Todo parecía tranquilo... hasta que...

– ¡Wow!, vamos Lían, con todo.

–Bien amiga, ¡Tú puedes!

–Sí, ¡Lían!, ¡Lían!, ¡Lían!

Gire mi cabeza para observar quienes murmuraban tanto. ¡Genial!, mis amigos.
Inevitablemente mis mejillas, pasaron a ser jitomates, en eso él llegó.

– ¡Hola!, ¿Qué paso?

– ¡Ho...hola!, bien tengo la demás información.

Le mostré mi teléfono, en eso como siempre comento;

— ¡oh vale!, me permites.-mostrando su teléfono, apunto hacia la cámara.


– ¡Claro!

–ok, gracias.

Y como siempre, se marchó. Después todos mis amigos se dirigieron hacia mí. Mi
amiga Xana había logrado capturar algunas fotos ―juntos".

Cap. 12

–Lucen bien juntos.

–Sí, ¡Se ven lindos!, él es alto y tú diminuta... Por lo tanto la estatura perfecta.

–lucen... ¡Cool!

Los comentarios de mis amigos, eran agradables. Bueno, ¿Quién no se alegra al


escuchar que tú amor platónico se ve genial contigo?

De regreso a nuestras casas, íbamos en el autobús y en eso Teresa me comento;

– ¡Hey pequeña Lían!, te propongo algo, ¿Qué dices de volvernos cursis por un día?

Algo desconcertada respondí;

– ¿O sea...Cómo?

–Si, como sabrás a mí me gusta un amigo de Martín. Ya sabes, traemos nuestras


ondas.-me guiño el ojo y continuo-Me gustaría hacerle una carta, ¿Qué dices? Yo le
elaboro una a Javier y tú a Martín.-Finalmente concluyo de nuevo con un guiño.

Llegue a la parada dónde yo me bajaba del autobús, me despedí de mis amigos y


Teresa comento;

–Piénsalo y me avisas con un mensaje.-Al decir eso me regalo una sonrisa ligera.

Era viernes, tenía el fin de semana para pensar bien la "idea" de Tere.

Cap.13

Concluía el fin de semana, acostada en mi cama meditaba.- ¿Lo hago?, vamos, que
dices, ¡Ni siquiera lo pienses Lían!-rodaba levemente de un lado a otro y en eso...

<Hola...
Acaso ¿Has recibido Cartas?...

Probablemente esta sea la primera, pero

Espero que no sea la última...

El motivo es, decirte lo que siento por ti... Resulta que si te hablo con toda sinceridad,
en poco tiempo he enloquecido... Obvio no puedo decir que te amo porque suena
ridículo, tampoco, puedo quererte porque para eso se necesita tiempo pero creo que
me gustas; bueno en realidad solo sé que cuando te veo me pongo muy infantil y eso
hace que me sienta nerviosa.

No aceleras mi corazón, ni causas una taquicardia, (nada de eso), todo lo contrario,


solo con tu mínima presencia descontrolas mi ritmo cardiaco a modo de que no
reacciono por ese instante.

Últimamente te la pasas rondando en mi cabeza, pero no me quiero limitar a sentir


cosas extrañas en silencio. En ocasiones (casi siempre), no sé expresar mis
verdaderos sentimientos en persona, yo espero que sobre el papel pueda expresar el
nivel de sensaciones que me causas; No sé si me gustas o solo seas atracción pero,
no puedo sacarte de mi mente.

Yo no le tengo miedo a "casi nada" pero todavía no me explico el "¿Por Qué tiemblo
cada vez que te veo?"

No entiendo que pasa, cuando te veo tus ojos me causan un mar de emociones y no sé
lo que son, cuando te hable, empecé a temblar y sentí muchos nervios... No sé qué
debo hacer...

Así que quieres ser actor... Dime ¿Te gustaría protagonizar parte de mi historia?

Cap.14

La carta había sido entregada casi casi como "tráfico de drogas". Javier se la guardo en
su mochila, sin que Martín lo notara-Lo sé era muy estúpido en ocasiones.

Había terminado la semana y pues ni idea de su respuesta de Martín o sea


prácticamente me le había declarado a un hombre y él como si nada.

Era fin de semana, meditaba en mí recamara sobre la estupidez que había hecho. Y
para cerrar con broche de oro, sin "pensarlo" le mande un mensaje por la red social.

<Hola...perdón por el atrevimiento, quizá no es forma de decir las cosas pero créeme
aun así es muy vergonzoso decir "yo te mande la carta‖. Supongo que has de pensar
que fue muy tonto e infantil, como también supongo que ya has notado que hay algo en
ti que me "llama la atención"...antes que nada quisiera saber sí ¿Leíste la carta sólo?
(Por favor, di que sí, ya que sería más vergonzoso saber que alguien más sepa lo que
escribí)... Y también quisiera saber ¿Qué pensaste de la carta?, sé que probablemente
exagere pero créeme aún sigo sin creer lo que hice.

Martín y yo no éramos amigos por la red social. Así que no podía ver si ya lo había
visto hasta que aceptara mi solicitud de mensaje.

Pase una semana, viéndolo como si nada con sus amigos, y ningún "visto" en el
mensaje. ¿Cómo no sacar mi euforia?-ja, ja, ok no, pero ¡ay, pinches hombres!

Acabó el mes de Noviembre y comenzando las épocas Decembrinas, chateaba con


una amiga también de la escuela, llamada Brenda.

–Así que el Martín ese, ¿Nada?

–No, ¡pinche pendejo!

–ay, ya no soporto verte frustrada por un cabrón.

–No te preocupes amiga, pasara.

Brenda y yo compartíamos el mismo sentido del humor y uno que otro hobby, sólo que
en el Amor, ella no se clavaba tan chido. Era algo que le admiraba demasiado.

– ¡Listo!, le acabo de mandar un mensaje a ese güey y ya respondió; dijo que no se


había conectado.

Entonces de pronto, ya tenía una respuesta en la bandeja de entrada.

–Hola, mira Lían por el momento no busco una relación... Ya que hace poco termine
con una... Entonces es por eso. Aparte problemas familiares que estoy pasando. La
carta ¡me gusto demasiado!, ¡Gracias!, te lo agradezco en verdad.

Así que...

–Tranquilo, yo no buscaba una relación contigo créeme. De hecho sólo quería


conocerte porque como te dije sin darme cuenta algo en ti, me hizo sentir cosas
extrañas y no te preocupes, comprendo.

–je, je, entonces ¿Estamos bien?

Por supuesto que no idiota, estaba a punto de cortarme las venas, pero fue inevitable
comerme la galleta de animalito que tenía en manos-ja, ja siempre hablándole a mi
interior.
– ¡Sí!, ja, ja. ¿Por qué razón, no estaríamos bien?

–Si verdad, jeje ok no me hagas caso.

Cap.15

Después del primer bateó en mi vida, ya no eran ―buenos días"...sólo días.-ja, ja ok no,
pero pues podía ser libre con mis sentimientos hacia él, total todos se enteraron.

Mis amigos no dejaron de ser discretos y eso ¡me encantaba!

Me valía, sí a él le incomodaba. Cada día en la escuela era muy emocionante a pesar


de todo.

Todas las noches, seguía pensando en él antes de cerrar mis ojos y a la vez, pensaba
¿Acaso...alguien mejor que él llegara pronto?

Cap.16

Era lunes, como cada semana asistía una hora a mis clases de preparación.

Tenía un ejercicio de Matemáticas-nunca nos hemos llevado bien-así que, mientras lo


resolvía pareciera extraño pero por mi cabeza, giraba el nombre de Martín. En eso
tocaron el timbre y deje de concentrarme para observar que compañero o compañera
había llegado.

–Hola, Universidad, área de Ciencias Sociales y Humanidades.-mientras orientaba la


posición de mi cabeza, mis oídos admiraron una voz grave muy agradable, en eso mis
ojos lo observaron. Era un chico alto, de complexión delgada, una tez clara, cabello
negro y ondulado y usaba anteojos.

La maestra le dio un asiento y continuó la clase.

Era extraño, un tipo raro-me decía en mi interior saliendo de la clase.

Con una actitud desconcertante llegue a mi casa, tome un cuaderno y escribí- "Que
puedo decirte... Imposible no sentir quererte, llegaste de la nada, sin planes sin bocetar
a mi vida. Trato de controlarme pero extrañamente una vez más mi corazón hace de
las suyas y se dirige hacia ti".

¿Qué cosa estaba haciendo? ¡Diciendo!


Cap.17

Al siguiente día al salir de mi casa, vi cruzar a un chico "conocido", en la avenida de mi


calle en eso pensé.-¿Alberto?-¡ah! cierto, se me olvidó, así se llama ―Él tipo raro"-me
dirigí hacia la predestinación pero de nuevo mis pensamientos.

– ¿Y si, era Alberto?-así que transite más rápido y efectivamente llegamos al mismo
tiempo. Era él mismo chico que vi hace unos minutos.

(TIC,toc,TIC,toc,TIC toc)

Los minutos transcurrían, el ambiente de la clase era acogedor.

Risas y muchas risas. Era el segundo día de la semana y asistían 2 pequeños que eran
hermanos; Mauricio y Tania.

Con ellos inaguantable no reír con su ingenio que tenían y transmitían.

Sin embargo él raro, jamás reía, pareciese como si no tuviera alma ese cuerpo
postrado en ese asiento. Todos reíamos menos él.

Cap.18

Salí de mi casa, cuestionándome si encontraría al raro de nuevo. Al llegar a la calle


donde se encontraba la casa de la profesora. Con toda claridad llegue, fijándome si él
no venía de la otra dirección de la calle-no había nada-¡Puf!, qué alivio, Murmuré. En
eso vi afuera de la casa de la profesora a una compañera, Diana, la salude con la
mano a lo lejos y me dirigía hacia ella. Cuando de pronto me sorprendí al ver que
Alberto estaba sentado en la banqueta al principio de la calle, un lugar ¡Perfecto! Para
ver el show que acababa de hacer.

En eso lo pasé y me dirigí directo a Diana, la salude y fingía no darle "importancia" al


nuevo.

Cap.19
Ninguno de mis amigos sabía lo actual en mis sentimientos. Hasta que en eso los mire
y les conté todo a dos Amigas; Xana y Lili.

Que estaban conmigo almorzando, mientras los demás del grupo habían ido a comprar
Como todas las amigas, sorprendidas se emocionaron y me pidieron estrictamente una
foto de él.

Al llegar la tarde ya en la clase, no llego, nunca llegó. Salí abatida y preguntándome-


¿Estará bien?

Llegue a mi casa y mientras estaba frente a la computadora intentando hacer mi "tarea‖,


abrí blog de notas y empecé a escribir;

Dime ¿Quién eres en realidad?, ¿Qué elementos contienes químicamente?, para que
seas mi debilidad. No verte me frustra, tenerte cerca, eriza mi piel, mirarte a los ojos,
hace sacarme una sonrisa automáticamente. Oír tú voz acelera mi adrenalina y ver
cómo te vas no debería ser legal °

Cap.20

Otro aspecto que me caracterizaba era mi curiosidad, así que empecé a buscarlo en
las redes sociales. Pero como era de esperarse... ¿Cómo lo iba a encontrar?, si solo
sabía que se llamaba "Alberto"

Termino la semana, prácticamente deje de amar mis fines de descanso. Lo que ahora
anhelaba era que llegaran los lunes.

Ver a Martín en el colegio ya no era fascinante, o al menos ya no ponía de cabeza mi


mundo.

Ahora lo único que se escuchaba al pasar por los pasillos era mi forma indescriptible de
admirar a Alberto.

Mis amigas se quedaban boquiabiertas, cada vez que me oían. Sé que estaban
contentas al verme de esa manera. Pero prácticamente lo que yo siempre destacaba
de Alberto, era su "inteligencia‖, su habilidad para que todo le saliera bien.

Las clases se volvían eternas y ni se diga el tiempo que tenía que esperar en mi casa
para ir a la clase.

Ese lunes no era cualquier lunes, o más bien no fue cualquier lunes.

Cuando llegue él ya estaba o mejor dicho ―llegamos al mismo tiempo‖, otra vez.

Fingí no haberlo visto y me senté a esperar el tiempo transcurrir. Él hizo lo mismo.

Aunque ese día había una diferencia, él tenía un cigarrillo en manos.


Honestamente pude percibir una tristeza en sus ojos, por un momento creí comprender
su ausencia de la semana anterior.

Por un instante me descuide y deje de contemplarlo, cuando regrese la mirada hacia él,
¡ya no estaba! Rápido empecé a buscarlo, girando mi cabeza a diferentes direcciones
pero de repente pensé- Lían, y si él te está viendo-así que retome mi postura
"despreocupada" y mire la hora (16:58pm)-¡Rayos!,¿Por qué no llegaba nadie de mis
otros compañeros?-faltaba ya casi nada para la clase, me levante y me dirigí hacia la
entrada, en eso me di cuenta que él, siempre estuvo en el mismo lugar, sólo que
estaba recostado en la banqueta.

Mientras lo observaba discretamente, él contemplaba el cielo fijamente. En eso él noto


que estaba frente a la puerta y se levantó, dirigiéndose a la entrada también. En eso
gire mi rostro frente a la puerta pensando y diciéndome hacia mis adentros-¡rayos!,
¡Lían!, ahora que se supone que debes actuar con él "rarito".

En lo que se dirigía hacia la puerta me saludo a lo lejos y yo sacada de onda, le


regrese el saludo amablemente. Cuando regrese mi cabeza al exterior, él sigilosamente
me plantó un beso en la mejilla-¡Lían!, esto es un sueño ¿cierto?; no podía creer lo que
él había hecho hace un instante.

Realmente me tomo por sorpresa, ridículamente ese "beso" común y corriente, que
cualquiera saluda de esa forma. Ocasiono que mis oídos escucharan alucinando el
sonido de unas ―campanadas"

Mi corazón se detuvo, era como si en ese escenario solo estuviéramos él y yo. Lo que
nos rodeaba se desvanecía.

Después de ese momento "bochornoso" salieron de sus labios un Amigable-Hola.

-¡Dios!, amaba su voz, me fascinaba, sencillamente era mi delirio.

Segundos después se colocó a un lado mío (claro a cierta distancia), en eso él


murmuro;

–Hace rato toque y no abrió nadie-¡ja!, pinche mentiroso-dije hacia mis adentros,
llegamos al mismo tiempo idiota. En eso mire el reloj y dije; ¡oh ya es hora!

Mientras me acercaba al timbre. Él inmediatamente se paró a lado mío tocando la


puerta con la mano.-jajaja idiota, hay un timbre-obvio no podía decirle eso, así que
amablemente comente;

–Ja, de ese lado está el timbre-de igual manera señale con mi mano.
Él, vergonzoso alzo su cabeza y oprimió el timbre, mientras esperábamos a que
abrieran, él acomodo su postura y con su dedo medio se ajustó sus gafas.

Cap.21

Al entrar, él saludo cordialmente a la maestra y a sus familiares.-yo estaba


desconcertada, por su actitud de hoy.

Nos posamos en los asientos y al transcurrir el tiempo llegaron el resto de mis


compañeros. Diana llego tarde y la maestra le indico que tomara asiento donde fuera
posible.

Me recorrí, dejando un espacio a lado mío para que Diana se pudiese sentar. Pero de
pronto Alberto, ¡Alberto!

Alberto estaba invadiendo aquel espacio de manera en que Diana se sentara donde él
hace unos segundos estaba.

-¡Genial!-me decía yo misma, ahora como podré concentrarme sí él está a mi lado.


Parcialmente era admirable que aun respirara, con toda esa aura de aquella tarde.

Ya faltaba poco para la clase terminara pero no obstante tu salida dependía si


concluías el ejercicio del día-obvio yo ya había finalizado pero en eso me preguntaba,
¿Qué debo hacer?, se supone que... ¿Tendré que darle un beso de despedida?, no, no,
eso es imposible, role mi cabeza para observarlo, tenía sus auriculares puestos y
concentrado al 100% en su ejercicio.

Era imposible interrumpirlo y más aparte como me voy a ver con mis compañeros ¿Qué
dirán?, pensaran que quiero con él o algo así. Gire mi cabeza a mi cuaderno,
encogiendo mi boca y plegando mis ojos levemente. En eso la maestra me miro y dijo
que si ya había terminado. Dudosamente le dije que sí, tomo mi cuaderno y me puso
tarea.

Guarde mis cosas con serenidad pero, ¡osh!, él nada. Me levante cautelosamente, me
despedí de la profesora y...en eso me pase de largo y me fui.

Llegue a mi casa, atónita, aturdida, alegre, entusiasta... Simplemente perdida,


cautivada por ese chico...

Cerré mis ojos, tumbada en mi cama recordé una y mil veces el "simple beso" y
acariciando mi mejilla susurré;

¡Y fue en ese momento en que mi corazón se paralizó! ¡Donde tú mundo y mi mundo


unieron conexión por solo un instante!
Cap.22

Como era de esperarse a mis amigos les conté aquel momento, era gracioso porque
para ser infantiles no hay límites y mucho menos en esa perdición llamada ―ilusión"

A pesar que todos ya éramos casi unos "adultos‖, también saltaron de emoción. Obvio
más mis amigas porque siendo mujeres aunque sea un simple beso, para una chava
cualquier cosa viniendo de esa persona especial, es perfecta. Mis amigos sólo dijeron-
¡ay, eso que! tanto alboroto. ¡Hombres, hombres!

Cap.23

Al siguiente día de nuevo un cigarro en manos, me vio, lo vi y sólo me saludo a lo lejos.


Le regrese el saludo y una sonrisa "cordial", pero por dentro decía-¡Idiota! maldito, ¡te
odio! Pero me encantas.

Entramos a clase y al principio estaba desilusionada ya que esperaba de nuevo un


beso en la mejilla de saludo. Pero ni hablar, que podía esperar de una persona ¡Rara!

Me preguntaba ¿Acaso su actitud de ahora es porque ayer yo no le regrese el beso de


despedida?...-meditaba la razón pero no sé, Alberto era un chico asombroso, insólito...
Mientras proyectaba a ese tipo raro, sin notarlo una sonrisa ligera se formó en mi
rostro.-tenía claro que Alberto, era una persona extraña, pero eso lo hacía diferenciar y
daba como resultado que me comenzará a encantar.

Mi cumpleaños había llegado, celebrándolo en compañía de mis seres queridos.

A pesar de las circunstancias, mi persistencia de encontrar algún rastro de él, una


forma de seguir en contacto por las redes sociales, por ejemplo, perduraba.

Ya que en ocasiones creía que era un sueño que dura dolo un instante, que al
despertar ya no era legible para el exterior... ¿Eres realidad o realmente eres un sueño
de una hora?-me preguntaba en mi interior-Se dilatan mis pupilas desde el primer
momento en que te vi y aceleras irrazonablemente al espíritu soñador que habita de
mí.- ¿Qué me ocurría?

Cap.24

Tengo miedo, miedo que inconscientemente un día de estos tome tu mano y sin
previstos te susurré: tropezamos sin planear yo a eso lo considero destino -vaya que
mis pensamientos cada vez volaban más en mí imaginación me decía yo misma.
Estábamos en clase de Historia y la maestra no paraba de hablar nunca, comprendía
que era importante y parte de nuestra educación, ser personas ―cultas". Pero la falta de
interés en esa materia ocasionaba viajar bien padre mis pensamientos o simplemente
mirar hacia dentro, lo cual todo el grupo terminaba dormido

Cap.25

De un día para otro, ya no era ese chico puntual.

Me indujo a rezar, como una adolescente que moría por ver a su amor platónico.

Lo que por fuera aparentaba tranquilidad por dentro era un caos como un incendio, que
necesitaba agua para calmarse, en eso rezaba y mi oxígeno llegaba para completar mi
existencia.

Impaciente miraba el reloj, sin esperanzas de que llegara, comencé a estudiar.

Y de pronto...

(Ding, dong, ding, dong)

Conmovida y boquiabierta, una sonrisa genuina que alteraba todos mis sentidos
acompañado con su mirar ingenuo y cautivador, envuelto en un gran enigma que
simplemente me acorralaba, me hipnotizaba.

¿Por qué mi corazón latía locamente?

¿Por qué me miraba de esa forma y con esa sonrisa?

Cap.26

El tiempo corría, las tardes se volvían amenas. Aunque solo tuve una oportunidad de
estar así de cerca con él idiota debido a que de repente la impuntualidad se volvió su
amiga.

Pero eso no impedía la satisfacción, el goce, la dicha de tan solo intercambiar algunos
vistazos en ocasiones.

Era un desconocido hasta el momento, pero a pesar de eso tenía algo que
simplemente era una droga para mí. Mis ojos no podían definir si era un chico apuesto,
pues lo que me atraía de él era su nivel de intelecto, era un chico que admiraba todo de
él. Su manera de concentrarse, no importaba si se cruzara una mosca, ya que puedo
apostar que él no la notaría, pero su personalidad era... inexplicable.
Ya que a la vez podía intuir que era un chico con un corazón muy cálido aunque con
una personalidad indiferente hacia el exterior. Siempre había visto a las personas como
un mundo diferente, pues bien dicen ―cada cabeza es un mundo‖, pero Alberto, cada
que lo miraba me hacía pensar que él era de otro planeta... Y al chocar con mi mundo,
se producía una gravedad en el universo.

Cap.27

Todo marchaba bien, solo una semana. Una semana en donde debería de aprovechar
cada clase al 100%-no solo hablaba del aprendizaje (ja, ja si no también me refería a
Alberto), ya que aunque suene lamentable, no tenía idea con exactitud de cuando
volvería a verlo de nuevo.

Así que empezando la semana como era costumbre ahora, llegó tarde (pero
llegó).Todo iba bien hasta que la maestra se confundió y le dijo;

– ¿Si le vas entendiendo José Alberto?

José Alberto era otro compañero, muy diferente a Alberto y eso era muy notorio, por
supuesto. Pero él hace unos días que ya no iba. En eso mire a mi amiga-compañera
Diana, así de ¡Él no es José! Creí que mi amiga me seguiría y diría lo mismo que yo.
(Claro, "creía"), ya que me di cuenta que fui la única que habló en un estado de euforia.

– ¡Él, no es José Alberto!-en eso percibí que todos me miraban incluyendo al tipo raro,
(ja, ja ¡Todos!)-en eso la maestra desconcertada, se dio cuenta que pues él no era
"José Alberto".

Y rompiendo el aura que se presentaba en el momento, dijo;

–Pero también te dicen José Alberto, ¿no?

En eso todos dimos una risa ligera, él se volvió a poner sus audífonos. Mientras tanto
la maestra y los demás me miraban con mucha curiosidad de lo que había pasado
hace unos minutos.

–jeje... (Sonreí), mientras me observaban.

– ¡Mira nada más, con que José Alberto!-la maestra era una persona muy agradable,
tenía un sentido del humor muy divertido.
–Ja, ja, ¡Que!-en eso lo único que quería era algo así de "trágame tierra".

– ¡Que escondidito te lo tenías eh Lían!-La maestra puso una cara de Pillería.

Y yo pues al ver la cara de la maestra y de mis compañeros, solo sentí como de pronto
se subía un calor cito a mis mejillas y aunque no podía verme, sospechaba que estaba
muy Sonrojada-¡Genial!, ahora ¿Con qué cara me iré?, ¿Cómo lo veré los demás días?,
supongo que con lo que ocurrió ya lo descubrió todo.

Ese día fui incapaz de observarlo, pues estaba muy avergonzada.

Cap.28

Al siguiente día les compartí mi bochornosa experiencia a mis amigos y obvio también
se empezaron a reír.

Aunque estaba confundida, mi maestra y compañeros, ¿Quién creían que me


interesaba?, ¿Alberto? O ¿José?

–José, tranquila. Alberto ni en cuenta.

– ¿Tú crees?

–No, yo digo que Alberto. Sí notaron que es Alberto.

–No, yo pienso igual que Saúl es José.

Mientras eran peras o manzanas, yo ya había hecho el peor oso en mi vida, (dramática,
¿Dónde?

Después de ese día ya no se presentó. Llegó el último día de curso y ese día no tuve
clases en la escuela. Dedique la mañana a buscarlo en las redes sociales.

(Aunque sea rarito, si ha de tener una cuenta. No creo que sea "antisocial" o algo por el
estilo).-pensaba mientras persistía en hallarlo.

En eso recordé que estaba en un grupo donde estaban la mayoría de mis vecinos,
amigos y así. Era un grupo de las colonias por donde vivía, obvio incluyendo la mía.

Ingrese al grupo y entre donde se encontraban los integrantes, obviamente eran


demasiados. Así que agregue como palabra ―clave", lo único que sabía de él. (Jaja,
<<Alberto>>).

– ¡Genial!, eran varios, ahora solo tenía que ver él que se pareciera más o menos.
<Alberto Ríos>, de pura coincidencia o quizás destino, clic en ese perfil y entonces-¡oh!

Cap.29

–Pues no está nada mal ¡eh!

–ja, ja, ¿Cómo lo encontraste?

Todo un diálogo virtual con mis amigas.

–Pues ya ven, larga historia. Creó que fue una gran coincidencia.

– ¡Agrégalo!

–Sí, ¡Agrégalo!

– ¿Qué? ja, ja, ¿Están en sus cinco sentidos? Obvio no lo voy a agregar, ni me va a
aceptar.

– ¿Cómo sabes?

–No pierdes con intentar.

También se lo mande a mi amigo Saúl y él dijo;

– ¿Es él?

– ¡aja!, ja, ja.

–mmm...le daría un 10, pero le hace a la hierba. Así que solo un 8.

No era que estuviera tan estúpida, solo que, cuando lo encontré, sorprendida mire sus
fotos y pues en ninguna se parecía al "Alberto" que conocí. Pero bueno la foto actual
que tenía, contaba con un "diálogo‖, una "nota‖, algo por el estilo. Pero me había
quedado boquiabierta, cuando después de un mes, aproximadamente por fin lo
encontré, que casi no preste atención a sus fotos. La cual una de ellas evidentemente
tenía un cigarro presionándolo con sus labios pero por la falta de atención no había
notado que efectivamente era un "churro".

Cap.30

La estropeación natural, el razonamiento deficiente. Ya no hay oportunidad si


charlamos de pacifismo; la desigualdad innegable con la humanidad crearon de este
vidente un consumidor habitual de estupefacientes®

Aquello era lo que estaba escrito en la nota, de su foto actual que tenía. La verdad es
que no era un tipo común y corriente, él era otra onda, pero ¿Y ahora?
Llegó la tarde y hoy era el último día en el curso.

Sonaban las manecillas del reloj, los 60 segundos parecían tan solo un segundo, pues
los minutos volaban drásticamente.

El tiempo marchó velozmente y él nunca llego. Justo cuando ya lo había encontrado.


Desalentada iba de regreso a mi casa; se había vuelto un hábito hablar conmigo misma.
Quizá algunos lograrían comprenderme y sentirse identificados. Por lo contrario otros
crearían que era una chiflada sin embargo yo disfrutaba ser mi mejor confidente pues
pensaba que difícilmente llegaría a traicionarme mutuamente.

¿Por qué ya no viniste?, ¿Quién eres realmente?, ¿Por qué tu rostro me pareció
familiar la primera vez que te vi?, ¿Nos conocíamos desde antes?, ¿Y ahora?,
¿Cuándo te volveré a ver?-mil cuestionamientos aterrizaban en mi cabeza.

Ya decía yo, era tan perfecto para ser eterno.

Cap.31

Había llegado a la escuela, nuestro último día de clases ya que eran vacaciones de
pascua.

Era extraño pues debería estar feliz, por mínimo haber hallado su perfil en la red social.
Tampoco estaba triste o algo así, era solo que...

Me sentía confundida, la primera vez que lo conocí supe que era una persona inusual,
pero su perfil también dejaba muchas cosas que ver. Por ejemplo: el "churro‖, o lo de
"consumidor habitual de ESTUPEFACIENTES‖, ¿Qué debía hacer?

– ¿No te encuentras feliz amiga?, ¡lo encontraste!, dime ¿Eso no amerita la sensación
de alegría?

– ¿Qué pasa?, no pareces alegre por tú esfuerzo de detective Lían.

–Soy mejor que el FBI, ¿Cierto?-mire a mis amigas con diversión y con un rostro
emotivo.

– ¿Y si lo agregaste?

–Pero por supuesto que ¡no!, ¿Por qué haría algo así?

– ¡Porque te gusta!

–Exacto, porque te gusta y quieres conocerlo.


Cap.32

Desde que lo halle por la red social, no dejaba de mirar su perfil. Ya sea que miraba
sus fotos principales o de portada.

Intentaba descifrar quizá una parte de su personalidad hallaría.

Tenía pocos "likes" en sus fotos y era curioso sus amigos que pude ver, compartían
amigos en común conmigo.

Meditaba, tenía que llegarme una idea.-Vamos lían-me decía a mí misma.

En eso se me ocurrió preguntarle a uno de mis amigos si conocía a uno de sus amigos
de Alberto; se llamaba Oscar Basurto.

> ¡Hey Héctor!, ¿Cómo estás?

< ¡Hey Lían!, genial, ¿y tú?, ¿En qué te puedo ayudar?

>Bueno pues mira, solo curioseaba un rato y me preguntaba, ¿Conoces a un tal Oscar
Basurto?

< ¡Claro!, ¿Por?

>ja, ja, no solo decía. Es más ignora esta conversación, ¿va?, ¡Cuídate!

Cerré la conversación y me dije;

– ¡Por dios, Lían!, ¿Qué pensabas hacer?

Se hizo tarde y me conecte de nuevo a la red social. En eso tenía una solicitud de
mensaje, desconcertada lo abrí, era de... ¡Oscar Basurto!

< ¡Hola!, ¿Cómo estás?, encantado de conocerte.

–Pero ¿Qué era esto?...al parecer mi amigo Héctor había mal interpretado las cosas, él
creía que yo sentía un interés especial por Oscar.

>Hola...me podrías explicar, ¿Qué ocurre?

<Héctor me comento que...

> ¡Oh, ya!, bueno antes que nada no quiero mal entendidos. Lo que pasa es que quería
preguntarte algo a ti pero no de ti... ¿Si me explicó?

< ¡Oh va!, que cosas, claro dime...


Me había sentido fatal por mi respuesta. Pero si este chico conocía a Alberto me podría
ayudar a saber cosas de él o acercarme, tal vez.

Cap.33

–ok, te seré honesto. La neta sólo me junto con Alberto cuando nos drogamos.

Su respuesta me había dejado atónita, sin palabras. Por mi mente pasaban escenas de
él consumiendo los estupefacientes o no sé, estaba en un estado de shock.

Él chico no me quiso decir más. No insistí ese día, entendí la situación por el momento.

Era curioso, pero me sentí en un estado inconcluso. Sabía que todo estaba muy raro
pero pues lo de consumir drogas era una posible respuesta real.

Esa noche al entrar a mi recámara, cerrar la puerta y apagar las luces

Por primera vez, llore por aquel chico, si por Alberto. Sentada en el suelo en un estado
de angustia, duda, miedo, desvelo y entrega. Me propuse a ayudarlo. Quizás no sabía
lo que decía pero desde ese mensaje... Mis sentidos generaron un estado cabizbajo.

Cap.34

¿Destinados?

Ese momento cuando piensas a dudar del destino...

Siempre eh tenido en cuenta que todo pasa por algo y que todas las personas que
conocemos sean buenas o malas, llegan a nuestra vida por alguna razón.

Sin embargo ¿tu?...no te tenía previsto, bueno a nadie se tiene previsto tratándose del
destino, pero no es porque no quiera que estemos destinados, créeme si así resultase
sería una gran bendición. Pero jamás había contemplado un destino a lado de mi otra
mitad con un lado oscuro.

Aún continuaba desconcertada, ¿Cómo sabía que ese tipo me hablaba en serio?

–Vamos Lían puede que realmente sea Verdad-mis pensamientos no dejaban de


divagar en mi cabeza. Quería hablar con alguien, contárselo a alguien, ¿Pero a quién?

Tome mi móvil y le mande un mensaje a una de mis amigas que estaba al tanto del
tema "Alberto". Liliana.

– ¡En serio!, no lo puedo creer amiga.


–Va, dímelo a mí. Es todo tan confuso... ¡frustrante!

–Y ¿Qué piensas hacer?

Era una buena pregunta, ¿Qué pensaba hacer?

Dime, ¿Qué harías tú?, cuando de pronto la persona que creías perfecta, no lo es. O
cuando no sabes porque pero estas pérdida mente ilusionad@ ya de esa persona.

Dime, ¿Qué harías?

Cap.35

–Mira la verdad, yo creo que todo pasa por algo. Desde que lo conociste todo avanzo
muy extraño, me refiero a que de la nada ya sentías conocerlo. Por lo tanto yo digo que
a todo esto, ustedes están destinados. Además no se ve mal chico, al contrario tal vez
tú lo cambies. O el destino por fin lo puso en el mismo lugar porque necesita de tú
ayuda.

¿Mi ayuda?

¿Qué se supone que debía hacer?

Deje de perder el tiempo y le mande un mensaje a Oscar Basurto.

– ¿Por qué tanto interés en Alberto?

–Por favor, ayúdame. Dime tú ¿Cómo estarías si estuvieras en mi situación pero con
una chica?

–ja, ja, comprendo... ok, ¿Qué quieres saber?

– ¿Qué tipo de droga consume? Realmente ¿Lo hace muy frecuente?, ¿Esta en serios
problemas?

–Ja, ja tranquila, poco a poco. Es gracioso e interesante todo esto porque no mejor
hablas con él. Acércate y lo podrás conocer mejor.

–Bien, pero por favor. Solo ayúdame un poco, ¿Quieres?

–Me gusta esta historia, tú eres la chica "antidrogas" y él es la droga. Me dan ganas de
escribir esto.

¿Escribir?-pero si realmente no éramos nada, ni creó que seamos algo para volvernos
una "historia de amor".

–Son como 2 imanes.


¿Imanes?, me agrada esa definición en parte me identificaba pues así reaccionaba
cuando lo veía.

–ok, te diré pero no le digas que yo te dije, ¿va? Aparte de la marihuana le hace al
perico, a la roca y a los inhalantes. ¿Frecuente?, pues algo, eh hablado con ellos pero
nada mas no me hacen caso. ¿En serio problemas?, no sé. Desconozco las razones
por las cual se droga.

Me quede un rato mirando el mensaje. Una y otra vez, ¿Cuál debería ser el próximo
movimiento?

–Ves, por eso no te lo quería decir. Lían no te diré que es un mal chico pero piensa
bien antes de lo que vayas a hacer va.

–No te preocupes. Te agradezco por la información, cuídate.

Este interés e inquietud, crecían más.

Me dio gusto conocerte saber que en este mundo aún existen personas geniales.

Por alguna razón tuvimos que cruzarnos en nuestro camino, mutuamente sea cual sea
la razón. Si llegamos a estar destinados, con toda sinceridad sería una gran dicha
tenerte a mi lado y ser tú compañera de experiencias. No importa lo tanto que
compartimos, créeme fue lo mejor que pude vivir contigo. Gracias por volverte parte de
mi instante, ahora sé porque dicen que los sentimientos más cortos son los más
eternos. Aún me seguiré preguntado el ¿Por qué? Desde el comienzo ya sentía
conocerte.

Leía, leía y leía, el escrito de hace unas semanas. Antes de saber todas estas cosas.

Es un orgullo decir que me enamore de ti, es un orgullo para mí.

Es un orgullo saber que tuve la dicha de conocerte y quererte desde un principio. Fuiste
un ángel, mi ángel en el tiempo que duraste en mi presente.

El ángel que me hizo conocer el cielo y el infierno al mismo tiempo. Alberto, mi mejor
caos a los 18.

Con lágrimas en los ojos. Escribí tratando de cerrar un episodio más en mi vida.

Cap.36
Estar de vacaciones empeoraba la situación. Pues esto ocasionaba que entrara en un
estado depresivo. Y lo que más me dolía era que mi familia tenía que tolerarme.

Las semanas pasaban, no voy a mentir mis días dejaron de tener sentido. Cada
mañana me ponía de mal humor con cualquier cosa.

No sabes cuánto anhelo que mis ojos de nuevo puedan disfrutar de tu presencia y
cuando eso ocurra será una bendición más en mi vida. Y ¿existe algo que tengamos en
común? Supongo que sí, tú eres adicto al cigarro y yo soy adicta a tu presencia y
ambos morimos por esa adicción. – ¡Por favor!, regresa.

Sentada en el suelo, sollozando como era costumbre en estos días.

Cap.37

Hay veces que de la nada llega la tristeza y reprimiendo la se va.

En cambio sin esperarse llega la ilusión y sin embargo a ella ni reprimiendo la se


detiene.

Había pasado una semana de nuestro examen. Tenía muchas ganas de platicar con él,
desafortunadamente eso era imposible.

Mi subconsciente sabe que querer quererte es peligroso, sabe que el principal peligro
eres tú. Sin embargo pide a gritos continuar cerca de ti.

Ya no aguantaba sobrellevar la situación yo misma y mis escritos hacían que me


volviera más ansiosa. Así que le conté a mi prima Linneth, con la cual tenía una buena
comunicación.

Le había platicado todo, bueno casi todo, había omitido las drogas.

Le mande su perfil en captura de pantalla a lo cual respondió:

– ¡Se ve un buen chico! Deberías agregarlo.

¿Buen chico?, era gracioso pero la verdad cualquiera que lo ve por vez primera es lo
que piensa.

– ¿Agregarlo?, ¡cómo crees!

–Si lo quieres conocer mejor, ¡hazlo!, no pierdes nada. O puede que te lo ganen, (me
mando un emoticón guiñando un ojo)
¡¿Qué me lo ganen?! Lo dudo. No creo que tenga tipillas merodeando por ahí. Pues no
tenía muchos "me gusta" en sus fotos y acaso solo eran de chicos y uno que otro de
mujeres.

– ¡Rayos!, querer quererte en parte me frustra.-me decía mientras dudaba si


presionaba o no el "agregar".

Cap.38

Los grandes momentos están en fotos, los mejores quedan en recuerdos. Los grandes
no duele recordarlos porque sabemos que se pueden repetir en cualquier segundo.

Pero los mejores te harán reír y llorar, dejándote atónito sea cual sea la emoción. Y
esos son los que más valen la pena... Pues en su momento te destrozaran pero igual te
reconstruirán.

Hoy vería a mi prima Linneth. Había una reunión en su casa por el cumpleaños de su
hermano Eduardo. No pudimos conversar mucho la situación pero no perdió el
momento para intentar persuadirme que agregara a Alberto y que si no, ella lo haría.

Al llegar A mi casa, estaba muy aburrida. –mientras conversaba virtualmente con


Linneth y tanto era mi nivel de aburrimiento. Me atreví a agregarlo y mandarle un
mensaje.

Cap.39

–Hola Alberto, ¿Cómo estás?

Ese día me desvele por esperar su respuesta, nunca llegó. Al siguiente día fui de
compras con mi papá. Al llegar a casa, puse la mesa para comer.

Al terminar, cheque mi móvil y ¡Dios!, juro que se me salía el corazón. Inevitablemente


no pude ocultar una gran sonrisa en mi rostro.

Estaba eufórica mente feliz, alegre, mis manos de un momento padecieron ―párkinson"
y mi corazón brincaba de felicidad, lo sentía así de conmovido.

– ¡Respondió!

Lili– ¡wow!, ¿En serio?

Xana– ¿Y si te acepto?

–No, aun no.

Xana– ¡Pues que se cree!


Abrí su mensaje y decía;

–Qué onda, ¿Eres del curso?

–Sí... ¿Qué tal te fue en tú examen?

–Bien, me dicen el 16.

Acaso, ¿Era estúpido o qué?

–Sí, pero tú ¿Cómo lo sentiste?

–Pues bien, ¡ja!

Respuestas como esas a quien no decepciona. –ok no pero pues la neta era muy...
Ridículo, ni que no supiera cuando dan los resultados. Decidí borrar la conversación y
olvidarlo ya que quizás no era la persona "interesante", que creí.

Eres tan extraño...Quizás ese cambio de particularidad que he encontrado en la mayor


parte de la gente, me atrajo hacia ti, pero mi amigo yo no soy tan hábil para impactarte.

X– ¡Qué importan las drogas!, ¡Cámbialo! Convierte te tú en su nueva ¡adicción!

L– Sí, tú lo puedes cambiar amiga.

–ja, ja, ¡como creen!

Cap.40

¡Ese Leo!, de nuevo nos estaremos viendo por aquí güey

–Simón, ¿Quién más se quedó aquí?

–Nadia, güey

– ¡ah!, cámara.-había respondido de una forma despreocupada o sin ningún interés


alguno.

Nadia era una chica muy hermosa, era una niña muy diminuta, complexión delgada,
cabello lacio y largo. Tenía unos ojos enormes y con un ligero y perfecto delineado que
se aplicaba, los hacían ver más preciosos. La conocía desde secundaria, pero a pesar
de que tenía un carácter amistoso no congeniaba con ella.
Cap.41

Sentados en el pasto de la nueva escuela "preparatoria", Ernesto le dijo:

–Ahí viene Nadia, güey

–En eso, alzando su mirada, se quedó boquiabierto pues, era innegable, ver que Nadia
era hermosa. Y si nunca lo notó, tal vez porque apenas resultó esa transformación.

Ernesto era un amigo también desde la secundaria. Era alto, tez clara, ojos grandes,
cabello negro y lacio con una complexión delgada. Él era un amigo muy cercano a
Nadia y pues no tan "cercano" a Alberto, pero eran amigos.

–Hey, ¿Cómo estás, Nadia?

–Muy bien, ¿y tú Neto?

–Igual bien, gracias. Ve, Alberto también estará aquí.

–Es lo que noto. Espero ahora si nos podamos llevar bien eee...–estirando su mano
derecha para intercambiar un apretón de manos. Alberto sonrió despotamente, se
levantó del pasto y dijo;

–Luego te veo Neto.-Y así, se fue sin culpa alguna.

–bien, ya lo conoces...

Nadia estaba inmóvil y perpleja.

Cap.42

Alberto se encontraba concentrado en su recamara haciendo su tarea. Para ser


honestos, a pesar del distanciamiento con sus padres en gran parte del día. Él era
demasiado inteligente capaz de obtener lo que se propusiera más adelante.

*pip*-era un mensaje de Fátima.

–Hey baby, ¿Qué tal el primer día?

–Genial, ¿Y el tuyo?

–Igual, aunque te extrañe.

–ja, ja, tonta. No olvides que tres años atrás dejamos de ir juntos.

–oh my god! Tienes razón.

Fátima, ahora ya toda una adolescente, igual que Alberto era muy hábil para el estudio.
Tenía una personalidad muy, "o sea‖, ―tipo"

En tres años, ¿Qué podía pasar? Tal vez un giro radical en nuestras vidas ocurre
cuando menos esperamos.

Cap.43

Transcurrían los días Alberto tenía que ver frecuentemente a Nadia en la escuela.

El tiempo no los hacía tan cercanos pero se sobre llevaban.

Nadia estaba muy interesada en el arte, construcción, diseño, creatividad. Toda esa
onda, sin embargo Alberto también se sentía atraído por ese mundo, le encantaba el
cine; tal vez la vida le estaba dando una oportunidad para congeniar con una chica que
empezaba a ser especial.

–Ya te enteraste que salió una nueva exposición de la que asistimos anteriormente.

– ¿En serio?, wow, no sabía.

– ¡Vamos Leo!

– ¿Leo?

–Lo siento –algo apenada, no sabía qué hacer. Es sólo que, ya sentía cierto cariño
especial para nombrarlo como solía Hacerlo.

–Descuida, me gusta y más como suena cuando tú lo dices.

Cap.44

– ¡¿Qué?!Ya no lo pienses. Ya dile lo que sientes.

–Fat, suena fácil pero...

– ¿Pero qué?, vas a dejar que alguien más llegué o algo así.

–No digas estupideces, poco a poco. Pronto se lo diré.

Cap.45

Y cuando todo marchaba a favor de un lindo sentimiento.

–Qué onda chavos me llamó Erick Gonzales Hinojosa. Que más les puedo decir, mi
objetivo, llevarme bien con todos ustedes.
Erick Gonzales, un joven alto, tez morena con una sonrisa que la mostraba
frecuentemente, complexión delgada.

–Hey, me llamo Ernesto pero me puedes decir neto, Bienvenido.

–Gracias...Neto–Seguido de una sonrisa estrecharon la mano cerrando con un puño en


conjunto los toparon.

Alberto no podía ser tan "amistoso", pues no le gustaba la actitud y gestos de Nadia
hacia Erick.

–Hola–Sonriendo mutuamente dijo– me llamo Nadia, encantada de conocerte.

–Hola-intercambiando un beso en la mejilla y con un brillo intenso en la mirada de


ambos replico –El encantado soy yo.

Alberto desconcertado no sabía qué hacer. Para nada quería entablar una amistad con
él.

Cap.46

Había pasado un año, pero Erick arrasó con todo en ese lapso.

Sí Alberto tenía intereses similares con la chica. Erick tenía más gustos en común con
Nadia.

Erick, no dudo y justo como un buen pescador, donde puso el ancla lo pescó.

– ¿Te gusta Erick?

– ¿Qué pregunta es esa?–exclamó con una sonrisa ligera.

–Porque tú me gustas –la miro fijamente y tomando sus manos, se puso de cuclillas y
llevando sus manos sobre el pecho del chico, continuo –en verdad, me gustas.

Ella sin saber cómo actuar, susurro:

–Leo...Leonardo no sé qué decir después de esto.

– ¿Leonardo?
–Lo siento, pero Erick...lo que siento, es más grande ese sentimiento hacia él que por ti.
Y en el corazón no se manda Leo...Leonar...–sin dejar que completara su nombre
replicó.

–Para ti siempre seré Leo, ¿Quieres?–con el rostro desconsolado se levantó y por


última vez volvió a poner su mano sobre su corazón y concluyó –En el corazón no se
manda, siente. Te estaré esperando.

Cap.47

– ¡Te dije!, te dije, te dije.

–Yo sé que al que realmente quiere es a mí ¿cierto?

–Albert, no te puedo asegurar eso...creó que fue muy presuroso de tú parte el "te
estaré esperando"

– ¿Por qué? Así será, yo lo sé.

–Hmm...No puedo asegurarlo. Tenemos tan solo 15 años y medio, tú no sabes, más
adelante alguien te robe el corazón de verdad. Somos muy jóvenes para clavarnos con
alguien.

–Ve, lo acabas de decir. Somos muy jóvenes para que se clave con un pendejo como
él.

–...Estoy segura que vendrá algo que tú realmente te merezcas Alberto. El amor llega
cuando tú no lo esperas así que no lo busques, ¿Quieres?

Cap.48

–Ay...me siento tan mal, tal vez ya voy a colgar los tenis.

– ¡Ya mamá!, ¿Quieres dejar de decir eso?–con una cara muy enfurecida Lían replico.

–Ja, ja, sabes que sólo bromeo mi niña. Aún faltan muchas cosas por vivir contigo,
tengo que llevarte el primer día a la prepa y vivir tantas cosas hija. –poco a poco, se
fueron inundando los ojos de Bianca. Una mujer de apenas 39 años, de tez clara.
Sumamente hermosa por dentro y por fuera, con una licenciatura en Contaduría. Había
formado una familia a lado de su esposo Cesar, procreando a Lían. Una puberta de 14
años apenas, retratada de la misma forma que Bianca a diferencia que poseía una piel
morena.

Bianca y Lían, madre e hija.

Bianca actualmente estaba un poco delicada de salud, pero como toda una guerrera
siempre luchaba sobre mar y tierra.

Cap.49

–Prepararé el desayuno, de acuerdo.

–Sí... Sí...está bien... Sí... Sí...está bien... Sí... Sí...está bien.

Lían no pudo evitar que entre sueño, la despertara la actitud de su madre que la
desconcertaba, ¿Por qué seguía repitiendo las cosas? En seguida fue al cuarto de sus
padres y recordó que por la mañana su mamá había ido a unos análisis pero, ¿Por qué
estaba así?, en un estado delirante.

La situación de Bianca era algo complicada. Padecía de anemia y a la vez tenía que
pasar por una cirugía que le traería la paz absoluta a sus malestares. Pero el dilema
aquí es que siendo anémica, el tiempo se alargaba para la operación.

Cap.50

–Si güey, vamos a la fiesta.

–No sé Neto...

–Güey no mames, no tenemos tarea. Sólo avisa con tus padres, bueno, si "los ves".

–Ese no es el pedo, ¿Ira Nadia y el pen...Erick?

–Sí güey, para que te digo que no, sí, sí.

–Cámara, voy.

–Eso es todo Man.


Cap.51

– ¡Mamá!, ¿Cómo te encuentras?

Bianca al parecer tenía temperatura, su comportamiento no era nada nada favorecedor


o normal.

A pesar de que a Lían le costaba ser una persona sentimental, estaba muy preocupada
por su mamá, que no evito una inundación en su mirada.

– ¡Papá!, deberíamos llevarla al hospital.

Inmediatamente llegaron al hospital particular, donde la pretendían operar cuando se


estabilizara.

Lían se sentía devastada al ver a esa mujer en ese estado. La hacía preocuparse cada
vez más. Quería que todo pasara rápido, sé que todo va a mejorar. ¡Dios, si existes,
debes ayudar a mi mamá!, ¿Quieres?–pensamientos sumamente alterados,
desesperados, pasaban por la cabeza de la chica.

Afuera de la habitación, sentada con su tío, esperando respuesta. De pronto se


escuchó:

– ¿Cómo esta Sra. Bianca?

–Bien doctor.

Fue en eso, cuando una luz en su corazón, llena de esperanza se encendió. Pero en
esta vida todo ya está escrito y aunque no queramos inesperadamente sucede todo a
nuestro favor o simultáneamente.

La anemia no podía beneficiar. Es decir cada que le hacían transfusión de sangre, la


señora lo perdía por hemorragia que llevaba presente debido al periodo menstrual de
una mujer.

Su cuerpo poco a poco fue alterándose al grado de llegar a aniquilar el sistema del
páncreas poco a poco.

Las horas pasaban y Lían quería una solución. Pero ¿cómo es posible que al mismo
tiempo los doctores llevaran la sumatoria de horas en costos por la vida de una
persona?
El señor Cesar contaba con seguro social de parte de su trabajo lo cual pidió una
ambulancia para el trasladó.

Cap.52

La noche estaba presente. La luna tenía en la mira a dos jovencitos que por alguna
razón quería formar un eclipse en sus vidas.

Música, alcohol y miles de chicos bailando, bebiendo, disfrutando de su juventud.

Erick y Alberto se encontraron. Alberto ya había bebido excesivamente no le importó y


exclamo;

–Tú que cabrón, te sientes bien vergas por tener a Nadia.

–No pienso discutir en el estado en el que te encuentras.

Con su rostro despótico, replico;

– ¡Ja!, pobre Nadia, con un marica fue a quedar.

Erick algo molesto le soltó un puñetazo y sin pensar contesto:

–Güey, no mames cabrón, ¿Qué te hace pensar que Nadia estaría como tu chica? No
te das cuenta que ella sólo sintió Lastima por ti, del tipo que nunca ha recibido un "Te
amo" de sus padres.

Alberto brutalmente ardido lo tomo del cuello de su camisa y mutuamente se inició la


riña.

Mientras se golpeaban uno tras otro, muy distanciado se escuchaba el ruidoso sonido
de una sirena. No se podía distinguir si era una ambulancia o una patrulla.

Y mientras eran peras o manzanas Neto y Nadia entre la multitud de chicos los
separaron. Ella inmediatamente se colocó a lado de Erick y Neto le pregunto sobre su
estado en el que se encontraba a Alberto. Él más que enojo, estaba sumamente herido
por lo que entendió de Nadia al contarle sus problemas personales a un tipo que no
debía saber.

Cap.53

Mientras caminaba, paso una ambulancia seguido de un auto. Y desde el cielo


profundo la luna hizo clic.

En ese auto iba una chica "especial", para los ojos de Alberto.
Con el rostro bajo, Lían quería que esto sólo fuera una pesadilla. Tenía los ojos semi
húmedos pero aun así intento observar hacia el exterior.

Alberto por un momento se quedó inmóvil observando a una pequeña ¿Qué me estaba
pasando?, por primera vez en su vida, experimento eso que llamamos "empatía".

Cap.54

Dada las circunstancias de este sábado, ¿Cómo podía tener apetito? Aunque el único
bocado que tenía en el estómago había sido un desayuno ligero de la mañana, no se
sentía mareada o con dolor de cabeza. Lo más importante era pensar que su madre se
iba a estabilizar.

–Tienes que comer algo nena. –aquella señora de unos 35 años de edad
aproximadamente. Era Ruth, la actual pareja de su tío.

–En verdad, estoy bien, gracias.

–Vamos, aunque sea intenta probar algo.

Se dirigieron a la cafetería del hospital y Ruth ordeno por Lían. Esa noche
descubrieron que tenían en común el gusto por el café extra cargado.

Aunque ella junto con su tío intentaban alegrarla, era inevitable dejar a un lado la
preocupación. Entonces al ver su rostro desolado, Ruth replicó;

¿Te gustaría ver a tu mami de lejos?

Conmovida, obviamente dijo que sí. Su tío sin comprender regreso a la sala de
urgencias, mientras Ruth y Lían daban un "tour" por todo el hospital, intentando buscar
una "entrada secreta‖, que ella conocía.

Aunque no lograron encontrar rastro, debido a que el hospital al parecer había sido
remodelado en algunas salas.

Cap.55

En esta situación el sueño, el hambre, todo lo de su alrededor era lo de menos. Lo


único que ella quería era que su madre se recuperara.
Al llegar por la mañana al hospital entro a la sala y se dirigió a su papá, trataba de
guardar las lágrimas. En eso Cesar le dijo que fuera a saludar a su tía Esperanza que
también se encontraba en la sala, inmediatamente la busco con la mirada hasta hallarla.

Al verla, la abrazo e intentaba desahogarse con ella, pues la noche anterior Ruth le
había comentado que no se aguantara las emociones. Pero su tía la estrujó
fuertemente y ella le dijo todo lo contrario:

–Ahora más que nunca, debes ser fuerte por tú papá.

O sea, entonces a quien debía hacerle caso. Mire a mi papá a lo lejos y él también
poseía un rostro apagado.

Las horas volaban, justo a las 9:30p.m. A 10:00p.m., un doctor alto, gordo y de unos 36
años, salió preguntando por la hija de la señora Bianca González.

Ruth me tenía en sus brazos, al escuchar eso nos acercamos presurosamente.

El doctor indico que sólo iba entrar la niña

Caminando al costado del doctor me pregunto:

– ¿Cuántos años tienes Lían?

–14...

–Bien, allá dentro tú padre me había informado que tenías 15 años.

Carajo, no leo las mentes para poder coincidir –pensaba– ¿La cague?, no respondí y
seguí caminando.

–Bueno, no importante sean 15 ó 14, aún no tienes 18 años. Pero por la situación es
válido.

Entramos a un cuarto, mi madre estaba ahí. Pero era difícil asimilar que ella era mi
madre, con respiración artificial, vendada por aquí y por allá. A mí alrededor mi papá y
una tía sollozaban, yo sin comprender hasta que el doctor fríamente replicó;

–Lían, dile todo lo que le quieras hacer saber a tú mamá, pues ella está apunto de
fallecer.

¿¡Qué!?, no sólo mi madre fallecía, yo también moría lentamente. Ágilmente caí al


suelo de rodillas y luego irónicamente corrí hacia la camilla, eso no puedo ser posible –
¡Mamá!, ¡Mamá!, ¡Mamá!

Cap.56
Había despertado, estaba en mi habitación. Mire el reloj y era otro día.

Desesperada salí de la cama, creyendo que sólo lo de ayer había sido una "pesadilla".

Pero no, desafortunadamente, estaba en la realidad. Presurosa me arregle y volví al


hospital acompañada de mi tía. Al llegar se presentó una Esperanza más, aún mi
madre seguía luchando entre la vida y la muerte. Pero poco después todo se vino abajo,
su vida había concluido.

Cap.57

Decidí ir a caminar, tenía tantas cosas merodeando en mi cabeza, tenía que


despejarme.

Aunque prácticamente parecía que mí alrededor estaba en mi contra. Diferentes niños


pasaron por mi camino acompañado de sus padres, algunas veces aquellos pequeños
recibían cariños o viceversa los padres recibían mimos de sus hijos.

Me detuve un poco, con la mirada perdida me senté en una banqueta. Justo cuando
me levante nuevamente, mis ojos captaron un rostro frío, como la sensación del
sábado por la noche. Descubrí que era la misma niña, iba en un taxi, nuevamente la
chica miro al exterior, tenía unos ojos apagados.

– ¡Maldita sea!, ¿Por qué mi corazón siente algo?–De nuevo la maldita empatía.

Cap.58

3 años después

Era febrero y a pesar que aún faltaba para la primavera, la temporada de calor era
intensa.

Después de todo este tiempo logré concluir el bachillerato y ahora me dirigía a tomar
clases para el examen de la universidad.

–5:30p.m, ¡puta madre!, ya iba tarde por 30 minutos. Finalmente llegué a donde me
había indicado mi tía que vivía la profesora. Toque sobre la puerta ya que no encontré
el timbre.

–Adelante–me respondió un señor de unos 65 años aproximadamente.

–Buenas tardes, con permiso.

–Adelante, adelante muchacho. La maestra te espera.


Debo admitir que por un momento creí que sería el único alumno que tomaría clase,
hasta que...

–Hola, universidad, área de ciencias sociales y humanidades– me puse muy nervioso


al entrar y ver que ya estaban tres compañeras. Así que sólo dije lo primero que se me
vino a la mente.

Las dos chicas que estaban a lado de la profesora me observaron seguido de que entre,
sin embargo la otra chica estaba "concentrada" al parecer, pero poco después me
observo.

Al sentarme debo ser sincero y admitir que aquella chica me hizo sentir cierta
"conexión".

Las manos no me dejaban de transpirar estaba desconcertado por no saber el motivo a


lo que pasaba, ¿Por qué estar cerca de esta chica me ponía así?

– ¡Oh!, ¿Cómo te llamas perdón?

– ¡Que pendejo!, no me presente–pensaba hacia mi Adentros–Alberto–respondí.

–Ok, mira Alberto, ella es Lían y también va para la universidad.

Gire mi cabeza hacia el lado izquierdo donde se encontraba esa tal Lían. Ella hizo lo
mismo, intercambiamos con la mirada un "Qué onda‖, pero en mi caso no sólo hice eso.
Sigilosamente la observe tratando de averiguar si realmente la conocía, pero era
imposible se notaba que ella pertenecía a un mundo diferente al mío.

Al llegar a mi casa, por supuesto me recibió felizmente mi perro "Fopu". No era de raza
pura, ni al caso, era un perro callejero que llegó a mi vida porque ambos nos
completaríamos en lo que restaba de nuestra existencia.

Acariciando su pelaje, susurré:

– ¡Cha!, ora que pedo.

Ingrese a mi cuarto, me senté en mi escritorio, tome una pluma y mientras pensaba que
onda. La ingresé a mi boca dándole pequeños mordiscos sin pensar.

Cap.59

Era mi segundo día de curso. Esta ocasión salí a tiempo de mi casa.

Mientras caminaba hacia el hogar de la profesora, me encontré a una chica diminuta a


comparación de mi estatura. Era una chica muy diferente a las demás siempre traía
usando diferentes tipos de botas, al parecer era lo que le caracterizaba.
No tenía un cuerpo estético pero si podía robar la mirada de los chicos. Un cabello no
tan largo pero tampoco tan corto, me fascinaba el ondula miento de ello.

Inmediatamente sentí como ella se había impactado por el encuentro inesperado. Lían
era una chica despistada al parecer pues me alegro que no percibiera mi admiración
hacia ella.

Cap.60

Ya estando en clase, también se encontraban dos pequeños que eran hermanos; Tania
y Mauricio.

La maestra era muy agradable en su forma de ser y siempre buscaba la manera que
todos conviviéramos ya sea diciendo chistes, esa era su estrategia.

Todos reía menos yo –ja, ja, no era que no me diera gracia pero en el momento en que
me ponían un libro o algo mi concentración podía llegar muy lejos.

Lían me miraba en ocasiones, bueno si no es que todos por mi rostro de seriedad. Pero
no todos me miraban como ella. Ella me miraba como diciendo "ay pinche amargado".
Y eso era muy gracioso para mí, sin saber el "Por qué", lían me empezaba a agradar
de mil maneras. No sé, simplemente era ella, aquella chica que era bonita pero no sólo
por fuera.

Una chica muy amigable, sonriente, alegre, cero superficial como algunas chicas de su
edad. En pocas palabras bonita por dentro y por fuera, afortunado el que tuviese su
corazón.

Cap.61

Al siguiente día llegue muy temprano a clase, espere sentado en una banqueta, los
minutos transcurrían. Mientras esperaba estaba ansioso, mi mano derecha me
temblaba, mis labios me pedían desesperadamente un pitillo al menos. Pero tenía que
aguantarme, ya mañana saciaría mis ganas.

Poco después llego...Diana, al parecer así se llamaba, fingí no haberla visto para evitar
una conversación. ¿Antisocial, dónde?

Minutos después llegó lían, era muy simpática o no lo sé, ja, ja pero su personalidad
me encantaba. Era como si sus pensamientos vagaran en otro mundo que sólo ella
sabía. Muy dispersa la chica, siguiéndola con la mirada llegó en busca de algo. Es decir,
miraba como si fuera a un encuentro con alguien.

Recordé en eso, que ayer nos encontramos de esa manera sorpresiva, eso me causo
mucha diversión Pues ella se expresó de un manera aliviada al no verme hoy pero
después las cosas cambiaron, se dio cuenta que yo ya había llegado y había visto su
escena de espía, contuve las ganas de reírme mientras ella seguía su camino.

Cap.62

Después de un fin de semana me dirigía a asesorías nuevamente. Pasé a comprar un


cigarro en el camino, ya que consulte la hora y aún era muy temprano.

Al llegar, me quite los anteojos para limpiarlos. Borrosamente noté a una chica, era
Lían pero al ver su rostro sin gafas, me costaba distinguir.

– ¡Auch!–Fruncí los ojos como muestra de dolor. Ella no lo notó, tomó asiento en una
banqueta y miro su celular. Yo me senté en una banqueta también pero a cierta
distancia de donde estaba ella. Es decir la casa de la profesora estaba en medio de
ambas banquetas.

Un dolor de cabeza, me surgió en ese momento, ya me había terminado el cigarro así


que me recosté sobre la banqueta y cerré mis ojos intentando calmar el dolor.

Extrañamente me llegaron como fotografías viejas en blanco y negro vagos recuerdos


a mis pensamientos. En ellos aparecía el rostro de una niña, sí esa niña, la de hace
tres años, la de mirada apagada en ese entonces. Al mismo tiempo en mis oídos
sonaba la risa de lían (aunque no estuviera riendo), desconcertado abrí mis ojos y mire
al cielo fijamente. Hace tiempo que no me satisfacía observarlo y encontrarle sentido
sin haber consumido antes algo.

Sentí la mirada de alguien, gire mi cabeza y note que ella estaba en la puerta,
rápidamente me levante. Quería sonreír, gritar, saltar de emoción.

Mientras me acercaba hacia donde estaba ella, mi corazón saltaba de felicidad.

Ella estaba inquieta lo podía percibir. Pero Lían, yo también estaba igual que tú.

La salude a lo lejos con mi rostro habitual, su rostro estaba en dirección a la puerta


llegue justamente hacia ella cuando tenía de regreso su cara al exterior. Al hacer ese
movimiento estaba seguro de algo, Lían, así se llamaba la niña de hace 3 años .Con
tanta ansiedad que me provocaba recordarla y saber que el destino nos había juntado
una vez más. Le planté un beso tan extenso y con un cariño inexplicable en la mejilla.

Mi corazón latía mostrando vida, en ese escenario pasaron todas las estaciones del
año en un segundo.

Cap.63
Fue un momento "bochornoso", intente no ruborizarme así que poco después susurré
un hola.

Traté de romper el hielo diciendo que hace rato había tocado y nadie me había abierto,
que estúpido lo sé, era muy torpe para estas cosas. Intentaba persuadirla para que nos
fuéramos a otro lugar en plan de conocernos más. Y en eso recordé que habíamos
llegado al mismo tiempo.

Dieron las 5:00p.m y se acercaba a tocar. Inmediatamente me pare a su lado e


intentaba ser caballero. Pero nunca había llegado a descubrir el timbre y toque con la
mano. Me había vuelto fan de todas sus facetas ante cada situación y presentía que al
ver eso había pasado por su mente un" Que pendejo‖, pero amablemente me indicó
donde estaba el timbre.

Todo apenado, lo hallé y lo oprimí. Mientras esperábamos que nos abrieran me trate de
controlar y mejore mi postura y enderece mis gafas.

Cap.64

Entramos, debo admitir que mi felicidad estaba de los pies a la cabeza. Ese día salude
muy entusiasmado a la profesora y a su familia.

Lo sé, todos me miraban muy desconcertados. En cambio, yo, por dentro derrochaba
corazón citos-que ridículo, lo sé.

Con el paso del tiempo los demás llegaron. Diana llego tarde, Lían amablemente le
despejo espacio a lado de ella. Sabía que ahí debería estar Diana pero ese día mi
atrevimiento no tenía niveles.

– ¡Genial!, ahora sí podía seguir concentrado.

Estaba nada más y nada menos que a lado de Lían. Diana puede ocupar mi lugar,
pensé, ¿Por qué no? Mi ejercicio estaba dos dos, no muy dificultoso pero si acaba
antes que ella, no se despediría de mí por su voluntad. ¿Sería capaz de regresar me el
beso nuevamente?

Pues no, termino y dudosa e inquieta se retiró.

Cap.65

De regreso a mi casa, me sentía tan feliz. Iba recordando detalle a detalle cada acción
que había hecho hoy.

Todo lo que me rodeaba, lo sentía tan fresco, tan vivo. Tenía curiosidad, bastante
curiosidad sobre Lían. Pero al mismo tiempo me quería limitar estas sensaciones.
2 años atrás

–O sea, ¿Qué onda con tú planeta, se salió de orbita?, me saca de onda que un niño
bien haya mandado al cárajo los estudios. Nada que ver contigo, ¿Captas?

Simplemente escuchaba a Fat, ¿Cómo explicarle que me sentía un miserable todo este
tiempo?

–O sea y luego "monas", nada que ver.

–o sea y si te compras un cochinito y te ahorras tus comentarios –fue en ese momento


cuando no soporte que me " sermoneara‖. Sabía que estaba preocupada pero no lo
podía comprender, aún no.

–O sea consíguete un mapa y ubícate güey. Ni idea de lo que te pasa y así, pero equis.

–Fátima, sabes lo que se siente tener un padre alcohólico y una madre que no lo puede
dejar porque lo ama inclusive sí él la maltrata física o verbal. Sabes lo que se siente
tener todo y a la vez nada. Sabes lo que se siente ser feliz aunque no sea la manera
correcta.

Cap.66
Tenía que aplicarme chido para aprobar mi examen, el plan ya estaba; pasar la prueba,
echarle ganas, terminar la carrera y buscar el agradable ‖final‖ a mi historia como en la
mayoría de las películas.
Contaba con todas las bases, sólo era ir al curso para reafirmar una que otra duda.
A veces decidía faltar pero algo, algo no me lo permitía. Así fuera tan sólo un Segundo,
ver a Lían me hacía el día, la vida.
Inexplicable el momento pero me surgía naturalmente una sonrisa, una mirada sincera
y atrayente… simplemente rompía con todo el caos a mis problemas.

Cap. 67
(Dos meses después)
No puede ser, siempre dejando todo a última hora.
Estaba por finalizar la mitad del semestre y tenía demasiada tarea por entregar al
siguiente día. Pero ni hablar, así yo lo decidí pues ahora a chingarme con todo.
Mensajes, mensajes y más mensajes en mi móvil
-¡Wow! – mientras me encontraba en mi tarea había pasado toda una novela con mi
prima Linneth.
¡Lían! - 8:30 a.m.
¡Lían! - 12:10 p.m.
¡Lían!- 14:45 p.m.
¡Responde!- 15:00 p.m.
¿Estás ahí? – 15:25 p.m.
-¿Una foto?, ok no… bastantes fotos, mejor dicho
Algo desconcertada, cheque una por una
-¡Alberto!... ¡Alberto!, ¿Qué quería? Tan sólo había pasado un mes que ese ―lindo
cuento de hadas‖ lo había mandado a la mierda, en ese mes tuve que hacerme a la
idea de:
Ver con qué clase de ―amigos‖ Te relacionabas no era la clase de amigos con los que
yo socializaba.
Siempre te echare de menos; Dice uno de mis escritores favoritos que las personas
que coinciden en nuestra vida es para protagonizar o ser personaje secundario en
nuestra historia. Sabes, por un momento anhele que fueras el protagónico… pero por
algo suceden las cosas. Nos conocimos y es lo que importa.
Te quise muy pronto para ser precisos, pues al primer cruce de miradas, yo sentí ya
conocerte; Supongo que fuiste mi otra parte en nuestras vidas pasadas pero que
injusta es esta vida que te puso de nuevo en el mismo camino, sabiendo que serías mi
delirio, sueño y meta prohibida en el presente.

Tan sólo un mes, regresa y no sólo eso. Se toma el derecho de hablar de mí como si
realmente me conociera
A: Ja, ja, ¿En serio quieres ayudarla? Eres su prima, ¡cuídala!, aléjala de mí. Se ve que
es una chica sensible y yo soy más de lo extremo, la cosa es así; No te diré que tengo
pedos de personalidad porque todos tienen los suyos… no soy peligroso pero, hmmm
¿Cómo te explico?, quizás ella busque algo bien y bonito y yo no busco nada, cuando
entro en una relación descuido muchas cosas. Podemos conocernos.

Cap. 68

Se suponía que el único que no se sabía el guión, eras tú… ¿no?


Aguarda, realmente no, mejor dicho. Yo soy la que desde el principio tuvo que
improvisar ―Tipo raro‖, vaya que el destino es incierto, hace unos días te había
mandado al baúl de los recuerdos, al siguiente día llorando rogué un encuentro casual
y de la nada como es tu costumbre, llegas a mi vida de nuevo, ¿Qué me gusta de ti?;
No sé si eres guapo, una parte de ti me caga pero por otro lado admiro que seas muy
hábil para todo.
Aunque realmente tengas tus infiernos, mi debilidad desde el principio fue ese ángel
que perturbo mi alma de la nada.

Cap.69
A: Además ya les gané. Sé de quién hablas, donde me conoció y hasta sé cuándo
empezó a buscarme, ese si es un problema.
Mientras revisaba captura de la conversación, moría de risa por Alberto, ¡Obvio no
sabía nada!, bueno eso creía hasta que leí la siguiente captura...
A: Soy muy ansioso y me doy a la tarea de buscar respuestas, siempre. Puede que sea
un genio loco sin la parte de genio, ¿entiendes no? Dile a Lían que me hable, así de
fácil, ¡boom!
Estaba pasmada… pero ni loca le iba a hablar- ¡uy si, corriendo!, ¿Estás estúpido o
qué?
Continué con mi tarea, aunque concentrarme era complicado. Había pasado unos
minutos y vibro mi celular nuevamente, eche un vistazo y…
-¿Qué pedo?, no dormiste- le regale una sonrisa de felicidad pura, después de
bostezar a Saúl
-¿Te desvelaste hablando con él?
Negué con mi cabeza y aclare- Sólo mientras terminaba de editar algunos detallitos en
las fotografías, Xana
Saúl desconcertado y a la vez con una enorme curiosidad, replico
-¡No mames!, ¿Alberto?
Aquel día todas mis expresiones eran vida
Continuaban las clases y lo que me mantenía despierta era recordar la noche anterior,
¡Alberto, me había agregado después de todo!
Mis pensamientos giraban de aquí para allá, a la vez me aterraba entrar a tus infiernos
pero creo que deberías mostrarme lo que se puede vivir en la obscuridad, como yo
prometo mostrarte el cielo en mi mundo.
-Güey, no mames
Mire con rostro desconcertado a Liliana
-¿Qué?
-¿Ya pensaste en todas las publicaciones dedicadas a Alberto en tu muro en la red
social?
Me quede inmóvil, era verdad
-Ah pero nunca escribí su nombre… sólo sus iniciales
Liliana me respondió con una Cara de conformidad y continuaron las clases.
A pesar que solo habían sido sus iniciales la incertidumbre no me dejaba tranquila.
Así Que... ¡Leonel Alejandro Robledo Reyes! Esa sería mi justificación a cada LARR de
la red social
-Leonel Alejandro Robledo Reyes- en un tono de dramatismo lo dijo Saúl- Pinche
nombre de telenovela, susurró

Cap.70
¿Nadia Ruiz?
Después de cuatro años incomunicados, ¿Qué podía querer?
N: Hola Leo, ¿Cómo estás?
Nadia, ahora se encontraba en la universidad en la carrera de arquitectura y continuaba
felizmente a lado de Erick, el cual estudiaba artes visuales
A: Hey, ¿Cómo te va?
N: Genial ¿y a ti?
Antes de responder se quedó meditando, podía decir que se encontraba mejor que
nunca. Había comenzado a conocer más a fondo a una chica que estaba seguro que le
podía completar la existencia pero contradictoriamente él podía perjudicar la estabilidad
de ella
A: Igual, todo relax
N: Me entere que fuiste admitido en la universidad, ¡felicidades!
A: Gracias
N: Aunque me tiene desconcertada la Carrera, ¿Sociología?
Era verdad, no existía una pasión verdadera hacia ello pero un 50% tenía sentido en la
Vida de Alberto
N: Claro, no es que degrade la carrera pero creí que seguías enfocado en el cine
A: Simplemente son cambios inesperados.
Paso una semana y a pesar de que era largo el tiempo de no estar en contacto,
rápidamente se pusieron al día.
Aunque Nadia estaba pasándola ―mal‖, supuestamente en relación a Erick, Alberto aún
seguía queriéndola mucho.

Cap.71
A: Chale, no se envió el mensaje
L: Justificando el visto
A: Ja, Ja, ¡¡relax!! Neta, no sé qué onda, ¿Cómo te sientes o qué?
L:Ja, ja, ja, ja ¡¡relájate tú!!, como me voy a sentir, normal. Sólo sacada de onda
A:ja, ja, ni que fuera el suceso del año. Pos soy bien abusado, cuando vas yo ya vine
de todas
L: ja, ja, pues ni que fueras que, para ser algo tan importante.
Era tan genial, que aún no pasaba nada ya sentía miedo de arruinar las cosas.
Quería ver hasta dónde podía ser tan ―ingenua‖ ya que eso parecía pero no del todo,
subí una foto de:
A: ¿Ya viste mi pájaro?, te va a gustar jaja, perdón, ¿Qué cuentas?
L: sí ya lo vi, pues ni creas eh, he visto mejores.
Me divertía tanto hablar con Lían
A: ja, ja, ja, no lo has visto volar.

-Últimamente te la pasas sonriendo mucho, ¿A qué se debe?


-Ja, ja, ora, exageras Fat
-No creo que exagere Fat, pienso lo mismo
Mientras mi mirada se perdía mis pensamientos vagaban, ¿Sonreía mucho? ¿Por qué?
O ¿Por quién?
-Pero me gusta- sonriendo susurró Fátima- aunque no sé por qué
-O por quién- dándome una palmada en la espalda reitero Guillermo
*PIP*
Fátima con una mirada biónica exclamo -¿Y ella quién es?
-Lían Marsé- mandándole un beso al aire, Memo le informo
-Quién te viera, ¡platícanos todo!
-No hay nada que contar, es alguien y ya
-¿Alguien cómo para qué?
No sabía que decir, Lían no merecía entrar a mi mundo
-No seas duro contigo, si la quieres bien date una oportunidad. A veces ciertas
personas nos inspiran as ser mejores

Recostado en mi cama, estaba emputado, ¿Cómo es posible que años en cortejarla,


diciendo que me diera una oportunidad, siempre en segundos me mandaba a la verga?
Y de pronto un pendejo la trae loca a tan solo unos meses.
No conocía al chico pero lo odiaba y de algo estaba seguro; No sé cómo y cuándo pero
ese gusto no iba a durar o me dejaba de llamar Israel.

CAP. 72
Tenían clase libre y no desaprovechaban ni un segundo para deshacerse del estrés,
generalmente Saúl siempre tiraba la corona
-Ya Saúl, relaja la pelvis
-Ja, ja, ja… no inventes, los hombres no tienen pelvis- Karen, exclamó
Un silencio de 5 segundos
-Ja, ja, ja- inevitablemente nadie podía parar de reír
-Güey, ¡todos tenemos pelvis!
Karen tomándose el brazo izquierdo dijo- ah no manches, ¿neta? ... creí que sólo las
mujeres lo teníamos aquí- señalando su brazo- de nuevo un silencio y más risas

Estaba confundido desde que volví a hablar con Nadia, mis sentimientos hacia ella
aparecían nuevamente. Pero Lían, Lían era esa chica que a la vez conozco y
desconozco.

-Lían Marsé …- con una expresión apagada, Fát, analizaba el perfil de la chica
-¿Qué ocurre?
-Esta tipa es otro pex al entorno de Alberto… no me late esto
-¿Cuántos años tiene?
-Un año menos que él. Está… bueno acaba de cumplir 18 este año
-¿Entonces?, Fát, no veo el pedo…
-Memo, me refiero a que, ella… se ve una niña bien, cero pedos, ¿Captas?
-¿Y no es lo que él necesita?
-Nada que ver, o sea… cero- con una expresión de duda, Fát buscaba sus razones
para expresarlo- o sea, está súper que sea ―sana‖ nivel pro, ¡pero no!

Antes de concerté ya rondabas en mis delirios, llegaste y las sustancias que poseían
me atrajeron drásticamente.
Te fuiste y tu ángel me perseguía, volviste y hoy tus demonios no me dejan pegar el
sueño.

A-¡Tardes!
L-¡Qué onda!, ¿Cómo estás?, ¿Qué tal tu día?
A-Algo cansado ja, ja, ¿Qué haces?
L-Nada, ¿Cómo te fue en tu examen?
A-Bien, yo digo… ja, ja, pues si quedé
L-Que bien, ¡Felicidades!
A-De hecho tengo que ir con la maestra, tengo unas guías de ella
L-¡Como ibas siempre!, ja, ja, ja, no te creas
A-Ja, ja, ja, ja, ¿Si faltaba mucho?
L-¡No, cómo crees!
A-Ja, ja, ja, cha, pero ya ves… soy la verga- guiñándole un ojo, Alberto por primera vez
quería impresionar a otra chica sin importar que no fuera Nadia
L-Ja, ja, dices, si no te echas porras tú mismo, ¿Quién más?
A-Ja, ja, ja, ahuevo, ja, ja, ja
L-¿Y qué más cuentas?
A-Tú cuéntame algo
L-Yo te pregunté primero, no es justo
A-Pero ya te conté más
L-Tú primero, eres el interesante
A-Cero interesante
L-Has de tener algo interesante… no sé
A-Pero si te lo digo ya no tendré nada
L-Claro que sí, no te quieras hacer más interesante
A-Ja, ja, ja, ¡cero!

Fátima lo observaba en silencio, tenía que admitir que verlo de esa manera le hacía
sentir bien
L-No sé…mmm ¿Qué te gusta?
A-Leer, vagar, fumar, escuchar música, andar en bici, escribir, mmm no sé
L-¡ahí está!, no eres aburrido
Detrás del móvil, Alberto se había sonrojado y fue imposible no recostarse en la cama
de Fát, sobre la cual estaba sentado y empezó a mover su cuerpo como una lombriz
todo emocionado

-Ja, ja, es en serio. Así que, no te creas aburrido, ¿Leer?, ¿Qué tipo de lecturas lees?
O te agrada leer.
Alberto no dejaba ni un segundo pasar sus dedos largos y finos tecleando velozmente
el móvil.
A: Ah, pues no sé, de todo. Al final determino si valió la pena o no
L:¡Y te dices aburrido, que bien!
A:Pues sí, amargado
L:Si fueras amargado, no te estarías riendo
Alberto se quedó perplejo y pensó en voz alta- ¡No estoy riendo!
Fát al escucharlo, lo observo con un rostro de indignación.
-¿Escribir?- esa parte era la cual le había fascinado más a Lían, pues ella también
amaba escribir
A: A veces- era algo que muy pocos sabían de él, pues como Nadia lo había
comentado, su sueño era el cine
L: ¿Fumar?
A: Sí…- no lo podía decir con orgullo y menos a ella-¿No has visto mis fotos?
L: Ja, ja, ¿Tú qué crees?... sí las ví
Alberto también ya había analizado su muro de ella. Así que solo pudo reír con
nerviosismo

Cap. 73
¿Dime acaso tu Corazón, saltará de emoción cuando ves un mensaje mío?
Al igual que el mío salta cuando ve un mensaje tuyo.
Era un poco difícil que pudieran hablar siempre, pues… Alberto trataba pero por una
parte no le gustaba estar en su casa todo el tiempo, pero estar en la calle tampoco era
algo benéfico…
Lían se desvelaba normalmente haciendo tarea. Aunque él se muriera de ganas de
hablar los siete días de la semana las veinticuatro horas del día, era imposible.
-Prefiero charlar con ella, cuando me encuentre en mis cinco sentidos, sólo eso
- ¿Qué es lo que quieres con ella?
- ¡ja!, no sé güey; Es una chica súper chida, cuando hablamos me siento completo…
como si cociera cada herida que la vida te suele hacer. Además hay algo que no sabe,
nos conocemos desde mucho antes…

L: ¿Algo más qué contar?


A: Hace calor y ya no sé qué quitarme, ja, ja, ok no
L: Ja, ja, pues ¿Qué te has quitado?, intenta con los calcetines
A: Que no me he quitado, fue lo primero
L:¿Y por qué tanto calor?
A:Pues quién sabe, ¿Tú no tienes calor?
L: Ja, ja, no. La temperatura de tu cuarto está muy alta
Dudosamente respondió:
A: Ven a quitármelo, paro, ja, ja, ja.
Lían no era inocente, no olviden que tenía como profesor a Saúl
L: Ja, ja, ja, ja, no sé dónde vives amigo, lastima
A: Híjole, ya qué
L: Ni hablar, tendrás que soportarlo
A: A ver si puedo dormir
L: ¿Tan fuerte está la temperatura?
A: No sabes
L: ¿Cómo cuánto le calculas en grados centígrados?
A: Ni idea, ven y acá mides lo que quieras
L: Pues a ver si logras dormir
A: Si vienes, sí
Ambos empezaron a charlar en juego pero, ¿Acaso sus corazones y emociones
también hablaban en broma?

Cap.74
(un mes después)
Ilógicamente, resultaste ser todo lo que buscaba, pero en la vida hay que tener una
pizca de realismo; Hay respuestas congruentes aplicadas de una manera incongruente.
Sabes, me siento muy estúpida cuando hablo contigo, siento ridiculeces, mis manos
tiemblan y sudan, mi corazón se emociona , mis pensamientos se bloquean y… son
cosas estúpidas, neta
Sé que no es fácil para alguien Como tú, tranquilo, cada día creo que habrás hecho
algo bueno en tu otra vida, para tenerme de esta forma, ja, ja, sarcasmo.
Un gran día llegó, la última exposición de Diseño en mi vida, al menos en esta etapa;
Aburrición, nerviosismo, diversión y distracción fueron algunas emociones y al final algo
de agotamiento pero con una gran satisfacción.
De repente, sentí un hueco, alguien ansiando su saludo o cualquier cosa en un
mensaje.
Recostada en mi cama, miré mi teléfono y un mensaje de… Alberto Ríos, ¡joder!, dios
mío, siempre siendo tan inoportuno, vaya dilema.
Como si nada, agregó un ―no había visto‖ refiriéndose al último mensaje, en ese
momento convulsionándome y retorciendo mi cuerpo por todas las sensaciones
presentes (alegría, felicidad, frustración, frenesí, euforia) ¡joder!, te detestaba tanto.
Aunque realmente había sido un milagro que me hablaras cuando más lo anhelaba.

UN MES ATRÁS
-Yo lo quiero mucho, a pesar que no lo conozco… quiero ayudarlo pero no sé qué
hacer
-Puedes ayudarlo de diferentes formas pero lo más recomendables es darle confianza
-Lo sé pero, ¿En verdad te resulta algún interés también de su parte?, ni me responde
en ocasiones. Ale me ha dicho que debo ponerme en su lugar ya que él estará más
confundido
-También debemos pensar y ponernos en su lugar, muchas veces cuando tienes
autoestima bajo no quieres saber de nada ni de nadie
-Tienes razón
-sí pero cuando alguien nos interesa nos preocupa, ¿cierto?
-Mucho, lo peor es que no puedo hacer nada, no le hablo porque no quiero incomodarlo
o a veces siento como si fuera una carga, no entiendo el por qué no me borra, mejor
-Porque no le incomodas, todo lo contrario

Cuando ya no sabías que pensar realmente de sus intenciones, ¿serán buenas o


malas? Me costaba trabajo comprender si aquel tipo raro, estaba confundido y
atemorizado porque extrañamente se había enamorado o solo era la cual llenaba sus
espacios de aburrimiento… tal vez me hizo vibrar el alma por un instante pero yo quiero
a alguien que me quiera inclusive cuando yo no quiera. No a alguien que me haga
dudar si posiblemente mañana me seguirá queriendo, alguien que me tome en serio,
no que solo sea el cual cubra su espacio libre. Alguien que me haga llorar de risa o de
cosas lindas con sentimiento y no llorar toda la noche por no ser lo que él busca.
Quisiera decir; Hoy yo dejo de encariñarme con él y como toda buena historia de amor
y un poco de ficción, él se dará cuenta y ahora si me valorara y estará detrás de una
oportunidad, estúpido e iluso a la vez.
Obvio él está enamorado de otra persona.
Cap.75
Era fin de semana y como era costumbre todas las tardes me reunía con la pandilla en
nuestras escaleras del desahogo. Cada uno llevaba lo más preciado o su pasatiempo
de ese instante.
Fui ese vato fresilla hace unos ayeres, pero mi bicicleta siempre iba conmigo, era mi
fascinación andar por las calles y disfrutar del airecito en la piel, provocando esperanza
a mis problemas.
Entre los camaradas, éramos jóvenes, jóvenes con sueños que anhelábamos se
volvieran realidad. Pero a veces la rebeldía o los vicios, no nos lo permitía.
Por las tardes la gente temía pasar por ahí y justamente por eso, porque eran muy
inseguras. Aun recuerdo como salía de ese laberinto años atrás pero yo bien decía
―Cruzando esas escaleras no había regreso, en serio‖
Actualmente ya estaba en la universidad, lo había logrado y tenía hierba justamente en
estos momentos, pero no su corazón, valiendo verga, entonces. Más que indiferencia
sólo actuaba así para protegerla…
Aun me resultas imposible, bueno quiero decir, verte en mis amigos por la red social,
me parece increíble. Jamás en mi vida creí que después de todo mi alboroto, tú fueras
el que me mandara solicitud.
Llevo cada instante grabado en mí, como disco rayado, cuando al fin el destino quiso
que nos conociéramos, ni se diga cuando por vez primera, (ridículo tal vez) mis oídos
escucharon campanadas y mi corazón se detuvo por unos segundos, en ese momento
en el escenario sólo estábamos tú y yo. Repentinamente lo que nos rodeaba se
desvanecía y pude unir conexión contigo por solo un instante. Sé que todo esto es
demasiado estúpido ya que tal vez solo duro un segundo pero sabes, fue el mejor día
en todos mis tiempos. Aunque no fue mi primer beso, mi mejilla se volvió virgen en ese
rato.
Y así pasaron los días…
Diciéndome que ya debía olvidarte
Proponiéndome a ya no pensarte
Pero absurdamente con cualquiera termino hablándome, hablándoles de ti.

Cap.76
L-Mañana será el cumpleaños de Alberto

X- felicítalo

L-¿sí?
X- si bien qué quieres, que te haces

LILI- aww, si felicítalo

L-Por eso recurro a ustedes, ¿Qué debería ponerle?

X- el típico feliz cumpleaños

L-pienso ponerle, ―Hola espero que hayas disfrutado tu día‖ Ya que pienso hacerlo en
la noche

X- no, mejor en la tarde

LILI-temprano, se la primera- exclamo Lili seguido de un guiño

L-no creo que mi felicitación sea la más esperada

Y por fin llego el día más esperado, aun se me hace sorprendente que tendré una
oportunidad de poder felicitarte en tu cumpleaños número diecinueve. Aunque por el
momento es un enigma pues un 50 por ciento muere por felicitarte por otro lado un 25
no sabe si es lo correcto… ¿Qué pensará tu cabecita si te felicito? El restante 25 dice
que no eres tan cercano para hacerlo.

El cincuenta por ciento muere por ser esa felicitación especial, pero lo dudo, tal vez
recibas más pronto la felicitación de tu persona favorita. Por eso el 25 por ciento dice
que esto es algo absurdo, Alberto, te odio, ¿Por qué tenías que actuar tan estúpido y
agregarme, por qué?

Es así como comienza aquel día, amaneciendo con lluvia, quién pensaría que tan solo
unas horas después, no solo por fuera se apreciarían las gotas en la ventana.
También iba a llorar mi alma, una grieta en mi corazón… solo anhelaba que fuera un
sueño, sí esto debe ser un sueño, pero todo mi alrededor tenia vida…
¿Qué pasó?, ¿Por qué hoy?, ¿Hace una hora?, ¿Qué hice mal? ¿Cómo un chico noble,
incapaz de lastimar a un perro, un gato o un ave, puede ser capaz de lastimar a lguien
que lo apreciaba más que a su propia vida?
¿Todo terminó? Al parecer sí, por fin ese chico introvertido borro dos puntos de tres,
punto final.
Doce años después
Una vez ella me dijo-Quiero ser escritora- yo repliqué- ¿Quieres?
-¿Debería decir, voy a ser?
-Por supuesto, uno es capaz de llegar hasta donde estemos dispuestos a dar.
Durante 18 años viví creyendo que el amor no era real, pero solo un año basto para
que 12 años después luchara por recuperar esa sensación existente.

El interior de aquella habitación era grande, tal vez el color de las paredes hacían que
la luz de ese enorme balcón hacia el lado derecho le entrara bastante. Sobre un piso
de madera, sillones color miel, en un escritorio totalmente de vidrio, se encontraba
aquella placa que me definía.
No tengo idea de cómo me miraran los ojos de cupido nuevamente, no tengo idea si
sonreirá por volver a verlo, tengo tantas ganas de pensar que lo insólito surgirá y no en
la mejilla esta vez, pero si lo suficientemente cerca para consumar esas ganas
insaciables del estupefaciente perfecto; aquello que sobreguarda vida y dulzura…

CONTINUARA

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